Art. 11.- Igualdad ante la ley.

Todas las personas son iguales ante la ley y deben ser

tratadas conforme a las mismas reglas. Los jueces y el ministerio público deben
tomar en cuenta las condiciones particulares de las personas y del caso, pero no
pueden fundar sus decisiones en base a nacionalidad, género, raza, religión, ideas
políticas, orientación sexual, posición económica o social u otra condición con
implicaciones discriminatorias.
A modo de introducción, la igualdad está concebida como un derecho, un principio o un
valor e implica que los intereses de cada persona importan de igual modo, por lo que la
igualdad ante la ley significa que tenemos iguales derechos, igual consideración y respeto
por parte del Estado.

Un buen parámetro para medir el equilibrio en una sociedad es la igualdad que refleja
entre sus integrantes, lo cual constituye un buen indicador del nivel de desarrollo
democrático y del respeto al Estado de Derecho de un país.

La igualdad es un derecho fundamental establecido en la Constitución Dominicana. Por

lo cual todas las personas que formamos parte de la Nación participamos de los mismos
derechos y de las mismas obligaciones y por tanto no podemos ser tratados de manera
desigual, en pocas palabras, la igualdad es aquel derecho inherente que tienen todos los
seres humanos a ser reconocidos como iguales ante la ley y de disfrutar de todos los demás
derechos otorgados de manera incondicional, es decir, sin discriminación por motivos de
nacionalidad, raza, creencias o cualquier otro motivo.

El principio de igualdad, descarta, como ya expresé, la discriminación de cualquier

naturaleza y basta la condición de ser humano para que el Estado y sus autoridades
reconozcan la protección integral, el goce y el ejercicio de mujeres y hombres, de las
ciudadanas y ciudadanos en condición de igualdad, de sus derechos fundamentales, por
parte de las instituciones, de las autoridades y de las demás personas.
Nuestra Constitución, desde su preámbulo, recoge los valores supremos y principios
fundamentales por las cuales ésta se rige, entre los que se incluye la igualdad.

la igualdad se constituye como un principio inspirador y rector de todo el ordenamiento

jurídico nacional. Pero, además, ese valor y principio fundamenta se encuentra
perfectamente desarrollado dentro del propio texto constitucional, especialmente en su
artículo 39 al concebir la igualdad como un auténtico derecho fundamental.
De igual forma, tanto la Convención Americana como la Declaración Internacional de
Derechos Humanos consagran el derecho a la igualdad y la prohibición a los Estados de
la discriminación por razón de sexo ante la ley, derecho que ha sido incorporado en casi
todas las constituciones de América.

Entonces, para resumir, cada persona debe ser tratada de la misma manera. La ley prohíbe
toda discriminación, y garantiza a todas las personas protección igual y efectiva contra
cualquier discriminación por los motivos ya mencionados sea de raza, color, sexo, idioma,
religión, opiniones políticas, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición
social.
Asimismo, ocurre en los tribunales y cortes de justicia, que las personas son iguales por
lo que tendrán derecho a ser oídas públicamente y con las debidas garantías

Cabe .destacar, que nuestra República condena todo privilegio y situación que tienda a
quebrantar la igualdad de las dominicanas y los dominicanos, entre quienes no deben
existir otras diferencias que las que resulten de sus talentos o de sus virtudes, y así lo
expresa nuestra Constitución en su art.39.
Nuestra Constitución, desde su preámbulo, recoge los valores supremos y
principios fundamentales por las cuales ésta se rige, entre los que se incluye la
igualdad.

la igualdad se constituye como un principio inspirador y rector de todo el

ordenamiento jurídico nacional. Pero, además, ese valor y principio fundamenta
se encuentra perfectamente desarrollado dentro del propio texto constitucional,
especialmente en su artículo 39 al concebir la igualdad como un auténtico
derecho fundamental.