Es importante señalar la importancia de nosotros como psicólogos tener la
apertura y disposición para tratar de lidiar con estos y otros problemas que se presenten en el futuro. Si bien, actualmente son comunes diversas “máscaras” de los micromachismos, no sabremos cómo estarán disfrazadas y qué intenciones tendrán en, por ejemplo, en 12 años. No olvidar la importancia que cobra el conocer perfectamente a nuestras parejas cuando estemos en una relación, porque de ahí dependerá en gran parte cómo funcionará ésta en un futuro. Esto es, visualizar qué los roles que posee cada uno y ¿por qué no? tener clara la forma en que tratarán de resolver un problema juntos. Atendiendo a las parejas será vital hacerles hincapié en esta información; así ellas podrán tener las herramientas necesarias para poder identificar cuándo y en qué momento se comienza a hacer presente el dominio del varón sobre la mujer. De igual manera cuando hayan detectado algún comportamiento que esté atentando contra la dignidad de ella, sepa comunicarlo de inmediato para tomar la decisión más pertinente, siempre buscando el bienestar psicológico y emocional de la mujer. El tratar de hacer llegar la importancia de los micromachismos hoy en día a una gran cantidad de matrimonios sería útil para que tengan en claro que estos, como su nombre lo indica, son micro, pequeños, invisibles, no tan perceptibles, y que, aunque no lo creamos, pueden provocar heridas significativas en sus parejas. Tratar de establecer soluciones con los varones sobre la forma en que tratan a sus parejas ayudaría en gran parte a reconocer que, en diversas situaciones, incluso de manera no intencional, están maltratando emocional y psicológicamente a sus esposas; recalcarles la manera en que ellas lo perciben y que también en ocasiones se sienten culpables y toman un papel que en realidad no les corresponde. El primer paso para tratar con los micromachismos, consiste en detectarlos para después comenzar a hacer transformaciones. Los mM son pequeños, casi imperceptibles controles y abusos de poder cuasinormalizados que los varones ejecutan permanentemente. Son hábiles artes de dominio, maniobras y estrategias que, sin ser muy notables, restringen y violentan insidiosa y reiteradamente el poder personal, la autonomía y el equilibrio psíquico de las mujeres, atentando además contra la democratización de las relaciones. Dada su invisibilidad se ejercen generalmente con total impunidad. Muchos de estos comportamientos no suponen intencionalidad, mala voluntad ni planificación deliberada, sino que son dispositivos mentales, corporales y actitudinales incorporados y automatizados en el proceso de “hacerse hombres”, como hábitos de acción/reacción frente a las mujeres. Principal objetivo de los micromachismos: garantizar el control sobre la mujer y perpetuar la distribución injusta para las mujeres de los derechos y oportunidades.