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Reconciliación
Nacional"
HEPATITIS A
Pediatría
I. AGENTE VIRAL
El virus de la hepatitis A pertenece a la familia Picornaviridae, es un virus
RNA de cadena sencilla positiva de 7,5 kilobases (kb) de longitud,
desnudo y su cápside está compuesta por diferentes proteínas
antigénicas denominadas con las siglas VP1, VP2, VP3 y VP4. Su
estructura presenta una morfología icosaédrica bajo el microscopio
electrónico, como se observa en la figura 1.
II. EPIDEMIOLOGIA
La hepatitis A se distribuye por todo el mundo, y su presencia es más
frecuente en las regiones más pobres. La mayor prevalencia se da en las
áreas urbanas de Asia, África y América del Sur, donde prácticamente
todos los habitantes son serológicamente positivos.
Además, tiene las siguientes características:
El VHA es un virus hepatotropo que no siempre produce hepatitis
aguda, sintomática o ictérica. Puede producir un síndrome gripal
sin hepatitis manifiesta o sin ictericia.
VIII. LABORATORIO
El perfil bioquímico de la hepatitis A es común a todas las hepatitis. Las
pruebas de laboratorio iniciales para confirmar la hepatitis deben incluir
un perfil hepático completo; es decir, transaminasas (AST o aspartato
aminotransferasa y ALT o alanino aminotransferasa), bilirrubinas,
fosfatasa alcalina, albúmina y proteínas totales, además de un
hemoleucograma completo, un uroanálisis y un tiempo de protrombina
[15]. Se puede incluir también la determinación de lactato deshidrogenasa
(LDH) y gamma glutamil transferasa (GGT). Las transaminasas son unos
indicadores muy sensibles del daño hepatocelular. Usualmente en la
hepatitis aguda se caracteriza por unos niveles de ALT significativamente
mayores que los de AST, en una relación ALT:AST >1,4. Por su parte, la
bilirrubina total durante la fase ictérica generalmente permanece con unos
niveles 12.000/mL puede ser un indicador de una complicación posterior.
La hemoglobina y el hematocrito por lo general no se afectan.
¿CUÁLES SON LOS PARÁMETROS DE LABORATORIO QUE
CONFIRMAN EL DIAGNÓSTICO DE HEPATITIS AGUDA DE
ETIOLOGÍA VIRAL?
El hemograma es normal o con recuento de glóbulos blancos bajo, entre
3.000 y 4.000/ mm 3 con linfocitosis relativa y presencia de grandes
linfocitos atípicos, en menor porcentaje (< del 10%), que el observado en
la mononucleosis infecciosa.
Salvo en la forma anictérica, la bilirrubina plasmática se incrementa;
cuando se encuentra por encima de 2mg/dl, aparece la coluria
relacionada con la bilirrubina conjugada y con el incremento de la
bilirrubinemia se evidencia la acolia.
El hepatograma alterado es característico de esta enfermedad,
expresando el incremento de las enzimas hepáticas la necrosis del
hígado, aunque los niveles del incremento no siempre se correlacionan
con su magnitud. Se incrementan la aspartato amino transferasa (AST) o
transaminasa glutámico oxalacética (GOT), de origen mitocondrial, y en
mayor grado la alanino amino transferasa (ALT) o transaminasa glutámico
pirúvica (TGP). El tiempo de protrombina (TP) y otros indicadores de la
coagulación solo se alteran en situaciones especiales; cuando persiste un
TP muy alterado, que no se corrige con la administración de vitamina K,
debe presumirse una hepatitis grave y descartarse la presencia de
hepatitis fulminante.
IX. TRATAMIENTO
El tratamiento de una infección aguda por virus A se basa en la aplicación
de medidas generales y la inmunoprofilaxis activa y pasiva.
a) Medidas generales
1. Control higiénico: Control y tratamiento del agua y
alimentos para consumo humano, eliminación de residuos o
desechos de forma adecuada, estricto cumplimiento de las
medidas de higiene personal (lavado de las manos,
individualizar los utensilios de uso personal). Se deben
adoptar las medidas epidemiológicas de control de foco, así
como la educación sanitaria a todos los individuos de la
comunidad.
2. Dieta: Ningún régimen dietético mejora la enfermedad o
acorta los períodos clínicos, no se ha demostrado la
necesidad de dietas hiperproteicas o calóricas, la
disminución en la ingestión de grasas solo se realizará si
existen náuseas. La dieta será normal, según lo que le
apetezca al paciente.
3. Reposo: Se indicará reposo en cama mientras el enfermo
este sintomático, volviendo a la actividad normal cuando
desaparezcan los síntomas. En la fase asintomática no hay
que limitar la actividad física, la deambulación precoz no
retrasa la recuperación ni origina enfermedad crónica.
4. Alcohol: Su ingestión se debe prohibir en la enfermedad
aguda así como en la convalecencia hasta la normalización
total de la bioquímica, debido a la hepatotoxicidad que
implica esta sustancia y que puede sobreañadirse al daño
que produce el virus. La prohibición total pasados los
primeros meses es innecesaria, se recomiendan períodos
de abstinencia entre 30 a 180 días.
5. Medicamentos: Las drogas hepatotóxicas deben
suprimirse y la utilización de otros medicamentos solo se
permitirá en los casos que sean necesarios o
imprescindibles. Pueden ser utilizados los analgésicos, de
preferencia, el paracetamol a dosis generosas y exceptuar
a aquellos que puedan inducir hepatotoxicidad como los
antiinflamatorios no esteroideos. La dosis de los
medicamentos que se metabolizan en el hígado se reducirá
y los anticonceptivos orales deben suspenderse. En caso
que se requiera la utilización de antibióticos por alguna
sepsis se prefieren aquellos que tienen excreción renal,
siempre que su función sea buena.
6. El uso de los esteroides ha sido discutido pero de forma
general se plantea que su uso no acorta el curso de la
enfermedad ni ayudan a curarla y por otra parte en la
hepatitis fulminante no reportan ningún beneficio, sin
embargo su uso se justifica en las colestasis prolongadas.
b) Inmunoprofilaxis
La inmunoprofilaxis puede ser pasiva con la administración de
gammaglobulina o activa mediante vacunas.
1. Inmunoprofilaxis pasiva: La administración de
gammaglobulina humana es capaz de atenuar o prevenir la
infección en personas seronegativas siendo más efectiva
cuando se administra en la primera semana del contagio.
2. Inmunoprofilaxis activa: La vacuna puede ser con virus
inactivados o atenuados, no se recomienda su uso masivo,
se aplica 1 ml intramuscular en 3 dosis (0, 30, 180 días), en
menos del 10% de los vacunados se han comunicado
efectos adversos como cefalea, fiebre y reacciones locales
en el sitio de inyección. No se ha determinado con exactitud
la duración del estado de inmunidad que ofrece esta
inmunización.
X. COMPLICACIONES
La hepatitis A es generalmente una enfermedad autolimitada. La infección
confiere inmunidad de por vida. En algunos casos puede evolucionar
hacia formas clínicas más prolongadas, recidivantes, o de mayor
gravedad.
1. Hepatitis colestática: Presenta ictericia muy marcada, con coluria
manifiesta y heces acólicas. Es frecuente el prurito, el colesterol se
encuentra muy elevado, igual que la fosfatasa alcalina (FA) y la
gammaglutamiltranspeptidasa. Puede estar descendido el TP. La
evolución es 6 más prolongada, mayor de 3 meses, finalizando el
cuadro con recuperación sin secuelas.
2. Hepatitis recidivante: Reaparecen los signos y síntomas, 4 a 15
semanas después de la recuperación inicial. Puede ocurrir en el 3
a 20% de los pacientes. Se documentó eliminación fecal del virus
durante la recidiva por lo cual el paciente puede contagiar. La
ictericia es muy intensa, raramente el paciente presenta otro
episodio luego de la recuperación y el pronóstico es generalmente
favorable.
3. Hepatitis prolongada: La recuperación de la función hepática es
lenta, como así tambien la desaparición del virus. El signo más
frecuente es la persistencia de las enzimas elevadas después del
3° mes, con el paciente libre de síntomas.
4. Hepatitis fulminante: La incidencia es de 1/1000 de casos
sintomáticos. Es menos frecuente que en hepatitis por virus de
hepatitis B y D. Se instala un grave daño hepático con necrosis
extensa, que lleva al compromiso encefálico.
XI. PREVENCION
Los métodos más eficaces para evitar la infección frente al VHA
son las medidas de saneamiento (agua potable, evacuación de las
aguas residuales, lavado de manos con agua potable de forma
regular, etc.) y la vacunación.
XII. CUIDADOS DE ENFERMERIA
1. Se debe explicar a los familiares y al propio paciente según su edad
la importancia del reposo físico y verificar constantemente su
cumplimiento.
2. Respecto a la dieta y aclarando de cierto modo errores que aún se
cometen en la población, ésta debe ser normograsa,
normoproteíca y normocalórica.
3. En caso de tratarse de virus que se trasmiten por vía fecal-oral
(virus A y E ) se recomienda:
Mantener los objetivos de uso personal aislados del resto de
las personas sanas.
Realizar la desinfección concurrente con agua y jabón y
terminar con alguna sustancia química de los servicios
sanitarios.
Hacer un lavado de manos minucioso después de manipular
heces y orina de los pacientes.
Explicar al personal médico y paramédico las medidas que
tiendan a disminuir las infecciones nosocomiales.
Al egresar los pacientes, hacer labores de educación para
la salud y promoción de la salud en el hogar.
XIII. CUIDADOS DE ENFREMERIA EN PACIENTE HOSPITALIZADO