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Hierbas y arbustos
La vegetación de la estepa es del tipo xerófilo,
que se caracteriza por su adaptación a la escasez
de agua: aunque los tallos se sequen la planta se
mantiene con vida debajo de la tierra. Las
escasas precipitaciones no permiten el desarrollo
de pasturas; predomina la vegetación herbácea
con arbustos aislados.
Son comunes las gramíneas, los arbustos espinosos, las hierbas y matas
aromáticas. Prosperan plantas con raíces profundas, que se desarrollan
muchos metros bajo tierra, en busca de las napas de agua.
Otros vegetales presentan raíces que crecen en forma de bulbos o
tubérculos, donde se acumulan reservas de líquido y de sustancias
nutritivas que utilizan al rebrotar en la estación favorable.
Algunas plantas propias de estas regiones semidesérticas son las matas
espinosas, el pistachero, el esparto y la artemisa blanca. Las hojas de
esparto son empleadas en la industria para hacer sogas, esteras y pasta para
fabricar papel; las de artemisa, para fines medicinales. En la estepa asiática
crecen el ajenjo negro -aromático y medicinal- el ranúnculo -que es una
hierba venenosa-, la hierba crestada, la juncia, la gagea y la espiguilla azul.
Pocos animales
Los animales que habitan esta región son el caballo de Przewaiski, el águila
de las estepas, la grulla damisela, el antílope saiga, la avutarda, el spalax
menor, el hámster y la marmota bobac.
Son especies adaptadas a soportar los veranos calurosos y los inviernos
fríos y secos. El antílope saiga, por ejemplo, es un mamífero cuyas fosas
nasales están desarrolladas de modo que pueda filtrar el aire frío y
polvoriento. La grulla damisela es un ave migratoria, que se traslada hacia
la estepa desde otros ambientes en la estación estival.
El frío y el calor intensos, además de impedir el desarrollo vegetal, obligan
a los animales a migrar en busca de cualquier pozo de agua fangosa. En
primavera y otoño llegan las lluvias, breves y muy violentas, tras las cuales
el terreno se satura de agua. Es el momento en que crece la hierba; los
escasos árboles, muchos de ellos con forma de botella, llenan sus troncos
para disponer de reservas.
Durante las lluvias, los pocos riachos de la estepa pueden convertir sus
lechos secos en torrentes turbios e impetuosos en apenas diez minutos.
Finalizada la temporada de lluvias, volverá la sequía durante varios meses.
La vida del hombre no se ve
favorecida en las estepas. Sin
embargo, es en esas regiones
donde se originaron las
civilizaciones más antiguas.
Su tarea principal era la
extracción de agua del
subsuelo mediante pozos y su
traslado a través de largos
acueductos.