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Ficha de cátedra
Karlheinz Stockhausen
Estructura y tiempo vivencial1
(extracto)
Ya que los más elementales procesos de la música serial se han aclarado, los interrogantes más in-
mediatos se refieren a la organización musical. Una composición de Webern provee el paradigma para
uno de los más urgentes: ¿Qué conexión orgánica hay entre estructura y tiempo vivencial?
Por tiempo vivencial entendemos lo siguiente: cuando escuchamos una pieza musical, se suceden a
varias velocidades procesos de alteración. Disponemos de menor o mayor tiempo para aprehender
estas alteraciones. Consecuentemente, algo que es repetido inmediatamente, o que recolectamos, es
aprehendido más rápidamente que lo que cambia. Experimentamos el pasaje del tiempo a través de los
intervalos entre las alteraciones: cuando nada es alterado, perdemos nuestra orientación en el tiempo.
Aun una repetición es una alteración: algo ocurre -luego no ocurre nada- luego algo vuelve a ocurrir.
Aun dentro de un proceso muy simple experimentamos alteraciones: el proceso comienza y termina.
Al intervalo entre el comienzo y el final lo llamamos duración, al intervalo entre los comienzos de
dos procesos sucesivos lo llamamos intervalo de entrada. La percepción de un simple sonido implica
experimentar fluctuaciones periódicas o aperiódicas de presión en el aire. En toda percepción nos en-
contramos con alteraciones variables que tienen una estructura particular; a esas variadas tiempo-
estructuras las experimentamos cualitativamente a través de varios conceptos (parámetros). La repe-
tición tiene el más pequeño grado de alteración, un evento absolutamente sorpresivo, el más grande.
El grado de información es así mayor cuando a cada momento del fluir musical el momentum de sor-
presa (en el sentido en que lo describimos) es mayor: la música tiene constantemente "algo que decir”.
Pero esto significa que el tiempo vivencial fluye alterándose de manera constante a inesperada.
Una evidente paradoja es inmediatamente explicada: cuanto más grande es la densidad temporal de
alteraciones inesperadas más es el tiempo que necesitamos para asimilar eventos, y cuando tenemos
menos tiempo para la reflexión, el tiempo pasa más rápidamente. Cuanto más baja la densidad efectiva
de alteración (no reducida por remisión o por el hecho de que las alteraciones coincidan con nuestras
expectativas), los sentidos necesitan menos tempo para reaccionar, se ubican mayores intervalos de
tiempo vivencial entre los procesos, y el tiempo pasa más lentamente.
Es siempre necesario, para lograr un alto y efectivo grado de alteración y, en consecuencia, un alto
momentum de sorpresa, que obtengamos del tiempo experimentado una cierta lógica de flujo, sobre la
base de la cual comenzamos a experimentar anticipadamente, a esperar algo.
Si advertimos al final de una obra musical -sin considerar cuánto duro, si era rápida o lenta, o si tenía
muchas notas o pocas- que hemos "perdido toda sensación de tiempo", entonces hemos experimenta-
do el tiempo más fuertemente.
1
El ensayo Struktur un Erlebniszeit (“Estructura y tiempo vivencial”), de Karlheinz Stockhausen, fue publicado en Die
Reihe, vol II, Viena, Universal Edition, 1955.