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Universidad Central del Ecuador

Facultad de Comunicación Social


Introducción al Pensamiento Económico
Nombres: Dachel García y Mariela Pozo Curso: Sexto B
Desde el siglo XX se asocia a la obra de Adam Smith con observaciones sobre política económica.
Smith, “se opuso claramente al sistema mercantil y al aparato de privilegio y protección estatal” (Barber,
1980, p.25). Para Smith las restricciones institucionales eran perjudiciales, y consideraba a los
manufactureros y arbitristas como portadores del progreso, por eso se les debía permitir un mayor margen
de maniobra.

Son dos las obras más importantes de Smith a las que hace referencia Barber. En primer lugar “La
riqueza de las naciones” en la que colocó en primer plano, los problemas que debían ser entendidos y
analizados por los economistas durante tres cuartos de siglo. Fue aquí donde se formuló el gran modelo
económico mediante el cual se podían estudiar cada parte en relación con todas las restantes. Además,
habló sobre la necesidad de que no se alejaran las recompensas financieras y los criterios de efectividad
para así evitar que se olviden y abandonen las obligaciones. En segundo lugar, habla de “La teoría de los
sentimientos morales”, obra en la que Smith formuló el carácter de un orden natural de la sociedad, a
partir del cual se analiza la conducta humana desde tres pares de motivos: egocentrismo y altruismo; el
deseo de ser libre y el sentido de la propiedad; el hábito de trabajo y la propensión al intercambio. Estos
tres pares de motivos son los que equilibran y sostienen un orden social de armonías naturales en el que
cada hombre al perseguir sus propios intereses termina promoviendo el bien común.

Como podemos observar, Smith estaba interesado e desarrollar una teoría del crecimiento
económico, y su primera formulación o aporte estaba relacionada con la división del trabajo que venía
limitada por la extensión del mercado ya sea geográfica o económicamentemente, pues de ambas formas
era de interés general. Este análisis de la división del trabajo se da en dos sentidos completamente
distintos, primero la especialización de la mano de obra y segundo la división de la fuerza de trabajo entre
individuos empleados en trabajos útiles (trabajo productivo) y aquellos otros no empleados así (trabajo
improductivo). Al dividir la población activa en dos categorías, Smith planteaba que distintas
distribuciones de la fuerza de trabajo tenían consecuencias totalmente diferentes para la expansión
económica. Los empleos productivos debían superar dos pruebas para hacer considerados así, en primer
lugar, debían conducir a la producción de objetos tangibles, condición previa para la acumulación; y en
segundo lugar debían generar un excedente del que se pudiera disponer para futuras reinversiones. Por
tanto, los empleos productivos eran aquellos en que la mano de obra trabajaba con bienes de capital. La
definición de lo que era o no productivo también tuvo consecuencias en su interpretación del producto
nacional; por eso se vio obligado a operar con un concepto parecido al de cálculo de la renta nacional y
este era el de riquezas. Para Smith, solo los resultados de los empleos productivos debían contarse para
calcular el producto social.

Además, dijo que era el mercado el que regulaba la división del trabajo y por eso planteaba que el
valor económico se determinaba según el valor en uso y el valor en cambio. En su opinión solo el valor
en cambio era económicamente interesante. Con su análisis del valor tenía dos fines, explicar el
comportamiento de los precios de mercado y asegurar una base para medir el cambio económico agregado
a lo largo de un período extenso de tiempo. El valor era la cantidad de trabajo que uno podía recibir a
cambio de su mercancía. Los bienes económicos podían aumentar de valor en el mercado, pero lo que
siempre permanece invariable es el trabajo. A partir de aquí plantea un nuevo concepto que es el de trabajo
ordenado como medida apropiada del valor. Y por esto se hace necesario entender que el valor está
compuesto por los salarios, las rentas y los beneficios y cuando el precio de un bien alcanza únicamente
para pagar todo esto se está vendiendo en su precio natural. Pero no se puede aceptar que el precio natural
representa el valor, porque de ser así cualquier práctica que tendiera a forzar el comportamiento del
mercado sería criticable.

Aquí surge un nuevo problema y es la necesidad de utilizar números índices o sus equivalentes para
analizar el crecimiento económico. Pero la propuesta de Smith es criticada por Barber quien a pesar de
esto plantea que se debe tomar en cuenta el tiempo histórico en el que Smith hizo este planteamiento.
Smith también habla sobre las ganancias productivas que generaba la expansión económica, y dijo que
esto permitiría que se extendiera la división del trabajo, distribuyendo sus beneficios por todo el sistema.

En toda sociedad existe un nivel promedio de salarios, beneficios y rentas llamados niveles
naturales. Cuando el precio de venta alcanza para pagar los salarios, el beneficio y la renta, la mercancía
se vende por lo que realmente vale, es decir por su precio natural. Sin embargo, el precio por el que se
vende en el mercado puede ser igual, mayor o menor al precio natural depende de la cantidad de
mercancías ofertadas y demandadas en el mercado.

Barber menciona que existen críticas serias contra el planteamiento de Smith, relacionado con las
unidades de trabajo. La fuerza laboral, vista desde la particularidad, no es homogénea, por el contrario,
existen personas que son más hábiles en ciertas actividades y otras no. Por lo tanto, no existiría un
denominador común para el ajuste. Smith indica que el ajuste buscado en las diferencias de los salarios
se da en base a la cualificación de la mano de obra. Así, el trabajo no cualificado valdrá menos que el
trabajo de alguien hábil.

Uno de los aportes más importantes del autor enuncia las diferentes clases sociales que componen
la sociedad moderna. En primer lugar, los trabajadores, dueños de la fuerza de trabajo que recibe un salario
a cambio. Seguido de los capitalistas dueños del capital que a cambio de poner a funcionar su dinero
reciben un beneficio. Y finalmente, los terratenientes dueños de una porción de tierra que por esto reciben
un ingreso generado por quienes trabajan la tierra. En su teoría de los costos de producción indica que el
precio de una mercadería surge de sumar el salario, la ganancia y la renta que se paga a quienes están
involucrados en el proceso productivo.

En relación con el salario, Smith señala que los montos varían por factores específicos de cada
actividad, ya sea la ubicación geográfica, la calificación del trabajador, etc. Sin embargo, es necesario
mantener un mínimo salarial que asegure la condición san ay productiva del trabajador. Por lo que se
deduce que existe un tipo natural de salario pero que varía con la expansión o decrecimiento de la
economía.

El crecimiento económico es el fin básico de una sociedad y todos deben alinearse a esta misión.
Por lo que toda actividad, normativa o intervención debe medirse por sus efectos en el progreso y mejora
en la sociedad. Para Smith, las regulaciones y control estatal, que observó en los mercantilistas de su
tiempo, no aportaban al crecimiento de una nación y tenían muchos aspectos objetables. Por ejemplo,
desde su punto de vista, los subsidios a los pobres limitan la movilidad de la mano de obra y con ellos se
reduce el crecimiento económico.

Para Barber, el mayor aporte de Smith se encuentra en su libro La riqueza de las naciones, en el que
sistematiza la evolución de los procesos económicos. A pesar de algunas imperfecciones, la visión de
Barber no desmerece el trabajo de Adam que en la común interpretación es considerado el precursor del
egoísmo. La lectura de sus escritos debe ir más allá de esas pocas líneas. Smith discute el funcionamiento
del sistema económico en general, y del mercado en particular, en relación a que los seres humanos no se
guían solo por el beneficio propio, pues sostiene que la humanidad, la justicia, la generosidad y el espíritu
público, son cualidades centrales para el funcionamiento de la sociedad.

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