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1. INTRODUCCIÓN
El razonamiento es uno de los procesos por los que aplicamos nuestro conocimiento que nos permite hacer
inferencias para cada situación. El razonamiento nos permite pasar de una información a otra, pues a partir
del conocimiento sobre algunos enunciados relacionados podremos derivar otro o alcanzar una conclusión.
Pero no todas las inferencias son iguales y se acude a la lógica para explicar el criterio de las inferencias.
Premisas: enunciados a partir de los cuales razonamos.
Conclusión: enunciado que se deriva de los anteriores
Argumento: conjunto formado por premisas y conclusión.
En un argumento deductivo las conclusiones se siguen necesariamente de las premisas pero en uno inductivo
las premisas sugieren o apoyan la conclusión.
2. LÓGICA Y RAZONAMIENTO
- Razonamiento deductivo: se parte de unas premisas para alcanzar una conclusión que se siga
necesariamente de las mismas. Hacia abajo. De lo general a lo particular.
- Razonamiento inductivo: se alcanza una conclusión que se encuentra más o menos apoyada por las
premisas. Hacia arriba. De lo particular a lo general.
Conjunto de inferencias: la transición entre uno o más enunciados en las que las premisas aportan la
información para poder alcanzar una conclusión.
El estudio de la deducción se centra en el análisis de los principios de razonamiento que son independientes
del contenido a razonar y que permiten alcanzar un razonamiento válido. Desde Aristóteles, la deducción era
el estudio de las conexiones entre proposiciones.
Proposiciones: enunciados en los que se afirma o niega algo y en los que se relaciona sujeto y predicado.
En la deducción se usa un silogismo a través la cópula “es”.
Silogismo: argumento en el que la conclusión establece una nueva conexión entre proposiciones a
través de un término medio que las relaciona (ej: Todos los A son B. Todos los B son C. Luego, todos los
A son C. Aquí, B es el término medio)
FREGE (finales s. XIX): Las proposiciones son una unidad básica de análisis que pueden tratarse como funciones
matemáticas. Desarrolla un marco de análisis más flexible y potente que el de Aristóteles.
WHITEHEAT y RUSSELL (principios s. XX): desarrollan formalmente el cálculo de predicados y amplían el análisis
de proposiciones más allá de la cópula “es”. Se emplean símbolos análogos a los matemáticos con análisis de
las relaciones entre proposiciones. La deducción es el proceso formal mediante el cual unos enunciados se
derivan de otros aplicando las reglas de deducción.
- Proposiciones: se representan con letras (p,q,r,s).
- Operadores o términos de enlace: símbolos. Conectan dos proposiciones, excepto la negación “no”
que actúa sobre una.
En una agrupación de proposiciones con varios operadores lógicos, se usan paréntesis para determinar qué
operador domina.
Tipo de proposición Operador lógico Si no hay paréntesis:
<y> conjunción ^ o La negación es el operador menos
<o> disyunción ˅ fuerte
<no> negación ¬ o La conjunción y la disyunción tienen la
<si…entonces…> condicional misma fuerza
<si y sólo si…entonces…> bicondicional o El condicional es el más fuerte
Reglas de inferencia
Cuando se dice que un argumento es válido se entiende que la conclusión es una consecuencia lógica de las
premisas en el que cada paso se deduce por medio de una regla de inferencia.
Se puede saber si un razonamiento deductivo es válido cuando a partir de premisas que son verdaderas se
sigue una conclusión verdadera por la aplicación de las reglas de inferencia anteriormente indicadas, pero
este conjunto de reglas no agota el no de inferencias válidas.
Tablas de la verdad, modelo semántico o teorías de modelos: para tratar cada caso de inferencia
proposicional.
Establecen todas las combinaciones posibles de los valores de verdad de las proposiciones y busca alguna
combinación en la que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa. Si no la hay, se toma como
razonamiento válido la opción de que premisas y conclusión sean todas verdaderas.
Hay que buscar la línea donde dos premisas son verdaderas y la conclusión da “falsa” para comprobar si el
argumento no es válido. De no ser así, como en nuestro ejemplo, será válido.
*En la premisa: Si llueve, voy al cine (si p q):
Que yo vaya al cine no quiere decir que haya llovido, porque no he dicho “si y solo si llueve, voy al
cine”.
Creer que por haber ido al cine, ha llovido es la falacia de la afirmación del consecuente.
Esta era la estructura lógica de las proposiciones. Ahora vamos a ver la forma lógica de la propia proposición.
El cálculo de predicados permite analizar la estructura interna descomponiendo una proposición en términos
y predicados.
La validez de un argumento deductivo es de “todo o nada”, en los inductivos se habla de “fuerza del
argumento”, siendo una cuestión de grado. Por eso se enmarca dentro del concepto de probabilidad.
Problema de la inducción (Hume): el problema es que se basa en la regularidad de los fenómenos observados
para explicar o predecir otros. Asegurar que mañana saldrá el sol porque ha salido todos los días. El supuesto
no se puede verificar porque no hay garantía y se desconoce el tamaño del universo de acontecimientos.
Un argumento inductivo es fuerte si es improbable que su conclusión sea falsa si sus premisas son verdaderas.
El grado de fuerza inductiva depende del grado de improbabilidad y la relación de apoyo entre premisas y
conclusiones, porque si las premisas son verdaderas es probable que la conclusión también lo sea.
Francis Bacon rechazó la aplicación de un principio general y propuso unas tablas de investigación en las que
la inducción procedía por exclusión o desestimación. La inducción es más difícil que la deducción.
En la inducción, hay que medir el grado de fuerza del argumento. Se necesitan reglas para definir en qué
aspectos la naturaleza es uniforme para saber lo que se puede proyectar a situaciones futuras. Es el nuevo
acertijo de la inducción.
Es importante el análisis de causas y consecuencias, porque si se conocen las causas se tiene control sobre los
efectos, se procede a introducir la causa para provocar el efecto o eliminarla para prevenirlo. Hume propuso
un conjunto de reglas desarrolladas por Mill (1843). Estos métodos sirven para determinar si una causa es
necesaria o suficiente para producir el efecto. Las causas pueden ser suficientes, necesarias o suficientes y
necesarias. Por ejemplo, la presencia del oxígeno es necesaria para la combustión, pero no es suficiente, así
que hace falta información sobre otras posibles causas cuya presencia o ausencia determinen el efecto.
Se utiliza para identificar las condiciones SUFICIENTES pero cuando las propiedades condicionantes se
encuentren PRESENTES en una ocurrencias determinada (señalada por *).
Los sesgos o falacias del razonamiento se deben a las tendencias sistemáticas de razonamiento. Hacen que
cometamos errores al considerar factores que son irrelevantes para realizar la inferencia.
Evans clasifica en 3 los sesgos de razonamiento, que están relacionados y es difícil diferenciar:
1. Sesgo en la selección de información.
2. Sesgo de confirmación.
3. Sesgos de contenido y contexto.
Es mejor diferenciar los sesgos según el carácter externo o interno de los factores.
Factores externos: aspectos de la información irrelevantes para el razonamiento y que están
vinculados con el impacto que ejerce la propia presentación de esa información,
Factores internos: son las propias restricciones estructurales del sistema de procesamiento, como la
tendencia a la confirmación.
Cuando nos enfrentamos a una situación concreta tenemos mucha información pero el sistema no es capaz
de procesarla toda y se ve obligado a seleccionar sólo aquello que es relevante para resolver esa situación.
Hay factores externos al sistema de procesamiento que hacen que el proceso de selección se centre en
determinada información (usar una modelo guapa en publicidad). El impacto de esta información irrelevante
en el proceso de razonamiento puede deberse a intereses emocionales.
Wason interpreto estos resultados como un sesgo hacia la confirmación de aquello que venía expresado por
la regla.
Evans y Lynch sostienen que este sesgo está basado en el emparejamiento y cuestionan que esta sea una
tendencia hacia la confirmación basándose en sus resultados con la negación de los términos. El mismo
problema con términos negativos seria “Si hay un cuadrado azul a la izquierda, entonces no hay un círculo rojo
a la derecha” - negación del consecuente – o “Si no hay un cuadrado azul a la izquierda, entonces hay un círculo
rojo a la derecha” - negación del antecedente. En este caso se observa que los sujetos eligen los términos
mencionados en la regla y no persiguen la confirmación de la misma.
En el caso de la negación del consecuente, la elección de los sujetos coincide con la felación, y en el caso de la
negación del antecedente siguen eligiendo los mismo términos mencionados pero su elección no coincide con
las reglas de la lógica.
Este sesgo de emparejamiento pone de manifiesto la relevancia que adquieren los términos expresados en el
condicional y las dificultades que tienen los sujetos con la negación lógica y lingüística, mostrando preferencia
hacia el procesamiento de información positiva.
Veremos la influencia que ejercen sobre el proceso de razonamiento algunas restricciones cognitivas internas
y el propio conocimiento que tenga el sujeto acerca del tema sobre el que está razonando.
En cuanto a la estructura, la cantidad de información con la que puede trabajar el sistema está limitada.
Cuando la información es abundante, el sistema se sobrecarga y la posibilidad de error es mayor.
La selección adecuda de la información va a depender de que ésta se encuentre disponible, es decir, la facilidad
con la que se recupera esa información.
Chapman y Chapman: Cuando se presenta previamente una hipótesis irrelevante se induce a que sea
considerada. Cuando se describe un patrón de síntomas asociados con un diagnóstico y se presenta un caso
en el que ese patrón es irrelevante, los sujetos se dejan influir por las expectativas que ha generado la
información presentada previamente.
Si la información que es relevante no se puede recuperar fácilmente, los sujetos pueden cometer errores. Pero
el hecho de tener disponible la información no garantiza que los sujetos la seleccionen. El problema de los
taxis. Se pide a los sujetos que juzguen cuál de las dos compañías de taxis pudo haber estado involucrada en
un accidente:
La mayoría consideraban que el responsable del accidente había sido un taxi verde. Pero, según los datos, la
probabilidad es mayor para el taxi azul. Podemos ver que los sujetos se fían más del testimonio que de los
datos porque influye otro factor: la relevancia. La información no solo debe estar disponible, sino que además
el sujeto debe considerarla relevante para la situación que ha de resolver. El rendimiento de los sujetos mejora
cuando establecen una conexión causal.
Los errores de razonamiento también pueden deberse al propio conocimiento que tienen los sujetos o a sus
creencias y que su razonamiento se incline a favor de éstas. Se tiende a ignorar aquello que las contradice. A
veces seleccionamos sesgadamente la evidencia a favor de lo que conocemos o creemos e, incluso, podemos
alcanzar una conclusión precipitada si encaja con nuestras creencias.
Sesgo de confirmación: tendencia hacia la búsqueda de información que sea consistente con nuestro
sistema de creencias, expectativas o hipótesis y a descartar la información que las contradiga. Se encuentra
en casos de diagnosticar ante una enfermedad hipotética o tareas de descubrir una regla. Ocurre en la
tarea <2 4 6> de Wason en la que los sujetos dan por hecho que se debe a múltiples de 2.
Según Evans, este sesgo puede deberse a una restricción propia del sistema que se centra en procesar
información positiva y no a una tendencia hacia la confirmación. Para Evans, el sesgo de confirmación se debe
a las dificultades para procesar información negativa y no propiamente a una tendencia hacia la confirmación.
Muestra la predilección del sistema por lo positivo y además el que se persista sobre la hipótesis en particular
buscando activamente la información positiva.
Cuando se presentan reglas de contenido, los sujetos intentan verificar las hipótesis si se encuentran en
consonancia con su sistema de creencias y tienden a desconfirmarlas cuando piensan que pueden no
cumplirse en todos los casos. El contenido y el contexto de los problemas influyen igualmente:
1. Contenido abstracto. En condicional sería “Si p, entonces q” / “Si A, entonces 7”
2. Contenido conocido, pero arbitrario: “Si es un artista, entonces pertenece a la sociedad de amantes
del cine”. Incluye términos de uso cotidiano, pero que no tienen relación directa con los conocimientos
o sistemas de creencias de los sujetos
3. Contenido familiar: “Si eres psicólogo cognitivo, entonces conoces los principios de razonamiento
humano”. Mantiene relación directa con la experiencia del sujeto.
Por contexto se entiende el marco o el escenario en el que se sitúa el problema de razonamiento. El contexto
se hace explícito en el diseño de las tareas experimentales mediante el uso de instrucciones o descripciones
verbales o escritas que acompañan al problema.
El contenido familiar puede en algunos casos facilitar el rendimiento y en otros sesgar sus respuestas. En las
tareas de silogismos categóricos es habitual presentar un argumento deductivo y pedir a los sujetos que
juzguen su validez (que viene determinada por la estructura sintáctica, no por contenido) La verdad de la
conclusión se juzga en función de la verdad supuesta de las premisas. Sin embargo, cuando las conclusiones
entran en conflicto con las creencias, se aceptan como válidos argumentos que no lo son, pero cuyas
conclusiones están en consonancia con el sistema de creencias y se rechazan otros que siendo válidos
muestran una conclusión discordante. Aquí un ejemplo que también cumple el efecto atmósfera, que dice que
cuando hay una premisa universal la conclusión también es universal.
En este ejemplo se ve que el efecto del contenido ha eliminado el sesgo por la estructura formal del
argumento. Entre el sesgo de confirmación y el sesgo de creencias existe una estrecha relación. Diferencias:
Sesgo de confirmación: busca la evidencia para confirmar hipótesis o creencias previas
Sesgo de creencias: los sujetos evalúan la evidencia sesgándola hacia la conclusión congruente con
sus creencias.
Modelo de escrutinio selectivo (Evans): los sujetos examinan la conclusión y si ésta es plausible, tienden a
aceptarla sin analizar la validez del argumento.
*El mero hecho de razonar sobre contenidos conocidos no produce facilitación en todos los casos. Esto
provoca que los factores de contenido estén también asodicados al contexto. La facilitación se debe a la
vinculación que los sujetos hacen entre el problema y los objetivos o metas que asocian a ese razonamiento.
(si limpias tu habitación, entonces irás al cine)
*La fuerza de un argumento inductivo dependerá del grado de apoyo empírico entre premisas y conclusiones;
del conocimiento sobre la naturaleza de los objetos sobre los que estamos razonando. A veces aceptamos una
generalización cuando la muestra es pequeña y los objetos tienen una variabilidad baja pero no aceptamos
una generalización de muestra pequeña muy variable. Esto se debe a que tenemos supuestos sobre la muestra
y, a media que tengamos más experiencia en un dominio de conocimiento, tanto mejor serán nuestros
supuestos sin necesidad de generalizar.
*El contenido puede inducir a sesgos cuando es representativo pero irrelevante desde el punto de vista
estadístico. En el problema de los dos hospitales, Kahneman y Tversky, los sujetos ignorar el tamaño de la
muestra porque consideran que la información de nacimientos de niños y niñas es suficientemente
representativa a pesar de que un hospital sea grande y otro pequeño. Pero la ley de los grandes números dice
que cuanto mayor sea el número de observaciones más probable es que el resultado se aproxime al resultado
real.
*Conclusión: los sesgos de razonamiento ocurren por la propia naturaleza de nuestro sistema de
procesamiento de la información. Son una consecuencia directa de las restricciones propias del sistema, que
es eficaz y adaptado al medio.
Simon: en pocas ocasiones el sistema de procesamiento cuenta con la estrategia exacta para resolver el
problema que tiene delante, y debe aproximarse a la solución por medio del principio de la racionalidad
restringida.
4. EL CONCEPTO DE RACIONALIDAD
Cuando la psicología se plantea estudiar experimentalmente el razonamiento considero que la lógica era el
marco de referencia para explicarlo. Sin embargo, los resultados de las investigaciones manifestaron que los
sujetos no siempre se ajustaban al criterio del razonamiento lógico, conduciendo ello a un resultado incómodo
para la psicología, pues entonces había que aceptar que éramos irracionales.
Al tratar la racionalidad de los sujetos suele aludirse a la distinción de Chomsky entre competencia y actuación
lingüística. Se cree que en el ser humano existe una dotación genética especialmente dispuesta para el
desarrollo y maduración de los órganos mentales. Para Chomsky, uno de esos órganos mentales es la facultad
para el lenguaje, que se traduce en un conjunto de reglas universal y específico de la especie humana. Este
conjunto de reglas es la competencia lingüística, que se manifiesta a través de la actuación lingüística.
Actuación lingüística: explica que el sujeto tenga una facultad para el lengua que se concreta en el
español, inglés, alemán… y que los errores que a veces comete no cuestionan su competencia
lingüística.
También se defiende que existe una capacidad racional que puede sufrir distorsiones cuando esta capacidad
se traduce en una actuación concreta.
Para la psicología cognitiva el sistema de procesamiento está preparado para la manipulación de símbolos y
su objeto de estudio serían las estructuras simbólicas y su manipulación. La lógica sería el modelo normativo.
Para explicar los errores se han adoptado distintas posturas teóricas. Algunos dicen que existen ilusiones
cognitivas que nos hacen asignar falacias donde no las hay, otros sostienen que se ha subestimado el papel de
la lógica. Los sujetos tienen competencia lógica y cuando ésta actúa, pueden ocurrir errores.
Para el enfoque sintáctico, los errores ocurren en la comprensión de las premisas y las respuestas sesgadas
pueden explicarse en función de la interpretación que hacen los sujetos.
Henle dice que al realizar una tarea lógica se pueden cometer errores en la interpretación del
argumento u omitir o añadir una premisa de más. Para Henle, el razonamiento depende de la
comprensión de las premisas y la utilización de material familiar podría explicar la facilitación.
Modelo de conversión de Revlin y Leire: el contenido familiar bloquea la conversión ilícita de las
premisas y produce un mejor rendimiento. Los sesgos se producen porque los sujetos no entienden
las instrucciones o no saben lo que tiene que hacer y hacen algo distinto a lo que deben. Por eso, si se
aplica contenido, el sesgo se arregla.
Existen modelos que comparten la idea de una representación simbólica de premisas y la aplicación de reglas
lógicas y abstractas para obtener una conclusión. Los sesgos pueden explicarse por lo fallos en la
interpretación o por la capacidad limitada de la memoria de trabajo.
Otra perspectiva: destaca el papel de la experiencia y el contesto lingüístico en el rendimiento y cuestiona las
reglas desvinculadas del contenido. El contenido familiar induce a respuestas que son apropiadas para nuestra
experiencia.
Esta polémica ha provocado que los factores de contenido vayan asociados al contexto y éste vinculado al
razonamiento. Teoría de los esquemas de razonamiento pragmático (Cheng y Holyoak): los sujetos cuentan
con reglas de razonamiento que son específicas del dominio. Estos dominios no son demasiado concreto, sino
que tienen un nivel intermedio de abstracción para que los esquemas se puedan aplicar a un conjunto de
acontecimientos. En este caso los efectos de facilitación se explican por la vinculación que los sujetos hacen
entre el problema y los objetivos del razonamiento.
Estos esquemas de razonamiento vinculados estrechamente con el contenido y el contexto dan lugar a
inferencias que coinciden con las estipuladas por la lógica. En este caso la racionalidad no se explica por las
reglas lógicas sino por unas reglas de razonamiento apropiadas para alcanzar los objetivos que se propone el
sujeto y para los que tiene que considerar el contenido y el contexto. Estos esquemas se han estudiado en el
razonamiento condicional pero deberían estudiarse en otros tipos de razonamiento para que se puedan
generalizar.
La polémica sobre la racionalidad es un tema muy espinoso porque supone distinciones conceptuales entre
estructura lógica y contenido y entre comprensión y reglas sintácticas.
Smedslund: las explicaciones del modelo lógico son circulares.
- Sólo se pude deducir la naturaleza de la interpretación de una regla si se asume que se razona
lógicamente.
- Sólo se puede descubrir que un sujeto razona lógicamente si sabemos que ha interpretado la premisa.
Teoría de la competencia lógica: es un sistema lógico hipotético en el que el modelo de competencia no
constituye un tipo de teoría que pueda verificarse empíricamente. Los factores de actuación no se pueden
especificar completamente porque dependen de las características específicas de la tarea.
La situación experimental no garantiza que los sujetos comprendan los requisitos de la validez deductiva, ni
que la comprensión de las premisas enunciadas coincida con la del experimentador.
Según estos autores, la racionalidad viene reflejada en el metaprincipio semántico de validez: “Una inferencia
es válida sólo si su conclusión no puede ser falsada por un modelo de las premisas”.
Se ha considerado este enfoque semántico tan formal como el sintáctico y que la teoría de los modelos
mentales se puede entender como un modelo mental lógico en el que se describe el procedimiento formal
para la búsqueda semántica e contraejemplos.
- El procedimiento semántico (Método de la Teoría de los Modelos) analiza el significado de los
operadores lógicos
- El procedimiento sintáctico (método de la Teoría de la Demostración) utiliza las reglas de
inferencia para delimitar este significado, pero ninguno de los dos considera el contenido del
argumento.
Los modelos conexionistas ofrecen una perspectiva alternativa, donde la representación del conocimiento se
encuentra distribuida y ponderada diferencialmente en patrones de activación que forman parte del sistema
dinámico con procesamiento en paralelo. Sigue la idea del cómputo mental inherente a los modelos
computacionales, pero sin apelar a la hipótesis de que el sistema sea un manipulador de símbolos.
Para los modelos computacionales, el sistema está compuesto por redes de activación, cada una de las cuales
comprende un conjunto amplio de unidades de procesamiento, similares a las neuronas, unidas a su vez por
conexiones con pesos diferenciados. Este enfoque propone axiomatizar el sistema físico, para luego investigar
Oaksford y Chater: interpretación alternativa de la Teoría de los Modelos Mentales, basada en los
procesos de recuperación de memoria en el marco de los modelos conexionistas.
Algunas propuestas consideran la coexistencia de los dos sistemas de razonamiento (Procesos duales) En estas
propuestas se contrastan los procesos rápidos, inconscientes y automáticos vs. lentos, conscientes y
controlados.
Stanovich distingue:
Sistema 1: (rápido e implícito – más antiguo y computacionalmente más rápido y potente)
Sistema 2: (procesamiento explicito con respuestas que pueden satisfacer criterios
normativos – moderno, lento y con mayores demandas)
Sloman propone razonamiento reflectante cuyo cómputo refleja estructuras de semejanza y relaciones
de contigüidad y un razonamiento deliberado (sistema de representación simbólica basado en reglas).
La desventaja es que depende de la experiencia anterior y del contexto.
El sistema basado en reglas requiere procesos más lentos y costosos, aunque su aplicación es más general
y no depende del contexto. Utilizará sus recursos de procesamiento para las situaciones concretas
novedosas y en las que sea necesaria la precisión de las inferencias.
El sistema conexionista aprovecha los recursos de procesamiento al obtener sus inferencias el
conocimiento representado y que puede generalizarse a otros semejantes.
1. Se sostiene que la Teoría de los Modelos Mentales no está exenta de problemas pero tanto ésta como
la de la basada en reglas podrían ser valiosas para explicar el razonamiento de distintos sujetos o del
mismo en distintas situaciones.
2. Se critica la distinción entre los dos tipos de Racionalidades considerando que la racionalidad 2 no
aporta, ni ha aportado, buenos modelos de racionamiento.
3. Se defiende que no hay dos tipos de racionalidad, sino un solo sistema que puede ajustarse al modelo
normativo si las circunstancias pragmáticas son adecuadas.
4. El problema general es la falta de especificación de ambos sistemas:
- Sigue existiendo polémica con respecto al modelo normativo del sistema explicito (R2)
- No hay especificación del procesamiento implícito, ni criterio para establecer el grado de
eficacia que se espera del sistema implícito (R1)
- La limitación entre ambos sistemas es difusa: puede haber metas que el sistema explicito se
proponga alcanzar y puede haber inferencias conforme a un modelo normativo que sean
implícitas.
- No se concreta la interacción entre ambos sistemas, ni se determinan las circunstancias que
ponen a uno frente a otro.
- Seguimos con una idea circular de razonamiento:
Si se considera que el sujeto resuelve correctamente la tarea de acuerdo a modelo
normativo, el razonamiento es explícito.
Sera implícito si el sujeto tiene experiencia con el problema como para que se haya
automatizado lo que fue en su día explícito.