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Para mí la gran diferencia entre hablar y comunicar, es el nivel o tipo de interacción que
se da entre el emisor y el receptor, lo que se ha definido en este tema como feedback.
¿Quién no ha mantenido una charla con otra persona y a los cinco minutos no
recordaba ni una sola palabra de lo que se había hablado? O ¿Quien no ha asistido a
una conferencia y a duras penas ha conseguido no dar una cabezadita?
Para que todo esto pase, tienen que darse muchos factores, unos muy evidentes como
puede ser el canal, el contexto y por supuesto el mensaje. Pero hay otros factores no tan
evidentes que influyen igual o más que los anteriores, como puede ser el tono de voz, la
carencia al hablar, la intensidad, los gestos con los que se acompañan la palabras,
factores menos apreciables que contribuyen a que la retroalimentación entre emisor y
receptor sea plena.
Es por ello que se dice que solo el 7% de la comunicación entre dos persona se realiza
mediante la palabra. Según el mensaje que quieras trasladar se hacen presentes estos
factores menos tangibles, como tonalidad, carencia, pausas, gestos y etc.
Por ejemplo:
Es tal la importancia, de que el mensaje llegue al receptor sin ningún tipo de distorsión,
es decir que el mensaje llegue tal como quiere el emisor, que empresas y personas con
facetas públicas, como es el caso de políticos, recurren a especialistas, para que les
asesoren de cómo hacerlo. Pagan miles de euros para que la gesticulación sea la
adecuada a la palabra, el gesto facial se acomode al mensaje. Todo con la finalidad de
que el feedback o la retroalimentación entre emisor y receptor sea la buscada, por quien
paga.
Cuanta más compleja sea una actividad, más importancia adquiere la comunicación. Es
el caso de las empresas, con unas características de comunicación muy especificas.
Siempre se ha entendido que el contexto y canal de comunicación en la empresa estaba
bien delimitado, pero en la actualidad, con las redes sociales como principal canal, y
unas reglas tan cambiantes, la comunicación adquiere una gran importancia para el
desarrollo de la empresa.
Si en la empresa existe una buena comunicación, tanto de forma interna como externa,
ello contribuirá al crecimiento de la empresa:
Internamente: Aumentando la motivación y el compromiso de los empleados, lo
que implica estar más cerca de conseguir los objetivos que la empresa se ha
marcado.
Externamente: contribuyendo a su imagen, aumentando su competitividad.
A simple vista que fácil parece comunicarse, pero que cuando analizamos, un poquito,
nos damos cuenta de que:
En muchas ocasiones no existe feedback, que el mensaje se queda a mitad de
camino y no llega al receptor y si llega, es tan fácil distorsionarlo.
En definitiva solo existe ese 7% del lenguaje del que hablábamos al inicio del
trabajo, donde el lenguaje no verbal, como gestos o guiños y el tono y ritmo de
la voz son sustituidos por muñequitos o imágenes.