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Contaduría publica
Corporación universitaria minuto de Dios
Pitalito-Huila
2019
Importancia que tiene el tutor y el estudiante en ambientes
virtuales de aprendizaje:
Esta educación posee unas ventajas y unas desventajas, comenzando por las
ventajas se puede decir que ofrece una gran flexibilidad, pues esta permite al
estudiante manejar sus tiempos de trabajo y estudio, así como los medios y
plataformas que desee utilizar para acceder al contenido; También ofrece
interactividad, gracias a esta, estudiantes y profesores pueden comunicarse
directamente sin afectar el ritmo de estudio y, además, los estudiantes pueden
compartir información entre ellos mismos; se ofrece material didáctico, que son los
elementos empleados permiten el acceso a conocimientos especializados y de
calidad. Pasando a las desventajas se puede decir que Cuando se trata de educación
virtual, factores como la autonomía e independencia los pueden carecer muchos
estudiantes, y eventualmente, se presentan como barrera para el progreso de
estudio, asimismo, este modelo debería estar acompañado por la práctica que
cuenta la educación presencial, es decir, es indispensable considerar la posibilidad
del entrenamiento real en campo y no solo en la transmisión de conocimiento.
El entorno virtual apoya al docente y mejora las opciones que pueden tener los
alumnos en la búsqueda de información y elimina la temporalidad que significa
una clase presencial. Significa entonces que la responsabilidad, esta vez se vuelve
más compartida entre docente y alumno en el proceso de aprendizaje.
El rol del estudiante se convierte en más activo y vital para su mismo proceso de
aprendizaje, puesto que pasa de ser un receptor de información (de acuerdo al
método tradicional de enseñanza) a un investigador y administrador de la
información que consigue para aprehender el tema del curso.
el rol del tutor en el mundo del e-learning debe ser dinamizador. No vale la pena
acceder a un curso virtual donde el tutor se limite solamente a colgar la
información y enviar al final del curso las notas o el certificado correspondiente.
El tutor no puede perder su rol como guía, como igual sucedería en una clase
presencial. La capacidad de un estudiante no puede ni podrá ser jamás medida por
la nota que tenga éste al final, sino por sus capacidades, aptitudes, y habilidades
que presente al transcurrir el curso.
Por esto, es necesario replantear el rol del docente como educador y formador y no
como supervisor y autócrata. El docente no puede solamente cumplir la función de
obligar al estudiante a aprender de memoria o hacer trampa para “sacar buenas
notas”, su labor es alistar a los alumnos para que puedan enfrentar un mundo
laboral y profesional competitivo y vertiginoso.