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UNIDAD I - LA PERSONA
La palabra persona fue utilizado en Roma, para designar la máscara o careta, que
usaban los actores en el teatro para representar el papel que les correspondiera, de modo a
expresar el carácter trágico o cómico del rol que les tocara desempeñar, así como para ampliar
la voz (“personare que quiere decir sonar con fuerza”). Este significado originario de la
palabra se amplió posteriormente en el sentido de utilizársela con relación al papel que el
individuo puede cumplir en la vida de relación.
Fin de la existencia: el fin de la existencia de una persona en Roma desde el ámbito del
Derecho Civil se produce por dos causas:
1- Muerte: es la cesación de la actividad orgánico-fisiológico de un individuo.
2- Esclavitud: era la muerte civil del individuo acarrea la perdida de todos los derechos
civiles o políticos.
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3.- STATUS:
3.1. Status familiae: esta condición indicaba la situación de una persona, de un hombre libre
y ciudadano con relación a una determinada familia.
La calidad de “SUI IURIS” se alcanzaba sin consideración a la edad y la de “paterfamilias”
no atendía a la calidad de padre, sino a la de jefe de la familia. Así, pues, si un hijo nacía
libre, sin dependencia familiar alguna, como cuando procedía de un matrimonio ilegitimo,
era considerado “sui iuris” y “paterfamilias”. El sui iuris era llamado paterfamilias y esta
denominación no hacia referencia al hecho de que se tuviera hijos, ni al de que fuera mayor
de edad o no. Siempre valía para el varón no sujeto a dependencia familiar alguna.
La persona “ALIENI IURIS” gozaba de capacidad jurídica solo muy limitadamente como
consecuencia del estado de subordinación en que se encontraba respecto al paterfamilias.
3.2. Status civitatis: el derecho romano antiguo consideraba únicamente ciudadanos a las
personas que integran las civitas, al igual que los demás estados-ciudad de la época. La
posesión del estatus civitatis era fundamental para el disfrute de la capacidad jurídica, pues
únicamente el cives optimus iure estaba en condiciones de gozar de la plenitud de los
derechos públicos y privados.
Los latinos: ocupaban una situación intermedia entre los ciudadanos romanos y los
peregrinos. En términos generales se dio este nombre a los habitantes de las ciudades
enclavadas en el Latium, confederadas en Roma.
También se llamo latinos a los manumitidos sin una forma solemne, llamados “latinos
iuniani” y aquellos que habían sido manumitidos contraviniendo las exigencias de la Lex
Aelia Sentia.
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a) Del nacimiento: la esclava no podía contraer justas nupcias, sus uniones eran
irregulares. El hijo nacido de las relaciones que mantuvieran no podía tener otra
condición que la servil habida cuenta que los hijos que los hijos habidos fuera de
justas nupcias, seguía la condición de la madre en el momento del parto.
b) Derivado de la guerra: las reglas del “Ius Gentium” determinaban que eran esclavos
los hombres libres que caían en cautividad por causa de guerra.
d) El trafico de esclavos: el hombre libre, mayor de veinte años, que se vendía como
esclavo defraudando al comprador de buena fe y reivindicando luego su libertad para
distribuir el precio de la venta con el supuesto vendedor.
f) Así también los que no se inscribían en el censo, los sometidos a esclavos por la
autoridad paterna, por abandono al hijo y realizar tráfico y piratería.
b) La manumissio censu: se hacía mediante la inscripción del esclavo en las listas del
censo de ciudadanos por dominus. A fines de la Republica, cuando el censo fue
cayendo en desuso, dejo de tener aplicación esta forma de manumitir.
a) Manumissio inter amicos: que se efectuaba, como queda dicho sin requisito alguno
de orden formal.
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b) Manumissio per epistolam: tenía lugar cuando el dueño del esclavo manifestaba su
voluntad mediante carta.
c) Manumissio per mensam: se verificaba cuando el amo admitía que el esclavo se
sentara en su mesa.
Las llamadas “personas jurídicas” eran un problema muy oscuro y difícil en el Derecho
Romano.
La persona jurídica era un ente diferente a la persona física a lo que el ordenamiento
jurídico le da la posibilidad de tener derechos y obligaciones.
Las personas jurídicas están presentes en cualquier ordenamiento medianamente
desarrollado, por lo que existen también en el Ordenamiento Romano.
Los juristas romanos no construyeron el concepto de persona jurídica, pero sí que
advirtieron la necesidad de atribuir derechos y obligaciones a entes no corporales.
Esta necesidad de atribuir derechos y obligaciones surgió en el Derecho Romano, en el
Estado (POPULUS ROMANUS), así que los juristas personificaron entes a imagen el Estado
como: colonias, municipios y ciudades.
Terminología Clásica:
No poseían ningún término para designar lo que llamamos “persona jurídica”, aunque
para referirnos lo llamaremos “corporaciones”.
1) Los juristas no personifican a los entes de las “corporaciones” mientras que las
“fundaciones” ofrecen algún reflejo de incertísima vida.
2) La “corporación” lucha contra la idea de que derechos y obligaciones del grupo no
eran concebidos como propios del ente, sino como pertenecientes pro parte.
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8.- FUNDACIONES:
La incapacidad tiene que ver con dos aspectos: Uno, el de la inhabilidad para ser titular
de derecho; y otro, el de la inhabilidad para ejercitar el de derecho o realizar un acto jurídico.
Esa incapacidad, de consiguiente, tenía y tiene dos variantes: la de goce y la de ejercicio, lo
que quiere decir igualmente que la capacidad responde también a ambos matices.
Los casos de incapacidad de goce fueron y son relativamente escasos, como que
primordialmente están vinculados a los derechos políticos. No es ese el evento del recién
nacido por ejemplo, supuesto que le es enteramente posible tomar parte en actos jurídicos o
contratos por medio de los representantes legales. Es más, el que está por nacer es sujeto del
derecho de herencia, esto es, cuenta con capacidad de goce, más no de ejercicio.
Las circunstancias que repercutían sobre la capacidad de obrar para eliminar o restringirla,
son:
-La edad: en las personas la edad es una causa que atañe a su capacidad de obrar. Por razón
de la edad la distinción fundamental se establece entre púberes e impúberes. La pubertad,
época de la vida en que comienza a manifestarse la aptitud física para procrear, se fijó en 12
años para la mujer y 14 para el hombre. Antes de alcanzar la pubertad, como señalamos, la
persona era incapaz de obrar y por ello la legislación romana sometió al impúber a tutela,
esto es, a una representación legal, para que el representante actuara por el incapaz.
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2-Sexo: el sexo era otra causa modificatoria de la capacidad de obrar. La mujer en los pueblos
indogermánicos siempre estuvo colocada en situación inferior al hombre. En Roma estaba
excluida del ejercicio de las funciones públicas y por la naturaleza patriarcal de la familia se
hallaba privada de todo poder familiar.
4-Prodigalidad: el prodigo (prodigus), aquel que tenía la manía de dilapidar sus bienes,
podía ser privado, bajo pronunciamiento del magistrado, de su plena capacidad de obrar. El
prodigo también estaba asistido por un curador.
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UNIDAD II - OBLIGACIONES
Las obligaciones más antiguas son aquellas que tienen su fuente en hechos ilícitos, es
decir que resultan de la comisión de un delito, pero haciendo referencia a los delitos privados
(delicta) y no a los delitos públicos (crimina).
El nexum es un acto per aes et libram, es decir, utilizando el rito del cobre y la balanza.
Este rito debía suceder en presencia de no menos 5 testigos y su contenido resulta bastante
obscuro, aun cuando parece ser que el deudor, que era el que hablaba, se comprometía a
pagar la deuda auto mancipando su propio cuerpo. Lo cierto es que si no pagaba, el acreedor
podía ejercitar contra él la manus iniectio.
Para poder extender la práctica contractual a los extranjeros entre sí, o bien a un romano
con un extranjero, se autorizó la stipulatio; consistía ésta en una pregunta y una respuesta,
congruentes entre sí: ¿Promittis? Promitto. En este caso se podía utilizar cualquier verbo.
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a) CIVILES: Son aquellas en que el acreedor dispone de una actio, para exigir
su cumplimiento.
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La elección del objeto puede ser del deudor, si nada se dice en el título constitutivo de la
obligación, o del acreedor, en caso contrario. Si la elección corresponde a un tercero, la
obligación no es alternativa sin condicional.
- Obligaciones genéricas: son aquellas en que el deudor debe dar objetos o cumplir
prestaciones correspondientes a una cierta categoría, pero que no son señaladas
individualmente, por ejemplo: un caballo, 10 ovejas.
- Obligaciones específicas: son aquellas que tienen como objeto un cuerpo cierto, o
sea, se debe un individuo determinado de un género determinado. Por ejemplo, el esclavo
Estico, el Fundo Corneliano.
La obligación de resarcir daños causados por animales o esclavos, en este caso debe
responder aquél que en el momento de ejercitarse la actio sea dueño del animal o esclavo.
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El crédito se puede transmitir al igual que el adeudo, así, el acreedor podía ceder a un
tercero, y un nuevo deudor podía asumir la obligación del primer deudor.
Que son:
4.1. Cesión de créditos, en la época romana se manejaban dos figuras jurídicas para ceder
los créditos: la novatio, donde se cambiaba de acreedor, y la procuratio in rem suam, que
era la representación procesal.
4.2. Asunción de deudas: La asunción de deudas es cuando se sustituía al deudor por otra
persona que asume la deuda, o sea, ésta se compromete a pagar la deuda del primer deudor,
como su nombre lo dice, asume la deuda.
Conferían al acreedor un derecho de crédito contra un tercero llamado fiador a quien se obliga
con el deudor principal.
B. GARANTÍAS REALES:
Las relaciones de obligaciones nacen precisamente para ser extinguidas por el cumplimiento,
y justamente es este cumplimiento el que las extingue. Cumplida la obligación, el vínculo
entre acreedor y deudor, se rompe; ha habido SOLUTIO o pago y la obligación se extingue.
En la época Republicana nacieron dos formas de extinción de las obligaciones: ipso iure y
ope exceptionis.
Modos que operan ipso iure: pago, novación, confusión, pérdida de la cosa debida, mutuo
disentimiento, concurso de causas lucrativas, muerte o capitis deminutio del deudor.
Estas formas de extinción se podían hacer valer de cualquier etapa del juicio y hacían
desaparecer la obligación en forma absoluta.
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Entonces, podemos definir los Modos de Extinguir las obligaciones como los "hechos
jurídicos a los que la ley atribuye la virtud de hacer desaparecer el vínculo que liga a
acreedor y deudor.
6.2. LA NOVACIÓN
6.3. LA ACCEPTILATIO
Si el objeto de la obligación es una RES CERTA (Cosa cierta) y se destruye por caso fortuito
o fuerza mayor, el deudor se libera, al ser imposible sustituir lo debido, y no siendo imputado
a él este resultado dañoso”
6.5. CONFUSION
“Era un modo IPSO IURE de extinguir obligaciones que consiste en la reunión, en una
misma persona, de las cualidades de acreedor y deudor.
El modo más frecuente que se produzca confusión es en la sucesión por causa de muerte.
LA COMPENSACION
“Es el acuerdo no formal por el que el acreedor promete no exigir al deudor la prestación”.
Este pacto no destruye la acción, sino que la paraliza concediendo al demandado una
excepción para detenerla. La EXCEPTIO PACTI CONVENTI, mediante la cual “el deudor,
sin negar la obligación, se opone a la acción por la que se reclama la prestación perdonada”
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LA PRESCRIPCION
"Es un modo de extinguir las obligaciones por no haberse ejercido las acciones
correspondientes durante cierto tiempo”.
“Su elemento más característico es la inacción del acreedor, la falta de ejercicio de las
acciones que, como consecuencia, concurriendo a los requisitos legales, se extinguen”
Si el acreedor dejaba transcurrir el plazo dentro del cual podía intentar la acción para reclamar
el cumplimiento de su pretensión, el demandado la paralizaba por medio de la EXCEPTIO
TEMPORIS, emanada de la prescripción.
En el Derecho Romano hubo otros modos especiales cuyo efecto natural era distinto, y sin
embargo, por vía colateral, extinguían obligaciones.
Ellos fueron:
- CAPITIS DEMINUTIO del deudor, cualquiera que fuese su clase extinguía las
deudas, no los créditos, pero sólo desde el punto de vista el IUS CIVILE. En los demás
casos, el pretor dio al acreedor la ACTIO IN INTEGRUM RESTITUTIO en contra del que
había sufrido CAPITIS DEMINUTIO mínima.
Desde que la obligación nace hasta que queda totalmente cumplida el deudor ha de
comportarse de tal manera que con su conducta no retarde o haga imposible el exacto
cumplimiento de aquélla. De no cumplir el deudor o de retardar el cumplimiento de la
obligación no por ello dejará de existir, pero resultará modificada en su contenido, en razón
de su ejecución forzada.
También podría ocurrir que pendiente la obligación, ocurran hechos que determinen
la imposibilidad en su cumplimiento, sin responsabilidad alguna para el deudor.
1) El caso fortuito.
2) Fuerza mayor.
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3) Dolo
4) Culpa
5) Custodia.
La fuerza mayor: Aun cuando se trata de un caso fortuito se reserva esta expresión para
aquellos imprevistos que tienen su origen en actos ejercidos por un funcionario público, un
apresamiento de enemigos, etc...
Por regla general, salvo lo acordado por las partes, la imposibilidad de la prestación
que arranca del caso fortuito, libera de responsabilidad al deudor, aunque en algunas
obligaciones el deudor responde por eventos de este tipo. Sin embargo, ello es válido
tratándose de obligaciones de especie o cuerpo cierto, ya que si la obligación es genérica, el
caso fortuito o fuerza mayor no extingue la obligación del deudor, ya que el género no perece.
Del dolo se responde siempre, y el pacto de non petendo dolo, por el cual se establece
que no se va a responder del dolo, es nulo y de ningún valor.
- Las personas que detentan una cosa ajena en propio beneficio, por ejemplo En el
comodato (persona a quien se ha prestado gratuitamente algo para que lo use).
- Los que manipulan material ajeno, por ejemplo el sastre.
- El vendedor después de perfeccionada la venta y pendiente la entrega.
En todos los casos en que la prestación se ha hecho imposible por hechos de los cuales
responde el deudor, la obligación continúa, pero su objeto no es el mismo; se produce una
sustitución del primitivo objeto por una indemnización pecuniaria, que represente el interés
patrimonial que el acreedor tenía en la obligación, resarciendo así el daño.
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8, LA MORA
Nota: En los contratos bilaterales, ninguno de los contratantes esta en mora dejando de
cumplir lo pactado, mientras el otro no cumple por su parte, mora purga la mora.
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Contratos verbis o verbales: per aes et libram, dictio dotis, promissio iurata liberti,
stipulatio
Los contratos verbales se perfeccionan por el uso de ciertos vocablos, es decir, pronunciado
determinadas palabras solemnes, quedando así obligadas las partes, de modo que si los
interesados se apartaban de ellas, a pesar de que constara claramente su voluntad de obligarse,
el negocio no se consideraba como contrato, véanse a continuación contratos clasificados:
1. Per aes et libram (por el cobre y la balanza), este contrato se formalizaba ante cinco
testigos y se utilizaba una balanza (libram) y un pedazo de cobre (aes) para formalizar la
obligación. En el caso de que el objeto del contrato fuera la transmisión de la propiedad, se
le denominaba mancipatio. Cuando se trataba de un préstamo en dinero, el deudor u otra
persona quedaba como rehén en poder del otro contratante hasta el cumplimiento total de la
deuda, a esto se le denominaba nexum.
2. Dictio dotis. Consiste en una determinada declaración verbal que hacia la mujer que iba a
casarse, si era sui iuris o bien por el ascendente varón o por el deudor de aquélla, de constituir
dote.
En esta misma figura jurídica, se podían pactar intereses que el deudor debía pagar en
relación con el contrato (estipulación de intereses), asimismo, se crearon las penas
convencionales por incumplimiento a la obligación y también nacieron las fianzas
estipulatorias, llamado esto, comúnmente, fiador, lo cual era una garantía para cubrir con el
cumplimiento del contrato, si no pagaba el deudor originario, el fiador tenía que responder a
la deuda.
Características
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B. CONTRATOS LITERALES
Contratos literales son aquellos que se perfeccionan por una determinada formalidad escrita.
1.-NOMINA TRANSCRIPTICIA.
Concepto
Es un contrato formal y abstracto, unilateral y de derecho estricto, en virtud del cual una
persona queda obligada frente a otra, mediante la anotación que esta segunda hace en un libro
de entradas y salidas (codex accepti et expensi), de una cantidad como si le hubiera sido
entregada por la primera.
Características
El paterfamilias solía llevar un libro de entradas y salidas y era la anotación de ese libro de
una cantidad, como si hubiera sido entregada, lo que hacía surgir la obligación. Aunque Gayo
no lo diga expresamente esta anotación se realizaba siempre con el consentimiento del
deudor.
Otro punto que resulta muy claro en Gayo, es lo siguiente: supongamos que se entrega a una
persona una determinada cantidad de dinero y, luego se anota en el codex accepti et expensi.
Dice Gayo que aquí no hay contrato literal, porque la obligación surge por la entrega del
dinero al acreedor, o sea, el contrato seria real. Lo que caracteriza al contrato que nos ocupa
es la anotación de una cantidad, como si le hubiera sido entregada.
3.- Es un contrato unilateral, ya que, sólo surgen obligaciones para una de las partes.
4.- Es por último un contrato de derecho estricto, ya que la acción al igual que en la
stipulatio es justamente la condictio.
Este contrato cayó en desuso al momento en que dejaron de llevarse por los pater libros de
contabilidad.
Syngrapha y Quirographa
Gayo los cita como contratos propios de los peregrinos y su uso provino del derecho griego.
Aunque el autor no es muy expresivo en este punto, por otras fuentes se sabe que las
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diferencias entre ambos eran muy profundas. En efecto, la quirographa era un documento
meramente probatorio, y atestiguaba por tanto, un negocio efectivamente celebrado, era
además un documento firmado solamente por el deudor y sellado con su anillo; aquél
quedaba en poder del acreedor. De ahí que se parezca a nuestro moderno pagaré.
Son aquellos que se perfeccionan por la datio de la cosa. En un sentido estricto datio implica
transferir el dominio de una cosa. Entendido de esta manera seria contrato real sólo el mutuo,
ya que es el único que para su perfección requiere la transmisión de la propiedad. En
cambio, el termino datio en sentido amplio, es decir, entendido como entrega de la cosa,
comprende dentro de la categoría de derechos reales también, al comodato, deposito y la
prenda.
Concepto
SENATUSCONSULTUM MACEDONIANUM. –
Si el préstamo era pagado por el padre, por cuenta del hijo -entre tanto emancipado- o por
un tercero, el senadoconsulto no se aplicaba, de suerte que no se podía exigir al acreedor la
devolución de lo percibido.
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Concepto
Características
2.- Es un contrato bilateral imperfecto, pues de él surgen siempre obligaciones a cargo del
depositario (la de guardar la cosa y restituirla cuando se lo pida el deponente) y sólo
eventualmente, a cargo del depositante (la obligación de resarcir al depositario los gastos
necesarios que éste hubiera hecho para la conservación de la cosa o las indemnizaciones por
los perjuicios que le hubiese ocasionado la cosa).
3.- Es un contrato de buena fe: pues la acción que lo protege tiene este carácter.
4.- Es un contrato gratuito: Si se pactara una retribución deja de ser depósito y pasa a ser
arrendamiento de cosa.
Atendiendo, al tipo de cosas que se dan en depósito se pueden distinguir las siguientes figuras
especiales:
a) Depósito irregular: Cuando el objeto del depósito son cosas fungibles, por ejemplo
dinero y se facultaba al depositario para usar de él, y devolver la misma cantidad, el contrato
se sometía a reglas especiales. El depositario se convertía en este caso en propietario del
dinero depositado, obligándose a restituir otro tanto de la misma especie y calidad.
b) Otro especial caso del depósito es el secuestro, o entrega de una cosa por varias personas,
para su custodia, a un secuestratario (sequester). Éste asumía la obligación de guardar la cosa
y únicamente podía restituirla según las condiciones establecidas al constituir el depósito y a
la persona entonces determinada o que resultara autorizada según las circunstancias de la
constitución. El secuestratario gozaba, a diferencia de los demás casos de depósito, de la
protección posesoria de la cosa. El derecho a la restitución de ésta se hacía efectivo mediante
una acción especial, actio depositi sequestraria. El caso más frecuente de secuestro era el
del objeto sobre el cual pendiera un proceso, y por el tiempo de duración del litigio.
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B.5. PRENDA
Definición
La prenda es un contrato real, bilateral imperfecto, que se perfecciona por la entrega que una
persona llamada deudor pignoraticio (pignorante) hace a otra llamada acreedor pignoraticio
(pignoratario) de una cosa, en garantía del cumplimiento de una obligación principal;
quedando obligado el acreedor a devolverla cuando le sea satisfecho su crédito.
Características
1.- Es un contrato real: Porque se perfecciona por la entrega de la cosa. (Queda excluida
por tanto, la hipoteca, ya que el deudor sigue en posesión de la cosa (prenda sin
desplazamiento).
2.- Es un contrato bilateral imperfecto: Ya que siempre nacen obligaciones para una de
las partes (el acreedor pignoraticio, que tiene la obligación de restituir la cosa, una vez que
le ha sido satisfecho su crédito) y sólo eventualmente, a cargo del pignorante (por ejemplo,
la obligación de reembolsar al acreedor pignoraticio los gastos necesarios que éste hubiera
realizado para la conservación de la cosa).
Son aquellos que ni requieren una forma solemne, ni una datio rei. Se perfeccionan solamente
por el consentimiento de las partes. La importancia de la función económica que
desempeñan algunas convenciones en la vida social pareció a los romanos causa civil
suficiente para que de ellas surgiesen acciones. Y hubo así en tales casos obligaciones civiles
que no nacían verbis, ni litteris, ni datio re sino simplemente consensu, es decir, por la simple
manifestación, en cualquier forma, del acuerdo entre las partes.
C.1. LA COMPRAVENTA
Los precedentes históricos de este contrato no son conocidos. Su designación con dos
palabras, emptio-venditio, induce a pensar que el fin logrado con la compraventa se originó
primeramente con dos stipulationes una para la cosa y otra para el precio. Otros creen que
el precedente debe verse más bien en la primitiva mancipatio, cuando ésta era una venta
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Concepto
La compraventa es un contrato consensual, bilateral perfecto y de buena fe, en virtud del cual
una de las partes llamada vendedor, se obliga a entregar a otra la posesión de una cosa y a
garantizarle su pacífica goce y disfrute, a cambio de un precio cierto en dinero.
Características
2.- Es un contrato bilateral perfecto: Ya que hace surgir obligaciones para ambas
partes: para el vendedor la obligación de entregar la cosa vendida y garantizar su pacifica
posesión y disfrute y para el comprador la obligación de transmitir la propiedad de una
cantidad de dinero, llamada precio.
3.- Es un contrato de buena fe: Surgido de las relaciones comerciales con extranjeros,
la flexibilidad que le otorga la inclusión en la fórmula de la cláusula ex fide bona, que concede
un gran margen al arbitrio judicial (a cuanto según la buena fe debe dar, hacer)
Elementos
1.- Sujetos: Vendedor: quien se obliga a entregar la cosa vendida y a garantizar su pacífica
posesión y disfrute. El comprador: quien se obliga a pagar el precio. (a transferir el dominio
del dinero).
a) La cosa:
La cosa que se vende que en las fuentes se suelen llamar merx no hace falta que sea corporal:
se pueden vender también derechos (res incorporales) Todas las in commercium. Incluso,
para proteger al comprador de buena fe; se da en su favor la acción naciente del contrato,
aunque la cosa que se le vendió resultase ser extra commercium; v gr., hombre libre que le
fue vendido como un esclavo, un locus religiosus, etc. algún texto no sólo afirma la
posibilidad de utilizar la acción del contrato, en tales casos, sino que llega a proclamar
expresamente la existencia del contrato.
En cambio, sobre algunas cosas, no obstante ser cosas in commercium, recae una especial
prohibición de la ley, la cual impide que pueden venderse. Tales, por ejemplo, los fundos de
una provincia al gobernador de ella, los venenos, los bona adventicia de un filiussfamilias.
Las cosas de los pupilos a sus propios tutores, etc.
Como la compraventa es un acto translaticio de dominio, nada impide que puedan ser objeto
de la misma, cosas que no son de propiedad del vendedor. El comprador tendrá su derecho
de crédito contra el vendedor. Por la misma razón pueden ser vendidas cosas aún inexistentes,
como los frutos o cosecha futura de un fundo.
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Que el precio sea cierto, significa que debe ser efectivo no simulado. Si se conviene que no
será exigido, la venta es nula.
Determinado o determinable: Al exigir que sea cierto se quiere significar que sea conocido,
bien porque se le determine expresamente, fijándole en una cantidad, bien porque sea
fácilmente determinable con arreglo a bases que se señalan, como la tasación por un perito
de la suma en que la cosa fue adquirida por el actual vendedor, etc.
Se afirma, en el Derecho justinianeo175, que el precio debe ser justo, porque si no llega a la
mitad del valor de la cosa, puede solicitarse la recisión del contrato por lesión enorme.
El derecho clásico estableció que el riesgo es del comprador. Es decir, cuando la cosa
perece por caso fortuito o fuerza mayor, como un terremoto, un incendio, saqueo por en
enemigo, robo, etc. , el comprador debe pagar el precio aunque no reciba la cosa y si ya lo
ha pagado, no podrá pedir devolución.
c) Responderle asimismo de los defectos ocultos que tenga la cosa vendida: vicios
redhibitorios.
Aparte las apuntadas, del contrato de compraventa nacen dos acciones; la actio venditi, a
favor del vendedor, y la actio empti a favor del comprador. Ambos son de buena fe y, por
tanto confieren al juez la posibilidad de tomar en consideración matices que no hayan sido
objeto de expresa declaración de las partes.
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d) Pactos en los que se conviene dar o prohibir un cierto destino a la cosa; verbigracia,
que el esclavo será manumitido (ut manumitia tur), que la cosa no será enajenada
(pactum de non alienado), etc.
Concepto
La locatio conductio es un contrato consensual, bilateral perfecto y de buena fe, en virtud del
cual una persona se obliga a ceder a otra el uso de una cosa, o a prestar un servicio o a
realizar una obra, a cambio del canon o merced convenida.
La cosa objeto contrato puede ser de cualquier clase, con tal de que no sea consumible. El
precio, llamado en las fuentes o merces, debe ser verdadero y cierto, y, de ordinario,
consiste en dinero. Una excepción a esta regla lo constituyen los casos de colonia.
Cuando, a causa de una tempestad que pone seriamente en peligro la nave, se siente la
necesidad de arrojar todas o parte de las mercancías para aligerar el peso de aquélla y salvarla,
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el daño resultante de la echazón debe repartirse entre los propietarios de la nave y las personas
en beneficio de las que se llevó a cabo la echazón, en la proporción y medida de las
propiedades así salvadas. Esta disposición se tomó de la legislación marítima de la isla de
Rodas. El texto de la ley Rodia sólo habla de la echazón de mercancías, pero los romanos lo
extendieron a otros casos análogos, señaladamente al deterioro de las mercancías y al precio
del rescate que uno de los interesados hubiese satisfecho para redimir la nave de piratas.
CONTRATO DE SOCIEDAD
OBJETO: Los aportes. No sólo pueden ser en dinero, sino que puede tratarse de cosas de
distinta naturaleza rentas, servicios, bienes muebles, inmuebles etc. La importancia
económica del aporte puede ser desigual, lo único que importa es que no puedan faltar, so
pena de transformar la relación en una donación Debe tener además un fin lícito y común.
La licitud impide que una cuadrilla de bandidos constituya un contrato de sociedad y el
interés común del fin perseguido, impide que haya sociedad si el contrato no ofreciese
interés para una de las partes contratantes por haberse acordado que contribuyendo a las
cargas, no tendría participación alguna en los beneficios (societas leonina, llamada así por
alusión a la formada por el león y el asno en una fábula de Esopo).
- MANDATUM. – CONCEPTO
La gestión encomendada no puede ser ilícita o inmoral, pues tal mandato seria nulo; ni
tampoco puede ofrecer un interés que sea exclusivamente para el mandatario, como por
ejemplo, si se le dijese que debe dar a su propio dinero tal inversión con preferencia a otras,
por ser aquella más ventajosa, en tal caso se trata en realidad de un consejo. Por ende la
gestión debe interesar al mandante o a un tercero o bien interesar conjuntamente al mandante
y al mandatario.
En mandato puede versar sobre un asunto concreto mandatum anius rei o especial o sobre
la administración general de todo el patrimonio del mandante mandatum bonorum o general.
Aquellos contratos que no son objeto de ninguna reglamentación legal bajo especial
denominación. Se regirán por las reglas generales de los contratos, por las estipulaciones de
las partes y en los casos en que fueren omisas, por las disposiciones del contrato con el que
tengan más analogía de los reconocidos por la Ley.
Permutatio.
La permuta es el trueque de una cosa por otra el contrato queda configurado desde que las
partes se han prometido transferirse recíprocamente la propiedad de dos cosas.
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El aestimatum.
Contratos por el cual un comerciante aceptaba mercancías, con la obligación de devolverlas,
después de algún tiempo, en caso de haberlas vendido, o entregar un precio, previamente
convenido, si había podido venderlas.
El precarium.
Era un préstamo de uso, concedido a petición especial del beneficiado, y cuyo objeto debía
restituirse al propietario en cuanto lo reclamara. Nació, sobre todo de las relaciones entre
patronos y clientes, daba gran poder a los primeros. Un solo acto de los segundos que no
conviniera a los patronos, y el precario quedaba revocado.
El rasgo esencial del precario era el poder absoluto, por parte del propietario, de reclamar el
objeto al precario accipiens, aun en el momento más inoportuno. Ni siquiera la facultad de
un término, concebido por el precario dans, limitaba
Transactio.
Era un contrato por el cual las partes haciendo concesiones reciprocas, evitaban un futuro
litigio o terminaban un litigio pendiente.
Era esencial a la transacción que existiera un derecho incierto. De otro modo, se trataría de
una donación o de una ratificación. También era esencial que hubiera concesiones reciprocas,
ya que también sería una donación, una concesión unilateral, sin contraprestación.
Contratos en los que una persona entrega a otra cosas, bien para que la someta a prueba y las
adquiera si dicha prueba es satisfactoria o bien para que una vez examinadas formulen su
dictamen sobre su valor, estado, eficacia, naturaleza, etc.
CUASICONTRATOS. - GENERALIDADES. –
Según Justiniano, las fuentes de las obligaciones denominadas por variae causarum figurae,
(es decir aquellas por causas diferentes a un contrato), podían ser de dos especies, los
cuasicontratos y los cuasidelitos.
Los cuasicontratos son fuentes de obligaciones que nacen de actos lícitos, pero no reviste el
carácter de contrato por no existir un acuerdo de voluntades.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
NEGOTIORUM GESTIO.
LOS PACTOS
El acuerdo de voluntades entre dos o más personas realizado sin formalidad alguna, llámese
en las fuentes romanas pacto. Según el antiguo derecho, tales acuerdos sólo podían generar
obligatio si se los realizaba en las formas prescriptas por el ius civile o por las causas
reconocidas por el ius Gentium. De lo contrario, los simples pactos, llamados nuda pacta, o
pactos desnudos carecían de efectos jurídicos.
En términos generales, los delitos en el derecho romano eran actos injustos que causaban
daño a otra persona y eran cometidos por un sujeto que infringía la prescripción impuesta por
el Estado, vulnerando un bien jurídico protegido, de interés público o privado; por lo cual
surgía para la víctima, el derecho de exigir pena punitiva o pecuniaria y para el autor, la
obligación de responder por su conducta y por los daños causados con ella.
Civiles: las acciones penales que de estos emanaban, son de carácter perpetuo.
Son delitos civiles en Roma El furtum o hurto; (la rapiña), la injuria y el delito de
daño o damnun iniuria datum.
Pretorias: las acciones penales que de éstos emanaban, son de carácter temporal,
generalmente un año. Son delitos pretorios: El dolo, el metus, y el fraus creditorum
o fraude a los acreedores.
Es la sustracción o apoderamiento doloso de una cosa ajena mueble de que otro es su dueño
o poseedor, bien civil de buena fe, bien natural con facultad de retenerla, sin la voluntad de
éstos, con ánimo de lucro, de su uso y posesión.
RAPIÑA El delito de rapiña estaba tipificado como la apropiación de cosas ajenas utilizando
la violencia. Aunque en principio era una forma calificada o agravada de furtum (fur
improbior), la consagración de este delito se originó en la represión de los actos de violencia
causados por grupos de personas que actuaban armadas y en cuadrillas.
EL DELITO DE INJURIA
Comprende toda lesión corporal (golpes, heridas) o moral (insultos, manifestaciones
ofensivas del honor) causadas por una persona a otra.
La injuria podía ser verbal o de hecho, leve o atroz, directa o indirecta.
La ley Decenviral, legisló acerca de algunos casos de injuria: señalando a veces una
composición económica y estableciendo otras veces la ley de Talión.
La labor reformadora del pretor, ayudada por la jurisprudencia, actuó en dos sentidos:
ensanchando el concepto de injuria a todos los actos antes definidos y, sometiéndolos todos
a una pena pecuniaria no fijada de antemano en su cuantia.
La acción de injuria es infamante y penal, intransmisible, activa y pasivamente.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
Fue reglamentado por vez primera en la ley de las XII Tablas. Esta tipificaba tan solo daños
particulares. Posteriormente se reglamentó de una manera más general en la Lex Aquilia
de Daño.
Como arriba se señaló, los delitos establecidos por el ius civile no fueron los únicos que
conocieron los juristas romanos, sino que por la actividad de los pretores se creó un número
importante de acciones encaminadas a reprimir y sancionar conductas que no estaban
tipificadas por el derecho civil. Los siguientes fueron los delitos más importantes creados por
el derecho honorario:
Metus
La actio quod metus causa se estableció para castigar el delito de intimidación (metus), que
se presentaba cuando una persona amenazaba a otra con sufrir un perjuicio grave, actual o
inminente, con el fin de obligarle a actuar de una determinada manera. En principio, la acción
estaba encaminada a quitarle validez a los actos concluidos por virtud de la intimidación (que
en el derecho civil eran eficaces), y a obtener la restitución a la víctima de lo dado o entregado
en tales circunstancias. Si esto no se lograba, el pretor daba la acción penal en virtud de la
cual el demandado era sancionado con pagar al demandante el cuádruplo del valor de la
prestación o de la cosa objeto del negocio, si la acción se intentaba dentro del primer año, y
el simplum en adelante. Los negocios celebrados en virtud de la amenaza podían rescindirse
mediante la restitutio in integrum o se podía evitar su ejecución a través de la exceptio metus.
Dolus malus
El edicto tipificó el engaño malicioso como delito y dio al perjudicado la actio de dolo por el
valor del daño sufrido. La actio de dolo se originó en la última época de la república por una
fórmula del jurista CAYO AQUILIO GALO, quien la concibió originalmente como una
acción íntimamente unida al concepto de simulación, el cual, no obstante, se abandonó
posteriormente por los juristas (LABEÓN, principalmente), ampliando el concepto a: “toda
malicia, engaño o maquinación, que se aprovecha de la ignorancia de otro para
engañarle o defraudarle”
CUASIDELITOS
La analogía con los delitos residía en el hecho objetivo, pero se otorga mayor importancia a
la culpa en relación al concepto y consecuencias del delito. Si bien no se percibió en ese
entonces una diferencia estructural, se individualizaba al delito como producto del dolo, de
la intención y el cuasidelito como resultado de un hecho meramente culposo o negligente.
Delito de carácter privado por el cual se sancionaba el daño injustamente causado no solo
por dolo sino por culpa o negligencia.-
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
En relación con su situación familiar, los ciudadanos o eran jefes (pater) de familia o
estaban bajo la potestad de un pater. Sólo los primeros eran plenamente capaces, personas
sui iuris. Los segundos dependían del pater y no tenían capacidad jurídica completa, eran
personas alieni iuris.
a) La mujer que al casarse con el pater o con alguno de los varones sometidos a su potestad,
lo hiciese cum manu. (adquiría la calidad de hermana agnaticia de sus hijos)
b) Sus hijos legítimos, de uno u otro sexo, así como los descendientes también legítimos de
sus hijos varones y de sus nietos varones.
c) Las personas, cualquiera que sea su procedencia, que el pater acoja en la familia en la
posición jurídica de hijos o nietos, por los procedimientos de la arrogatio y la adoptio.
No formaban parte de esta familia, a pesar de los vínculos biológicos – parentesco de sangre-
o matrimonio:
Cognatio
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
1) La línea: Puede ser recta o colateral. Línea recta es la serie de individuos engendrados
escalonadamente unos por otros, ejemplo, abuelo, padre, hijo, nieto. Línea Colateral, es
la constituida por los parientes que no descienden unos de otros, sino de un tronco común,
ejemplo, tíos, primos, sobrinos, hermanos, etc.
LA FAMILIA ROMANA
1) Por nacimiento: Los hijos legítimos, es decir, los hijos habidos en matrimonio y los
hijos legítimos de los varones sometidos a su potestad.
2) Por legitimación: Este medio se desenvolvió cuando la familia agnaticia había
perdido su importancia. Adquieren la condición legal de legítimos, los habidos en
concubinato:
3) Por matrimonio cum manu: La mujer que contraía matrimonio cum manu, pasaba a
formar parte de la familia de su marido, o de la familia del pater familia de su marido,
si éste era alieni iuris.
4) Por adopción o arrogación: Acto por el cual un extraño queda agregado a una
familia romana, sometiéndose a la patria potestad del pater como filiusfamilia, bien en
situación de sumisión inmediata (como hijo), bien en sumisión mediata (como nieto).
Si el extraño agregado era alieni iuris, tal situación se denominaba adopción; si era
independiente sui iuris se denominaba arrogación.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
a) Parentesco en línea recta: es aquel en que las personas descienden unas de otras,
puede ser ascendente, si se eleva hacia las generaciones precedentes; abuelos,
bisabuelos o descendente si baja a personas por él procreadas; hijos, nietos, etc.
En la familia romana, por razón del carácter absoluto de la potestad del pater, el hijo
estuvo por mucho tiempo, en cuanto a sus bienes, en situación muy semejante a la del esclavo.
Así, de conformidad con los principios del ius civile, sólo podía ser titular de derechos
patrimoniales el paterfamilias, porque como expresa Gayo “el que está bajo la potestad de
otro no puede tener nada suyo”
Esta falta de patrimonio propio, no le impedía al filius realizar negocios jurídicos por
medio de los cuales el pater adquiriera derechos reales o creditorios, de donde resultaba, al
igual que el esclavo, un instrumento de adquisición del jefe de familia. Contrariamente,
cuando el hijo se hacía deudor por virtud de la celebración de negocios jurídicos de carácter
patrimonial, el deber de prestación no recaía sobre el pater, sino que incumbía
exclusivamente al filius, que era el sujeto civilmente obligado. Claro que en este supuesto los
derechos de los acreedores a cobrar sus legítimos créditos podían tornarse ilusorios ante la
falta de bienes propios del hijo de familia.
LOS PECULIOS
Si bien a los alieni iuris no se les reconoce aptitud de ser titulares de derechos, sí se
les reconoce acierta capacidad de hecho, pero todos los actos que celebran aprovechan al
pater familias. El rigor de este principio fue atenuándose y así, el hijo de familia pudo tener
un peculio.
PECULIO: Cierta cantidad de bienes cuya administración y/o dominio corresponde al hijo
(o al esclavo en ciertos casos). Los peculios se clasifican en:
2- Peculio Castrense. Constituido por los bienes que el hijo adquiría en su condición
de militar. Su origen se encuentra en el afán de los emperadores de fomentar el
servicio militar, Augusto permitió a los hijos de familia disponer por testamento
de los bienes adquiridos por el en la guerra, pero sólo podía hacerlo mientras fuese
soldado, pero luego Adriano eliminó esta limitación. Justiniano estableció que en
caso de morir sin testar estos bienes no pertenecían a los ascendientes sino a los
descendientes. En los que respecta a este peculio el hijo de familia se reputa sui
iuris, teniendo el dominio de los bienes que lo componían, el pater no puede
pretender ningún derecho salvo los sucesorios de acuerdo a las reglas generales.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
4- Peculio Adventicio o Bona Materna. Constituido por todo lo que el hijo adquiere
de su madre, abuelos maternos y en general, de cualquier forma que no sea del
padre o en calidad de castrense o cuasi castrense. Sobre estos bienes el hijo tiene
el dominio y el padre la administración y el usufructo; derecho que no tiene si el
constituyente del peculio lo prohíbe expresamente. Si bien el hijo es el dueño, no
puede disponer de estos bienes por acto entre vivos sin consentimiento del pater
y era incapaz de testar. En su origen el peculio adventicio, en caso de muerte del
hijo pasaba al pater, pero Justiniano dispuso que estos se distribuyeran según las
reglas de derecho sucesorio. Solía ocurrir que el padre no emancipara al hijo para
conservar el usufructo, lo que se trató de evitar permitiendo que el padre retuviera
el usufructo de un porcentaje de los bienes.
Pertenecen en propiedad del hijo todos los bienes no procedentes del pater, con
excepción de los comprados con dinero paternos o los donados al hijo en consideración al
pater. Respecto de estos bienes el pater tiene la administración y usufructo, salvo que por
disposición legal u otra causa se hubiese excluido al pater de la administración y el goce.
Siguen siendo propiedad del pater, los bienes que este entrega al hijo, los que este adquiere
con los bienes que el pater le suministra y los que son donados al hijo en consideración o
gratitud al pater.
EL MATRIMONIO ROMANO
Conceptos:
Ulpiano: Unión del varón y de la hembra que implica plena comunidad de vida.
Modestino: Unión del varón y de la hembra que conlleva tanto compañía para toda la
vida como comunicación del derecho divino y humano.
Justiniano (Institutas): Las nupcias son la unión entre el hombre y la mujer con la
intención de continuar la vida en común.
Estas definiciones expresan más bien el matrimonio en los tiempos arcaicos o un ideal
de la institución. Desde finales de la república y durante todo el imperio, el matrimonio
es una unión entre un hombre y una mujer, esencialmente disoluble, que no conlleva casi
nunca la potestad del marido sobre la mujer, ni hay entre ellos ninguna comunicación de
derechos divinos y humanos.
IUSTA NUPTIAE: Matrimonio que está de acuerdo con las normas del Derecho Romano.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
La manus no nacía automáticamente por la sola celebración del matrimonio, sino que
requería un acto legal especial para que el marido adquiriera tal potestad. El derecho romano
conoció tres modos de adquisición, que NO deben tenerse por tres formas distintas de
celebración del matrimonio:
a) Confarreatio: ceremonia religiosa de solemnidad única, declaraciones ante diez
testigos ciudadanos romanos, ante el gran pontífice, ofrecían un sacrificio pan de
trigo.
b) Coemptio: fue una mancipatio por la que la mujer era vendida o se autovendía al
marido, declarándose que tal venta era matrimonii causa y no como esclava, para
que así quedara bajo la potestas del marido y no in mancipio de éste.
c) Usus: Cuando el matrimonio había sido celebrado sin las formalidades de la
confarreatio o de la coemptio, se aplicaban las normas propias de la usucapión, y
el marido adquiría la manu por el usus, es decir, reteniendo a la mujer en posesión
durante un año.
1- PUBERTAD: Se exige por ser la edad apta para procrear, exigencia explicada por el
fin del matrimonio. Se sigue el criterio proculeyano de varones 14 años y mujeres 12
años.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
a) Impubertad.
b) Castración: Establecida en época tardía. En el derecho Romano tenían
impedimento absoluto los castrados y esterilizados, aunque no los que nacían
impotentes.
c) Vínculo matrimonial no disuelto.
d) LaViuda antes que transcurriera el año de luto: Esto para impedir la
incertidumbre de paternidad.
e) Demencia.
a) Parentesco:
Se impedía el matrimonio en toda la línea recta.
4.-EL CONSENTIMIENTO
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consentimiento del páter el cual es sólo inicial. En época de Augusto, si el páter negaba el
consentimiento a una hija de familia, se podía acudir al magistrado, lo que no era posible
cuando se trataba de un hijo.
DIVORCIO:
CONCUBINATO:
Es la unión estable entre un hombre y una mujer sin intención o sin posibilidad de
ser marido y mujer.
En principio no produce efectos patrimoniales ni personales. Normalmente se daba
cuando entre el hombre y la mujer existían diferencias sociales o bien en razón de un
cargo que impedía la iusta nupcia, en todo caso, el concubinato era socialmente aceptado.
Adquiere relevancia con el cristianismo, llegando a constituir una unión similar pero
inferior al matrimonio.
Esta unión adquirió mayor elaboración con las leyes Iulia de adulteris y Iulia et Papia
Papaea, las que, sin la intención del legislador, incentivaron el concubinato, pudiendo
sostenerse que era la única forma posible de unión de libertos y personas de clase
senatorial con libertos y mujeres sancionadas con tacha de infamia, sin violar las
disposiciones de las mencionadas leyes. Como consecuencia de estas leyes estaba
sancionado todo comercio con toda joven o viuda fuera de iusta nupcia con excepción
del concubinato y entre las cuales no exista vinculo de parentesco, pero estaba sólo
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
permitido entre púberes. No se puede tener sino una concubina, no puede vivir en
concubinato una persona casada y no es posible que una mujer honesta en ingenua viva
en concubinato (estrictamente debía ser condenada por stuprum, pero de hecho no recibía
ninguna sanción).
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
TUTELAS Y CURATELAS
Las tutelas y curatelas se aplican a personas sui iuris, o sea, personas capaces para
ser titulares de derechos y obligaciones, pero que sin embargo se encuentran en una
situación que las imposibilita para ejercitar por si solas tales derechos y cumplir tales
obligaciones. Por esta razón su patrimonio es puesto bajo guarda de otras personas
designadas al efecto.
LAS TUTELAS
Mientras la tutela fue considerada un derecho del tutor, sólo se requería ser libre,
ciudadano y pater familias. Pero cuando ésta adquirió un carácter protector y se
transformó en una obligación, se le empezaron a exigir una serie de cualidades morales
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
En lo que respecta a las facultades del tutor, en principio fueron amplísimas. Sin
embargo, fueron estableciéndose restricciones y prohibiciones en la medida en que fue
cambiando el sentido de la tutela. Así:
Aun cuando es considerada un derecho, la ley de las XII Tablas estableció ya dos
acciones contra el tutor que ha faltado gravemente a su deber:
3) La actio tutelae y,
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
La actio tutelae, la ejercitaba el pupilo contra el tutor o contra sus herederos para
obtener la devolución de los bienes administrados, con todos sus aumentos y las
indemnizaciones por los daños causados, debido a la mala gestión del tutor.
Para hacerlo responsable, por todo daño, era necesario determinar al inicio de la
tutela, los bienes del pupilo que entraban en su administración, lo cual se hacía mediante
la confección de un inventario. Justiniano, además estableció la obligación de prestar
juramento de administrar bien y declarar las deudas y créditos personales que tuviese
al entrar al cargo.
TUTELA DE LA MUJER
Augusto, otorgó el ius liberorum, o sea la plena capacidad de obrar a las ingenuas
con 3 hijos y a las libertas con 4, facultad que la epoca post clásica fue extendida a todas
las mujeres, cesando por ende la tutela mulieris.
El Senadoconsulto Veleyano (46 d.c.) dispuso que la mujer no podía ser fiadora de
un tercero o del marido. Por ende, si la mujer afianzaba obligaciones ajenas, y se exigía
la fianza, la mujer podía oponer la excepción del senado consulto Veleyano.
LAS CURATELAS
La curatela era el poder otorgado por el derecho civil a una persona con el objeto
de que ésta represente y proteja a aquellas personas incapaces de obrar, ya sea por
una causa particular o accidental.
Se distinguen:
La curatela del loco furioso: Persona que sufre de enajenación mental. El curador
actúa como gestor de negocios, es decir, éste celebra los actos y contratos, y sus efectos
se radican en su propio patrimonio. Para comenzar su curatela no se requería
interdicción del pretor.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
magistradual. El curador sólo actúa en los actos de disposición del pródigo que
disminuyen su patrimonio y además lo hace auctoritas interpositio.
La curatela del menor de 25 años: Esta curatela es la más nueva y surge debido
a la práctica. Si bien el varón adquiere plena capacidad a los 14 años, entre los 14 y los
25 años, debido a su inexperiencia, muchos eran defraudados y víctimas de una serie de
perjuicios.
Es por ello, que el año 19 a.c. la Lex Laetoria establece como delito el fraude,
engaño y perjuicios, que afectaba a un menor de 25 años. La ley produjo los siguientes
efectos:
b) Se establece una curatela, que tendría lugar cualquiera que fuese el acto o contrato
celebrado por el menor de 25 años.
d) Para favorecer el intercambio comercial se establece que esta curatela, sólo tiene
lugar cuando el menor celebre algún acto o contrato y la designación del curador
es siempre magistradual.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
HEREDITAS Y SUCESSIO
Para definir la sucesión universal mortis causa, primero hay que conocer qué es la
sucesión, sucessio, quiere decir la transmisión de bienes u obligaciones que tiene lugar a la
muerte de una persona. Gayo decía que el concepto de herencia es: Nihul est aliud hereditas
Quam secessio in universum ius quod defunctus babuit. La herencia no es más que la
sucesión en todo el derecho que tenía el difunto. La sucesión mortis causa, es la transmisión
a uno o varios herederos, de un patrimonio perteneciente a un difunto.
Había ciertos herederos que adquirirían ipso jure la herencia: los herederos necesarios
a la muerte del causante pasaban a ser herederos sin que fuera necesaria su manifestación de
voluntad, incluso la adquirían en contra de su voluntad, ya que no podían repudiar la herencia.
En cambio la bonorum possesio, que era ofrecida en el edicto, debía ser solicitada. Por otra
parte existía un plazo para solicitarla, si no era solicitada por los primeros que nombrada el
edicto, la podían pedir los que venían a continuación, en un periodo que, por regla general,
fue de 100 días.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
La sucesión legítima era regulada por la Ley de los XII tablas, y se daba en los siguientes
casos:
OBJETO DE LA HERENCIA.
DELACIÓN DE LA HERENCIA
SUCESIÓN AB INTESTATO
La ley de las XII Tablas dice: “Si muere intestado, sin herederos suyos, tenga la
familia el agnado más próximo. Si no hubiese agnados, sea heredero el gentil”
No aceptaba la sucesión por orden o por grados. Por lo tanto, para el derecho civil, si
un heredero de un orden o grado superior no aceptaba la herencia, ésta no pasaba a los
subsiguientes herederos, sino que se la declaraba vacante.
HEREDES SUI, conocidos como los descendentes legítimos, que estuvieran bajo la
patria potestad al momento de su muerte, como por ejemplo, hijos, esposa que haya entrado
a su familia por conventio in manus, la cual ocupaba el lugar de una hija loco filiae, los
póstumos sui, es decir, a los nacidos después de su muerte, la nuera in manus, la nieta loco
neptis. Todos ellos sin distinción de grado.
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La Bonorum Possesio fue la sucesión universal mortis causa ex iure praetorio. Junto a
la hereditas, el pretor fue integrando un verdadero derecho sucesorio mediante una serie de
disposiciones edictales y decretales en virtud de las cuales asignaba un señorío de hecho o
bonorum possessio a personas que no siempre eran herederos (cognados) de conformidad
con las normas del ius civile. El pretor, así como no pudo hacer crear un propietario civil o
quiritario, tampoco pudo conferir el título de heres.
La bonorum possessio no podía adquirirse ipso iure (de pleno derecho) como la
hereditas. Debía ser solicitada por el interesado y concedida por el pretor. La petición debía
formularse durante el año útil para los ascendientes y descendientes y cien días para los
demás sucesores, plazos que se contaban desde que se tenía conocimiento de la muerte del
autor de la sucesión, mediante el interdicto restitutorio quorum bonorum.
REFORMAS IMPERIALES
REGULACIÓN JUSTINIANEA
La primacía del parentesco natural sobre el civil o agnaticio, con la distribución de los
parientes de sangre en tres órdenes de sucesibles: los descendientes, los ascendientes y los
colaterales.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
La Ley de las XII tablas, atendiendo a que el liberto carecía de parientes agnados –pues
había nacido esclavo-, llamaba a heredarlo, cuando hubiera muerto sin heredes sui, al patrono
y en su defecto a los sui del patrono, e incluso sus adgnati o gentiles.
Al liberto se le equiparaba el hijo emancipado, que había sido manumitido por su padre.
El pretor no podía realizar en la herencia del liberto una promoción de los cognados en
la misma medida que en la del ingenuo, dado que quien había nacido esclavo carecía de
cognación, siendo la suya sólo una cognatio servilis, fundada en el contubernio y no en el
matrimonio. De ahí que en lugar de los cognados del liberto, sucedieran al patrono con sus
descendientes y demás parientes.
Con el posterior desarrollo del derecho sucesorio, en la sucesión de los libertos fue
teniéndose en cuenta el parentesco de sangre creado por la esclavitud, limitándose l derecho
a heredar del patrono y de sus parientes en favor de los padres y parientes del liberto, siempre
que gozaran de libertad.
BONA VACANTIA
En este caso se operaba de pleno derecho la adquisición de la herencia por parte del
estado, por el aerarium y después por el fiscus.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
SUCESIÓN TESTAMENTARIA
Es el tipo de sucesión que tiene lugar cuando el causante designaba las personas
llamadas a sucederle en un negocio jurídico de características especiales, denominado
“Testamento”.
CONCEPTO DE TESTAMENTO
FORMAS DE TESTAMENTO
Una nueva forma de testamento fue la que introdujo el pretor al otorgar la bonorum
possessio secundum tabulas a todo ciudadano que exhibiera un testamento provisto del signo
o sello de siete testigos, siempre que contuviera la institución de heredero. Tal testamento
que prescinde en absoluto de los ritos de la mancipatio, se denomina testamentum
praetorium.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
Ológrafo: Si lo había escrito el testador. Firmado por el otorgante, sin necesitar testigos
TESTAMENTOS ESPECIALES
2) Testamento oral: Era especial el testamento del ciego o del analfabeto, razón por
la cual lo podían hacer en forma oral, se exigía un octavo testigo que firmara en vez
del otorgante. Con el tiempo pudo dictarlo a un tabularis ante siete testigos.
TESTAMENTUM MILITIS
Fue el testamento militar el que más importancia alcanzó entre los de carácter especial
o extraordinario. Para facilitar su otorgamiento a los extranjeros que militaban en los ejércitos
de Roma, para quienes las formas romanas no eran de fácil empleo.
Permitió a los soldados testar a su elección en forma oral o escrita, liberándolos además
de muchos principios restrictivos que se imponían en los testamentos ordinarios.
Con este tipo de testamentos se permitía que peregrinos y latinos fueran herederos o
legatarios. Se permitía la institución de herederos con carácter temporal o condición
resolutoria y también la institución de heredero de una cosa determinada.
Testamenti factio: es la capacidad para otorgar testamento, para ser testigo del mismo,
para alcanzar la calidad de heredero, legatario o beneficiario de cualquier disposición
testamentaria.
Exigía la posesión de los tres estados, libertad, ciudadanía y familia, la plena capacidad
de derecho, y la plena capacidad de obrar,
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
a) impúberes,
b) los dementes,
c) los pródigos,
d) ni ciertas personas con defectos físicos, como los sordos y los mudos.
e) En los inicios tampoco las mujeres, que fue modificándose con las diferentes épocas.
Testamenti factio pasiva: Capacidad para ser instituido heredero, en principio las
personas libres, ciudadanas y sui iuris. No obstante, los esclavos podían ser herederos si al
mismo tiempo se los manumitía.
En cuanto a los esclavos sin manumisión o hijos de familia ajenos, su institución como
herederos les hacía adquirir la herencia para las personas bajo cuya potestad estuvieran.
Se debía ser capaz para ser instituido herederos en el momento del otorgamiento del
testamento y en el de la muerte del testador, y con el derecho justinianeo también al tiempo
de la adquisición de la herencia.
EL CODICILO
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
LA INSTITUCIÓN DE HEREDERO
Pasó a ser encabezamiento y médula de todo testamento. Debía contener dicha cláusula
a su comienzo, era práctica el empleo de una fórmula imperativa: Titius heres esto. Podía
referirse a una sola persona o bien asignar a varios cuotas distintas de la herencia. Podía
instituirse heredero de una cosa cierta y determinada. También podía instituirse a condición
suspensiva, no así a condición resolutoria o a término.
SUSTITUCIONES
Clases:
LOS LEGADOS
"Son disposiciones mortis, causa por los cuales se le atribuyen derechos a una persona
sin conferirle el título de heredero".
Las personas que intervenían eran: el testador (el otorgaba el legado), el heredero
(que debía cumplir con el legado) y los legatarios (eran los beneficiados por el legado).
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
El objeto de este legado podía ser sólo cosas propias del testador, de lo contrario, el legatorio
no las adquiría, sólo podía ser un poseedor civil cuya justa causa era el legado.
Este tipo de legados constituía un crédito del legatario en contra del heredero, mirado desde
el punto de vista del heredero era una obligación que tenía frente al legatario. Su objeto
podía ser cualquier obligación que implicara un beneficio para el legatario: un servicio, una
suma de dinero, un crédito, una deuda, donde el legatario era el acreedor y el causante era el
deudor.
La deuda podía estar sometida a un plazo o condición y en virtud del legado se hacía exigible
de inmediato aunque nada se hubiera dicho.
A través de este legado se podían legar cosas propias o ajenas del testador si eran ajenas, el
heredero tenía la obligación de adquirirlas y entregarlas al legatario, si el dueño pedía un
precio excesivo, que no se pudiera pagar, la jurisprudencia estimó que cumplía su
obligación abonando al legatario el justo precio de la cosa.
c) SINENDI MODO: Es una variedad del anterior, puesto que en este caso el
heredero no debía hacer algo, sino que debía permitir algo que continuara una
situación de hecho o que el legatario se apoderaba de algo.
La validez del legado dependía de la validez del testamento y en el caso de los herederos
extraños, que los herederos aceptaran la herencia.
El legado era sólo una expectativa que no era transmisible, de manera que si el legatario
moría antes de que se aceptara la herencia, nada transmitía.
Se dictaminó que ningún legatario podía recibir más de 1000 ases, por lo tanto, el testador
podía otorgar varios legados, pero de menos de 1000 ases, o bien, podía consumir su
patrimonio, con lo que la medida no surtió el efecto deseado.
b) LEX VOCONIA: Estableció que las personas que estaban en primer lugar del
censo no podían instituir herederas las mujeres. También estableció que ningún
legatario podía recibir más que el heredero, por ende, el testador podía otorgar
múltiples pequeños legados, con lo que esta ley tampoco logró el fin de proteger
al heredero.
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Abg. Esteban Javier Coronel-Báez
Para calcular la cuarta, se tomaba en cuenta sólo el activo, se deducían las deudas, cuentas
del entierro y esclavos manumitidos en el testamento.
EL PRELEGADO
Recibía ese nombre el legado efectuado mediante la fórmula per praeceptionem a favor
de uno de los herederos, requiriéndose que los instituidos fueran varios. El legado al heredero
único se consideraba nulo, por cuanto no cabía una relación del heredero consigo mismo. Su
pago competía a todos en proporción a sus respectivas cuotas.
FIDEICOMISOS
Disposición de última voluntad del causante que no cumplía los requisitos para
otorgar testamento y por lo cual se le encargaba a una persona que se beneficiaba con su
herencia, que otorgara un determinado destino a ciertos bienes o que cumpliera cualquier
otro deseo del causante.
Nos encontramos en esta institución con tres personas: el fideicomitente (De cuius), el
fiduciario (el obligado a cumplir) y el fideicomisario (el beneficiado).
Asimismo, un testamento podía ser inválido de modo posterior, es decir inicialmente válido
era anulado por sobrevenir alguna de las siguientes causas:
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El derecho pretorio, modificando el criterio existente, entendió que tal actitud del
otorgante, revelaba una voluntad adversa a lo realizado y tenía por revocado el testamento.
Los hijos varones emancipados, al no tener la calidad de heredes sui, quedaban sin la
debida protección ya que podían ser desheredados por una simple omisión en el testamento
de su paterfamilias. El pretor, reconociendo a la familia natural, avanza sobre las
disposiciones del ius civile en materia concerniente al régimen de la sucesión necesaria
formal.
De acuerdo con los principios consagrados por el derecho pretoriano, los hijos varones
emancipados habían de ser instituidos o desheredados nominativamente. Si se omitía al hijo
emancipado, el testamento se mantenía en principio válido, sin embargo el pretor concedía a
el hijo emancipado omitido de un testamento una acción que tenía por efecto su institución
como heredero, denominada “Bonorum possessio contra tabulas”.
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Es el derecho en virtud del cual se obliga al testador a dejar una porción de sus bienes
a sus más próximos parientes con vocación sucesoria ab intestato. Esta reacción a favor de
los herederos de sangre más allegados al testador que hubieran sido preteridos, desheredados
o instituidos en escasa porción, nació de la idea de que tal conducta contrariaba el “principio
de piadoso afecto” o “officium pietatis” que debe existir entre los miembros de una familia,
lo que de acuerdo con la equidad justificaba la impugnación del testamento que se apartara
de tales deberes.
Institución romana, que tuvo su origen a finales de la República, para hacer posible la
anulación de un testamento en ue el testador, contra officium pietatis, no hubiera dejado a
sus parientes más próximos bienes en cuantía suficiente.
Tenían derecho a solicitar la anulación del testamento los liberi llamados a la sucesión
intestada civil o pretoriana y quizás también los ascendientes y parientes colaterales
consanguíneos del testador.
Los motivos por los cuales el testador podía preterir o desheredar a los herederos
legitimarios, quedaban sometidos a la libre apreciación judicial.
Solo la Novela 115 contenía una enumeración de las causas, todas las cuales suponían
graves faltas cometidas contra el testador, o una conducta contraria a la moral o a los usos
sociales.
ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA
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Todos los herederos que no tenían el carácter de domésticos, esto es, que no estaban
sometidos a la potestad del de cuius, se denominaban herederos extraños o voluntarios y
adquirían la herencia, no ya de pleno derecho, sino por un acto de aceptación, llamado aditio
hereditatis.
Formas de Aceptación
Expresa: cuando tenía lugar por una declaración formal del heredero mediante la aditio
hereditatis, si se trataba de la adquisición de la herencia civil y por la agnitio bonorum
possessionis, cuando se refería a la adquisición de la herencia del derecho pretorio.
Tácita: en el supuesto que el heredero, sin declarar expresamente su voluntad, ejecuta actos
que llevan a inferir clara y unívocamente su decisión de aceptar la herencia, como en el caso
que tomara posesión de los bienes hereditarios y dispusiera de ellos como dueño.
La usucapio pro herede podía darse aun cuando existiera un heredero propio que no
hubiera aceptado la herencia, situación que determinaba que el adquirente ocupara una
posición contraía al heredero mismo, el que podía evitar las consecuencias de esa usucapión
con la sola aceptación.
ACCIONES HEREDITARIAS.
Se agregaron para el heredero civil, una acción general, la actio petitio hereditatis, y
para el heredero pretoriano un interdicto especial, el interdictum quorum bonorum.
Actio petitio hereditatis: se presentaba como una vindicatio, y en los primeros tiempos
se tramitaba por el sacramentum in rem, en que los dos litigantes afirmaban ser herederos de
una determinada herencia.
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Aunque aparecía como acción real, era oponible también contra los deudores de la
herencia y no exclusivamente contra los poseedores de cosas corporales.
Era oponible no sólo al que poseía pretendiendo ser heredero, sino también al que
simplemente se opusiera a la restitución sin alegar un propio derecho.
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LA DONACIÓN
Concepto. En derecho romano la donación (donatio) fue por mucho tiempo una causa
general de adquisición, eficaz respecto de cualquier derecho de contenido patrimonial. Se la
puede definir diciendo que es “aquella causa gratuita por la que una persona, el donante,
realiza a favor de otra el donatario la transmisión definitiva de derechos patrimoniales por
la pura y simple intención de beneficiar". Implicaba la donación, pues, una enajenación de
derechos que exigía al mismo tiempo la ausencia de causa justificativa de pago. Por ello la
donación no constituía una figura autónoma de negocio jurídico que obedeciera a un régimen
propio o típico, al menos hasta el derecho justinianeo.
CLASES DE DONACIONES
Más preciso que hablar de donaciones es referirse a negocios donationis causa. Dentro
de ellos cabía un crecido número de relaciones de diversa índole, siempre que presentaran
los siguientes requisitos:
Cualquier acto que contuviera dichos elementos era considerado donationis causa;
importaba, en otros términos una donación.
Bajo el título de donación podían transferirse la propiedad u otros derechos reales, era
dable establecer un derecho de crédito a favor del donatario, o se podía renunciar a una
obligación que este tuviera con el donante.
Por lo que hace a las donaciones obligatorias, para obligarse a dar alguna cosa a título
de donación se usó primeramente la stipulatio y más tarde fue el simple pacto.
Según que los efectos de la donación se produjeran en vida del donante o estuvieran
condicionados a la circunstancia de que éste premuriera al donatario, se distinguía la donatio
inter vívos, de la donatio mortis causa.
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En el derecho romano se trató de muy distinta manera a las donaciones. Así es que en
un principio, los romanos desconfiaron de la transmisión de valores patrimoniales sin
contraprestación, por lo que trataron a estos negocios en forma muy recelosa. Los juristas de
la época buscaron proteger al donante y a la familia contra las donaciones indiscriminadas y
en demasía, fruto de ello es la sanción de la Lex Cincia en el año 204 a.C., plebiscito
propuesto a fines del siglo III a.C. por el tribuno M. Cincius Alimentus; que además de
prohibir a los abogados recibir dinero o regalos para pleitear, prohibía hacer donaciones que
pasen de un cierto monto, el cual se desconoce, estando exceptuados si fueren realizadas
entre personas unidas entre sí por vínculos agnaticios, cognaticios y de afinidad. Esta ley fue
imperfecta, es decir, no indicaba la pena de nulidad ni de multas para las donaciones hechas
en contra de los límites implantados, por ello intervino el pretor concediendo la exeptio legis
Cinciae, que permitirá al donante evitar que se logre por vía de acción la entrega de la cosa
donada.
Existieron excepciones a favor de ciertas liberalidades, a las que no se les podía aplicar
las prohibiciones, estas eran por ejemplo las donaciones divortii causa, practicadas en el
momento del divorcio, y las donaciones mortis causa que no eran perfectas sino por la
premoriencia del donante, y por consiguiente después de la disolución del matrimonio. La
nulidad absoluta correspondía a la inobservancia de las prohibiciones, independientemente
del procedimiento por el cual fuere realizada la donación.
Justiniano decidió que en la donación entre cónyuges cuando el donante moría sin
cambiar la voluntad de revocar, debía ser considerada como verdadera donación entre vivos.
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sin revocar el negocio. Además se determinó que cuando se dudara del origen de lo adquirido
por la mujer casada, debía presumirse, salvo prueba en contrario, que provenía de su marido.
Surge una nueva institución en los albores del siglo IV d. C: la Insinuación, que
consistía en la necesidad de transcribir en Registros públicos el escrito donde se realizó la
donación que supere los doscientos sólidos, aun cuando fuera entre personas exceptuadas por
la ley. Si la donación superaba la tasa se consideraba nula en todo lo que excedía. Se exigía
en interés de los donantes, su familia y de terceros, que por medio de la publicidad ponía
obstáculos para las liberalidades clandestinas.
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Estas donaciones ocupan un lugar intermedio entre las donaciones entre vivos y los
legados, y eran realizadas por el donante en previsión de su fallecimiento, convirtiéndose en
perfecta al momento del fallecimiento y caduca si muere antes el donatario.
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Bibliografía
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