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CAMEMBERT -

ROQUEFORT

Alex Rivera

Malkut Ediciones
Colección Poesía
Ediciones Malkut / Poesía
Primera edición Julio 1994
Inscripción Nº 90.127
Fotografía: Pablo Borón
Diseño Portada y Composición: Karin Ehrmann B.
Todos los derechos reservados.
Prohibida su reproducción.
© Claudio Salvatore - Alex Rivera
AL POETA IMPECABLE
maestro y amigo

THÉOPHILE GAUTIER

con los sentimientos


y la más profunda humildad

le dedicamos este
Camembert - Roquefort
Me llamo Penélope dime Pene

Partamos con un ascensor, terminemos en el armario, automático,


descapotable, parricidio como genocidio. Obviemos que el ascensor es rojo y
que se detiene sólo en los impares 1, 3, 5, ...... , 47, yo vivo en el 48 de un
edificio que no está en Nueva York.

No importa que ella no tuviera sistema de calefacción central, ni palmitos en la


despensa, ni que el rojo de sus zapatos no combinara con el rojo del ascensor,
ni que el sonido de sus huesos hiciera eco en los escalones del 48 al 47.

No tiene la más mínima importancia que su grito se estrellara con mi boca, ni


que sus uñas se enterraran en mis testículos. De verdad que no tiene ninguna
importancia.

Yo detesto las escenas violentas, como ésta o como cualquier otra, me


desagrada profundamente ver mujeres llorando y que sus lágrimas se mezclen
con el sudor de mis manos, lamento que el latido esquizofrénico secuencial se
detenga por un derroche de humanidad. Pero lo que más detesto y no transo y
no me enamora, es que se permita tener una piel que no haga juego con los
colores de la alfombra, que el marfil de sus dientes no tenga la dureza de las
baldosas, que su carne no huela a naftalina y que el horroroso largo de sus
piernas no permita que mi armario siga siendo automático, descapotable,
moderno.

6
Europa espera.

Europa espera por mí,


que entre en sus catedrales con los zapatos embarrados,
que grabe mis iniciales en sus monumentos,
que eructe en sus aulas milenarias.

(Mi falo sonríe fotografiado en el pasaporte.)

Europa espera por mí,


a que penetre con violencia a una italiana,
a que muerda los labios de una francesa,
que humedezca los coños peludos de las españolas
y manosee los senos de las lesbianas alemanas.

Europa entera me espera,


los soldaditos ensayan el cambio de guardia,
las prostitutas se estremecen de placer anticipado,
los drogadictos ceban sus pipas de hachish.

Argelinos, turcos, filipinos, kurdos, negros y marginales todos

¡ Paciencia !

7
Cuenta Corriente

El orgasmo instantáneo no es pura casualidad, es el resultado de la


presión indiscriminada de cualquiera de los botoncitos de la caja que rodea la
atmósfera de aquella agitada y convulsa forma de encontrar los periódicos de la
mañana. Ella va, se sienta, aprieta el botón, enciende la TV, se saca los
calzones erizables, abre sus piernas en forma de "V" de victoria y cuando todos
piensan que comenzará, extrae de su coño una botella de Coca - ina, tan larga
como la polla de Fellini.

Yo no sé qué pensar cada vez que cuelga y descuelga las piolas de su


cuello, como si pensara que los suicidios son instantáneos, celuloides Polaroid.
No sabe que hacen falta dedos, testículos, hospitales, lágrimas, cabezas, agua
caliente, sangre, semen.
Ella no ve la diferencia entre las horizontales y verticales, perdiendo las
cuadraturas exactas de la mentira. Finalmente encuentra un manojo de llaves,
un par de corazones de humo y al disecarle el útero me encuentro:

Hilo dental.
Un atado de cochayuyo.
Migas de pan.
Un lente de contacto azul.
Una repisa marinera.
Dos jeringas, una con y otra sin aguja.
Tres colillas una de rouge y dos lucky.

Y al fondo, detrás de las murallas, la saliva, detrás de los dientes y la


lengua, un teléfono inalámbrico marcando 11.325.652-K, que no para de
marcar.

Motocicletas

8
En las profundidades de la mente chapoteamos en un barro de sexo.
Cuando la mujer abre sus piernas y se sienta detrás tuyo en el asiento, en las
profundidades de su inconsciente, ¿ sobre qué creen que se está sentando la
niñita ?
Al elegir una moto se redacta una declaración de principios de nuestro
órgano genital. Un tipo pequeño sobre una moto grande se ve ridículo; por el
contrario, un cincuentón en una deportiva y rápida da a entender que se
mantiene en servicio activo. Los tipos macizotes, con tendencia a acercarse al
peso ideal desde el lado del exceso, prefieren la moto ancha, gorda, grandota.
Con eso declaran ante el mundo que lo tienen gordo y potente. El hombre
deportista, flaco, prefiere la moto en duro, todo terreno, con lo que expresa que
lo tiene más delgado, pero flexible y ágil. Las motocicletas de calle, rápidas y
aerodinámicas, de colores fosforescentes, están como a mitad de camino entre
ambos modelos y sirven para declarar que uno, más que tenerlo
particularmente gordo o ágil, lo tiene joven y con bríos. (Esas motos aceleran de
cero a cien en 3.6 segundos)
En mi caso, poseo una Harley Davidson de los sesenta, de cromados
impecables y asiento de respaldo alto. Es la Moto clásica del ex-rebelde, hoy
de frente amplia, con estilo, en la flor de la madurez, que viene de vuelta de
haberlo visto y vivido todo. No es por pasar ningún aviso, pero modestamente
aseguro a las interesadas una experiencia inolvidable.

9
Midley Ajeno

Cambió el dial
como de costumbre
sirvió el apetito
como de costumbre
durmió a la siesta
y bastó que bastara.
Un escalofrío Almodóvar de bolsillo
contaminó el espectro visible de la mañana.

Aquella mañana
6 de Febrero.

Un Midley ajeno, una escotilla de servicio, un bajar apretado.


El disparo de la puerta,
una lechuza muerta,
tres clavos por matar.

Su deseo se encontró, se aplastó, lo acuchilló


y juntos cayeron por el muro.

Aquella mañana.

Se amaron.

10
Talento

Disfrutar de tres días de orgía en Roma

arrojar al suelo porcelana China

pelear en la primera oleada de un desembarco

exhibir la polla ante diez mil personas

destrozar un Ferrari en caminos de tierra

apostar millones a un par de sietes

cruzar la calle ametrallando imbéciles

colgar borracho del piso treinta.

¡ Nada a medias !

“La vida es cuestión de vida o muerte”

los chicos con talento nos podemos dar el lujo

de morir jóvenes.

11
Madrugada

Siempre que recuerdo, invariablemente me detiene su rostro. Allí está, para


siempre capturada a la mitad de una sonrisa. El mundo pasa, lo más probable
es que no vuelva a saber de ella y quizás es mejor así, porque todo es tan
predecible que prefiero guardarla como el sonido de un acorde final que se
disuelve inexorablemente en el silencio. Así por lo menos la magia no muere.
A la distancia todo fue raro. Una partitura con las hojas desordenadas, un bailar
apretados a obscuras sobre una pendiente, un sueño de imágenes intangibles
donde ella era la más etérea de todas. Lo más extraño era que nos queríamos
entrañablemente, casi como desde siempre, con todas la fibras de la percepción
y de la sensibilidad entrelazadas. Éramos dos jugadores de póker coludidos, un
par de músicos tocando a dúo un pasaje particularmente escabroso y emotivo.
Nos queríamos como dos pulpos ciegos, pero estábamos condenados y lo
sabíamos. Condenados por los silencios abismales que surgían de improviso,
condenados por tener que hablar a gritos desde la cima de una colina a la otra.
Ahora, al recordarla, me doy cuenta que era una figura solitaria y distante
escapándoseme en silencio a otro tiempo, a otra historia, como un espíritu
vagando desde la eternidad en la fría madrugada de una guerra, aguardando en
alguna estación solitaria el paso de un tren inmemorial.
En el fondo, en el fondo entre mis brazos fue eso, la criatura hermosa,
fantasmal y distante de una madrugada eterna.

12
Tango

Escucho el tipear mecanográfico,


el caminar de ratas, el sudor de mis pupilas dilatadas.
Las direcciones están perdidas en el mapa,
he roto un par de copias, un par de señales de alto el camino
y me he roto los huesos bailando en la imaginación
de algún pantalón de bolsillo.
Ahora, recorro “Meditaciones Metafísicas”
algún cuento escrito al azar.
Los graffiti de los baños se dibujan en mis brazos,
los nibelungos, los guardafangos
o alguna mitología fementida con el tiempo.
Una reina marchita volverá a hojear archivos en desorden,
comenzará su viaje a los intestinos en avenida vacía
de la mano de una ceremonia que olvidará afeitarse este domingo.
Llevo una tarjeta de discar barato,
esa con la que se cortan y desparraman todas las cosas.
En nuestros pasos está la salida al tango.

PD. Parece que entre un cielo probable y una realidad


fragmentada existe alguien que ya no puede volver.

13
A las que pasan

Por momentos
cuando las observo en las calles
en las plazas
las mujeres se me antojan
maravillosas fábricas
de niños.
A cada muchacha hermosa
la haría parir un ángel
a cada virtuosa
un santo.
A mujeres geniales daría hijos poetas
a feministas, mujeriegos
a las beatas, vividores.
Pero ni a la mujer más canalla
la haría parir un abogado
ni proxeneta, ni militar.
Un drogadicto quizás, pero poeta,
o vagabundo de remate, pero amado.
En chiquillas vírgenes
engendraría, con dolor, profetas,
a las artistas les daría un hijo artista
a las prostitutas daría hijos sabios.
Las damas pequeñas parirían
gimnastas pequeños y fornidos,
las feas, hombres de bien,
futuros directores de liceo
o del cuerpo de bomberos.

¡ Sería padre por encargo


de todos los niños del planeta !

14
Predisposición Familiar

Una de las cosas más terribles es la vacilación. Me irrito contra el destino. Los
que van conmigo desaparecen, actúo con breves escalofríos en la médula. El
mundo es materia blanda y plástica, no me atrevo a poner peros, un matadero
demencial abre las compuertas, no hay indicación de salida. La manía es
manera, lo otro es capricho

tugurio discusión
peste negra sarraceno
Nueva York obliterar
posturas deshielo
Poe nevermore
boulevard lentejuela
folletos hamburguesa
elástico acupuntura
comadreja patito
elegante africano
lascivo Williams

Busco en los museos de la calle. Un cuadro anecdótico ofrece parte de la


realidad, la otra traiciona. Llevo luto en mis pantalones, llevo un auto en el
bolsillo. Me gustaría decir algo importante. Necesito un tiro de gracia, necesito
moverme al compás. No entiendo. No importa.

15
Una Mujer

Después de leer
atentamente mis escritos me sugirió

que dejara de escribir a la muerte, a la nada y a la tristeza


que me olvidara de las bravatas sobre el sexo

pues tenía el arte y la paciencia


para sacar adelante cualquier tema

se atrevió a pedirme que empezara de nuevo


como los niños

que escribiera de las flores, de la vida, de los pájaros


como los antiguos poetas

incluso que corriera el riesgo de hablar del reflejo


de la luna sobre el mar

me pidió que ya no pensara


en desafiar a lectores sofisticados

sino que mejor hiciera textos sencillos, sabios y hermosos


que atesoraran las gentes simples.

Lo siento por ti, mi nena


tuve que contestarle,
aunque no te hayas dado cuenta
yo estoy más allá del bien y el mal
como un dragón o un proyectil.
Nena, le dije
de verdad lo siento.

16
Arte Poética

Si no tienes nada que decir,


por favor cierra la boca.
No tengo tiempo
ni me interesa
saber si estás excitado, melancólico,
si tienes miedo a la muerte
o si te rozó un ángel.
En principio no me interesa
saber nada de ti.
Si no puedes encantarme,
enamorarme, abrirme una puerta,
cambia de giro. Recuerda
que los poetas no son necesarios
y que el medio está colmado de genios.
Si ningún sentimiento potente te corroe el alma
si no eres una avanzada del género humano,
ten presente mi consejo y no escribas,
dedícate a ganar dinero.
Créeme,
se consigue mejor sexo
con un auto deportivo
que firmando libros de poemas.

17
Alessi

Como un relato violento


de risas anticipadas
con rostros de a fuego lento
y lágrima encarnizada.

Cambiando de día en verso


te dije, nos mañana
hubo fuga en el discurso,
un tal vez por la ventana.

Un nervio misantrópico
suicidio de porcelana
responsos levantinos
descarga en madrugada.

Un vitró no tan lejano


me recuerda a ti, amada.
Ya no entro en la película.
Ya no sirvo.
Ya no sigo por ti mañana.

18
Del Polvo somos

Buenos contribuyentes y padres


nacen de polvos conservadores
entre hombre y mujer que se profesan afecto.
Sujetos marginales, delincuentes,
provienen de actos sexuales sórdidos,
incestos, estupros, violaciones.
Seres con problemas afectivos,
que aspiran a trabajo estable
y a familia saludable de clase media,
vienen de - La pura puntita no más, mi amor.-

Mujeres hermosas, en cambio,


provienen de actos inspirados.

Gente apocada e insignificante


nace de actos sexuales mediocres,
eyaculaciones precoces y orgasmos fingidos.
Sujetos depresivos y desadaptados
nacen de polvos de reconciliación
entre parejas sólo compatibles en la cama.
Tipos extraños, excéntricos y homosexuales
provienen de coitos en posiciones no convencionales.

(Nunca olvide, estimado lector,


que del polvo somos, un polvo somos
y en polvo nos convertiremos).

19
Estrellas Bajas

Nuestros compañeros en aquellas marchas bajo cielos profusamente

estrellados, no son los astros que brillan intocables en lo alto, sino las estrellas

bajas que destacan apenas por sobre el borde del horizonte, esas que

aparecen justo al final del camino como al alcance de una jornada de marcha.

En la ciudad las perdemos. El cielo parece un fragmento lechoso con puntos

opacos, inconexos, por restos de las constelaciones. Los astros se ahogan en

el resplandor artificial y las estrellas bajas mueren primero. Son las más débiles,

basta una luz lejana para ahogar su brillo basta un edificio, una pared para

ocultarlas.

Sólo las reencontramos en planicies perdidas, desiertas, verdaderas

plataformas suspendidas dentro de la bóveda del firmamento, donde solos en

un centro imaginario, extendemos los brazos hacia el cosmos viejo que parece

reclamarnos. Terrestres como nosotros, distantes como a una jornada de

marcha, las estrellas bajas nos rodean en silencio brillando inmaculadas justo

sobre el horizonte.

20
A un Hampón (1)

Camina con su cárcel a medias


lleva un pasaporte de ocho tiros,
salvo esto,
nada especial.
Toma el bus como todos
es uno más del nosotros.
Pero el huevón es traficante
y carga el aura
de actor de cine mudo
del que zafa en las esquinas
de seis meses de duchas frías.

Un día tocó a mi puerta,


como la muerte,
un día tocó a mi puerta.
Pero esta vez traía un silencio
una calma inusual
un puzzle incompleto en el rostro.
Ahí estaba yo delante
del Vito Corleone, el cabrón.
Un espejo lloró por él
el llanto desnudó su piel
el dolor tomó carne
de recuerdo, de mujer
una mujer de hilos sueltos
que jamás sabrá de él.

Yo que aprendí a actuar a Dios


yo que aprendí a actuar al mundo
rindo tributo a su memoria
a lo que nunca esperé.
Las novelas son ciertas,
la tragedia persigue las esquinas,
la vida es la evasión de la vida.

21
A un Hampón (2)

Camina con su cárcel a medias


lleva un pasaporte de ocho tiros,
salvo esto,
nada especial.
Toma el bus como todos
es uno más del nosotros.
Pero el huevón es traficante
y carga el aura
de actor de cine mudo,
del que zafa en las esquinas
de seis meses de duchas frías.

Un día tocó a mi puerta,


como la muerte,
un día tocó a mi puerta.
Pero esta vez traía un silencio
una calma inusual
un puzzle incompleto en el rostro.
Ahí estaba yo delante
del Vito Corleone, el cabrón.
Vestía portaligas amarillos
había cambiado de giro
igual se veía más o menos.
Le dije primero yo a ti,
después todos a ti
así que le di, le di, le di
hasta que lágrimas yo le vi
ja, ja, ja.

22
La Gallina Negra

Tomad una gallina negra que no haya puesto huevos todavía y ningún
gallo haya pisado. Al cogerla, hacedlo de modo que no exhale ningún grito, para
lo cual iréis a las once de la noche al gallinero, la sorprenderéis mientras
duerme, la agarraréis por el cuello, apretando lo suficiente para que no cacaree,
pero sin ahogarla.
Una vez que la tengáis cogida de este modo, la llevaréis inmediatamente
a un lugar en que se crucen dos caminos; y allí, al dar la medianoche, haced en
el suelo un círculo con una vara de ciprés, colocáos en el centro, y con un
cuchillo de mango negro abriréis el cuerpo de la gallina en dos partes
pronunciando estas palabras tres veces: "Eloim, Essaim, frugativi et appellativ".
Volved enseguida el rostro hacia el Oriente, arrodilláos y recitad esta oración: "
Venite in me spíritus mágicus et ventios tuus in anima mea imbuet".
Hecho esto, hacéis la gran apelación; entonces el espíritu infernal se os
aparecerá vestido con una casaca escarlata con galones de oro, un chaleco
amarillo y unos calzones de color verde. Su cabeza, que se parecerá a la de un
perro con orejas de asno estará coronada por dos cuernos; sus piernas y sus
pies serán como los de una vaca.
Os preguntará para qué le llamáis; entonces le daréis vuestras órdenes,
las que queráis, pues no puede rehusaros nada; así es que le pediréis, por
ejemplo, que os haga muy rico, y por consiguiente, muy feliz.

(De "La Clavícula del Hechicero o El Gran Libro de San Cipriano", parte quinta capítulo
primero)

23
Lágrimas y Aplausos

Hay de todo en el mercado


para evadir
la certeza matemática de la muerte
cruceros de placer,
sexo audiovisual,
sectas esotéricas,
cofradías náuticas.
Incluso
se puede creer en el más allá
si no importa sacrificar el sexo del más acá.

No tengo reparos
contra estos dispositivos
intrauterinos,
la costumbre consagra el cigarro,
frente al pelotón de fusileros.
Pero al final se da uno cuenta
de que no se vive,
sino que se es parte de la vida
por un tiempo,
y que no hay nada que soporte
la presencia insoportable de la muerte
que no sea el oficio del actor,
que se complace
en lograr el final más emotivo,
arrancar lágrimas y aplausos
al caer el telón sobre las tablas.

24
Reconstrucción

Cuentan que cuando un silencio te toca la cara es como este papel


enmierdado, botella al mar, sola como todos, como yo. Yo por debajo de mis
tres mentiras, de mis tres caras falsas, soy yo con los barrotes negros de mi
eterna cárcel, aplastándome los riñones y el ojo, sangrándome las manos por
decir la última y única verdad, que no soy un poeta ni un inteligente nene ni un
borracho ni la hermosa brisa marina que una vez te dije, ni el hermoso
amante, no soy la tierra ni nada sublime. Sólo soy el hombre al borde del
acantilado hirviente, soy el que vomita risas y hace el amor para escapar de
los silencios, el que viola sus cajas más secretas por regalar algo hermoso, el
que no convence a nadie, el que dejó de creer en todo, el que llora aplastado
en la almohada, el que te grita
- hasta cuándo mierda me obligas a ser hermoso. -

25
El Penefactor Social

Las calles están llenas de deliciosas pollitas, asomándose a la vida,


cargando la rebelión del papi que dejó a la mami o de la mami que dejó al papi.
Van por ahí como cenicientas post-modernas, buscando algo que las aparte de
la vida burguesa que les está reservada por nacimiento.
Las delata una boina, las botas altas, un pantalón de corte retro o
cualquier toque que pretenda ser diferente, discreto o estrafalario, llevado con
mejor o peor gracia. Es la clásica jovenzuela que en su afán de ser distinta
termina siendo igual a todas y que porque aprendió a hacer un par de piruetas
en la cama se cree ya mujer.
Normalmente una foto de James Dean preside su cuarto. Caen como
moscas ante sujetos rebeldes, medio músicos, medio poetas y medio adictos,
los cuales, a pesar de que se supone están hechos de sustancia espiritual,
saben apreciar unos muslos firmes, una piel tersa y un par de senos bien
formados. Estas pollitas buscan en nosotros, los artistas, la determinación, la
experiencia, el destello del genio que esperan absorber a través de la cópula.
Yo les recomiendo a las pequeñas que dejen de pasearse por la boca del lobo,
que vayan a su casa, busquen algún chico serio con vocación de burro de
carga, dispuesto a formar familia, que les asegure una clínica cara donde parir.
Cásense, sean felices, no se metan en problemas. Si a los treinta y tres todavía
quieren algo más, entonces escriban cuentos feministas lacrimosos, intégrense
al taller literario de algún autoproclamado poeta joven con mirada y manos
tiernas, acuéstense con él y sáciense de una buena vez y para siempre. Pero
sé bien, mis queridas pollitas, que todas estas advertencias van a surtir el
efecto contrario, les va a excitar aún más la imaginación que tienen conectada
con un cable coaxial directamente al coño.
Lo que sucede es que os adoro, mis hermosas muchachas, sois la base
de mi dieta alimenticia, aunque creo que si no fuera por el siempre renovado y
vivificante chisporroteo de la cópula hace rato que me hubierais aburrido. Son
idénticas la una a la otra. Después de fornicar dos o tres se ceba el chancho y
es antideportivo pescar truchas con carnada viva. Todo el deporte de
conquistarlas se reduce al primer minuto que va desde las escaramuzas
visuales hasta cruzar las primeras frases y enganchar el negocio. De allí en

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adelante todo está establecido. Resulta patético que no sea necesario introducir
variaciones en el cuento, mejorado con los años para ahorrar tiempo y dinero.
Todo empieza por llevarlas al bar "under", propiedad de un viejo amigo, donde
se supone que uno no va hace años, una autobiografía cargada de heroísmo,
experiencias notables y la herida imborrable que dejó una mujer a quien uno se
entregó por entero. En realidad un discurso tan elaborado es puro preciosismo
formal, porque la niña no se está fijando en las palabras, sino en la resolución
que dejo entrever en la voz, en los gestos, en mi ansiedad. En definitiva, ellas
intuyen el pene.
A continuación viene la invitación al departamento. Aquí todos los
primerizos se enredan y los tipos convencionales muestran la hilacha de su
vulgaridad. No saben encontrar el momento, ni el tono, ni las palabras. No
entienden que el noventa por ciento del trabajo a esas alturas debiera estar
hecho. Sólo falta arreglar algunas formalidades para salvar las apariencias,
acentuando una atmósfera de complicidad dándole al asunto un carácter de
desquite de la mediocridad circundante y lo efímero de la vida.
El departamento debe parecer un encantador nido de amor. Las mujeres
tienden a asociar el lugar donde son fecundadas con donde van a parir, así que
todo debe ser mullido, cómodo y limpio. Conviene no tener muebles para no
tener que saltar una distancia adicional entre un sillón y otro. Lo mejor es una
cama de dos plazas rodeada de cojines, pegada al piso, que haga las veces de
sala de estar, dormitorio y cuadrilátero. La decoración conviene complementarla
con un pequeño bar, música adecuada y cuadros originales de colores fuertes
que cubran las murallas y provean de una escenografía impecable. Ahora hay
que prodigar a la pollita con generosidad y sin inhibiciones lo que desea para
llenar el vacío que carga entre las piernas. Hay que recordar que una mujer es
una barrera que se franquea sólo una vez, cuando se hace una buena faena se
tiene las puertas abiertas para siempre.
Lamentablemente hay que contar que tras tres o cuatro encuentros
satisfactorios, las cosas se van a enredar. Las mujeres confunden el sexo con
el amor. No crean que les pasa sólo a las primerizas, las experimentadas caen
igual. En ese momento pasan a convertirse en molestia, vienen los celos, se
sienten propietarias de uno. Todo el mérito que hicieron en la cama lo echan
por la borda con un par de pataletas lamentables. Aquí hay que actuar con la
mano firme de un cirujano y la entereza de un general en campaña poniéndole
las cosas meridianamente claras. Hay que tener estómago, las pollitas se

27
defienden con uñas y dientes. Como decía Nietzsche, " a la mujer no le interesa
el hombre sino el hijo". Cuando la mujer se aferra a uno está defendiendo la
vida de una criatura posible. Pero, a pesar que deshacerse de ellas sea algo
violento, no conozco ninguna arrepentida, después de todo han gozado
bastante, han aprendido un par de trucos entre las sábanas y la experiencia les
ha servido de lección, las ha hecho más sabias y por tanto más deseables.
Aunque no parezca, soy un verdadero benefactor público. Pocos pueden
afirmar como yo que han dedicado su vida a dar placer y hacer crecer
espiritualmente a otros. Por lo menos ochenta o noventa hombres que andan
dando vuelta por las calles y que serán los futuros maridos de las pollitas a
quienes he instruido, están en deuda conmigo.

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29
INDICE

Me llamo Penélope dime Pene 6


Europa Espera 7
Cuenta Corriente 8
Motocicletas 9
Midley Ajeno 10
Talento 11
Madrugada 12
Tango 13
A las que pasan 14
Predisposición Familiar 15
Una Mujer 16
Arte Poética 17
Alessi 18
Del Polvo Somos 19
Estrellas Bajas 20
A un Hampón (1) 21
A un Hampón (2) 22
La Gallina Negra 23
Lágrimas y Aplausos 24
Reconstrucción 25
El Penefactor Social 26

30
SOBRE LOS AUTORES

Alex Rivera y Claudio Salvatore, ambos hijos de padres


chilenos, se conocen el año 1987 en la ciudad de Estrasburgo cuando
finalizaban sus carreras de literatura Norteamericana y filosofía positiva
respectivamente. En 1990 se establecen en París iniciando un fructífero
trabajo literario (recopilado con posterioridad en el libro "París es una
Fiesta"). A finales de 1991 parten a Camboya con el fin de "correr
aventuras y enriquecerse a como de lugar". En el sudeste asiático se
dedican a numerosas actividades, desde la administración de granjas
arroceras hasta tráfico clandestino de suero quirúrgico, alcanzando
progresivamente puestos de confianza de personeros políticos e
industriales locales. Actualmente residen tanto en Francia como en
Santiago de Chile dedicados a la canalización de inversiones desde y
hacia el sudeste asiático. Han publicado hasta ahora "Business in
Vietnam", "La vache qui rit" y está por aparecer la recopilación "Sex(t)o
sentido "
Este trabajo conjunto, “Camembert - Roquefort", el segundo en
orden cronológico, es una muestra representativa de sus respectivos
estilos, profundamente irreverentes, vitales y capaces de alcanzar
momentos auténticamente brillantes.

Martin Alles Falsch

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