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5 – La Economía Nazi
Con el objetivo de mejorar la economía nazi, el ministro de finanzas
tenía el objetivo de hacer de Alemania un país autosuficiente
(Autarquía).
El Autobahn (sistema de autopistas alemán) creó trabajo para
aquellos que no tenían empleo, con el objetivo de crear nuevas
vías. También, nuevas fábricas de armas y vehículos fueron
abiertas.
Algunos empleos en el ejército fueron creados para quienes no
tenían empleo. Los judíos fueron arrestados y de esta manera
muchas plazas laborales quedaron abiertas para quienes no tenían
empleo, principalmente como maestros o doctores.
6 – Estado de Terror
El objetivo inicial de Hitler era establecer una dictadura totalitarista
en Alemania, con él mismo como líder supremo. Para poder lograr
esto, la oposición tenía que ser eliminada, y las personas debían
atender libremente a sus indicaciones.
8 – Propaganda
La radio, los libros y las películas promovían el odio por los judíos y la
grandeza de Hitler y el Nazismo. De esta forma, la propaganda contribuyó
con la modificación de las creencias de las personas frente al nazismo y los
judíos.
9 – Antisemitismo
El antisemitismo se convirtió en una forma extrema de racismo y odio
hacia una raza de personas. En 1933 hubo un boicot a las tiendas judías.
Hitler culpó a los judíos del Tratado de Versalles y los problemas
económicos del país, como la depresión económica.
Todos los judíos fueron revocados de los cargos del gobierno y labores
profesionales. En 1934, los judíos fueron excluidos de lugares públicos,
incluyendo parques y piscinas. Todo esto se debía a la voluntad de Hitler
por preservar la pureza de la Raza Aria.
10 – Política Exterior
La meta principal de Hitler era destruir el Tratado de Versalles. También
quería más espacio habitable y la unión de todos los países que hablasen
alemán. De esta forma, Hitler desarmó el tratado al invadir Renania.
Por otro lado, Hitler y Mussolini (ambos sancionados por la Liga de
Naciones) formaron el Eje de Roma y Berlín en 1936.
Éste fue fortalecido posteriormente por el Pacto de Acero en 1939, durante
la conferencia de Munich, donde otros líderes intentaron calmar las ínfulas
de Hitler, pero éste obtuvo finalmente a Sudetes y el resto de
Checoslovaquia.
En este momento, Hitler era imparable y las invasiones
continuaron, involucrando a otras repúblicas como Francia, Polonia
y las Islas Británicas.