Buenas noches para todos los presentes; Directivos, docentes y compañeras.
Hoy se cumple nuestro primer sueño más deseado, y digo “primer” porque sé que lo que más anhelábamos era estar sentadas aquí y tener esa seguridad de decir “Lo Logramos” Hace seis años atrás, pensábamos en ser la mejor de la clase, en ir a la universidad, en ser ingenieras, abogadas y demás profesiones que desde niña soñábamos. Pero… Ya vemos que el trayecto para llegar hasta donde queremos, no es nada fácil, si! Puede ser divertido, y algunas veces aburrido levantarse todos los días y pasar siete horas sentadas prestando atención a las clases, y que maravilla cierto? Que hoy nuevamente estemos aquí, frente a ellos, durante las mismas siete horas; con la única diferencia que hoy solo prestamos atención en sus rostros porque puede que no los volvamos a ver en mucho tiempo. Con seguridad hoy debemos estar felices, pero sabemos que hay una gran tristeza en nuestros corazones, que curioso cierto? Que en el colegio decíamos “ Quiero que se acabe el año ya!” y hoy digamos “que rápido se pasó el tiempo”. Hoy seis de diciembre del dos mil dieciocho, tal vez sea la reunión más importante para nosotras, se preguntaran ¿Por qué? Pues sencillo! Hoy vamos a jugar con el tiempo; lo que no hicimos en todo un año, no compartimos con algunas compañeras hoy lo vamos hacer en siete horas. Sin duda alguna los mejores años los pasamos en el colegio; aquel que fue como mi casa, donde habían reglas por cumplir, es como si hubiésemos tenido otra vida; tenemos unos padres, amigas que se convierten en hermanas y hasta tenemos vecinos, que son los otros grados, como siempre, con algunos nos llevamos bien y con otros no tanto. Pero en realidad lo más importante es que somos parte de esta comunidad Gabrielista y que honor poder decir “Yo me gradué en la Institución Educativa Gabriela Mistral” Me despido recalcando y agradeciendo a los docentes por su hermoso trabajo, de verdad que no es nada fácil y nosotras tuvimos la oportunidad de sentir el duro trabajo que ellos deben hacer, sinceramente el regalo más lindo que ustedes nos pudieron dar fue su tiempo”, con una palabra de tan solo siete letras les quiero reconocer todo su esfuerzo y dedicación; “GRACIAS” por ser nuestros segundos padres.