Vous êtes sur la page 1sur 5

Esequibo, territorio del

El nombre o designación de territorio Esequibo se ha escogido en Venezuela para


designar el área geográfica de Guayana que actualmente ocupa la República de
Guyana, área reclamada anteriormente por Venezuela a Inglaterra como potencia
colonial y posteriormente al vecino país de Guyana como causahabien te de
aquella potencia. Con alguna impropiedad lingüística se ha llamado comúnmente a
este territorio la «Guayana Esequiba». Concebida en esta forma, es el área
geográfica delimitada en los mapas venezolanos entre el río Esequibo y la línea
del Laudo de 1899, que Venezuela ha declarado nulo e írrito. En los mapas de
Venezuela aparece señalada, más allá de los límites orientales de los estados Delta
Amacuro y Bolívar, como «zona en reclamación». Entendido así, el territorio
Esequibo o la Guayana Esequiba, es obvio que no se está usando el concepto
geográfico de cuenca fluvial, porque una parte significativa de ese territorio
escurre hacia el Orinoco, fundamentalmente por los ríos Amacuro y Barima. Más
todavía, si se concibe como parte del sistema deltaico del Orinoco al río Guainía o
Guainí, e incluso al río Moruca, que si bien desemboca muy al E en el Atlántico,
está intercomunicado por el canal de Morajuana con el Guainía y Barima.

Descripción: La Guayana Esequiba, en el territorio de la actual República de


Guyana (hasta 1966, Guayana Británica), es parte de una porción del globo que
tiene una geografía peculiar y unas condiciones físicas especiales. Guayana es una
tierra antigua y homogénea que se encuentra rodeada por los grandes ríos
Amazonas y Orinoco y por el océano Atlántico. Se podría considerar como una
gran isla entre el océano y los 2 ríos que se intercomunican extrañamente para
rubricar su insularidad. Por esto, para comprender las peculiaridades geográficas
del territorio Esequibo, es preciso situarlo en su contexto espacial más amplio.
Ese inmenso territorio, la historia lo parceló entre portugueses, españoles,
franceses y holandeses y a última hora del imperio español de América, los
ingleses lograron capturar una parte de las conquistas holandesa s. Se dice que el
nombre «Guayana» significa «tierra de aguas» y lo es en más de un sentido. Tierra
rodeada de aguas, como hemos indicado. Tierra de aguas, por estar regada por
grandes lluvias, como que es una de las que reciben las más cuantiosas
precipitaciones pluviales. Tierra de aguas porque está llena de grandes ríos.
Aparte de las vastas cuencas del Orinoco y del Amazonas, muchos otros ríos de
considerable magnitud la atraviesan entre las bocas de aquellos, casi siempre en
dirección S-N. Esos ríos cruzan tierras que, sin ser muy altas, están cubiertas de
una espesa floresta y tienen que llegar al mar por sucesivos rápidos o saltos. Por
eso, sus ríos, más que caminos, son una barrera que obstaculiza la penetración al
interior de la zona. Más aún, los ríos vacían su gran contenido de sedimentos
sobre los depósitos previos de barro que forman la costa.

La costa: Tal contextura marítima tiene su proyección en la costa; si bien esta,


entre el Corentín y el Esequibo (que prácticamente se halla fuera de la zo na en
reclamación), ha llegado a ser descrita como «planicie de barro», por los nativos
de las islas del Caribe; se encuentra formada principalmente por arcillas
provenientes de los depósitos aluvionales originados en el Amazonas y
desparramados hacia el O a lo largo de centenares de kilómetros por las corrientes
oceánicas. La vegetación natural de esa costa es de ciénagas de manglares; pero el
hombre, con un gran costo humano y económico, ha reclamado esas tierras para
convertirlas en fértiles plantaciones de caña de azúcar y arroz. La mayor parte de
ellas está bajo el nivel del mar; con técnicas heredadas de Holanda se ha
construido una muralla frente al océano; entre esta muralla y los pantanos, las
fincas se extienden hacia el interior por varios kilómet ros, divididas por canales
principales a 2 niveles. El superior, destinado a la irrigación y el transporte en
barcazas, cruza al inferior, destinado al drenaje por medio de tubos o ductos, si
ello es posible; en caso contrario, el agua ha de ser bombeada h acia el mar. En la
cercanía de las bocas de los grandes ríos, unas compuertas se abren o cierran para
dar paso a las aguas dulces durante la marea baja, o impedir que el mar penetre al
interior durante la alta. La «muralla del mar» o sea wall cubre toda la costa entre
el Esequibo y el Corentín y retiene las aguas dulces que buscan el mar, pero que
pueden fertilizar la tierra si se represan el tiempo necesario, y las aguas salobres
del océano que en horas podrían anegar años de esfuerzos si logran superar el
nivel de contención que les ha impuesto el hombre. Es obvio que tal sistema de
cultivos supuso y supone grandes inversiones de capital que, si bien son
compensadas por la mantenida fertilidad de los suelos, no puede ser enfrentada
individualmente sino en asociación con otra institución poderosa como una
compañía azucarera, una cooperativa, o una agencia gubernamental que financie el
sistema de drenaje. Entre la margen izquierda del Esequibo y el Guainía (ya en la
zona en reclamación), no hay dique o muralla marítima. Los ríos Kukenan,
Pomerún y Moruca ocupan la faja costera antes de llegar a las proximidades del
Orinoco, y hace unos años, se han establecido allí plantaciones de arroz
protegidas de la marea por un sistema de pequeñas prominencias artificiale s de
tierras y unos desagües llamados «trenchas». Es en esta costa donde se encuentra
la mayor parte de la población del territorio Esequibo, la cual es principalmente
de origen indostano.

El interior inmediato: Alrededor de las áreas cenagosas de manglares en la costa,


se encuentran terrenos de un suelo muy ácido conocido localmente como
«pegajoso». Comparados con las arcillas de la costa, estos suelos son muy poco
fértiles; se encuentran en la región de Guyana conocida como el área de las arenas
blancas. Comienza esta región un poco más al O del río Pomerún y se continúa
hacia el E hasta después del Corentín, penetrando en Surinam. Aunque su anchura
es variable, abarca un promedio de una anchura de cerca de 100 km. El suelo es de
arena de cuarzo casi puro y allí se encuentran los ricos depósitos de bauxita de
Surinam y Guyana. La fragilidad de la capa vegetal hace que la ruptura del
delicado equilibrio ecológico, debido a talas indiscriminadas, pueda ocasionar la
desaparición de la selva y el surgimiento de áreas desérticas. En el paisaje vegetal
apretado de esos bosques densos, pero de precaria conservación, se encuentran los
núcleos mineros de MacKenzie, Ituni y Kwakwani.

El ángulo del Barima-Barama: Esta área está muy estrechamente vinculada a


Venezuela por su geología, su hidrografía y por indudables nexos históricos. Está
cubierta por densa floresta, desde los manglares anegadizos de los desagües
fluviales, hasta las rocas basales de los cursos superiores de los ríos que
conforman el Barama, Barima y Guainí. Los recursos minerales de oro y diamante
explotados desde el siglo pasado tuvieron mejor representación con la extracción
de manganeso por la Unión Carbide en la región conocida como Cresta de Mateo,
entre el Barima y el Kaituma. El éxito minero finan ció un ferrocarril desde las
minas hasta el terminal acuático en el Kaituma, por cuyo cauce se extraía el
mineral desde el Guainí, ante la negativa venezolana de permitir el dragado del río
Barima.
La región del Cuyuní-Mazaruni: Esta área está atravesada por ríos que tienen su
origen en Venezuela y que van a conformar el río Esequibo. Incluso son sus
mayores tributarios. La inaccesibilidad del área es menor desde Venezuela; sus
empinados tepuyes, que surgen desde los aplanados valles, reproducen o
continúan la estructura geológica del escudo guayanés del estado Bolívar. El
gigante mayor es el Roraima que divide a Venezuela del Brasil. Encierra los
mayores potenciales mineros del territorio Esequibo; pero sobre todo, el río
Mazaruni posee potenciales hidroeléctricos brutos del orden de 11.100
kW multiplicados a la tercera potencia. El proyecto de una planta hidroeléctrica
en el Mazaruni llega a 3.500 MW en su etapa final. Las cascadas se multiplican
sucesivamente, siendo la más alta de todas la llamada Kaiteur en el río Potara,
cuatro veces más alta que el Niágara; pero sus potenciales hidroeléctricos no
pueden tener sentido mientras la escasísima población del área no aumente, o el
desarrollo al O del Esequibo, principalmente de su bauxita, requiera centuplica r
las existencias eléctricas para su reducción.

El área del Rupununi: Por debajo del Roraima y del paralelo 4°, las formaciones
geológicas del territorio Esequibo son las comunes del Escudo Guayanés, excepto
que las mesetas son más bajas y que entre ellas se encuentran, a un margen del río
Rupununi, grandes sabanas dedicadas a la cría de ganado y extracción de balatá.
La pobreza de los suelos exige un proceso de fertilización química excesivamente
costoso; pero su vinculación con la ganadería brasileña del territorio Roraima, la
mezcla racial de los indígenas con europeos, mejor y más fácilmente lograda que
en otras áreas de Guyana y la mejor intercomunicación con B rasil y Venezuela, ha
hecho de esta área la más codiciada para el guyanés de la costa; la más
esperanzadora para una expansión hacia el interior y la menos arriesgada y
costosa para la habitación humana.

Ribera izquierda del Esequibo: Un pequeño triángulo territorial se encuentra en la


margen izquierda de la desembocadura del Esequibo. Está conformado por las
islas situadas en su estuario y la costa que se extiende hacia el O hasta el río
Moruca. Este es la única parte del territorio Esequibo que tiene un p oblamiento
significativo, que se puede situar en los 50.000 habs. establecidos en la costa. En
todo el resto interiorano de la Guayana Esequiba, la población llega a los 30.000
habs. Esta desproporción en la ocupación del territorio es semejante e incluso
mayor en todo el conjunto territorial de la Guyana trans -esequiba. El 90% de la
población vive en la franja costera que representa solo el 4% del total territorial.

Vous aimerez peut-être aussi