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Meseta del devenir en Mil mesetas:

Objetivos específicos de la meseta:

a) precisar el concepto de devenir

b) precisar su relación con otros conceptos del libro

c) establecer la pertenencia de esta experiencia a un tipo de pragmática específica: la


brujería, y relacionarla con el arte (en particular: la literatura, la pintura y la música).

Proyecto general de la meseta:

Desplegar un contra-antropocentrismo: abrir la experiencia humana hacia las


experiencias de inhumanidad en nosotros mismos, lo que Deleuze y Guattari llaman las
“zonas de vecindad o indiscernibilidad” entre los reinos, géneros y especies. Incluso
entre “individualidades” (que van a oponer a las “singularidades”).

Contexto del problema:

Hay 4 modos de acceso a la comprensión del concepto de devenir:

1) Los conceptos deleuzo-guattarianos de esquizofrenia y de Cuerpo sin Órganos.


En la esquizofrenia surgiría la experiencia de un cuerpo intensivo o afectivo que
deshace el organismo, que huye del organismo (ver Michaux: Conocimiento por
los abismos), pero generando a la vez un plano de consistencia para la conexión
de intensidades: la criba, el mínimo indispensable antes del caos y la
desconexión. Ese plano estaría poblado por intensidades y multiplicidades. De
aquí surgiría la realidad del devenir, lo que brindaría contenido al delirio y
referencia a la alucinación: el concepto del Yo-siento (que devengo-otro), que
subyace al Yo-deliro y al Yo-alucino. Esto es un devenir: una experiencia del
puro tránsito, de un puro proceso intensivo. Por eso no es un sentimiento, sino
un Afecto: mientras un sentimiento está vinculado a un objeto y a un sujeto, a
una forma humana, un Afecto es un sentimiento pre-subjetivo y pre-objetivo,
inhumano, de la pura duración. La esquizofrenia, entonces, nos daría un mejor
modelo para entender el inconsciente que la neurosis. Incluso habría que
comprender la neurosis a partir de la esquizofrenia y no viceversa (como se supo
hacer en psicoanálisis y psiquiatría). Ya que al leer la esquizofrenia desde el
filtro de la neurosis, se la define negativamente, por “privación” (déficit de
realidad, de orden, etc.). Todo esto a condición de tomar la esquizofrenia clínica
como un índice interrumpido (falla en el plan) de un proceso: el proceso o viaje
esquizofrénico, el cual sería, concretamente, un plus de realidad (ya que en
general, según la teoría de Bergson, el sistema sensoriomotriz percibe “menos”
de lo que hay), lo Real en sí mismo. Este es el plano que Deleuze y Guattari
llaman: lo maquínico, en El AntiEdipo. Y que en Mil mesetas va a dar lugar al
concepto de “agenciamientos maquínicos”.
2) Íntimamente conectado con esto están las experiencias psicodélicas con las
drogas en los años 60-70, a las que Deleuze-Guattari hacen a veces directa
referencia (“oh psicodelia”, en: Porcelana y volcán / “love, zen”, etc. En:
¿Cómo… un CsO?); o cuando se ocupan de alabar las posibilidades de los
tratamientos de la esquizofrenia vía el LSD (la famosa hipótesis del modelo
experimental de la psicosis). Hoffman, Huxley, Leary, Watts, etc. También en su
discusión sobre el “viaje” esquizo en la antipsiquiatría (particularmente en
Laing; aunque también le critica a este movimiento el familiarismo y la
confusión entre alienación mental y social, que aún comparte con el
psicoanálisis y la psiquiatría), existe esta conexión.

3) Las prácticas de exploración perceptivo-afectiva, de activa experimentación del


cuerpo afectivo, o de la consciencia como vehículo para tener visiones, o del
éxtasis, del trance, o del inconsciente (Deleuze rescata la antigua idea de
relaciones “activas” con el inconsciente, y no solo pasivas o patológicas),
pertenecientes a las distintas tradiciones de la brujería, el hermetismo, la mística
y el esoterismo en general. Ver: Joshua Ramey, Christian Kerslake, William
Behun, Mark Bonta, etc.

4) Por último, desde un punto de vista sociológico, la cuestión de la anomalía en


las sociedades como un “fenómeno a-estructural” que abre “zonas de vacilación”
irreductibles a las categorías representativas habituales, en la obra de Jean
Duvignaud.

Planteo del problema: ¿Qué impide comprender la realidad del devenir?


(Recuerdos de un bergsoniano).

Hay fundamentalmente dos modelos de conocimiento cuya lógica impide comprender el


devenir:

a) El modelo serial-platónico (analogía de proporción): Jung o Bachelard.

b) El modelo estructural (analogía de proporcionalidad): Levi-Strauss.

Ambos modelos nacen de un prejuicio platónico: O se ES o se PARECE (la serenidad


de los contornos, la irreductibilidad de la forma: género, especie, reino).

Temas asociados: Ser/apariencia. Inmovilidades. Esencialismos. Teorías de la


representación. El problema del género animal como necesario a las definiciones de la
antropología, de la moral, y de la política.

Acá surge el enfoque procesualista como alternativa para comprender el devenir y los
fenómenos de metamorfosis (por eso se llama: Recuerdos de un bergsoniano).

Definiciones:

¿Qué es el devenir?
Primera respuesta desde el estudio sobre Nietzsche: es la diferencia con uno mismo (la
diferencia-en-sí es diferencia-de-sí). No hay una identidad primero y luego una
diferencia (que no podría ser más que imaginaria), sino que somos conjunto de fuerzas
diferenciales que generan el “efecto” de identidad.

Segunda respuesta desde los estudios sobre Bergson: el devenir es la experiencia de la


duración (ver cita sobre las duraciones comunicantes en Mil mesetas).

[¿Qué es la duración en Bergson? El cambio de imprevisible novedad, la creación. El


tiempo no-espacializado. La variación continua.

Ver David Lapoujade: intuición (captación de la duración en uno) y simpatía


(razonamiento por analogía en el que captamos las duraciones diferentes a la nuestra;
pero por la intuición de que están dentro nuestro, como condiciones diferenciales de la
nuestra).]

¿Qué no es el devenir?

No es imitación, ni imaginario, ni fantasma, ni estructura, ni producción, etc.

Recuerdos de un brujo:

Primer recuerdo de un brujo: problema de la manada.

1) se trata del devenir-animal, como frontera de inhumanidad.

2) Se trata de la modalidad de multiplicidad en el devenir, las manadas o


poblaciones que ya estaban en el esquizo (el hombre de los lobos: ¿qué tipo de
manada? Una manada de lobos como irreductible –sin ser deformada- a un
Modelo, al Lobo-Padre o Lobo-Estado, anarquía coronada: yo siento que
devengo un lobo entre muchos lobos).

3) El contagio. Las participaciones contra-natura: la verdadera naturaleza que


atraviesa los reinos, que opera contra sí misma. Los bloques de devenir como
zonas de vecindad o indiscernibilidad (En “Recuerdos de una molécula” citan a
Hocquenghem, sobre la realidad de estas zonas. ¿Qué impide aceptar esta
realidad? La creencia sobre la “irreductibilidad de lo humano”. Hocquenghem
dirá, en otro libro junto a Schérer, extendiendo esto desde la humanidad hacia
cualquier reino, incluso hacia cualquier sustancia formada: la creencia en la
“serenidad de los contornos”).

Cuatro consecuencias:

a) Los devenires solo se producen a sí mismos (no hay ni sujeto ni objeto del devenir).

b) Los devenires son, por lo tanto, siempre bloques de devenir (mínimo un doble
devenir): x-deviene-y, a la vez que y-deviene-z, y así…
c) Hay una realidad propia del devenir y no de aquello que se deviene.

d) El devenir es involutivo (no es evolución ni regresión, sino inmersión en la zona


transgenérica, informal, en el conjunto de fuerzas de formación, previo –aunque
contemporáneo- a sus formas resultantes: proceso y multiplicidad), y, por lo tanto,
creador. Toda involución es creadora. Sólo se crea produciendo esta catástrofe, esta
disolución de la forma (Ver “Dif. y Rep.” y “PINTURA. El concepto de diagrama”).

Segundo recuerdo de un brujo: individuo excepcional o Anomal.

1) Para que haya manada, siempre debe haber un individuo excepcional o Anomal
(el borde difuso del género, la punta del devenir, el que sustrae el Uno de la
multiplicidad: N-1), un borde que produce una apertura de la manada, su
imposibilidad de clausura en una estructura, en una filiación o en una
organización de tipo estatal (El Uno, la dimensión suplementaria). No se trata de
un individuo preferido, ni animal doméstico, ni mascota. Es el individuo que
lleva la manada más allá de sus contornos. (Ver el film “Willard”).

2) Por eso, el Anomal no tiene una posición fija, ni es un individuo propiamente


dicho (una sustancia formada), sino que es una singularidad (o una
multiplicidad), es un conjunto de afectos (y no de sentimientos familiares,
humanos), es una sustracción del Uno. Con él es con quien se hace la alianza
“inhumana”, “demoníaca” (el devenir). Al hacer alianza con el anomal, el
anomal nos atrae hacia su manada, pero a la vez hace que la manada cruce un
umbral donde ya está fuera de sí, en devenir hacia otra cosa. Por eso se deviene
siempre algo que a su vez está en devenir, en una zona de indiscernibilidad: ¿qué
es del humano, qué del animal, qué ya de otra cosa? Zona de indeterminación,
de vacilación (el titubeo en las cosas, según Bergson). Ya Nietzsche decía que
toda forma es un conjunto de fuerzas heterogéneas. Un Yo-fascinado por una
multiplicidad, a la vez que la multiplicidad de ese Yo emerge a la luz: el devenir
se hace entre multiplicidades que componen un Cuerpo sin órganos, un plano de
consistencia para esos devenires, para ese contagio. Participación contra-natura.

3) El brujo es el que está en las lindes, en los bosques, entre los pueblos. Está en la
frontera y produce las conexiones. El brujo deshace los contornos y conecta:
deviene, produce los devenires (pensar en Mircea Eliade y su “El chamanismo o
las técnicas arcaicas del éxtasis”: el brujo sería el que crea “las pragmáticas
transhistóricas, intempestivas del devenir”). Si el escritor es un brujo, es porque
escribir es devenir, y por lo tanto opera con la pragmática de la brujería.

Tercer recuerdo de un brujo: El devenir-animal no tiene exclusividad. Hay otros


devenires.

1) Esto ya estaba claro. Todo devenir es molecular, hacia lo imperceptible. Cada


multiplicidad tiene un borde difuso, su anomalía. Una serie de bordes es una
fibra (continuidad anomal). Toda fibra es fibra de universo (la anomalía o la
monstruosidad es la verdadera Naturaleza que atraviesa los reinos. Ver qué es un
monstruo dinámico en “Dif. y Rep.”). Pensar en Castaneda: “somos seres hechos
de fibras luminosas”. Umbrales sucesivos, como en Le Clézio, o bordes
comunicantes, simultáneos, como en Lovecraft (ver “Crítica y clínica”).

2) Todo devenir cruza umbrales. El devenir es lo mismo que la multiplicidad. Al


cruzar un umbral, al añadir o quitar una dimensión, la multiplicidad cambia de
naturaleza.

Siguientes recuerdos de la meseta:

Ahora, Deleuze y Guattari van a ir precisando cómo es este CsO, cómo es un plano de
inmanencia, qué es una multiplicidad, cómo funciona. Y para esto recurren a la teología
o a la demonología, a las definiciones spinozistas de un cuerpo, su latitud y su longitud.
La etología. Los afectos. Los planes de organización y de consistencia. La percepción y
las micropercepciones. La droga. El ingreso al inconsciente molecular. El secreto. La
Memoria. El devenir-imperceptible de la música. Los sonidos y el silencio.

Al final del libro (Conclusiones), figura esta misma referencia: el esquizo y el brujo
como las expresiones (pasiva y activa) de las multiplicidades.

Presencias propiamente brujas o esotéricas en el libro:

 La brujería kachín estudiada por Leach (y otras brujerías populares o


chamanismos de tribu).
 La brujería de Carlos Castaneda.
 Las tradiciones de vampirismo y licantropía.
 La demonología, estudiada por los teólogos y por los magos medievales y
renacentistas.
 El Tao.
 La alquimia (y la metalurgia).
 El esoterismo de Lovecraft.

Conexiones con otras partes de la obra de Deleuze:

 En ¿Qué es la filosofía?, las referencias a los “medios inconfesables” del


pensador. Las referencias a los nuevos filósofos de la religión que están
pensando desde la inmanencia (Corbin incluido en esto). Las referencias al
pensar como seguir una “línea de brujería”.
 En Diálogos, las referencias breves a la escoba de la bruja, a la brujería. A los
“puntos de alucinación del pensamiento”.
 En DF, toda la cuestión de la “distorsión de los sentidos” y la “farmacodinamia”.
El Cálculo esotérico de Wronski, etc. Warrain. Court de Gébelin. La mención a
Jacob Boehme. Y las referencias a la intoxicación y al sonambulismo en Leibniz
en el capítulo sobre las Ideas.
 En Crítica y clínica, las referencias al esoterismo de los árabes (en el texto sobre
T.E. Lawrence), al cuerpo astral o afectivo en D.H. Lawrence, al símbolo
rotativo, a la embriaguez (como viaje astral, incluso) vs. el sueño, al misticismo
y al lenguaje divino en el texto sobre Melville, etc.
 En Antiedipo, las ceremonias mágicas de curación en la tribu Ndembu y el
esquizoanálisis; Artaud y el heliogábalo (pura magia); la mística esquizo; la
exploración de las drogas; la cadena mágica y los nombres mágicos, etc.
 En “Mathesis: ciencia y filosofía” (ver en: Revista Collapse: III. Unknown
Deleuze o: http://www.gold.ac.uk/history/news-events/mathesis/; o en “Cartas y
otros textos”, editorial Cactus): todo el hermetismo de Malfatti de Montereggio.
 En “Lógica del sentido” los estudios sobre Zen, sobre Artaud, sobre Klossowski,
sobre Lucrecio, etc. La mención crítica a Boheme y Schelling (Serie:
Singularidades). Court de Gébelin (Serie: Humor).
 En “El bergsonismo”, el estudio sobre el misticismo en Bergson.
 En “Spinoza y el problema de la expresión”, su breve “historia del
inmanacionismo” (“Inmanencia y elementos históricos de la expresión”) desde
la perspectiva del neoplatonismo. Al igual que sus menciones a la
“complicación” del tiempo y a un universo expresivo, en “Proust y los signos”.
 En “Francis Bacon: lógica de la sensación”, todo lo que se dice acerca del
“devenir-animal” como espíritu, y el “tercer ojo”.
 En “Proust y los signos”, las referencias al neoplatonismo y al jeroglífico.
 En “Las zonas de inmanencia” (en “La isla desierta y otros textos”): referencias
al neoplatonismo y a los místicos renanos.

Bibliografía secundaria sobre el tema:

 Matt Lee – Mark Fisher; Deleuze y la brujería, Buenos Aires, Las Cuarenta,
2009. Selección, traducción y prólogo de Juan Salzano.
 V.V.A.A.; Nosotros, los brujos. Apuntes de arte, poesía y brujería, Buenos Aires,
Santiago Arcos ed., 2008 y 2017. Edición y prólogo de Juan Salzano.
 Joshua Ramey; Deleuze hermético. Filosofía y prueba spiritual, Buenos Aires,
Las Cuarenta, 2016. Introducción, traducción y notas de Juan Salzano.
 Joshua Ramey; The Hermetic Deleuze: Philosophy and Spiritual Ordeal,
Durham y Londres, Duke University Press, 2012.
 Joshua Ramey – Paul A. Harris (comps.); “Spiritual Politics after Deleuze”, en:
Substance. A review of theory and literary criticism, #121, Volumen 39, Nro 1,
2010.
 V.V.A.A.; Speculation, Heresy and Gnosis in Contemporary Philosophy of
Religion: The Enigmatic Absolute, Londres y Nueva York, Rowman &
Littlefield. Compilación y prólogo de Joshua Ramey y Matthew S. Haar Farris.
 Christian Kerslake; Deleuze and the unconscious, Londres y Nueva York,
Continuum, 2007.
 Christian Kerslake; “The Somnambulist and the Hermafrodite: Deleuze and
Johann de Montereggio and Occultism”, en Culture Machine:
http://www.culturemachine.net/index.php/cm/article/view/243/225
 Christian Kerslake; Immanence and the Vertigo of Philosophy: Deleuze and
Kant, Edinburgh University Press, 2009.
 Kristien Justaert; Theology after Deleuze, Londres y Nueva York, Continuum
Press, 2012.
 Daniel Colucciello Barber; Deleuze and the Naming of God: Post-Secularism
and the Future of Immanence, Edinburgh University Press, 2014.
 F. LeRon Shults; Iconoclastic Theology: Gilles Deleuze and the Secretion of
Atheism, Edinburgh University Press, 2014.
 V.V.A.A.; Deleuze and the Schizoanaysis of Religion, Bloomsbury Academic,
2016. Edición de Lindsay Powell-Jones y F. LeRon Shults.
 V.V.A.A.; After the Postsecular and the Postmodern: New Essays in Continental
Philosophy of Religion, Cambridge Scholars Publishing, 2011. Edición de
Anthony Paul Smith y Daniel Whistler.
 V.V.A.A.; Deleuze and Religion, Nueva York, Routledge, 2001. Edición de Mary
Bryden.
 Revista Collapse: III. Unknown Deleuze [Speculative Realism], UK,
Urbanomic, Noviembre 2007. Editor: Robin Mackay.
 Los textos acerca de Deleuze y Montereggio, del historiador David Reggio.

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