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La Miopatia distal tipo Miyoshi es una enfermedad genética, neuromuscular que afecta a las
cinturas escapular y pélvica, es parte del grupo de enfermedades conocidas como
"disferlinopatías”, que son causadas por mutaciones del gen DYSF.
comienza a manifestarse por una afectación de los músculos de las extremidades, piernas,
pies, antebrazos y manos. Se transmite de modo autosómico recesivo.En 80 % de los pacientes
se inicia entre los 16 y 20 años, fundamentalmente antes de los 30 años. Los primeros signos
son la incapacidad para mantenerse sobre la punta de los pies, subir escaleras y correr.La
enfermedad evoluciona de manera relativamente lenta pero la afectación progresa hacia los
músculos de la cintura pelviana, lo que origina la incapacidad para la marcha (en la tercera
parte de los casos, al cabo de 10 años). Más tardíamente, se ven afectados los músculos de los
miembros superiores y de los hombros.
Patogenia
La miopatía de Miyoshi es causada por variantes patógenas (mutaciones) en el gen DYSF, que
codifica la proteína de la disferlina, un componente de las membranas de la fibra muscular,
que es necesario para que las fibras musculares puedan ser reparadas. La presencia y / o
actividad de la proteína de la disferlina disminuye o está ausente en individuos que tienen
miopatía de Miyoshi.[2] Esto conduce a anormalidades en la integridad de la membrana de
fibra muscular y problemas con la reparación de la membrana. El grupo de enfermedades
causadas por mutaciones en el gen DYSF se conoce como "disferlinopatías”.[
La enfermedad tiene una progresión lenta. El inicio de las señales y de los síntomas suele ser a
mediados o finales de la niñez o al inicio de la edad adulta (edad promedio al inicio de 19 años)
y puede incluir.
Debilidad muscular y atrofia muscular, más marcada en las partes distales de las piernas,
especialmente en los músculos gastrocnemio y sóleo (tendón de Aquiles), especialmente en
adultos jóvenes
Incapacidad para pararse de puntillas, conservando la capacidad de pararse sobre los talones
Progresión lenta de debilidad y atrofia que con el tiempo afecta también a los muslos y a la
musculatura glútea, resultando en dificultad para subir escaleras, ponerse de pie y caminar
Pérdida leve de masa muscular en los antebrazos con disminución en la fuerza de agarre en las
manos, aunque los pequeños músculos de las manos no se ven afectados
Debilidad de los músculos de la cintura escapular, que puede ocurrir más en un lado que en el
otro
Diagnostico
El diagnóstico clínico debe completarse con pruebas (análisis de sangre, escáner o IRM
musculares, electromiograma, ) destinadas a precisar la afectación de los músculos y su
topografía. El análisis de sangre permite medir la concentración sanguínea de ciertas enzimas
musculares como la CPK, que aumenta particularmente en la enfermedad (hasta 100 veces la
tasa normal). La biopsia muscular muestra el aspecto característico, pero no específico de una
distrofia muscular. El descubrimiento de una mutación en el gen de la disferlina permite
confirmar el diagnóstico.
Abordaje fisioterapéutico