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¿Qué es el crédito?

La palabra crédito viene de la raíz Cedere, que significa ceder, dar confianza. Esta
es la base para entender qué es el crédito en nuestros días, y cómo se ha
comportado en el tiempo.

Cómo aumentar las posibilidades para obtener un crédito.


Cuando vas a solicitar un crédito, ya sea a través de una tarjeta, una hipoteca o un
financiamiento directo, las instituciones financieras evalúan tus características y
trayectoria para saber si pueden o no otorgarlo. ¿Conoces qué aspectos se tienen
en cuenta?
Una de las herramientas más populares utilizada por las instituciones financieras es
la llamada "tres C's", que significan:
Carácter: se refiere a la honestidad y la ética para manejar tus obligaciones
financieras, es decir, si te han otorgado créditos anteriormente, si te han declarado
como un cliente moroso o si realizas los pagos oportunamente.
Capital: aquí se analizan todos tus activos, es decir: a cuánto ascienden tus ahorros
o inversiones o si posees bienes. El objetivo es analizar si esto podría servir como
garantía del préstamo que te van a otorgar.
Capacidad: se refiere a tu capacidad de pago, con base en tus ingresos y teniendo
en cuenta si tienes otras deudas o cuántas personas dependen de ti.
Los parámetros antes mencionados se toman en cuenta sin importar si es tu primer
acercamiento al sistema financiamiento o si ya tienes un historial crediticio.
Para mejorar tus "tres C's" y aumentar las posibilidades de obtener un crédito, a
continuación te damos algunas recomendaciones:

Paga tus deudas


Cubre el total del saldo en sus tarjetas de crédito cada mes. Recuerda que entre
menos saldo de deuda tengas, más se incrementa tu solvencia y las instituciones
bancarias toman esto en cuenta.
Mantén tus cuentas "viejas"
Los bancos siempre toman en cuenta la antigüedad que una persona natural tenga
con alguna tarjeta; mantenerlas te ayuda a que las instituciones vean las diferencias
entre los saldos de deuda y el crédito disponible.
Realiza tus pagos a tiempo
Cumplir en tiempo y forma con tus compromisos te ayuda a construir un buen
historial crediticio.

Cuándo utilizar un crédito.


El crédito es una de las herramientas financieras más importantes, ya que bien
utilizado te permite lograr tus objetivos y metas financieras y mejorar el bienestar de
tu familia.
Sin embargo, es muy importante identificar en qué tipo de situaciones conviene
acudir al crédito, y cuando es mejor buscar otro tipo de alternativas.

Estos son algunos casos en los que podrías acudir a un crédito:

Financiación para tu negocio: para comprar materia prima, mercancía, o financiar


compra de activos productivos. Usualmente este tipo de crédito se denomina para
capital de trabajo.
Adquirir bienes inmuebles: como por ejemplo una casa o un apartamento, bien sea
para usarlo como vivienda familiar o para rentarlo. Usualmente los bancos no
financian el 100% del valor, sino que exigen el pago de una cuota inicial.
En casos de emergencia: si bien es recomendable tener un fondo de ahorro de
emergencia para situaciones inesperadas como enfermedades, de ser necesario
puedes acudir a un crédito para ayudarte a superar la crisis.
No es recomendable utilizar el crédito:
 Para financiar gastos corrientes: frecuentes y periódicos, tales como el
mercado, los servicios públicos o la cuota de alquiler de nuestra casa.
 Para pagar otras deudas: una práctica negativa para tu salud financiera es
pedir un crédito para pagar otro crédito. Esto podrá solucionar un problema
momentáneamente, pero a la larga afecta tu tranquilidad y las finanzas de
toda tu familia.
¡Dale un buen uso al crédito y disfruta de todos sus beneficios!
Qué es la amortización
En una amortización, el deudor paga al prestamista (institución financiera) un
reembolso del dinero otorgado por este último en un plazo convenido y con tasas
de interés (fijas o variables) previamente acordadas.
Los tres factores más relevantes para un proceso de amortización son:
 El importe del préstamo o deuda
 El tipo de interés
 El plazo establecido para pagar la deuda
Dado que los tres elementos están relacionados, al contemplar un préstamo debes
tomar en cuenta que, a mayor plazo de amortización, más intereses pagarás por la
deuda. Sin embargo, a mayor plazo de amortización, menor será la cuota periódica
que debes asumir.
Así pues, el plazo estará determinado en gran medida por la cantidad de dinero que
estés dispuesto a destinar al pago de tu deuda cada mes. También es necesario
considerar que los plazos de amortización varían de acuerdo con el tipo de interés:
las operaciones con interés fijo suelen tener plazos de amortización más cortos que
las de interés de tipo variable.
Tomando en cuenta los tres factores antes mencionados, las amortizaciones
pueden clasificarse en:
Amortización de cuota constante:
Es la forma más frecuente de amortización de préstamos. En ella se paga siempre
la misma cuota. El dinero se distribuye por periodos entre los intereses y capital
amortizado. Es decir, aunque la cuota siempre es la misma, los intereses se calculan
sobre el valor pendiente a amortizar.
Así pues, la parte de tu abono que va a los intereses se va reduciendo en proporción
a la amortización del capital, ya que el capital pendiente de amortización será
menor. El resultado de este sistema es que, durante la primera fase, el abono va
dirigido principalmente a los intereses, pero a medida que se van pagando cuotas,
la parte de éstas que corresponde a capital amortizado aumenta, lo cual deriva en
una disminución gradual de la parte que se destina a intereses.
Amortización de cuota creciente:
En esta clase de amortizaciones la cuota va aumentando con el paso del tiempo.
Los primeros pagos son pequeños, lo cual resulta ventajoso para los deudores que
esperan un aumento en sus ingresos. Sin embargo, como consecuencia lógica, los
últimos pagos serán bastante más elevados.
Amortización de cuota decreciente:
Con este método la cantidad amortizada de la deuda es siempre la misma, de suerte
que el pasivo va disminuyendo de forma acelerada mes con mes y de esta manera
de forma rápida se reduce la porción que se paga de intereses.

¿Cómo elegir la amortización que te conviene?


Elegir un tipo de amortización adecuado a tus necesidades te ayudará a administrar
mejor los recursos y a optimizar el pago de tus deudas.
Debes evaluar tus ingresos pasados, actuales y esperados. Las entidades
financieras sugieren que las cuotas mensuales no sean mayores al 40% del ingreso
neto de cada cliente puesto que, de otra forma, el pago puede verse comprometido.
Así mismo, como sucede con todos los planes a futuro, para planear el tipo de
amortización más conveniente debes tener en cuenta el propósito de tu deuda (si
es para comprar una casa que durará muchos años, un auto, tecnología u otros).

El cálculo de los intereses


El interés es la ganancia o lucro que espera recibir una persona o entidad que nos
ha dado un crédito. En otras palabras, es la compensación que el banco o
prestamista espera obtener por haber asumido el riesgo de prestar dinero.
Otra definición de interés es el costo de utilización del dinero.
Comprender detalladamente cuál es la tasa de interés es muy importante al tomar
la decisión de asumir un crédito, ya que esto te indicará cuánto cuesta realmente tu
préstamo.
El costo total de un préstamo es el monto total que pides prestado más todos los
intereses que deberás pagar. Asegúrate de que el motivo por el cual solicitas el
préstamo sea lo suficientemente importante como para justificar el dinero extra que
deberás pagar por los intereses.
Es importante además que conozcas si la tasa de interés de tu crédito será fija o
variable. En el caso de la tasa fija, ésta se mantiene igual a lo largo de la vida del
crédito, y es la que pactas con el banco en el momento de solicitarlo. La tasa de
interés variable o flotante se calcula utilizando una tasa de referencia en el mercado
y varía en la medida en que varía dicha tasa.
Para comprender mejor estos conceptos, puedes utilizar las calculadoras de crédito
y deuda.
¿Qué es un aval?
Se denomina aval a una forma de garantía. Se dice que una persona es aval de otra
cuando la primera se compromete a responder por los compromisos de la segunda,
adquiridos mediante la suscripción de títulos de crédito, en caso de haber algún
problema o incumplimiento. El que da un aval otorga una garantía de la obligación
contraída por alguien más.
¿Es conveniente ser aval?
Puesto que el que se presta para ser aval se compromete a responder por las
obligaciones de otro, serlo conlleva riesgos que son necesarios examinar antes de
aceptar dicho compromiso jurídico.
Es necesario tomar en cuenta que ser aval es, de cierto modo, ser partícipe de la
deuda de otro. Al ser aval, comprometes tus bienes como garantía en caso de no
cumplirse con las obligaciones en los plazos establecidos. Muchas personas
aceptan ser avales sin pensar seriamente en las consecuencias que ello implica y
en algunas ocasiones pueden llevarse sorpresas muy desagradables. Por ello, una
decisión de esta naturaleza debe pensarse con mucho cuidado.
En algunos casos, cuando conocemos muy bien a la persona que nos solicita ser
su aval y estamos seguros de que tiene la capacidad y disposición de cumplir con
sus obligaciones, ser aval podría implicar un riesgo controlado.
Otros consejos para decidir ser aval
Debemos informarnos a conciencia sobre el tipo de deuda que la persona que nos
solicita el favor piensa adquirir. Hay que asegurarnos de entender todos los términos
y condiciones implicados en el título de deuda. Es necesario involucrarse en la
operación como si fuera propia.
Es importante tomar en cuenta nuestra relación con la persona que nos solicita el
favor. Debemos pensar si se trata de una relación antigua y duradera o simplemente
de un conocimiento aislado o pasajero.
Debemos tener solvencia para respaldar la deuda dependiendo de la magnitud de
ésta. Es decir, que no es lo mismo ser aval de una renta de una casa pequeña, que
de la compra de una mansión en la playa.
Considerar que en caso necesario, tendremos que hacer frente a esa deuda, ya que
la responsabilidad se transfiere a nuestra persona con todas sus implicaciones.
En el caso contrario sucede lo mismo, debemos considerar la confiabilidad y la
solvencia económica de quien solicitamos que nos respalde como aval.
¿Se puede renunciar al compromiso de algún modo?
No es sencillo renunciar a ser aval, puesto que al aceptar serlo, se está de acuerdo
con un título de deuda con todas las cláusulas allí especificadas.
Además, las tres partes interesadas: acreedor, deudor y aval deben estar de
acuerdo en caso de cualquier modificación al título original. Lo mejor es estar
seguros de quién y cómo es la persona que nos solicita ser su aval.

TIPOS DE CRÉDITO

El crédito es una herramienta clave en nuestras finanzas. Aprender a manejarlo de


forma adecuada, te ayudará a conseguir tus metas y objetivos. Antes de solicitar un
crédito, debes analizar diversos factores de tu situación financiera, por ejemplo:
cuántas deudas tienes, cuáles son tus gastos fijos y con qué activos cuentas.
A continuación, te presentamos algunos tipos de financiamiento que existen en el
mercado:

Tarjetas de crédito
Son un ejemplo de crédito revolvente, que te brinda una línea de crédito, es decir,
un monto total sobre el que vas realizando compras y pagos. La principal
característica de una tarjeta de crédito es la temporalidad, ya que te permite
disponer de dinero que no tienes al momento pero que vas a recibir en un futuro
inmediato. Por ejemplo, si haces una compra y sabes que podrás liquidarla una vez
que recibas tu sueldo. Si usas la tarjeta con esta idea en mente, podrás convertirte
en un cliente que paga el total de su deuda cada mes sin permitir que se generen
intereses.
Las tarjetas de crédito de almacenes o supermercados son otra variante de la tarjeta
de crédito, y en algunos casos, sólo pueden ser utilizadas para compras en sus
establecimientos. Estas tarjetas pueden funcionarte para compras de bienes
duraderos, como electrodomésticos o equipos electrónicos con promociones o
beneficios exclusivos de esa tienda. En ambas puedes aprovechar promociones a
meses sin intereses y otros beneficios adicionales; consulta y compara cuál tarjeta
es la que se acomoda mejor a tus necesidades.
Te recomendamos que antes de solicitar alguna tarjeta, siempre revises el costo
anual total, la tasa de interés, las comisiones, las promociones y otros beneficios,
así como los demás términos y condiciones.
Préstamos de libre inversión
Se caracterizan por ser créditos abiertos que no están anclados a un fin específico.
Esto significa que al solicitarlo no debes explicar en qué lo utilizarás y además
puedes fragmentarlo en distintos objetivos.

Por ejemplo, podrías utilizar una parte para remodelaciones y otra más para un
viaje. Son ofrecidos por los bancos, instituciones financieras e incluso existen
empresas que se dedican exclusivamente a otorgarlos. Puedes utilizarlos para irte
de viaje, remodelar tu casa o abrir una cuenta de inversiones. Básicamente, para lo
que desees, ya que usualmente no se solicita que declares para qué usarás el
dinero.
Como precaución, asegúrate de que sea una empresa seria y revisa las
estipulaciones de tu contrato antes de firmar. Al igual que con las tarjetas de crédito,
consulta, compara y revisa el costo anual total, anualidad, comisiones, así como
todos los términos y condiciones. También elabora tu presupuesto y verifica tu
capacidad de pago.

Créditos específicos
Muchas instituciones ofrecen financiamientos especializados, por ejemplo,
hipotecarios, educativos y automotrices, entre otros. Esto significa que la cantidad
que te ofrezcan podrá ser utilizada únicamente en un objetivo y deberás poder
comprobar que lo destinaste a ese fin.
La ventaja de estos créditos es precisamente su especialización, ya que los montos
y los planes de pago están diseñados de acuerdo con el objetivo. Revisa muy bien
las diferentes alternativas antes de contratar y calcula el porcentaje de interés que
te vayan a cobrar.

Créditos de nómina
Son muy similares a los de libre inversión, sólo que en este caso es indispensable
que recibas el pago de tu salario a través de una cuenta de nómina en un banco.
Así, la institución puede otorgarte una cantidad basada en el sueldo que recibes
cada mes y descontará el pago directamente de tu cuenta.
Préstamo para bienes de consumo duradero
La utilidad de este crédito está relacionada a la adquisición de bienes que tienen un
valor comercial y una vida útil determinada, como son los automóviles, equipo de
cómputo, electrodomésticos, mobiliario y equipos. Se otorgan para complementar
el faltante para adquirirlos, es decir, el acreditado deberá aportar un porcentaje del
costo total y el banco le presta el restante. Estos bienes en ocasiones pueden servir
como garantía del préstamo.

¿Qué es un microcrédito?
Un microcrédito es un préstamo que se hace a una persona o a un grupo de
personas para que puedan desarrollar algún proyecto; por ejemplo, para un
restaurante pequeño, una tienda o actividades económicas similares. Usualmente
son de montos bajos.
La ventaja es que suelen otorgarse sin tener que comprobar ingresos y solo se
solicitan documentos como comprobante de domicilio y de identificación, aunque
los requisitos varían entre las instituciones financieras.
Existen microcréditos de ayuda a negocios que ya están constituidos pero que
necesitan fortalecerse. Por ejemplo, una tienda que se vea en dificultades de
reabastecerse podría solicitarlo para poder continuar con la venta de artículos.
Hay también microcréditos especialmente diseñados para mujeres, los cuales
procuran dar empoderamiento y avance en comunidades marginadas. Los
microcréditos también cuentan con la posibilidad de convertirse en créditos
personales o para la remodelación del hogar.
El beneficio de los microcréditos para la sociedad es importante, pues fomentan la
inclusión financiera de grupos que de alguna manera no pueden tener acceso a
ciertos servicios de la banca o a diferentes tipos de financiamiento.
Adicionalmente, el microcrédito es una puerta de entrada al sistema financiero, ya
que, al construir un historial crediticio sano, más adelante las personas pueden tener
acceso a créditos de otro tipo y de montos más altos.

El crédito de consumo
El crédito de consumo está destinado a financiar la adquisición de diversos bienes
o servicios, como por ejemplo pagar un viaje o comprar un electrodoméstico. Es
decir, no tiene un único uso, sino que puede usarse para lo que el prestamista lo
solicite.
La forma más usual en el que una entidad financiera nos otorga un crédito de
consumo es a través de una tarjeta de crédito. Pero también son créditos de
consumo los créditos de nómina.
Los créditos de consumo están ampliamente popularizados en América Latina, y
son ofrecidos por diversas entidades como bancos y cooperativas, pero también por
grandes superficies y almacenes de cadena en alianza con compañías de
financiamiento.
La mayoría de personas empezamos nuestra vida crediticia a través de un crédito
de consumo, especialmente a través de la tarjeta de crédito. Por ello es muy
importante que cuando solicites un crédito de consumo, conozcas las condiciones
de tasa de interés, plazo y formas de pago, de tal forma que puedas cumplir con tu
obligación de forma puntual y no dañes tu historial crediticio, especialmente si luego
requieres solicitar montos mayores u otro tipo de créditos, como el hipotecario.

El crédito hipotecario
El crédito hipotecario es uno de los créditos más importantes, dado que nos ayuda
en el sueño de adquirir vivienda para ir construyendo así un patrimonio propio.
Usualmente en el crédito hipotecario se usa como garantía a la misma vivienda que
se está financiando, u otra propiedad raíz. Es por ello que decimos que una vivienda
está hipotecada cuando está siendo usada como garantía para el pago del crédito.

Si está en tus planes obtener un crédito hipotecario, ¿sabes qué es en lo que


debes fijarte antes de firmar tu contrato?

Selecciona la entidad: Existen varias instituciones financieras que ofrecen créditos


hipotecarios. Te sugerimos que no te vayas con la primera opción que encuentres,
sino que revises varias alternativas para ver cuál se ajusta mejor a tus necesidades.
Pide al asesor financiero de cada entidad que siempre te haga una simulación del
crédito para verificar cómo tendrás que pagarlo a lo largo del tiempo.
Cuida los intereses: No olvides que muchas veces, los intereses pueden hacer
que tus deudas aumenten cuando no se realizan los pagos a tiempo. En el caso del
crédito hipotecario, busca aquel que te ofrezca los más bajos y pregunta sin son
fijos o variables.
Comisión por apertura: Otro punto que es necesario que analices es la comisión
que te pueden cobrar por la apertura del crédito. No todas las instituciones bancarias
hacen este cobro, pero es necesario tenerlo en cuenta para efectuar
comparaciones.
Denominación: pregunta si el crédito que se te otorgará será en moneda local o si
está atado a alguna unidad de referencia. Si estás considerando esta última, toma
en cuenta que el valor de la cuota se ajusta dependiendo de la inflación, por lo que
debes considerar este factor adicional antes de decidir.
Flexibilidad de pago: Analiza tú mismo si podrás cumplir con los pagos. Revisa tus
finanzas antes de comprometerte con este o con cualquier tipo de crédito.
Recuerda que un crédito hipotecario es de largo alcance, ya que usualmente te
demoras pagándolo más de 10 años. Es por ello que es clave analizar las diferentes
alternativas para tomar la mejor decisión posible.
Si quieres hacer tus propios cálculos de crédito hipotecario, puedes utilizar la
siguiente calculadora:
http://www.finanzaspracticas.com.mx/recursos/calculadoras/vivienda-e-
hipoteca

Crédito para negocios


El crédito para negocios, crédito comercial o crédito empresarial se utiliza para
financiar las actividades relacionadas con una actividad productiva.
Es por ello que este tipo de crédito normalmente sirve para adquirir materias primas,
pagar mano de obra, comprar maquinaria y en general para tener capital de trabajo
para un negocio o empresa.
Dependiendo del monto solicitado, algunas entidades financieras pueden solicitar
como garantía el bien a adquirir (por ejemplo, en caso de maquinaria) o el valor de
las ventas futuras.
Este tipo de crédito es muy importante para un país, ya que impulsa el crecimiento
de su aparato productivo, fomentando el empleo y el desarrollo económico.

Crédito automotriz
Este es un tipo de crédito específico para la compra de auto, bien sea nuevo o
usado.
La mayoría de bancos y compañías de financiamiento ofrecen este tipo de créditos,
bien sea directamente en sus sucursales o en alianza con las agencias o
concesionarios de venta de autos.
Como en cualquier tipo de crédito, para solicitar el de vehículo es muy importante
verificar la tasa de interés ofrecida, el plazo y el valor de las cuotas. También debes
verificar si la entidad financiera de presta el 100% del valor del vehículo, o si el
préstamo es por un monto menor. Esto usualmente depende del valor del vehículo,
el modelo y las características de la entidad financiera.
Puedes utilizar esta calculadora para estimar el valor de las cuotas de tu crédito de
vehículo: http://www.finanzaspracticas.com.mx/recursos/calculadoras/auto

Cuida tu crédito
Dado que el crédito es una herramienta financiera tan importante, es crucial tener
un buen comportamiento cuando obtenemos uno y cumplir con todas las
obligaciones de pago, de tal forma que podamos disfrutar de todos sus beneficios y
en el futuro las entidades financieras nos presten de nuevo.
Por ello es clave aprender a identificar las señales de que tienes problemas para
cumplir tus obligaciones de crédito, de tal forma que puedas abordarlas y corregirlas
a tiempo:
 Si tus gastos mensuales son más altos que tu ingreso mensual.
 Si no sabes cuánto dinero debes.
 Si a menudo pagas tus cuentas con retraso.
 Si no puedes hacer el pago mínimo para no generar interés en tus cuentas.
 Si has obtenido un préstamo por más de lo que puedes pagar.
 Si obtienes un nuevo préstamo para pagar uno viejo.
 Si pierdes tu empleo o tienes que pedir dinero prestado para pagar tus gastos
cotidianos.
¿Estás enfrentando alguna de las situaciones mencionadas anteriormente? Si es
así, debes reconsiderar tus opciones para no aumentar tus problemas financieros.

Sugerencias para cuidar tu crédito


Llena las solicitudes de crédito cuidadosamente y usa siempre tu nombre completo,
según aparece en tu identificación oficial.
Usa tus tarjetas de crédito en forma responsable para establecer un patrón positivo
de pago de cuentas a tiempo, pero no gastes hasta el límite ni más de lo que
realmente puedes pagar.
Salda tus cuentas siempre a tiempo y al menos realiza el pago mínimo.
Si te mudas de casa, informa tu nueva dirección a tus acreedores lo más pronto
posible para evitar que se extravíen las cuentas o te lleguen con retraso.
Si tienes problemas para pagar tus cuentas, comunícate con tus acreedores. En
muchos casos, colaborarán contigo para establecer un plan de pagos.
CREDITOS Y TIPOS DE CREDITOS

DAGOBERTO AGUAS CORENA

ALEXANDER ANGEL

UNIVERSIDAD DE SUCRE
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS CONTABLES Y ADMINISTRATIVAS
ADMINISTRACION DE EMPRESAS
SERVICIOS FINANCCIEROS
SINCELEJO
2019

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