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ABORTO

Concepto
El aborto (del latín abortus) es la interrupción y finalización prematura del embarazo
de forma natural o voluntaria, hecha antes que el feto pueda sobrevivir fuera del
útero. Un aborto que ocurre espontáneamente también se conoce como aborto
espontáneo. Cuando se toman medidas deliberadas para interrumpir un embarazo,
se llama aborto inducido. Se diferencia del parto prematuro o pretérmino, pues en
este último sobrevive el feto.
Etiología
Los abortos espontáneos aislados puede producirse por ciertas virosis
(citomegalovirus, herpesvirus, parvovirus y rubéola) o por trastornos que pueden
causar abortos esporádicos o pérdidas recurrentes (p. ej., anomalías cromosómicas
o mendelianas, defectos de la fase lútea). Otras causas incluyen anormalidades
inmunológicas, traumatismos mayores y anomalías uterinas (p. ej., fibromas,
adherencias). Con mayor frecuencia, se desconoce la causa.
Los factores de riesgo para aborto espontáneo incluyen
 Edad > 35
 Antecedentes de aborto espontáneo
 Tabaquismo
 Uso de ciertos fármacos (p. ej., cocaína, alcohol, altas dosis de cafeína)
 Un trastorno crónico mal controlado (p. ej., diabetes, hipertensión, trastornos
evidentes de la tiroides) en la madre
No se ha demostrado que los trastornos tiroideos subclínicos, el útero en
retroversión y los traumatismos menores sean causa de aborto espontáneo.
Cuadro clínico (Síntomas)
Los síntomas del aborto espontáneo incluyen dolor pelviano tipo cólico, sangrado y,
finalmente, expulsión vaginal de tejidos. El aborto espontáneo tardío puede
comenzar con un chorro de líquido cuando se rompen las membranas. La
hemorragia rara vez es masiva. Un cuello uterino dilatado indica que el aborto es
inevitable.
Si los productos de la concepción permanecen en el útero después del aborto
espontáneo, puede haber un sangrado vaginal, a veces después de algunas horas
o días. También puede producirse una infección, que provoca fiebre, dolor y a
veces, sepsis.. Pero, generalmente, hay signos y síntomas. Por ejemplo:
 Sangrado vaginal o manchado
 Dolor intenso en el abdomen
 Cólicos fuertes
Otros problemas que son menos graves que un aborto espontáneo también pueden
causar estos síntomas, pero si crees que puedes estar teniendo un aborto
espontáneo, ve a ver a tu médico de inmediato para asegurarte.
Método de diagnostico
Tu profesional de salud puede realizarte una variedad de exámenes:
 Examen pélvico. El profesional de salud podría controlar si el cuello del útero
se empezó a dilatar.
 Ecografía. Durante una ecografía, el profesional de salud controlará los
latidos cardíacos fetales y determinará si el embrión se está desarrollando
normalmente. Si no se puede hacer un diagnóstico, es posible que debas
realizarte otra ecografía en aproximadamente una semana.
 Análisis de sangre. Tu profesional de salud podría revisar el nivel de la
hormona del embarazo, la coriogonadotropina humana, en la sangre y
compararla con mediciones anteriores. Si el patrón de cambios en el nivel de
la coriogonadotropina humana es anormal, podría ser indicativo de un
problema. Tu profesional de salud podría hacerte análisis parar ver si estás
anémica, lo que podría ocurrir si has experimentado sangrado abundante, y
puede que también determine tu grupo sanguíneo.
 Análisis de tejidos. Si has expulsado tejido, puede que se lo envíe a un
laboratorio para confirmar que se ha producido un aborto espontáneo y que
los síntomas no están relacionados con otra causa.
 Estudios cromosómicos. Si has sufrido dos o más abortos espontáneos
previos, puede que tu profesional de salud indique análisis de sangre para ti
y tu pareja para determinar si los cromosomas son un factor.
Los posibles diagnósticos incluyen:
 Amenaza de aborto. Si tienes sangrado pero el cuello del útero no empezó a
dilatarse, existe amenaza de aborto. Esos embarazos a menudo prosiguen
sin otras complicaciones.
 Aborto inevitable. Si presentas sangrado, calambres y tienes el cuello del
útero dilatado, se considera que el aborto es inevitable.
 Aborto incompleto. Si expulsas restos de feto o placenta pero una parte de
ese material queda en el útero, el aborto se considera incompleto.
 Aborto retenido. En un aborto retenido, los tejidos de la placenta y del
embrión permanecen en el útero, pero el embrión ha muerto y nunca llegó a
formarse.
 Aborto completo. Si has expulsado todos los tejidos producto de la
concepción, el aborto se considera completo. Esto es frecuente en los
abortos que ocurren antes de las 12 semanas de gestación.
Aborto séptico. Si sufres una infección en el útero, se produce un aborto séptico.
Esta infección puede ser grave y requiere atención inmediata.
Tratamiento
Amenaza de aborto espontáneo
Ante la amenaza de un aborto espontáneo, el profesional de salud podría
recomendarte que hagas reposo hasta que el sangrado o el dolor desaparezcan.
No se ha comprobado la eficacia del reposo en cama para evitar abortos
espontáneos; sin embargo, se prescribe como medida de protección. Además,
quizás te pidan que evites realizar ejercicio y mantener relaciones sexuales. A pesar
de que no se ha comprobado la eficacia de estas medidas para disminuir el riesgo
de tener un aborto espontáneo, podrían mejorar tu bienestar.
En algunos casos, también es una buena idea posponer los viajes, especialmente
a zonas donde podría ser difícil recibir atención médica de inmediato. Pregúntale a
tu médico si considera que es prudente postergar cualquier viaje próximo que hayas
planificado.
Aborto espontáneo
 Con una ecografía, ahora es mucho más fácil determinar si un embrión ha
muerto o si nunca se ha formado. En cualquiera de los dos casos, un aborto
espontáneo tendrá lugar. Si te encuentras en esta situación, puedes tener
varias opciones:
 Control expectante. Si no presentas signos de infección, podrías optar por
esperar que el aborto espontáneo suceda naturalmente. Generalmente, esto
sucede dentro del transcurso de un par de semanas desde que se determinó
que el embrión ha muerto. Desafortunadamente, podría tardar de tres a
cuatro semanas. Este tiempo puede ser difícil a nivel emocional. Si la
expulsión no sucede por sí sola, se necesitará tratamiento médico o
quirúrgico.
 Tratamiento médico. En caso de que, después del diagnóstico de una cierta
pérdida de embarazo, prefieras acelerar el proceso, algunos medicamentos
pueden hacer que el cuerpo expulse el tejido del embarazo y la placenta. El
medicamento puede tomarse por vía oral o insertarse en la vagina. Es
probable que el profesional de salud te recomiende que te insertes el
medicamento en la vagina para aumentar su eficacia y minimizar los efectos
secundarios, como las náuseas y la diarrea. En el caso de un 70 % a un 90
% de las mujeres, este tratamiento actúa dentro de un lapso de 24 horas.
 Tratamiento quirúrgico. Otra opción es un procedimiento quirúrgico menor
llamado dilatación y legrado por aspiración. Durante este procedimiento, el
profesional de salud dilata el cuello uterino y extrae el tejido del interior del
útero. Las complicaciones son poco frecuentes, pero podrían incluir daño al
tejido conjuntivo del cuello uterino o la pared del útero. El tratamiento
quirúrgico es necesario si tienes un aborto espontáneo acompañado de
sangrado intenso o signos de una infección.
Cuidados de enfermería
EMBARAZO ECTOPICO
Concepto
El embarazo ectópico es lo que sucede cuando el embarazo avanza fuera del útero,
generalmente, en las trompas de Falopio. Es poco frecuente, pero grave, y debe ser
tratado.
Los embarazos normales se desarrollan dentro del útero, después de que un óvulo
fecundado viaja a través de las trompas de Falopio y se fija al revestimiento uterino.
En un embarazo ectópico, un óvulo fecundado se adhiere a alguna otra parte del
cuerpo, generalmente, en las trompas de Falopio; por eso, a veces se lo denomina
“embarazo tubárico”.
El embarazo ectópico también puede ocurrir en un ovario o en algún otro lugar del
abdomen.
Los embarazos ectópicos son poco frecuentes: se producen en alrededor de 2 de
cada 100 embarazos. Pero, si no se tratan, son muy riesgosos. Las trompas de
Falopio se pueden romper si se estiran mucho por el crecimiento del embarazo;
esto, a veces, recibe el nombre de “embarazo ectópico con ruptura”. Esto puede
provocar una hemorragia interna, infección y, en algunos casos, causar la muerte.
Etiología
En la mayoría de los embarazos, el óvulo fecundado viaja a través de las trompas
de Falopio hacia la matriz (útero). Si el movimiento de este óvulo a través de las
trompas se bloquea o se retrasa, puede llevar a que se presente un embarazo
ectópico. Los factores que pueden causar este problema incluyen:
 Defecto congénito en las trompas de Falopio
 Cicatrización después de una ruptura del apéndice
 Endometriosis
 Haber tenido un embarazo ectópico antes
 Cicatrización a raíz de infecciones pasadas o cirugía de los órganos
femeninos
Los siguientes factores también pueden incrementar el riesgo para un embarazo
ectópico:
 Edad mayor a 35 años
 Quedar embarazada teniendo un dispositivo intrauterino (DIU)
 Realizarse ligadura de trompas
 Haberse sometido a una cirugía para revertir la ligadura de trompas con el
fin de quedar embarazada
 Haber tenido múltiples compañeros sexuales
 Infecciones de transmisión sexual (ITS)
 Algunos tratamientos para la esterilidad
El sitio más común para un embarazo ectópico es las trompas de Falopio. En pocas
ocasiones, puede presentarse en los ovarios, el abdomen o el cuello uterino.
Un embarazo ectópico puede ocurrir incluso si usted usa anticonceptivos.
Cuadro clínico (Síntomas)
Los síntomas del embarazo ectópico varían y a menudo faltan hasta la rotura. La
mayoría de las pacientes tienen dolor pelviano (que a veces es de tipo cólico) o
sangrado vaginal . La menstruación puede faltar o no, y las pacientes pueden no
estar concientes de que están embarazadas.
La rotura puede ser precedida por un dolor repentino e intenso, seguido de síncope
o signos y síntomas de shock hemorrágico o peritonitis. La hemorragia rápida es
más probable en los embarazos rotos de los cuernos uterinos.
También puede haber dolor a la movilización cervical, dolor anexial unilateral o
bilateral, o una masa anexial. El útero puede estar ligeramente agrandado (pero a
menudo menos que lo esperable según la fecha de la última menstruación).
Método de diagnostico
Un examen pélvico puede ayudar a tu médico a identificar áreas de dolor,
sensibilidad o un bulto en una trompa de Falopio o en un ovario. Sin embargo, tu
médico no puede diagnosticar un embarazo ectópico al examinarte. Necesitarás
análisis de sangre y una ecografía.
Prueba de embarazo
El médico indicará un análisis de sangre de gonadotropina coriónica humana (hCG)
para confirmar el embarazo. Los niveles de esta hormona aumentan durante el
embarazo. Se puede repetir el análisis de sangre luego de algunos días hasta que
el análisis de ecografía confirme o descarte un embarazo ectópico (por lo general
unas cinco o seis semanas después de la concepción).
Ecografía
Una ecografía transvaginal le permite a tu médico ver la ubicación exacta de tu
embarazo. Para esta prueba, se coloca un dispositivo similar a una vara en tu
vagina. Utiliza ondas sonoras para crear imágenes de tu útero, ovarios y trompas
de Falopio, y envía las imágenes a un monitor cercano.
Una ecografía abdominal, en la cual un transductor de ecografía se mueve sobre tu
vientre, también se puede utilizar para confirmar tu embarazo o evaluar la presencia
de un sangrado interno.
Otros análisis de sangre
Se llevará a cabo un recuento de sangre completo para verificar la presencia de
anemia o de otros signos de pérdida de sangre. Si tienes diagnóstico de embarazo
ectópico, el médico quizás te pida análisis de grupo sanguíneo en caso de que sea
necesaria una transfusión.
Tratamiento
Un óvulo fertilizado no se puede desarrollar normalmente fuera del útero. Para
prevenir complicaciones con riesgo de muerte, el tejido ectópico se debe extraer.
Según tus síntomas y cuándo se descubrió el embarazo ectópico, se puede realizar
con medicación, cirugía laparoscópica o cirugía abdominal.
Medicamentos
Un embarazo ectópico que no presenta sangrado inestable a menudo se trata con
un medicamento llamado metotrexato, que detiene el crecimiento celular y disuelve
las células existentes. Este medicamento se administra con una inyección. Es muy
importante que el diagnóstico de embarazo ectópico sea seguro antes de que se
haga este tratamiento.
Luego de la inyección, el médico indicará que te realices otro análisis de
gonadotropina coriónica humana (HCG) para determinar si el tratamiento funciona
bien y si necesitas más medicación.
Procedimiento laparoscópico
En otros casos, un embarazo ectópico puede tratarse con una cirugía laparoscópica.
En este procedimiento, se realiza una incisión pequeña en el abdomen, en el
ombligo o cerca de este. A continuación, el médico utiliza un tubo delgado con una
lente de cámara y una luz (laparoscopio) para observar la zona de las trompas.
El embarazo ectópico se extrae y las trompas se pueden reparar (salpingostomía)
o extirpar (salpingectomía).
El procedimiento a realizar dependerá de la cantidad de sangrado y daño, y si las
trompas se rompieron.
Cuidados de enfermería
HIPERÉMESIS GRAVÍDICA
Concepto
La hiperémesis gravídica es la presencia de vómitos incontrolables duante el
embarazo que producen deshidratación, pérdida de peso y cetosis. El diagnóstico
es clínico y por la medición de las cetonas urinarias, los electrolitos séricos y la
función renal. El tratamiento es la suspensión temporal de la ingesta oral con
líquidos IV, antieméticos si es necesario y reposición de vitaminas y electrolitos.
Etiología
La causa de las náuseas del embarazo permanece aún desconocida, pero las
principales teorías especulan que se trata de una reacción adversa a los cambios
hormonales del embarazo, en particular suele ser atribuida a los elevados niveles
de la hormona gonadotropina coriónica humana (HCG), ya que es más común en
los embarazos múltiples y en la enfermedad trofoblástica gestacional.6 También se
ha relacionado con los niveles altos de progesterona y estradiol, que normalmente
presentan las embarazadas.
Históricamente, la HG se atribuyó a una condición psicológica de la mujer
embarazada. Los profesionales médicos creían que era una reacción a un
embarazo no deseado o algún otro problema emocional o psicológico. Esta teoría
ha sido refutada y el atribuirle una causa psicológica a la hiperémesis gravídica
puede impedir el progreso hacia la mejor comprensión de la etiología real del
trastorno.
También hay pruebas de que la leptina puede desempeñar un papel en el HG. Un
reciente estudio proporciona "pruebas preliminares" que puede haber un
componente genético.
Cuadro clínico (Síntomas)
El embarazo a menudo causa náuseas y vómitos; la causa parece ser el aumento
rápido en los niveles de estrógenos o de la subunidad beta de la gonadotropina
coriónica humana (beta-hCG). En general, los vómitos aparecen a las 5 semanas
de gestación, tienen un pico a las 9 semanas y desaparecen entre las 16 y 18
semanas. Con frecuencia aparecen por la mañana (malestares matinales), aunque
pueden hacerlo en cualquier momento del día. Las mujeres con náuseas matinales
siguen aumentando de peso y no se deshidratan.
La hiperémesis gravídica es probablemente una forma extrema de náuseas y
vómitos del embarazo. Se puede diferenciar debido a que causa lo siguiente:
 Pérdida de peso (> 5% del peso)
 Deshidratación
 Cetosis
 Anomalías electrolíticas (en muchas mujeres)
La cual puede causar un hipertiroidismo leve y pasajero. Es poco común que la
hiperémesis gravídica persista más allá de las 16 o 18 semanas, pero si esto
acontece puede dañar gravemente el hígado y provocar una necrosis centrilobulillar
grave o una degeneración grasa diseminada, y producir una encefalopatía de
Wernicke o la rotura esofágica.
Método de diagnostico
 Evaluación clínica (a veces incluye las mediciones seriadas del peso)
 Cetonas en orina
 Electrolitos séricos y pruebas de función renal
 Exclusión de otras causas (p. ej., abdomen agudo)
Los médicos sospechan hiperemesis gravídica en función de los síntomas (p. ej., el
inicio, la duración y la frecuencia de los vómitos, los factores exacerbadores y
aliviadores, el tipo y la cantidad de los vómitos). Las mediciones seriadas del peso
pueden confirmar el diagnóstico.
Si se sospecha una hiperémesis gravídica, deben evaluarse las cetonas en orina,
el nivel de hormona tirotropina, los electrolitos séricos, el nitrógeno ureico en orina,
la creatinina, las enzimas AST y ALT, el magnesio, el fósforo y, a veces, el peso
corporal. Debe realizarse una ecografía obstétrica para descartar una mola
hidatiforme y el embarazo multifetal.
Diagnósticos diferenciales
Otros trastornos que pueden causar vómitos deben excluirse, como la
gastroenteritis, la hepatitis, la apendicitis, la colecistitis, otros trastornos de las vías
biliares, la úlcera péptica, la obstrucción intestinal, el hipertiroidismo no causado por
emesis gravídica (p. ej., causado por la enfermedad de Graves), la enfermedad
trofoblástica gestacional, la nefrolitiasis, la pielonefritis, la cetoacidosis diabética o
la gastroparesia, la hipertensión intracraneana benigna y las migrañas.
La presencia de síntomas graves además de las náuseas y los vómitos a menudo
sugieren otra causa.
Los diagnósticos diferenciales se descartan con el laboratorio, la clínica y los
hallazgos ecográficos.
Tratamiento
 La suspensión temporal de la ingesta, seguida por la reiniciación gradual
 Líquidos, tiamina, multivitaminas y electrolitos, según necesidad
 Antieméticos según necesidad
Al principio, las pacientes deben permanecer en ayunas. El tratamiento inicial es la
reanimación con líquidos, comenzando con 2 L de Ringer lactato infundidos en 3 h
para mantener una producción de orina de > 100 mL/h. Si se administra dextrosa,
deben darse primero 100 mg de tiamina por vía IV para prevenir la encefalopatía de
Wernicke. Esta dosis de tiamina debe darse diariamente por 3 días.
Los requisitos subsecuentes de líquidos varían según la respuesta del paciente,
pero puede ser hasta 1 L cada 4 h hasta 3 días.
Las deficiencias electrolíticas deben tratarse; el potasio, el magnesio y el fósforo
deben reemplazarse según necesidad. Es necesario tener cuidado de no corregir
los niveles bajos de sodio en plasma demasiado rápidamente porque puede causar
un síndrome de desmielinización osmótica.
Los vómitos que persisten después del reemplazo inicial de líquidos y electrolitos
se tratan con antieméticos según necesidad; los antieméticos incluyen
 Vitamina B6 10 a 25 mg VO cada 8 h o cada 6 h
 Doxilamina 12,5 mg VO cada 8 h o cada 6 h (puede tomarse junto con la
vitamina B6)
 Prometazina 12,5 a 25 mg VO, IM o vía rectal cada 4 a 8 h
 Metoclopramida 5 a 10 mg IV o VO cada 8 h
 Ondansetrón 8 mg VO o IM cada 12 h
 Proclorperazina 5 a 10 mg VO o IM cada 3 o 4 h
Si el tratamiento es ineficaz, pueden intentarse corticosteroides, como
metilprednisolona 16 mg cada 8 h VO o IV por 3 días, y luego ir disminuyéndolos en
el plazo de 2 semanas hasta la mínima dosis efectiva. Los corticoides deben usarse
por < 6 semanas y con extrema precaución. No deben usarse durante la
organogénesis fetal (entre los 20 y 56 días después de la fertilización); el uso de
estos agentes durante el primer trimestre se asoció con hendiduras faciales. El
mecanismo de los corticoides sobre las náuseas no está claro. En casos extremos,
se ha utilizado NPT, aunque generalmente se desaconseja su uso.
Si a pesar del tratamiento aparecen pérdida de peso, ictericia o taquicardia
persistente, se puede ofrecer la terminación del embarazo.
Cuidados de enfermería
PLACENTA PREVIA
Concepto
La placenta previa es una complicación del embarazo en la que la placenta se
implanta o se desplaza de manera total o parcial en la porción inferior de útero, de
tal manera que puede ocluir el cuello uterino. Por lo general, suele ocurrir durante
el segundo o tercer trimestre, aunque puede también suceder en la última parte del
primer trimestre. La placenta previa es una de las principales causas de hemorragia
antes del parto y suele impedir la salida del feto a través del canal del parto por
obstrucción a este nivel.
Etiología
No se ha encontrado aún una causa específica para la placenta previa, pero la
principal hipótesis está relacionada con una vascularización anormal del
endometrio, la capa interna del útero, por razón de una cicatrización o atrofia
causada por traumatismos previos, cirugía o infección.
El trastorno puede deberse a razones multifactoriadas, incluyendo una asociación
con multiparidad, embarazos múltiples, edad materna avanzada, antecedentes de
cesáreas o abortos y, posiblemente, el hábito tabáquico.
Cuadro clínico (síntomas)
Las mujeres con placenta previa a menudo se presentan sin dolor, sangrado vaginal
súbito de color rojo rutilante. El sangrado a menudo se inicia levemente y puede
aumentar progresivamente a medida que la zona de separación placentaria
aumenta. Se debe sospechar una placenta previa si hay sangrado después de las
24 semanas de gestación. El examen abdominal por lo general se encuentra con un
útero no doloroso y relajado. Las maniobras de Leopold pueden revelar al feto en
una situación oblicua, transversa ó presentación de nalgas como consecuencia de
la posición anormal de la placenta.
Se da una metrorragia que se caracteriza por:
 Sangrado brusco, intermitente, indoloro y sin contracciones.
 Tendencia a los coágulos, a la hemostasia espontánea.
 Es repetitiva, aumenta la intensidad y la frecuencia de los episodios.
 En el tercer trimestre de embarazo toda metrorragia es una placenta previa
mientras no se demuestre lo contrario.
Método de diagnostico
La placenta previa se diagnostica mediante una ecografía, ya sea durante una
consulta prenatal de rutina o después de un episodio de sangrado vaginal. La
mayoría de los casos de placenta previa se diagnostican durante una ecografía en
el segundo trimestre.
Un diagnóstico podría requerir una combinación de ecografía abdominal y ecografía
transvaginal, que se realiza con un dispositivo con forma de varilla que se coloca en
el interior de la vagina. El proveedor de atención médica tendrá cuidado con la
posición del transductor en la vagina para no romper la placenta ni causar sangrado.
Si el proveedor de atención médica sospecha que hay placenta previa, evitará los
exámenes vaginales de rutina para reducir el riesgo de sangrado intenso. Es posible
que necesites ecografías adicionales para determinar la ubicación de la placenta
durante el embarazo y para ver si la placenta previa se resuelve.
Tratamiento
 Internación y actividad modificada en el primer episodio de sangrado antes
de las 36 semanas
 Parto o cesárea si la madre o el feto se encuentran inestables
 Si la mujer está estable, el parto se realiza entre las 36 semanas/0 días y las
37 semanas/0 días
Para un primer episodio (evento centinela) de sangrado vaginal antes de las 36
semanas, el tratamiento consiste en internación, actividad modificada (reposo
modificado) e interrupción de las relaciones sexuales, que pueden causar sangrado
al iniciar las contracciones o a través del traumatismo directo. (La actividad
modificada implica abstenerse de cualquier actividad que aumente la presión
intraabdominal durante un largo período de tiempo–p. ej., las mujeres deben evitar
la posición de pie la mayor parte del día). Si el sangrado se interrumpe, en general
se permite la deambulación y el alta.
En general, en un segundo episodio de sangrado, las pacientes son reinternadas y
mantenidas en observación hasta el parto.
Algunos expertos recomiendan usar corticoides para acelerar la madurez fetal si se
cree puede ser necesario comenzar el trabajo de parto y la edad gestacional es <
34 semanas. Los corticosteroides pueden usarse si el sangrado ocurre después de
las 34 semanas y antes de las 36 semanas (período pretérmino tardío) en pacientes
que no han requerido corticosteroides antes de las 34 semanas (1).
El momento del parto depende del bienestar materno y/o fetal. Si el paciente está
estable, el parto se puede hacer a las 36 semanas/0 días a 37 semanas/0 días. La
documentación de la madurez pulmonar ya no es necesaria (2).
El parto está indicado para las siguientes causas:
 Sangrado abundante o descontrolado
 Resultados preocupantes en la monitorización fetal
 Inestabilidad hemodinámica materna
El parto se realiza por cesárea debido a placenta previa. El parto vaginal puede ser
posible en mujeres con placenta baja si el borde placentario está entre 1,5 y 2 cm
del orificio cervical y el médico se siente cómodo con este método.
El shock hemorrágico debe tratarse. Si la madre tiene sangre Rh-negativa, es
necesario administrar inmunoglobulina Rh0(D) profiláctica.
Cuidado de enfermería
PREECLAMPSIA Y ECLAMPSIA

Concepto
La preeclampsia es la hipertensión de reciente comienzo con proteinuria después
de las 20 semanas de gestación.
La eclampsia es la presencia de convulsiones generalizadas inexplicables en
pacientes con preeclampsia. El diagnóstico es clínico y mediante la evaluación de
las proteínas en orina. En general, el tratamiento se realiza con sulfato de magnesio
IV e inducción al parto en el momento del término.
Etiología
La causa exacta de la preeclampsia se desconoce. Se presenta en alrededor de 3%
a 7% de todos los embarazos. Se piensa que la afección empieza en la placenta.
Los factores que pueden llevar a que se desarrolle preeclampsia incluyen:
 Trastornos autoinmunitarios
 Problemas vasculares
 Su dieta
 Sus genes
Los factores de riesgo para esta afección incluyen:
 Primer embarazo
 Antecedentes de preeclampsia
 Embarazos múltiples (gemelos o más)
 Antecedentes familiares de preeclampsia
 Obesidad
 Edad mayor a 35 años
 Ser afroamericana
 Antecedentes de diabetes, presión arterial alta o enfermedad renal
La causa exacta de la eclampsia no es conocida. Los siguientes factores pueden
jugar un papel:
 Problemas vasculares
 Factores cerebrales y del sistema nervioso (neurológicos)
 Dieta
 Genes
La eclampsia se presenta después de una afección llamada preeclampsia. Esta es
una complicación del embarazo en la cual una mujer presenta presión arterial alta y
otras afecciones.
La mayoría de las mujeres con preeclampsia no siguen teniendo convulsiones. Es
difícil predecir cuáles mujeres sí las tendrán. Las mujeres con alto riesgo de sufrir
convulsiones con frecuencia padecen preeclampsia grave con signos y síntomas
como:
 Exámenes sanguíneos anormales
 Dolores de cabeza
 Presión arterial muy alta
 Cambios en la visión
 Dolor abdominal
Cuadro clínico (sintomas)
Preeclamsia
Con frecuencia, una mujer que tiene preeclampsia no se siente enferma.
Los síntomas de preeclampsia pueden incluir:
 Hinchazón de manos y cara u ojos (edema)
 Aumento repentino de peso en un período de 1 a 2 días, o más de 2 libras
(0.9 kg) por semana
Nota: se considera normal que se presente algo de hinchazón en los pies y los
tobillos durante el embarazo.
Los síntomas de preeclampsia grave incluyen:
 Dolores de cabeza que no desaparecen o empeoran.
 Problemas para respirar.
 Dolor abdominal en el lado derecho, debajo de las costillas. El dolor también
se puede sentir en el hombro derecho y se puede confundir con acidez
gástrica, dolor en la vesícula biliar, un virus estomacal o patadas del bebé.
 No orinar con mucha frecuencia.
 Náuseas y vómitos (un signo preocupante).
 Cambios en la visión, incluso pérdida temporal de la visión, ver puntos o luces
centelleantes, sensibilidad a la luz y visión borrosa.
 Sentirse mareada y desmayarse.
Eclamsia
Los síntomas de la eclampsia incluyen:
 Convulsiones
 Agitación intensa
 Pérdida del conocimiento
La mayoría de mujeres tendrá estos síntomas de preeclampsia antes de tener
convulsiones:
 Dolores de cabeza
 Náuseas y vómitos
 Dolor de estómago
 Hinchazón de las manos y la cara
 Problemas de visión, tales como pérdida de la visión, visión borrosa, visión
doble o puntos ciegos en el campo visual
Método de diagnostico
 Hipertensión de reciente comienzo (tensión arterial > 140/90 mm Hg) más
una proteinuria inexplicable de comienzo reciente (> 300 mg/24 h después
de las 20 semanas o índice proteinuria/creatininuria ≥ 0,3)
El diagnóstico de la preeclampsia se presume por los síntomas y la presencia de
hipertensión, definida como una tensión arterial sistólica de > 140 mm Hg o
diastólica de > 90 mm Hg. Excepto en las emergencias, la hipertensión debe ser
documentada en > 2 mediciones tomadas con al menos 4 horas de diferencia. La
excreción de proteínas en la orina se mide en una recolección de 24 h.
La proteinuria se define como > 300 mg/24 hs. Alternativamente, la proteinuria se
diagnostica basándose en cociente proteína: creatinina ≥ 0,3 o una lectura en tira
reactiva de 1+; la prueba con tira reactiva solo se utiliza cuando otros métodos
cuantitativos no están disponibles. La ausencia de proteinuria en pruebas menos
precisas (p. ej., pruebas de orina con tira reactiva, análisis de orina de rutina) no
descarta la preeclampsia.
En ausencia de proteinuria, la preeclampsia también se diagnostica si las mujeres
embarazadas tienen hipertensión de reciente comienzo junto con aparición de
cualquiera de los siguientes:
 Trombocitopenia (plaquetas < 100.000/μL)
 Insuficiencia renal (creatinina sérica > 1,1 mg/dL o duplicación de la
creatinina en suero en mujeres sin enfermedad renal)
 Deterioro de la función hepática (transaminasas > 2 veces el valor normal)
 Edema pulmonar
 Síntomas cerebrales o visuales
Los siguientes puntos ayudan a diferenciar entre los trastornos hipertensivos en las
mujeres embarazadas:
 La hipertensión crónica precede al embarazo, está presente < 20 semanas
de gestación o persiste por > 6 semanas (en general, > 12 semanas) después
del parto (aun si la hipertensión se documentó > 20 semanas de gestación).
La hipertensión crónica puede quedar enmascarada durante la primera parte
del embarazo debido a la disminución fisiológica de la tensión arterial.
 La hipertensión gestacional es la hipertensión sin proteinuria u otros
hallazgos de preeclampsia; aparece a > 20 semanas de gestación en
mujeres que se sabe no tenían hipertensión antes del embarazo y resuelve
12 semanas (en general, 6 semanas) después del parto.
 La preeclampsia es la hipertensión de reciente comienzo (tensión arterial >
140/90 mm Hg) más una proteinuria reciente inexplicable (> 300 mg/24 h o
índice proteína/creatinina en orina ≥ 0,3) después de las 20 semanas u otros
criterios (véase más arriba).
 La preeclampsia sobreimpuesta a hipertensión crónica se diagnostica
cuando se desarrolla una nueva proteinuria no explicada o la proteinuria
empeora después de las 20 semanas en una mujer que sabe que tiene
hipertensión o cuando aumenta la presión arterial o se desarrolla
preeclampsia con características graves después de las 20 semanas en una
mujer que tiene hipertensión y proteinuria conocidas.
Tratamiento
La preeclampsia a menudo se cura después de que el bebé nace y sale la placenta.
Sin embargo, puede persistir o incluso empezar después del parto.
Casi siempre, a las 37 semanas su bebé está suficientemente desarrollado para
nacer saludable.
Como resultado, el proveedor probablemente querrá que el bebé nazca para que la
preeclampsia no empeore. Se le pueden dar medicamentos para ayudar a inducir
el parto o puede necesitar una cesárea.
Si el bebé no está totalmente desarrollado y usted tiene preeclampsia leve, la
enfermedad a menudo puede manejarse en casa hasta que su bebé haya
madurado. El proveedor recomendará:
 Visitas frecuentes al médico para verificar que usted y su bebé estén
evolucionando bien.
 Medicamentos para bajar la presión arterial (en algunos casos).
 La gravedad de la preeclampsia puede cambiar rápidamente, de manera que
necesitará un seguimiento muy cuidadoso.
Ya no se recomienda reposo completo en cama.
Algunas veces, una mujer embarazadas con preeclampsia es hospitalizada. Esto
permite que el equipo de atención médica vigile al bebé y a la madre más de cerca.
El tratamiento en el hospital puede incluir:
 Supervisión cuidadosa de la madre y el bebé
 Medicamentos para controlar la presión arterial y prevenir convulsiones y
otras complicaciones
 Inyecciones de esteroides para embarazos de menos de 34 semanas de
gestación para ayudar a acelerar el desarrollo de los pulmones del bebé.
Cuidados de enfermería
DIABETES GESTACIONAL
Concepto
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que ocurre durante el embarazo.
“Diabetes” significa que la glucosa en la sangre, también llamada azúcar en la
sangre, es demasiado alta. Tener demasiada glucosa en la sangre no es bueno ni
para usted ni para su bebé.
La diabetes gestacional generalmente se diagnostica entre las 24 y las 28 semanas
de embarazo. Controlar la diabetes gestacional le puede ayudar a usted y a su bebé
a mantenerse sanos. Usted puede proteger su salud y la de su bebé si actúa de
inmediato para controlar sus niveles de glucosa en la sangre.
Etiología
Las hormonas del embarazo pueden bloquear el trabajo que hace la insulina.
Cuando esto sucede, los niveles de azúcar en sangre de una mujer embarazada
pueden incrementar.
Usted está en mayor riesgo de padecer diabetes gestacional si:
 Tiene más de 25 años al quedar embarazada
 Proviene de un grupo étnico con un mayor riesgo, como latino,
afroamericano, nativo americano, asiático o de las islas del Pacífico
 Tiene antecedentes familiares de diabetes
 Dio a luz a un bebé que pesó más de 9 libras (4 kg) o que tuvo una anomalía
congénita
 Tiene hipertensión arterial
 Tiene demasiado líquido amniótico
 Ha tenido un aborto espontáneo o mortinato de manera inexplicable
 Tenía sobrepeso antes del embarazo
 Aumentó excesivamente de peso durante su embarazo
 Presenta síndrome de ovario poliquístic
Cuadro clínico (síntomas)
En la mayoría de los casos, no se presentan síntomas. El diagnóstico se realiza
durante un estudio prenatal de rutina.
Se pueden presentar síntomas moderados, como demasiada sed o temblores.
Regularmente estos síntomas no ponen en riesgo la vida de la mujer embarazada.
Otros síntomas podrían incluir:
 Visión borrosa
 Fatiga
 Infecciones frecuentes, entre ellas las de vejiga, vagina y piel
 Aumento de la sed
 Incremento de la micción
Método de diagnostico
Los médicos especialistas no se han puesto de acuerdo sobre un único conjunto de
pautas respecto de los exámenes para la detección de la diabetes gestacional.
Algunos cuestionan si el examen para la detección de la diabetes gestacional es
necesario cuando tienes menos de 25 años y no tienes factores de riesgo. Otros
dicen que la mejor manera de identificar todos los casos de diabetes gestacional
consiste en examinar a todas las mujeres embarazadas.
Cuándo realizar el examen
Probablemente tu médico evaluará tus factores de riesgo de diabetes gestacional al
comienzo de tu embarazo.
Si tu riesgo de tener diabetes gestacional es alto —por ejemplo, si tu índice de masa
corporal (IMC) anterior al embarazo era igual o mayor que 30 o si tu madre, padre,
hermano o hijo tiene diabetes—, tu médico podría realizar los exámenes para
detección de diabetes en tu primera visita prenatal.
Si tienes un riesgo promedio de presentar diabetes gestacional, probablemente te
realicen un examen de detección durante el segundo trimestre, entre las semanas
24 y 28 de embarazo.
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son mantener los niveles de azúcar en la sangre
(glucosa) dentro de los límites normales durante el embarazo y asegurarse de que
el feto esté saludable.
VIGILANCIA DEL BEBÉ
Su proveedor de atención médica debe tenerla a usted y a su bebé bajo control a
lo largo de todo el embarazo. Con el monitoreo fetal, se evalúa el tamaño y la salud
del feto.
Una cardiotocografía en reposo es un examen indoloro y muy sencillo para usted y
su bebé.
 Se coloca una máquina que percibe y muestra los latidos cardíacos del bebé
(monitor fetal electrónico) sobre su abdomen.
 Su proveedor puede comparar el patrón de latidos del bebé con los
movimientos y averiguar si el bebé está bien.
DIETA Y EJERCICIO
En muchos casos, comer alimentos saludables, mantenerse activo y controlar su
peso es todo lo que necesita para tratar la diabetes gestacional.
La mejor manera de mejorar su alimentación es consumir una variedad de alimentos
saludables. Usted debe aprender a leer las etiquetas de los alimentos y revisarlas
al tomar decisiones sobre estos. Hable con su proveedor si usted es vegetariana o
sigue alguna otra dieta especial.
En general, cuando usted tiene diabetes gestacional su dieta debe:
 Ser moderada en grasa y proteína.
 Suministrarle carbohidratos a través de alimentos que incluyan frutas,
verduras y carbohidratos complejos (tales como pan, cereal, pasta y arroz).
 Incluir poca cantidad de alimentos que contengan mucho azúcar, tales como
bebidas gaseosas, jugos de fruta y panes dulces.
Hable con su proveedor sobre las actividades físicas que usted puede realizar.
Realizar ejercicio de bajo impacto como nadar, caminata rápida, o utilizar una
máquina elíptica es seguro para controlar el azúcar en su sangre y su peso.
Si la dieta y el ejercicio no controlan los niveles de azúcar en la sangre, se le pueden
recetar medicamentos o tratamiento con insulina para controlar la diabetes.
Cuidados de enfermería

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