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Gwyneth Morgan La vida en un pueblo medieval AKAL/CAMBRIDGE @ HISTORIA DEL MUNDO PARA JOVENES EDITOR GENERAL @ TREVOR CAIRNS LA VIDA EN UN PUEBLO MEDIEVAL Gwyneth Morgan inal: Life in a Medieval Village. cubierta Este dibujo del pueblo imaginario descrito en el libro estd basado en los restos del pueblo abandonado segin la fotografia aérea de la pégina 5. Maqueta: RAG Dibujos de Valerie Bell “No esta permitida la reproduccién total fo parcial de este ibro, ni su tratamien- to informético, nila transmision de nin- {guna forma o por cualquier medio, ya Seo loctranice, mecdnico, por foteco- por registro u otros métedce, cin ol igo provio y por escrito do 10s tt fares dol Copyright 2*Edicién, 1993 © Cambridge University Press, 1975, 1987 Para todos los pases de habla hispana © Ediciones Akal, S. A, 1990 [Los Berrocales del Tarama Apdo. 460 - Torrejon de Ardoz ‘Tels: (91) 686:56 11-856 49 11 Fax: 655.95 49 Macrid-ESPARA ISBN: 8a-7600.548.X Deposito legal: M. 7709-1993 Impreso en Grafirs, S. A., Fuenlabrada (Madrid) indice 1. El campesino y su casa p. 5 La aldea p. 5 Los campesinos libres p. 6 La casa de John p. 8 El trabajo diario en los campos p. 72 Los siervos y los artesanos p. 18 Las mujeres p. 22 Los nifios p. 25 La ropa p. 27 Las diversionas p 28 2. Laiglesia y la gente p. 30 El pérroco y sus deberes p. 30 El odificio de la iglesia p. 37 La familia de John y la iglesia p. 32 El padre Hugh p. 34 Otras funciones de la iglesia p. 35 3. Laleyy el orden p. 36 El seftor y la vida en el feudo p. 36 El tribunal del feudo p. 39 Los tribunales de ciento, los de condado y los jueces de circuito p. 47 Los tribunales eclesidsticos p. 42 Los tribunales forestales del rey p. 43 4, La aldea y el mundo exterior p. 44 Los visitantes que llegan a la aldea p. 44 Un viaje a la ciudad p. 45 1. El campesino y su casa La aldea La aldea que vamos a deseribir en este libro es equivalente al «feudo de un caballeror, es decir, una propiedad lo bas- tante riea como para mantener a un caballero y que éste pue- da dedicarse al servicio del rey. El rey en cuestion es Enrique IIT de Inglaterra, y el aflo es el 1265. En la aldea hay un se- ior feudal, Robert Fitzralph, que vive en la casa sefiorial y gobierna sus tierras, que en realidad son propiedad de una gran abadia de la region, que se las ha arrendado. A cambio de estas tierras paga al abad una cantidad de dinero por Pas- cua y otra por San Miguel (el 29 de septiembre). Su abuclo si que-sirvid como caballero a las érdenes del rey, pero su pa- dre lleg6 a un acuerdo con el abad para pagar una renta en metalico en vez de luchar, y ese acuerdo lo ha heredado el sefior actual FI pueblo tiene unos doscientos habitantes, y todos los que tienen tierras en arriendo, ya sean libres 0 sietvos, pagan por elias a lord Robert, unos en metalico y otros trabajando para 1, segiin los términos de su contrato de arrendamiento. Lo cierto es que todos ellos tienen que trabajar en algén momen- to en las tierras del sefior, pero los campesinos libres pagan la mayor parte de su renta en dinero 0 en productos deter- minados, y algunos, en vez de encargarse de trabajos especi- fieos, compran al sefior articulos de lujo, como por ejemplo pimienta (que a principios del siglo xm costaba 12 peniques el medio kilo), o especias. Los siervos, los campesinos que no son libres, trabajaban para él sin recibir nada a cambio, y aunque pagan parte de la renta con dinero o productos, la ‘mayor parte del pago lo hacen trabajando para el sefior. Ast, los terratenientes y los arrendatarios esti ligados mutuamen- te por una serie de obligaciones personales y feudales Una aldea medieval (Middle Ditchford, en Gloucestershire) que quedé desierta a finales de la Edad Media, cuando ta cria de ovejas reemplaz6 al cultivo de cereal. Gracias a este tipo de fotografias se pueden precisar los contornos de Ja aldea, pues todavia se puede apreciar desde of aire la divisin de los ‘campos. Las manchas irregulares que se ven en e/ contro de la fotogratfa indican el lugar en el que estaban situadas las casas y los jardines de los aldeanos. Puedes comparar 1a fotografia con ta reconstruccién de la pégina anterior. Como pueden ver en el dibujo (pag. 4), los dos edificios mas importantes de Ia aldea son la iglesia y la casa sefiorial con sus patios y sus graneros. La iglesia es ia tinica construc- cin de piedra, y la casa sefiorial tiene unos cimientos de pie- dra bajo una estructura de madera, ramas y yeso. En cuanto a las viviendas del sacerdote y de los aldeanos, también estan hechas de madera y yeso, y varlan de tamafio segiin las ri- quezas y posicién social de cada uno. Como se trata de un pueblo del interior, se encuentra rodeado por tres enormes campos comunes divididos en franjas, y mas allé tiene un te- rreno de pastos, comin también, donde los aldeanos pueden llevar a pastar a sus animales en determinadas épocas del afio. La zona de monte bajo pertencce a lord Robert, mien- tras que los bosques estan bajo la jurisdiccion del rey. Los campesinos libres Para ver como es la vida en la aldea, vamos a estudiar la de uno de los campesinos libres mas ricos, John, hijo de Al- fred, Nuestro hombre vive en una de las casas més grandes, Sefor det feud (subarrendade) r —~Pago en metilioo, preauets y servciog Page en metélice, productos, trabajo y servicies| Las rentas y los pagos en servicios. El valor del dinero se da ‘an peniques (dj y cholines (5), segun el sistema antigua: 12d=1s, 208-1 libra cerca de la iglesia, junto con su mujer, Alice, y sus dos hijos, John el joven (también llamado a veees John, nieto de Al- fred), v Lambert. John tiene en arriendo unas cuantas fran- jas de la tierra comiin y también su casa y su jardin, que per- tenecen a lord Robert. A cambio, le paga su renta en meté- lico cuatro veces al afio, y ademas le da medio kilo de comi- no y un par de espuelas para San Miguel y para Navidad por valor de seis penigues y medio, y lleva a cabo una serie de trabajos que son obligatorios para todos los arrendatarios. Una parte de estos trabajos consiste en ayudar a reparar la carretera que cruza el pueblo. Al igual que la mayor parte de los sefiores, Robert Fitzralph no tiene demasiado interés en que se haga esto, y ademas le parece una molestia innece- saria y una pérdida de tiempo, pero desde que el caballo del comisario tropezé en una rodera hace unos afios, haciendo que el comisario se hiriera en un brazo y se pusiera furioso, el sefior se siente obligado a reparar los tramos mas estro- peados cada otofio, Por tanto, en esa época todos los arren- datarios tienen que ponerse a extracr piedras y a tallarlas, y también a rellenar los agujeros y las roderas. Ademés, hay algunas obligaciones determinadas que no pueden cambiar por dinero ni siquiera los campesinos libres, y que han sido fijadas por la costumbre local desde hace ge- neraciones. Asi, John debe entregar a su sefior por Navidad una gallina que valga un penique, y una cesta de huevos por Pascua. Luego, cuando él muera, Alice 0 st hijo mayor ten- ddrdn que entregar su mejor animal al sefior; este regalo es Ila- mado la «manomuerta» y ha de ser pagado antes de que un hijo pueda tomar posesién de las tierras de su padre. Pero aparte de estas obligaciones, John disfruta de mucha ‘mis libertad personal que los siervos que viven en su aldea. En efecto, &1 y su familia son libres, y pueden marcharse del pueblo si asi lo desean, ¢ ir a servir a otro sefior, 0 incluso irasladarse a vivir a la ciudad. Adcmés, no corren el peligro de ser enviados a otras posesiones, 0 vendidos como los sier- vos, y también puede poseer armas y llevarlas consigo, como corresponde a su posicién social y a sus ingresos. El rey En- rique TI dectaré que era obligatorio que todos los hombres libres tuvieran algun tipo de armas, y que éstas podian variar William, hijo de Edwin, libre soa Mecdtico rs 2 docenas de huevos en Pascua % 7 gallina en Pascua 1 3 dias al alto coma carretero, a 14d al dia 44 7 cochinilio al ano 1% Renta anual total 7 9% Edward, hijo de Robert, siervo sod Metdlico 2s 2 dias de trabajo a ta semana, 2% penique ‘por dia desde San Miguel hasta la Natividad de San Juan Bautista (88 semanas) oe Gradar 1 acre en la época de la siembra 2 2 dias de arado, a 2d por dia 4 2 dias de trabajo en los vinedos, a Yd por dla 3 4 dias cosechando heno, a 2d por dia 5 3 dias esquilando, a Yd por dia 1 4 dias en la época de fa cosecha, a 1%d por dia 6 4 dias de tliado, a 1d por dia 4 an Renta total anual 7 9% desde una espada o una lanza para los mas pobres, hasta una cota de malla, con escudo y caballo, para los nobles y los ea balleros ricos. (Al liberar a un siervo, el sefior Je entrega un arma como simbolo de su nuevo estado.) Por el momento John no tiene més que una espada que le regalo su abuclo, que luché en las Cruzadas, pero si se enriquece més, enton- ces tendra que tener ademas un casco y un escudo. Quiza la mayor ventaja de ser libre sea la posibilidad de comprar o adquirir tierra para uno mismo. Asi, John podria tomar en artiendo un pequefio pedazo de tierra de uno de sus vecinos a cambio de una renta nominal (de, por ejemplo, tres peniques en Pentecostés y en San Martin, y un par de guantes o medio penique en Pascua, 0 quiz unas cuantas es- pecias), o también, pidiendo permiso al sefior, podria recla- mar algin trozo de tierra no cultivado y trabajarlo para su propio beneficio. En el siglo Xt, en cl que nos encontramos, es bastante frecuente que un hombre libre enérgico y empren- dedor obtenga permiso de su sefior para limpiar una zona de 7 monte bajo y cultivar alli sus cosechas; ademés, los benefi- cios que obtenga de esta tierra serin exclusivamente suyos, ‘a excepcidn de un penique o dos que pagard como renta al sefior. Esta tierra nueva, llamada «roza», puede llegar a ser muy valiosa para John, ya que puede vender las cosechas que alli cultive y utilizar el dinero para comprar mejores herra- mientas, mas animales, ¢ incluso algin articulo de lujo para su familia Ademas John, al igual que cada vez mas miembros de su clase social, sabe leer y escribir. Cuando era pequefio las lec- ciones le parecian muy dificles, y el parroco de su pueblo le consideraba un nifio lento y poco trabajador, pero ahora se da cuenta de que todo aquel esfuerzo merecié 1a pena. Hay ocasiones en las que puede ser de utilidad a los comisarios del rey, y también a los jueces pues, como las comunicacio- nes son muy malas, al rey le resulta muy dificil mantener un control de las cifras que manejan los terratenientes, y con ello de 10s ingresos, Ios impuestos, y las tasas que deben pagar a la corona, por lo que la mejor manera de conseguir informa- cidn a este respecto consiste en enviar a los funcionarios rea- les a cada condado, interrogando en cada pueblo al sefior, al parroco y a los arrendatarios més sensatos y de confianza. Ademés, en estas encuestas los aldeanos tienen que jurar so- lemnemente decir toda la verdad, y si mienten o si ocultan alguna informacién valiosa pueden ser castigados. 8 Casa del siglo nv en Hegbourne, Berkshire (Inglaterra), consiruida con estructuras triangulares de madera. E/ cobertizo que aparece bajo e! alero de Ia izquierde es una adicin muy posterior. La casa de John La casa de John es una de las més grandes del pucblo, y esta rodeada por un gran jardin en el que tiene arboles fru- tales, un huerto de verduras y unas euantas colmenas. Alice ademAs tiene un pequefio jardin de flores donde cultiva plan- tas aromaticas, como la flor de lavanda, y hierbas que utiliza para cocinar y conservar la comida. ‘Cémo esta construida John construyé é1 mismo la casa, con la ayuda de un pa- riente suyo, del carpintero de la aldea, y del techador del pue~ blo de al Iado. Como la piedra es muy cara de extraer,tallar y transportar, la casa esta construida con los materiales que se encuentran en la regién: ramas gruesas y troncos de &rbo- les de la roza, ramas mas pequefias y mas finas de los bos- ques cereanos y del campo comin, y arcilla de un barrizal cer- cano a la aldea La estructura de los dos extremos de la casa esta hecha 101 n9 zobinu enzsung y estsut yum sldor sb eomer eob a0 ma triangular. La base de cada rama esta metida en un hoyo bastante profundo, en el suelo, y a su alrededor se ponen pie- dras y tierra, y luego se apisona todo bien para que resista, En realidad, se construyen cuatro de estas estructuras trian- gulares, dos bastante separadas que forman los dos extremos de la casa, y otras dos entre medias. Es decir, que el edificio se compone de tres «naves» 0 espacios, de unos cuatro me- tros de longitud cada uno de ellos, entre las estructuras prin- cipales. Luego se colocan en la parte de arriba unas ramas largas y derechas y bien pulidas que forman las vigas princi- pales, y después otras que compondran los entramados late- rales Una ver que ya esté terminada la estructura de la casa, Ali- ce y sus dos hijos comenzarén a rellenar los huecos entre los postes y las vigas con una mezela de ramitas finas entreteji- das con tallos flexibles (como los de las ramas de sauce), ea- fias y hierbas, y recubierta con barro o arcilla para evitar que se cucle el viento. El tejado lo pone el techador, que corta cafias en las orillas del rio y luego las mezcla con paja antes de sujetarlas con estacas y cuerdas al tejado de la casa, Pero, a pesar de los esfuerzos de toda la familia, Ia casa no es especialmente resistente, ni les resguarda demasiado de los elementos, aparte de que corre el peligro constante de in- cendiarse. El interior de la casa En el interior, la casa consta de dos habitaciones. La més pequetia es un espacio vacfo con un pajar encima, y se utiliza como almacén y establo, y alll guarda John sus bucyes, las gallinas de su mujer, y a veces también los cerdos. demas, almacena heno, cereales y fruta en el pajar, y en la parte de abajo tiene barriles de cerveza, tinajas de pescado en sal (para la Cuaresma) y carne también en sal, unos cuantos cubos de piel, unos pequefios toneles de madera y todas sus herramicn- tas agricolas, ademas de unos guantes de piel grucsa y del 10 ‘cuerno que lleva en el cinturén cuando sale a trabajar al cam- P° a habitacion mis grande es la vivienda de Ja familia, y alli es donde comen y duermen. La calientan con un fuego {que se enciende en el centro de la habitacién, y como no hay chimenea, el humo sale por un agujero en el techo. El fuego, ademas, se utiliza para cocinar y para dar luz. Los muebles son muy eseasos y muy seneillos: unos cuantos taburetes de tres patas, una mesa de caballete (hecha con una tabla plana y dos juegos de patas, de forma que se pueda retirar después de cada comida) y dos grandes arcones de madera. En cuan- to a las camas, no tienen; por la noche se sacan unos cuantos colchones rellenos de paja y se colocan junto al fuego, y alli uermen, tapandose con unas sibanas de lino muy toscas y unas picles de cordero para calentarse. Aun asf, las sabanas son un auténtico lujo: la mayor parte de las familias pobres no tienen mas que unas mantas de lana muy gruesa o unas ‘cuantas pieles de animales con las que taparse. Las sébanas y las pieles se guardan, junto con el resto de la ropa, en el mas grande de los dos arcones. Fl pequefio con- tiene unas cuantas de las posesiones mas preciadas de John: Este dibujo donde aparecen abejas y una colmena se pints hacia of affo 1200 para un «bostiario», un libro sobre animales. pajaros @ insectos. Las colmenas tienen forma de ‘oupula y estén hechas de paja trenzada. John tiene cinco 0 seis de estes colmenas, y esté realmente orgulloso de ellas. Las abejas obtienen el polen de as flores de los arboles fratoles, y también del brezo y la aulaga de los campos comunes. En lo mas crudo del invierno, ef hombre det dibujo se alegra por Wagar a su cass y poder calentarse los pies en le hoguera, El caldero de hierro esté colocado sobre las piadras del hogar, y sobre el fuego su mujer ha colgado fa carne del cordo que ‘metaron, pere que se ahume y se conserve. Junto al cerdo ‘aparecen varias salchichas, también hhechas por ella. Caldero de hierro y jarras de barro (inferior. El caldero podia 0 bien colgarse sobre Ia hoguera con una cadena que se pasaba por las asas, 0 bien ponerse sobre les piedras del ‘hogar, apoyado sobre las patas. Las jarras, de fabricacion casera probablemente, se utilizaban para leche, cerveza 0 agua. La decoracién, muy sencilla, se hacia araftando ef barro ‘hdmedo can un palito 0 haciendo marcas con los dedes. Todos estos utensilios se febricaron en la Anglia oriental, ‘en Inglaterra, hacia el siglo Xu 1 En esta fotografia de unos campos en South Newington. Oxfordshire, todavia pueden apreciarse claramente las franjas de tierra de los campesinos. seis platos y seis cucharas de pelire y dos eacharros de bron- cee que se sacan sOlo en las ocasiones especiales. Por lo gene- ral, Alice utiliza cucharas de madera y cacharros de cetini- a, y el almirez es de madera (se usa para machacar hierbas, etc.), mientras que el caldero es de hierro. John y su familia comen unos alimentos muy simples. No pueden permitirse comprar productos importades, como cl vino, el aziicar 0 las especias, ni tampoco pueden comer car- ne demasiado a menudo. Los pocos animales que tienen los utilizan sobre todo para trabajar la tierra, y no los crian para comerse la carne (si matan unos cuantos bueyes, corderos 0 vvacas en el otofio y ponen su carne en sal es porque resulta demasiado earo alimentarlos durante el invierno). La carne gue suelen comer los campesinos normalmente procede de los eerdos, que dan alimentos como cl jamin ahumado 0 el bacon. No obstante, ni siquiera conservéndola en sal dura la carne demasiado tiempo, y muchas veces hay que disimular el mal sabor afladiéndole salsas de ajo o de cebolla. El pes- cado es también un alimento muy raro, pues el sefior no per- mite pescar cn el rio y el pescado de mar, conservado tam- 12 bién en sal, ¢s muy caro. John compra a veces arenques 0 an= guilas en sal durante le época de Pentecostés, pero normal- mente tanto él como Alice y los nifios viven de pan de cen- teno y de guisos de verduras, que se hacen con cebollas, ajo, guisantes, judias, lentejas y coles. En cuanto a las proteinas, las reciben de los quesos hechos con leche de cabra o de ove 4a, y para beber toman leche, cerveza que hacen con la ceba- da, 0 aguamiel, que se saca de la mie. John cultiva él mismo su fruta y sus verduras en el jardin que rodea la casa, y también cria abejas a las que dedica mu- ‘chos cuidados, ya que son muy valiosas: hay que tener en ‘cuenta que la miel es el medio mas usual de que disponen para endulzar la comida, El trabajo diario en los campos Casi todos los hombres, ya sean libres o siervos, pasan la mayor parte de su tiempo irabajando en los campos comu- nes, cultivando grano para alimentarse. Cada afio se siembra tuno de los campos con trigo o centeno para hacer pan, y otro ‘con cebada para hacer cerveza y con avena para los caballos, mientras que el tercero se deja en barbecho, es decir que en Esta reconstrucci6n de un tipo sencilla de arado esté basade en unos dibujos del siglo XIN, Trilfando con un «mayab, que es un instrumento con un ‘mango de madera al que va unido con una correa otro trozo de madera més corto que se utiliaba pare golpear el cereal €1 no se siembra nada, sino que se deja descansar durante todo el afio, permitiendo que los animales de la aldea pasten en él y lo fertilicen con su estiércol. Los campos se dividen en franjas largas y estrechas, de unos 200 metros de longitud cada una (esa es la distancia mé- xima que puede arar una pareja de bueyes sin pararse a des- cansar) y de tan sélo siete u ocho metros de ancho, Cada arrendatario tiene sus propias franjas, todas ellas separadas y dispersas por los distintos campos, y todas ellas divididas por igual en el campo en que estén: en un tereio de ellas hay plantado trigo o centeno y en otro tercio avena o cebada, mientras que el tercio restante esté en barbecho. John, como es libre, trabaja sobre todo en sus propias fran- Jas, y casi siempre esté muy ocupado, ya que tiene mas tie- ras que la mayoria de sus vecinos. El trabajo en los eampos sigue un esquema determinado segin la estacién del afio. El otofio El aflo de John comienza en el otofio, una yer que la co- secha anterior esta ya almacenada en casa. Lo primero que tiene que hacer es arar las zonas de campo que han estado cen barbecho, aunque ya las ha arado varias veces a lo largo del verano, para airearlas y quitar las malas hierbas. Ahora las vuelve a arar una vez més, y las siembra con trigo 0 cen- teno para la cosecha del afio siguiente, para que las plantas j6venes puedan crecer y arraigar bien antes de que legue el invierno. Estos campos los siembra a mano, echando las si- mientes en los surcos que ha abierto con el arado y tapan- dolas luego con tierra, Para arar utiliza una pareja de bueyes. pues son fuertes y resistentes y resultan mas baratos de alimentar que los eaba- los, aungue también son mas lentos. Estos bueyes estn uni- dos por un yugo de madera y enganchados al pesado arado, ue tiene una reja de hierro, una especie de cuchillo enorme que se clava en el suelo y que va abriendo el surco y echando Ja ticrra a un lado; luego tiene una segunda reja, también de hierro, que es como un cuchillo triangular que evita que la primera reja se quede clavada en el suelo, y por diltimo tiene Ja llamada vertedera, hecha de madera, que va detras de la 13 segunda reja y que lanza la tierra hacia arriba, haciendo que se revuelva y quede bien aireada Normalmente John ara s6lo con dos bueyes, pero hay ve~ ces que necesita seis e incluso ocho, y en ese caso tiene que peditselos prestados a sus vecinos 0 al sefior, pues él no tiene més que dos o tres, ‘A continuacién, se pone a arar los campos que el afio an- terior tuvieron trigo y centeno y en los que este afio cultivaré avena y cebada, aungue no los siembra todavia. En ver de eso, revuelve bien la tierra y la deja asi, en grandes monto- nes, tal como la ha abierto el arado, durante todo el invier- no, de forma que al helar el hielo se meta por dentro de la tierra. Ffectivamente, las gotas de agua que queden en el in- terior de la tierra se helaran, creciendo de tama, y agrie- tando asi el duro suelo, de forma que cuando llegue el des- hiclo los grandes terroncs se convertirén en una tierra blanda y lista para sembrar el cereal. Asi es como John deja que sca cl hielo el que prepare la tierra por él. Pero John no se pasa todo el tiempo arando, Cada sema- na, y durante todo el otofio y el invierno, tiene que trillar el grano de la ditima cosecha. Para ello usa un mayal, un ins- trumento que consta de una pesada pieza de madera de unos cinco centimetros de grosor y 80 6 100 de longitud, que se utiliza para golpear el grano y que esta unida con una piel de anguila a un mango atin més largo. Para trillar, esparce las gavillas de cereal por el suelo de madera del granero y las golpea con el mayal con todas sus fuerzas, para separar el gra- ro de las espigas. Luego, revuelve la paja con una horca y la extiende en el patio donde guarda el ganado. Después de eso, abre las dos grandes puertas que hay a ambos lados del gra- nero para que entre cl aire y s¢ forme corriente. Entonces ‘mete todo el cereal junto con las céscaras en una gran cesta ‘muy profunda y jo aventa, echandolo al aire pare que el vien- to se lleve los pedacitos de cascara mientras que el grano, al 14 El pastor leva un cayedo de madera y ropas de abrigo, rnecesarios para pasar las rnoches af aire libre. Una de Jas ovajas eva una campanilla colgada del cuello Algunas de les horramiontas que utiliza John, y que guarda en el establo. La mayor parte de ellas las heredé de su padre, ‘pero la guadafia es nueva, se 1a hizo el herrero de! pueblo. ser mucho més pesado, vuelve a caer al suelo del granero. Asi es como limpia el grano, quitando todas las impurezas que pucdan haberse mezclado con él. El aventado es un tra- bajo bastante ligero, pero la trilla es realmente agotadora, y hhace falta un hombre muy fuerte para llevarla a cabo El invierno En noviembre, los aléeanos llevan sus cerdos al campo co- rmiin y a los bosques que rodean el pueblo para engordarlos para el invierno, pues a los cerdos les encantan las bellotas y disfrutan hurgando en el suclo para desenterrarlas, A la ma~ yor parte de ellos se les mata en diciembre para conservar su ‘carne en sal, aunque siempre se dejan vivos unos euantos para que crien ai aito siguiente. A Alice el descuartizar los cuer- pos y ponerlos en sal le resulta de lo mas desagradable, por lo que John la ayuda siempre que puede. Luego, almacenan la carne en barriles y cuelgan las piernas sobre la hoguera para hacer jamén ahumado. También se matan unas cuantas vacas, aunque se dejan bastantes vivas para que crien en pri- mavera. Asi, cuando llega Navidad la mayor parte de la co- mida del invierno esta ya lista y almacenada y, aparte del pes- cado en sal, tienen que tener ya preparado todo lo que pue- dan necesitar. Después de las Navidades, John y su hijo mayor dedican casi todo su tiempo a reparar las vailas que rodean la roza y a arreglar los setos, que han crecido demasiado, quedindose muy finos por la raz, por lo que los animales pueden colarse a través de ellos. Los arceglan cortando gran parte de la hier- ba sobrante, dejandolos ast lisos, y luego los refuerzan con estacas, de forma que el seto queda mas bajo pero mucho ‘mas espeso; ademés, cuando en primavera estas ramas Ya po- dadas den nuevos brotes, el seto se hard todavia mas espeso. Luego, pidiéndole permiso al sefior, John se puede llevar a Las herramientas de John Dibujos tomados de un calendario del Le azada os do madera Y tlone un reborde oe hora todo airadedor para que see mas fell ‘cava No to ‘ave un fl, fempujarla Borel iro lado con of pie (vease tambisn la paging iocrecho), Un mayal para tiller el cereal ‘Aqulse.ve la unién con mucha clarided. \ ora algunas tareas, come I becardar, necesita unt guantee ruses do pie! Ssepardrdolo de otras ferboe Us escarda y el gancho Para cortar los Sven pora limpar le Tiere setos utiliza fo ta supertice¢ Une podaders, pan guar as ning Mero come i taraos. @& ? ‘ dav sustain panta con) apm de puss ylecone cone te Pare corer fon ee | El cubo es de madera, pero seguramente el asa es de Inert, es! como las bandas que leve slrededor Ls podadera, a hor y Io Squedaria tienen le noia do hore el mango do madera, E/ hombre lleva las semillas en una cesta de peja 0 de mimbre que so cuelga af cuelio con una tira de tela o de piel. ¥ las va esparciende con la mano. Normalmente lo acompania un nifio 0 un perro para que espanten a los péjaros que tratan de comerse las somillas. casa las ramas y la madera que han cortado para usarlas en la hoguera. Un poco mas adelante, es probable que John ayude al pas- tor del sefior cuando nazean los corderos, que suelen nacer en las praderas y Iuego se llevan junto con sus madres al com rral del sefior, para que estén calientes durante el invierno. ‘Aunque, como es natural, por este trabajo John recibe un sa~ lario. Mientras el tiempo se mantiene mas 0 menos bueno, como ocurre a veces después de Navidad, se puede seguir arando, y John puede dedicarse a arar su diltimo tercio de campo, el que el aio anterior tuvo avena y eebada y que este verano se va a dejar en barbecho. Sin embargo, una vez que la nieve comienza a cuajar y empiezan las heladas, ya no se puede arar més. John odia el frfo, porque cuando hiela el trabajar 15 fuera se convierte en una tortura, y no hace mas que tiritar, yy ademés esta siempre mojado. En enero y febrero hay dias fen Jos que ni siguiera se puede salir de la casa, y entonces aprovecha para arreglar sus herramientas y para ayudar a Ali- ce con la destilacién de cerveza y con el tejido de la lana, Ade- ms, siempre hay grano que trillar en el granero. El final del invierno puede resultar realmente duro, sobre todo si ya se ha terminado la earne en sal y no hay més que pan y queso para comer. E incluso el pan puede resultar es- caso si la cosecha del afio anterior fue mala, y entonces es posible que John y su familia tengan que racionarlo y no co- mer demasiado, no sea que se terminen el trigo y el centeno antes de que se pueda recoger la siguiente cosecha. La primavera Cuando Ilega la primavera y empieza a hacer més calor, Jobn se pane muy contento, pues ahora puede salir a los cam- pos sin tener que llevar tanta ropa y sin tener que cubrirse con una piel de cordero para abrigarse. Ademés, ya hay mas comida para el ganado, porque la hierba est empezando a crecer, y en abril también John y su familia tendrin més co- mida, ya que para entonces las vacas, las ovejas y las cabr que durante el invierno lo han pasado bastante mal, al tener mas comida empezarin a engordar, y darn mucha mas le~ che. A partir de entonces, durante toda la primavera y parte del verano, Alice podra dedicarse a hacer grandes cantidades de queso y mantequilla para su familia ‘Asi, en cuanto desaparece el hielo y se seca la tierra, John sigue con cl arado: vuelve a arar otra vez el campo donde va a cultivar avena y eebada, y en marzo o abril, segiin lo pron- to que llegue la primavera, lo sembrard y enterrard las semi- ilas tal como hizo con el campo de trigo y centeno, Ademas, es posible que utilice algunas franjas de este campo para plan- tar judias o guisantes, El verano A lo largo del verano hay muchisimas cosas que hacer en Jos campos. Cuando las plantas son todavia jévenes John pasa gran parte del tiempo escardndolas, y Alice y Lambert Je ayudan, También, si tiene un rato, ara sus trozos de cam- po en barbecho, quitandoles a la vez las malas hierbas, a las que trata de eliminar antes de que acabe el verano, 16 Un hombre casecha cereal con una hoz fen ef dibujo puedes ver los dientes de la hoja). mientras su mujer recoge los tallos yo cortados. Detrds de ellos esta @/ administrador del seftor. que se asegura de que estén trabajando como es debido. Con el mes de junio da comienzo la estacién de més tra- bajo de todo el afio. En primer lugar, esta la cosecha del heno. John siega las hierbas largas y tiemas que crecen en sus trozos de campo en las praderas junto al rio, utilizando para ello una guadafia con la que tiene que tener mucho cui- dado, ya que la hoja esté siempre muy afilada. Una vez que ya ha cortado toda la hierba, entonces pide ayuda a Alice y al resto de la familia, Primero agrupan el heno en pequeiios montones y luego lo remucven con una horea, dandole la yuclta dos 0 tres veees al dia para que la hierba se seque ré- pidamente al sol y se convierta en heno sin perder sus pro- piedades alimenticias. Luego la cargan en una carreta y la lle- van a casa, donde forman un almiar que iran utilizando a lo largo del invierno siguiente, a medida que lo vaya necesitan- do el ganado. A continuacién, durante julio y agosto, viene la cosecha Elcampesine y sus vecinos cargan las gavilias en el carro. El ‘hombre de la irquierda las lanza al aire con una horca de dos dientes, mientras que o1ro, que lleva un sombrero para protegerse del sol, las apila en la carreta. Un tercero sujata ie cabeza del caballo para mantenerlo quieto. La carreta es muy sencilla, en realidad no es mas que un eesqueleto> de madera, y seguramente lo bastante ligera como pere que le arrastre un solo caballo. Las ruedas también son de madera, y ‘estén sujetas con una clavija que puede ser metéica 0 de medere, del cereal, John corta la avena y la cebada, y también cl tr- 0 y el centeno, con una hoz, que es una herramicnta de ace- ro de hoja curvada y con un mango corto de madera. La hoja, ademas, tiene dientes de sierra, y para utilizarla John rodea con cl brazo izquierdo la mayor cantidad de tallos po- sible, apretandolos todo lo que puede. Entonces, apoya el filo dentado de la hoz que sostiene en la mano derecha contra los tallos, y tira bruscamente de la hoz hacia si de manera que los dientes de sierra van cortando 10s tallos uno a uno. Entonces Alice sc lleva el montén a un Jado y lo ata con una cinta hecha de paja entretejida, formando asi una gavilla. Una vyez que estén atadas todas las gavillas, Ios nifios las cogen y las ponen de pie, apoyadas unas contra otras formando un tresnal, que se deja para que se seque con el sol y el viento y termine asi de madurar. Luego, una vez que ya esta bien seco y maduro, se llevan las gavillas a la casa, donde se al- ‘macenan formando una niara que se recubre con paja para {que no se moje con la liuvia, Mas adelante, John ira sacando poco poco las gavillas de la niara para itlas trillando a lo largo del invierno siguiente, 1o mismo que hizo en el anterior. Sin embargo, tienen que tener cuidado y no Lievarse el ce- real a casa antes de que esté bien seco, porque si no se pu- drira al hacer Ia niara, Si hace buen tiempo y sale el sol du- rante la época de la cosecha, entonces todos tendran que tra~ bajar a buen ritmo en los campos, desde las seis de la mafia- na e incluso antes, hasta la puesta del sol. Durante esos dias Alice se lleva pan, queso y cerveza para comer y cenar alli mismo, pues hay que cosechar répidamente todo el cereal y almacenarlo lo antes posible. Sin embargo, no les importa de- masiado trabajar tanto, pues saben que si hace bueno y re- cogen la cosccha rapidamente, ese afio conseguiran mucho grano, y tendrén comida abundante para todo el invierno. Lo que realmente les molesta es que llucva durante la €poca de la cosecha, ya que entonces no se puede segar ni formar los tresnales, ni esperar a que sequen para Uevarlos a casa, de forma que a veces a finales de septiembre la cosecha to- davia esta en los campos y hay ocasiones en que una gran parte ni siquiera llega a casa, Eso si que es una desgracia, por que la vida de la aldea depende de las cosechas, y si éstas son malas eso quiere decir que no tendrén apenas comida duran- te cl invierno siguiente, y que todos ellos pasaran hambre, y algunos incluso se pondrin enfermos y morirén. Pero lo que mas detesta John es que cada afio, tanto en la recogida del heno como en la cosecha de cereal, toda la familia, a excepci6n de Alice, tiene que dejar sus campos para ir a ayudar durante dos o tres dias a lord Robert en los su- yos, Eso mismo les sucede a todas las familias de la aldea, ¥ya sean libres o siervos, y a John personalmente Je molesta muchisimo. Ya es bastante malo tener que trabajar por obli- ‘gacidn para cl sefior como si fueras un siervo cualquiera, pero 7 Antes de arar fa tierra nueva hay que limpiarla bien, Este hombre asta utilizando un palo para sujetar fos cardos mientras las corta con el hacha. A la dorecha, un campesino cave la tierra de fa roce ‘con un azadén de un sol filo. si encima tienes que hacerlo justo cuando més ocupado estés cen tus campos, entonces ¢s peor, sobre todo si se afio hace mal tiempo, porque lord Robert tiene derecho a elegir los dias que quiere que vayas, y hay veces que si el verano es lu vvioso elige los tres tinicos dias buenos de toda la temporada, por lo que la gente de la aldea tiene que ayudarle a recoger sus cosechas mientras las de ellos se echan a perder por la lluvia. La roza John ademas, en cuanto encuentra un rato libre entre las, tareas de los campos y sus deberes para con el sefior, se va a trabajar a su trozo de roza, que para él es valiosisima, ya que es un simbolo de su independencia y su libertad. Para conseguir la tierra hay que pasar por un proceso legal muy complicado, para el cual tuvo que pedir ayuda al administra~ dor del sefior, que conoce bien las leyes. En primer lugar, tuvo que pedir permiso a lord Robert para limpiar la tierra, y ademas pagarle una cantidad en metilico. A cambio lord Robert le entregé, en el tribunal del sefiorfo y delante de tes- igos, una carta en la que Ie otorgaba cl derecho a limpiar una cantidad determinada de acres de tierra en un lugar es- pecifico. Alli puede cultivar lo que quiera, y los beneficios se- ran para él, y ademés tiene derecho a valiar las ticrras para que nadie pueda cruzarlas ni utilizarlas sin su permiso. En la carta aparecen los nombres de los testigos, y el sello de lord Robert, que lo estampé antes de entregarsela a John. £1 aho- ra guarda una copia junto con otras coneesiones y documen- tos legales en una especie de rollo llamado «cartualarion, El limpiar la tierra es un trabajo durisimo, ya que hay que derribar los rboles a mano, arrancar las raices, quemarlas y climinar las malas hierbas y los rastrojos antes de empezar a arar, Ademds, John muchas veces va a la roza después de un dia agotador en los campos, por lo que avanza muy lenta- mente, Hay ocasiones cn gue se pregunta si merece la pena tanto esfuerzo, pero cuando est a punto de rendirse piensa en todos los beneficios que acabara trayéndole. Algin dia po- 18 dré ser una herencia valiosa para su hijo mayor, y también cs probable que le ayude a pagar la educacién de Lambert si por fin decide convertirse en sacerdote. Los siervos y los artesanos Los siervos Pero hay otros arrendatarios que no son tan afortunados como John. No todos los hombres libres disponen del tiem- po y las energias necesarias para limpiar un trozo de tierra boscosa, y los siervos estin aiin mis rigidamente sometidos, al sefior. No son personas libres, lo cual quiere decir que son propiedad del sefior y que se les puede comprar y vender como si fucran un objeto cualquicra, y también se ies puede trasladar a otra propiedad o incluir en una concesion de tie- rra, Ademis, tienen que pedir permiso al sefior para casarse y para que sus hijos sigan la carrera eclesidstica, y no pueden poseer armas ni Ilevarlas encima, ni tampoco pueden tomar parte en una encuesta oficial ni actuar como jurado, Tam- bign tienen que formar grupos de 10 hombres (llamados ediezmoss) que juran obedecer la ley y que, bajo la supervi- sién de un jefe, deben vigilarse unos a otros para asegurarse dde que todos cumplen el juramento. En caso de que alguno lo rompa, los otros nueve deben llevario ante el comisario del rey y acusarlo puiblicamente, y sino lo hacen pueden ser castigados ellos también. Los sicrvos trabajan en los campos al igual que los hom- bres libres, aunque pasan parte del tiempo en sus tierras arrendadas y parte en las del sefior, y ademas tienen que pa- gar un diezmo al pirroco. La mayor parte de ellos paga la mitad 0 un tercio de su renta en metAlico y el resto realizan- do trabajos decretados por el sefior y de los que toma nota su administrador. Cada tarea equivaie a una cantidad de di- Este dibujo de un hombre esquilando una oveja esté sacado de un manuscrito inglés del siglo XN. El campesino te ha atado las patas @ la ove/a y le esté cortanda la lana con unes tijeras de metal, muy similares a las que se usan hoy dia. Esta fotogratia de un siervo pasando con sus cerdos Junto a una pared de mimbre estd sacada de una pelicula moderna. nero, de forma que un siervo que tenga arrendada una tierra que vale, por ejemplo, ocho chelines al afio, puede pagar su renta dando tres chelines en metalico y el resto realizando di- vversos trabajos por valor de tres o cuatro peniques cada uno. Ademis de esto, 10s siervos trabajan un niimero fijo de horas al dfa, y aunque, al igual que los arrendatarios libres, aran, siembran y siegan, y se ayudan unos a otros a recoger Ia co- secha, también tienen que trabajar en el jardin de lord Ro- bert y en su vifiedo, y ayudar a plantar, cuidar y cosechar las Plantas de lino de su esposa, Uno de los ejemplos tipicos de siervo rico es el veeino de John, Richard atte Field, que tiene arrendados 18 acres de tierra a cambio de una renta de siete chelines y seis peniques al afio, y que paga en el dia de la Anunciacién (el 25 de mar- zo), en la Fiesta de San Juan y en Navidad. También ara para el seflor seis dias al ato, dos en las siembras de invierno y Pentecostés y dos en los campos de barbecho, y cada dia se valora en dos peniques. Ademés, grada la tierra durante un dia en cada siembra (por un penique al dia), siega el heno durante cuatro dias en junio (por dos peniques al dia) y es- carda los campos de cereal (2 medio penique por dia). Lue- g0, en la época de la cosecha, tiene que trabajar para el se- jior por dos peniques al dia, y es probable que también tenga gue trillar. Al final, el valor monetario de todos esos servi- cios, mas el dinero que Richard paga en metalico, vienen a sumar mas o menos lo mismo que paga un hombre libre de renta en metilico, Richard atte Field, aunque no es libre, es bastante pros- pero y puede arreglérsclas para evitar tener que trabajar de- masiado para e] amo. La verdad ¢s que hay siervos que tie- nen que trabajar mucho mas, como por ejemplo William Godwyne, que tiene que trabajar cuatro dias a la semana du- rante todo el afio, y ademas tiene que entregar al sefior una zallina en Navidades y una cesta de huevos para Pascua. Otros tienen que entregar parte de su cosecha de cereal, y si desean comprar o vender un caballo, antes tienen que pagar a lord Robert dos peniques, y también un penique por cada cerdo que poseen y medio por cada cochinillo. Los siervos 19 mas pobres son los que peor lo pasan, porque pagan casi toda su renta en trabajo y servicios, y por tanto son los que ‘més tiempo dedican a las tierras del sefior. ‘Ademés, hay unos cuantos siervos que tienen sus tierras a cambio de algin servicio especial, como por ejemplo Roger Cayleway, que ocupa una pequefia parcela a cambio de ser- vir de correo para llevar cartas y documentos importantes del sefior y del abad. También hay mujeres que tienen tierras en arriendo, y éstas trabajan sus tierras y realizan servicios para el amo, al igual que los hombres. Por ejemplo, esti Agnes Hammond, otra de las vecinas de John, que paga una renta cen metilico de 21 peniques y medio al afio y ademas trabaja cn los vifiedos durante tres dias (a un penique y medio el dia), y también recoge uvas durante tres dias al mismo precio. Muy rara vez hay un siervo que consigue llegar a una po- s ;portante sin por ello obtener la libertad. En algunos lugares, por ejemplo, el mayoral del sefiorio es un siervo; se trata del agente personal del sefior, y su tarea consiste en ayu- darle a administrar sus tierras, recaudar el pago de las ren- tas, organizar el tribunal del sefiorfo, levar las cuentas y todo tipos de registros (haciendo muescas en un palo sino sabe es- cribir) y ocuparse en general de que las cosas marchen bien A cambio de todo eso, se le permite disfrutar de una casa y un trozo de tierra sin tener que pagar renta a cambio ni tra~ bajar en los campos del sefior. 20 El horroro y su ayudante golpean un pedezo de hierro 4 r0/0 sobre el yunque. Ef hherrero sujeta le barra de hietv eu une heiemienta Targa, parecida 2 unas tenazas, y detrés de ellos estén fos grandes fuelles que utilizen para mantener ef fuego al maximo y que caliente de verdad Un siervo puede obtener su libertad por tres medios. Pue~ de recibirla como una muestra de la generosidad del sefior, aunque esto, a pesar de que la Iglesia lo considera un gran acto de piedad, no cs nada frecuente. También puede aho- rrar lo suficiente como para comprar su libertad, si su sefior accede a vendérsela 0, por ditimo, puede huir a una ciudad, y si consigue permanecer un aifo y un dia sin que le atrapen, entonees se le otorga la libertad. No obstante, si le cogen an- tes de ese tiempo, tiene que regresar hundido en la desgracia y ser castigado por su delito. Sin embargo, en el afio 1200 la servidumbre ya est4 empezando a desaparecer; cada vez es mas complicado administrar una gran extension de tierra, y los campesinos, ya scan libres o no, estan empezando a arreni- darse y subarrendarse tierras unos a otros. Hay ocasiones en que resulta muy dificil determinar la posicién social de algu- nos hombres, y en los tribunales del condado cada vez hay mas casos de sicrvos que alegan ser hombres libres. Y por ciemplo, ni siquiera los abogados son capaces de ponerse de acuerdo acerea de la posicion social de los nifios nacidos de adres uno siervo y otto libre. La realidad es que casi ningtin siervo tiene esperanzas de convertirse algin dia en un hombre libre, y que la vida pue- de resultarles realmente dificil. En las épocas de hambre o de disturbios ellos son los primeros en sufrir, y si roban o cazan sin permiso porque tienen hambre, los castigos que les im- Wiliam ef herrero pone horraduras @ un caballo do! seifar, con la ayuda de su hijo y de un aprendiz. EI propio William esta clavando los clavos con un martillo de hierro que en uno de los lados tiene forma de tenaza, para poder sacar las clavos de Jas herraduras viejas. Su hijo esié sujetando le peta del caballo, mientras el aprendir sujeta 1a bride y le de palmaditas al caballo para que ‘@%6 tranquilo y no se mueva ‘mientras le ponen fa hovradura. pponen son muy severos, hasta el punto de que tienen que es- tar muy desesperados para arriesgarse a que Ios cuelguen 0 los persigan. En la aldea de John, al igual que en muchas otras por todo el reino, hay gente pobre que muere de ham- bre cada invierno, y es bastante frecuente encontrar sus Aaveres on acequias o tirados al lado de la carretera. Como es natural, por mucho que el sacerdote les diga que deben conformarse con su vida y que Dios los ha elegido para que ocupen un lugar determinado en la sociedad, ellos envidian alos hombres libres y ricos, come John, que tienen la opor- tunidad de prosperar y aumentar sus propiedades. Los artesanos El grupo mis pequefio de arrendatarios, compuesto sobre todo por hombres libres, es el de los artesanos, que pagan la renta de sus casas en metélico, cultivan sélo la tierra necesa- ria para cubrir sus necesidades y dedican la mayor parte de su tiempo a su oficio. La mayor parte de ellos se dedican a cosas relacionadas con la agricultura, como por ejemplo cl molinero, el herrero, el techador o el que arregla las carrctas. De todos ellos, cl més importante es el herrero, ya que no sblo pone herraduras a los caballos y fabrica herramientas agricolas, sino que ademas arregla cacharros de hierro y de cerdmica y hace armas, cuchillos, cadenas, cerrojos y pomos. Lo cierto es que en la mayor parte de las casas de los gran- Jeros no merece la pena poner un cerrojo, pero por ejemplo le casa sefiorial tiene sus tesoros, como las joyas de la sefio- ra, las armas del sefiar o los archivos del sefiorio, y desde lue- go Ia iglesia necesita un cerrojo resistente y bisagras de hic- ro en su sruesa puerta de roble. El hertero le compra ct hic- ro a un comerciante de la ciudad, que a su vez lo consigue ‘en ung fundieién que hay en el bosque de Dean, en Glouces- tershire, EI herrero tiene dos hijos, que trabajen con él, El mayor seguramente se hard cargo del negocio cuando tenga edad su ficiente, porque lo normal es que los padres ensefien el oficio asus hijos. A Lambert le gusta ir alli y ayudarle, y le encanta sujetar la cabeza a los caballos para que se estén quietos mica- tras les ponen les herraduras. A veces piensa que le gustaria ser herrero cuando sea mayor, y si de verdad desea serlo, en- tonces entrar de aprendiz cuando erezea un poco mas. En el pueblo de John también hay un carpintero y ensam- blador, que fabrica arados, azadones de madera, yugos para bucyes ¢ incluso algunos muebles. Join tiene un pariente que también es carpintero, pero esté especializado en edificios, y es el que ayuda a levantar las estructuras de madera y las vi- gas de las casas, Cuando los arrendatarios del sefiorfo qui ren construir una casa o repararla, entonces pueden pedir al carpintero que les ayude, © bien pedirle prestadas sus herra- 2 mientas y hacer el trabajo ellos mismos, y normalmente le pa gan en dinero 0, més frecuentemente, en productos como hue- vos 0 cereales. Algunos pueblos tienen su propio techador, pero el de John es demasiado pequefio como para que uno de ellos pueda vi- vir alli de su trabajo, por lo que normalmente hay un hom- bre que viene de una aldea cercana y se queda alli durante varias semanas, hasta que termina con todo lo que le encar- gan. Normalmente, los artesanos tienen mas contacto con el mundo exterior, porque tienen que ir de vez en cuando a la ciudad a comprar materiales, o a otros pueblos a trabajar, y a su regreso traen todo tipo de noticias de la ciudad. Ade- més, muchas veces traen cosas interesantes para sus familia~ res y amigos. William, el herrero, suele pedirle prestada a John su carreta cuando tiene que ir a comprar hierro y cla- vos, y a cambio a la vuelta le trae sal y telas y, cuando las cosas le van realmente bien, pimienta higos. Los artesanos también pueden trasladarsc a la ciudad a trabajar si lo de- sean, aunque normalmente la vida alli les resulta bastante di- 22 Una mujer ordefiando una vaca que ests atada a un poste de madera. La leche cae en un cubo de madere que ene un asa para sujetarlo, y Ja vace ‘esté lamiendo @ su ternero. ficil, y muchas veces no pueden mantener el nivel que se Ies exige. Lo cierto es que a os de 1a ciudad no les gusta que lleguen «forasteros» a quitarles el trabajo, y como en el cam- po hay trabajo mas que suficiente y ademas tienen su propia casa y sus tierras, normalmente no estan demasiado ansiosos por trasladarse, Las mujeres Mientras John trabaja en los campos, su mujer pasa la ma~ yor parte del tiempo trabajando duro también. Al igual que ‘su marido, se levanta y se acuesta con el sol. En invierno los dias son mas cortos, por lo que la familia duerme mas, ya que resulta muy caro tener velas o limparas encendidas, y ademis éstas no dan luz suficiente como para coser o arre~ giar herramientas. En verano, cuando los dias son més lar- ‘20s y més célidos, la familia entera se levanta més temprano, poco después del amanecer, y luego descansa un rato a me- diodia, Un hombre lleva un saco de grano para que s# fo muelan en e/ moline de aqua del sefior. El saco lo lleva una mula hasta 1 moline, donde la répida corriente def arroyo hace girar !a piedra de moler. Alice prepara el desayuno para su marido y sus hijos, que consiste en pan y cerveza, y Iuezo quita los volchones, que se pueden meter en el pajar 0 apilarlos encima del arcén mis grande. En la casa tiene poco trabajo, porque es muy pequc- fia, pero tiene que barrer el suclo para quitar los huesos y los, trozos de comida de la noche anterior, y luego extender paja ‘ juncos en cl suelo para mantenerlo limpio y seco. También tiene que cuidar de las gallinas, y alimentar a los pajaros con grano y con los restos de la cena, Normalmente durante el dia las deja que anden picoteando por el jardin, pero por la noche las mete en el almacén, para ponerlas a salvo de los zorros y los ladrones. La fabricacion del pan y de la cerveza Después de llevar el grano 2 uno de los dos molinos del seffor para que lo muelan, John regresa con la harina metida en sacos o barriles para que su mujer haga con ella un pan de centeno oscuro y Aspero, Su casa no es lo bastante grande como para tener un horno de pan (aunque puede hacer tor- tas cocigndolas al fuego sobre una piedra), por lo que, al igual {que todas sus vecinas, tiene que utilizar el enorme horno que tiene el sefior en la panaderia, detras de la casa sefiorial. Alli las mujeres del pueblo hacen turnos para cocer grandes mon- tones de hogazas, aunque Vigiladas cuidadosamente por uno de los criados del sefior, que esté alli para asegurarse de que todas pagan el precio exigido: seis hogazas o una pequcfia suma de dinero cada vez que se use el horno. Alice y sus ami~ {gas siempre protestan por eso, pero saben que resulta impo- sible hacer pan en casa, por lo que tienen que pager lo que Jes piden ‘Ademiés, una vez cada dos o tres semanas Alice destila cer- vyeza. Antes solia hacerlo en la casa feudal dandole a cambio parte de la cerveza a lord Robert, pero ahora que han con: truido la nueva casa ya tienen sitio para destilar y almacenar su propia cerveza, Sin embargo, como la cerveza de Alice es famosa por su sabor y su calidad, lord Robert todavia sigue pidiéndole un poco cada vez que destila, y algo mas en Na- vidad y en Ia época de la cosecha, aunque por supuesto aho- ra se la paga con dinero 0, si Alice lo prefiere, con una pe- quefia cantidad de pimienta 0 especias. Casi todo el mundo bebe cerveza en abundancia, ya que no hay otra cosa a ex- cepci6n de la leche o el agua. A veces a las mujeres se les per mite vender la cerveza que han destilado, y en ese caso lo anuncian atando una rama o un arbusto en cl exterior de 1a casa. Sin embargo, antes de recibir el permiso, el mayoral del sefior, 0 a veces el mayoral del abad, tiene que probar la cer- veza en cuestion, para asegurarse de que realmente es lo bas- tante buena, Al probarla deciden también el precio justo de venta. Sin embargo, se trata de un privilegio temporal que no da al vendedor derecho a aceptar huéspedes ni a poner tuna posada en su casa. Ademés, de vez en cuando se cele- bran las «Sesiones del Pan y la Cerveza» en el tribunal del se- fiorio y en ellas se prucban ambos productos, y a aquellos que se atrevan a vender género de mala calidad se les castiga, bien con una multa, o bien retirdndoles el permiso de venta. Los viajes al horno de pan y alla destileria, aunque son can- sdos, también resultan divertidos porque alli Alice puede ver a todas sus vecinas y cotillear con ellas un rato, aunque también las ve cuando Van a lavar al arroyo. El lavado de la ropa resulta una tarea muy dificil, y también fria y desagra- dable, porque la tinica manera de quitar la suciedad consiste en golpear las prendas contra una piedra plana junto al arro- yoy tenderias luego sobre algin arbusto o alguna rama baja 23 La lana se carda a mano antes de hilaria. A tos pies de la mujer ‘hay una cesta con varias cardes diferentes. Una mujer hilendo con una rueca, sacada de 4 un dibujo de principtos del siglo xv Dibujo de una vida de Jesus. de! 1300 aproximadamente. en 1 que podamos ver cémo se tofla la ropa en casa. La pieza de tela estd colgada de una barra que hay en el techo. y desde ali s@ va metiendo poco a poco en e/ gran cacharro colocado al fuego, mientras se remueve con un pelo de ‘madera muy fargo. 24 Como se hila 1 Rotorcer y estiar las fibras. 2 Arar el hilo ai huse, Dasindolo por 4 a déndole / \ueltas, manteniendo e! brazo eatirado; vSace el / Gibuio de a pégina 7 ‘- iho yrehero é >| ‘empezar otra vez Algunas de las mujeres cogen también el agua del rio, pero John y Alice tienen su propio pozo, lo cual es un privilegio, yuna auténtioa bendicién, El hilado y el tejido ‘Aparte de esas tareas en las que se encuentra con sus ve- cinas, Alice pasa la mayor parte del tiempo en casa, y ade- nds muy ocupada. Una vez que ha terminado de limpiar, de preparar la comida y de hacer el queso y la mantequilla, siem- pre tiene lana que hilar y tejer y ropa que coser y remendar. Ella misma hace la ropa de toda su familia con la lana de sus ovejas. John tiene unas cuantas ovejas y, aunque la mayor parte de la lana la vende al abad, siempre deja un poco para Alice, que la prepara y hace con ella toscas y sencillas ropas. En primer lugar, limpia la lana con una «carda», un peda- zo de piel con espinas 0 trocitos de alambre clavados, algo ‘asi como un cepillo del pelo slo que sin mango. Con ella pei- na Ia lana una y otra ver para quitarle todos los nudos y las impurezas. Luego la hila, pero no con un torno, sino con un huso, que es mucho més pequefio y mas anticuado, y que lo puede llevar debajo del brazo ¢ ir eon &l por ahi mientras se ‘ocupa de las gallinas o mientras vigila los cacharros que tie- ne e] fuego, o simplemente mientras charla con sus amigas. Lucgo tee cl hilo en un pequefo telar que guarda en el al- macén y que saca a la habitacién principal para ponerlo jun- to a la ventana. En realidad, Alice posee sto la mitad del telar, pues lo comparte con su cufiada, ya que es muy caro y muy complicado de reparar. Luego, una vez que ha termi nado la tela, la mete en agua y la pisa para que encoja y se apriete, y también para que adquiera un tacto agradable. Lue g0 la alisa con una plancha caliente y le recorta los bordes ‘con unas grandes tijeras de metal para después tefiirla me- tiéndola en un gran cacharro con agua y tintes vegetales. Los colores més corrientes son un verde fangoso, un marron os- ‘euro y un amarillo apagado. Los colores brillantes como los azules, los rojos y los piirpuras se consiguen con tintes im- portados bastante caros que sélo se encuentran en la ciudad. La tela que hace Alice es célida-y resistente, y esta muy bien para hacer ropa de trabajo, capas y mantas, aunque cuando John tiene un buen afio y vende bien el trigo puede permi- tirse comprar retales de tela mas fina, hecha por profesiona~ les, con la que Alice puede hacerse un vestido para ella y ti nicas para John y los nifios. Pero ademés Alice ¢s una mujer amable y servicial, que ‘cuando dispone de un rato libre visita a los arrendatarios més ancianoe de Ia aldea, gente qe ya no puede trabajar y que ticne que depender de los regalos de sus vecinos generosos para mantenerse viva. Una de estas personas es Alfred, hijo de Roger, que luchd en las Cruzadas, y que mientras Alice Je limpia su pequefa casa y le prepara un poco de caldo se dedica a contar a Lambert historias maravillosas acerca de sus aventuras en Tierra Santa, Ademiés de los ancianos, Ali- ce visita también a sus vecinos enfermos y les ayuda siempre que puede. En un pueblo tan pequefio todo el mundo se co- rnoce y casi todos son serviciales y amables con los necesita~ dos 0 los que tienen problemas. Los nifios Los nifios también tienen cosas que hacer durante todo el dia. En la aldea no hay escuela, y por tanto casi ninguno de ellos recibe una educacién en regia, aunque el parroco les en- sefia unas cuantas oraciones y las creencias basicas del cris- mnismo. Ademés hay algunos que, si realmente lo descan y sus padres tienen dinero para pagarlo, dan lecciones con el pArroco, unas veces en Ia iglesia y, cuando hace mucho frio, en Ia casa del propio parroco. Los dos hijos de John hen te= nido oportunidad de estudiar. El joven John, que ahora ya ha crecido bastante, aprendié a leer y a escribir en inglés y también algo de latin sencillo, y @ hacer cuentas, aunque en realidad todas aquellas cosas no le interesaban demasiado y preferia ayudar a su padre en los campos. Ademés, John est dispuesto a dejar que le ayude cuanto quicra, para que asi aprenda cuanto hay que saber sobre la agricultura. Ahora ya ara y grada muchos de los campos de su padre, y también le ayuda a escardarlos y a recoger y almacenar el heno y el ce- real en la época de la cosecha, aunque lo que més le gusta es ira limpiar la roza y plantar nuevas coscchas all. E] joven John espera heredar las tierras de su padre algin dia, aungue él preferiria que lord Robert le otorgara algunas tierras para é] cuando sea un poco mayor. Esto podria ha- cerse, o bien concediéndole parte de las ticrras de su padre, con lo que se convertiria en un arrendatario responsable di- recto ante el sefior y sometido @ un pago en metalico o en servicios, 0 bien nombrandole heredero de su tio, que no tie- ne hijos. Lord Robert podria hacer cualquiera de estas dos 25 cosas si lo deseara, pero en cualquier caso todo ello seria en un futuro, y por ahora el joven John se conforma con tra- bajar con su padre y aprender cuanto pueda, En cuanto a Lambert, el mas joven de los dos, no com- parte las ambiciones de su hermano. A él le gustan mucho mis las lecciones que da con el parroco, y a veces piensa que le gustarfa ser sacerdote cuando sea mayor. No es un deseo imposible de realizar ya que gran parte de los parrocos, in- cluyendo el de su pueblo, el padre Hugh, proceden de fami- lias campesinas, y comenzaron su educacidn igual que lo ha hecho él. En caso de que Lambert deseara en serio entrar en la Iglesia, 1o primero que tendria que hacer seria demostrar que es un hombre libre. Después, entraria en la escuela de la catedral, donde estudiaria latin, teologia, la Biblia y los es- critos de los eristianos famosos como San Agustin, asi como todo lo referente a las ceremonias y los servicios eclesiasti- os, incluidos los rez0s y los cantos. Después cl obispo le exa~ minaria meticulosamente, y si alcanzara un nivel satisfact rio y tuviera la edad suficiente, le permitirian tomar los hi bitos y convertirse en sacerdote, tras lo cual un sefior, un obis~ po o un abad que fueran patronos de la igiesia de alguna al- dea lo Hlevarian alli como parroco. Sin embargo, Lambert sabe que tendré que trabajar mu- cho para conseguir todo eso, y que probablemente se verd obligado a permanecer en la misma parroquia durante el res- to de su vida, porque un chico de origen humilde no tiene demasiadas posibilidades de ascender dentro de la Telesia, Pero aun asi, se pasa muchisimo tiempo preguntandole al pa- dro Hugh cosas acerca de su vida, y a veces le acompatia a visitar a los pobres y a los enfermos de la aldea, para ente- rarse bien de cuales Son los deberes de un sacerdote, No obs- tante, ain no esté totalmente decidido, y ademas todavia es muy joven. Cuando no esté con el padre Hugh, trabaja con su padre y su hermano, y también le hace recados a su madre y la ayu- da a llevar la harina a la panaderfa y la ropa al rio, A veces ticne que ayudarla también con las gallinas, pero la verdad es que las odia. Le gusta mucho més trabajar con un parien- te de su padre que es herrero, porque adora los caballos. A veces piensa que en realidad preferiria ser herrero mejor que sacerdote. Tanto al joven John como a Lambert les encantan los ani- males y tienen todo tipo de mascotas, ineluyendo a un perri- to yaun cordero que se quedé huérfano, En verano les gus- 26 ta ir a buscar nidos de aves para coger los huevos, y ya han traido a casa varios péjaros con las alas rotas para tratar de curarlos. Adems, siempre ayudan a cuidar de los dos perros de John y también de los demas animales, y a veces, cuando lord Robert y sus amigos van a salir de caza, se bajan a la casa sefiorial para mirar a los hermosos caballos, a los pe- rros, y a los halcones especialmente adiestrados. A ellos no se les permite ir a cazar, pero si pueden atrapar pajaros con redes, y también pescar en el arroyo de la aldea, pidiéndole permiso lord Robert. Otro de sus pasaticmpos favoritos consiste en poner trampas para conejos, que ademés siempre son bienvenidos como alimento extra. Ademis de estos dos, John y Alice tuvieron otros dos hi- jos, un nifo y una nifia que nacieron entre John y Lambert y que murieron siendo muy pequefios. Es muy frecuente que ios bebés mueran a las pocas semanas de nacer, pues hay mu- chisimas epidemias, v ademés muchas veces escasea la comi- da, por lo que los nifios nacen débiles y enfermizos. Y mu- chos de los que sobreviven a las primeras semanas de vida mueren antes de los cinco aflos, porque estén expuestos a todo tipo de enfermedades, sobre todo cuando estalla una cpi- demia después de un invierno muy erudo o de una época de hambre, Como es natural, a John y a Alice les apend mucho la muerte de sus dos nifios, pero la aceptaron como algo nor- mal. La esposa dol sevtor caza patos con un haleén. Como ves, lleva guantes de piel muy gruesa para protegerse las manos y Jas mufiecas. E/ hombre y el nifio llevan pequefios tambores. La ropa de casa Las diversiones Aparte de las fiestas y las procesiones de la iglesia, los Gini cos momentos de entretenimiento de John, Alice y los nifios son en Navidad y en la época de la cosecha, cuando el sefior da una fiesta, En realidad, una visita a la casa sefiorial siem- pre resulta interesante. En Navidad el vestibulo esté decora- do con ramas de hoja perenne: abeto, tejo, accbo, hiedra y muérdago. En la chimenea central hay una gran hoguera he- cha con enormes troncos, y el humo sube serpeteando hasta las altas vigas antes de desaparecer por el agujero del tejado. La habitacién se ilumina en parte gracias al fuego, pero tam- bién hay antorchas de madera cuidadosamente colocadas en soportes de hierro, una en cada viga vertical de la pated. Sobre la plataforma elevada que hay en un extremo de la sala estn el seftor y su familia, junto con el sacerdote y al- gunos invitados especiales. Los demas habitantes de la casa Se sientan, junto con los aldeanos, en grandes mesas de ca- balllete colocadas més abajo. La comida de Navidad es siem- pre mejor que cualquier otra, pues hay varios tipos de esto- fado, jamén, bacon, queso, dulces y mucha cerveza. Ademas, 28 Los aldeanes tienen que matar casi todo su ganado a finales del otoffe, pues no pueden alimentarlo durante todo ef invierne. La carne la salan y la almacenan en barriles dentro Las cocineros del sefor estén asando patos y un cerdo en luna vara junto al fuego, y mientras uno de ellos da vueltas a la vara, el otro ache mds lefta a la hoguera. Este tipo de plaios, siempre que era posible, se cocinaban al aire libre ara evitar el peligro de que se incendie la casa, quo es de madera. Uptid HAUTE YUL en ¢l interior de la casa hay un ambiente célido, alegre y rui- doso, pues mientras todo el mundo come y lama a gritos a Jos ctiados, los perros y los nifios se dedican a corretear por todas partes. Una vez que termina el festin, aparecen juglares y cantan- tes que distraen a la gente, a veces hay incluso bufones, y cuando ya todos estan cansados, entonces se sientan a contar historias. Se trata normalmente de historias antiguas cono- cidas ya por todos, pero que a todo el mundo le gusta escu- char; historias acerca de los santos y sus milagros, relatos nor- ‘mandos y sajones sobre los dioses y los héroes, leyendas fran- cesas e historias del rey Arturo. El padre Hugh conoce rela- to maravillosos, y es capaz. de mantenerlos a todos pendien- tes de sus palabras durante horas. A su ver, los mas ancianos estén siempre dispuestos a contar las historias que oyeron na- rar a sus padres sobre las Cruzadas, o sobre las guerras en Francia, y los habitantes de la aldea nunca se cansan de es- cuchar las aventuras del viejo Thomas, el peregrino que de camino hacia la iglesia de Santiago de Compostela, en Espa- fia, naufrag6 y fue capturado por los piratas. Ademés, a ne- die le importa que el niimero de piratas que maté aumente El seifor sentado a la mesa. Fijate en la cabera def Jaball y on Ia jarra y el cuenco, profusamente adornados. Para cortar fa carne utiliza un cuchillo bien afilado, pero corne con fos dedas. (Sacado de un calendario del afio 1370, aproximadamente.) un poco cada vez que se cuenta; al fin y al cabo, sigue siendo una bonita histori, ‘A veces, en estas fiestas de Navidad y recoleccién hay tam- bién baile, y se canta, y todo el mundo puede participar en cuanto empiezan a sonar las gaitas y los tambores. Pero en la época de la cosecha la fiesta suele celebrarse al aire libre, en la pradera de la aldea. En cuanto al resto de los dias, sue- Ic haber pocos entretenimientos, a excepcién de las veces que se renen a contar historias o @ jugar a los dados, ya que la gente no tiene tiempo ni los conocimientos necesarios para jugar al ajedrez o a las damas, como el sefior y su familia. En realidad, cuando por fin terminan de trabajar, todos se alegran de poder limitarse @ deseansar un rato. A los nifios les encanta jugar a correr y perseguirse y, si les dan permiso, también juegan al escondite en el bosque. Aunque la mayor parte de ellos no van a la escuela, apenas Una liesta de Navided. El softer osts sontade en una mesa elevada, y los huéspedes mas importantes se sientan @ SU izquierda, mientras que los aldeanes estén emontonados en Ja otra mesa «baja. @ #F El baile durante una fiesta de Navidad. tienen tiempo libre, y trabajan todos los dias con sus padres, por lo que también disfrutan con las fiestas de la casa sefio- rial, y sobre todo les gusta escuchar las historias que se cuen- tan. 99 2. La iglesia y la gente El parroco y sus deberes Después de lord Robert, el hombre mas importante y més conocido del pueblo es el parroco, el padre Hugh. Es de ori- ‘gen campesino (su padre era un hombre libre de una de las fincas de la abadia), y el abad anterior costeé su educacién y luego le nombré pirroco, pues tiene el derecho de clegir a los sacerdotes de todas las parroquias que hay en sus propie- dades. Antes de venira la aldea, el padre Hugh tuvo que pro- meter al abad y al obispo que viviria en ella de forma per- manente y que levarfa a cabo en persona todos sus deberes. No es un erudito, pero sabe lo bastante como para ensefiar a la gente de su aldea, y, como é1 mismo procede de una fa- milia campesina, comprende perfectamente los problemas de sus feligreses Vive en una casa bastante grande, que vale cuatro marcos al afio y consta de varias habitaciones, un pajar, un jardin y lunos cuantos edificios anejos. Con él viven su sirviente y su ama de Haves, que ¢s una hermana suya viuda. Su comida procede de los campos comunes pues, al igual que los demas aldeanos, él también tiene unas franjas de tierra, aunque no Jas trabaja &l mismo, sino que contrata hombres para que los, hagan por él. Su sirviente a veces ayuda en los campos, so- bre todo durante la época de la cosecha, pero normalmente dedica casi todo su tiempo al ganado del sacerdote, y tam- bien a sus abejas y sus gallinas, Sus ovejas estan guardadas con las de lord Robert, y emplea su lana para fabricarse ropa ‘Ademiés, tiene derecho a recibir una décima parte del pro- ducto de cada aldeano. Esto es lo que se llama un «diezmon, y normalmente se paga en especies: trigo, centeno, avena, ce bada, huevos, aves, harina, fruta, pan y cerveza. Todo esto Jo almacena en un granero especial cercano a la casa del sacer- 30 Un granero de diezmos (en Great Coxwoll, Berkshire) Seguramente ef granero del padre Hugh Serfa bastante més pequerio que ést ‘que so construyé para los monjos de Beauliow. La estructura interna de madera es muy parecida a la de algunas casas senoriales. sre nO vrstibulo cocina tsldin con a solar (ormaoro| anita dote. También se puede quedar el dinero que se recoge en la iglesia en unos dias determinados; por ejemplo, el dia de To- dos los Santos se queda dos peniques; en Navidad, tres pe- niques; uno por cada entierro; uno por cada bautizo, y lo que le quiera dar la gente cada vez que acude a confesarse. El edificio de la iglesia La iglesia es el edificio més importante de toda la aldea, y también el mas s6lido, ya que esta hecho de piedra. Ademas, segiin recuerda la gente, habia ya una iglesia en ese mismo lugar desde antes de la conquista normanda, La iglesia anti- gua, construida en época sajona, estaba hecha de madera y ‘yeso, pero hacia mediados del siglo X11, como se habia que- dado demasiado pequefia para el pueblo, la derribaron y en su lugar construyeron un hermoso edificio de piedra. Esta iglesia cnuevan esta edificada segin el estilo normando 0 «:0- mAnticor, con arcos de medio punto y sélidos pilares. En cuanto a la iglesia en si, es bastante pequefia, y tiene una torre achatada y una puerta principal. En el arco que bor- dea la puerta, asf como en los que rodean las ventanas por el exterior, hay esculpidos una serie de animales, flores y ex- trafias bestias, ademas de los esquemas decorativos tipicos de la época, como los zig-zags 0 las hiladas de angulos salientes. En el interior, la iglesia consta de una nave y dos pasillos la- terales, separados por columnas de piedra que sostienen ar- cos apuntados, tipicos del nuevo estilo. Los arcos y los marcos de las puertas del interior también 31 Ta re La iglesia de Kilpeck. en Herefordshire. se construyé mas ‘menos en la misma época que 'a de! pueblo de John. Como puedes ver, elterne los arces normandos de medio punto con los arcos apuntados. un poco posteriores. Se trata de una do Jas iglesias mas ricamente decoradas dol pals, y tiene un montén de extrafas besties esculpidas alrededor de la puerta estin decorados con tallas, El techo es de madera y esta pin- tado con dibujos geométricos de colores brillantes, mientras que en las paredes recubiertas de yeso hay pintadas escenas de la vida de Cristo y de los milagros de los santos. La pin- tura més interesante, y también la mis impresionante de to- das, ¢s la que esta sobre el arco del coro, en un lugar donde todos pueden verla: se trata de una representacion del dia del Juicio Final. En ella aparece Jestis como juez, sentado en el centro; a su derecha, los éngeles llevan las almas de los bue- nos hacia las escaleras que suben al Cielo; a su izquierda, los demonios empujan a los malvados a las lamas del Infierno. Todos los aldeanos saben perfectamente qué significa esta pintura, y también saben el destino que les aguarda si no ven como buenos eristianos. ‘También hay muchas estatuas en la iglesia, todas ellas pin- tadas y decoradas con oro; la mas bonita de todas (y 1a pre- ferida de Alice) es la que esta sobre el altar de Nuestra Se- fiora, en uno de los pasillos, y que representa a la Virgen con 32 €l Niflo. Por lo general, los servicios religiosos en la iglesia dela aldca son bastante sencillos, aunque en acasiones espe- ciales, como el dia de Navidad o el del santo patrén, hay pro- cesiones, y se cantan himnos y se encienden velas. Por ello, luicren ver un auténtico especticulo, los aldeanos tienen que ir a la catedral o a la iglesia de la abadia. La familia de John y la iglesia Las visitas a la iglesia Tanto la iglesia como el pérroco son muy importantes en la vida de John. De pequefio aprendid los fundamentos de Ja religién de boca del saverdote y, al igual que todos sus ve- cinos, fue confirmado por el obispo. Va a misa los domingos Y Jos dias de fiesta, comulga y se confiesa al menos una vez al afio, y reza sus oraciones, tal y como Je han ensefiado. Se caso en el portico de la iglesia, y celebré su misa de boda can- tada en el presbiterio. Sus dos hijos fueron bautizados alll, y I sabe que algiin dia lo enterrardn en el cementerio que hay junto a la iglesia. También sabe que si infringe las leyes de Ia iglesia o si blasfema, comete sacrilegio o hace dafio a un lérigo, serd castigado tanto en este mundo como en el veni- ero. Ademas, la iglesia le proporciona también momentos de entretenimiento, pues su vida puede llegar a resultar muy aburrida y monétona cuando no hay apenas distracciones, so- bre todo durante el invierno, Para John el color y la belleza del interior de la iglesia suponen un escape frente a la mo- notonfa que le rodea. John va a misa todos los domingos y los numerosos dias gue la iglesia considera festivos. Durante cl servicio, la ma- yor parte de la gente permanece de pie 0 de rodillas, ya que ‘no hay asientos; los enfermos y os ancianos pueden sentarse un lado, en unos bancos, 0 en los rebordes de piedra que rodean las columnas, pero la gran mayoria de la gente tiene que quedarse de pie. John, como de pequefio ayudé en el al- tar, comprende parte del latin en que se dice la misa, pero casi ninguno de sus vecinos conoce el significado de las pa- labras, por lo que dependen nicamente de Ia explicacién dada por el sacerdote en inglés En efecto, el padre Hugh explica la misa y los demas ser- vicios en inglés a sus feligreses. y también Ics ensefia las ora~ ciones més importantes, tanto en inglés como en latin. Ellos las aprenden de memoria y el parroco les explica qué es lo que quieren decir en términos generales. Asi es como la gen te normal aprende el Padrenuestro, el Credo, los Diez Man- damicntos, los siete pecados capitales y sus viriudes corres- pondientes, y las creencias basicas de su fe. En realidad hay muy pocos que sepan leer, y desde luego ninguno, aparte de lord Robert, puede permitirse comprar libros, por lo que todo tienen que aprenderlo de forma oral. Muchas veces el padre Hugh, en vez de dar un sermén normal, lo que hace es contar su gente un trozo de los Evangelios y luego explicdrsclo, para que se familiaricen con la vida de Cristo y con las pardbolas. ‘Ademis de los domingos, Ia gente va a misa en las fiestas importantes, que también son dias en los que no se trabaja, Algunas de estas fiestas son, por ejemplo, el dia de la Anun- ciacién (25 de marzo), el dia de San Pedro y San Pablo (29 de junio), la fiesta de primero de agosto, San Miguel (y To- dos los Angeles, el 29 de septiembre), 0 el dia de Todos los Santos (1 de noviembre) 34 El padre Hugh ‘Todos los habitantes del pueblo ayudan al padre Hugh a limpiar y reparar la iglesia, porque cuando el obispo viene de avisitan, cosa que hace cada varios afios, no viene solo a gilar si la gente esté bien educada y sabe rezar sus oraciones, sino también a ascgurarse de que la iglesia esta en buen es- tado. El padre Hugh se encarga de que las kimparas estén lle- nas de aceite, de que las timicas y las vestiduras del altar es- tén limpias y arregladas y de que se reparen el tejado y las ventanas. El herrero le ayuda arreglando las enormes bisa~ gras de hierro de la puerta y haciendo nuevos candeleros con ‘ganchos para sujetar las velas, ‘demas, los aldeanos acuden a la iglesia a buscar ayuda para todo tipo de problemas. El padre Hugh visita a los po- San Cristébal, patron de fos viajeros. Muchas iglesias medievales tenfan una pintura gue fo representaba en fa pared opuesta 2 le puerta principal (que siempre mura al sur). Ademés, mucha gente crete que si miraban Ja pintura del santo a primera hora de fa maftana. 20 les mantendria seguros durante todo ef dia bres y a los enfermos, y también acta como médico, ya que tiene algunos eonocimientos bésicos de medicina. Algunos de sus feligreses también hacen extrafios brebajes «medicinales», Pero para él estos bebedizos se parecen demasiado a los en- cantamientos y la brujeria. No obstante, el alimentary man- tener a los enfermos a veces llega a ser un auténtico proble- ma. El pueblo es muy pequefio y todos se conocen entre si; la mayor parte de ellos son parientes mas 0 menos cercanos, por lo que siempre hay alguien que se encarga de cuidar a Jos enfermos, pero muchas veces Ia gente es demasiado po- bre para ofrecer ayuda material, por mucho que lo dese. También hay viudas y huérfanos que no tienen apenas tie~ rras ni dinero y que necesitan ayuda, Normalmente, el parro- co les proporciona ropa y alimentos de su propio almacén, fo lleva a cabo alguna colecta para ellos. Como ya vimos an- tes, Alice suele visitar a este tipo de gente para llevaries co- mida, y John y su bermano muchas veces les ayudan, por ciemplo cortando lei El padre Hugh también ayuda a sus feligreses con los pro- blemas que puedan surgir acerca del arrendamiento de las tie- rras, de las rentas 0 de los documentos y cartas que hay que escribir, ya que muchos de ellos no saben hacerlo. Otras funciones de la iglesia Como Ia iglesia es el finico edificio «pdblico» en el que se puede reunir la gente, hay veces que se usa para otros fines muy distintos, Asi, de vez en cuando, se utiliza el patio para celebrar las fiestas del santo patron, cuando el sefior les ofre- ce un banquete y todo el mundo canta y baila hasta bien en- trada la noche. Fl padre Hugh en realidad no aprueba que se utilice el patio para exe tipo de celebraciones, pero tam- poco puede prohibirlas sin permiso del obispo. Hay incluso ciudades y aldeas que permiten gue se celebren mercados en el patio de la iglesia, pero por fortuna el obispo de la region es muy estricto y si que ha prohibido ese tipo de cosas. Tam- Ddign es muy estricto respecto a la entrada de animales en el patio, y no duda en dar su aprobacién cada vez que lord Ro- bert ol padre Hugh castigan a cualquier campesino que haya dejado vagar a sus animales por los terrenos de a iglesia ‘También hay ocasiones en que la iglesia sirve de escenario para una ceremonia muy diferente: la liberacién de un siervo por su seffor. Se trata de una ceremonia que hay que cele- brar en piblico, en presencia del paérroco y del comisario del rey. Ademas, debe quedar re legales necesarias, en los documentos oficiales y, sobre todo, tiene que presenciaria la mayor cantidad posible de gente, para que no quede ninguna duda acerca de la nueva posicion social del antiguo siervo, Durante la ceremonia, el sefior en- ucga al nuevo hombre libre su carta, en la que se especifica las rentas que debe pagar y los servicios que debe prestar, y también le entrega una espada o una lanza, para demostrar que ahora es libre y puede llevar armas. Algunas veces esta ceremonia tiene lugar en el tribunal del condado o en el de ciento, pero cuando se celebra en Ia aldea, todos los habitan- tes pueden unirse a la fiesta que hay después. Todavia recuer- dan la que se celebr6 cuando lord Robert liberé a Thomas atte Stream, un vecino de John, En aquella ocasién no solo se le otorgé la libertad a Thomas, sino también a su mujer, Hawisa, y a sus cuatro hijos, Ademés de la libertad, hay otro tipo de concesiones que también se entregan en la iglesia. Por ejemplo, lord Robert otorgo a uno de sus arrendatarios las tierras de un pariente que habia muerto de una enfermedad y que no tenia herede- ros. En esa ocasién, lord Robert dio una copia de la carta a William el Rojo en el pértico de la iglesia, para que todo el mundo supiera que las antiguas tierras del difunto Roger aho- ra pertenecen a William, que paga por ellas una renta de dos chelines y cuatro peniques al aft. Y por ejemplo, el sefior de una aldea cercana, lord Peter, otorgé el sefiorio de Tettebury a su esposa Agnes ante la puer~ ta de la iglesia. John presencié esta ceremonia, pues en aquel momento s¢ encontraba en la aldea de lord Peter en uno de sus viajes como carretero, y no pudo menos que admirar le iglesia recién construida, sus nuevos arcos apuntados y sus co- lumnas mucho més esbeltas, 35 3. La ley y el orden EI sefior y la vida en el feudo El seftor de John, lord Robert Fitzralph, administra una tierra que pertenece al abad. Sus tierras abarcan la aldea y todos sus alrededores, y su casa, la casa sefiorial, es el centro de la vida del pueblo, en muchos aspectos. También admi- nistra una tierra, que vale una cuarta parte del «feudo de un caballero» (cfr. pag. 5), en otra parte del condado; por esa tierra paga una pequefia renta en metalico a un vecino y ade- més le entrega una guirnalda de primaveras para Pascua y una de rosas el dia de San Juan. ‘Como sefior del feudo, lord Robert esté siempre tan ocu- pado como sus arrendatarios. Tiene que encargarse de que su finca marche bien, y también de que los habitantes de la aldea trabajen y paguen sus rentas, y de que ademés reciban un trato justo. Ticne una granja importante que dirige su ad- ministrador por él, pues su deber principal consiste en man- tener la ley y el orden y solucionar los delitos poco impor- tantes y los disturbios en general. Para ello tiene que conocer bion las leyes acerca de Ia tierra, y ademis ser capaz de com- prender los documentos legales. Al contrario que algunos de Sus vecinos, él sabe leer y escribir, pero aun asi necesita la ayuda de un seeretario y del sacerdote para los asuntos mas complicados, La mayor parte de su tiempo lo ocupan los asuntos coti- dianos de sus propicdades, aunque a veces tiene que realizar determinados trabajos para cl rey. Aungue ya no tiene que servirle como caballero al igual que sucedia antiguamente, to-

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