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100 + Sin conciencia acerca de un plan determinado, parecia molest. (Oh, esot Ahora éstoy en algo mucho mis grande, mucho miss. ‘Un dia aa hora de comer lo arretarn. Alda siguiente, Elyse fue avisitarlo ala comisara. La polici le dio que habia pasado la noche en casa de un amigo y quel da siguiente habia vendido el equipo de fotografia deesa persona, Hla nolo erey pero sel uez. Se supo que le polcia buscaba a Jere por muchas acusaciones. Fue ala circa A pesar de su encarcelacidn, nunca perdié su induencia sobre Ese eesrila desde la cree porlo menos unavezal daa veces, hasta tres, Le escribi sobre sus alentos, sus sues, sus panes, Le , Como decia Earl: «Siempre me han dicho los dems que soy un ipo grande que no hay nada que no pueda hacer; a veces creo que me toman é pelo, pero un hombre tiene que creer en si ‘mismo, gn0? Cuaadlo me miro a mé mismo, me gusta lo que veo». -Enla época en que estudiamosa Earl, hace ya varios aos, uv ‘una entrevista con el comité de concesin ce a libertad condicional y lijo: eHe madurado mucho y ne veo ningin foturven esta vida que eyo, de cave en edrc, Tengo nvicho qucolzecer ala socledady be Innajad camo par s.Mibjeti sstvertexy ei ‘esser un buen ciudadano, vivir modestamente y tener una relaciin ‘deamor con una buena mujer. Creo que ahora soy una persona mis hhonestay digna de confianza que antes. Miteputacin es ahora, para smi, sagradla», Uno de mis entrevistadores coments al respecto: irénico que Earl diga eso porque su reputaciGn es precisamente la {de mentir sin parar yla de utilizar docenas de identidades flsas». ‘Sorprendentemente el psicdlogo y el psiquiatra dela cércel pen- saron que Eas! habja mosteado bastante mejoria durante su estanci all, y basindose en la relacién que tuvieron con l consideraron que se corria un riesgo razonable indole la libertad condicional Pero, como dijo uno de mis colaboradores: «Si a mitad deo que me ha dicho es cierto, nunca deberian dejalo salt». Far sedaba cuenta de ‘que muestra evaluaclén era estrctamente confidencial, que formaba parte de wn proyecto de investigacién y que no fbamosa comunicar nuestros resultados las atoridadesinstitucionalesa noser que, en ‘ese momento, supusiese una amenaza concreta para los dems o para A mismo, Nosotzostuvimosacceso, pues, ast auténtica personalidad, diferente dela que mostr6 al comité de la concesin de ta libertad condicional, De todas formas, este fue denegaday empez6 aacusat ‘ni evaluador de divulgar las confidencias que le habia hecho. Mi colaborador, temiendo represiias por parte de los amigos de Earl ‘nel exterios se fue de viajea Europa y ahora trabaja en Inglaterra, Earl fue puesto en libertad recientemente y mi colaboradorno tiene, por ahora, la menor intencin de volver a Canadi, Notas "Dos autores que debaten acerca de las causa de la detinewencia son James Wilson y Richard Herrenstein, Crime and Human ‘Nature, Nueva York, Touchstone, 1985. Disponemos de un analiss sobre la atraccién hacia el delito que cexperimentan algunos individos en una obra de Jack Kratz, Sraluctions of Crime, Nueva York, Basic Books, 1988. 184 +Sineonciencia » RD. Hare, K. Stsachan y AE. Forth, «Psychopathy andl erime: A review, en K, Howells y C. Hollin(comps,), Clinical Approaches to Mentally Disordered Offenders, Nueva York, Wiley, 1993 + Tim Cahill, Buried Dreams, Nueva York, Bantam Books, 1987. © Norman Mailer, The Executioner Song, Nueva York, Warner Books, 1080 (trad, esp La cancién del verdugo, Barcelona, Anagrama, 1995). © Playboy, mayo de 1977, pig. 76 > RD, Hare y LN, McPherson, «Violent and aggressive behavior by criminal psychopaths», International Journal of Law and Psychiatry, n° 7, 1984, pags. 35-505 D.S, Kosson, SS. Smith y JP ‘Newman, «Evaluating the construct validity of psychopathy on ‘Black and White male inmates: Unee preliminary studies» Journal of Abnormal Psychology, n* 99, 1990, pigs. 250-259: R.C. Serin, ‘Psychopathy and violence in criminals, journal ofInterperso- ral Violence, n?6, L991, pags. 423-131; S. Wong, «Criminal and {institutional behaviors of psychopaths», Programs Branch Users Report, Ottavra, Ontario, Canadé, Ministerio del Subsecretario dle Justicla, 1984. © Playboy, mayo de 1977, pig 76. *§, Williamson, R, Hare y 5, Wong, «Violence: Criminal psycho. paths and their victims», Canadian Journal of Behavioral Science, 1° 1, 1987, pigs. 454-462. Citado por Felicia Lee, New York Times News Service, 26 de no viembre de 1991. R. Prentky y R. Knight,

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