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Documento base para la intervención en el Seminario Internacional: Globalización, conocimiento y desarrollo, a celebrase
en la UNAM del 15 al 17 de marzo de 2006.
2
Introducción
En el último tercio del siglo XX tuvo lugar un extraordinario proceso de transformación
estructural de un pequeño grupo de países que pasaron de ser economías agrarias de
subsistencia a economías semi industriales, basadas en el aprendizaje y la innovación
tecnológicas. Se trata obviamente de los tigres asiáticos (Corea del Sur, Taiwán, Hong
Kong y Singapur), o sea, los protagonistas del llamado milagro asiático, que se
inscribe dentro del segundo desarrollo tardío del capitalismo iniciado a mediados del
siglo XX.
Una transformación estructural de esta magnitud tiene obviamente un enorme
interés para las ciencias sociales, como lo demuestra el caudal de literatura escrita
sobre el tema desde mediados de los sesenta. Esa literatura parece demostrar que no
existió un cuerpo explícito de teoría que sirviera de fundamento de las estrategias
nacionales de desarrollo en esos países. Sorprendentemente, el milagro asiático sentó
sus bases coincidiendo con la debacle de la Economía del Desarrollo (ED) y en general
con un creciente escepticismo o reflujo del enfoque y propuestas desarrollistas y
estructuralistas,1 que durante la posguerra tomaron la iniciativa para aportar el marco
intelectual y estratégico en la lucha contra el atraso económico.
En términos de fuentes de inspiración parece que los arquitectos del milagro
asiático se situaron en un terreno en el cual se intersectaban varios líneas de estudio y
procesos de los cuales extrajeron enseñanzas; además de diversos análisis y
prescripciones generales de la ED, destaca la critica neoclásica al desarrollismo, la
experiencia japonesa en materia de desarrollo, dirigismo estatal e importación de
tecnología; todo lo anterior en el marco de dos procesos históricos que traslaparon
parcialmente: a) la reactivación y ampliación del comercio internacional a partir de los
sesenta, que brindó nuevas posibilidades de inserción a países atrasados y b) la guerra
fría y más en general la confrontación Este-Oeste como justificación a un estado
autoritario y corporativo que disciplinó a la sociedad civil para alcanzar aceleradamente
1
. Entendemos por desarrollismo el enfoque estratégico derivado de la ED y como estructuralismo aquel enfoque afín a la ED,
que trata de identificar rigideces específicas, desajustes y otras características de la estructura de una economía en desarrollo
que afectan su desempeño económico y su elección de políticas de desarrollo (ver por ejemplo Chenery 1975, p. 310).
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2
. Estas seis interpretaciones heterodoxas se contraponen con otra ortodoxa que es una derivación de la teoría neoclásica
basada simultáneamente en la llamada contabilidad del crecimiento (Denison etc.) y las estimaciones ampliadas de la función
de producción. Nelson y Pack (1999) las agrupan como las explicaciones del milagro asiático basadas en la acumulación de
capital físico y humano; no le otorgan crédito a la capacidad empresarial, a la innovación o al aprendizaje, ya que asumen que
la aceleración del crecimiento deriva del uso de mayores insumos de capital físico y humano, que implica simultáneamente un
movimiento a lo largo de la función internacional de producción. Como subrayan Nelson y Pack lo anterior equivale a negar
todo lo que caracteriza a la transformación asiática y que ha sido investigado empíricamente (todo procede de Nelson y Pack,
op. cit., pp. 418, 424-425 y 431-432).
3
. Nelson y Pack (1999), la llaman la interpretación del desarrollo asiático basada en asimilación tecnológica. (p. 417).
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4
. Una concepción sistémica requiere primeramente un concepto de capitalismo como totalidad compleja y abierta en el sentido
como lo propuso pero no pudo concretar Marx. Ver la reflexión de Dabat (1991, pp. 14 y ss.) en torno a ese tema.
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5
. Por ejemplo, Gerard Meier, uno de los especialistas más distinguidos en el estudio del desarrollo económico, no diferencia
en su libro (en co-autoría con Baldwin) de 1957 una corriente que pueda llamarse Economía del Desarrollo, que discrepe con el
enfoque derivado de la ortodoxia neoclásica. En cambio en su libro de 1958 Hirschman sienta las bases para distinguirla como
escuela a lo que llamará después la ED (a cuyo análisis dedica su artículo de 1985). Después Meier, en sus libros de 1995 (pp.
86 y ss) de 2005 (53-65), adopta la definición de Hirschman.
6
. Tomando como inspiración el concepto propuesto por Fajnzylber (1983, pp. 345-349) puede decirse que núcleo endógeno es
el conjunto de capacidades tecnológicas y sociales estructuradas al nivel de la economía nacional, pero que están focalizadas en
los actores del proceso de desarrollo: organizaciones (empresariales y no empresariales) e individuos. Estos agentes al
aprovechar esas capacidades tienden a interiorizar los efectos más que a exteriorizarlos, lo cual retroalimenta el núcleo
endógeno.
7
. O sea de convergencia de los análisis para atacar el atraso económico como se entendieron en su época una diversidad de
autores; ellos siguieron una línea específica de discusión tomando como marco de referencia una visión compartida de la
realidad social.
7
desarrollo económico. De ese escalamiento surgieron las seis escuelas o corrientes que
se exploraran a lo largo del artículo. Un lineamiento adoptado aquí es seguir el hilo
conductor de los cambios mundiales para ubicar algunas de las aportaciones a una
nueva teoría del desarrollo de los últimos 20 años.
Para facilitar la agrupación y discusión de las principales contribuciones
heterodoxas a una teoría del desarrollo se identificó la unidad de análisis de cada una
(el país, la empresa, la red de empresas, etc.), para identificar a continuación la
relación entre la unidad de análisis y la totalidad del sistema capitalista; esa relación
entre el todo y las partes (o marco analítico de referencia) es la base para ubicar su
enfoque de política o estrategia para el desarrollo. Ese enfoque metodológico permite
cierta selectividad en los autores considerados, pero aun así cabe reconocer que por
limitaciones de espacio y de capacidad de búsqueda hay omisiones importantes y
varios temas sólo están esbozados o delineados de manera insuficiente. Aun dentro de
estas limitaciones, este balance y la reflexión que deriva de él pueden ser útil para la
tarea colectiva de construir una nueva teoría del desarrollo que privilegie la visión de
conjunto y el énfasis en la acción colectiva.
8
. Pese a su marco teórico común y al consenso sobre la necesidad de luchar contra el atraso económico desde una óptica
centrada en elevar la acumulación, hubo una pluralidad considerable en el tratamiento por autores, que probablemente favoreció
la parálisis cuando empezaron a surgir las criticas de derecha e izquierda que condujeron a su debacle (ver Hirschman, 1985, p.
449).
8
9
. Esta ubicación de las influencias intelectuales de la ED se debe primordialmente al artículo de Hirschman de 1985, pero
toma en cuenta las observaciones de Meier (2005 y 1995); pero sería preferible decir, en respuesta a Meier, que los
desarrollistas tomaron elementos importantes de la tradición clásica, pero en otros aspectos se distanciaron de los clásicos, lo
que se aplica aun a Lewis (ver la interesante discusión de la influencia clásica en Lewis hecha por Ranis y Fei, 1985, en
particular p. 49); Meier subestima también la influencia keynesiana y tiende a borrar la diferencia entre desarrollismo y
estructuralismo.
9
10
. Sin embargo, hubo algunas aportaciones muy valiosas para el estudio de la economía internacional. Probablemente la más
trascendente sea la de causación lineal acumulativa concebida por Myrdal tanto para la economía regional, pero para la relación
entre países desarrollados y atrasados. Dice: si la pobreza se transforma en su propia causa debido a que un país subdesarrollado
los efectos impulsores son débiles, el proceso acumulativo no operará indefinidamente a favor del centro debido sobre todo a
algo equivalente a las deseconomías externas (saturación poblacional), por efectos depresivos en la demanda por la madurez,
escalamiento excesivo de las remuneraciones, etc. (op. cit. p. 46-50). Todos esos factores compensadores representan
oportunidades para las regiones deprimidas y para los países atrasados que pueden potenciarse políticamente. También
Hirschman, reflexionó en un sentido semejante (ver 1985, p. 461). Esta poderosa noción no fue posteriormente explotada
adecuadamente por la teoría y no ha tenido una traducción estratégica explicita, aunque se ha guiado a los países exitosos.
11
. Condujo a la teoría del crecimiento equilibrado como se señala adelante.
12
. De Marx valúa altamente su teoría del excedente, al decir que “El interés de Marx en el excedente era ético al mismo tiempo
que científico”, p. 345.
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parecen ser típicas de América Latina, en Asia Oriental se exentó temporalmente a los
empresarios de ese costo, para que una vez que se manifestaran las ganancias de
productividad, el proletariado industrial legado al sector exportador recibiera parte de
los beneficios como salarios reales ascendentes. Ese equilibrio es central en la
dinámica de la industrialización porque, influye en la tasa de inversión y en la cohesión
socia en torno a los objetivos de la industrialización. Podemos decir que es el problema
primordial de la industrialización es la manera como se resuelva la paradoja de la
interiorización. Volveremos sobre ese punto.
16
. Su punto de partida fue la llamada tesis Prebisch (1951) que invocaba la necesidad de una industrialización promovida por
el estado y amparada por la protección. El énfasis posterior en los obstáculos estructurales le valió esa denominación, pero
como se planteará más adelante hay tendencia sobreponerla a la ED, así como a la teoría de la dependencia y afiliar a autores
como Myrdal al estructuralismo (sobre se punto ver Meier, 2005, pp. 65-67).
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filiación clásica ese no parecía ser el corolario de su análisis, que como vimos poseía
una mayor riqueza; sin embargo, tampoco lo rechazaron, de modo que dejó de ser
relevante para muchos observadores esas diferencias de tratamiento sobre la
intervención pública. Lo que interesa para lo que sigue de este análisis es que el
ataque neoclásico posterior se centró realmente en las propuestas estructuralistas
especialmente en la protección del mercado interno, pero por las circunstancias
históricas, se hizo extensivo al desarrollismo. Sí, como veremos más adelante, los
neoclásicos estaban en lo correcto en varios puntos, una consecuencia inesperada fue
descontinuar el vigoroso debate al interior de la ED, que tardó años en ser reabierto.
hacia fuera [no deberá interpretarse como] favorecer las exportaciones frente a la
sustitución de las importaciones. Más bien se caracteriza por proveer incentivos
similares a la producción para los mercados interno y las exportaciones”.
Como se advierte la crítica neoclásica moderada, inspirándose en una
comparación entre experiencias nacionales, abrió una nueva perspectiva para
comprender los problemas de la industrialización y generar igualmente líneas
estratégicas fundamentales, que se resumen en el capítulo V del libro de Little et al.
Esa obra provocó una ruptura necesaria al argumentar que la industrialización sería
inviable a la larga si rompía con el principio de eficiencia. Desafortunadamente, lo que
Balassa llamó la “reforma del sistema de incentivos” en América Latina (1988, p. 32)
iniciado a mediados de los sesenta, básicamente fracasó, lo que junto con la crisis
estructural de los ochenta abrieron la puerta a la línea dura de reforma económica de
choque o como neoliberal. En parte por lo anterior, la propuesta de hacer mejor uso
del comercio internacional, declinó.
A distancia y en el marco de las aportaciones de Stiglitz, una de las
aportaciones más valiosas de la critica neoclásica moderada posiblemente sea el
demostrar indirectamente que las estrategias de SI crearon los que ese autor y otros
llamaría equilibrio ineficiente, sumamente difícil de romper que implica un tipo
específico de internalización de las externalidades (positivas y negativas) que se
perpetúa por la interacción de su propia infraestructura institucional. Las políticas de
choque posteriores tampoco lograron modificarlo y perpetuaron un sistema de
desigualdad posiblemente tan agudo como el de la era SI.
Con
525.8 14.2 628.3 15.1 808.7 16.7 1127.6 21.6 1497.3 24.1
China
Sin
472.3 12.7 543.5 13 680.5 14 851.1 16.3 1059.1 17
China
En los ochenta se imponen una nueva visión normativa del papel del estado, que
significativamente confluyen con transformaciones objetivas en las capacidades de
acción pública, sobre todo en los países en desarrollo. Centrando la atención en los
cambios objetivos, podemos enfocarnos a la declinación del poder territorial del
estado, en beneficio de instituciones como las CMN que son los principales promotores
de la integración global de la producción. Por otra parte, el fin de guerra fría
repercutió también en la capacidad estatal para movilizar a la sociedad.19 El fin de la
guerra fría y el culto a la democracia formal casi invalidaron al estado desarrollista
corporativo, de modo que quedó un vacío en términos de fuerzas disciplinadoras que
son indispensables en condiciones de fuerte atraso económico. Esas fuerzas
disciplinadoras tendieron a quedar en manos de otro agente que experimentó grandes
transformaciones: las CMN desintegradas verticalmente y ligadas ampliamente a
fuentes externas de abastecimiento local. La empresa insignia (flagship), como la
denomina Ernst, al conectar a multitud de empresas de PED, disemina un tipo de
disciplina que puede considerarse el relevo de la disciplina estatal que se relaja
considerablemente.
Las CMN se convierten en centros de comando de extensas cadenas o redes de
producción global que conectan a empresas con una acumulación muy alta de
capacidades tecnológicas con empresas “recién llegadas”. Hay acuerdo en que ese
19
. El caso de China y la limitación de libertades civiles en Malasia y Singapur constituyen una excepción a esa regla, pero
como señala Stiglitz, hoy en día una reforma no puede ser impuesta desde afuera y la combinación entre democracia, voz,
consenso y equidad es reconocida crecientemente como la clave del éxito a largo plazo (2001, p. 31).
19
20
. Se verifican también crecientes flujos de conocimiento técnico y de ingeniería ligado sobre todo a lo que Saxenian
caracteriza como comunidades transnacionales de expatriados de países en desarrollo que se ubican en el corazón de la
revolución microelectrónica, California.
21
. Nos concentraremos en el primero, pero sin negar la importancia del segundo, cuyo enfoque podemos
identificar también como economía política del nuevo industrialismo en Asia, para darle el nombre del influyente
libro coordinado por Frederic Deyo en 1987; se identifican con este enfoque o son parte de él Chang, Henderson,
Appelbaum, Johnson, Wade, Evans, Haggard, etc.
20
24
. Pack y Westphal parten de la exposición clásica de Scitovsky de 1963 y la de Chenery de 1959, adicionando la posibilidad
de exportación. En dicha exposición se demuestran que las externalidades pecuniarias recíprocas en presencia de rendimientos
crecientes conduce a una falla de mercado. En el ejemplo modificado de Scitovsky en la que dos industrias nacientes son
interdependientes (la industria A produce un insumo para B), queda de manifiesto que si una industria se estableciera en
ausencia de la otra el beneficio (interno y externo) seria negativo. Sólo en el caso de que las dos industrias se establecieran
simultáneamente habría un beneficio social positivo igual a la suma de: a) el beneficio captado por otros (ni A ni B), el
beneficio de los usuarios domésticos de B y el beneficio ganado por la industria B. (op. cit. 114-115).
25
. Podríamos llamarlo pesimismo político, haciendo eco del otro tipo de pesimismo de los años cincuenta: el del mercado
mundial.
24
los ochenta parece ser uno de los propulsores de los nuevos estudios, como lo revela
la convocatoria abierta por Rosenberg para discutir el tema (Rosenberg y Frischtak,
1985). En 1980, Linsu Kim, uno de los pioneros, propuso un modelo de la
transferencia de tecnología de los países desarrollados hacia Corea del Sur; ese
modelo puede ser considerado como el punto de partida de lo que hemos llamado
reflexión tecnologista del milagro asiático. El modelo de Kim se inspira en la literatura
heterodoxa sobre el cambio tecnológico y el crecimiento económico, remitiéndose a la
concepción schumpeteriana de difusión tecnológica con elementos de la teoría del ciclo
de vida de las tecnologías de Utterback y Abernathy. Kim sostiene la hipótesis de que
la tecnología transferida desde el exterior es captada inicialmente por un puñado de
empresas domésticas que tienen nexos comerciales con empresas extranjeras;
posteriormente, esa tecnología se adecua a las necesidades nacionales y se disemina a
estratos más amplios de la economía interna, para experimentar finalmente mejoras
endógenas (p. 13). Es evidente que Kim tiene una sólida adhesión al principio de
núcleo endógeno al situar en el centro a la empresa doméstica.
En la segunda mitad de los ochenta habiéndose publicado el libro de Nelson y
Winter (1982), que sentó las bases del evolucionismo moderno, se amplificaron los
presupuestos teóricos para el estudio del cambio tecnológico en los países
desarrollados, pero se extendieron para explicar el éxito de los tigres asiáticos,
primordialmente Corea y Taiwán que basan su desarrollo en empresas domésticas.28 El
evolucionismo se aproximó al proceso de aprendizaje a través del proto concepto de
imitación (ver Nelson y Winter, p. 123). Pero el concepto de aprendizaje se integró al
análisis desde varias perspectivas, empujado por la propia experiencia asiática, tanto
por vía institucional como por vía cognoscitiva.
neoclásico llevó a la constitución de una línea de estudio heterodoxa, de la que se perfilaron dos vertientes principales, la
neoschumpeteriana y la evolucionista. Ambas asumen la herencia común de Schumpeter centrada en el proceso innovación-
difusión, pero con diferencias en el tratamiento. Los evolucionistas adoptan un enfoque empresarial o microeconómico
apoyados en una analogía biológica, aunque no necesariamente darwinista, siguiendo el eje conceptual de variedad, selección y
retención de las innovaciones por la empresa. En contraste los neoschumperianos, principalmente los de la escuela de Sussex,
visualizan el proceso de innovación-difusión desde una perspectiva sistémica, haciendo hincapié en las transformaciones socio-
productivas y en la trayectoria cíclica de largo plazo provocada por las innovaciones de mayor trascendencia (revoluciones
tecnológicas).
28
. No así en el caso de Singapur y Malasia, donde las CMN han dejado un espacio mucho más reducido a la
empresa nacional. Ver una comparación interesante entre ambas modalidades en Hobday, 2000).
26
penalizada por cuatro tipos de interacción: entre actividades de una misma firma,
entre las firmas de un sector, entre sectores en la economía nacional e
internacionalmente entre países (p. 433). A este último se le atribuye el papel principal
para incentivar o penalizar las actividades de las empresas (p. 433).
La otra aportación fundamental de Dahlman et al consistió en distinguir varios
umbrales en la constitución de capacidades en las empresas. La capacidad básica es la
de producción, pero ésta no le posibilita a la empresa ir más allá de un nivel dado de
producción, organización y combinación de insumos (p. 422). Pero a medida que las
empresas incrementan su capacidad en producción pueden avanzar en otro tipo
superior de capacidad: la de inversión que comprende evaluación, diseño,
construcción y puesta en marcha de nuevos proyectos. Para adquirir capacidad de
inversión es necesario interactuar con los proveedores externos de tecnología, ya que
parte del conocimiento que se requiere para acumular capacidad de inversión no
forma parte explícita de los paquetes llave en mano adquiridos en el exterior (aquí
aparece el concepto de conocimiento tácito y la identificación rudimentaria de la
estrategia para asimilarlo). Gracias a ello, la empresa doméstica irá controlando más
ampliamente la expansión de la planta original para efectuar posteriormente la
construcción de nuevas plantas por sí sola. Otra vía es la imitación basada
principalmente en la ingeniería de reversa (pp. 423-424).
Sin embargo, señalan los autores citados, la capacidad superior es la de
innovación. En cierto modo la adquisición de capacidad de producción y de inversión le
permite a la empresa desarrollar cierta capacidad de innovación, pero para el
despliegue de esta última se requiere un mayor esfuerzo, que implica movilizar
adicionales recursos para resolver problemas mayores de ingeniería y organización (p.
424).
Desafortunadamente, en el estudio de Dalhman et al, la elaboración sobre el
papel del estado del tema es más bien pobre. Se limitan a señalar que el papel más
importante del gobierno es el establecimiento del entorno que estimule a las empresas
y a los agentes especializados a desarrollar las capacidades tecnológicas necesarias
para elevar la productividad y mejorar el desempeño económico. Reconocen las fallas
28
31
. La primera connotación del concepto de aprendizaje (años cincuenta-sesenta) en organizativo por cuanto denota una
relación empíricamente observable entre el proceso de producción y mejoras de desempeño. Como herramienta de gestión o
curva de aprendizaje indica una caída del costo unitario real de producción que acompaña o deriva de la acumulación de
experiencia en trabajadores, equipos de trabajadores y organizaciones (lo anterior proceso de David, 2000, p. 119). Esta
connotación, influida por la sicología del comportamiento está en la base de la contribución fundacional de Arrow y parece que
tiene influencia en el concepto de uprading de Gereffi. La otra connotación del concepto de aprendizaje es cognosctiva y parte
de contribuciones efectuadas por Simon, Polanyi tomando como punto de partida formulaciones kantianas. Esta visión
cognoscitiva del aprendizaje de hecho borra la diferencia entre conocimiento y aprendizaje. Cuando Amsden propone el
concepto de aprendizaje para centrar el estudio de la industrialización tardía, lo hace bajo la influencia de Nelson-Winter ya que
otorga una importancia especial a la asimilación de conocimiento tácito que explora detalladamente en los métodos coreanos de
interacción con los proveedores de la tecnología (industria naviera, automotriz y acero).
32
. Expresada muy atinadamente por Chang (1996, p. 173), al decir que los estructuralistas veían al estado como el guardián
social todopoderoso que todo lo sabe (el equivalente moderno de rey-filósofo, Platón).
29
(P. 262). Para los que invocaban políticas de protección, el dinamismo tecnológico era
visto como inherente a la propia protección e iba a surgir como derivado del
surgimiento de un sector doméstico de bienes de capital. Igualmente, pero desde otro
ángulo, se consideraba que el dinamismo tecnológico surgiría como una consecuencia
inevitable de la orientación exportadora o de la presión competitiva generada por los
regimenes liberalizadores del comercio. Obviamente el régimen comercial es
importante, sin embargo, a medida que los recursos para el cambio industrial se
vuelven más complejos es menos posible que el comercio o las decisiones de inversión
en capacidad productiva aseguren la inversión en capacidades generadoras de
dinamismo tecnológico (Ibíd).
Siguiendo a Amsden señalan la necesidad de distinguir conceptualmente entre
cambio tecnológico y aprendizaje tecnológico. Para los países en desarrollo es más
relevante el segundo concepto es tanto hace referencia a las capacidades
acumulativas que se requieren para manejar el cambio tecnológico (p. 261). Subrayan
que el aprendizaje tecnológico requiere un conjunto de activos intangibles que no
pueden considerarse una simple adición a la capacidad de producción existente.
Los subsecuentes temas se agrupan en tres rubros:
a) Los rasgos más importantes del cambio tecnológico: aquí destaca la gran
contribución de Pavitt sobre las diferencias sectoriales del proceso de
innovación (sectores dominados por el oferente, intensivos en escala y
determinados por la ciencia) que se traslada al contexto internacional para
evaluar su efecto en los países en desarrollo.
b) Acumulación tecnológica y competitividad: donde retoman la incidencia de los
determinantes sectoriales; obviamente la principal inferencia es que los países
en desarrollo pueden acceder primero a los sectores dominados por el oferente,
debido a que la tecnología está universalmente disponible y la elección de la
técnica se efectúa en base a la dotación de factores.
c) Acumulación tecnológica en países en desarrollo. Las principales conclusiones
sobre el tratamiento de este punto son: i) existen en la actualidad nuevas
barreras a la acumulación tecnológica para los países en desarrollo, debido a la
institucionalización del cambio tecnológico; ii) la integración entre capacidad
productiva y capacidad tecnológica que prevaleció en la industrialización del
siglo XIX (evidente en la industria textil de EEUU) parece no regir para los
países atrasados actuales. Lo anterior se debe a la creciente especialización y
desintegración vertical en industrias dominadas por el oferente, por lo que es
más difícil pasar los avances competitivos de las ramas viejas a las nuevas. El
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sector automotriz puede haber sustituido al textil en ese papel, al mismo tiempo
que las comunicaciones pueden actuar como impulsores hacia la electrónica. iii)
los sectores más dinámicos en la actualidad: los basados en la ciencia e
intensivos en escala están controlados por grandes empresas mundiales que
antes de ceder la tecnología de productos y proceso prefieren efectuar
inversiones directas o establecer acuerdos de licencia. Ante esas restricciones
se recurre con mucha frecuencia a la ingeniería de reversa y a los gastos de
investigación y desarrollo con fines imitativos. Esto último ayuda a explicar por
qué las condiciones de difusión de tecnología han cambiado tan radicalmente
entre fines del siglo XIX y la época actual.
En términos de las fuerzas que puede impulsar a los PED a superar las nuevas
barreras estructurales y organizativas, hay una importante convergencia con el análisis
institucionalista del desarrollo tardío, pero ha desaparecido la centralidad del estado
desarrollista al que no hay referencia. Reconociendo la excepcionalidad de Japón y los
tigres asiáticos en términos de acumulación de capacidad tecnológica, no se identifica
un factor o conjunto de factores determinantes que explique ese progreso. Su método
consiste en referirse al repertorio de factores que tienen incidencia en el proceso de
aprendizaje tecnológico, empezando por el papel de las empresas (“dada la naturaleza
especifica, acumulativa y parcialmente tácita del aprendizaje tecnológico la mayor
parte del mismo tiene lugar en las firmas”, p. 270), la importancia de las presiones
competitivas, la acción del gobierno para corregir fallas de mercado y la intervención
estatal sectorial. Apuntan finalmente a que habrá una persistente tendencia general a
subinvertir en acumulación tecnológica, debido a los principios que rigen la actuación
del mercado (p. 274). En el caso de los PED los riesgos giran en torno a las
dificultades del aprendizaje en sus etapas decisivas. Su conclusión definitiva, que se
puede considerar válida hasta la fecha, es que no se ha podido establecer
definitivamente las condiciones que se requieren para un aprendizaje tecnológico
exitoso, por lo cual invitan a abrir una agenda de investigación.
Es significativo que a principios de los noventa ya está solidamente
constituida la propuesta de sistema nacional de innovación (El libro coordinado por
Nelson es de 1993 y el de Lundvall de 1992). Tal concepto surge de dos percepciones
cruciales: a) de que el estudio de la innovación no puede girar exclusivamente en
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torno a la empresa, sino a una red de relaciones más compleja entre una multitud de
agentes que intervienen en el proceso de innovación y b) las diferencias nacionales en
capacidad de innovación y direccionalidad de la misma, tan acusadas si se compara a
EEUU de un lado y Alemania y Japón de otro, desde la óptica de principios de los
noventa. Al explorar las diferencias nacionales se llega a la conclusión de que las
instituciones específicas de cada cultura, país o tradición nacional ha jugado un papel
decisivo. Sin embargo, se abre una controversia de sí el marco de análisis debe ser
nacional, sectorial o regional. Bell y Pavitt se muestran escépticos a delimitar
nacionalmente los sistemas de innovación dadas las fuerzas globales que opera
actualmente, pero en 1999 Bell en co-autoría con Albu resuelven ese escepticismo al
reconocer la importancia de las redes sectoriales y locales.
Enfatizando la importancia del cambio de percepción sobre la naturaleza
del cambio tecnológico en los PED, sobre todo la idea de que la tecnología es una
composición compleja y se materializa en una amplia variedad de artefactos, personas,
procedimientos y arreglos organizativos, Bell y Albu abordan el papel de las redes (p.
1717). La configuración en red del proceso de cambio y aprendizaje tecnológico,
señalan ambos autores, no equivale a desconocer la importancia de las empresas,
pero apunta a rescatar la importancia de las fuentes externas de los insumos (Ibíd).
Tendríamos entonces una estructura dual, de un lado lo interno y de otro la
vinculación a fuentes externas constituidas a partir de la participación de múltiples
agentes. Aquí queda perfilada la principal contribución de ambos autores. Asumiendo
que las interrelaciones que conducen a la innovación y al aprendizaje es más intenso
en las aglomeraciones territoriales o cluster, abordan la discusión de cuáles son los
flujos determinantes entre las empresas ubicadas en los cluster de PED. Señalan que
tradicionalmente se hizo hincapié en los flujos materiales, esencialmente maquinaria e
insumos físicos, subestimando los flujos de conocimiento. A fin de estudiar la actividad
innovativa Bell y Albu coronan esa discusión con la propuesta de dos conceptos claves:
sistema de producción y sistema de innovación, en los que queda sintetizada su
aportación principal al estudio del aprendizaje tecnológico (pp.1722-1726).
36
37
. Aparentemente el punto de partida comúnmente aceptado por varias subdisciplinas de una teoría cognoscitiva es que el
conocimiento es acción interiorizada, pero el individuo interpreta al mundo de acuerdo a categorías sociales, producto de la
interacción social. El papel central de las organizaciones es crear categorías sociales para posibilitar la percepción,
interpretación y evaluación a fin de obtener resultados en efectividad, eficiencia y rentabilidad. Así, las organizaciones, las
empresas entre ellas, son creadoras de significado o medios de concentración o focusing devises (ver Nooteboom 2000, pp. 34-
37). Trabajando sobre ese marco, Ernst integra distintas aportaciones para explicar la formación de capacidades locales,
principalmente la teoría de la conversión del conocimiento (Nonaka y Takeuchi, 1995) y la capacidad de asimilación (Cohen y
Levinthal, 1990).
37
114).
40
. Como lo plantean Humphrey y Schmitz (2000, p. 12) al discutir la idea de Gereffi de upgrading por “sucesión”, ¿se trata de
un aprendizaje haciendo (exportando) o requiere un esfuerzo de parte del productor?
39
puede ser adaptada por las empresas locales y c) los cambios organizativos que ponen
al alcance de las empresas locales la operación en redes. 41
Por su parte Ernst hace hincapié en que la operación de las redes globales (RG)
empresariales implican la diseminación de un importante conocimiento a proveedores
locales que puede dar lugar a la constitución de capacidades locales, o sea al
desarrollo local (Ernst y Kim, 2002, p. 1424). Pero, insiste, esa transferencia de
conocimiento no es automática; requiere un nivel importante de capacidad de
absorción y de allí de internalización del conocimiento recibido.42
Para explicar esa relación entre transferencia y absorción, Ernst recurre a la
integración entre teoría evolutiva y teoría del conocimiento, destacando los siguientes
elementos:
a) la RP y su empresa insignia (la nueva multinacional desintegrada), al verse en
la necesidad de transferir conocimiento a los agentes subalternos, transforman
la producción y uso del mismo al diversificar los canales que le dan mayor
movilidad.
b) La asimilación del conocimiento requiere una base previa y de una continua
transformación del mismo de genérico a tácito, de tácito a tácito y de tácito a
genérico.43
c) El protagonista de la asimilación y por ende de la conversión del conocimiento
es la firma local.
d) Para que la conversión de lugar a un aprendizaje productivo se necesita,
además de la base previa de conocimiento, un esfuerzo conciente que Cohen y
Lavinthal llaman capacidad de absorción.
41
. El estudio de Gereffi y co-autores animó investigaciones adicionales en dos direcciones relevantes para este análisis; a) el
estudio de la dinámica local en conexión con las redes globales y b) los efectos de la interacción mutua entre los PED al
insertarse simultáneamente como proveedores de bajo rango (rol b), que significa salarios reales a la baja, mayor intensidad
laboral, etc. (ver Kaplisnky, 2000). Otros estudios del desarrollo local no como el de Vázquez Barquero sólo insertan
tangencialmente en un macro global (1999, p. 43).
42
. En este punto de su análisis Ernst reconoce que comprensión actual de esa transferencia de conocimiento y la formación de
capacidades locales es limitado (p. 1418).
43
. La empresa insignia, provee a su proveedor local de conocimiento codificado (maquinaria, planos, manuales de control,
especificaciones, etc.), para que con ello este último cree las capacidades que exige su inserción a la cadena de proveedores. El
proveedor local trata de asimilar el conocimiento explícito transferido para convertirlo en conocimiento tácito que se requiere
para capacidad operacional. En la medida que la conversión anterior exige una base tácita de conocimiento que supera los
estándares de las empresas locales en PED, debe haber interacción directa (los ingenieros y gerentes del proveedor local visitan
las instalaciones de la matriz o filial y esta envía a sus ingenieros para apoyar in situ a los ingenieros locales (de Ernst y Kim,
pp. 1425-1427, basado a su vez en Nonaka y Takeuchi, 1995).
40
46
. Sugerido primero por Soete en 1985, pero luego criticado por Pavitt, el argumento del salto de rana, que carece
de validación empírica, pasa por alto que la adquisición de capacidades en una nueva tecnología es un proceso
gradual y costoso en la cual los elementos nuevos se edifican a partir de los preexistentes. En el caso de Singapur,
las firmas empezaron con actividades pre-electrónicas, principalmente de ensamble y prueba de producto; de allí
pasaron de ingeniería mecánica a ingeniería de sistemas informáticos. Sobre todo las firmas empezaron con e
producto estandarizado y maduro para avanzar de manera gradualmente productos más complejos (todo procede de
Hobday, pp. 1995, pp. 137, 155, 157 y 160-161).
43
de la ED) e integrar una variedad de aportaciones que tuvieron como hilo conductor la
critica al modelo de equilibrio competitivo (Stiglitz, 2002).
Su unidad de análisis es el sistema económico y socio-político, modelado como
totalidad para incorporar la acción individual y colectiva y los referentes institucionales
de la misma. Esa totalidad, defina por fuerzas históricas, (o dependientes de la
historia), determina el aprovechamiento de las oportunidades, tanto tecnológicas o
cognoscitivas que en los anteriores análisis son considerados la fuente primordial del
progreso. A continuación se hará una síntesis de sus principales soportes teórico-
analíticos, para pasar a discutir brevemente su principal aportación a una nueva teoría
del desarrollo.47
a) Partiendo de Rosenstein-Rodan, propone de concepto de falla de
coordinación; en éste el fracaso para coordinar los acciones
complementarias de los individuos se consolida socialmente, es decir, da
lugar a un equilibrio permanente y sub óptimo. Se trata básicamente del
“equilibrio del subdesarrollo” elaborado por Nurkse, Myrdal y otros
desarrollistas, con la diferencia de que hoy podemos hablar de una variedad
de causas de desbordamientos o externalidades y por ende de fallas de
coordinación (tecnológicos, por interacción política, por información, por
búsqueda, etc.).
b) Rompiendo con la extensión del análisis neoclásico de que las instituciones
superiores eliminan a las instituciones inferiores, un equilibrio disfuncional
posee por definición una estructura institucional que provoca un círculo
vicioso, en el cual perduran las asimetrías de información (caso de
sharecropping48 ); en esas condiciones el desarrollo se ve impedido porque
no hay soporte institucional adecuado. Incluso, una “mutación” institucional,
puede no sobrevivir porque requiere el acompañamiento de otras
instituciones sociales que no se presentan.
c) Los eventos económicos son históricamente dependientes, de modo que es
determinante el punto de partida que a su vez condiciona el resultado
futuro. La distribución de la riqueza es uno de los canales más importantes
de esa determinación histórica, ya que tiende a imponer un conjunto de
47
. Esa síntesis toma como fuente a Hoff y Stiglitz 2001; Hoff, 2001 y Stiglitz 2001 y 2002.
48
. Es la modalidad típica de equilibrio ineficiente pero reacio a modificarse en un PED, señala Stiglitz. Representa
un compromiso entre el riesgo y los incentivos. El problema subyacente de información deriva de que el uso de los
insumos del mediero no puede se monitoreado, sólo el producto que no está perfectamente correlacionado con los
insumos. El contrato entre mediero y terrateniente puede ser pensado como un contrato de renta más un contrato de
seguro, en el cual se contempla implícitamente que el terrateniente recibirá una parte variable del producto, lo cual
atenúa el efecto de malas cosechas. No hay seguro integral (que equivaldría a un contrato salarial) porque podría
debilitar los incentivos. La solución del problema de información, contractual, de incentivos, de riesgo moral,
selección adversa, etc., exige un mercado eficiente, pero imposible de lograr si la sociedad no se moviliza
políticamente y genera un sistema eficaz de guía estatal (2002, pp. 465 y 471 y ss.).
44
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