ENSAYO: ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA Y CONSTRUCCIÓN DE PAZ

En Colombia, hemos vivido y sufrido un conflicto armado que ha dejado enormes

pérdidas humanas, económicas y sociales. Por tal razón, el país anhela la PAZ,
esta puede aportar al progreso de una sociedad más justa y democrática.
Colombia precisa ampliar el bienestar de su población, fortalecer su capital social,
defender sus instituciones y democratizar la vida social, política y económica. Para
ello es necesario reconstruir los vínculos o lazos de confianza quebrados por
tantos períodos de violencia, en ese sentido la SOLIDARIDAD es primordial, ella
implica el reconocimiento y la aceptación del otro, es una influencia social que
genera sentido de pertenencia, compromiso hacia los demás, es un bien común
que sólo se amplifica empleándolo.

Ahora bien, así como la PAZ precisa un marco jurídico que le de viabilidad
institucional, así como se requiere un marco cultural que permita el perdón y la
reconciliación, también se requiere un marco económico que posibilite su
afianzamiento, la PAZ exige una economía más solidaria.

En el ámbito económico, la solidaridad ha expuesto que es viable formar

economía con valores éticos, superando el individualismo irracional promotor en
gran medida de la crisis que hemos alcanzado. Las experiencias de personas,
comunidades, organizaciones y empresas señalan que es posible producir,
comercializar, consumir y atesorar con métodos de cooperación y solidaridad.

Se pretende una economía más solidaria donde el compromiso social y el valor

compartido de las empresas sea un mecanismo esencial para edificar la PAZ. Por
otro lado, se demanda un Estado más presto en la defensa y amparo del bien
común, se demanda más Estado en el mercado y menos mercado en el Estado.
De igual forma, es necesario que los colombianos ejecuten más hechos
económicos solidarios, que afirmen un comercio justo, concediendo un precio
razonable al productor, un precio razonable al consumidor y un margen razonable
al distribuidor, que exijan unas finanzas éticas refutando la especulación de
organizaciones de capital. Que ejerzan un consumo responsable y solidario,
pensando que sus compras constantemente favorecen o afectan a alguien y su
entorno.

La solidaridad, la economía solidaria y las organizaciones solidarias son valiosas

herramientas para consolidar la paz, la igualdad y la democracia en Colombia. Por
tal motivo, se pretenden políticas públicas que den complimiento al mandato del
Estado colombiano de ejercer con base en el principio de la solidaridad.