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EL OBJETO DEL PROCESO ADMINISTRATIVO

EL OBJETO DEL PROCESO

Las actividades que integran el proceso administrativo tiene por objeto la


declaración de voluntad por la que se solicita de órgano jurisdiccional una
actuación frente a una persona determinada y distinta del actor de la
declaración, esta constituye el acto fundamental del proceso que se
denomina “pretensión procesal”, unos sujetos las partes discutirán acerca
de la conformidad o disconformidad de la pretensión con el ordenamiento
jurídico, otro el juez decidirá acerca de esa conformidad, en
consecuencia accederá o no la actuación solicitada mediante un acto
de cosa juzgada. En consecuencia es necesario determinar que es la
pretensión procesal, sus alcances y todo aquello que tiene por objeto.

Para poder entender cuál es el objeto del proceso es necesario referirse al


concepto de litigio, el que se ha considerado, por un sector de la teoría del
proceso, que no es un concepto esencialmente procesal porque todo
proceso presupone un litigio, pero no todo litigio desemboca
definitivamente en un proceso; por lo que se considera que el litigio no
tiene esencia procesal, aunque siempre el contenido de todo proceso es
litigioso.

Carnelutti, señala la existencia de dos polos en ese choque de fuerzas:


uno de ellos es el contrario, en el que hay un pacto de fuerza; el otro es el
delito, en el que el equilibrio de fuerzas se rompe. Contrato y delito
representan, pues, los dos extremos de la conflictividad social. Si
examinamos diversos casos o situaciones de la realidad jurídica, se nos
mostrará evidentenente ese choque de fuerzas; por ejemplo, en el
matrimonio hay choque de fuerzas entre marido y mujer; y así sucede en la
compraventa, entre el comprador y el vendedor, o en el arrendamiento.
El punto de equilibrio en esas relaciones implica la subsistencia del
vínculo y estabilidad

El proceso administrativo viene a ser un instrumento para solucionar ciertos


tipos de conflictos, por lo que se quiere ver en el proceso un instrumento
de solución de la conflictiva administración-administrado el cual mantenga
un equilibrio de las relaciones jurídicas contra puestas que si chocan
desestabiliza y pone en riesgo la paz social.
Carnelutti, citado por el profesor Gómez, expresa respecto del litigio lo
siguiente: llamo litigio al conflicto de intereses calificado por la pretensión
de uno de los interesados y por la resistencia del otro. (Ibídem). En el
proceso administrativo será la pretensión de un particular contra un acto
administrativo y la resistencia del estado

LA ACCION Y LA PRETENSIÓN PROCESAL

Se hace necesario clarificar estos dos conceptos. En la doctrina procesal,


el tratamiento de la pretensión, desde el punto de vista, aunque con una
gran variedad de tesis y criterios propios como es natural, ha generado
menos problemas que el de la acción, puesto que se le ha ubicado con
mayor propiedad como un presupuesto de la acción y como uno de 1os
elementos de la demanda, a fin de no confundirla con ésta.

Por ello, sigue diciendo el profesor Chacón, creemos que a estas alturas el
concepto de pretensión no sea nada nuevo. Es el fruto de la evolución
que ha sufrido el concepto mismo a lo largo del tiempo y por la insistencia
de los procesalistas para su fijación, a raíz de las discusiones generadas con
su precedente ya examinado "la acción", en la búsqueda de una
concepción que permitiera su diferenciación de forma tal que no diera
lugar a confundir ambos institutos, tanto en su contenido como en sus
elementos. (Ibídem).

La pretensión (anspruch, pretesa) dice Couture, es la afirmación de un


sujeto de derecho de merecer la tutela jurídica y, por supuesto, la
aspiración concreta de esta se haga efectiva. En otras palabras: el auto
atribución de un derecho por parte de un sujeto que invocándolo pide
concretamente que se haga efectiva a su respecto la tutela jurídica.

Pero la pretensión no es la acción. La acción es el poder jurídico de hacer


valer la pretensión. Ese poder jurídico existe en el individuo, aun cuando la
pretensión sea fundada. Es por eso que algunas doctrinas internacionales
han preferido borrar de su léxico el equívoco vocablo acción y acudir
directamente a la pretensión. A nuestro criterio es un razonamiento muy
lógico, puesto que en el lenguaje jurídico y en la doctrina, se encuentra
impregnada de la aparente sinonimia de ambos vocablos. Si bien sabemos
son dos vocablos diferentes con significados diferentes, es menester acotar
que tienen íntima relación, por ello se estima necesario estudios por
separado para arribar a conclusiones al final del estudio por lo que no
puede haber acción sin pretensión ni pretensión sin acción.

LA ACCION

EQUÍVOCOS INICIALES ACERCA DEL VOCABLO ACCIÓN

En buena medida la polémica sobre este punto, es una polémica de


palabras. El acuerdo acerca del mismo es indispensable para entenderse.

El vocablo acción aparece, con un significado diferente, en todos los


campos del derecho. Sólo en un derecho positivo determinado, dice
Couture, se le han fijado quince acepciones distintas. En el campo del
derecho procesal. En particular, su significado varía en el tiempo y el
espacio. En cierto estudio se han enumerado veintitrés definiciones.

Puede comprobarse, además; que el sentido del vocablo ha


evolucionado en el tiempo; el concepto de acción entre los países de
cultura latina y los de cultura angloamericana; en terrenos tan próximos
como el de la jurisdicción y de la administración, el concepto del mismo
vocablo es diverso.

De acción en sentido procesal, dice Couture, se puede hablar, cuando


menos, en tres acepciones distintas:

 Como sinónimo de derecho; es el sentido que tiene el vocablo


cuando se dice "el actor carece de acción", o se hace valer la
"exceptio sine actione agit", lo que significa que el actor carece de
un derecho efectivo que el juicio deba tutelar.
 Como sinónimo de pretensión; es éste el sentido más usual del
vocablo, en doctrina y en legislación; se halla recogido con
frecuencia en los textos legislativos del siglo XIX que mantienen su
vigencia aun en nuestros días; se habla, entonces, de "acción
fundada y acción infundada", de "acción real y acción personal", de
"acción civil y acción penal", de "acción triunfante y acción
desechada". En estos vocablos, la acción es la pretensión de que se
tiene un derecho válido y en nombre del cual se promueve la
demanda respectiva.
 Como sinónimo de facultad de provocar la actividad de la
jurisdicción, se habla de un poder jurídico que tiene todo individuo
como tal y en nombre del cual le es posible acudir ante los jueces en
demanda de amparo a su pretensión.

Se entiende por acción no ya el derecho material del actor ni su pretensión


a que ese derecho sea tutelado por la jurisdicción sino su poder jurídico de
acudir ante los órganos jurisdiccionales. Esto es plantear una demanda
para hacer valer una pretensión.

Por ello entendemos que esta última acepción del vocablo es la más
conveniente para nuestro estudio. Se hace necesario hacer un análisis de
los alcances que tiene la definición.

Debe tomarse en cuenta que la acción debe ser ejercitada por el


demandante para poder hacer valer la pretensión en el proceso, el
derecho de acción, expresa el profesor Chacón: es el de "obtener una
actividad jurisdiccional, cualquiera que sea su contenido'', el de pretensión
procesal, es el de "que se efectúen todos los actos necesarios para el
reconocimiento del derecho". (Ibídem).

Se puede decir que la diferencia entre acción y pretensión procesal


administrativa resulta de la eficacia de la acción en todo caso y de cómo
dicha eficacia está condicionada en la pretensión procesal y de cómo
dicha eficacia está condicionada en la pretensión procesal administrativa
entre otras cosas por la legitimación.

Legitimación es independiente de la acción. Esta corresponde a todos los


ciudadanos, ante todo se da la obligación del Estado (asumida a través
de los órganos jurisdiccionales) de examinar y resolver si en ellos hay
potestad para acoger la pretensión que se promovió. De aquí que la
acción logra su finalidad (poner en movimiento jurisdiccional el Estado).
El que la proponga sea quien fuere, en tanto, naturalmente, tenga
capacidad para ser parte: el Tribunal ha de resolver sobre ella en todo
caso, aunque fuere declarando que no puede proveer sobre el fondo por
falta de pretensión eficaz.

Por otro lado la eficacia de la pretensión está condicionada por la


legitimación, es decir, por la necesidad de que quien la lleva a efecto se
halle en determinada relación con el interés que alega como violado.
LA PRETENSION

El diccionario de ciencias jurídica Políticas y sociales, de Manuel Osorio


dice que Petición en general. Derecho real o ilusorio que se aduce para
obtener algo o ejercer un título jurídico. Propósito, intensión. Por su parte
Gómez Lara, dice que la pretensión es uno de los elementos necesarios
para la existencia de un litigio. Si no hay pretensión, no puede haber litigio.

Si la pretensión es una intención exteriorizada para someter un interés de


otro al propio interés propio, es necesario precisar la distinción entre la
pretensión, el derecho subjetivo y la acción.

LA PRETENSION PROCESAL ADMINISTRATIVA

La pretensión procesal administrativa ofrece ciertas notas específicas que


la diferencian de las demás. Se han señalado como tales la naturaleza de
la persona frente a la que la pretensión se formula y es referirse a actos
administrativos.

Es el acto de declaración de voluntad exigiendo que un interés ajeno se


subordine al propio, deducida ante juez, plasmada en la petición y dirigida
a obtener una declaración de autoridad susceptible de ser cosa
juzgada que se caracteriza por la solicitud presentada.

El proceso administrativo tiene por objeto dice el profesor González,


pretensiones procesales que no se diferencian sustancialmente de las
demás, aun cuando tradicionalmente se haya creído y todavía se crea por
un sector importante de la doctrina- que las pretensiones procesales
administrativas -o al menos algunas de ellas -no se deducen frente a una
persona distinta del actor, sino frente a un acto, por lo que no dan lugar a
un proceso entre partes. Ahora bien, la pretensión procesal administrativa
ofrece ciertas notas específicas que la diferencian de las demás. Se han
señalado como tales la naturaleza de la persona frente a la que la
pretensión se formula y es referirse a actos administrativos.

LA PERSONA FRENTE A LA QUE SE FORMULA LA PRETENSION

La exigencia de la subordinación del interés ajeno al interés propio". La


pretensión procesal administrativa sería aquélla exigencia de la
subordinación del interés de la administración pública, o, más
concretamente, frente a una de las entidades que integran la
administración pública, al interés de un particular. Pero hay que señalar los
siguientes reparos, dice el profesor González:

 Que no todas las pretensiones deducidas, frente a una


administración pública son objeto del proceso administrativo. En
cuanto las administraciones públicas pueden actuar sujetas al mismo
derecho que los particulares y no al mismo derecho administrativo,
las pretensiones a que den lugar aquellas actividades reguladas por
derecho administrativo deberán deducirse en el proceso ordinario o
especial que corresponda.
 Hay que tenerse en cuenta la existencia de actividades
administrativas de órganos estatales no administrativos, que no están
integrados en ese todo orgánico que constituye la administración
pública, sino en otro poder.

EL ACTO DE IMPUGNACIÓN

Se ha tenido la idea que encontrar la nota específica de la pretensión


procesal administrativa en que se dirige siempre a impugnar actos
administrativos y disposiciones reglamentarlas; en ella se solicita la nulidad,
anulación o reforma de actos administrativos de contenido individual y de
contenido general. Se pueden oponer reparos.

 En los ordenamientos jurídicos se ha abandonado la exigencia de la


decisión administrativa como presupuesto procesal general,
admitiéndose la pretensión procesal administrativa frente a la
inactividad de las administraciones públicas.
 Que cuando se rigiera el principio de la decisión previa, no existe
razón alguna para excluir el ámbito del proceso administrativo la
pretensión frente a la vía de hecho, con arreglo a la doctrina
tradicional de la vía de hecho.
 La pretensión procesal administrativa puede no limitarse a solicitar la
anulación del acto administrativo, sino que lo que se pide del órgano
jurisdiccional es, además, el reconocimiento de situaciones jurídicas
individualizadas y basta la indemnización de daños y perjuicios.
(Ibídem).
Hay que reconocer, sin embargo, que por lo general, la delimitación en
función del acto administrativo (individual o general) objeto de
impugnación responde con mucha fidelidad a1 criterio que suele
informar todavía los ordenamientos jurídicos del proceso administrativo.

FUNDAMENTO DE LA PRETENSIÓN

La nota que realmente califica la pretensión procesal administrativa es el


fundamento de la pretensión: la actuación que se pide al órgano
jurisdiccional está fundada en el ordenamiento de derecho administrativo.
Se reacciona ante una actividad o inactividad sujeta al derecho
administrativo (caso del silencio administrativo adjetivo) o ante una
actuación material a la que falta la cobertura de un acto sujeto al
derecho administrativo. Lo que quiere decir que como fundamento de la
pretensión no puedan invocarse preceptos de rango constitucional que
puedan resultar infringidos e incluso normas de derecho civil aplicables por
la vía de la supletoriedad, aunque si se habla de supletoriedad no es
precisamente en derecho civil, sino procesal civil y por integración.

DEFINICION DEL CONCEPTO

El planteamiento de la demanda es el acto procesal (acción) de iniciación


en el que se formula la pretensión. Pero no puede incoarse el proceso por
un acto que no contenga la pretensión distinguiéndose ambos actos.
Distinción que en el proceso administrativo viene impuesta por elementales
razones redefensa del demandante cuando no es la propia administración
autora del acto: para que pueda formular la pretensión una vez remitido el
expediente administrativo al órgano jurisdiccional, conociendo todos los
antecedentes que condujeron al acto administrativo impugnado.

No obstante, en el ordenamiento guatemalteco del proceso administrativo


no se establece la distinción. Aun cuando no exista la diferenciación en el
tiempo entre uno y otro acto, es incuestionable la distinción conceptual. El
profesor González distingue dos afirmaciones:

 La demanda en sentido estricto es, meramente, el acto de


iniciación, el prius cronológico del proceso. En ella se limita el
demandante a solicitar se inicie un proceso con relación a una
pretensión, que fomularse en el mismo acto o en un acto ulterior.
 La pretensión procesal es el acto fundamental del proceso, su prius
lógico.
LA PRETENSION PROCESAL ES UN ACTO

Es un acto, que se combina con la acción, no un derecho; algo que se


hace, que se plasma en la demanda, no algo que se tiene. Es una
declaración de voluntad, se haga valer o no, no una manifestación
afectiva, emocional o psicológica del que la formula; pero tampoco es
una exteriorización intelectual o declaración de ciencia que se limita a
poner de manifiesto la presente existencia o inexistencia real de una cierta
proposición, pero al final que se materializa en tanto ponemos en
actividad al órgano jurisdiccional, a través de la acción, mediante una
demanda ante el tribunal administrativo.

La pretensión siendo un elemento del litigio, no siempre da nacimiento al


mismo, puesto que en cuanto nos sometamos a la pretensión (aceptar
tácitan1ente el acto dictado por la administración y cumplido
voluntariamente o no), el litigio no nace. La pretensión no siempre
presupone la existencia de un derecho, pero ade1nás, también puede
existir el derecho sin que exista la pretensión, así como también puede
haber pretensión sin que exista el derecho. En una gran cantidad de casos,
inclusive por medio de la acción procesal, algunas veces se logra
satisfacer pretensiones sin tener derecho.

La pretensión sería una parte, la consistente en el contenido objetivo,


el.ele1nento sustancial de la demanda. Así, la pretensión se enlaza con
otros tres datos: hacia el pasado con la justificación (causa petendi}; hacia
el futuro con la sentencia (petítum) y en el presente con la acción
(requisito).

LA PRETENSIÓN ES OBJETO DEL PROCESO

La pretensión procesal es una declaración de voluntad por la que se


solicita la actuación de un órgano jurisdiccional frente a persona
determinada y distinta del autor de la declaración. "(Ibídem). Para este
autor, la pretensión se constituye en el objeto mismo del proceso. Por tal
razón la sentencia (fin del proceso), tendrá que tener congruencia con la
pretensión exteriorizada por el actor en su demanda por ello no puede el
juzgador dictar resolución contraria a la misma.
El órgano jurisdiccional juzgará dentro del límite de la pretensión. Por ello
fue que la Corte de Constitucionalidad declaró inconstitucionalidad la
última frase del artículo 45 que decía: -el texto del artículo 45 del d.c. 119-
96 dice- La sentencia examinará en su totalidad la juridicidad del acto o
resolución cuestionada, pudiéndola revocar, confirmar o modificar, sin que
el tribunal esté limitado por lo expresamente impugnado o el agravio
invocado. De tal modo que, de no hacerse así la sentencia que en su día
se dictara adolecería de vicio de incongruencia, puesto que el criterio es
que estaría resolviendo ultra petit eso significa que se dejaría por un lado la
pretensión procesal.

CLASES DE PRETENSIÓN PROCESAL ADMINISTRATIVA

LOS CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN

Las legislaciones, la jurisprudencia y la doctrina internacional de los distintos


países, especialmente latinoamericanos, tradicionalmente han venido
admitiendo la existencia de dos tipos de "proceso contencioso
administrativo": los llamados de anulación y plena jurisdicción, que daban
lugar a dos procesos sustancialmente distintos, aunque con el mismo
procedimiento.

CLASIFICACION

PRETENCIONES DECLARATIVAS

CONCEPTO Y CLASES

Señala el maestro González: También llamadas cognición o de


declaración, son aquéllas en que se solicita del órgano jurisdicción una
declaración de voluntad una sentencia frente al demandado. Da lugar a
un proceso de cognición o declarativo que termina normalmente por la
declaración de voluntad en la que se actúa la pretensión de la parte o se
niega a actuarla.

Se adopta el criterio de clasificación tradicional de las doctrinas


internacionales de derecho procesal administrativo y se refiere a las de
anulación, plena jurisdicción e interpretación.
PRETENCIONES DE ANULACION

CONCEPTO

La pretensión es de anulación también llamada en algunos ordenamientos


y en algunas doctrinas internacionales de nulidad cuando lo que se solicita
del órgano jurisdiccional es meramente la anulación del acto de
contenido individual o contenido general. No se pide el reconocimiento
de situaciones jurídicas individualizadas, sino únicamente la anulación, no
la reforma del acto administrativo que se impugna.

Forma parte de la pretensión de anulación el caso de la declarativa de


lesividad, en tanto que lo que se pretende la anulación de un acto
administrativo, que haya sido notificado y ejecutado, por lo que el mismo
ya está firme y consentido.

NATURALEZA JURIDICA Y FUNCION DE LA PRETENSION PROCESAL

Estas dependerán del tipo de pretensión que se quiera hacer valer, si se


trata de plena jurisdicción, de ejecución o de interpretación de una norma
administrativa. Partiendo de estos 3 supuestos que se deben de estudiar
en su naturaleza jurídica.

REQUISITOS DE LA PRETENSION PROCESAL ADMINISTRATIVA

Si para qué una pretensión sea procedente iniciar el proceso administrativo


basta con su mera existencia, es decir, que se produzca la petición de una
persona dirigida al órgano jurisdiccional pidiendo la protección jurídica y
para que sea actuada se exige, además, su conformidad con el
derecho objetivo.

El incumplimiento de estos requisitos procesales determinará la


"improcedencia del juicio" aunque en la regulación de ésta no se recogen
todos los supuestos. Estos requisitos procesales pueden referirse a los
sujetos, al objeto y a la actividad jurisdiccional en sí misma considerada.

REQUSITOS SUBJETIVOS

REFERENTES AL ORGANO JURISDICCIONAL

Es necesario que tenga jurisdicción y sea competente. En este caso debe


ser formulada ante cualesquiera de las salas del Tribunal de lo Contencioso
.Administrativo, consecuentemente la pretensión deberá deducirse ante el
órgano jurisdiccional que, en cada ordenamiento, según el sistema
adoptado, tenga jurisdicción para conocer de las pretensiones fundadas
en derecho administrativo. Y, dentro del respectivo orden jurisdiccional,
deberá deducirse ante aquel órgano al que corresponda el conocimiento
de la concreta pretensión que se deduce, en función de los Criterios que
se siguen para delimitar las respectivas competencias.

REFERENTES A LAS PARTES

La pretensión deberá formularse por quien tiene la capacidad para poder


ser parte procesal, este legitimado para deducir la petición en que se
concreta y tenga la postulación procesal según el sistema que adopte.
Debe dirigirse a la persona legitimada pasivamente. Al regir la regla de la
decisión previa, bastará con indicar el acto o disposición que motiva la
pretensión.

REQUISITOS OBJETIVOS

Lo que se pide del órgano jurisdiccional ha de ser algo que tenga


fundamento, por su naturaleza para satisfacer necesidades o
conveniencias objetivamente determinadas. De aquí que -como ha
declarado la jurisprudencia-, señala el profesor González, no sea admisible
una pretensión limitada a solicitar declaraciones de principio o doctrinales,
o para prevenir agravios futuros o corregir anticipadamente defectos
probables que todavía no se han producido.

Los actos administrativos de ejecución tampoco son susceptibles de


impugnación autónoma -la estimación de la pretensión deducida frente al
acto de que son ejecución comportará la anulación de eIIos-, salvo que
incurran por sí mismo en infracción, no derivada de aquélla en que hubiera
podido incurrir el acto definitivo.

REQUISITOS DE LA ACTIVIDAD

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