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DIFERENCIA ENTRE HABLAR Y COMUNICAR

Para mí la gran diferencia entre hablar y comunicar, es el nivel o tipo de interacción que
se da entre el emisor y el receptor, lo que se ha definido en este tema como feedback.

Siempre comprendiendo que, el tipo de interacción entre emisor y receptor, nos es


igual en una conversación a dos, en un discurso o al impartir una clase. Aunque en cada
una de estas situaciones la finalidad es la misma, que el mensaje sea comprendido e
interpretado por el receptor, tal como desea el emisor.

¿Quién no ha mantenido una charla con otra persona y a los cinco minutos no
recordaba ni una sola palabra de lo que se había hablado? O ¿Quien no ha asistido a
una conferencia y a duras penas ha conseguido no dar una cabezadita?

No se puede comunicar sin una buena retroalimentación entre emisor y receptor. El


mensaje tiene que ser enviado de tal forma que el receptor lo capte y lo haga tan suyo
como el emisor.

Para que todo esto pase, tienen que darse muchos factores, unos muy evidentes como
puede ser el canal, el contexto y por supuesto el mensaje. Pero hay otros factores no tan
evidentes que influyen igual o más que los anteriores, como puede ser el tono de voz, la
carencia al hablar, la intensidad, los gestos con los que se acompañan la palabras,
factores menos apreciables que contribuyen a que la retroalimentación entre emisor y
receptor sea plena.

Es por ello que se dice que solo el 7% de la comunicación entre dos persona se realiza
mediante la palabra. Según el mensaje que quieras trasladar se hacen presentes estos
factores menos tangibles, como tonalidad, carencia, pausas, gestos y etc.
Por ejemplo:

Si contamos un chiste, es importante que el emisor utilice una expresión


corporal exagerada, un leguaje acentuado o fingido, onomatopeyas, ruidos,
palabras con segundos significados, un ritmo rápido en el leguaje, frases cortas
e incompletas que den lugar a confusión o a dobles sentidos.

Charo León Daza Página 1


Si contamos una historia de miedo, nuestro tono será bajo, el ritmo lento,
haciendo pausas largas entre frases, nuestra expresión corporal será expectante,
intentaremos trasmitir incertidumbre, duda, desconfianza y etc.

En los ejemplos citados, la palabra no sirve de mucho si no está acompañado por el


resto de factores que hacen que el receptor capte el mensaje, tal como el emisor quiere
que lo haga. En el primer caso que cause risa y en el segundo que cause miedo. Y es
aquí donde radica la dificultad de comunicar.

No cualquiera puede ser un buen comunicador, y aunque es cierto que se puede


aprender, creo que es una cualidad innata del ser humano como puede ser tener buena
voz.

Es tal la importancia, de que el mensaje llegue al receptor sin ningún tipo de distorsión,
es decir que el mensaje llegue tal como quiere el emisor, que empresas y personas con
facetas públicas, como es el caso de políticos, recurren a especialistas, para que les
asesoren de cómo hacerlo. Pagan miles de euros para que la gesticulación sea la
adecuada a la palabra, el gesto facial se acomode al mensaje. Todo con la finalidad de
que el feedback o la retroalimentación entre emisor y receptor sea la buscada, por quien
paga.

Cuanta más compleja sea una actividad, más importancia adquiere la comunicación. Es
el caso de las empresas, con unas características de comunicación muy especificas.
Siempre se ha entendido que el contexto y canal de comunicación en la empresa estaba
bien delimitado, pero en la actualidad, con las redes sociales como principal canal, y
unas reglas tan cambiantes, la comunicación adquiere una gran importancia para el
desarrollo de la empresa.

Si en la empresa existe una buena comunicación, tanto de forma interna como externa,
ello contribuirá al crecimiento de la empresa:
 Internamente: Aumentando la motivación y el compromiso de los empleados, lo
que implica estar más cerca de conseguir los objetivos que la empresa se ha
marcado.
 Externamente: contribuyendo a su imagen, aumentando su competitividad.

Charo León Daza Página 2


Hoy en día, cuando se habla de comunicación, hay que hablar de redes sociales, el
nuevo canal por el que las personas interactúan entre ellas.

A simple vista que fácil parece comunicarse, pero que cuando analizamos, un poquito,
nos damos cuenta de que:
 En muchas ocasiones no existe feedback, que el mensaje se queda a mitad de
camino y no llega al receptor y si llega, es tan fácil distorsionarlo.
 En definitiva solo existe ese 7% del lenguaje del que hablábamos al inicio del
trabajo, donde el lenguaje no verbal, como gestos o guiños y el tono y ritmo de
la voz son sustituidos por muñequitos o imágenes.

Y al analizar si, en este tipo de comunicación, es más importante el mensaje que el


feedback, contestamos un no rotundo, se supone que a través de este canal se ha
llegado a la cima de la comunicación. Llegando nuestros mensajes a miles de personas
y buscando los + “likes” posibles a nuestros comentarios. Si quiero “likes” significa que
busco haya retroalimentación, o no? Y me pregunto:

 ¿Son los likes los feedback de esta época?


 ¿Sera que preferimos hablar a comunicar?

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