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CONVENIO SOBRE DIVERSIDAD BIOLÓGICA

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es el primer instrumento multilateral que aborda la
biodiversidad como un asunto de importancia mundial, que demuestra la preocupación ante su deterioro
y reconoce su papel en la viabilidad de la vida en la Tierra y en el bienestar humano. El CDB es el
instrumento más importante en la promoción de la conservación de la biodiversidad y el aprovechamiento
sustentable del capital natural, impulsando acciones para el desarrollo sustentable. Sus objetivos son:
1. La conservación de la diversidad biológica
2. El uso sostenible de los componentes de la diversidad biológica
3. La participación justa y equitativa de los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos
genéticos.
El Convenio entró en vigor el 29 de diciembre de 1993, y a la fecha cuenta con 196 Partes, falta por ratificar
EUA y el Vaticano.

Antecedentes
En 1992 se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo,
conocida como "Cumbre de la Tierra", en Rio de Janeiro (Brasil), en donde se adoptaron una serie de
compromisos en torno al medioambiente. Uno de los principales acuerdos firmados en la Cumbre de la
Tierra fue el Convenio de Diversidad Biológica (CBD), inspirado por el creciente compromiso de la
comunidad global con la conservación y el aprovechamiento sustentable de la biodiversidad. A la par del
CBD, también se adoptaron los siguientes instrumentos multilaterales: Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) y Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la
Desertificación (UNCCD), así como la Agenda 21.
¿De qué se trata? - El Convenio En la Cumbre
para la Tierra en 1992 de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), en Río de Janeiro, los
líderes mundiales acordaron una estrategia
amplia para un desarrollo sostenible. En este
marco se ratificó también el Convenio sobre la
Diversidad Biológica (CBD). Sus objetivos son la
conservación de la diversidad biológica, la
utilización sostenible de sus componentes, la
participación justa y equitativa en los
beneficios que se derivan de la utilización de
los recursos genéticos. Este Pacto convenido entre la gran mayoría de los gobiernos del mundo es el
primer acuerdo global que integra los recursos genéticos, especies y ecosistemas, así como todos los
aspectos de la diversidad biológica. Este acuerdo establece compromisos para mantener la diversidad
biológica como un bien mundial para la supervivencia de la humanidad y reconoce que la conservación
de la diversidad biológica es una parte integral del proceso de desarrollo.

¿Qué es el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica?


La décima reunión de la Conferencia de las Partes (COP 10), celebrada en octubre de 2010 en
Nagoya, Japón, adoptó para el período 2011-2020 un Plan Estratégico para la Diversidad Biológica. Es un
marco de acción para todos los países para salvar la diversidad biológica y mejorar sus beneficios para las
personas. Reconociendo la urgente necesidad de acción, la Asamblea General de Naciones Unidas ha
declarado del 2011 al 2020 como el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad.

¿Cuáles son las Metas Aichi?


El Plan Estratégico incluye las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica.
Se definen 20 metas ambiciosas para lograr cinco objetivos estratégicos:

Objetivo estratégico A: Abordar las causas subyacentes de la pérdida de la diversidad biológica mediante
la incorporación de la diversidad biológica en todo el gobierno y la sociedad.
Meta 1: Para 2020, a más tardar, las personas tendrán conciencia del valor de la diversidad biológica y de
los pasos que pueden dar para su conservación y utilización sostenible.

Meta 2: Para 2020, a más tardar, los valores de la diversidad biológica habrán sido integrados en las
estrategias y procesos de planificación de desarrollo y de reducción de la pobreza nacionales y locales y
se estarán integrando en los sistemas nacionales de contabilidad, según proceda, y de presentación de
informes.

Meta 3: Para 2020, a más tardar, se habrán eliminado, eliminado gradualmente o reformado los
incentivos, incluidos los subsidios, perjudiciales para la diversidad biológica, a fin de reducir al mínimo o
evitar los impactos negativos, y se habrán desarrollado y aplicado incentivos positivos para la
conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica, de conformidad y en armonía con el
Convenio y otras obligaciones internacionales pertinentes, tomando en cuenta las condiciones
socioeconómicas nacionales.

Meta 4: Para 2020, a más tardar, los gobiernos, empresas e interesados directos de todos los niveles
habrán adoptado medidas o habrán puesto en marcha planes para lograr la sostenibilidad en la
producción y el consumo y habrán mantenido los impactos del uso de los recursos nacionales dentro de
límites ecológicos seguros.

Objetivo estratégico B: Reducir las presiones directas sobre la diversidad biológica y promover la
utilización sostenible.

Meta 5: Para 2020, se habrá reducido por lo menos a la mitad y, donde resulte factible, se habrá reducido
hasta un valor cercano a cero, el ritmo de pérdida de todos los hábitats naturales, incluidos los bosques,
y se habrá reducido de manera significativa la degradación y fragmentación.

Meta 6: Para 2020, todas las reservas de peces e invertebrados y plantas acuáticas se gestionarán y
cultivarán de manera sostenible, lícita y aplicando enfoques basados en los ecosistemas, de manera tal
que se evite la pesca excesiva, se hayan establecido planes y medidas de recuperación para todas las
especies agotadas, las actividades pesqueras no tengan impactos perjudiciales importantes en las
especies amenazadas y en los ecosistemas vulnerables, y el impacto de la actividad pesquera en las
reservas, especies y ecosistemas se encuentren dentro de límites ecológicos seguros.

Meta 7: Para 2020, las zonas destinadas a agricultura, acuicultura y silvicultura se gestionarán de manera
sostenible, garantizándose la conservación de la diversidad biológica.

Meta 8: Para 2020, se habrá llevado la contaminación, incluida aquella producida por exceso de
nutrientes, a niveles que no resulten perjudiciales para el funcionamiento de los ecosistemas y para la
diversidad biológica.

Meta 9: Para 2020, se habrán identificado y priorizado las especies exóticas invasoras y vías de
introducción, se habrán controlado o erradicado las especies prioritarias, y se habrán establecido medidas
para gestionar las vías de introducción a fin de evitar su introducción y establecimiento.
Meta 10: Para 2015, se habrán reducido al mínimo las múltiples presiones antropógenas sobre los
arrecifes de coral y otros ecosistemas vulnerables afectados por el cambio climático o la acidificación de
los océanos, a fin de mantener su integridad y funcionamiento.

Objetivo estratégico C: Mejorar la situación de la diversidad biológica salvaguardando los ecosistemas,


las especies y la diversidad genética.

Meta 11: Para 2020, al menos el 17% de las zonas terrestres y de las aguas interiores y el 10% de las zonas
marinas y costeras, especialmente las que revisten particular importancia para la diversidad biológica y
los servicios de los ecosistemas, se habrán conservado por medio de sistemas de áreas protegidas
administrados de manera eficaz y equitativa, ecológicamente representativos y bien conectados, y de
otras medidas de conservación eficaces basadas en áreas, y estas estarán integradas a los paisajes
terrestres y marinos más amplios.
Meta 12: Para 2020, se habrá evitado la extinción de especies amenazadas identificadas y se habrá
mejorado y sostenido su estado de conservación, especialmente el de las especies en mayor disminución.

Meta 13: Para 2020, se habrá mantenido la diversidad genética de las especies vegetales cultivadas y de
los animales de granja y domesticados y de las especies silvestres emparentadas, incluidas otras especies
de valor socioeconómico y cultural, y se habrán desarrollado y puesto en práctica estrategias para reducir
al mínimo la erosión genética y para salvaguardar su diversidad genética.

¿Qué significa esto para mi empresa?


A- La incorporación de la biodiversidad en todos los ámbitos de la sociedad para que las personas tengan
conciencia del valor de la diversidad biológica y de los pasos que pueden seguir para su conservación y
utilización sostenible es un tema que el sector privado está trabajando cada vez más (1). Las empresas u
otros actores están adoptando medidas para lograr la sostenibilidad en la producción y el consumo (4).
B- Las presiones directas sobre los recursos naturales se minimizan con el uso sostenible. La pérdida,
degradación y fragmentación de los hábitats naturales, incluidos los bosques se reduce con una
planificación que tenga en cuenta el valor de la biodiversidad aplicando enfoques basados en los
ecosistemas (5), (6).
La agricultura, acuicultura y silvicultura se pueden gestionar de manera sostenible, evitando la
contaminación sobre todo por exceso de nutrientes y la presión antropógena sobre los arrecifes de coral
(7), (8).
C- El sector privado ya está involucrado en la conservación de zonas marinas y costeras (11),
salvaguardando los ecosistemas, las especies y la biodiversidad. Hay que duplicar estos esfuerzos de las
empresas manteniendo también la diversidad genética de las especies vegetales cultivadas, de los
animales domesticados y de las especies silvestres con un valor socio-económico y cultural (13).
D- El valor de los ecosistemas que proporcionan servicios esenciales se nota cada vez más en las
actividades económicas (14) y el incremento de la resiliencia de los ecosistemas tiene un valor económico
importante. Como la cantidad de las catástrofes naturales y su intensidad se está aumentando, la
capacidad de los ecosistemas de equilibrar y mitigar estas perturbaciones y adaptarse a los cambios es un
recurso fundamental para cualquier actividad económica (15)
CONVENCIÓN MARCO DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) fue adoptada
en Nueva York el 9 de mayo de 1992 y entró en vigor el 21 de marzo de 1994. Permite, entre otras cosas,
reforzar la conciencia pública, a escala mundial, de los problemas relacionados con el cambio climático.
En 1997, los gobiernos acordaron incorporar una adición al tratado, conocida con el nombre de Protocolo
de Kioto, que cuenta con medidas más enérgicas (y jurídicamente vinculantes).
En 2006 se enmendó en Nairobi este Protocolo a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio
Climático y se tenía previsto adoptar un nuevo protocolo en el año 2009 en Copenhague, el cual se tuvo
que retrasar y mover a México en el 2010.
Objetivo:
Lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel
que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático y en un plazo suficiente para
permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurando que la producción
de alimentos no se vea amenazada y permitiendo que el desarrollo económico prosiga de manera
sostenible.
En la definición de este objetivo es importante destacar dos aspectos:
1. No se determinan los niveles de concentración de los GEI que se consideran interferencia
antropógena peligrosa en el sistema climático, reconociéndose así que en aquel momento no
existía certeza científica sobre qué se debía entender por niveles no peligrosos.
2. Se sugiere el hecho de que el cambio del clima es algo ya inevitable por lo cual, no sólo deben
abordarse acciones preventivas (para frenar el cambio climático), sino también de adaptación a
las nuevas condiciones climáticas.

Clasificación de las Partes y sus compromisos


 Anexo I: Hay 43 Partes que figuran en el Anexo I de la Convención, incluida la Unión Europea.
Estas Partes se clasifican como países desarrollados y "economías en transición". Las 14
economías en transición son las antiguas economías de planificación centralizada (soviéticas)
de Rusia y Europa del Este.
 Anexo II: Hay 24 Partes que figuran en el Anexo II de la Convención, incluida la Unión Europea.
Estas Partes están formados por miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos(OCDE). Las Partes incluidas en el Anexo II son necesarias para proveer apoyo
financiero y técnico a las economías en transición y los países en desarrollo, para ayudarles a
reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (mitigación del cambio climático) y
gestionar los impactos del cambio climático (adaptación al calentamiento global).
 Anexo B: Las Partes que figuran en el Anexo B del Protocolo de Kioto, son las Partes del Anexo I
con los objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero de Kyoto del primer o segundo
periodo. Los objetivos del primer periodo se aplicaron durante los años 2008-2012. Como parte
de la Conferencia sobre el Cambio Climático Doha 2012, se acordó una enmienda al Anexo B que
contiene una lista de las Partes del Anexo I que tienen objetivos del segundo periodo, que se
aplican de 2013 a 2020. Las modificaciones aún no han entrado en vigor.
 No Anexadas: Las Partes que no figuran en el Anexo I de la Convención, son en su mayoría
los países en desarrollo con bajos ingresos. Estos países en desarrollo pueden ser voluntarios para
convertirse en países del Anexo I cuando estén suficientemente desarrollados.
 Países con menor desarrollo: 49 Partes son países menos desarrollados, y se les da un estatus
especial en virtud del tratado, en vista de su limitada capacidad para adaptarse a los efectos del
cambio climático.

ESTRUCTURA DE LA CMNUCC
o Conferencia de las Partes de la CMNUCC (COP, por sus siglas en inglés)
La Conferencia de las Partes es el órgano supremo en el que se reúnen las Partes de la Convención para
adoptar decisiones. La COP se reúne una vez al año desde 1995 (un año después de la entrada en vigor de
la CMNUCC), tiene el mandato de revisar la implementación de la Convención y puede negociar nuevos
compromisos.
o Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Protocolo de Kioto
(COP-MOP, por sus siglas en inglés)
Este órgano actúa en calidad de reunión de las Partes en el Protocolo de Kioto y está integrado por todas
las Partes que han ratificado el Protocolo. Las sesiones de la COP y COP-MOP se celebran
simultáneamente para reducir costes y mejorar la coordinación entre la Convención y el Protocolo. La
COP-MOP se reunió por primera vez en Montreal en 2005, coincidiendo con la entrada en vigor del
Protocolo de Kioto.
o Órganos Subsidiarios permanentes de la Convención y del Protocolo de Kioto
El Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (SBSTA, por sus siglas en inglés): asesora
a las Conferencias de las Partes de la Convención y el Protocolo sobre las cuestiones científicas y
tecnológicas relativas al clima, el medio ambiente, la tecnología y las metodologías. Además, el SBSTA
contribuye a establecer un vínculo entre la información científica facilitada por fuentes especializadas
como el IPCC, por un lado, y las necesidades normativas de la COP y la COP-MOP por el otro.
El Órgano Subsidiario de Ejecución (SBI, por sus siglas en inglés): ayuda a supervisar cómo se aplican la
Convención y el Protocolo. Una labor especialmente importante a este respecto es examinar la
información contenida en los inventarios de gases de efecto invernadero y otras obligaciones de
información presentadas por las Partes, con el fin de evaluar la eficacia global de la Convención y del
Protocolo, incluyendo la revisión de la asistencia financiera otorgada a las Partes no incluidas en el Anexo
I para ayudarles a aplicar los compromisos contraídos en el marco de la Convención.
Estos órganos subsidiarios tienen un mandato específico y se reúnen dos veces al año durante dos
semanas, en la sede de la Secretaría de la Convención ubicada en Bonn (Alemania), y en paralelo a las
reuniones de la COP y COP-MOP a finales de cada año. Ambos están abiertos a la participación de todas
las Partes y de observadores acreditados.
El siguiente diagrama representa las principales instituciones que forman parte de la CMNUCC. Cada
institución u organismo incluye su denominación seguida de las siglas en inglés, con el objeto de facilitar
su identificación.
Ratificada por los 33 países de América Latina y el Caribe, la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático entró en vigor en marzo de 1994. El objetivo del Convenio es lograr la
estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que
impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. La Convención establece un marco
general para los esfuerzos intergubernamentales para hacer frente los desafíos provocados por el cambio
climático.

PAISES
País Estado parte desde País Estado parte desde
Antigua y Barbuda 02/02/1993 Haití 25/09/1996
Argentina 11/03/1994 Honduras 19/10/1995
Bahamas 29/03/1994 Jamaica 06/01/1995
Barbados 23/03/1994 México 11/03/1993
Belice 31/10/1994 Nicaragua 31/10/1995
Bolivia 03/10/1994 Panamá 23/05/1995
Brasil 28/02/1994 Paraguay 24/02/1994
Chile 22/12/1994 Perú 07/06/1993
Colombia 22/03/1995 República Dominicana 07/10/1998
Costa Rica 26/08/1994 Saint Kitts y Nevis 07/01/1993
Cuba 05/01/1994 San Vicente y las 02/12/1996
Granadinas
Dominica 21/06/1993 Santa Lucía 14/06/1993
Ecuador 23/02/1993 Suriname 14/10/1997
El Salvador 04/12/1995 Trinidad y Tobago 24/06/1994
Granada 11/08/1994 Uruguay 18/08/1994
Guatemala 15/12/1995 Venezuela 28/12/1994
Guyana 29/08/1994

Destacados

Acceso a la información (artículos 6.a.ii y 12.10)


Las partes promoverán y facilitarán, en el plano nacional, y según proceda, en los planos subregional y
regional, el acceso del público a la información sobre el cambio climático y sus efectos.
Con sujeción de párrafo 9, y sin perjuicio de la facultad de cualquiera de las Partes de hacer pública su
comunicación en cualquier momento, la secretaria hará públicas las comunicaciones de las Partes
relacionadas con la aplicación de la convención con arreglo al artículo 12, en el momento en que sean
presentadas a la conferencia de las Partes.

Intercambio de Información y establecimiento de registros de emisiones (artículo 4)


Todas las Partes, teniendo en cuenta sus responsabilidades comunes pero diferenciadas, deberán
elaborar, actualizar periódicamente, publicar y facilitar a la Conferencia de las Partes, inventarios
nacionales de las emisiones antropógenas; y formular, aplicar, publicar y actualizar programas nacionales
y, según proceda, regionales que contengan medidas orientadas a mitigar el cambio climático. Deberán
asimismo, promover y apoyar con su cooperación el intercambio pleno, abierto y oportuno de la
información pertinente de orden científico, tecnológico, técnico, socioeconómico y jurídico sobre el
sistema climático, y sobre las consecuencias económicas y sociales de las distintas estrategias de
respuesta.

Participación del público (artículos 4.i y 6.a.iii)


Todas las partes promoverán y facilitarán la participación del público en el estudio del cambio climático y
sus efectos y en la elaboración de las respuestas adecuadas. Las Partes deberán también estimular la
participación más amplia posible, incluida la de las organizaciones no gubernamentales, en la educación,
la capacitación y la sensibilización del público respecto del cambio climático.
Educación ambiental y sensibilización del público (artículos 4.i y 6)
Las partes promoverán y facilitarán la elaboración y aplicación de programas de educación y
sensibilización del público sobre el cambio climático y sus efectos y la formación de personal científico,
técnico y directivo.

LA POLITICA AMBIENTAL EN EL PERU


 Las nuevas políticas son el resultado de la colaboración entre el gobierno de Perú y diversas ONG.
 Dicen que por un lado describen una estrategia unificada para los bosques del país y que, por otro,
establecen múltiples objetivos de atenuación y adaptación al cambio climático.
 Las políticas fueron aprobadas por el gobierno nacional pero todavía no está claro si se
implementarán en forma integral a nivel regional.
 Un elemento comodín es la nueva gestión presidencial de Perú, que parece enfocarse en el
crecimiento económico.
En el último tramo de la presidencia de Ollanta Humala, el Congreso Nacional de Perú aprobó un conjunto
de políticas innovadoras relacionadas con el cambio climático centradas en reducir la deforestación,
proteger las cuencas de agua y la biodiversidad, y proporcionar las herramientas necesarias para atraer
las inversiones internacionales mediante programas de las Naciones Unidas tales como REDD+ y el Fondo
Verde para el Clima.
Hay mucho optimismo con respecto a las nuevas políticas, especialmente en la capital. No obstante, se ve
templado por el reciente cambio de gestión y por la ilegalidad y el oportunismo económico que, por lo
general, reinan en la lejana Amazonía peruana y sus ecosistemas vulnerables.
“Es un conjunto de leyes muy valioso, da una señal importante”, comentó a Mongabay Michael Jenkins,
fundador y CEO de Forest Trends, organización con sede en Washington. “Pero Perú es un país muy
complicado, no se puede soslayar ese hecho. Se promulgaron estas leyes a nivel nacional, pero deben
implementarse también a nivel regional y local”.
En esencia, las nuevas políticas promueven lo siguiente:
 Regular y fomentar la inversión pública en servicios del ecosistema. Por ejemplo, en el sector de
agua y saneamiento, se han asignado USD 30 millones para garantizar el abastecimiento de agua
de las ciudades conservando al mismo tiempo las cuencas de agua.
 Aprobar una Estrategia Nacional para el Cambio Climático y los Bosques, con el objetivo de
determinar las principales amenazas a los bosques del país y desarrollar planes que las combatan.
El enfoque de “producción y protección” tiene como objetivo lograr un uso más eficiente de los
terrenos ya deforestados y al mismo tiempo evitar que se talen más árboles. La estrategia también
le permitirá a Perú atraer fondos internacionales para la conservación forestal provenientes de
Noruega, Alemania y Estados Unidos.
 Brindar una guía oficial para desarrollar compensaciones de biodiversidad en los ecosistemas
andinos. La guía detalla el proceso para evaluar la pérdida potencial de biodiversidad ocasionada
por la minería, las represas hidroeléctricas y la construcción de caminos, y crear compensaciones
regionales a fin de asegurar que no haya pérdidas netas de biodiversidad.
Estas nuevas políticas se vinieron gestando hace años con los aportes de diversas ONG, como Forest
Trends y World Wildlife Fund (WWF) y el impulso de Manuel Pulgar-Vidal, exministro del Ambiente de
Perú. Pulgar-Vidal presidió la Cumbre del Clima realizada en Lima en 2014 y fue copresidente de la
organizada en París en diciembre pasado.

Así logró aumentar la visibilidad de Perú como un país con conciencia ecológica, comprometido con la
atenuación y adaptación al cambio climático. Las nuevas políticas serán tenidas en cuenta por la ONU al
momento de revisar y asignar los incentivos monetarios proporcionados por REDD+ para reducir la
deforestación y la degradación de los bosques. Miles de millones de dólares ya han sido donados a
programas de REDD+ a nivel internacional. Mediante el programa REDD+, los países ricos ofrecen
incentivos financieros a aquellos en desarrollo para contribuir a la protección de sus bosques tropicales y,
de esa manera, reducir las emisiones de carbono que produce la conversión de tierras.
Pulgar-Vidal, así como todo el gabinete del presidente Humala, el 28 de julio entregó el gobierno al
presidente electo Pedro Pablo Kuczynski, quien había ganado las elecciones nacionales en junio con el
50,1 % de los votos. El compromiso de Kuczynski, economista que desea mantener el ritmo de crecimiento
acelerado del país, con los bosques lluviosos de la Amazonía —los cuartos más extensos del mundo— no
está claro.
“Habrá que ver si el nuevo gobierno puede sacar provecho de lo que tiene adelante”, expresó Enrique
Ortiz, ecologista peruano que dirige el Fondo para la Amazonía Andina en Washington D.C. “Estamos
viendo señales positivas, pero todavía no se puede decir con cuánta seriedad se tomarán estas leyes”.
Un enfoque unificador
Gena Gammie, directora asociada de la Iniciativa de Agua de Forest Trends en Perú, dijo que las nuevas
políticas describen una estrategia unificada para los bosques del país y establecen múltiples objetivos de
atenuación y adaptación al cambio climático.
“Cuando nos pusimos a observar la situación, nos dimos cuenta de que los líderes regionales hacían una
cosa mientras que el gobierno nacional hacía otra distinta”, contó Gammie. “Empezamos a preguntarnos:
¿qué queremos lograr? ¿Qué es lo que causa deforestación? ¿Qué tenemos que hacer y cuál es el mejor
enfoque estratégico?”.
Gammie señaló que hay investigaciones que indican que en la cuenca del río Amazonas, una región muy
selvática, los pequeños propietarios de tierras son los responsables de gran parte de la deforestación
existente: de una a cinco hectáreas por vez, nunca más de cincuenta.
Otro estudio reciente dice que los datos utilizados para justificar la conversión de tierras para la
agricultura de pequeña escala no fueron verificados sobre el terreno. A pesar de todo, Gammie ve
oportunidades de influir en los pequeños terratenientes. “Hay agricultores que producen café y cacao sin
capacidades sofisticadas. Talan árboles para poder cultivar, desgastan muy rápidamente el suelo y luego
se trasladan a otro terreno y comienzan a deforestarlo. Estos productores no están vinculados con
ninguna cooperativa ni reciben ayuda en forma de créditos”.

Un rancho alejado en la Amazonía peruana. Fotografía de Rhett A. Butler


Uno de los objetivos de las nuevas políticas es ayudar a los pequeños agricultores a hacer un uso más
eficiente de la tierra, a hacerla más productiva y sostenible, y disminuir la necesidad de deforestar más
terreno. Una intervención tal, en consonancia con la política nacional, debe también realizarse a nivel
local y regional.
Jenkins agregó: “Nuestra estrategia no puede reducirse solamente a salvar los bosques. Hay muchos
habitantes en la zona que dependen del ecosistema para obtener su sustento. Se necesita un enfoque
tanto de protección como de producción, y hay que ofrecer alternativas a la minería de oro ilegal y a las
plantaciones ilegales de aceite de palma. Eso será difícil porque ambas actividades son altamente
lucrativas”.
Sin embargo, hay maneras de lograrlo, según los expertos. Si se implementaran y cumplieran en forma
justa (grandes condicionales en un país como Perú), las nuevas políticas podrían brindar incentivos a los
habitantes locales empobrecidos para trabajar los terrenos ya degradados o deforestados, sin necesidad
de tocar bosques intactos y de gran biodiversidad.
Jenkins dijo que alrededor de USD 500 millones de fondos internacionales han sido asignados para la
conservación de bosques de Perú, ya sea a través de REDD+ como del Fondo Verde para el Clima.
Idealmente, esos fondos podrían en parte ayudar a los agricultores a tener cultivos legales y sostenibles
como café, cacao para chocolate o incluso aceite de palma, que se perfila como el nuevo cultivo comercial
en Perú.
“Se puede usar dinero proveniente de Noruega, por ejemplo, para fomentar una actividad hasta armar la
marca (de café o chocolate peruano) y crear los mercados necesarios”, explicó.
Sin embargo, las propuestas que menciona Jenkins son puestas en debate por un estudio reciente sobre
los factores que impulsan la deforestación en la Amazonía peruana, que cuestiona la trayectoria de
monocultivos de commodities.
“Hay evidencia de que en otras partes de la Amazonía, como Brasil, si bien la agricultura de pequeña
escala (difusa y diversa como es) impulsa la deforestación, nuevos procesos como la consolidación de
tierras, el establecimiento de plantaciones y la ganadería de gran escala pueden convertirse —y lo hacen
con el tiempo— en las mayores actividades impulsoras”.

Tierras para pastura de ganado convertidas a partir de bosques lluviosos de la Amazonía. Fotografía de Rhett A. Butler
Los autores del estudio, publicado en el Journal of the Society of Conservation Biology, dicen que habría
que investigar más para encontrar formas posibles de uso sostenible de tierras en la cuenca amazónica.
Argumentan que “para que Perú pueda reducir la deforestación y la degradación de los bosques y al
mismo tiempo alcanzar objetivos de desarrollo y subsistencia, habría que investigar en forma más rigurosa
y con métodos variados cuáles son los factores que impulsan la deforestación, y establecer procesos que
involucren a todos los interesados para evaluar cuáles y cómo serían las compensaciones”.
“Hay que reexaminar los viejos supuestos sobre la deforestación, pero obtener mejor información para
conocer cuáles son los impulsores de la deforestación es solamente el primer paso en la elaboración de
planes de uso de tierras eficaces y de implementaciones de políticas”.
Variaciones regionales
Luis Fernández, ecologista y director del Proyecto Carnegie de Mercurio en la Amazonía, cree que las
nuevas políticas nacionales son muy positivas, pero piensa que pueden tener mayor impacto en la región
occidental de los Andes, donde la mayor parte de las empresas operan de forma legal, que en las zonas
remotas de la Amazonía donde los estados tienen distintos niveles de estabilidad política y social.
“En el norte del país (como los departamentos de Loreto y San Martín) están las poblaciones más
antiguas”, dijo Fernández, quien ha investigado mucho la cuestión de la minería de oro ilegal en la
Amazonía peruana. “Las instituciones son muy antiguas. Los habitantes han vivido allí durante muchos
años, y los políticos buscan soluciones para las problemáticas que existen en la zona”.
No obstante, en el sudeste del país, en el departamento de Madre de Dios, una de las regiones de Perú
más vulnerables y vitales ecológicamente hablando, no hay control alguno. El gobernador regional Luis
Otsuka no solo es minero, sino que fue presidente de la Asociación de Mineros Artesanales. En este rubro,
es común que los mineros operen sin licencia, no cumplan las normas y no paguen impuestos.
“Él quiere cuidar a su gente, y su gente son los mineros”, dice Fernández. “Pero ese tipo de actividad hace
mucho daño al ambiente. Es un problema grave, y muy difícil de combatir”.

Mina de oro en el departamento Madre de Dios, Perú. Fotografía de Rhett A. Butler

Otro hecho que contribuye al problema es que gran parte de la población de ese departamento es
inmigrante, es decir, se trata de trabajadores que se instalan en la región de forma temporal y luego,
cuando el trabajo termina, se van. Por lo general cobran sueldos bajos y hacen trabajos forzados. No
tienen conexión alguna con la tierra, la cultura o las tradiciones indígenas, y les importa poco la salud de
los bosques y los ecosistemas.
“Implementar las soluciones que se proponen requiere cierto vínculo social”, explicó Fernández. “Suena
un poco raro, pero eso explica por qué fracasan tantos proyectos”.
Ortiz, del Fondo para la Amazonía Andina, dijo que el presidente Kuczynski quiere modernizar al país en
parte mediante la reestructuración y racionalización de normas para el desarrollo. El presidente ya dio a
entender que la polémica mina de cobre Tía María, en la región sureña de Arequipa, tiene su aval para
avanzar, a pesar de haber sido fuertemente resistida durante seis años por la comunidad agrícola. Los
agricultores sostienen que la mina destruirá un valle fértil que da sustento a 15 000 familias.
“Tenemos la esperanza de que mejorar el país y la economía no signifique dar la espalda al medio
ambiente”, dijo Ortiz. “Sería un gran error hacerlo. Sabemos que [Kuczynski] se preocupa mucho por el
cambio climático, y que cree que es una problemática que hay que atender, pero no sabemos todavía qué
hará al respecto”.
Jenkins, de Forest Trends, quien tuvo participación en las políticas ambientales que se aprobaron, admite
que hay riesgos y reconoce lo que está en juego. “Hay muchas partes interesadas, pero francamente, no
hay otra forma de hacerlo”, comentó en relación al impacto del cambio climático. “Es como si
estuviéramos corriendo una maratón. Hay que seguir corriendo porque se acaba el tiempo”.
FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES Y
ADMINISTRATIVAS

ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS CONTABLES


CURSO:

ECOLOGIA Y DESARROLLO SOSTENIBLE


DOCENTE:

PEÑARANDA BARRA, Manuel Humberto


ALUMNA:

 VARGAS LLANQUE, Laura Antonieta

SEMESTRE: III “B”


PUNO- PERÚ
2019

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