ROJAS, A. RODRIGUEZ, V.

SOSPECHA DE DEPENDENCIA AL CONSUMO DE ALCOHOL EN ADOLESCENTES

Rodríguez, Viany
Rojas, Astrid
Psicología Jurídica
Institución Universitaria de Colombia -
Colombia,

Resumen

La presente investigación tuvo como objetivo identificar la sospecha de dependencia al consumo

de alcohol en dos adolescentes de la ciudad de Bogotá. Para ello se desarrolló un estudio
cuantitativo, descriptivo y correlacional aplicando el Test de Discriminación de Alcoholismo de
Michigan (1971). Los resultados indicaron una puntuación que indica la sospecha de dependencia
para ambos casos, encontrando afirmaciones comunes en los dos sujetos y una mayor prevalencia
de manifestaciones asociadas al consumo problemático en uno de ellos. Se recomienda la
aplicación conjunta con otras pruebas que reduzcan la probabilidad de arrojar falsos positivos.

Palabras Clave. Adolescencia, Alcoholismo, Dependencia, Sustancias Psicoactivas.

SUSPECT OF ALCOHOL CONSUMPTION DEPENDENCE IN ADOLESCENTS

Abstract

This research aimed to identify the suspect of dependence on alcohol consumption in two
adolescents in the city of Bogotá. For this, a quantitative, descriptive and correlational study was
carried out applying the Michigan Alcoholism Discrimination Test (1971). The results indicated
a score that indicates the suspicion of dependence for both cases, finding common statements in
both subjects and a higher prevalence of manifestations associated with problematic consumption
in one of them. Joint application with other tests that reduce the likelihood of false positives is
recommended.

Keywords. Adolescence, Alcoholism, Dependence, Psychoactive substances.

cuando este consumo se desarrolla al interior

INTRODUCCIÓN
El consumo de alcohol es una de estas
conductas y representa uno de los fenómenos
sociales más generalizados de las últimas
décadas, generando toda una gama de
problemáticas y dificultades en todos los
contextos humanos. El problema se incrementa
de la población adolescente, ya que el consumo
legal es solo aceptado para mayores de edad, y
las consecuencias propias de este pueden
abarcar un rango mucho mayor que en los
adultos, quienes tienen una ventaja a nivel
físico y psíquico frente a dicho consumo.

Según Pérez y Scoppetta (2008) el consumo
de sustancias en los adolescentes es motivo de
preocupación por cuando en esta etapa en la
que las continuas presiones del medio, junto
con las crisis “psicológicas” propias de la edad,
hacen del joven un ser expuesto y vulnerable.
Ciertamente cada vez es más temprana la edad
en la cual se comienza con el abuso de alcohol
y su carácter ilícito no ha sido un impedimento
para que los adolescentes no tengan acceso a
las bebidas alcohólicas de todo tipo generando
patrones de consumo entre los adolescentes.
Adolescencia
El desarrollo psicosocial de los adolescentes
sugiere una serie de factores que convergen
con las características propias de este momento
evolutivo en el que se presentan profundos
cambios y transformaciones, en la búsqueda
del individuo por nuevos escenarios de
socialización y nuevas formas de sociabilidad,
con el objeto de lograr consolidar su identidad
personal y social (Cardozo y Alderete, 2009).
En términos generales es la etapa de la vida de
paso de la infancia a la edad adulta del ser
humano y constituye un período transicional.
En ella se establece la diferenciación específica
de todos los aspectos del desarrollo, es decir,
físico, mental, moral y social. Según la OMS
está comprendida entre los 10 y los 20 años de
edad (García, 2001)
Este periodo es normalmente
conceptualizado como una época de transición
entre la infancia y la adultez, debido a los
importantes cambios y transformaciones,
físicas y psicosociales, a las cuales debe hacer
frente el joven. Esta transición no es
necesariamente traumática, aunque las
ROJAS, A. RODRIGUEZ, V. 2
características personales y las habilidades que
se desarrollen en esta etapa pueden resultar
fundamentales para el posterior afrontamiento
de la vida adulta (Saldaña, 2001).
Teniendo en consideración las diferentes
concepciones que pueden relevarse en torno a
la adolescencia, es posible encontrar algunos
rasgos más o menos comunes a ellas, sea desde
el punto vista biológico y fisiológico, en cuanto
a desarrollo físico, durante ella se alcanza la
etapa final del crecimiento, con el comienzo de
la capacidad de reproducción: pudiendo decirse
que la adolescencia se extiende desde la
pubertad hasta el desarrollo de la madurez
reproductiva completa. No se completa la
adolescencia hasta que todas las estructuras y
procesos necesarios para la fertilización,
concepción, gestación y lactancia no han
terminado de madurar (Florenzano, 1997).
Desde el punto de vista del desarrollo
cognitivo o intelectual en la adolescencia, se ha
venido caracterizando por la aparición de
profundos cambios cualitativos en la estructura
del pensamiento. Piaget denomina a este
proceso, período de las operaciones formales,
donde la actuación intelectual del adolescente
se acerca cada vez más al modelo del tipo
científico y lógico. Junto al desarrollo
cognitivo, comienza con la adolescencia la
configuración de un razonamiento social,
teniendo como relevancia los procesos
identitarios individuales, colectivos y
societales, los cuales aportan en la
comprensión del nosotros mismos, las
relaciones interpersonales, las instituciones y
costumbres sociales; donde el razonamiento
social del adolescente se vincula con el
conocimiento del yo y los otros, la adquisición
de las habilidades sociales, el conocimiento y

aceptación/negación de los principios del
orden social, y con la adquisición y el
desarrollo moral y valórico de los adolescentes
(Moreno y Del Barrio, 2000) .
En la adolescencia se produce una
aglomeración de cambios cognitivos,
afectivos, motrices y sociales y, al mismo
tiempo, aumentan de forma muy significativa
las motivaciones en todos los ámbitos que
rodean al adolescente. Éste se ve obligado a
decidir entre las múltiples opciones que se
presentan. Es en este momento del proceso
cuando aparece, según Bravo, (2000), la
principal droga de esparcimiento de los
jóvenes, considerada como la puerta hacia el
policonsumo: el alcohol. Ser adolescente y
consumir bebidas alcohólicas en situaciones
concretas es algo comúnmente aceptado por la
sociedad, a pesar de que la ingesta de alcohol
está sobradamente reconocida como un
problema social y que atenta contra la salud
pública.
Consumo de Alcohol
La Organización Mundial de la Salud
(OMS, 1976) plantea: el alcoholismo es un
trastorno conductual crónico manifestado por
ingestas repetidas de alcohol, excesivas,
respecto a las normas dietéticas y sociales de la
comunidad y acaban interfiriendo la salud o las
funciones económicas y sociales del bebedor.
Desde el criterio tóxico formulado por
Fernández (1976) se hace referencia al daño
biológico, psicológico o social inherente a la
ingestión inadecuada del tóxico. Por su parte,
el criterio determinista se refiere a los
ROJAS, A. RODRIGUEZ, V. 3
mecanismos básicos de la ingestión nociva del
alcohol o la incapacidad del paciente para
tomar la decisión de no beber, o su ineptitud
para decidir hasta cuándo tomar.
El consumo de alcohol representa un hábito
para muchos adolescentes, un hábito que
representa un problema de salud pública y que
definitivamente interviene en la calidad de vida
de los individuos y de las poblaciones. Los
factores que inciden para que el problema
abarque un espectro mucho más amplio son de
diversa índole, por ello, el análisis de cada
contexto donde se evidencian conductas de
consumo de alcohol en los adolescentes, es una
herramienta fundamental para comprender y
trabajar sobre la raíz del problema,
determinando así la prevalencia en el consumo,
los factores de riesgo y manera como se hacen
presentes las consecuencias de este
comportamiento.
A pesar que las edades donde inicia el
consumo de alcohol varían, el promedio de
adolescentes que se inician en esta etapa de la
vida con este hábito suele ser bastante
significativo en muchas de las investigaciones
realizadas al respecto, existiendo una mayor
incidencia por parte del sexo masculino que del
femenino. Por razones reconocidas, la
adolescencia se manifiesta como un periodo de
mayor vulnerabilidad para la iniciación del
consumo de alcohol, asociado principalmente a
factores de relaciones sociales, familiares y
percepción de la realidad por parte de los
individuos. Dada la complejidad de los
contextos actuales existe una mayor
probabilidad de que esta tendencia se
incremente con el paso del tiempo de no tomar
medidas y realizar programas que oriente hacia
la toma de conciencia.

Se debe hablar de un inicio en el consumo y
de un comportamiento de consumo ocasional,
sin embargo, el problema llega a adquirir
connotaciones patológicas, incluso se ha
llegado a hablar de una epidemiología del
consumo de alcohol. En un estudio realizado
por el departamento de Psiquiatría y salud
mental de la Universidad de Chile, se resalta la
etiqueta de alcohólicos sobre los adolescentes,
siendo esta como bien se sabe, una situación
crónica e incurable, pues como se ha
reconocido, el alcohólico se va a mantener en
una constante recuperación a lo largo de su
vida, así como también mantiene la
probabilidad latente de recaer. (Nader, et al,
1985)
La dimensión sociocultural del consumo de
alcohol es una causa pero también sobre ella
recaen los efectos, además por supuesto de
atentar contra el bienestar del individuo desde
varias perspectivas; así como aumentan las
patologías relacionadas con el consumo de
alcohol (eventos cardiovasculares, cáncer,
enfermedad mental) disminuyen los niveles de
calidad de vida de los individuos y las
poblaciones, no por azar los estudios
vinculados a las consecuencias del alcoholismo
se han incrementado notoriamente en las
últimas décadas. Aquí se establece un
paréntesis para diferenciar entre el consumo y
el abuso, aunque seguramente el inicio del
consumo en la adolescencia se relaciona
estrechamente con el abuso debido a la edad, a
la ausencia de reconocimiento de las
consecuencias y a una personalidad definida
que permita apropiarse de la responsabilidad
que señala este comportamiento.
ROJAS, A. RODRIGUEZ, V. 4
Es el abuso el que seguramente acarrea
consecuencias en diferentes grados, en el
ámbito de la salud, a nivel social, familiar e
individual. Ardila – Herrán (2008), advierten
una cadena donde pueden advertirse la
proporción de efectos que puede causar el
consumo según la clasificación dentro de la que
se encuentra el individuo, es decir iniciación en
el consumo, mantenimiento del consumo,
consumo problemático y finalmente la
dependencia, concluyendo que influye más el
contexto social y la interacción grupal, que el
comportamiento individual en el consumo de
alcohol. (Ardila y Herrán, 2008)
Enfocándose en las consecuencias del
consumo de alcohol, es fácil obtener
información de primera mano de quienes han
sufrido efectos debido al indebido manejo del
consumo, muchos de ellos han aprendido la
lección desafortunadamente a costa de
circunstancias devastadoras, otros no. Los
problemas abordan situaciones económicas y
de salud, otros aluden a problemas
intrafamiliares y en su vida social y otros a
problemas relacionados con la autoridad y
circunstancias laborales, esto queda resumido
en el Estudio Internacional Sobre Género,
Alcohol Y Cultura “Proyecto GENACIS”, se
rotulan cuatro modelos básicos de problemas y
conflictos subyacentes al consumo de alcohol:
Malas relaciones familiares y sociales, pérdida
de imagen y solvencia personal, problemas en
la ocupación o actividad y conductas incívicas.
(Sánchez, Navarro y Valderrama, 2004).
Paradójicamente muchos de los jóvenes que
abusan del alcohol conocen los efectos que este
causa tanto en su organismo como en la manera
en que bajo este estado pueden llegar a actuar,
una vez más se atribuye esta contradicción a la

edad, pero sumado a ello se atribuye a la falta
de información y formación en los hogares y a
una sociedad permisiva con esta sustancia.
(Schaffer, et al, sin año).
Al referirse a esta permisividad, se hace
fundamental hablar de los mitos que se han
generado alrededor del consumo de alcohol,
como que el alcohol no es un problema y las
drogas son las ilegales, que el descontrol es
propio de la juventud, entre otros tantos, que
tratan de menguar la problemática y las
consecuencias del abuso de alcohol, por ello es
de vital importancia llegar a conclusiones
certeras sobre los problemas sanitarios severos
y demás que esto implica, exigiendo basar las
intervenciones en datos precisos derivados de
estudios sistemáticos, y no en mitos y
prejuicios (Schmidt & Vanina, 2006).
MÉTODOLOGÍA
Se realizó un estudio de tipo cuantitativo, en
bajo un tipo cuantitativo cuyo objetivo es la
medición objetiva de un fenómeno,
formulando tendencias, planteando nuevas
hipótesis, y construyendo teorías a partir de
ello (Hernández, Baptista y Fernández, 2014).
Atendiendo a esta definición, se entiende como
el más idóneo al momento de analizar y medir
la sospecha de una posible dependencia al
alcohol.
Se trató de una investigación de diseño
descriptivo transversal, debido a que se realiza
en un tiempo y periodo único, además que en
ella se tiene la posibilidad de describir
fenómenos y situaciones, sus manifestaciones
y características con la mayor precisión posible
ROJAS, A. RODRIGUEZ, V. 5
(Hernández, et al, 2014) tal como lo requiere el
estudio.
Población
2 Adolescentes entre 14 y 17 años de un
colegio Privado de la ciudad de Bogotá.
Instrumento
Test de Discriminación de Alcoholismo de
Michigan (Michigan Alcoholism Screening
Test, Selzer, 1971)
Este cuestionario Es un breve autoinforme,
que también puede utilizarse en forma de
entrevista semiestructurada. Recoge
información acerca del consumo, su frecuencia
y de las consecuencias negativas asociadas al
mismo, así como de la problemática familiar,
laboral, física, legal, la pérdida de control, etc
Se encuentra constituida por 25 ítems con
formato de respuesta dicotómica (verdadero-
falso). Las estimaciones de consistencia interna
de fiabilidad entre 0,85 y 0,95
Los ítems de la prueba no delimitan la
problemática a un tiempo determinado, por lo
que se recomienda aplicar con otras pruebas y
delimitar el espacio en cada uno de los ítems,
es decir incluir una coletilla al final de cada
una de las preguntas limitándola a los últimos
12 meses previos a realizar el cuestionario.
RESULTADOS
Los cuestionarios fueron aplicados a dos
adolescentes de 14 y 16 años de edad,
escolarizados y habitantes de zona urbana de la
ciudad de Bogotá. Posterior a la firma de
 ROJAS, A. RODRIGUEZ, V. 6

consentimiento informado por parte de los Fuente. Elaboración propia.

padres, se realizó una visita única a cada uno
de ellos, llevando a cabo la aplicación del Los puntajes obtenidos evidencian un valor
instrumento seleccionado para recabar superior a los 5 puntos, lo cual, de acuerdo al
información. baremo del instrumento, es indicativo de
sospecha de alcoholismo.
Al iniciar el proceso se aplicó
adicionalmente un cuestionario para identificar
las características sociodemográficas de los DISCUSIÓN
sujetos de estudio como se muestra en la Tabla
1. Desde la perspectiva psicológica, es
importante analizar los contextos donde se
consume y los efectos que los bebedores
Tabla 1. Datos Sociodemográficos de los atribuyen al mismo, y es que, el individuo que
participantes. consumo alcohol y que ha llegado a un estado
de abuso, seguramente se caracteriza por
Sujeto 1 Sujeto 2 depender del alcohol, una cuestión en parte
Edad 14 16
física pero que ha tenido su punto de partida y
Genero M M
Escolaridad 8 9 secundaria su mantenimiento desde el aspecto psíquico,
secundaria ante lo que maneja una serie de pensamientos y
Estrato II III creencias frente a su cuestionamiento y el de
Con quién Madre Abuelos los demás al mismo tiempo que se declara
vive incapaz de detenerse o abstenerse o
Fuente. Elaboración Propia simplemente no considera que tiene un
problema.
Al realizar la tabulación de resultados por
Al hacer énfasis en las respuestas dadas por
medio de Hoja de Cálculo Excel, se hallaron
los participantes, fue posible encontrar puntos
los siguientes puntajes para cada uno de los
comunes en los coincidieron en responder
sujetos:
afirmativamente; es así como se encontró que
se consideran bebedores normales, con algo de
12% preocupación familiar por sus hábitos,
9% sentimientos de culpa al beber, han dejado de
cumplir con responsabilidades a causa de la
bebida.

No obstante, el participante 1, pese a ser

menor que el participante 2, ha tenido otro tipo
s1 s2 de experiencias adicionales relacionadas con el
Figura 1. Puntuaciones corregidas para cada consumo de alcohol, tales como ser expulsado
participante. del colegio, involucrarse en peleas cuando ha

bebido, se ha metido en problemas, entre otros
que podrían referir una mayor dependencia.
Tales conductas son frecuentes cuando hay
problemas de consumo, de acuerdo a Sánchez,
et al (2004) quien refiere entre otras, las malas
relaciones familiares y sociales, pérdida de
imagen y solvencia personal, problemas en la
ocupación o actividad y conductas incívicas.
Schaffer, et al (s.f), señalan la importancia
de que los jóvenes tengan la posibilidad de
participar en actividades que si bien sean
estimulantes, no refieran riesgos, lo que
disminuye la probabilidad de que
principalmente los adolescentes, se involucren
en un consumo que raye en el abuso del alcohol
y acarreen consecuencias desafortunadas y
nefastas para el resto de sus vidas.
Se debe anotar, que dentro de las
limitaciones señalas para la prueba aplicada se
encuentra alta sensibilidad que puede provocar
la identificación de falsos positivos, de igual
manera se ha establecido como importante,
administrar esta misma prueba a algunos de los
miembros de la familia para corroborar lo que
dice el sujeto que responde el cuestionario.
El consumo crónico de alcohol es la forma
que tiene más consecuencias negativas a lo
largo del tiempo, según Montero (2007), este
afecta la esfera fisiológica, conductual y
cognitiva del hombre, en otras palabras incide
en la mente y el cuerpo de los jóvenes, quienes
al mismo tiempo, carecen del criterio y las
habilidades de resistencia para manejar el
alcohol con prudencia. Es importante
finalmente reconocer que una de las principales
sustancias adictivas que han estado
involucradas en la comisión de delitos es el
alcohol (González, 2005).
ROJAS, A. RODRIGUEZ, V. 7
CONCLUSIONES
La aplicación del Test de Discriminación de
Alcoholismo de Michigan, permito identificar
dos adolescentes de 14 y 16 años, algunos
comportamientos relacionados con el consumo
dependiente de esta sustancia psicoactiva legal
en mayores de edad, pero de fácil acceso para
los jóvenes.
De acuerdo al baremo referido por el mismo
instrumento, una puntuación por encima de 5
debe interpretarse como indicativa de sospecha
de alcoholismo, por lo tanto se concluye que
los dos sujetos de estudio, se encuentran en un
nivel de riesgo significativo de caer en una
dependencia mayor y responder al cuadro
clínico de esta enfermedad, por lo cual, sería
pertinente practicar otras pruebas y entrevistas
para tener una mayor aproximación a la
sintomatología y manifestaciones conductuales
en cada uno de los sujetos.
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