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El documento discute los conceptos de valores y responsabilidad social desde una perspectiva ética. Define los valores como normas morales que guían la conducta de una sociedad. Explica que la responsabilidad social implica que individuos y organizaciones se hagan cargo de los impactos de sus acciones y tomen medidas para beneficiar a la sociedad y el medio ambiente. También describe los tipos principales de responsabilidad social como la corporativa, gubernamental y de individuos.
El documento discute los conceptos de valores y responsabilidad social desde una perspectiva ética. Define los valores como normas morales que guían la conducta de una sociedad. Explica que la responsabilidad social implica que individuos y organizaciones se hagan cargo de los impactos de sus acciones y tomen medidas para beneficiar a la sociedad y el medio ambiente. También describe los tipos principales de responsabilidad social como la corporativa, gubernamental y de individuos.
El documento discute los conceptos de valores y responsabilidad social desde una perspectiva ética. Define los valores como normas morales que guían la conducta de una sociedad. Explica que la responsabilidad social implica que individuos y organizaciones se hagan cargo de los impactos de sus acciones y tomen medidas para beneficiar a la sociedad y el medio ambiente. También describe los tipos principales de responsabilidad social como la corporativa, gubernamental y de individuos.
Visto desde el punto de vista de la Ética, se asume como valores aquellas
normas morales que se constituyen en fundamentos o cualidades asimilados de
manera consciente por los individuos de una comunidad que norman su conducta y regulan su proceder ante determinadas situaciones. De igual manera, se hace referencia al carácter dual de la conducta humana la cual está determinada por la circunstancialidad de la emisión de juicios valorativos en tanto que en estos influye no sólo la asimilación de estas normas sino que median además creencias, referentes culturales, intereses socio clasistas, entre otros. La responsabilidad, como valor, es una de las categorías éticas de mayor auge académico, pues su carácter está determinado por las normas sociales establecidas y cómo el individuo reacciona ante ellas en diferentes contextos para el cumplimiento de sus deberes. Es decir, se parte de reconocer que los valores se identifican con lo bueno, con aquello que adquiere valoración positiva de los juicios en la conducta del individuo o la sociedad en general, por lo tanto, los valores sólo se pueden estimar, y se constituyen como tal siempre que conlleven a un beneficio para el hombre. Pero la determinación de lo que es beneficioso o no está mediada en la percepción de quien lo evalúa, ya que lo que para algunas personas pueda ser considerado como bueno, para otros puede que no lo sea. En otras palabras, lo que ya no es bueno deja de ser considerado como un valor. En el mismo orden de ideas, la responsabilidad social se identifica con el cumplimiento del compromiso u obligación de los individuos, ya sea de manera particular o como grupo social, hacia sí mismos o hacia la sociedad en sentido general. Esta definición lleva implícita una dualidad valorativa, desde el punto de vista ético o legal, determinada por el impacto que pueda tener determinada acción o decisión del sujeto en la sociedad. Generalmente, se considera que la responsabilidad social se diferencia de la responsabilidad política porque no se limita al poder gubernamental, es por ello que la misma tiene muchas interpretaciones como consecuencia de las distintas visiones que limitan su desarrollo. Las acciones de ella se dirigen generalmente a empresas cuando su verdadera necesidad radica en el desarrollo social y bienestar integral de las comunidades. De esta manera aplicando la responsabilidad social en un ámbito general, podrá permitir que las empresas, la sociedad y el estado puedan accionar de manera participativa en el desarrollo del entorno y del país.
Ahora bien, la responsabilidad social ha venido cobrando gran importancia y
ha ido evolucionado su percepción en los entornos señalados anteriormente por su participación en estos elementos y que de manera significativa se manifiesta como engranaje para el desenvolvimiento de los mismos, lo que permite así obtener resultados de liderazgo para la trasformación de una comunidad en los ámbitos social y empresarial.
Es importante resaltar que para que exista una responsabilidad social es
necesario ser agentes activos y participativos, estos son elementos que implican la producción e intercambio de conocimientos y les otorga la responsabilidad a los miembros de una sociedad. La participación y compromiso que adopten las comunidades deben ser gestionados como procesos de concientización, responsabilidad y respeto, lo que constituye el impulso de los valores relativos a la justicia e igualdad, esto como punto inicial y final de esta estrategia.
Ahora, antes de hacer referencia a los diferentes tipos de responsabilidad
social es importante señalar que este es un concepto normativo, que desde el punto de vista ético no tiene obligatorio cumplimiento. Sin embargo, las acciones desarrolladas como consecuencia de la responsabilidad social, o la falta de ella, sí pueden tener consecuencias legales, en caso de que se vea afectada alguna institución, empresa u organismo. Por ejemplo, si un trabajador por falta de responsabilidad hacia su labor, olvida cerrar una oficina y como consecuencia de esto se roban algún medio, entonces el trabajador será sancionando, no por el incumplimiento ético de su trabajo sino por las consecuencias generadas de esta acción.
Es por ello que la responsabilidad social se define así como la obligación de
un grupo de individuos que conforman una empresa, una organización, etc., que va dirigida a la adopción de tareas, estrategias y del cumplimiento de éstas en aras de lograr una conformidad social, empresarial, gubernamental o familiar y aunado a ello lograr la contribución en la disminución de aquellos impactos negativos que ocasiona el hombre ya sea en la sociedad o en el ambito ambiental. La aplicación de manera consciente de la responsabilidad social es muy importante pues genera beneficios para la sociedad y para la propia empresa u organización ya que aumenta la reputación de la misma, fomenta la confianza pública y mejora la salud de los trabajadores y de los individuos que conforman la sociedad.
Cabe destacar que existen conceptos de la responsabilidad social como
categoría y que se dirigen a una o varias áreas y se desarrollan sus particularidades de acuerdo a la necesidades de cada una de ellas. De esta forma encontramos como tipos de responsabilidad social las siguientes:
La Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial: según la definición dada por
la Fundación entorno de España (2003) plantea que:
“La Responsabilidad Social Corporativa gira en torno a conductas
esenciales de las empresas y la responsabilidad por su impacto total en las sociedades en las cuales operan. La Responsabilidad Social Corporativa no constituye una opción adicional ni un acto de filantropía. Una empresa socialmente responsable es aquella que lleva adelante un negocio rentable, teniendo en cuenta todos los efectos ambientales, sociales y económicos – positivos y negativos – que genera en la sociedad”. En este sentido dicha categoría representa el compromiso de cada empresa con los aspectos medioambientales o sociales asociados a ella y a su misión social. Por lo general, la empresa realiza programas sociales que logran alcanzar beneficios útiles para la comunidad y la propia empresa, mejorando la calidad de los individuos que laboran en la empresa y viven en la comunidad, es decir, este compromiso lleva a las empresas a realizar acciones que eviten cualquier impacto negativo que el desarrollo de sus operaciones puedan ocasionar sobre las personas y potenciar todos los impactos positivos que se llevan a cabo en las áreas en que se realizan dichas operaciones.
Por su parte, el Instituto Ethos de Empresas y Responsabilidad Social en
Brasil considera que
"Responsabilidad social empresarial es una forma de gestión que se
define por la relación ética de la empresa con todos los públicos con los cuales ella se relaciona, y por el establecimiento de metas empresariales compatibles con el desarrollo sustentable de la sociedad; preservando recursos ambientales y culturales para las generaciones futuras, respetando la diversidad y promoviendo la reducción de las desigualdades sociales". (Milán; Rosa y Villaroel, 2009).
En esta área se identifican tres niveles esenciales de responsabilidad social:
El nivel primario que constituye el primer paso para el desarrollo de estrategias sostenibles que tengan que ver con el objeto social de la compañía y va dirigido a vincular al empleado en las acciones corporativas e identificar aspectos negativos que impacten el medioambiente. Este nivel tiene un carácter de diagnóstico, donde emergen las medidas y estrategias de acuerdo a la cantidad de empleados con los que cuente la empresa u organización.
Seguidamente, el nivel secundario se refiere a la vinculación que realizan
las compañías con los empleados y la comunidad. En el caso de los trabajadores, cuando se dan empleos fijos, se desarrolla un entorno autónomo y creativo, y se da información de la organización a los mismos. En la comunidad, cuando se brinda un asesoramiento sobre los conocimientos de la organización, se contrata personal en situación de discapacidad y se vinculan jóvenes a las prácticas empresariales.
Por último, el nivel terciario es el nivel superior y se da cuando se adquieren
responsabilidades que no son obligatorias para las empresas; es el caso de donaciones a poblaciones vulnerables, contribuciones a la educación primaria, secundaria y universitaria o generación de entornos deportivos para la salud y el bienestar de la comunidad. De esta manera, se busca mediante la realización de actividades de voluntariado no solo las ganancias de la empresa sino el beneficio social de la misma. Asimismo, los aspectos básicos de la responsabilidad social empresarial se dirigen a alinear los procesos productivos y comerciales con un fin social: promover el desarrollo humano sostenible, proteger los derechos humanos, entre otros. Por otra parte, la responsabilidad Social Gubernamental es entendida como la capacidad de respuesta que tienen las organizaciones gubernamentales frente a los efectos de sus acciones sobre los diferentes grupos con los que se relaciona. La responsabilidad gubernamental va dirigida esencialmente a diseñar y ejecutar políticas públicas dirigidas a los grupos vulnerables dentro de la sociedad. De allí que su esencia se concrete en la emisión de leyes, decretos, regulaciones, etc., que tienen una gran repercusión, y muy directa, sobre el entorno natural y social de su jurisdicción. Sin embargo, la responsabilidad social de las entidades gubernamentales no es únicamente externa, es decir, regulando las actividades de individuos y organizaciones u empresas que se rigen por su reglamentación, también su responsabilidad se juega en el ámbito interno, en la misma gestión de su actividad, en la consideración del personal que forma parte de ellas y de las actividades que se realizan dentro de las mismas.
En cuanto a la Responsabilidad Social Ambiental según (Fernández, 2008)
refiere a los diferentes programas o planificaciones que se adoptan desde una empresa, una organización a nivel gubernamental o de manera individual para preservar o salvaguardar la naturaleza en conjunto y a sus futuras generaciones. Por lo tanto insta al individuo a que ejerza acciones que permitan la reducción de los impactos negativos sobre el medioambiente teniendo como fin la sustentabilidad.
En el marco de las empresas este tipo de responsabilidad adquiere especial
relevancia pues éstas han sido por excelencia el agente social responsable de la mayor parte del crecimiento económico y el desarrollo de la humanidad. Por esta razón, la sociedad en el ámbito mundial ha empezado a ejercer presión para que se presente un proceso continuo de mejora en su comportamiento ambiental. Se ha establecido la importancia de crear y llevar a cabo programas de concientización tanto en el interior de las empresas como del entorno ya que el impacto medioambiental es un factor que determina el futuro de la localización y distribución de la población en el mundo y la forma en que la misma se organiza y desenvuelve, esto se convierte en una responsabilidad social dirigido a fomentar el espacio del individuo.
De igual manera, la Responsabilidad Social Universitaria no se escapa del
marco del desarrollo de conciencia e influencia ya que la misma hace referencia a que la universidad no solo tiene como objetivo formar excelentes y reconocidos profesionales sino individuos comprometidos con el desarrollo del país y de la comunidad.
La Universidad tiene la responsabilidad social de promover el debate,
facilitarlo, conducirlo y enriquecerlo, dando así a los ciudadanos los medios para informarse, reflexionar y juzgar, y a las empresas los conocimientos adecuados para aplicar su propia Responsabilidad Social. La organización de conferencias, mesas redondas y seminarios donde se encuentren científicos comprometidos en difundir los resultados de sus investigaciones de modo comprensible, estudiantes en formación profesional y el público en general, es la vía donde la Responsabilidad Social Universitaria, a través de la ciencia y la ética culturizan científicamente al ciudadano con una formación sólida con ética y principios morales haciendo de ellos hombres y mujeres aptos para convivir en la sociedad actual (Camejo, 2010).
En otro orden de ideas, la ética respecto a las organizaciones, busca
proporcionarles un fin social. Éste, se compone de dos tipos de bienes: internos y externos. Los bienes y/o servicios internos son la actividad de la organización propiamente dicha, es decir, la satisfacción de necesidades básicas y los bienes externos son los comunes a todas las organizaciones como el prestigio, dinero y poder. Es aquí cuando se realiza el enlace con la ética, ya que las organizaciones proactivas se anticipan a las demandas de la sociedad, ven más allá y actúan ofreciendo calidad y confianza, invirtiendo recursos en sus bienes internos. Las utilidades son un resultado necesario, debido a que la sociedad legitima este tipo de organizaciones.
Por otra parte, la responsabilidad social empresarial abarca la presencia de
un área de gestión humana donde se crean estrategias que generen valor a la empresa, de allí su importancia y el hecho de que su definición sea tan significativa. Actualmente, la responsabilidad aunque dirigida a las sociedades ha sido adoptada tanto por las corporaciones para su beneficio interno como para la integración con las comunidades, para que de esta manera, el desenvolvimiento de sus acciones y sus actividades permitan crear una marca social que redirija el curso de la toma de decisiones que no muchas veces es efectiva. Tomando en cuenta lo antes mencionado, es necesario resaltar que existen muchos ejemplos de empresas que dicen actuar de manera responsable, cuando en realidad no han cumplido con los niveles de expansión ética en ellas. Estos niveles son los grupos de interés vinculados a la organización y que varios autores coinciden en clasificarlos en el ámbito interno (accionistas o directivos; trabajadores o público interno) y en el ámbito externo (clientes, consumidores, proveedores, la comunidad, el medio ambiente). A veces sus acciones no contemplan a los grupos de interés internos y externos a ellas; así, pueden pregonar normas de calidad, ayudar a la comunidad, pero no cumplen con sus proveedores o sus trabajadores, por ejemplo.
Consecuente a ello, la responsabilidad social es el compromiso de
identificar los problemas de interés público como: medio ambiente, pobreza, desigualdad de ingresos, atención de salud, hambre, desnutrición y analfabetismo y, que compete a todo tipo de organizaciones (empresa, estado, universidad), para emprender acciones que generen impactos positivos en la sociedad, con el aporte de soluciones basadas en la transparencia, pluralidad, sustentabilidad y ética, siendo la meta el desarrollo sustentable del ser humano y su entorno.
Ahora bien, a lo largo del tiempo los problemas que ha atravesado la
humanidad han obligado a buscar un marco legal para institucionalizar la responsabilidad social a través de declaraciones, pactos y creación de organizaciones. De igual manera, las acciones de responsabilidad social van más allá de lo que exige la ley, de manera que quienes realizan actividades socialmente responsables actúan haciendo el bien, no porque la ley lo exija o imponga, sino porque existe un profundo sentido ético de lo que es correcto e incorrecto y de las normas que deben guiar su conducta, independientemente de las consecuencias legales o sociales que esto conlleve.
A modo de conclusión, la ética implica necesariamente hablar de la práctica
de valores y de principios, que permiten al ser humano orientar su actuación hacia el bien. La Responsabilidad Social se ha convertido en una de las principales preocupaciones éticas de la actualidad. Por lo tanto, es importante considerar que implantar una adecuada política de Responsabilidad Social representa en todas las áreas, empresarial, universitaria, social o individual la cultura ideal, basada en valores, respeto a la sociedad y eficiencia que debe ser proyectada masivamente. Es cuestión de aprender y enseñar, es decir, dar el ejemplo diariamente. .
Derechos y Garantias de La Niñez y Adolescencia Hacia La Consolidación de La Doctrina de Protección Integral by Ramiro Ávila Santamaría, María Belén Corredores Ledesma