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ORIENTACIONES

PARA LA PRIORIZACIÓN
DE SABERES

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN PRIMARIA


DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN DE GESTIÓN PRIMARIA

Septiembre de 2.008

1- FUNDAMENTACIÓN

La complejidad de la tarea de enseñanza y la variabilidad de las situaciones con


que nos tenemos que enfrentar, nos lleva a tomar decisiones inmediatas.
Sabemos que los documentos escritos no se reflejan necesariamente en las
prácticas y que suele haber distancias, corrimientos y hasta contradicciones. Por esto es
necesario tener presente que los materiales que llegan a las escuelas deben operar como
herramientas para la discusión, la reflexión, la posibilidad de tomar distancia de lo hecho
para pensarlo nuevamente.
También, muchas veces nos vemos apremiados por el tiempo para dar respuesta
a las necesidades de aprendizaje de nuestros educandos, porque son múltiples y variadas
las cuestiones que demandan nuestra dedicación.
En este sentido, es responsabilidad del Estado ofrecer herramientas para que, en
lo posible, el derecho a la educación que tienen nuestros alumnos no se vea
irreversiblemente comprometido; y a la vez, fortalecer los lazos y la cooperación entre los
docentes, los supervisores y los equipos técnicos ante los problemas y conflictos que toda
sociedad democrática enfrenta. En muchas oportunidades son éstas las instancias
generadoras de innovaciones que permiten retomar situaciones ofreciendo alternativas
superadoras.
Frente a este panorama, se hace evidente la necesidad de establecer prioridades
pedagógicas.
Definir cuáles son las prioridades pedagógicas de cada escuela para un período,
implica establecer ejes que organizan la tarea del docente y del alumno, lo cual lleva a
utilizar de manera intensiva los recursos disponibles.
Entendemos por prioridad, a aquellos contenidos fundamentales y/o actividades
formativas que permiten acceder a otros conocimientos y/o capacidades para una mejor
inserción en la vida cotidiana. Y a su vez esta prioridad es pedagógica porque debe ser
abordada desde la enseñanza y aprendida en proceso por todos los alumnos.
Cabe destacar que una prioridad pedagógica se refiere a los saberes básicos,
significativos y relevantes en sí mismos; o instrumentales, necesarios para adquirir otros:
es aquello que todo alumno tiene que saber, y por ende la escuela debe garantizar a toda
población escolar, independientemente de la situación de partida de la población que
atiende.
Confiando en que las propuestas actúen como disparadores para garantizar el
logro de competencias mínimas, comprometidas, al final de las cuales se espera que los
alumnos/as logren la acreditación de los contenidos, acercamos este Documento de
Apoyo “Orientaciones para la priorización de saberes”.
Referirnos a las prioridades pedagógicas en el proceso de enseñanza y
aprendizaje, implícitamente nos lleva a introducir en partes fundamentales de este
proceso a la evaluación, entendida como una herramienta que ayuda a repensar las
prácticas de enseñanza, con el fin de lograr más y mejores aprendizajes.
Un proceso de evaluación orientado hacia el mejoramiento de la enseñanza debe
contemplar diversas instancias:

 La situaciones de la evaluación, lo cual permite recoger información de los


aprendizajes logrados.
 Los criterios de evaluación que se tienen como referencia para el análisis
de la información obtenida.
 Las estrategias para el aprovechamiento de la información que
proporciona la evaluación.

Desde esta perspectiva, cualquier actividad que realicen los alumnos puede ser
considerada una oportunidad para la evaluación. Adquiriendo significación de
instrumento de evaluación cuando nos proponemos analizarla con una mirada evaluativa,
a partir de ciertos criterios definidos.
Un mismo instrumento de prueba puede dar lugar a diferentes instrumentos de
evaluación, en tanto varíe la lectura que se haga de las producciones de los alumnos, esto
es, los criterios desde los que se las analice.
Las prioridades pedagógicas que se presentan son sólo a modo de ejemplos. Cada
escuela concentrará sus esfuerzos sobre algunas de ellas.
Cabe aclarar que concentrarse en algunas de las prioridades pedagógicas no
implica perder de vista la necesidad de abordar las restantes, para acercarse cada vez un
poco más a la meta deseada: que los alumnos logren todos los aprendizajes relevantes
para su formación, mediante un proceso de enseñanza y de aprendizaje organizado y
coherente.
El desarrollo de las mismas conlleva al trabajo en equipo por área, ciclo y/o
cursos, adoptando criterios articuladores que permitan una organización de contenidos
lógica, coherente, significativa y dinámica; planteando estrategias que favorezcan la
comprensión y construcción del conocimiento en el alumno, sin perjudicar la calidad
educativa. Deberá así aprovecharse la organización y la distribución del tiempo, de modo
que los docentes puedan adecuar el mismo a definir y llevar a la práctica las prioridades
pedagógicas de cada institución.
El trabajo que el docente realiza en el aula a lo largo de todo el año, generalmente
presenta variantes respecto de lo que planifica al comenzar el período escolar. Esto es así
porque, como es sabido, durante el desarrollo de las clases van surgiendo distintas
circunstancias que hacen que sea necesario trabajar con el emergente: las características
del grupo de alumnos, las particularidades de algunos de ellos, los recursos disponibles,
las inasistencias, los proyectos en los que la escuela participa.
Esta época del año encuentra a los docentes revisando las planificaciones y
reorganizando la tarea con el fin de hacer los ajustes necesarios para que los alumnos
adquieran aquellas capacidades que se consideran básicas, tanto para la promoción como
para la consecución de los estudios en el siguiente año o nivel. Esos ajustes llevan
implícita una elección que está relacionada con la jerarquización y priorización de
determinados contenidos por sobre otros. La complejidad de la tarea y la diversidad de
situaciones imponen la toma de decisiones; esto lleva a reflexionar acerca de cuál ha de
ser el alcance de esos contenidos, con qué estrategias de enseñanza, cómo se han de
evaluar los procesos de enseñanza y de aprendizaje, en una palabra, se trata de definir
prioridades pedagógicas, decisiones no menores que debe tomar cada institución y sus
docentes en función de la autonomía que les compete.
Este documento pretende acompañar a las instituciones y sus docentes en ese
camino que deben recorrer, ser una guía para la toma de decisiones, al mismo tiempo
que recomienda que esta tarea no se realice en forma aislada sino conformando equipos
de trabajo que se han de organizar teniendo en cuenta las particularidades de cada
institución.

2- ORIENTACIONES
¿Qué es una prioridad pedagógica?

 Permite especificar: qué, cómo, cuándo y cuánto se enseña


 Qué aprendizajes son deseables
 Qué, cómo y cuándo evaluar

A partir de tres preguntas orientadoras se propone la selección de saberes centrales,


relevantes y significativos que actúen como organizadores de la enseñanza:

1) ¿Qué debe enseñarse?

2) ¿Qué se aspira que aprendan los alumnos?

3) ¿De qué manera se crearán las condiciones pedagógicas para recuperar los
saberes?

Esta especificación previa de saberes relevantes y significativos que se deberán priorizar


deben tener una intencionalidad plasmada en los OBJETIVOS que se definan para este período
particular. Esto implicará una redefinición de los que fueran propuestos a principio de año,
teniendo en cuenta que al acortarse el tiempo previsto los mismos pueden no llegar a cumplirse.
Un aspecto igualmente importante que se debe dar a continuación es la
SISTEMATIZACIÓN, esto es, establecer las estrategias metodológicas adecuadas.
En la definición de estas estrategias se tendrá en cuenta el diagnóstico inicial, el cual es
necesario que se realice según:
 saberes y competencias
 estilos de aprendizaje
 problemáticas personales
 dinámica grupal

CAPACIDADES GENERALES A LOGRAR EN LA PRIORIZACIÓN DE CONTENIDOS


 Capacidad para comprender y producir textos orales y escritos.
 Capacidad para identificar y analizar problemas y evaluar alternativas de solución.
 Capacidad para interpretar, comprender y explicar la realidad usando conceptos, teorías y
modelos.
 Capacidad para planificar y gestionar proyectos.
Capacidad para investigar, seleccionar y organizar la información según el formato textual
requerido en la expresión escrita u oral.

I - En función de redefinir los tiempos escolares, les proponemos trabajar en los siguientes
aspectos:

Priorizar no es recortar

1. Acordar que “priorizar” no significa empobrecer la enseñanza, sino redefinir la


organización de los contenidos y estrategias didácticas en función de lo
sustantivo.
2. Lo sustantivo para cada año y ciclo está definido para todo el país en los
Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP). También los Diseños Curriculares
presentan ejes de contenidos que nos marcan a modo de síntesis aquello que
debe enseñarse. Es necesario volver a leerlos y ponerlos en común para que
todos tengan una idea global de los contenidos de todas las áreas para todos
los años y ciclos.

Revalorizar el Ciclo

1. Reunirse por ciclos y poner en común los avances realizados y los contenidos
aprendidos por los alumnos hasta el momento. Identificar las estrategias que
posibilitaron esos aprendizajes. Revisar cuadernos, pruebas escritas, registros.
2. Elaborar por ciclo y para cada área una secuencia de contenidos que aborde
cada eje o núcleo de los NAP, cuidando de no realizar repeticiones innecesarias
y partiendo de los logros alcanzados. Planificar las actividades del segundo
semestre por ciclo permitirá obtener una proyección de conjunto en la
selección y organización de los contenidos.
3. Prestar especial atención a aquellos contenidos que, en las representaciones de
padres y maestros, suelen estar subvalorados y por esta razón, son los primeros
en recortarse en estos casos (como por ejemplo, los contenidos referidos a la
lengua oral). Insistimos en volver a los documentos curriculares para observar
cuáles son los ejes sustantivos y no perder la integralidad de cada área.

Optimizar las estrategias didácticas

1. Reconocer que la optimización del tiempo didáctico no depende solo de la


organización de contenidos, sino también, y en gran medida, de las estrategias
didácticas seleccionadas. Éstas deben ser coherentes con la producción de
conocimiento posibilitando una mirada compleja, problematizadora,
contextualizada y diversa del mismo. En las “Propuestas para el Aula” y en la
serie “Cuadernos para el Aula” (M.Ed.N.) se pueden encontrar buenos
ejemplos.
2. Plantear situaciones problemáticas puede ayudarnos a relacionar conceptos
importantes, construir aproximaciones e hipótesis, promover la curiosidad y el
deseo de buscar más información, discutir grupalmente, descubrir diferentes
caminos y estrategias, ir y venir en el tiempo y el espacio, entre otras
posibilidades. Entender que la repetición de ejercicios o la copia de manuales,
sin la reflexión y la comprensión, no nos garantizan la recuperación o
profundización de saberes.
3. Organizar la enseñanza por proyectos áulicos o unidades didácticas nos
posibilitará seleccionar e integrar conceptos relacionados, abordar un
contenido desde distintos aspectos o diferentes núcleos o ejes de un área,
elegir una situación problemática integradora, utilizar diferentes recursos.
4. Ofrecer alternativas no presenciales de lecturas, observaciones, exploraciones,
búsqueda de información, construcciones, “inventos”, producciones escritas,
entrevistas, etc., que puedan realizarse en la casa, en el barrio, individual o
grupalmente, para complementar y profundizar lo que se enseña en la Escuela.

II - También les ofrecemos sugerencias para casos particulares como:

 Las Escuelas Rurales: En este caso, los docentes ya están acostumbrados a


planificar de modo integrado, alternando contenidos, temas y actividades por
grado y por ciclo. El hecho de ser un solo docente o unos pocos da la ventaja de
tener una mirada integral del proceso de cada grupo de alumnos a lo largo de
un año y de toda su escolaridad. El esfuerzo estará puesto entonces en cuidar
la selección de contenidos de los niños que egresan, buscando favorecer
articulaciones con instituciones -en las cuales los alumnos continúen sus
estudios- a través de reuniones o informes que den cuenta de los logros
obtenidos.

 Las Escuelas de Jornada Completa: Estas escuelas poseen la ventaja de tener


más tiempo para enseñar, recuperar y profundizar contenidos a través de los
Espacios de Definición Institucional (EDI). Para esto, directivos y maestros
deben ajustar las propuestas de estos espacios a través de estrategias
didácticas atractivas, innovadoras, lúdicas, creativas, con diferentes lenguajes y
recursos, pero haciendo pie en los conocimientos a enseñar.

 Las Áreas de Plástica, Música, Tecnología y Educación Física: Las sugerencias


anteriores son absolutamente válidas para estas áreas. Si bien, el poco tiempo
disponible en la carga horaria es un problema serio y constante que se agrava
en condiciones como las actuales, los docentes de estas áreas poseen la misma
ventaja que los docentes rurales: pueden tener un seguimiento integral de los
alumnos -a lo largo de un ciclo o de toda la escolaridad primaria- realizando los
ajustes en procesos más largos. La presencia de estas áreas en la propuesta
curricular no es ilustrativa ni recreativa; por el contrario, ellas son portadoras
de saberes necesarios que completan los procesos educativos a través de
diferentes lenguajes y percepciones que ayudarán a mirar de diversos modos el
complejo mundo que vivimos.
Los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios, aprobados por el Consejo Federal de
Educación, ya están en las escuelas. La variedad en el uso de estrategias y recursos de
enseñanza es uno de los aspectos más importantes para atender a la diversidad de los
alumnos. Si bien no existen recetas universales acerca de las más convenientes para
desarrollar en el aula, sí pueden seleccionarse caminos que favorezcan los procesos de
construcción del conocimiento. En cada institución existe la posibilidad de estructurar
la realidad educativa de una u otra manera. La metodología varía según el espacio
curricular, los alumnos, los docentes, los propósitos y el contexto.

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