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ARTÍCULO 32:
ARTÍCULO 22:
i
INTRODUCCIÓN
Soler y otros'
lr del analista, Colette AL METODO PSICOANALITICO
Itica del pa.s¿,EsthelaSolanoy otros'
Lcción aI método psicoanalítico, lacques-Alain
I
PAIDOS
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BuenosAires . Barcelona . México
informaciónmensualde nuestrasnovedades/publicaciones'
por favorenvÍenoslos
r a nuestralista de correoelectrÓnico,
datos a difusión@editorialpaidos.com'ar
apellioo,profesióny direcciónde e-ma¡l'
Cubierta de Peter fiebbes
150.195 Miller,Jacgue$Ataan
MIL al métodopscoanaliüco.-
Introdlrcción
BuenosAires: Paidós,2005.
1. ed. 4r re¡mp.- PRESENTACIÓN
28 p. ; 22173cr.n..(Nuevab¡btiotecaps¡coanatft¡ca)
tsBN95012-16063
l. ITtulo1. Psicoanálisis
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$ JACQUES-ATAIN MILLER
lista que realiza supervisiones,hay, con certeza' un as- orecnósrrco psrcoANAlÍucoy LocALrzAcróN
sun¡¡rryl
pu.to de método jn"go. Mi tentativa consisteen consi-
".t y
d"ru. lo que existe en-la práctica común en Francia nal de la vieja Europa hacia los Estados Unidos, produjo
ao-"ttrt"'a formalizar un poco' con elementos familiares contraefectosmuy fuertes como, por ejemplo, un movi-
pero tomados de otra manera. miento llamado "antipsiquiatría", que fue esencialmente
un movimiento de psiquiatras y psicólogosen las institu-
ciones.Lacan llamaba a la antipsiquiatría "movimiento
EN PSICOANÁIISIS
EL DIAGNÓSTTCO de liberación de los psiquiatras", no de los pacientes.De
entre esos contraefectos,hubo una desaprobaciónmuy
En mi primera conferencia resalté la importancia del fuerte de la versión del psicoanálisissegún la Internacio-
diagnóstiéo. Ese énfasis en el diagnóstico puet contra- nal y, con esto, cierto rechazo de la disciplina como un
riai hasta ofender sensibilidadesideológicas'Tenemo-s' todo, en la clínica y en la práctica analítica.
con iodo, algo que aprender de esa ofensa a las sensibili- Es cierto que Lacan, a partir de su posición de exclu-
dades.En nuestro medio, cuando se habla de diagnóstico sión, atrajo una niultitud de personas que rechazaban
," pil"ru en el diagnóstico psiquiátrico, caracterizado tanto la práctica clínica como la práctica institucional de
casl siempre por o.rá topn"sta objetividad' El diagnósti- la IPA. Durante años, esaspersonasse reunieron en tor-
co psiquiátrico está.ottttit,tido a nivel de la objetividad' no a Lacan. {gcuerdo que en L964,en la fundación de la
y puede parecer "mecanicista"' Escuela Freudiana de París, no éramos más de cién
" 'Norot"os, en el campo analítico, estamos, contraria- miiñib-ms. Y éramos cien porque Lacan,había incluido,
plantea es
mente,ldel lado del sujetg. La cuestión que se ddritio ilé ese nuevo concepto de institución que era la
diagnóstico cons- Escuela, a sus alumnos como miembros. Si no hubiese
si hay ó to ott diagnóstico del sujeto, un
tit"iáo no sólo potu objetividad sino a nivel del su- hechoeso,no sé cuántos hubiéramos sido, talvez veinte o
"rr1u un
ieto. Es comprensibie que el primer movimiento de veinticinco. Cuando entré en la Escuela Freudiana de
ltiá"á.riu.ro', pueda ser de rechazar la propia idea de un París, conocíaa Lacan hacía solamente seis meses y ya
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diagnóstico. Tal situación no la encontramos solamente fui incluido allí, o sea,la selecciónno era tan dura.
con
aquí sino también en otros lugares, y esotiene que ver Lacan, desdesu posición de exclusión, tenía algo en co-
los desvíos del psicoanálisis por parte de los herederos mún con toda esa gente, ya descrita, que rechazabala clí-
freudianos de la Internacional que, podemos decirlo, me- nica y la práctica institucional de la IPA. A pesar de haber
del
canizaron la enseñanzade Freud con una Psicología nacido a principios de siglo, [,acan tenía una sensibilidad
Ego. Y de manera coherente con su práctica clínica' esa Euy moderna, casi-posmoderna.El crecimiento extraor-
Sóciedad Internacional estableció grupos e instituciones dinañ6-'ile láFscuela Freudiana de París ocurrió a partir
psicoanalíticas caracterizadas por una jerarquía muy ú- de Mayo de 1968, ampliándose extraordinariamente en
grda. Francia.
El desvío histórico del psicoanálisis, debido' entre Al mismo tiempo, hubo siempre un malentendido en
otras razones, al traslado del centro del poder institucio- eso.Las personas,digamos,proyectabanuna posiciónen
Lacan que no era la de Lacan. Durante toda su vida, al
principio una vez por semana,y despuésquincenalmente,
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JACQUES-AI,AIN MILLER
necesitamos un esfuerzo de reformulación, de formaliza-
para ción de nuestra parte. Es por esta razón, como ustedes
Lacan iba al Hospital Psiquiátrico Central de París' pueden observar, que en los encuentros internacionales,
casos áe pacientes según el encuadre psiquiá-
;;;;"t.t que tenían áesdehace algunos años, retomamos sistemáticamente
i"i.o ctati.o ante lá indignación de aquellos las categorías clínicas para tratar no sólo de importarlas
Tengo de eso un recuerdo
iensibili¿Iád antipsiquiátrica' al üscurso analítico, sino incluso de formalizarlas.
conferencia sobre lo que
¡¿¡¡"".f y di, en lbs anos'60, üna d" Provoquérisas en la audiencia con mi alusión a la "ig-
i""to" pára mi las enseñanzasde la presentación :3- norancia pura". No es para desfavorecer la función de la
la querida
sosde Lacan, que provocabantanto escándaloa ignorancia; por el contrario, la ignorancia tiene una fun-
Maud Mannoni, quien tenía esa sensibilidad antipsiquiá-
es; .lór op"rutiva en tu Sé-tiátáénton-
trica. Como fue un congresoen el que el propio lacg "*q9¡]gr@-ega[ticá.
ceÉtñd-dé1aiÉñoian¿ñ pura sñ;¡á lpgrgra¡ri-a docf4 de
quejas de Maud
iu¡. p""t"nte, dijo qoé, u pesar de las la ignorancia de alguien que sabe cosas,pero que volun-
con-
Mannoni, iba a continuar su presentación de casos' tariamente ignora hasta cierto punto su saber para dar
"la fotografía de Jacques-
riá"tu"¿o exacta lo que llamó lugar a lo nuevo que va a ocurrir. He aquí una diferencia
Alain" de su Presentación"
---O muy importante para distinguir la posición del analista
ese
sea, el malentendido, a veces' era público' Por antes y despuésdel umbral del análisis,.antes y después
clí-
motivo comencémi charla resaltando la"avaluación de la frontera del discurso analítico. La función operativa
nica", porque no estoy seguro de que este malentendido
de la ignorancia es la misma que la de la transferencia,
h;t.'á"rupt"".ido. Señalar la importancia de-la.ava- la misma que la de la constitución del Sujeto supuesto
luáción-clínica-.noes.v-o-lver,q la psiquiatría, es decir' no
IPA' como Saber. El Sujeto supr¡ecteSaher ¡¡oSe.9ottsiituye a p"rfir
es sufrciente,para ser lacaniáno, rechazarTla del saber sino que se constituye a pa4!i¡ de laignorancia.
tampocobastá ser rechazadopor IaIPA' No es suficiente'
A"1iártir de esa posición el analista puede decir, o hacer
p"t" t"t lacaniano,tener comopalabra de orden: "No ten- enten{-e¡, clu-e*no-,pqbémos con anterioridad lo que el pi-
*
orden de
so maestro, no tengo Dios", antigua palabrade diente quiere decir, pero suponemosque quiere decir oiia
e - - '
Avaluación clínica conducta sea la misma. $i, para uno, ese goce resuelve
Subjetivación lai cuestionesdel deseo,para el otro, intensifica la cues-
Localización subjetiva tió-n sobre el deseo.
Rectifrcación Intentaré explicar esta diferencia. Hablé sobre la ho-
Introducción al inconsciente mosexualidad de hecho, sin embargo es muy diferente
saber si para el sujeto que va al analista se trata de una
homosexualidad de derecho,y aquí utilizo la oposición"de
DE I,A AVALUACTÓNCIÍNTCA A I,A LOCALIZACIÓN hecho"y "de derecho".O sea, se trata de saber si es una
SUBJETIVA:I,A SUBJETTVACIÓN homosexualidad confirmada. Hay un vínculo entre la ho-
mosexualidad masculina y el derecho.En la antigua Gre-
Hay un vector que soporta todo esto, el vector del pro- cia, en efecto, la homosexualidad masculina tenía su
pio acto analítico, el vector del "sí" o del "no" del analista estatuto privilegiado entre los maestros, entre aquellos
avalando o rechazando la demanda de su paciente, de ser que detentabanél derecho.Había una homosexualidad de
paciente de un analista. Es decir, hay un vector d9 1*l- derecho, vinculada al derecho porque estaba profunda-
ponsabilidad, un vector donde el paciente es' en realidad, mente vinculada al falo; ctend-a_Sg. lrata de derecho, la
ul candidato y el analista, en cierto modo, un jurado' cuestión
-Eñ fálíca no está muy lejos.
Es cierto que la avaluacion clínica, en la experiencia él análisis,la cuestión del derechoes esencial.mu-
analítica, no está constituida en la objetividad. Cuando cho más que la cuestión de los hechos. bn g".r"rui, h,
hablamos del diagnóstico, en esta perspectiva, el sujeto personasque üenen al análisis se sienten'imal-hechos".
es una referencia ineludible. Vimos eso cuando hablamos Esto es verdad por ser propio de la condición humana.
de la perversión. Podemos diagnosticar fácilmente una Son los neuróticos los que se perciben fundamentalmen-
conducta perversa, por ejemplo, una homosexualidad te mal-hechos. Los neuróticos, como Lacan destaca, re-
masculina tal y como lo hace el propio paciente, su mé- presentan la dignidad humana porque son, justamente,
dico, sus amigos o su familia, no siendo necesario un los que sufren por estar mal-hechos. Cuando repetimos la
analista para tal cosa. Entonces' se trata de una homo- frase de Lacan "no hay relación sexual", signifrca que eso
sexualidad de hecho; es así como puede obtener su goce' falta, es por eso que estamos ma!-hechos.
es su manera de gozat. Debemos respetar las maneras Una cuestión fundamental del sujeto en análisis es: ¿a .i.
de gozar. Lo que difrere, el elemento nuevo que puede o qué cosas tengo derecho? Se ve que un neurótico puede
/
debe introducir la experiencia analítica, es la po.sición negarse a abandonar las cosasque le impiden gozar por- 'J
que, inconscientemente,no tiene¡lerecho a eso.Sabemos
sue el paciente .ro-é en relación a su homosexualirl-a-d, -
iild,io-L. rnuy diferente de la conducta. No se tráta de la qge el derecho es siempre una ficci-ón,uiia ficción simbó-
misma iosa cuando esa conducta eb realizada por al- lica-iEle;
{ p-esarde sórlo, es-operativaeh el mundci,'ed-
tructura el mundo. Así. cuando hablamos de la castracióñ -r
¡ guien que dice: "Hago esoy lo confirmo, hago y repito", o
siññ66li6sé trath de áerecho. En la historia de la huma- , ,'
I cuando es alguien que dice: "Es lo que yo hago, pero es-
pesar de que la nidad, se ha constituido como cuestión: "¿a qué tiene de- '
! toy contra eso". No son la misma cosa a
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recho una mujer?", no estando enteramente resuelta. A Creo que ahora ustedes pueden ver en qué sentido el
eso Freud le llamopenis-neid. sujeto en la clínica es un sujeto de derecho,un sujeto que
La pregunta "¿A qué tiene derecho una mujer?" es re- establece su posición con-Teláóiénallerécho, o .éa, tto r"
tomada por los hombres, eventualmente, para disminuir trata de un sujeto de hecho. Y si alguien va a "observar"
los derechos del otro lado, privilegiando el derecho mas- al sujeto, buscándoloen la objetividad, jamás lo encon-
culino. Pero, lo que aparece en la experiencia analítica es trará. Encontrará, por ejemplo,porcentajes.Hay estudios
que esa pregunta es retomada también por la mujer, lo de este tipo en Alemania, en Estados Unidos, donde se
que quiere decir que igualmente para la mujer ésa no ql intenta cuantificar toda la experiencia analítica con cues-
una cuestión resuelta. El penís-neid y la cuestión de la tionarios dirigidos a los analistas, en los que se pregunta,
castración hacen sentir la diferencia entre hecho y dere- por ejemplo: "¿Cuántas curas con éxito? ¿Cuántas curas
cho, porque existe el factor biológico de la reproducción inconclusas?¿Cuántas,mal concluidas?",y así sucesiva-
sexual, y, por esemotivo, una parte de la especiees así y mente. La dificultad, entonces,es que lo que un analista
la otra de la otra manera. Entonces,no se trata de hecho, considerauna cura bien concluida no es, eventualmente,
y sí de símbolo,o sea, de derecho.De la misma forma que la opinión de otro. Además de eso, se debe verifrcar cuál
hay, en torno al falo, el brillo de privilegio, hay también es la opinión del paciente. La concepciónque el paciente
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la cuestión de la ausencia de derecho del lado femenino. puede tener de una cura cambia durante la experiencia
' Eso no quiere decir que el hombre esté tan privilegiado analítica. De esta manera, qsjustamente el sujeto el que
'
por su privilegio. Como decía Lacan, este privilegio es so- iaqptflg_gggrjjfiqel la elperienciá-áñalítica. Decir qué el
bre todo un-p-e.Sg.No tenerlo parece conferir a las cosasde sujeto en la clínica ño-é1un sujeto de hecho sino un suje-
1,i la vida, y al propio deseo,una perspectivamás adecuada. to de derecho,equivale a decir que no se puede separar la
El hombre queda un poco"embarazado" por su privilegio. clínica analítica de la ética, de la ética del psicoanálisis.
Las mujeres pueden "embatazarse", pero el hombre ya F)sla ética del psicoanálisisla que constituye, en la expe-
está "embatazado". riencia analítica, al sujeto. Este fue el tema escogidopara
Trato de retomar ese concepto de sujeto, de impedir el"II Encontro Brasileiro do Carnpo Freudiano" en abril
que haya, entre nosotros, una palabra vieja y común, por- de 1989: "A ética da psicanalise, suas incídéncias clíni-
que la consideración metódica del sujeto es lo que hay de ca.s".La primera incidencia clínica de la ética del psicoay'
nuevo en Lacan. Cuando dice que realmente comienza su nálisis es el propio sujeto. ,' i
enseñanza en 1953 con el artículo "Función-y 9g¡Ilp9-49,14
'palabra
V delGnguaje en psicoanálisis", cuando recon-
lsidera esetexto en oCásión¿GláÍéédición de sus -Escrlúos, LOCALIZACIÓNSUBJETIVA
cuando tiene que ratificar ese artículo, hace una pequeña
introducción bajo el título "Del sujeto por fin cuestiona- Como vemos, el nivel descriptivo no es de mucha valía
do". Con eso, marca el inicio de su enseñanza,no con la sn la experiencia analítica. Hubo un tiempo en el que
lingüística, no con el estructuralismo en cuanto tal, sino Freud trataba de verificar los hechos relatados por el pa-
con la consideracióndel sujeto. r:ientepero eliminó en seguida esa práctica, pues no se tra-
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JACQUES-ALAINMILLER PSIcoANALÍtrco
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JACQUES-AI,AINMILLER y LocALIzAcIÓT{
PSIcoANALÍrTco
DIAGNÓsTIco su.s¡ntfva
la imposibilidad de una autenticidad -a la que Freud lla- El ejemplo delaVerneinung en Freud es un ejemplo
móYñfoüPlüidos, la'mentira original- algo que indica de análisis de la estructura del dicho con relación al de-
la posibilidad subjetiva en cuanto tal. cir. Lo que Freud hace es distinguir, justamente, el dicho
de la modalización de la negación, esto es,ladgrrg€Hpj.fu.
Quiero decir que hay un primer "Es mi madre", seguido
I,A CAJA VACIA DEL SUJETO de la posición que el sujeto neurótico asume con relación
a su dicho, poniendo una marca de negación en el dicho.
Intentaré formalizar esto de una manera muy simple Los analistas saben de eso porque hay un personaje en el
para introducir esa consideración en el propio método sueño sobre el cual el sujeto dice "No sé quien es" pero,
analítico. Se trata de distinguir entre el dicho y una posi- para decirlo, selecciona,dentro de todos los seres huma-
ción con relación al dicho, siendo esa posición el propio su- nos, a su madre, para decir: "No es ella". De esa forma, el
jeto. Es decir, tenemos siempre que inscribir algo, en significante madre -retomemos la palabra,,significante",
segundo lugar, como un índice subjetivo del dicho. Intro- un poco renovada- está presente en el dicho y, como tal,
duciremos hoy un simple símbolo para hacer eso, el sím- es distinto del índice de la negación que viene a modificar
bolo de una caja. No una caja negra, the black bo¡, sino la relación del sujeto con é1.Como dice Freud,-la negación
una caja vacía, donde vamos a escribir, justamente, las es comoun índice del inconsciente, un"Made in G,errna,ny"
variaciones de la posición subjetiva. ; rÑifáÑVia'Ítiasileira", una árr.u de fábrica. Lacán
lo designa, como colofón en el Semjnario 2, como índice
subjetivo y, en este caso, el índice subjetivo es la marca
negativa. En este pequeño ejemplo podemosver una acti-
vidad fundamental de la neurosis, la relación del neuró-
gl 4gFgg, indicando que el neurótico no puetle
ti.9g--c-q+
4eptar el des.eosin,la marca de la negación sobre éste.
El ejemplofreudiano de eso pacien-
"rbfnrn";""[),nf
te dice, a propósito del personaje deTü su-cñó,"'Noes mi
madre" y Freud afirma con seguridad que el hecho de de-
cir "No es mi madre" confrrma que el personaje del sueño
es la madre. Es dificil entender este ejemplo en términos
de objetividad; esto muestra que el psicoanálisis no tiene
sentido a nivel de la pura objetividad. Si el sujeto dice "Es
mi madre", el analista dice "Sí, es su madre"; si el sujeto - Un paciente neurótico obsesivo,por ejemplo, no puede
dice "No es mi madre", el analista dice: "Sí, es su madre", y desear a una mujer si esa mujer nó üen" un defecio. En
de esemodo, el analista siempre tiene razón. Cuando dice el primer momento, por el contrario, intenta valortzar a
"sí'o "no", el analista se hace su propia idea de eso.Hay esa mujer, pero la condición indispensable para su deseo
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algo así en análisis cuando se es un pocoimprudente. es focalizarse en un pequeño defecto que no es visible a
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JACQUES.AIAIN MILLER DIAGNÓSTICOPSICOANALÍTICOV T,OCALIZACIÓNSUBJETIVA
simple vista. Muchas veces la {gpregiación dirigida al "Sí, lo creo" o "Estoy seguro de eso" o "Fulano me lo dijo".
objeto de amor, tal y como se encuentra en la neurosis Todos estos fenómenos se inscriben en la estructura de la
obsesiva,es una condición propia del deseo.Encarnar posición subjetiva con relación a lo dicho. En la lengua, en
este retroceso frente al deseo es parte del deseoneuróti- el uso de las palabras, esto está presente y es objeto de
co. Vemos, a veces,matrimonios sólidos, talvez los más ciertas disciplinas lingüísticas, como fue observado por
sólidos,fundados sobre el hecho de que la esposaes para Lacan en un texto muy preciso, que tiene importancia clí-
el hombre una mujer despreciada,justamente porque nica fundamental y al cual volveremos más adelante.
, encarna la marca negativa del deseo.Esa mujer despre- Esto es importante para entender que, cuando se toma
ciada diariamente con críticas, en Ia experiencia analíti- al pie de la letra lo que el otro dice, produce efectos.Si
cá--sbrevela objeto-deun amor loco. usted dice'Yo no le quiero más", y si la otra persona dice
De este modo, comó principio del método, es imperati- "Usted es quien lo dice", el primero puede retroceder di-
vo para el analista disti_nguir siempre el'enunciado de la ciendo.'Yo dije no le quiero más, cuando usted...".Así, el
enunciación y, paralelamente, el dicho del decil. Una cosa simple hechode decir "IJsted es quien lo dice" ya introdu-
es el dicho, el dicho como hecho, y otra lo que el sujeto ce posibilidades de decir'Yo dije eso, pero no es lo que
hace de lo que dice. A veceshay una relación de instru- queúa decir, lo que yo quería decir diciendo,No le quiero
mentación entre el sujeto y sus palabras, lo que es bien más', es que le adoro".
conocido cuando alguien se sirve de las palabras para Estos son fenómenosde la relación entre el enuncia-
engañar a otro. Lo que cambia en la perspectiva analítica do y la enunciación decisivospara la interpretacién ana-
es que el sujeto utiliza la palabra para engañarse por lítica. Es el mismo ejemplo delaVerneinung: ,,Noes mi
medio de engañar a otro pero, fundamentalmente, enga- madre", donde Freud responde "Es la prueba de que lo
ñándosea sí mismo. es". El propio hecho de decir "no" es la prueba del ,,sí".
Nada se garantiza apartir de un dicho. Muchas veces Una vez más, eso no tiene sentido en el registro de la
un sujeto dice algo, diciendo solamentelo que los otros ya objetividad. Por ejemplo, cuando un epistemólogocomo
dijeron -me refiero a nuestro uso cotiüano de la palabra-. Ka¡-! Poppgr toma al psicoanálisis y dice: "Los analistas
Estamos siempre hablando y es tan grande el tiempo que no tienen pruebas científicas; cuando es 'sí'o cuando es
'no'la
pasamoshablando...,piensen que ahora mismo mis pala- verdad está siempre del lado del analista", popper-
bras están grabándose, pero lo que no se graba son los tiene razó:1,pges en el redst¡o dela_sbje-l.l..Ude4Sr_tt"o
intervalos que también forman parte de este discurso. tie_nespnt_id-o,si no.se introduce-la fu_qqióndel sújetó. In-
Sería mucho más interesante estudiar lo que se dice en troduje la función del sujeto justameñie priá aá" cuen-
los intervalos, no sólo para mi información. No hay una ta de lo que hablamos ahora, por eso la interpretación
sola frase, un solo discurso,una sola conversaciónque no analítica mínima es: "Es eso'o, como también formula
soporte el sello de la posición del sujeto con relación a lo Lacan, "!S!"{_lo dice, yo no se lo_!regq*$_e_g-ir". Es pre-
que dice. El sujeto dice una frase y luego, en seguida, su sentar al suj-tb su propio ilicho, Ió que le cierto modo
posición con relación a esa frase. Por ejemplo, si alguien significa "Qolgglo pues no se comen
--qgg.J¡g!gg*dlce",
pregunta "¿Usted cree eso?",el sujeto puede responder sólo libros, como en El Apoiálifrsis de San Juan, tam-
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JACQUES-AI,AINMILLER DIAGNÓSTICO PSICOANAIÍIICO Y LOCALIZACTÓN SUS.ININE
bién se comen palabras en el análisis, y muchas veces retroacción de un segundo signifrcante. En este caso, la
no es un plato sabroso para el sujeto comer sus propias prlnpra frase cambia de sentido cuando la segunda es-
palabras. formulada. El lerlguaje sigue de esemodo, digamos, siem-
pre en retroacción-\
DICHO Y CITA --
51S2+53
La interpretación analítica, que el analista lo sepa o
no, está fundada en esta estructura.
Esto implica un continuo procesode citas en la pala-
bra. En general, nadie puedehablar sin citar. En el ejem-
plo de antes, el paciente tiene la buena fe, o la idea de
decir: "Soy un don nadie", pero entre comillas, y agrega,
"Es una frase de mi padre". Pero frecuentementeel suje-
to no sabe que lo que dice es una-cita de.l_discursodel
Es por eso que en todo discurso hay una suspensión. entre el
9!g.V que introduce esa escisión,esa ruptura,
Puedo, por ejemplo, explicar cosasde una manera escla- dEFo y el decir, introduciendo un elemento fundamental.
recedora,lo que es mi especialidad,diciendo: "Pues bien, Esa dimehsión de la cita está presente,por ejemplo,en
éste es el primer paso, sin embargo hay un segundo", y al un proverbio cuando se dice "De tal padre, tal hijo", una
decir esto, tomo una posición modalizando mi propia po- cita del discurso, de la voz anónima del saber popular.
sición con relación a lo que dije antes. Así, no hay discur- Siguiendo el análisis de Freud, cadavez que se utiliza la
so que no ponga, continuamente, el dicho anterior entre negación,en ese sentido, ya es una cita pues implica un
comillas tal y como si fuese una cita. Siempre que se cons- primer enunciado que es siempre una afirmación y, en
tituye una secuencia significante el dicho anterior cae en segundolugar, la posición del sujeto que puede negar o
cierta objetividad y entonces puedo decir: "Eso es lo que confirmar la afirmación. Esto queda claro en lo que desa-
yo dije antes, pero ahora diré otra cosa". rrollé hace un momento para responder al pedido de re-
Un paciente, por ejemplo, dice "Soy un don nadie". petición. Decir una vez es una cgsa,pero repetirla es otra
Esto es un dicho, pero el sujeto puede decir, inmediata- cosa,y muy peligrosa. Hay cosasque es mejor decir sólo
mente después"Es lo que mi padre siempre decía"y, con una vez y despuésañadir: "Jamás dije eso".Repetir es un
eso,el valor de la primera frase cambia con la segunda y, acto fundamental de la vida y, más precisamente, del
asimismo, esta situación produce cierta ambigüedad pues Derecho. Para marcar lq posición subjetiva, que no debe
se debeverificar si el padre decíaesorespectodel pacien- cQlqbiar en el Derecho, existe la institución de la escritu-
te o si lo decíade sí mismo. Esto respondea la estructura ra porque es siempre posible hacer un contrato y, al día
significante mínima, según la cual el significante, en este siguiente, llegar diciendo, por ejemplo: "A causa de mi
caso una frase, toma su sentido solamente a partir de la análisis, mi posición subjetiva cambió". Sería renunciar
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JACQUES-ALAINMILLER orec¡qÓsrrcopslcoANAl,Írrcov LoCALIZACIóN
SUS.In[vr
al negocio, de ahí la obligación de firmar para garantizar son actossimbólicos.No es la misma cosadecir:,,LJstedno
que la posición subjetiva no cambie; eso en términos de me gusta" y ante la respuestadel otro, decir: ,,Digoy repi_
Derecho. Aquel que frrmó no puede, al día siguiente, co- to", o decir: "Digo, pero niego,,.Lo que Freudllamó'la
rrer para intentar recuperar el papel firmado. El sujeto Verneinu_ng es,justamente, decir y negar, y no decir y re_
del Derecho social tiene sus propias leyes en contraposi- petir, o decir y confirmar.
ción al sujeto del derecho analítico. Eso nos lleva, inmediatamente, a la cuestión de saber
Así, utilicemos un sí¡nbolo de Frege, un lógico que€ra en qué sentido el sujeto habla en su propio nombre. El
c,o_4gg!g¡te de que, fundamentalmente, el primer enuncia- sujeto puede venir, por ejemplo, hablandó en nombre de
do es siempre una afirmación Y Que,después de esa afir- su pareja, en nombre de su familia, a quien atribuye el
mación primera, la negación o la afirmación están en dicho de que sus síntomas ya no son soportables.Un pa_
segundo lugar. Para escribir la afirmación primaria ciente llegó a mi consulta para pedir un análisir, u".rÍu
Frege utilizó un símbolo muy simple (un trazo vertical con su esposay solamente ella era la que hablaba; en
que toca a uno horizontal, pero sin cruzarse), antes de cuanto al futuro paciente, estaba mudo, éila h"blaba por
escribir una proposición, por ejemplo, para escribir la pro- é1.Se trataba de un histérico que precisaba, de hecho,
posición:"Digo y repito". Para repetir, con todo, tenemos hacerse representar por una mujei en su demanda de
que colocar una segunda barra para confirmar. análisis. Esa demanda, extraña en la forma de manifes-
tarla, condujo posteriormente a la mujer a pedir también
un análisis. Una madre puede conducir á su hijo a un
análisis, pero despuésde algunos momentos se déscubre
afirmación que la demanda era realmente suya y el hijo estaba
allí
comosustituto para una demanda que el sujeb no podía
asumir.
ATRIBUCIÓN SUB.MTIVA
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JACQUES.ALAINMILLER DrAcNósrlcopslcoANAr,Íttcov LocALIzAcróN
sus.rctrye
texto sobre las psicosis, en general poco trabajado, en ción justa depende de cómo el analista fija la posición
"IJna cuestión preliminar...": "En cada cadena significan- subjetiva. No hay palabra más especial que la que dice el
te se sitúa la cuestión de la atribución subjetiva". Con analista para fijar la posición subjetiva. Se puede, en ese
estas palabras, que pueden parecer misteriosas, seguro punto, reconocer una palabra de verdad.
que ustedes ya pueden entender de lo que se trata: no hay Por ejemplo, las alucinaciones. El sujeto histérico tie-
una sola cadena signifrcante sin que se plantee la cues- ne derecho a tener alucinaciones, pero de ningún modo
tión del sujeto, de quién habla, y desdequé posiciónhabla. son las mismas que las alucinacionespsicóticas.La posi-
En toda cadena significante la cuestión es de atribución ción subjetiva de la histeria frente a sus alucinaciones es
al sujeto, al sujeto del dicho. Lacan apunta estas cosas, totalmente diferente a la de la psicosis frente a las suyas.
que he discutido en mi Seminario este año, con personas Para un psicótico, a pesar de no conocertodos los detalles
de las mejor informadas sobre su obra, lo que no dejó de de sus alucinaciones, Ja alugfn4ción es un punto de certe-
constituir ciertas dificultades. Lacan dice: "La estructura za,todo a su alrededor puede ser confuso,pero no la alú-
propia de la cadena significante es determinante en la Eiñáción:él escuchóuna voz en su cabeza.
atribución subjetiva, que, por regla, es distributiva, es El sujeto histérico puede esforzarsepara eso. Sin em-
decir con varias voces...".Esta frase es un axioma que no bargo, si lo hacemos hablar podemos escuchar que la te-
vale solamente para las psicosis sino para toda cadena rrible alucinación no tiene para el sujeto ningún punto de
signifrcante. Lacan afrrma que esa estructura, para cada certeza. Es importante para eI analista, desde el primer
cadena significante, sitúa la cuestión en términos de momento, al tratar a un sujeto histérico, no alimentar ese
citas. discurso sobre las alucinaciones. Encontré, en un momen-
En general, no hay una unidad de la cadena significan- to dado, a unajoven histérica que, al atravesar los Jardi-
te desdeel punto de vista de la enunciación._Unapalabra nes de Luxemburgo para venir hasta mi consultorio, me
es, en realidad, la repetición del discurso del Otro, es una contó al llegar que le parecía que todo el mundo a su alre-
cita. Es Iavoz del padre cuando el sujeto dice, por ejem- dedor hablaba en su cabezay que hubo transmisión de
plo: "Soy un don nadie". Hasta cierto punto, es otra voz pensamiento con una persona en el Jardín. Después de
que, de este modo, implica ese análisis. algunos minutos de ese relato, con el cual quería pasar
Fundamentalmente, la cadena significante es poli- por una loca, fue necesario cortar diciéndole: "Usted se
fónica, o sea, hablamos a varias voces,hablamos modifi- g$tq.pfgsentar como una loca", con lo que yo puntuaba,
candocontinuamente la posiciónde sujeto;muchas veces ¡ustamente, la posición en relación con el dicho, indicán-
estamos serios, pocodespuéssaltando, amenazando,es el dole que todos sus dichos no iban a ser tomados en serio.
teatro de la palabra. Es por esoque existe el teatro, es un Nada es más importante en el análisis que esto. Eso es la
hecho humano fundamental porque en el teatro las dife- crrección de la cura: saber lo que debey lo que no debe ser
rentes vocesson encarnadas. tomado en serio. Es posible que el analista se interese por
Éste es un punto clave tanto para la doctrina de las una alucinación histérica, pero si manifiesta ese interés,
neurosis como de las psicosis.Ahí está también la impor- esa alucinación puede durar meses porque, para satisfa-
tancia de la puntuación comométodo analítico; la puntua- cer o frustrar su deseo,manifestado por las alucinaciones,
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JACQUES.ALAINMILLER . u¡cNósrrco psrco¡Nar,Ítlco y LocALrzAcróN
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otros". Cuando le pregunté si esoera verdad, él respondió: lación inicial. No rechacé al sujeto sino que rechacéla for.
"Sí, ella no sabe qué hacer y necesita a alguien que la di- mulación de su demanda.Volvió por segundavezy se dio
rija". Es claro que su demanda de análisis era en el senti- cuenta de que había sido él quien había dicho: "O todo se
do de no cambiar, o sea é1prefería aceptar su pérdida a conserva como antes o no hago nada", y que su mujer sólo
cambiar cualquier cosade sí mismo, manteniéndoseen la quería tomar cierta distancia en relación con su rutina
misma posición, y eso a pesar de perder a su mujer. Su habitual. Lo que él quería diciendo: "O todo o nada", era
demanda era: "Ayúdeme a perderla" -como si ella fuese conservarsu posiciónde señordeljuego, establecerlas re-
nada-, es decir confirmar su posición inicial de sujeto. glas del juego para una mujer sin punto de referencia. Es
Mi primera frase fue: "Usted no quiere cambiar". Evi- posible que ella sólo tuviese ese punto de referencia en el
dentemente, ésta le parecía ser la mejor posición del marido; hay muchos matrimonios formados en la alianza
mundo porque era la posición paterna. Muestra ser un eltqe undh-ist-érica sin punto de referencia, y un neuróti-
neurótico obsesivomuy decidido y la inferioridad supues- cq _obsesivo que se sacrifica para constituirse como táI.
tá de su mujer era, para é1,una condición de su deseó. Peró-én este ejemplo se observa que el factor de estabiil-
'?ara
Despuésde algunos minutos, mi segundafrase fue: zación es el valor que para él tiene su mujer, lo que es
usted las mujeres son seresinferiores". Eso me llevó a no sumamente importante; toda la posición subjetiva del
aceptar, a no avalar, esa demanda de análisis así formu- marido fue desestabilizada por el hecho de que su mujer
lada. Aceptarla de ese modo impediría, desde el primer cambió un poco su posición subjetiva, pasando a no acep-
momento,la localizaciónsubjetiva. Mis últimas palabras tar más los dichos de menospreciode su marido.
fueron que me parecía que él necesitaba unaggiorndtnen' Se observa que el sentido de realidad de este sujeto
úo,como se dice en italiano, o actualización en castellano, está vinculado al hecho de que el otro, su mujer, debe
y que podría volver a verlo la semana siguiente. mantener la misma posición asignada. En la segunda
Lo que vemos como una posieión neurótica de su parte entrevista -sólo hubo dos hasta el momento- hubo oca-
fue posible, antes, porque la posición de hombre, comojefe sión para que su propio mundo apareciesecomo igual a su
de la casa, es practicada en muchos países de diversas síntoma. Digo, pues, que ya en las entrevistas prelimina-
maneras. Fue una posibilidad de elaboración de la rela- res hay una función esencial del analista, la función del
ción sexual en una época en la que las mujeres no podían malentendido. A veces un paciente busca a un analista
hacer análisis. Ahora, la esposava al analista y, semanas para, finalmente, saber si alguien puede entender lo que
después,un señor se encuentra sin su siervo. La cuestión él dice. Con todo, no es posible convencer al paciente de
de la localización subjetiva en este caso era cómo invertir nuestra capacidad de entender si no es a través de la in-
la demanda, cómotransformar la demanda de no cambiar ttoducción sistemática del malentendido. Por ejemplo, a
hacia una de cambiar, porque su demanda era: "Permíta- qtravés de la introducción de la pregunta: "Peio... ¿q;é_
me perder a esta mujer, que me gusta, pues lo que quiero a-üuiere decir usted con eso?".Solamente esta pregunta
es poder perderla como una mierda". El venía a pedir ayu- Introduce la dimensión del Suj64o supuesto Sa.|er por-
da para eso. Ese hubiera sido el sentido si yo hubiera que, demostrando al paciente que no lo'entendemos, a
aceptado la primera demanda, y por esorechacéla formu- causa de cualquier simpatía, se introduce al sujeto en el
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hecho de que él mismo no se entiende. La cuestión puede paréntesis lo que el sujeto dice y hacerle percibir que
presentarseasí: "Nadie me entiende",pero en realidad,la / toma diferentes posiciones,modalizadas, con relación a
demanda está fundada en un dato: quien no se entiende ii su dicho. A vbces,un sujeto puede decir: "No me importa
es el propio sujeto; y eso es lo que signifrca la asociación lo que digo"; tenemos que ver si eso es verdad o no. Para
libre, el auto-malentend'ido;y epp*qr este motivo que la un sujeto para el que las palabras no importan, no tene-
pgsión analítica es la pasión de la ignorancia. La simpa- mos certeza de si podrá hacer un análisis, pero si esosig-
tíá o la empatía, tan importantes en la escuelainglesa de nifica: "Lo que me importa es lo que usted diga", ahí
psicoanálisis, no tiene lugar en el análisis propiamente cambia todo.
dicho porque el alivio proyiene d-el¡¡ralentendido-. ¿Quées el sujeto?El sujeto es esa caja vacía, es el lu-
Fue Lacan quien resaltó eso, pero él no olvida que fue gar vacío donde se inscriben las modalizaciones.Ese va-
un alumno de Jaspers, un jaspersiano. Cuando era psi- cío encarna el lugar de su propia ignorancia, encarna el
quiatra, Lacan fue un partidario de Jaspers, quien consi- hecho de que la modalidad fundamental que se debe ha-
deraba el principio de comprensión como un criterio cer surgir, a través de todas las variaciones, las moda-
especialen las psicosis.Cuando Lacan, en el Seminario 3, lizaciones,es la siguiente:'Yo.(el p-ag!_e1te),
no sé lo que
Lai psicosis, dice que lo más importante es no compren- @".__Y, en este sentido, el lugái?é Iá enunciáCión es el
der al paciente,tenemos que tener mucho cuidado con la propio lugar del inconsciente. /
comprensióninmediata; pero no olvidemos que en su te-
sis de psiquiatría, la referencia fundamental era el prin- 27 dejulio de 1987 l
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