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• Los Comités Regionales de Defensa Civil, que son presididos por los
respectivos Presidentes de los Gobiernos Regionales, a través de sus
comisiones de trabajo deben de estar al corriente de los pronósticos del
tiempo para adoptar medidas oportunas en caso de producirse una
helada. Esta labor se realiza en coordinación con los Comités
Provinciales y Distritales de Defensa Civil, que son presididos por los
Alcaldes Provinciales y Distritales, respectivamente, y con el
asesoramiento de las Direcciones Regionales de Defensa Civil.
"El cambio climático ya está aquí y ahora el tema es: ¿llegaremos a limitarlo o no?", declaró
Wolfgang Cramer, uno de los coautores del segundo informe del Grupo Intergubernamental sobre
la Evolución del Clima (GIEC), que depende de la ONU, publicado a principios de abril.
Es imposible influir en la evolución del clima en los próximos 10 a 20 años, pero para más tarde
aún hay opciones, explicó Cramer.
"Si no hacemos nada, los daños serán mucho más importantes", advirtió.
Un centenar de expertos participaron en una conferencia sobre las conclusiones del informe del
GIEC organizada en Postdam por invitación del ministerio alemán de Medio Ambiente e
Investigación.
"El segundo informe del GIEC confirmó nuevamente que el cambio climático ya tiene
consecuencias dramáticas.
Debemos actuar rápidamente", subrayó por su parte el secretario de Estado del ministerio alemán
de Medio Ambiente, Michael Müller
Cambio climático, antesala al precipicio
Savognin, zona esquiable del cantón de los Grisones, pero no hay nieve. (Keystone)
Para Suiza están en riesgo todo el turismo y deportes alpinos, así como la crianza de
animales, entre otras actividades.
La ciencia dio su veredicto hace más de 15 años: el clima global se verá fuertemente
alterado en el siglo XXI debido a la irrefrenable emisión de gases de efecto invernadero
(dióxido de carbono y metano, entre otros).
Riesgos que globalmente son conocidos a escala internacional como efectos del 'cambio
climático', un tema que ocupa a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde
principios de los 90, y un asunto al que Suiza enfocó todas sus baterías en el 2006 que
concluye.
Protocolo de Kyoto
Los riesgos aparejados al calentamiento global alcanzaron tal nivel a finales del siglo XX
que ya no hubo espacio para la indiferencia de los gobiernos, empresas y ciudadanos.
De ahí que en 1997 se reunieran en Kyoto, Japón, representantes de 140 países para buscar
soluciones. En este encuentro, 35 naciones industrializadas, Suiza y la Unión Europea (UE)
entre ellas, se comprometieron a reducir las emisiones de gases contaminantes.
Y países desarrollados como Estados Unidos (el principal emisor de los gases nocivos) y
Australia se negaron a suscribirse al protocolo.
Pese a ello, entró en vigor en febrero del 2005 y, al menos bajo su formato actual, expira en
2012 sin que sea claro que sus logros serán evidentes.
Sobre el asunto, Greenpeace Suiza asegura que "el único camino ahora es enmendar y
comenzar a sacar provecho de energías verdes insuficientemente explotadas como la cólica,
solar, hidráulica, geotérmica y la de biomasa, que son perfectamente viables en términos
técnicos y económicos".
El costo económico
Lo más relevante es sin duda el costo ecológico del abuso en la emisión de gases. Y sobre
este tema existe una amplia bibliografía.
Los daños económicos comienzan apenas a visualizarse y cuantificarse.
En dicho documento afirma que los gobiernos aún están a tiempo para tomar medidas
urgentes y les aclara que sin ellas, el impacto económico del cambio climático podría
alcanzar entre 15 y 20% del PIB mundial.
Sólo para ubicarnos en la magnitud de este hecho, y tomando como referencia datos del
Fondo Monetario Internacional (FMI), sería el equivalente a eliminar de un plumazo a
todas las economías de Europa.
Stern detalla asimismo que reducir las emisiones de CO2 en el aire implica inversiones por
apenas el equivalente al 1% del PIB, por lo que no merece la pena siquiera plantearse la
disyuntiva. Hay un solo camino a seguir.
Y para Suiza...
¿Cuál sería la afectación económica directa del cambio climático sobre Suiza? El repliegue
de los glaciares del Ródano y el poblado de Brienz (cantón Berna), devastado en 2005 por
un aluvión, enviaron la primera señal de alerta contundente.
Y la OCDE realizó (12.09) hace un par de meses las primeras estimaciones concretas de los
daños económicos que podrían enfrentar Alemania, Austria, Francia y Suiza ante el cambio
climático, a través de un estudio 'Los cambios climáticos ponen en grave riesgo a las
estaciones de esquí'.
El documento señala a Alemania como el territorio más vulnerable. Pero sobre Suiza refiere
que toda la actividad económica y el turismo ligados a los deportes de invierno, y a los
paisajes alpinos, estarían en riesgo.
Pero hay más, porque en Suiza se vería afectada también la producción de bovinos, y la
consecuente oferta lechera, así como la cría de animales vulnerables al látigo de la
naturaleza.
Y esta iniciativa del 'impuesto ecológico', Suiza la llevó a Nairobi (15.11) a la Conferencia
sobre Cambio Climático, en voz de Moritz Leuenberger, presidente saliente de la
Confederación Helvética.
En este foro, el también ministro de Medio Ambiente de Suiza afirmó que un impuesto
mundial por emisión de contaminantes coadyuvaría a frenar el calentamiento climático
porque haría conscientes a todos los consumidores de carburantes del daño que generan a la
ecología.
Empresas comprometidas
Pero el esfuerzo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero exige también el
compromiso del sector privado.
¿Qué empresas helvéticas han dado su apoyo al combate del cambio climático?
La única de gran talla –por el momento- es la reaseguradora Swiss Re, líder mundial de este
sector.
En el documento llamado 'El Encuentro con Swiss Re', elaborado por la empresa para dar
constancia de su compromiso y cuya última versión es de octubre del 2006, refiere que "en
las Conferencias Internacionales sobre el cambio climático que se celebraron en Berlín
(1995) y Kyoto (1997), nuestra empresa presentó los riesgos que supone el cambio
climático y apoyó una drástica reducción en la emisión de los gases que producen el efecto
invernadero".
Algunas medidas que Suiza, como conjunto, puede tomar para reducir los estragos del
cambio climático son:
Los ciudadanos deben privilegiar el uso de transporte público y evitar que los coches sean
utilizados por un solo pasajero la mayor parte del tiempo.
Las industrias deben apoyar las adaptaciones y privilegiar el uso de energías renovables.
Las universidades tienen que intensificar la investigación sobre el fenómeno climático para
combatirlo por diversos frentes.
CONTEXTO
Según el informe 2001 del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, los
incrementos en las temperaturas registrados desde el principio del Siglo XX no se dieron
por un período tan prolongado o una magnitud semejante, durante los 1,000 años anteriores.
Las temperaturas mundiales se han elevado en un promedio de 0.6 grados Celsius. Durante
los pasados 30 años el aumento de las temperaturas ascendió a 0.1-0.2 grados por década
como promedio global.
Los expertos en Clima pronostican aumentos en las temperaturas estivales de los Alpes de
entre 3 y 5 grados en las próximas décadas.
Más de 500 científicos del mundo entero, entre ellos varios suizos, se reúnen desde el lunes
en París para dar su veredicto sobre el cambio climático.
Este viernes harán público un balance de sus trabajos destinado a los dirigentes políticos.
Será un documento de referencia para los próximos cinco años.
Esta semana más de 500 de esos científicos se reúnen para resumir en una quincena de
páginas el capítulo científico del cuarto informe del GIEC.
Este documento será una evaluación científica del fenómeno del calentamiento, como
explica José Romero, de la Oficina Federal de Medio Ambiente.
Los dos otros expedientes del informe que abordan el impacto del calentamiento y las
medidas de atenuación que se necesitan adoptar se harán públicos en abril y mayo
próximos.
Actividad humana
El informe precedente del GIEC se remonta a 2001. "Desde esa fecha se han registrado
avances científicos importantes en la detección del calentamiento y la atribución de esas
causas a la actividad humana", confirma el delegado helvético.
"Así, el nuevo informe del GIEC puede establecer que el calentamiento es un hecho y que
se está acelerando. En los últimos años tanto la concentración de CO2 en la atmósfera como
la temperatura del planeta han aumentado más rápidamente que en el pasado", agrega José
Romero.
Romero.
Según las cifras que circulaban antes de la reunión en París, los expertos podrían anunciar
que de aquí al año 2100 se habrá duplicado la concentración de CO2 en la atmósfera con
respecto a la era preindustrial.
El aumento de la temperatura media del planeta podría situarse entre 2 y 4,5 grados, lo que
es enorme, cuando sabemos que hoy es en promedio unos 5 grados superior a la última era
glaciar que concluyó 10.000 años atrás.
Desde su fundación, el GIEC actúa como intermediario entre el mundo científico y político.
Sus informes están reconocidos por los 192 estados miembros de la ONU.
"Es una organización ejemplar y sin equivalente. Moviliza, según un sistema de milicias, a
científicos del mundo entero. El objetivo es tener a los mejores expertos, un panel
representativo de todas las regiones del planeta", explica José Romero.
El GIEC está financiado por los gobiernos. Su presupuesto varía de un año a otro en
función del coste de sus estudios. "El trabajo de los científicos, en cambio, no está
remunerado", precisa el delegado suizo.
En promedio, el GIEC cuenta con unos 5 millones de francos al año. Suiza aporta entre
120.000 y 150.000 francos. Además, la secretaría del grupo tiene sede en Ginebra, donde se
celebran numerosas reuniones de los miembros del GIEC.
Participación suiza
Y esto no es todo. Entre los 552 autores del informe figuran 23 suizos, de los cuales cinco
autores principales y dos coordinadores: Thomas Stocker, de la Universidad de Berna, y
Andreas Fischlin, de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.
Como subraya José Romero, los científicos helvéticos han destacado en el estudio de los
glaciares, bosques y aerosoles y están en la vanguardia de la investigación sobre el clima y
el impacto local de los modelos climáticos.