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DEFINICIÓN

El Internet:

La red de redes que permite a nuestros objetos de cómputo estar interconectados y con ello
acceder a recursos, servicios y páginas web en cualquier momento y parte del mundo.

Las Cosas:

Objetos físicos que se encuentran en la vida diaria, como ejemplo tenemos a los
automóviles, lavadoras, un cepillo de dientes, etc. Estos objetos tienen una gran
peculiaridad que los diferencia de objetos simples y es que cuentan con sensores y circuitos
integrados que les permite recopilar e intercambiar datos entre ellos o con internet.

¿Qué es el Internet de las Cosas?

En ingles “Internet of Things”, conocido por sus siglas (IoT), también llamado “Internet de
los Objetos”, hace referencia a la gran transformación del internet dejando de ser
únicamente una plataforma de comunicación entre personas o entre personas y un
contenido digital, para extenderse a miles de objetos comunes en la vida de las personas,
transformando lo cotidiano en una nueva experiencia.

Figura 1. El internet de las Cosas en la Sociedad.


¿Cómo funciona el Internet de las Cosas?

El «Internet de las Cosas» (IoT) hace referencia, como se ha adelantado, a una tecnología
basada en la conexión de objetos cotidianos a Internet que intercambian, agregan y
procesan información sobre su entorno físico para proporcionar servicios de valor añadido a
los usuarios finales. También reconoce eventos o cambios, y tales sistemas pueden
reaccionar de forma autónoma y adecuada. Su finalidad es, por tanto, brindar una
infraestructura que supere la barrera entre los objetos en el mundo físico y su
representación en los sistemas de información.
Esta integración de sensores y dispositivos en objetos cotidianos que quedan conectados a
Internet a través de redes alámbricas e inalámbricas. (Montero, 2015)

El método técnico es la incorporación de capacidades inteligentes a todos estos objetos


tradicionalmente pasivos (o “tontos”), a través de dispositivos hardware específicos (o
simplemente de sensores inalámbricos), a fin de que puedan recopilar datos para su envío a
centros de procesamiento por medio de una estructura de red interconectada, que permite
que objetos de toda índole a los que acabamos de hacer referencia se comuniquen entre sí
con la capacidad para transmitir, compilar y analizar datos. (Andrés, 2018)

Figura 2. El proceso del internet de las cosas.


(https://www.google.com.pe/search?q=como+funciona+el+iot&rlz=1C1CHBD_esPE787P
E787&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjxze2P5J7cAhXSxFkKHexEDrMQ
_AUICygC&biw=1920&bih=984#imgrc=SZsRuL4K2zo8EM:)

La miniaturización y otros adelantos tecnológicos ya permiten instrumentalizar y conectar


prácticamente cualquier objeto. De hecho, según Future Trends Forum ya existen una
amplia variedad de aplicaciones, desde edificios inteligentes que han conseguido reducir de
forma espectacular su consumo de energía, hasta los frascos de pastillas que recuerdan a los
pacientes que deben tomar su medicación. Entonces ¿Por qué se habla del IoT como una
tendencia futura? La velocidad de adopción del IoT por parte de la industria y los
consumidores dependerá de varios factores: desde una perspectiva social, ya se han
planteado preocupaciones respecto a la privacidad y la seguridad (ciberseguridad); desde un
punto de vista tecnológico, la proliferación de dispositivos conectados requiere un drástico
aumento de nuestra capacidad para almacenar y procesar datos. (Gaudiano, 2010)
Aunque parezca futurista se calcula que el año 2020, entre veintidós mil y cincuenta mil
millones de dispositivos aproximadamente, estarán preparados para conectarse a internet
con el objetivo de brindarnos una serie de servicios y aplicaciones inteligentes sin
precedentes.
Una innovación de este calibre tambien implica una perdida en la privacidad porque
estaremos cediendo nuestras vidas cada vez más a la tecnología, la cual podría llegar a ser
hackeada y poner en serios problemas nuestra información personal, y no solo eso, sino
que cualquier persona podría llegar a tomar el control de nuestro hogar. Quizá este aspecto
y también el alto costo de estos sistemas son los dos motivos por los que aun el IoT no se
haya sentado, pero es solo cuestión de tiempo para que el Internet de las Cosas nos acabe
absorbiendo.

Figura 3. El futuro del IoT.


(https://www.google.com.pe/search?rlz=1C1CHBD_esPE787PE787&biw=1920&bih=984
&tbm=isch&sa=1&ei=KwZKW76RNM7I5gLAiYnQCw&q=el+futuro+del+iot&oq=el+fut
uro+del+iot)
Dados los millones de dispositivos y la creciente cantidad de usuarios conectados, la
seguridad del IoT es de suma importancia. La falta de seguridad podría podrían servir como
foco para la aparición de hackers y ciberataque y así comprometer datos personales y
amenazar la seguridad de los usuarios. Alimentados por redes de dispositivos para la IoT
poco seguros, los ataques a la infraestructura y a otros usuarios pueden afectar la prestación
de servicios públicos básicos.

REFERENCIAS
Andrés, M. B. (2018). Internet de las Cosas. Massachusetts, Estados Unidos: REUS.

Gaudiano, P. (2010). El Internet de las Cosas (IoT).

Montero, J. P. (2015). Una aproximación a algunos elementos de Internet de las cosas. Madrid:
SEPIN.

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