DECANATO DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS ESCUELA DE DERECHO
DERECHO INQUILINARIO
Autor: Víctor E. González
1. ¿Qué es el Derecho Inquilinario? Es parte del viejo derecho civil que comenzó en la antigua Roma. Si bien es cierto que el Derecho Inquilinario nació como una secuela inmediata de la Primera Guerra Mundial, que se sucedió en Europa a raíz del año 1914, el derecho inquilinario se extendió rápidamente a través de todo el mundo al finalizar aquel enfrentamiento bélico. En nuestro país tuvo como antecedente inmediato próximo el decreto Legislativo sobre Desalojo de Vivienda, luego de la Segunda Guerra Mundial en 1942, el cual a su vez tuvo su arranque en este decreto-ley dictado por la Constituyente de ese entonces y que hasta el momento ha mantenido su vigencia. El derecho inquilinario es parte del ordenamiento jurídico que norma la figura arrendataria, conformando paso a paso para garantizar una forma tutelar del inquilino y darle seguridad jurídica a quien cede el disfrute de su propiedad por un tiempo específico, con el objetivo de obtener recursos legítimos. Además, el derecho inquilinario como derecho social implica su impacto en el seno de la sociedad, por efectos que derivan de las relaciones arrendaticias, que día a día se manifiesta en las diferencias surgidas entre arrendadores y arrendatarios. 2. Características del Derecho Inquilinario. Es de carácter tuitivo del Derecho Inquilinario como Derecho Social y justifica la aseveración de que la existencia de los denominados Derechos Sociales permite que la igualdad ante la Ley no sea una ficción. Es de competencia exclusiva del Poder Ejecutivo Nacional y al ser facultativa, prevé la Delegación de esa competencia que detenta el Ejecutivo Nacional a las Alcaldías. 3. Naturaleza jurídica del Derecho Inquilinario Ante todo, es un contrato, sin embargo, en cuanto a si se trata de un derecho real o personal, son tres las tesis principales con mayor consistencia El arrendamiento genera un derecho personal. Esta tesis es sostenida por los italianos Fabini, Venzi, Pacifici y Ruggiero; por los franceses Planiol, Boudry, Colin y Capitant y el alemán Enneccerus; quienes afirman que en el contrato de arrendamiento sólo se produce un derecho de carácter personal, puesto que están ausentes en el mismo los elementos que conforman un derecho real. Ruggiero especifica que el arrendatario no se encuentra con la cosa arrendada en una relación jurídica directa e inmediata. El arrendamiento produce un derecho real. Autores como Gabba, Fadda y Bensa, Troplong, De Buen Morel, Mucius Scaevola y Barrachina, refutan la tesis anterior, que del arrendamiento nace un verdadero derecho real a favor del arrendatario. Manresa presenta el mejor argumento en favor de esta tesis, diciendo que considera absurdo que si en el arrendamiento se transmite el uso o disfrute de un bien sin precio, constituya un derecho real de usufructo, uso o habitación, y no se constituya si se transmite de otra forma, es decir, con el pago de una renta. Una posición intermedia sostiene Messineo, Castán, Sánchez Román, Díaz Moreno y López de Haro, entre otros, quienes afirman que se debe distinguir al arrendamiento inscrito del no inscrito, porque en el primero se trata de un derecho real y en el segundo evidentemente surge un derecho personal. Castán precisa que no se puede negar en absoluto que el arrendamiento sea susceptible de producir cierto efecto real por virtud de la inscripción, sin dejar de ser un derecho personal. 4. Bases Legales del Derecho Inquilinario. En los tres últimos años, la regulación legal de las relaciones entre el arrendador y su inquilino (arrendatario) se ha modificado drásticamente. Anteriormente estas relaciones estaban reguladas por la Ley de Arrendamientos Inmobiliarios y el Código Civil. Actualmente se han promulgado leyes que las regulan dependiendo del tipo de inmueble (viviendas, habitaciones, locales comerciales, industriales, depósitos, etc.) y su ubicación. Para elaborar un contrato de arrendamiento que garantice seguridad jurídica o para resolver las controversias que se susciten entre arrendador y arrendatario, se debe consultar las siguientes leyes: Ley De Arredramientos Inmobiliarios (vigente parcialmente), Ley Para La Regularización y Control De Los Arrendamientos De Vivienda, Ley De Regulación Del Arrendamiento Inmobiliario Para El Uso Comercial y el Código Civil. Hemos pasado de un texto legal único para regir todo tipo de arrendamientos urbanos y suburbanos para todos los usos que fue la Ley de Arrendamientos Inmobiliarios (LAI), a tres textos legales y uno reglamentario: una ley y su reglamento para las viviendas, otra ley para el resto de los usos inmobiliarios, además del Decreto Ley contra el Desalojo y Desocupación Arbitraria de Vivienda. En este mismo orden de ideas, se habla de que todas las normativas contenidas en las leyes vigentes hasta el año 1999 estuvieron diseñadas para proteger a los arrendatarios de la especulación en los precios de los alquileres y de los abusos para obtener los desalojos. La Ley de Arrendamientos Inmobiliarios (LAI), puesta en vigencia el 1° de enero de 2000, intentó, y logró en gran medida, amparar a los arrendatarios sin sobreprotegerlos y sin violentar el derecho de propiedad, dejando algunos aspectos del contrato a la convención libre entre las partes y otros a las limitaciones que fijaba la ley. 5. Importancia del Derecho Inquilinario para el campo de las ciencias jurídicas. Las leyes en general se promulgan para normar una realidad existente, descontrolada, injusta, abusiva, en fin, inequitativa, para resolver un problema o para que sirvan de motor a alguna transformación deseable en una sociedad concreta. Las sucesivas legislaciones del Derecho Inquilinario sobre arrendamientos que han existido en Venezuela han respondido a todas estas opciones con mayor o menor éxito.
El procedimiento administrativo inquilinario se inicia a instancia de parte
interesada (artículo 65 LAI) o aún de oficio, con el objeto de obtener las variables e índices inmobiliarios necesarios, para la fijación de las pensiones máximas a cobrar sobre los inmuebles sujetos a tan justa y protectora actuación administrativa, lo que configura un procedimiento administrativo peculiar con características permanentes.