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Reencuentro

ISSN: 0188-168X
cuaree@correo.xoc.uam.mx
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Xochimilco
México

Yocelevzky R., Ricardo A.


Immanuel Wallerstein y las ciencias sociales latinoamericanas
Reencuentro, núm. 66, abril, 2013, pp. 68-79
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34027019008

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Immanuel Wallerstein y las ciencias
sociales latinoamericanas
Ricardo A. Yocelevzky R.*

RESUMEN ABSTRACT
El presente artículo analiza la importancia de la obra Immanuel This article discusses the importance of Immanuel Wallerstein’s
Wallerstein en las ciencias sociales latinoamericanas, su trabajo work in Latin American social sciences, his work despite being
a pesar de haberse retardado en la sociología latinoamericana, delayed in American sociology, became important in both its
cobró importancia en tanto que su planteamiento representaba approach represented a challenge to the established knowledge,
un cuestionamiento al conocimiento establecido, o si se prefiere, la or if you prefer, ideology dominant, particularly modernization
ideología dominante, en particular a la teoría de la modernización. theory. It also discusses in his answers to the polemics of Latin
Asimismo en su obra discute sobre las respuestas a las polémicas Americanists around the concept of a world system of a world
de los latinoamericanistas en torno a la concepción de un of nation-states that are as natural and which establishes the
sistema mundial de un mundo de estados-naciones que se economic and social policy changes on especially for understanding
ven como algo natural y en el cual se establecen los cambios of democracy as political market, as an option to compress the
políticos económicos y sociales, sobre todo para comprensión transition from socialism to capitalism in Eastern Europe and
de la democracia como mercado político, como opción para to understand the processes of democratic reconstruction post
la compresión de la transición del socialismo al capitalismo en dictatorial in Latin America. In short, the elements are so important
Europa Oriental así como para comprender los procesos de in the work of Wallerstein for the opportunity to discuss the current
reconstrucción democrática post dictatoriales en América Latina. situation from a point of view that does not begin with accepting
En síntesis, se presentan así los elementos importantes en la the inevitability of dominant liberalism.
obra de Wallerstein para la posibilidad de discutir la situación
actual desde un punto de vista que no comienza por aceptar la
fatalidad del liberalismo dominante.

Palabras clave: Sistema mundial / Capitalismo / Liberalismo Key Words: global System / Capitalism / Liberalism

Introducción
A casi cuarenta años de la aparición del primer volumen de su obra mayor, “El moderno sistema mundial”, de-
cir algo acerca de la relevancia para América Latina de las contribuciones de Immanuel Wallerstein requiere
distinguir varios planos. Por una parte, está la disciplina sociológica, en la cual este ubica autor su quehacer
principal, luego están las resonancias interdisciplinarias en el conjunto de las ciencias sociales y los estudios
históricos y, finalmente, el impacto en aquellas discusiones ideológicas en las que se busca argumentar usando
el lenguaje o las teorías de las ciencias sociales.
En la sociología, como disciplina institucionalizada, las universidades de América Latina habían sido
seguidoras de la sociología norteamericana de la posguerra hasta los años sesenta, cuando el impacto de
la revolución cubana y las variantes europeas occidentales del marxismo provocaron una reorientación que

* UAM-Xochimilco. Departamento de Política y Cultura.


puede ser descrita como cambio de paradigma. La las dictaduras de Brasil y Paraguay qie ya existían.
recepción del trabajo de Wallerstein se retardó, en De veinte repúblicas latinoamericanas, entre 1973 y
algún sentido, debido a que la sociología latinoame- 1980, sólo entre 6 y 7 tuvieron gobiernos electos, y en
ricana ya no prestaba atención a lo que ocurría en Sudamérica sólo Colombia y Venezuela no tuvieron
Estados Unidos del miso modo que en el período de gobiernos militares.
implantación como “nueva” disciplina. Es importante En estas condiciones, el tema principal de las
recordar esto porque la recepción en su país de origen ciencias sociales en la región fue “democracia y dic-
fue muy notable. Al siguiente año de la publicación de tadura”, desplazando al desarrollo nacional, sobre el
ese primer volumen, éste fue premiado y la principal cual gravitaba el planteamiento de las contribuciones
revista de la disciplina, American Journal of Sociology, de Wallerstein. Por esta razón, discutiremos primero
organizó un simposio en el que las tesis expuestas el ambiente ideológico–político que se vivía durante
por Wallerstein fueron discutidas en el contexto de la recepción de su obra “El moderno sistema mun-
su significación para la sociología norteamericana dial” en las ciencias sociales latinoamericanas.
(Skocpol, Janowitz, Thirsk s/f: 1075–1102).
La traducción al español de ese volumen tardó
cuatro años, tiempo relativamente breve para los 1. Ciencias sociales e ideología
tiempos de recepción del conocimiento expuesto en política en América Latina 68 / 69
otros idiomas, que además de intereses académi- La historia de las ciencias sociales en las universida-
cos, está determinado por los intereses económicos des latinoamericanas está indisolublemente unida a
de la industria editorial y por la situación ideológica los problemas del desarrollo nacional tal como estos
del momento. Sin embargo, la incorporación de las fueron planteados en el nuevo entorno institucional
ideas de Wallerstein a la discusión de los problemas de la segunda posguerra. La economía de inspiración
latinoamericanos tomó todavía varios años más. Esto estructuralista produjo la única contribución original
puede ser atribuido a que la publicación de la obra latinoamericana, reconocida como tal, al acervo de las
referida coincidió con el período de cambio político ciencias sociales universales, la teoría desarrollista
que tuvo fuertes repercusiones en las ciencias sociales asociada con el nombre de Raúl Prebisch y la CEPAL,
latinoamericanas, sólo comparables con las que había una comisión regional del Consejo Económico y So-
tenido un par de décadas antes la revolución cubana, cial de las Naciones Unidas (Deutsch, 1981: 33-36).
en la segunda mitad del siglo XX (Yocelevzky, 1997: Las escuelas de sociología surgieron, salvo algunas
319- 334) excepciones, en los países más grandes de la región
Entre 1971 -año del golpe militar en Bolivia que con el apoyo de la Facultad Latinoamericana de Cien-
derrocó al general Juan José Torres- y 1976 -cuando cias Sociales (FLACSO), una escuela patrocinada por la
los militares argentinos asumieron públicamente la UNESCO, el organismo de las Naciones Unidas para la
represión contra las fuerzas de izquierda, ya en curso educación, la ciencia y la cultura (Franco, 2007). Los
durante el gobierno de Juan Domingo Perón en 1974, gobiernos recibieron apoyo para la formación de cua-
lo que había sido una oscilación hacia las posiciones dros especializados en técnicas de planeación a través
progresistas en Sudamérica, cuyo punto culminante del Instituto Latinoamericano de Planificación Econó-
fue el intento de transición pacífica al socialismo li- mica y Social (ILPES), además de los intercambios con
derado por Salvador Allende y la Unidad Popular en universidades de Europa y Estados Unidos.
Chile entre 1970 y 1973- las dictaduras militares, de La idea del desarrollo nacional cubrió la totalidad Reencuentro: Cultura, intercultura y Educación Superior / 66 / Abril 2013

nuevo y viejo cuño en la región, hicieron de las ciencias del horizonte ideológico de América Latina, como
sociales disciplinas errantes que debieron avocarse, en meta incuestionable, que requería de los conocimien-
primer lugar, a la explicación de las coyunturas y, en se- tos técnicos provenientes de las disciplinas sociales,
gundo, a la teorización de los cambios políticos que se dejando a la lucha política la resolución de las me-
profundizaron hasta alcanzar en la década siguiente jores vías para alcanzarla. Tanto así, que cuando la
el carácter de una nueva ideología dominante, asocia- Revolución Cubana sacudió la región, su modelo de
da a un cambio en el modelo de desarrollo (Tello e socialismo fue asumido más como una vía alternativa
Ibarra; 2012). hacia el desarrollo que como una propuesta de reor-
Las dictaduras militares de derecha rompieron ganización de la sociedad sobre la base de valores al-
los procesos democráticos en Argentina, Chile y Uru- ternativos a los predominantes.
guay, al tiempo que reorientaban a los gobiernos mi- El desarrollo, como meta, exigía un tipo de ciencia
litares de Bolivia, Ecuador y Perú, que se sumaron a social particular. No sólo en términos de las teorías y
los métodos considerados adecuados, que llegaron a a partir de los resultados de la guerra, inaugura el pe-
ser predominantes en la formación de los científicos ríodo en que nos encontramos hoy. Caracterizado por
sociales latinoamericanos, sino en una estructuración la crisis de todas las estructuras que formaban ese or-
interdisciplinaria exigida por la complejidad de la no- den, tanto a nivel internacional como a nivel de cada
ción de desarrollo que se proponía como eje de un ver- estado nacional. Este período es el que, desde todos
dadero paradigma científico1. A la economía estructu- los ámbitos en que se experimentan y sufren los cam-
ralista se sumó la sociología de la modernización y la bios que lo caracterizan, se conceptualiza como glo-
teoría del desarrollo político. La integración de todo balización. Para América Latina y las ciencias socia-
esto no era fácil, pero había un elemento ideológico les que aquí se practican esto ha significado cambios
que proporcionaba una base indiscutible de unifica- muy importantes que muchas veces nos sumen en la
ción: el desarrollo nacional. La ideología nacionalista perplejidad.
había facilitado la estructuración de Europa después
de la Primera Guerra Mundial, integrando a los sec-
tores obreros socialdemócratas a una vida política 2. El significado de la propuesta de Wallerstein
democrática a través del derecho al sufragio y la par- Desde la introducción misma del primer volumen
ticipación de sus partidos en los parlamentos y, en de su obra principal, “El moderno sistema mundial”,
otros casos, al movimiento fascista, con componente se hace patente que las múltiples conexiones y con-
ideológico nacionalista. El primer experimento socia- secuencias del planteamiento inicial representan un
lista -la Unión Soviética- se incorporó con Stalin a la cuestionamiento al conocimiento establecido, o si se
ola nacionalista, tras la idea de la construcción del so- prefiere, a la ideología dominante en el campo de las
cialismo en un solo país. En América Latina, la inte- ciencias sociales. Explícitamente, se plantea una crí-
gración subordinada de los sectores populares se dio tica a la teoría de la modernización, pero la propues-
a través de los modelos corporativistas y del llamado ta de unidad de análisis para el estudio del cambio
populismo latinoamericano, en cuyo caso también un social cuestiona, al mismo tiempo, las relaciones su-
componente ideológico fundamental fue el naciona- puestas entre teoría y metodología en sociología, así
lismo, pero cuyo valor político central fue la estabili- como las establecidas entre teoría e investigación em-
dad y no la democracia.2 pírica en historia. La visión que propone Wallerstein,
La revolución cubana impulsó una visión crítica si bien resulta más compleja, es una salida a múltiples
de la experiencia desarrollista que encontró su expre- preguntas sin respuesta en las que naufragaban los
sión en las ciencias sociales en las teorías de la depen- dos paradigmas que dominaron el desarrollo de las
dencia y, en general, en una versión latinoamericana ciencias sociales en América Latina, el desarrollismo
del marxismo estructuralista francés.3 Sin embargo, cepalino y las varias teorías de la dependencia.
al centro de la discusión permanecía el carácter nacio- En la introducción de su obra Wallerstein señala
nal del desarrollo (recuérdense las discusiones acerca que”el único sistema social era el sistema mundial”, y
del carácter de las burguesías latinoamericanas); ex- propone no una nueva respuesta a las preguntas que

Ricardo A. Yocelevzky R., Immanuel Wallerstein y las ciencias sociales latinoamericanas, pp. 68-79
presión que ponía de manifiesto los insatisfactorios centraban las polémicas entre los latinoamericanos,
frutos de la puesta en práctica de las políticas desa- sino lo que, muchas veces, constituye el único avance
rrollistas en lo ideológico, pero también era la expre- real del conocimiento: cambiaba las preguntas. El punto
sión de un proceso general que, en América Latina, de partida que lo lleva a esta conclusión, tal como él
tuvo un desarrollo característico: la masificación de la mismo lo relata, es que “me hice consciente del grado
educación superior. Tal fenómeno era, a su vez, parte en que la sociedad como abstracción quedaba gran-
del resultado del período de crecimiento económico demente limitada a sistemas político-jurídicos como
más impresionante de la historia, que tuvo lugar a realidad empírica”. En un mundo de estados-naciones,
partir del fin de la Segunda Guerra Mundial. estos aparecen como una realidad tan evidente que
La inflexión que el fin de ese período de creci- son tomados con “naturalidad” como las unidades
miento impuso al desarrollo de todo lo estructurado empíricamente descriptibles de la economía, la socie-
dad y el sistema de dominación.
En el caso de América Latina, la visión desarro-
1. El término “paradigma” se usa aquí para designar la unidad de análisis llista (en el sentido general de evolucionismo al que
y criterio de periodización en la historia de alguna rama del conocimiento.
2. El sistema político mexicano es uno de los casos más importantes.
se refiere Wallerstein en su introducción y no al es-
3. Hay que recordar la importancia que tuvo el opúsculo de Regis Debray pecífico enfoque cepalino), dominaba de tal modo el
“¿Revolución en la revolución?”; Cuadernos de Casa de las Américas, La horizonte ideológico de las ciencias sociales, que
Habana, 1967.
el marxismo estructuralista, y su esquema de sucesión la economía mundial como un sistema que articula
de modos de producción, era aplicado con la misma un centro y una periferia, y no como un agregado de
lógica que cualquier otro esquema teórico que prescri- unidades nacionales que, con todas las especificida-
biera una sucesión de etapas de desarrollo. Es más, el des que se les quiera conceder, están embarcadas en
socialismo mismo era concebido como una vía de de- un proceso evolutivo único, sea éste una sucesión de
sarrollo económico más que como un modelo de socie- etapas de desarrollo, a la Rostow, o de modos de pro-
dad diferente. De hecho, Wallerstein tuvo que enfren- ducción, en el modelo de marxismo más difundido
tar en Estados Unidos algunas críticas semejantes a en la época a la que se está haciendo referencia. Este
las que se dirigieron a Andre Gunder Frank en Amé- planteamiento contiene ya el potencial que permite
rica Latina en los años sesenta (Frank, 1971). La dife- cuestionar la visión de los problemas de los países
rencia importante entre ambos casos es que Wallers- latinoamericanos, y del tercer mundo en general,
tein no aparecía asociado al programa de revolución en términos de “atraso” en relación con otros países
socialista inspirado por el castrismo. Al cambiar la que les llevarían sólo alguna ventaja pero dentro de
unidad de análisis, lo que hizo fue radicalizar en un la misma ruta. De lo que se trata es que no todos los
sentido teórico metodológico una posición que tenía países van recorriendo el mismo camino en un orden
antecedentes muy importantes en América Latina. en el que unos se ubican más adelante que otros y,
Un conjunto de críticas hechas al género de teori- por lo tanto, su experiencia sería aprovechable por los 70 / 71
zación en el que se inscribe Wallerstein, se puede resu- que les siguen. Lo que ocurre es que el sistema mun-
mir en la queja por la relativización de la importancia dial tiene una historia que es recorrida por todos los
que los actores nacionales (clases) tienen, a partir de países al mismo tiempo desempeñando papeles dis-
explicar su carácter no por su participación en rela- tintos, en una estructura que es contemporánea a to-
ciones de producción que definen el ámbito nacional dos. De este modo, el centro y la periferia tienen una
de la economía, sino por su participación en un sis- historia única, que recorren juntos, al mismo tiempo,
tema mundial de acumulación, que define sistemas estructurando y reestructurando sus relaciones. To-
nacionales de dominación, y cuyos elementos obser- mados por separado, como unidades nacionales, la
vables, las relaciones que lo muestran como sistema historia de los países del centro no prefigura la histo-
mundial (internacional), se ubican en el campo de la ria de los periféricos, son historias diferentes.
circulación y no en el de la producción. Esta queja es Esta primera teorización del sistema se ubicó en
compartida por marxistas y nacionalistas de varios el campo de la teoría del comercio internacional. Sin
tipos. Para los primeros, el problema radica en que embargo, su impacto como “paradigma” del conjunto
los actores de la política nacional no quedarían de- de las ciencias sociales latinoamericanas generó “mo-
finidos por el modo de producción “dominante”, lo delos” de crecimiento económico (“hacia afuera” y
cual genera todo tipo de cuestionamientos a las políti- “hacia adentro”) que, a su vez, dieron lugar a una pe-
cas de alianzas vigentes por décadas en las izquierdas riodización de la historia económica que produjo una
latinoamericanas, desde los frentes populares hasta revisión de la historia nacional, de la mayoría de los
los frentes de liberación nacional. Para los segundos países latinoamericanos. En la práctica, los progra-
aparecen como amenazas, por una parte, la posibi- mas de desarrollo nacional inspirados en esta forma
lidad de encontrar explicaciones fuera de la historia de pensamiento suponían una alianza social (de cla-
nacional y, consecuentemente, por otra, el cuestio- ses y sectores diversos), que coincidía objetivamente
namiento a las justificaciones de acciones políticas con la política de los partidos comunistas latinoa- Reencuentro: Cultura, intercultura y Educación Superior / 66 / Abril 2013

explicadas en términos de especificidades nacionales mericanos durante la década de los cincuenta, aún
tan fuertes que convertían a cada caso en excepcional cuando para éstos el fundamento fuera un análisis en
por sus propios méritos y, por lo tanto, no reductible términos de “atraso” en el desarrollo de la sucesión de
a explicaciones que usen conceptos pertenecientes a modos de producción (restos feudales), lo que daba
teorías de pretensiones universalistas. un carácter progresista a una burguesía a la cual, ade-
Sin embargo, como se ha dicho, el planteamiento más, se la suponía “nacional” en sus intereses.
de Wallerstein se ubica en el terreno en el cual han Es por esto que la revolución cubana de 1959 fue
tenido lugar las únicas contribuciones de latinoame- el disparador de una crisis de la política de los parti-
ricanos que hayan recibido algún grado de reconoci- dos comunistas y de su teorización de la situación de
miento general en las ciencias sociales. La teoría de- los países latinoamericanos, de la cual surgió el com-
sarrollista, asociada con el nombre de Raúl Prebisch plejo de teorías llamadas de la dependencia, mientras
y la CEPAL, contiene la primera conceptualización de por otra parte, la política de los Estados Unidos de
Norteamérica hacia América Latina recogió algunos ciertas formulaciones de valor universal (leyes cientí-
planteamientos del desarrollismo cepalino en su pro- ficas) aplicables a toda unidad (economía nacional,
grama de “alianza para el progreso”, buscando gene- por ejemplo), sin considerar diferencias empíricas, ni
rar una alternativa que previniera una repetición del mucho menos históricas. De ahí la uniformidad de las
caso cubano.4 Empero, los resultados de la aplicación recetas de política económica que se aplican en dife-
de estas políticas de desarrollo generaron también un rentes países y que reduce a la Economía a una teoría
impulso crítico hacia sus fundamentos teóricos, que sobre esas políticas. Disciplinas como la sociología y
se sumó al nuevo “paradigma” dependentista. la ciencia política se ocupan de fenómenos que tienen
Cuando se publica el primer volumen de Wallerstein ámbitos propios, relacionados pero no integrados con
en 1974, y más aún al momento de su traducción al la economía. Esta tendencia no les fue impuesta a los
castellano en 1979, la situación política y el ambiente sociólogos y politólogos latinoamericanos por los eco-
ideológico de América Latina habían cambiado. Las nomistas, ya sus formas de teorización estaban en crisis
experiencias desarrollistas más radicales en su nacio- como fundamentos de programas políticos en el poder
nalismo, incluyendo el intento de tránsito al socialis- o con esperanzas de alcanzarlo, pero se volvieron im-
mo en Chile, habían sido aplastadas por golpes mili- potentes para explicar las derrotas. El único intento
tares que, en general, habían instaurado dictaduras de teorizar la situación política de los países latinoa-
consideradas de un nuevo tipo en América Latina, mericanos, en términos de formas de estado corres-
inaugurado en Brasil en 1964 y en Argentina en 1966. pondientes a formas de desarrollo, está representado
Todo esto contribuyó a que el impacto de estas publi- por el concepto de estado burocrático-autoritario de
caciones fuera menor en América Latina que en los O’Donnell (1977). En lo demás, la ciencia política
ámbitos de izquierda académica de los Estados Uni- latinoamericana pasó de la discusión acerca de una
dos de Norteamérica. caracterización de los regímenes militares (fascistas
Las teorías de la dependencia habían tenido su o no) a la de los procesos de democratización, que
propia crisis a comienzos de la década de los setenta, reducen el problema a cuestiones de procedimiento,
pero un punto por aclarar es si esa crisis fue el pro- dejando fuera explícitamente el contenido económi-
ducto de las derrotas políticas y militares que repre- co y social de dichas democracias. En esto, y no es
sentaron para la izquierda latinoamericana los golpes casual, no hay nada específicamente latinoamericano
militares y las subsecuentes dictaduras, o bien esas como desarrollo ideológico de las ciencias sociales.
derrotas encontraron a una izquierda ya medio desar- Por supuesto que el impacto del derrumbe del socia-
mada ideológicamente a raíz de la disolución acadé- lismo real (burocrático-autoritario[?]) tiene mucho
mica del pensamiento dependentista. En todo caso, lo que ver con la evolución ideológica de los científicos
que se debe notar es que el mundo ideológico latino- sociales latinoamericanos. Desde un punto de vista
americano cambió, no tanto por el debilitamiento del muy general, se puede decir que la economía domi-
pensamiento dependentista como por el ascenso a la nante identifica al mercado como el modelo general
posición dominante del pensamiento económico que, de conducta social y es seguido por los sociólogos y

Ricardo A. Yocelevzky R., Immanuel Wallerstein y las ciencias sociales latinoamericanas, pp. 68-79
en términos un poco laxos, en América Latina se de- politólogos en sus análisis, suponiendo que el modelo
nomina neo-liberal.5 Este pensamiento significó para de conducta individual y relacional representado en
las ciencias sociales latinoamericanas el fin de una el mercado contiene una lógica general que permite
forma de trabajo interdisciplinaria, impuesto de una u comprender los fenómenos de estos otros ámbitos. La
otra manera por los dos paradigmas anteriores (el de- comprensión de la democracia como mercado políti-
sarrollismo y el dependentismo) y por la complejidad co aparece como una opción teórica para comprender
de sus conceptos nodales (desarrollo y dependencia). la transición del socialismo al capitalismo en Euro-
En el terreno epistemológico, la forma dominante pa Oriental, así como para comprender los procesos
del pensamiento económico hoy supone que su disci- de reconstrucción democrática post dictatoriales en
plina, la Economía, contiene una teoría compuesta por América Latina.
En este punto es importante recalcar que, la vi-
sión dominante en el campo de las ciencias sociales,
4. El discurso de John Kennedy, presidente de los Estados Unidos de no es más que un reflejo de la situación de fuerzas
Norteamérica, en el que anuncia el programa Alianza Para el Progreso ideológicas en general. Los supuestos más difundidos
contiene párrafos completos que reproducen parte de un memorándum
redactado por el mismo Raúl Prebisch. Ver, Edgar J. Dosman, The Life
son que: muerto el socialismo real, no hay alternati-
and Times of Raúl Prebisch 1901 – 1986, capítulo 16, “The Kennedy Of- vas al capitalismo; el capitalismo es una economía de
fensive”, pp. 350 -377. mercado; la democracia es un mercado político; no
5. Ver Tello e Ibarra, op. cit.
hay alternativa a las políticas económicas liberales en planteamientos de Wallerstein, a condición de aban-
aplicación en casi toda América Latina, las cuales son donar, al mismo tiempo, los dogmatismos marxista y
democráticas en tanto respeten el mercado electoral y neoliberal, que se han apoderado del sentido común
disminuyan la intervención del estado en la economía académico de la misma manera, hablando los mismos
que caracterizó a las políticas del período anterior. argumentos y, lo que quizás es peor, por las mismas
Los problemas sociales y políticos no son ni siquiera bocas.
planteados en un terreno que no sea el de la aplicación Si se buscan las reacciones que provocó el primer
de técnicas para su solución, definidas en el marco de planteamiento de Wallerstein en el ámbito acadé-
la ideología dominante, por ejemplo, la lucha contra la mico y en la izquierda norteamericana, se van a en-
pobreza. Sin embargo, hay una serie de fenómenos contrar las objeciones que representan la resistencia
que requerirían una consideración un poco más com- de la ideología dominante a un cuestionamiento que
pleja de la que reciben hoy. Uno muy importante es toca sus contenidos sustantivos y supuestos en los
el papel del estado, que aun cuando sea jugando un que descansa esa dominación. Por una parte, está la
papel diferente al que se le asignaba tradicionalmen- objeción que busca mostrar las limitaciones del en-
te en las políticas desarrollistas, es un actor principal foque propuesto frente a otros presentados como al-
del proceso actual de desarrollo. Ciertamente, el estado ternativos. Luego están las críticas empíricas, las que
no está desapareciendo en América Latina, por el contra- buscan destacar que la teoría empleada no da cuenta 72 / 73
rio, es el actor central de los procesos de privatiza- de algunos hechos, la crítica lógica y metodológica,
ción, los cuales han dado lugar a acumulaciones de centrada en inadecuaciones del razonamiento em-
capital nunca antes vistas en la región, rodeados de pleado por el autor y, por último, la crítica doctrina-
corrupción en algunos casos, y, por otra parte, cum- ria, que por razones políticas o de fidelidad intelectual
pliendo sus funciones tradicionales de dominación, busca recriminar el uso de los conceptos tomados de
incluso endurecidas cuando encuentra resistencia a alguna autoridad y cuestionar la fidelidad del autor al
las nuevas políticas que aplica. texto establecido.
Desde el punto de vista de la ideología liberal, La crítica doctrinaria repitió buena parte de las
esto es la más sana separación de la economía y la objeciones que enfrentó en su tiempo, en América La-
política. Desde el punto de vista de algunas críticas de tina, André Gunder Frank. La principal de ellas, fue el
izquierda, nacionalistas o marxistas, esto es la entre- carácter “circulacionista” de las teorizaciones centra-
ga total de los gobiernos latinoamericanos a los dic- das en el sistema mundial. El principal problema que
tados de los organismos financieros internacionales representa el enfoque del sistema mundial consiste
dominados por los Estados Unidos de Norteamérica. en que no se puede, en los casos nacionales, deducir
En el primer caso, los ejemplos de corrupción son un el carácter concreto de actores sociales como las cla-
problema de moral individual, por difundidos que ses, a partir de la definición de un “modo de produc-
sean, pero nunca un mecanismo normal de relación ción” como concepto teórico. La visión que lo hacía,
entre el poder económico y el poder político, de uso se enfrentaba a problemas insolubles al pretender
de uno por parte del otro y, menos aún, un mecanis- “explicar” normativamente la conducta de las clases
mo de conversión de uno en el otro. Por último, un sociales. La no coincidencia entre el esquema teóri-
pesimista liberal podrá atribuirlo a una incorregible co y la observación empírica conducía a modificar el
naturaleza humana. programa político en función de “tareas” históricas
Desde el punto de vista del marxismo latinoame- pendientes (siendo la más frecuente, en el caso de los Reencuentro: Cultura, intercultura y Educación Superior / 66 / Abril 2013

ricano esto es producto de la dominación ideológica países latinoamericanos, la revolución democrático-


del imperialismo sobre las burguesías que renuncian burguesa). De ahí que el primer ataque de Frank haya
a su carácter nacional, lo cual equivale a reducir tam- sido contra la noción de persistencia del “feudalis-
bién el asunto a una cuestión moral, aunque sea con mo” en América Latina, pues para enfrentar la incon-
un enfoque colectivo (clasista). Por supuesto, hoy en sistencia entre la observación de relaciones no pro-
día esto suena tan ridículo que ni siquiera se llega a piamente capitalistas en amplios sectores de América
plantear y muchos prefieren trasladarse en silencio y Latina con la definición de un programa de lucha por
casi por omisión al campo liberal. En este punto, el una revolución socialista, se recurrió a distintas so-
pensamiento latinoamericano vuelve a encontrarse luciones, siendo la más coherente el “excedente eco-
con los problemas que no pudo resolver en el período nómico”, concepto más general que el de “plusvalía”,
desarrollista y que abandonó sin respuesta. Algunas propuesto por Baran. Esto permitió concebir el lla-
de ellos podrían buscarse a partir de algunos de los mado sistema solar de Frank, un encadenamiento de
metrópolis y satélites más amplio que un estado-na- vista, se refiere a cuál es la unidad de análisis apro-
ción en el cual se incluía la explotación internacional, piada para propósitos de análisis comparativo. Bási-
pero también interno a cada estado-nación al descri- camente, a pesar de que ni Sweezy ni Frank son sufi-
bir, por ejemplo, las relaciones interregionales. Las cientemente explícitos en este punto, y de que tanto
objeciones a dicha solución fueron que, mientras el Dobb como Laclau pueden señalar textos de Marx
sistema se ubicaba en el terreno histórico, el modo de que parecen indicar claramente que ellos siguen más
producción lo hacía en teórico y, que la explicación de fielmente el argumento de Marx, yo creo que tanto
los procesos políticos no se encontraría en cada país, Sweezy como Frank siguen mejor el espíritu de Marx,
en la lucha de clases, sino en el exterior, en la depen- aún cuando no la letra, y que, dejando a un lado a
dencia externa. Marx, ellos nos acercan más que sus oponentes a una
La solución de Wallerstein es más radical y más comprensión de lo que realmente ocurrió y de lo que
compleja. Al separar el sistema mundial (entendido está ocurriendo” (Wallerstein, 1979: 9).
como sistema social), de los sistemas jurídico-po- Este es un párrafo particularmente herético, lo
líticos de dominación (estados nacionales), genera era cuando fue escrito (la publicación original es de
un campo de relaciones entre lo político y lo econó- 1974) y lo es hoy cuando el discutir a Marx con cual-
mico en el que no se puede deducir fácilmente uno quier pretexto parece fuera de moda. El punto inte-
del otro. La crítica más general, que es la misma que resante es que Wallerstein afirma que su concepto de
recibieron los dependentistas latinoamericanos, es capitalismo, como característica de una economía-
que la explicación de los procesos políticos se vuel- mundo, tiene como rasgo esencial “la producción
ve externa. Por el contrario, el agregar una categoría para la venta en un mercado en el cual el objetivo
intermedia de países de la semi-periferia, se hace es realizar la máxima ganancia”. Más adelante expli-
más compleja la tipología de situaciones “internas” a ca cómo la “producción para el mercado” no implica
considerar, las cuales no pueden ser deducidas de la necesariamente trabajo asalariado y, aún menos,
estructura externa sino que tienen que ser estudiadas producción industrial. Para Wallerstein, capitalismo
históricamente. Esto permite dinamizar el estudio del significa “trabajo como mercancía”, seguro, “pero en
sistema en su conjunto, al permitir examinar cambios la era del capitalismo agrario, el trabajo asalariado es
en las posiciones relativas de los países enel sistema sólo uno de los modos como el trabajo es reclutado
mundial, pero con limitaciones. Los países no transi- y recompensado en el mercado de trabajo”. Esto es
tan caprichosamente entre el centro, la semi-periferia suficiente para mostrar en qué consiste la posición
y la periferia. Los conflictos políticos nacionales tie- circulacionista de Wallerstein y cómo su posición re-
nen distinto sentido en cada categoría y los actores y quiere incorporar en un mismo esfuerzo la construc-
sus ideologías se ven refractados por la posición del ción teórica y el estudio histórico. Esto mismo hace
país en el sistema mundial. Esta visión más compleja que rechace la congelación de “etapas” de desarrollo
permite disolver algunas paradojas del análisis polí- en “tipos ideales”, reunidos luego en una sucesión
tico en América Latina, pero cuestiona el carácter y que pretende ser una teoría a-histórica del desarrollo.

Ricardo A. Yocelevzky R., Immanuel Wallerstein y las ciencias sociales latinoamericanas, pp. 68-79
los intereses imputados a los actores sociales a partir Al rechazar por igual las etapas de Rostow y los “mo-
de su definición en el modo de producción dominante delos” construidos sobre los modos de producción
en el país. Sin embargo, más que el debate político, de Marx, Wallerstein cita a Braudel para especificar
prácticamente cancelado después de las derrotas de que el poder del modelo de Marx está en el marco de
los años setentas, lo que queda es el debate académi- la larga duración, en la evaluación de la continuidad
co, iniciado en América Latina, abandonado después y el cambio en el nivel estructural y que la división
de esas derrotas y continuado por Wallerstein en otro de estos procesos largos en “etapas” es sólo un ins-
ámbito académico y político. En el debate están en trumento de la explicación retrospectiva y no un mo-
cuestión dos puntos: primero, el concepto de capita- delo predictivo. Siendo el capitalismo un modelo de
lismo y, segundo en qué consiste la contribución de este tipo, el rechazo a los esquemas de etapas tiene
Marx y qué nos queda de ella hoy. consecuencias inmediatas para las discusiones de las
Tomando dos ejemplos de polémicas acerca de ciencias sociales latinoamericanas en los últimos cua-
estas cuestiones, Wallerstein fija su posición de ma- renta y cinco años. Sin embargo, el cuestionamiento
nera inequívoca en el debate entre Ernesto Laclau y es todavía más profundo, al poner en duda la relación
André Gunder Frank, lo mismo que en el debate entre entre el capitalismo y su modelo anterior, el feudalis-
Maurice Dobb y Paul Sweezy a comienzos de los años mo, y el que se suponía fuera su reemplazo histórico,
cincuenta, “la cuestión sustantiva, desde mi punto de el socialismo.
En la conceptualización dominante “hace cuaren- envergadura, plantea más preguntas que respuestas.
ta años” se suponía un claro contraste entre feudalis- Sin embargo, a partir de las consecuencias que señala
mo, capitalismo y socialismo, y este contraste estaba Wallerstein, y refiriéndonos a la tradición en la cual
centrado en la existencia del mercado, como rasgo vivimos las ciencias sociales latinoamericanas, pode-
distintivo del capitalismo, con el cual se llega en mu- mos examinar algunos debates que hicieron historia
chos casos, aún hoy a identificarlo. Desde el punto de en la ciencia y la ideología latinoamericanas, pero qui-
vista histórico esto es cuestionable dada la existencia zá más importante que eso, podemos poner en cues-
de mercados, aun cuando no se trate del tipo de mer- tión algunas seguridades básicas del nuevo sentido co-
cados que existen en el capitalismo, A pesar de esto, mún científico dominante en América Latina respecto
la diferencia conceptual que se establecía en este pun- de algunos problemas.
to entre los dos sistemas, fue siendo erosionada por la Un primer problema al que se dedicó tiempo y es-
investigación histórica. fuerzo es el de la identificación de fracciones de clase
Por otra parte, los países del socialismo real no en la burguesía de acuerdo con las fracciones o tipos de
parecen haber abandonado del todo el mercado mun- capital: comercial, industrial, financiero. Además de la
dial y, en su interior, la tendencia a la liberalización cuestión del carácter nacional de la clase dominante en
dio lugar al concepto de socialismo de mercado. Si el cada país de América Latina, estos análisis de fracciones
mercado no permite distinguir por su sola existencia de esta misma clase ocupaban un lugar importante en 74 / 75
al capitalismo de los otros dos sistemas, queda el re- las discusiones de táctica y estrategia de la izquierda, po-
curso de transformar la distinción en una cuestión lítica de alianzas y en la explicación de la conducta del
de grado, con lo cual el capitalismo pasaría a ser una estado y del gobierno en algunos países, durante algunos
economía en la que el mercado es dominante. Sin períodos y en algunas coyunturas importantes.
embargo, el capitalismo contiene al mismo tiempo un Respecto de este problema Wallerstein dice: “¿Cuán-
rasgo opuesto al mercado, el monopolio. Esto último ta tinta ha corrido ya, y sigue corriendo hoy, para de-
constituye también un cuestionamiento empírico. Si terminar el supuesto dominio de un sector sobre otro
Adam Smith y Karl Marx consideraban como “nor- en tal o cual momento de la historia? ¿Cuántas teorías
mal” la competencia capitalista -tanto desde el pun- se han elaborado en base al modelo de una especie de
to de vista ideológico como desde el punto de vista historia natural, que abarque desde el capital comercial
estadístico- y al monopolio como una excepción con- al capital industrial y finalmente al capital financiero?
tra la que había que luchar, la investigación histórica ¿Cuántas confusiones existen acerca del papel y de la
muestra que, al menos desde el punto de vista esta- propia existencia de los capitalistas agrarios?” Y sin
dístico, “no es cierto en absoluto que el monopolio embargo, agrega, se trata de un problema inexisten-
sea poco frecuente”. Como dice Wallerstein, basta te. “La diferencia que hay que subrayar no es la que
leer a Braudel para constatar lo contrario. Es Brau- existe entre comerciantes industriales y financieros
del quien distingue tres niveles: la vida material, sino entre especializados y no especializados. Existe
el mercado y el capitalismo; el mercado es una zona una correlación muy marcada entre esta primera dis-
transparente, en tanto la vida material, por debajo, tinción y la diferenciación grande/pequeño, mundial/
y el capitalismo, por arriba, no lo son. Sin embargo, local/nacional, sector monopolístico/sector competiti-
esto ocurre por razones diferentes. La vida material, vo, es decir, entre lo que Braudel llama capitalismo y lo
la rutina inconsciente de la vida diaria, es difícil de que denomina mercado.”
registrar y, por lo tanto, es difícil observarla para el Una segunda consecuencia de este planteamiento, Reencuentro: Cultura, intercultura y Educación Superior / 66 / Abril 2013

historiador. El capitalismo es una zona en la que que no es “específicamente braudeliana”, pero en la que
ciertos grupos privilegiados están “involucrados los escritos de Braudel son de gran fuerza para enfren-
en circuitos y cálculos que no son accesibles para tar la resistencia ideológica que su explicitación provoca
la gente común” (Wallerstein, 1991b: 209). De este es “la siguiente verdad: todo monopolio es político […]
modo, el concepto de capitalismo asume un nuevo La idea de que se puede ser capitalista (en el sentido de
carácter, y aquello que se consideraba excepcional Braudel) sin el Estado, incluso en contra del Estado, es
pasa a ser su rasgo definitorio. Como dice Wallers- sencillamente descabellada. Digo sin el Estado, pero
tein con respecto al capitalismo Braudel pone todo ello no significa el propio Estado del capitalista; a veces
“patas arriba”. ocurre precisamente todo lo contrario” (Intervención de
Esta inversión conceptual tiene profundas conse- Wallerstein en Braudel, 1994: 106-109)
cuencias para todos los científicos sociales y los his- Esta segunda consecuencia es quizá la de mayor
toriadores. Por supuesto, como todo aporte de esta resonancia, por lo menos en el terreno de la teoría
sociológica, retomando sólo a clásicos como Weber través de la caracterización del poder hegemónico en
y Marx, un rasgo común de sus conceptualizaciones cada uno de esos períodos. La ubicación temporal de
sobre el capitalismo y de sus respectivas versiones acer- este sistema histórico va del siglo XVI (1450-1640) al
ca del surgimiento de éste en la historia, es la separa- presente. Sus límites espaciales en el origen incluían a
ción (por relativa que sea) de los ámbitos económico Europa (o la mayor parte de ella) y las colonias espa-
y político, del poder político y el económico, de los ñolas de América, expandiéndose subsecuentemente
procesos y sistemas de explotación y de dominación. hasta cubrir todo el planeta. El denominar esto un
No sólo se replantean aquí que las relaciones siempre “sistema” supone considerar que es una totalidad que
problemáticas para la investigación empírica entre ha sido relativamente autónoma a fuerzas externas o,
dichos binomios, sean vistas como parte de un aná- lo que es más o menos equivalente, que sus pautas
lisis de élites o clases, estructural o coyuntural. El son en gran medida explicables en términos de su di-
punto importante es que exige un replanteamiento de la námica interna. El suponer que este sistema es histó-
concepción de las relaciones entre tales binomios. Una rico implica asumir que tuvo un origen, un desarrollo
vez reconocida la especificidad de cada lado en estas di- y que algún día dejaría de existir, ya sea porque se
cotomías, lo que define al capitalismo no es la separación desintegre o porque sufra una transformación funda-
entre ellas, sino la forma específica de relaciones que es- mental. La dinámica de este sistema se manifiesta en
tablecen. Si lo que hace el capitalismo es “ahogar o con- cambios cíclicos, en sus características que son una
trolar” las fuerzas del mercado, nunca podrá hacerlo sin manifestación de estructuras que aseguran la repeti-
la ayuda del Estado, sin una “garantía política”. ción de pautas con ritmos cíclicos. Sin embargo, al ser
La tercera consecuencia del planteamiento de un sistema histórico, ningún movimiento cíclico lo
Braudel, según Wallerstein, es la necesidad de limitar devuelve a un punto de equilibrio, más bien lo mue-
el entusiasmo con que se enfrentan los avances tec- ven a lo largo de varios continuos que pueden ser con-
nológicos. Es conocido el papel preponderante que la siderados tendencias seculares. Esas tendencias de-
innovación tecnológica tiene en las explicaciones de ben culminar, eventualmente, en una imposibilidad
la dinámica del capitalismo para Smith y Marx, pero de absorber más reparaciones de dislocaciones es-
“cada gran paso adelante de la tecnología le da un tructurales a través de mecanismos de restauración,
nuevo impulso al sector monopolista”. Esto tiene que produciéndose en ese punto lo que algunos llaman
ver con la dinámica global del sistema, a la cual habrá “turbulencia bifurcadora” y otros “transformación de
que regresar después de examinar algunos otros as- cantidad en calidad” (Wallerstein, 1984: 37).
pectos del planteamiento de Wallerstein. Las características sustantivas del trabajo de
Wallerstein se pueden sintetizar en, primero, el modo
de producción de este sistema histórico es capitalista,
2. La noción de “sistema” y sus lógicas lo cual quiere decir que está definido por la incesante
Una crítica muy fuerte dirigida a la noción de siste- acumulación de capital. Segundo, su estructura está
ma mundial fue el declarar la categoría de “sistema” constituida por una división social del trabajo que

Ricardo A. Yocelevzky R., Immanuel Wallerstein y las ciencias sociales latinoamericanas, pp. 68-79
como “fuera de moda”. Esto obliga a precisar las ca- muestra una tensión centro/periferia basada en el
racterísticas del sistema del que se habla y a mostrar intercambio desigual. Tercero, la superestructura po-
en la práctica el análisis de los hechos, es decir, el lítica de este sistema está constituida por un conjunto
valor del modelo teórico propuesto con esas carac- o red de estados supuestamente soberanos, definidos
terísticas. En lo que se podría considerar un intento y restringidos al mismo tiempo por su pertenencia a
por cumplir con estas tareas, Wallerstein ha escrito un sistema interestatal. Los patrones de operación
un número de artículos sobre distintos aspectos de lo de este sistema interestatal incluyen mecanismos de
que él considera la evolución global del sistema y, en balance de poder que impiden que algún estado indi-
particular, intentando mostrar la contribución que la vidual pueda transformar al conjunto del sistema en
aplicación de su teoría puede hacer a la comprensión un imperio mundial, haciendo coincidir sus límites
de fenómenos contemporáneos. políticos con los de la división del trabajo. Ha habi-
La precisión acerca de su noción de sistema lo do intentos en ese sentido, pero todos han fracasado.
lleva a definiciones que muestran la complejidad de Sin embargo, lo que ha tenido éxito, aun cuando sólo
su estructura y la potencialidad explicativa de los me- por breves períodos, son los intentos de algunos es-
canismos dinámicos asociados con la noción de sis- tados por establecer su hegemonía sobre el sistema.
tema. Para esto presenta una periodización general Los únicos tres intentos exitosos de establecer tales
de la evolución de la economía-mundo capitalista a hegemonías han sido: los holandeses (las Provincias
Unidas) a mediados del siglo XVII, los ingleses (Reino Uni- hegemonía del sistema interestatal permite distin-
do) a mediados del siglo XIX, y los norteamericanos guir semejanzas y diferencias. Siendo estos casos tres
(Estados Unidos de Norteamérica) a mediados del puntos en la evolución de un mismo sistema, es obvio
siglo XX. que la estructura general era diferente en cada uno de
La definición del período actual que ofrece Wallerstein ellos, pudiendo considerar esto como el resultado
es la declinación de la hegemonía norteamericana, por lo de las tendencias seculares del sistema mundial, lo
cual es conveniente examinar su concepción sobre cual no resta realidad a las analogías, reflejo de los
cómo surgen, cómo se imponen y cómo declinan las ritmos cíclicos del mismo sistema.
hegemonías en el sistema mundial capitalista. En Una primera regularidad en los procesos de ele-
primer lugar es necesario precisar qué entiende por vación de un poder a la hegemonía del sistema es el
hegemonía en el sistema interestatal. Su definición orden que alcanzan y pierden las ventajas en que se
descriptiva es la de una situación de desbalance en la basa esa hegemonía; primero en la producción agrí-
rivalidad entre los grandes poderes que coloca a uno cola e industrial, después en el comercio y luego en
de ellos en una ventaja indiscutida, que le permite im- las finanzas. La hegemonía queda limitada al corto pe-
ponerse en los terrenos económico, político, militar, ríodo en que la potencia en cuestión goza simultánea-
diplomático e, incluso, cultural. La base material de mente de la ventaja en los tres dominios (Wallerstein,
ese poder descansa en la capacidad de las empresas 1980, capítulo 2). 76 / 77
domiciliadas en ese país, en ese poder, para operar Una segunda regularidad es la ideología “liberal”
más eficientemente que las de cualquier otro en los que propone la potencia hegemónica. Durante su pe-
tres principales ámbitos económicos: la producción ríodo de hegemonía estas potencias se vuelven partida-
agrícola e industrial, el comercio y las finanzas. La rias de la libre circulación de los factores de producción
ventaja en eficiencia de esas empresas debe ser tan por toda la economía mundial (no sin excepciones),
grande que les permita no sólo superar a las empre- pero suelen llevar su liberalismo hasta el campo de la
sas de cualquier otro poder en el mercado mundial en política, proponiendo la extensión de las instituciones
general, sino en su propio terreno, en los mercados democráticas, al mismo tiempo, que se oponen a las
domésticos de esos poderes. restricciones mercantilistas para el libre comercio.
Esta situación de hegemonía presupone una gran Todo ello acepta excepciones, de acuerdo con sus in-
diferencia de poder entre el estado hegemónico y sus tereses, pero es sorprendente que la ideología liberal
competidores, actuales y potenciales, pero aún así no floreció en esos países, en momentos precisos.
significa que la potencia hegemónica sea omnipoten- La tercera regularidad la constituye el patrón de
te. Tampoco significa que pueda estar en una situa- desarrollo del poder militar. Los tres poderes hegemó-
ción estable, o un estado del sistema que alcance cier- nicos fueron poderes marítimos (hoy marítimo/aéreo).
ta permanencia. Más bien se trata de una situación Los tres se vieron obligados a desarrollar también
extrema, a la que pueden conducir las fluctuaciones un poderoso ejército de tierra, a pesar de su abierta
permanentes que ocurren en él. La situación estadís- reticencia a invertir ingresos y fuerza de trabajo en
ticamente “normal” del sistema es la coexistencia de grandes cantidades, al tener que enfrentar la ame-
varios poderes, agrupados más o menos en dos cam- naza de un poder competidor con una base territorial
pos, pero con varios elementos oscilantes o neutra- importante.
les entre ellos y sin que ninguno de los dos sea capaz En cada caso, asegurar la hegemonía requirió de
de imponer su voluntad al otro. En el otro extremo una guerra mundial de treinta años. (Con restriccio- Reencuentro: Cultura, intercultura y Educación Superior / 66 / Abril 2013

del continuo, del cual esta situación normal ocupa el nes, se entiende como guerra mundial una que invo-
centro, se encontraría una situación de dispersión de lucra a los principales poderes militares de la época
varios poderes, más o menos equivalentes en fuerza, en una guerra territorial que resulta muy destructiva en
y que no constituyen agrupamientos claros y son más términos de tierra y gente). La primera de estas fue
o menos permanentes, situación que también resulta la guerra de Treinta Años, de 1618 a 1648, en que los
rara e inestable. intereses holandeses triunfaron sobre los Habsburgo
La razón por la que se atribuye tanta importan- en la economía mundial. La segunda fueron las Gue-
cia a las situaciones de hegemonía es que permiten rras Napoleónicas, de 1792 a 1815 (Wallerstein, 1989,
ver, por su propia inestabilidad y la especificidad de capítulo 2) , en que los intereses británicos derrota-
las circunstancias en que surgen, algunas caracterís- ron a los franceses, y la tercera son las largas guerras
ticas del proceso de desarrollo de la economía-mundo euroasiáticas de 1914 a 1945, en las que los intereses
capitalista. El análisis de los tres casos históricos de norteamericanos derrotaron a los alemanes.
El resultado de cada guerra mundial incluyó una candidatos a sucesores sólo comienza.
restructuración del sistema interestatal de acuerdo Al margen del contenido sustantivo de estos
con las necesidades de estabilidad relativa del nuevo análisis, hay un potencial heurístico en la propuesta
poder hegemónico, (Tratados de Westfalia, Congreso teórico-metodológica de Wallerstein que debería ser
de Viena, las Naciones Unidas y Bretton Woods). Una aprovechado en las ciencias sociales latinoamerica-
vez que la posición hegemónica comienza a ser ero- nas por varias razones. La primera, expuesta al co-
sionada económicamente (la pérdida de la ventaja en menzar, es la relación entre los planteamientos de
eficiencia productiva agrícola e industrial), y comien- Wallerstein y la producción de las ciencias sociales
za la declinación de una potencia, una consecuencia latinoamericanas. Segundo, la posibilidad de discutir
parece ser la erosión de las redes de alianzas y, final- la situación actual desde un punto de vista que no co-
mente, su redefinición. mienza por aceptar la fatalidad del liberalismo domi-
En el largo período que sigue a una hegemonía, pare- nante. Tercero, la capacidad explicativa del modelo
cen emerger dos poderes en competencia por la sucesión frente a eventos que requieren ser examinados en un
-Inglaterra y Francia después de la hegemonía holandesa; marco que los haga más comprensibles, por ejemplo,
los Estados Unidos de Norteamérica y Alemania después de los movimientos de 1968 y sus consecuencias políti-
la hegemonía británica y, ahora, Japón y Europa Occidental cas, ideológicas y culturales. Ee estas últimas está la
después de la hegemonía norteamericana. Más aún, el even- aparición de nuevas propuestas en el campo científi-
tual ganador de entre el par de contendientes parece usar co, con indudables derivaciones epistemológicas. Para
como parte consciente de su estrategia el transformar sua- Wallerstein, su modelo de sistema histórico es de al-
vemente al anterior poder hegemónico en su socio menor, guna manera análogo a los sistemas complejos defi-
los ingleses respecto de los holandeses y los norteamerica- nidos por Prigogine y, más importante aún, la dialéc-
nos respecto de los ingleses. tica del movimiento del sistema puede ser descrita en
Esta sucesión de hegemonías es sólo parte del términos de oscilaciones, que hacen impredecible el
papel protagónico que la política juega en el capita- resultado del proceso, pero que en un estado disipa-
lismo. Entre los mitos creados por los ideólogos del tivo crean el mayor espacio disponible para que los
capitalismo, y aceptados por sus críticos decimonó- actores ejerzan su libertad.
nicos, destaca como un rasgo central del modo de Sobre estos temas han versado los trabajos de
producción la no interferencia de la maquinaria po- Wallerstein como presidente de la Asociación Inter-
lítica con el mercado. De hecho, el capitalismo se ca- nacional de Sociología en la década de los ochentas y
racteriza por la circulación parcialmente libre de los posteriormente.
factores de producción y la interferencia selectiva de Todo esto forma parte de su cuestionamiento a
la maquinaria política en el mercado. La hegemonía la ideología dominante en el campo de las ciencias
es un ejemplo de esto último. El criterio de selección sociales y de su propuesta de reorganización de la in-
de las formas de interferencia política en el mercado vestigación alrededor de una ciencia social histórica.
se centra en los requerimientos de la acumulación de

Ricardo A. Yocelevzky R., Immanuel Wallerstein y las ciencias sociales latinoamericanas, pp. 68-79
capital en todo el sistema. Esto hace que cambien
de acuerdo con los costos políticos y económicos que BIBLIOGRAFÍA
las clases dominantes del centro del sistema deberán
enfrentar, para mantener la situación o cambiarla, 1. Obras de Immanuel Wallerstein
una vez perdida la ventaja económica que fundamenta Wallerstein, Immanuel (1974). The Modern World Sys-
la posición hegemónica de un estado. tem. Capitalist Agriculture and the Origins of the
Con este resumen de las posiciones de Wallerstein, European World-Economy in the Sixteenth Cen-
se puede comprender que su análisis sobre la situa- tury. Vol. I, New York: Academic Press. (Publicado
ción actual del sistema mundial esté definido por su en 1979 en español por Siglo XXI Editores, España).
caracterización del período como la declinación de la __________ (1980). The Modern World System.
hegemonía norteamericana. Algunas de las predic- Mercantilism and the Consolidation of the
ciones posibles se encuentran implícitas en su des- European World-Economy, 1600-1750. Vol. II
cripción de las regularidades de los procesos de as- New York: Academic Press. (Publicado en 1984
censo y declinación de los poderes hegemónicos en el en español por Siglo XXI Editores, México).
sistema interestatal. Después de todo, los norteame- __________ (1989) The Modern World System.
ricanos sólo han perdido, por el momento, su ventaja The Second Era of Great Expantion of the Capi-
en la eficiencia productiva y la competencia entre los talist World-Economy, 1730-1840s. Vol. III. New
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