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CASO 1

El movimiento obrero en Colombia tuvo su precedente a mediados del


siglo XIX, con las organizaciones de artesanos. Sin embargo, a diferencia
de lo que ocurrió en el resto del mundo, no comenzó su auténtica andadura
hasta bien entrado el siglo XX. El motivo de este retraso fue la falta de
industrialización del país, justo el acontecimiento que había motivado la
organización de movimientos de trabajadores en otras partes del planeta.
En Colombia fue más habitual que fueran los campesinos los que se
organizaran. El motivo de este retraso fue la falta de industrialización del
país, justo el acontecimiento que había motivado la organización de
movimientos de trabajadores en otras partes del planeta. En Colombia fue
más habitual que fueran los campesinos los que se organizaran.

Antes de que el movimiento obrero se fortaleciera, en Colombia ya existía


una tradición de lucha por los derechos laborales de los trabajadores. Esta
se había producido en el campo, ya que la economía del país era
profundamente agraria.

Los campesinos siempre habían padecido una gran falta de derechos,


empezando por el de acceso a la propiedad de la tierra. Los grandes
terratenientes eran la norma y tenían una gran influencia en la política
nacional. Las primeras organizaciones campesinas aparecieron a principios
del siglo XX. Después, durante la segunda década de ese siglo, comenzaron
a organizar movilizaciones importantes para luchar por mejores salarios y
condiciones dignas de trabajo y vida. Entre las formaciones más
importantes se encontraban las Ligas Campesinas, los Sindicatos de
Obreros Rurales y las Unidades de Acción Rural.

CASO 2

MOVIMIENTOS POR LOS DERECHOS HUMANOS

Tomando en cuenta las categorías que definen un movimiento social, consideramos que el de los
Derechos Humanos reúne dichas características: “... Por movimientos sociales entendemos
aquellas acciones sociales colectivas, más o menos permanentes, orientadas a enfrentar
injusticias, desigualdades o exclusiones, es decir, que denotan conflictos y que tienden a ser
propositivas. Todo ello en contextos históricos...”.

Efectivamente, el movimiento de Derechos Humanos ha adelantado acciones colectivas que


tienen que ver con reivindicaciones de otros y, a pesar de las dificultades, su actividad permanece,
y aunque su comportamiento ha variado en el tiempo y la forma, mantiene ante el Estado una
actitud de reclamo respecto de la responsabilidad que a éste le corresponde, sin que esto riña con
una participación que busca ser propositiva y de construcción de democracia; intenta hallar, junto
con otros, mecanismos alternativos para lograr que su relación con el Estado responda a las
obligaciones institucionales y legales. Aunque el movimiento de derechos humanos no es
homogéneo, sus acciones no alcanzan una verdadera cobertura nacional y padecen de cierto
centralismo; pero su existencia ha sido definitiva para exigir una política estatal en materia de
Derechos Humanos, y sus acciones han tenido trascendencia en el acontecer nacional, porque su
labor ha visibilizado las diferentes facetas de la violación de los Derechos Humanos.

La acción en defensa de los Derechos Humanos representa una posibilidad de trabajar


construyendo democracia real y planteando soluciones; es una forma de dirimir conflictos frente a
los abusos de poder del Estado. En este sentido, como los movimientos sociales, el de Derechos
Humanos está “inscrito en una dinámica de construcción de consensos y no de imposición por la
vía armada”.

CASO 3

MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN COLOMBIA

Los movimientos en Latinoamérica han servido como instrumento de la lucha social y política,
pero esta lucha se ha dado en un contexto lleno de violencia y desigualdad, lo que los convirtió en
un blanco muy sencillo para los diferentes gobiernos que sin darles tregua cada vez se presentara
la oportunidad trataran de agredirles e incluso asesinarlos. Durante el siglo XX especialmente
después de la década de los 50, se dieron muchas protestas estudiantiles que iban en contra de las
malas políticas del gobierno y a favor de las clases vulnerables. Ajeno a esto no podría estar
Colombia que tomando como modelo algunos acontecimientos, deicidio agrupar a los estudiantes
y lanzarse a las calles y hacer sentir su voz de inconformismo.
CASO 4

MOVIMIENTOS EN DEFENSA DE LOS HABITANTES DE LA CALLE

Bajo el enfoque de derechos y de deberes, principalmente, los contenidos se


definieron a partir de principios y premisas como la dignidad humana, el
reconocimiento de las capacidades de las personas, la reducción del estigma y la
discriminación hacia este grupo poblacional y la corresponsabilidad, entre otros,
señalando orientaciones y líneas de acción para la inclusión del habitante de la calle en
las redes de intercambio económico, político, social y cultural de la sociedad, tanto
como un factor protector para que las personas en riesgo no asuman una vida en la
calle, como un factor integrador para quienes se encuentran en esa situación, y
también para quienes la superan. Así mismo, la política pública social para habitantes
de la calle considera que las acciones efectivas para la garantía y restablecimiento de
derechos, así como para la inclusión social, demandan una intervención centrada en
las personas habitantes de la calle y el contexto que las expulsó, en el que viven
actualmente, y el que las acogerá si deciden superar su situación, desarrollando
acciones de manera integral, es decir, apoyados en una adecuada articulación
interinstitucional e intersectorial, tanto a nivel nacional como en los
niveles territoriales, para prevenir que las personas vivan en la calle, y atender a las
que ya viven en ella con el fin de mejorar su bienestar y propender por la superación
de esta situación.

CASO 5
MOVIMIENTO INDÍGENA

han influenciado de manera directa el gobierno mediante repertorios de la acción colectiva para
perseguir intereses compartidos. Estos repertorios llegaron a tomar gran importancia cuando los
movimientos indígenas empezaron a encaminar su lucha conjunta mediante las organizaciones
campesinas denominadas como: Asociación Nacional de Usuarios Campesinos y Organización
Nacional Indígena de Colombia. Estas hicieron presión de manera regional generando una
movilización sectorial que iba a recoger los intereses particulares de las comunidades otorgando
así una presión al Estado para combatir estas demandas. La participación indígena en la
elaboración de la nueva constitución política de 1991 ponía en evidencia cómo, por medio de los
repertorios de la acción colectiva, un movimiento social tiene la capacidad de influenciar, participar
y generar decisiones políticas dentro de la institucionalidad Estatal. Por lo cual, los repertorios de la
acción colectiva han sido una herramienta fundamental para los movimientos indígenas en
Colombia ya que estos les han permitido tener grandes ganancias en la arena política.

No cabe duda que, a partir de un cambio o una transición de un modelo cerrado, es decir
controlador, a un modelo más abierto de participación ciudadana, conocido por algunos autores
como el proceso de democratización, ha permitido a los movimientos sociales tener un papel más
vinculante en la esfera pública mediante la acción colectiva. Así mismo, en los Estados donde
prima el sistema democrático, es más fácil que las reivindicaciones sean llevadas a cabo debido al
mecanismo de participación ciudadana que permiten la integración de sectores ajenos al gobierno.
Por lo cual, los repertorios de la acción colectiva han sido una herramienta fundamental para los
movimientos indígenas en Colombia ya que estos les han permitido tener grandes ganancias en la
arena política. Así como este modelo ha funcionado en Colombia, también tiende a tener rasgos
característicos en países como México, Bolivia y Ecuador donde los movimientos indígenas
describen una participación más activa.

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