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Introducción
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Hola buenos días, ¡Bienvenidos a esta Casa, la Casa de Dios, ¡Reino de
Dios Ministerios!
¡Hallelujah!
Oremos
Su Presencia
Amados en Cristo, queridos amigos, nuestro mayor recurso en este mundo es
la presencia del Espíritu Santo y Él habitando en ti.
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Cuando Jesús se fué, envió al Espíritu Santo para que Él esté con nosotros
ayudándonos en todo.
Por eso, enfrenta los desafíos que tienes por delante creyendo y hablando,
declarando que el Espíritu Santo está operando a tu favor, porque tu
caminas en el Propósito de Dios.
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medida que le Conocemos vamos disfrutando de un diario vivir con Él,
como nuestro hacedor y gobernador.
La Biblia declara que Dios nos conoce desde el momento en que fuimos
Engendrados o Creados; esto nos hace responsables de vivir la vida a la
manera de El.
Dios tenia ya un Propósito especial para David, uno que nadie haría, solo
el.
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¿A que me refiero cuando hablo de Propósito?
Tiene que ver con que Dios tiene Su Propósito perfectamente establecido
para ti, de acuerdo a lo que a Su Voluntad, para ti en todo lo que hagas
Dios estará presente nuestro creador y hacedor; Él nos conoce desde el vientre
de nuestra madre. Es mas, nos conoce desde antes de ser engendrados o
creados.
Salmos 139:13
¡Porque Tu me creaste!
Amado, Dios no hace nada mal; todo lo que el hace lo hace Bien y el sabe
porque lo hace, ¡¡Hallelujah!!
Por eso es que hay cosas que visionas para realizar y te cuesta expresarlas
porque eres tu el llamado a realizarlas porque Dios las puso en Ti, y poder
verlo implica tener una Relación personal e íntima con Dios, aunque
también madura y por ello permanente.
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Escucha lo que dice la Palabra de Dios en Efesios 1:13
Este sello Amados, indica que somos Propiedad Privada del Creador, que
nadie nos puede tocar, que nadie se Puede atrever siquiera a insinuar hacer
mal y también nos entrega Su Identidad.
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“Y yo le pediré a Dios el Padre que les envíe al Espíritu
Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con
ustedes”.
La Biblia es la revelación de la Verdad de Dios, y está diseñada para su
uso regular por todo creyente e Hijo de Dios.
Recientemente, tuve motivos para recordar este hecho al leer un pasaje que
había visto a menudo en mis estudios.
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Por primera vez, mi alma se abrió del todo a estos versículos, la verdad
entró como un torbellino y me sentí revitalizado.
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obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son
guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.”
La creencia detrás de esa idea es que “el poder del Espíritu Santo” es algo
que los cristianos ejercen por sí mismos.
Jesús fue muy claro cuando dijo a sus discípulos que no estarían listos hasta
que recibieran Poder de lo alto.
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“1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo,
después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando
a ciertos discípulos, 2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando
creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu
Santo. 3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos
dijeron: En el bautismo de Juan. 4 Dijo Pablo: Juan bautizó con
bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en
aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. 5 Cuando
oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Y
habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu
Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. 7 Eran por todos unos
doce hombres.”
Filipenses 4:13
Amados, el Espíritu obra por medio de las personas para llevar a cabo lo
que es imposible que ellas logren por sí solas.
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¿Te está llamando Dios a hacer cosas “mucho más abundantemente” de lo
que usted cree que puede realizar?
Amado, en ti hay un potencial sin explotar; ¡no por tus propias fuerzas
o capacidades, sino por el poder sin límites del Espíritu Santo,
el cual se liberará en respuesta al actuar tu con fe!
Oremos
Dios Padre te pido que llenes mi vida con el Espíritu Santo. Abro ahora las
puertas y le doy la bienvenida al Espíritu Santo a mi casa, mi salud, mi
economía, mis relaciones y todas las áreas que conforman mi vida en el
nombre de Jesús, Amén.
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