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07/07/2015 - 14:09 /Clarin.

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Vivió conectada a un respirador en estado vegetativo irreversible

La historia de Camila, la beba


que puso el tema en discusión
Su madre se cansó de pedir que la “dejen ir”. Finalmente,
murió en 2012. Aquí la nota que publicó Clarín en mayo
de ese año.

Camila, la beba que puso en discusión la muerte digna

Se siente como que uno ha llegado, que es un logro. Pero no se siente


felicidad sino alivio y satisfacción”. Selva Herbón está extenuada,
desbordada, angustiada. “Ahora llegó el momento de paz para Camila y
la familia. Vivir en duelo permanente es muy doloroso. Tratamos de
hacerlo por nuestra otra hija, Valentina, pero es muy dífícil”. Durante
meses, y como un mantra, Selva repetía “Que la dejen ir, que la dejen
ir”. Su frase, una súplica desoída, finalmente se hizo escuchar.
Su hija, Camila, nació hace tres años, luego de un parto horrible. A Selva
le rompieron la bolsa y en ese error se le fue el cordón que la conectaba a
su beba. Camila nació muerta. La reanimaron 20 minutos, hasta que su
corazón volvió a latir. Fue la única reacción de Camila, que nunca pudo
respirar, ver, oir, hablar, pensar, caminar, sentir. El primer año de Camila
fue intentarlo todo. Nada dio resultado. Entonces, tres comités de
bioética dictaminaron que su estado vegetativo era irreversible. Selva
pidió que la desconectaran. Los médicos del Centro Gallego donde está
internada se negaron rotundamente. Y empezó su lucha por la ley.
Ahora, podría decirse que Selva se salió con la suya. “Esperemos que la
ley (de muerte digna) se sancione, y que no pase como con la de
Derechos del Paciente, aprobada en 2009 y sin reglamentar”. Selva dijo
que cuando la vea a Camila le va a contar todo lo que pasó, y que por eso
Dios la metió en todo esto.
Emocionado, Carlos, el papá de Camila, también habló con Clarín. El
no fue al Congreso, se quedó en su casa de Ezeiza con Valentina. Siguió
la votación en directo, pero con cierta distancia. Para él y para Valentina,
lo de Camila es demasiado denso.
“Hace un tiempo, cuando el caso de Camila salió a la luz mediática,
escribí el poema ‘De Dios’. Uno de sus versos dice ‘Camila no decide,
pero invoca decisiones’. Hoy, al igual que el año pasado en la cámara de
diputados, mi hija invocó una decisión, que no es cualquier decisión, ya
que tiene que ver con la muerte que es parte de la vida”, expresó.
“Nunca terminaré de agradecerle a mi esposa tanto coraje –siguió–, para
poner en alto la bandera de nuestra hija, que no es más que la bandera de
los que hasta hoy no han tenido voz, de los olvidados por la justicia. Por
eso pido no olvidar ni a Camila, ni a las Camilas pasadas, presentes y
futuras. No hablo de política, ni de leyes, ni del congreso, ni de
diputados o senadores, ni de partidos políticos, ellos no son los
protagonistas. No olvidemos el norte de todo esto: la aflicción de los que
sufren, la humanización de lo inhumano. Pido tener presente a todos los
enfermos que padecieron y padecen encarnizamientos: terapéuticos,
judiciales, espirituales, sociales”.
Carlos dice algo más: “Espero, deseo, que la vida tan preciada de mi
niña, haya servido realmente para mitigar tanto dolor, dolor que
conocemos en demasía, mi familia y yo. Que la pérdida tenga un sentido
de sensibilidad por los más débiles, de entrega al prójimo, de simple
bondad. Es el único reconocimiento que acepto por ella y para ella, y lo
digo en el nombre del padre”.
16/03/2012 - 03:02 /Clarin.com / Sociedad
TEMA DEL DIA / PELIGRO EN DOS RUEDAS

La moto, primera causa de


accidentes en los jóvenes
Casi un tercio de los que ingresan en los hospitales
bonaerenses por traumatismos son heridos por chocar en
moto. La mayoría son varones de 14 a 34 años. Lo que
más se lastiman al caer es la cabeza.

Con casco, pero distraído. La escena es de ayer, en la autopista que une la Capital con
Avellaneda. Mientras circulaba, este motociclista iba con su celular mandando mensajes de
texto.

Un trabajo del Ministerio de Salud bonaerense demuestra que los choques en moto
son la primera causa de accidentes entre los jóvenes. El dato surge del Primer Mapa
del Trauma realizado en hospitales públicos de la provincia de Buenos Aires. El
estudio arroja que el 27,2% de los pacientes ingresados por traumatismos a esos
centros de salud protagonizaron accidentes en moto, la mayoría tiene entre 14 y 34
años y sufrieron golpes en la cabeza, las piernas y los brazos.

El informe fue presentado ayer en una conferencia de prensa en la Casa de la


Provincia de Buenos Aires por el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, y el
director científico del Programa Cedecem Trauma, Jorge Neira. Allí brindaron datos
sobre el trabajo conjunto que relevó 1.156 pacientes atendidos en 9 hospitales
públicos del Gran Buenos Aires y el Gran La Plata, entre enero de 2010 y octubre de
2011.
La falta de casco, el exceso de velocidad y el consumo de alcohol o drogas al conducir
suelen funcionar como detonantes de estos accidentes. Por ejemplo, del total de los
traumatizados, al menos el 16,4% presentaba una intoxicación con alcohol.

Los accidentes en moto representan casi un tercio (27,2%) de todos los traumatismos
que abarca el relevamiento. El segundo lugar lo ocupan las agresiones, que van desde
peleas domésticas hasta callejeras (21,1%). Y siguen las caídas (13,2%), las lesiones
de ocupantes de autos que chocan (9,6%), las que sufren los peatones (4,7%), las
autoinfligidas intencionalmente (4,6%) y las que padecen los ciclistas (4,3%), entre
otras 18 categorías analizadas.

El análisis por género muestra que el trauma es notablemente mayor en los varones,
en una relación de 4 hombres por cada mujer traumatizada. El informe señala,
además, que los golpes en la cabeza y en las extremidades son los más frecuentes:
28,4% y 21,7% de los casos, respectivamente.

“Es la primera vez que se hace un registro oficial hospitalario en la Provincia –subrayó
Neira, especialista en tratar pacientes internados en terapia intensiva–. Nuestro
objetivo es trabajar en la prevención de estos hechos. El trauma no es accidental, es
una enfermedad: la prevención es su vacuna. Ahora, a partir de la información
fidedigna que aporta este mapa la idea es planificar estrategias de prevención y asistir
a los traumatizados de la forma más adecuada posible en los hospitales porque “la
atención apropiada reduce en un 25% las muertes por trauma”.

La psicóloga Laura Bosque, coordinadora del programa, señaló que “las lesiones en la
cabeza, piernas y brazos que causan los choques en moto son los que más tiempo de
rehabilitación llevan y, muchas veces, acarrean enormes costos, pérdidas de horas de
trabajo y discapacidad. Es frecuente observar casos devastadores de este tipo en
hombres jóvenes que son ‘jefes’ de familia, en gran parte por imprudencia en el uso de
motos o de otros vehículos”. Se estima que la pérdida de productividad y otros costos
del trauma van desde los 8 millones a los 13 millones de pesos, es decir el 1,4% del
PBI y casi al 27% del gasto público en salud.

Consultados por Clarín , especialistas del CESVI y de Luchemos por la Vida, vieron
con buenos ojos la iniciativa de Salud de la Provincia. Pero reclamaron una política
integral para hacer cumplir las normas de seguridad.

Según estadísticas internacionales, el 75% de los adolescentes muere por un hecho


traumático. “De cada 4 adolescentes que mueren, 3 fallecen por un hecho de este tipo,
lo que incluye choques, caídas y agresiones, entre otras posibilidades”, explicó ayer el
ministro Collia.

En Argentina mueren unas 32 mil personas al año por trauma. “Sin embargo, cuesta
mucho que la gente tome conciencia de que se puede prevenir”, afirmó Neira. “La
gente le tiene más miedo a los virus que al trauma. Con la gripe A la gente tomó
medidas de prevención: se lavó las manos, usó alcohol en gel y se aisló lo necesario”,
recordó Collia y agregó que “el trauma provoca muchas más muertes que la gripe: es
la tercera causa de muerte, detrás de los males cardiovasculares y el cáncer.

“Los hospitales municipales están saturados de motociclistas accidentados. Es


interesante que lo diga el Ministerio de Salud, pero ahora las autoridades tienen que
hacer algo para que, fundamentalmente, la gente use casco y no viajen más de dos
personas por moto”, pidió Fabián Pons, gerente general del CESVI. Alberto Silveira,
presidente de Luchemos por la Vida, señaló: “Si todos los que se suben a una moto
usaran el casco en forma permanente, cada año se salvarían 1.500 vidas en el país, la
mayoría de jóvenes”.

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