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Conducta alimentaria

emocional
Los investigadores ahondan en el conocimiento del equilibrio emocional
de las personas a partir del estudio de su comportamiento alimentario,
una conducta regida en buena medida por las emociones

MICHAEL MACHT

H ay días en que Ana siente una poderosa


atracción hacia la nevera. La joven de
23 años no puede aguantar más. Se deja llevar
Al amor por el estómago
La comida y las emociones están también ín-
timamente relacionadas a otro nivel. Desde el
por la imperiosa necesidad de abrirla, agarrar momento del nacimiento, el niño se encuentra
lo primero que encuentra y comérselo. Varias inmerso en una red de relaciones sociales y
veces a la semana se traga auténticas montañas rodeado de cuidados y afecto. No debe sor-
de alimentos, en ocasiones más de 6000 kilo- prender que, a menudo, comamos buscando
calorías diarias. Come y come, sin tiento. restablecer un equilibrio emocional roto y
A diferencia de las pacientes con bulimia, sentirnos bien.
después de uno de sus arrebatos Ana no busca La investigación del componente emocional
contrarrestar el amenazador aumento de peso en la conducta alimentaria fue emprendida por
provocándose el vómito. La joven cumple los Hilde Bruch (1904-1984), médica alemana que
criterios diagnósticos de un síndrome Binge- en los años treinta del siglo pasado emigró a los
Eating. Con una talla de 1,68 metros, la joven Estados Unidos. En situaciones de crisis, postu-
pesa cerca de 120 kilos. laba, las personas ingieren más alimentos por-
La comida cumple una primera función que amortiguan, de ese modo, sus sensaciones
biológica. Suministra al organismo energía y desagradables. Es lo que se llama “obesidad del
nutrientes esenciales. Mas en el caso de Ana, dolor”, un concepto que hunde sus raíces en el
no es ésa la razón de que periódicamente se característico aumento de peso en las viudas
vea impulsada a ingerir tanta cantidad de ali- de guerra.
TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTICULO: GINA GORNY / GEHIRN & GEIST
mento. En la regulación de nuestra conducta Muchos estudios recientes ponen de mani-
alimentaria los factores psicológicos desem- fiesto que en la conducta alimentaria suelen
peñan una papel determinante, factores que influir factores emocionales. Según encuestas
nos ayudan a solucionar un problema ante el con resultados significativos, un alemán de
que se encuentran los “devoradores”: elegir, cada tres come más de lo normal en situacio-
entre la abundante oferta, el alimento que les nes de estrés. No es raro que la vía rápida para
satisface. solucionar situaciones de tensión sea acudir a
Las reacciones emocionales desencadenadas la despensa. Pocos días antes de un importante
por la comida nos permiten decidir al instan- examen, algunos estudiantes, para dominar BOMBONOLOGIA. Las emocio-
te qué alimento necesitamos tomar, cuál es el estrés, comen más de lo normal. Acontece nes influyen en lo que come-
bueno y tolerable y cuál malo e intolerable. incluso entre personas con peso normal y sin mos y acompañan cada bocado
En ese dominio, la sensación de repugnancia trastornos psíquicos, pues la conducta alimen- con sensaciones de placer o
nos impide ingerir sustancias potencialmente taria emocional no es expresión de un trastor- de disgusto. El chocolate es un
peligrosas. no mental. ejemplo paradigmático.

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La tendencia individual a una ingestión problemas la barrera hematoencefálica. Por esa
emocional de alimentos se refleja en las en- razón los alimentos ricos en hidratos de carbo-
RESUMEN cuestas. En el año 2000 Georgina Oliver, del no pueden aumentar los niveles de serotonina
Colegio Universitario de Londres, observó que en el cerebro.
Cómo se disfruta
los “comedores emocionales” manifiestos en
de la comida
situaciones de estrés cambian más sus hábi- Estado de ánimo

1 Las emociones y la
comida se influyen mu-
tuamente. La liberación de
tos alimentarios que el resto. A los voluntarios
que participaron en el estudio de Oliver se les
encargó una tarea que para la mayoría de no-
Ese neurotransmisor abunda en el córtex pre-
frontal y regiones que, entre otras funciones,
participan en la regulación emocional. De ahí
endorfinas o dopamina en el sotros suponía un estrés: echar un discurso que un aumento de serotonina eleve el estado
cerebro produce una intensa en público. A continuación, los participantes de ánimo, como se observa en la práctica.
sensación de placer. Los podían elegir los alimentos que quisieran en En busca de una demostración experimental,
hidratos de carbono y las un buffet. Los “comedores emocionales” se aba- Rob Markus, de la Universidad de Utrecht, pre-
grasas operan en el metabo- lanzaron sobre alimentos dulces y grasos. paró a un grupo de participantes un desayuno
lismo hormonal. En ambos Las conductas alimentarias emocionales sue- y una comida con alimentos ricos en hidratos
casos, el desencadenante es len ponerse de manifiesto en personas obesas, de carbono y pobres en proteínas. A otro grupo
un alimento apetecible. sobre todo en aquellas que, como Ana, padecen les preparó alimentos ricos en proteínas y po-
“ataques de bulimia”. ¿Por qué se da esta rela- bres en hidratos de carbono. Por la tarde, todos

2 Como demuestran en-


cuestas significativas,
el placer de la comida re-
ción? ¿De qué modo influye la alimentación
en nuestro estado de ánimo? Y, a la recíproca:
¿cómo influye nuestro estado de ánimo en los
los voluntarios se sometieron a una prueba de
estrés: resolver complicadas operaciones ma-
temáticas en un ambiente ruidoso.
presenta para la mayoría un hábitos alimentarios? Un grupo de los que recibieron alimentos
componente fundamental de Es verdad que el aporte energético, por sí ricos en hidratos de carbono atenuaron sus
la calidad de vida, por de- mismo, puede ejercer un efecto positivo. En reacciones de estrés. Eran los mismos que en
lante de las buenas películas definitiva, al comer la sensación desagradable un test previo se habían manifestado emo-
y de las aficiones. de hambre queda suplantada por la sensación cionalmente lábiles. De ese modo, la hipóte-
agradable de saciedad. Con el estómago lleno sis de la serotonina se mostraba válida sólo

3 El placer requiere un
marco adecuado: el
ambiente debe ser tranquilo
nos sentimos tranquilos y distendidos. Sin
embargo este hecho, por sí solo, no puede ex-
plicar la conducta alimentaria emocional, en
en las personas con un metabolismo de este
neurotransmisor particularmente sensible a
un aumento de los niveles de triptófano. En
y con una temperatura agra- particular la de sus formas extremas. Ana se el resto, el aumento condicionado por la toma
dable. Una compañía grata o lanza al pudín, helado o chocolate, incluso sin de hidratos de carbono, demasiado débil, re-
la luz de unas velas estimu- tener hambre. sultó insuficiente para influir en el estado de
lan la sensación gastronómi- Andrew Hill, psicólogo de la Universidad de ánimo.
ca agradable. Estos factores Leeds, presentó en 2004 un trabajo revelador. En general las comidas ricas en hidratos de
externos condicionan junto Había mostrado a un grupo de voluntarios una carbono lo son también en proteínas. Basta una
con la “sensación en la película de contenido triste y después les in- proporción del 5 % de proteínas para impedir
boca” el agrado con que vitó a tomar chocolates de diversas clases y a el paso selectivo del triptófano a través de la
tomamos cualquier comida. que calificaran los gustos de cada una; podían barrera hematoencefálica y con ello las dispo-
comer toda la cantidad que quisieran. Al cabo nibilidades de serotonina.
de quince minutos, se valoraron las cantidades En breve, la hipótesis de la serotonina pue-
consumidas. Se observó que las personas con de explicar sólo parcialmente una conducta
ánimo decaído comieron más chocolate alimentaria emocional.
que las que en ese momento ofrecían La investigación comienza a dejar claro el
un estado de ánimo neutro. papel decisivo de la alimentación sobre nues-
Richard Wurtman, del Instituto tro sistema nervioso. Cuando nos encontra-
de Tecnología de Massachusetts, mos en una situación de estrés, la corteza
aportó su propia propuesta. En suprarrenal aumenta la secreción de gluco-
animales de experimentación corticoides. Entre estas hormonas se encuen-
demostró que una comida rica tra el cortisol que, en defi nitiva, actúa como
en hidratos de carbono aumen- hormona del estrés. El cortisol forma parte
taba la concentración relativa del de un complejo bucle regulador donde parti-
aminoácido triptófano en sangre. cipan el hipotálamo, la hipófisis y la corteza
El triptófano, un precursor del neu- suprarrenal: el eje hipotalámico-hipofisario-
rotransmisor serotonina, atraviesa sin suprarrenal.

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El año 2003, el grupo dirigido por Mary F.
Dallman, de la Universidad de San Francisco,
demostró en animales de experimentación que
dicha reacción hormonal al estrés se hallaba
muy vinculada con la ingestión de alimentos
hipercalóricos. En uno de los experimentos en
cuestión encerraron ratas durante tres horas
en pequeños recipientes de plástico para limi-
tar su movilidad. Repitieron lo mismo durante
otros cuatro días, con lo que las ratas sufrieron
un fuerte estrés.
Sometidas a una movilidad limitada, un
grupo de ratas recibió el alimento habitual,
un “alimento completo” para ratas sanas. Otro
grupo fue alimentado con pienso enriquecido
con grasa de cerdo y azúcar. Las investigacio-
nes posteriores demostraron que los anima-
les que recibieron el alimento enriquecido no
solamente comieron más y en consecuencia
aumentaron de peso, sino que segregaron
menos hormonas de estrés. Por el contrario,
los que recibieron el alimento habitual ape-
nas si vieron alterada su secreción normal de
hormonas.
Resulta manifiesto que la ingestión de ali-
mentos dulces ricos en calorías reduce los
efectos hormonales del estrés crónico, pero cién nacidos ante distintos sabores. Cuando se
aumenta la cantidad de grasa en el organismo. dejan caer en su lengua gotas de un producto
No es casualidad que llamemos “consolado- azucarado realizan movimientos de chupeteo,
ras” las dietas que contienen muchas grasas o se lamen los labios y ponen una cara disten-
muchos azúcares. Lo mismo la hipótesis de la dida. Todo ello son signos de que los niños se
serotonina que los efectos hormonales de los encuentran a gusto y muestran su disposición
alimentos hipercalóricos explican que deter- a seguir recibiendo la golosina.
minadas dietas pueden disminuir las reaccio-
nes de estrés. Ayuda subliminal
Pero queda un aspecto importante sin acla- a la toma de decisiones
rar: se necesita cierto tiempo para que se den El caso de las sustancias amargas es diferente.
los cambios en el estado de ánimo condiciona- Entonces, los bebés fruncen el entrecejo, abren
dos por la dieta. En primer lugar, los alimentos la boca y sacan la lengua, signos evidentes de
deben digerirse, sus componentes han de pasar rechazo. En el curso de la evolución se han en-
al torrente circulatorio y han de transportarse raizado tales reacciones emocionales inmedia-
hasta el cerebro. Sólo entonces pueden ejercer tas. Pueden observarse muy precozmente no
su efecto. En la vida diaria pueden presentarse sólo en la especie humana, sino también en
súbitamente muchos factores de estrés y de monos e incluso ratas.
sobrecarga psíquica que exigen una respuesta Por lo que atañe al hombre, semejante patrón
inmediata. ¿Seguiría comiendo tanto Ana si el de respuesta se mantiene hasta la edad adulta.
efecto psicológico se presentara al cabo de una Lo comprobó Ellen Greimel, de la Universidad
hora? Probablemente no. de Würzburg. Estas reacciones emocionales sir-
La sensibilidad sensorial desempeña aquí ven para la elección de alimentos. Preferimos
una función clave: según sea su sabor y la los alimentos que por su aspecto, olor o sabor
sensación que despiertan al tomarlos, los ali- nos provocan una emoción positiva; evitamos
mentos pueden cambiar al instante nuestro aquellos que nos resultan desagradables a los
estado de ánimo. Desde los años setenta, Jacob sentidos. Tal vez no seamos conscientes, pero
Steiner, de la Universidad de Jerusalén, viene toda nuestra conducta alimentaria está dirigi-
investigando las reacciones mímicas de los re- da por reacciones emocionales subliminales,

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mucho más sutiles de lo que pueda ser una ce sobre todo cuando están emocionalmente
reacción consciente de asco. deprimidas. Si toman chocolate un grupo de
Elliot Blass y sus colaboradores, de la Uni- personas después de haber visto una película
versidad de Massachusetts en Amherst, aco- neutra o alegre, su estado emocional apenas
metieron el ensayo siguiente. A uno grupo de se altera.
bebés les pusieron una solución azucarada A un resultado parecido llegaron en 1998
en la lengua y a otro grupo les colocaron un Paul Willner y David Benton, de la Univer-
chupete. Midiendo la duración del llanto com- sidad de Swansea en el País de Gales. Pro-
probaron que la solución azucarada era mucho pusieron a un grupo de personas una serie
más eficaz para tranquilizar a los niños que el de ejercicios sencillos que debían contestar
chupete. Blass demostró, en nuevos ensayos, apretando un botón. Como premio por los
que el azúcar calmaba el dolor: el sabor dulce aciertos recibían lo que ellos creían que era
activaba el sistema opiáceo que transmite sen- una pastilla de chocolate. La mitad oían una
saciones positivas. música de fondo que procedía a mitad de las
Todos sabemos que en los adultos las golo- revoluciones, con la consiguiente sensación
sinas tienen una acción semejante. En un ex- desagradable. A los sometidos a esta música
perimento de nuestro laboratorio de la Uni- distorsionada les apetecía más chocolate que
versidad de Würzburg mostramos a un grupo a los otros y para conseguirlo pulsaban con
de voluntarios una película en la que aparecía más frecuencia los botones con objeto de re-
un niño que acababa de conocer la muerte de cibir la recompensa.
su padre. La escena sumió en la tristeza a los ¿Cuál es el mecanismo de este efecto? Una
espectadores. Dándoles a comer un poco de posible explicación es que el chocolate conten-
chocolate rápidamente se sentían mejor, cosa ga sustancias psicotrópicas. Verdad es que el ca-
que no sucedía si no se les daba nada o se les cao porta cafeína y teobromina, estimulantes.
ofrecía un vaso de agua. En 2004 Hendrich Smit, de la Universidad de
El “efecto chocolate” sólo se presentó cuan- Bristol, investigó si realmente eran esas sus-
do la clase de chocolate que se les suministra- tancias las responsables del cambio de estado
ba era la más apetitosa según el resultado de emocional de los adictos al chocolate. Para ello
una prueba previa realizada. Cuanto menos administró a un grupo una cápsula de cacao
gusto tengan por la golosina menor será el con una dosis que correspondía a la contenida
efecto sobre el estado afectivo. El chocolate en 50 g de chocolate oscuro y a otro grupo la
es el ejemplo paradigmático de un “alimento cantidad correspondiente de cafeína y teobro-
consolador”: posee un gusto inconfundible, mina puras. Una hora más tarde las personas
muy agradable. A muchas personas les apete- de ambos grupos estaban más despiertas que

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La comida en números

El Cuestionario Holandés sobre Conductas Alimentarias (“Dutch Eating • Quiero comer cuando me aburro
Behavior Questionaire”) es un test para valorar los hábitos alimentarios. • Quiero comer cuando me sucede alguna cosa
Hágase la prueba usted mismo: ¿Cómo contestaría a estas preguntas desagradable
sobre la “conducta alimentaria emocional”? Conviene que responda • Cuando estoy intranquilo o en tensión quiero comer algo
con espontaneidad y honradez. Puntúe en cada caso de 1 a 5 (1 = • Prefiero comer algo cuando estoy enfadado
= “nunca”, 2 = “rara vez”, 3 = “algunas veces”, 4 = “con frecuencia”, • Cuando me siento solo prefiero comer algo
5 = “muy frecuentemente”) • Prefiero comer algo cuando sufro un desengaño

• Prefiero comer algo cuando las cosas se vuelven contra mí Los varones sanos con peso normal obtienen por término medio una
o cuando me salen mal puntuación inferior a las mujeres. En puntuaciones superiores a 24
• Cuando estoy irritado, siento la necesidad de comer algo (para varones) o a 30 (para mujeres) hay que contar con una conducta
• Tengo ganas de comer cuando estoy deprimido o desanimado alimentaria emocional superior a la media. Las pacientes con “ataques
• Quiero comer algo siempre que no tengo nada que hacer de comida” alcanzan los 40 o más puntos.

las de otro grupo control, que sólo había recibi- administraron a lo largo de tres semanas agua
do un placebo. No cabía, pues, dudar del efecto azucarada durante medio ciclo de 24 horas. Du-
estimulante de la cafeína y de la teobromina. rante la otra mitad del ciclo los animales no
recibieron ningún alimento. Las ratas empe-
Amarga tentación zaron pronto a beber cada día más y más agua
En una segunda fase Hendrik Smit comparó los azucarada. Mientras bebían, se eliminaba más
efectos emocionales entre los grupos. El resul- dopamina en el nucleus accumbens.
tado fue sorprendente: sólo pudo comprobarse Es evidente que limitar la administración de
el efecto en quienes habían tomado chocolate. azúcar provoca un aumento de su demanda.
Bastaba una pastilla de 50 g para levantar el En los animales de control que no recibieron
ánimo. Estos efectos tardan en aparecer alrede- agua azucarada, sino un poco de líquido endul-
dor de una hora y son demasiado débiles para zado, la eliminación de dopamina permaneció
que el chocolate pueda considerarse una droga inalterada.
dura. Las adicción potencial que el chocolate En otro experimento los animales recibieron
pueda entrañar se debe a las reacciones sen- también agua azucarada, pero tras ingerirla, se
soriales que desencadena. les extraía a través de una fístula practicada
El azúcar, en determinadas circunstancias, en el estómago. De esta manera se evitaba su
puede provocar en el cerebro alteraciones se- digestión y su aporte energético al organismo.
mejantes a las que genera la droga. Con la ad- Incluso en estas circunstancias en el nucleus
ministración de morfi na se libera dopamina accumbens se eliminaba dopamina. Se eviden-
en el nucleus accumbens. Esta estructura de ciaba que la alimentación podía desencadenar
la parte anterior del cerebro desempeña una procesos de adicción en el cerebro, aun cuan-
función especial en el refuerzo de ciertas con- do el organismo no recibiera nutriente alguno.
ductas. Ratas en las que se ha dispuesto un Bastaba la intervención del sentido del gusto.
estímulo de la actividad neuronal en esa re- En conclusión, la comida puede actuar
gión tras accionar ellas mismas una palanca, la emocionalmente a través de dos mecanismos
oprimen con tal frecuencia que pueden llegar mutuamente complementarios. Por una parte,
a la extenuación. el sabor de los alimentos provoca reacciones
En condiciones normales, el azúcar sólo emocionales que generan secreción de endorfi-
provoca alteraciones muy transitorias en el nas o de dopamina. Por otra parte, los hidratos
nucleus accumbens. En cuanto se limita tempo- de carbono y las grasas provocan alteraciones
ralmente su administración, la imagen cambia. en los sistemas de neurotransmisores y hormo-
En ensayos publicados en 2006, Bartley Hoebel nales que, a su vez, alteran el estado emocio-
y su equipo, de la Universidad de Princeton, nal y atenúan el estrés. El común denominador

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pocas palabras: cuanto con mayor frecuencia
GLOSARIO
la madre ofrezca alimento a su hijo al verlo
COMEDOR EMOCIONAL: Persona con tendencia a ingerir grandes canti- emocionalmente motivado, aunque no tenga
dades de comida en situaciones de estrés u otra sobrecarga emocional. hambre, tanto más pronto tenderá éste a con-
Patológicamente guardan una relación estrecha con quienes presentan el trarrestar mediante la comida sus emociones
síndrome Binge-Eating.
negativas.
DOPAMINA: Neurotransmisor que, junto con las endorfinas, desempeña
una función importante como factor neuronal del placer. Genes del sabor
ENDORFINAS: Se incluyen entre los opiáceos fisiológicos del organismo. No todas las personas comen para neutrali-
Son neuropéptidos calmantes del dolor. zar sus emociones negativas. Sí acostumbran
GLUCOCORTICOIDES: Hormonas del estrés segregadas por la corteza hacerlo quienes recurren a tal estrategia en
suprarrenal. su vida. ¿Desempeñan los genes alguna fun-
ción? Desde hace tiempo se sabe que existen
SEROTONINA: Sustancia neurotransmisora, importante, entre otras cosas,
diferencias hereditarias en la percepción de
para la regulación del estado de ánimo.
los sabores, en particular en la de los sabo-
SINDROME BINGE-EATING: (del inglés “binge” = glotonería) Trastorno de res amargos [véase “Sentido del gusto”, por
la conducta alimentaria que cursa con ataques compulsivos de bulimia. La
Stefanie Reinberger; M ENTE Y CEREBRO, n.o 23].
mayoría de las veces se presentan acompañados de un aumento de peso,
Junto a su refinada sensibilidad, los expertos
que puede llegar a la obesidad.
“catadores de amargos” evidencian una noto-
TEOBROMINA: Componente del cacao. Tiene, como la cafeína, un efecto ria sensibilidad al azúcar. Por el momento no
estimulante.
sabemos si una elevada sensibilidad gustativa
TRIPTOFANO: Aminoácido precursor de la serotonina. Abunda en los ali- genéticamente condicionada desempeña una
mentos ricos en hidratos de carbono. función importante en la conducta alimenta-
ria emocional.
La regulación de las emociones sigue sien-
do un pilar fundamental en el tratamiento de
trastornos nutritivos como el que padece Ana.
Christy Telch, de la Universidad de Stanford,
realizó en 2002 un estudio con un grupo de
mujeres que padecían el síndrome “Binge-Ea-
ting”, muy apropiado para entender mejor el
tema que nos ocupa. En unas veinte sesiones
las pacientes aprendieron a contrarrestar es-
tados de ánimo negativos por procedimien-
tos diferentes de la ingestión compulsiva de
comida.
de ambos mecanismos Recibieron información sobre el origen y
estriba en que se desen- función de las emociones, aprendieron a ob-
cadenan por alimentos de servarse y se ejercitaron en estrategias alter-
sabor apetecible. nativas para afrontar su decaído estado de
Puesto que los cambios psicológi- ánimo. Este programa de entrenamiento, re-
cos suelen presentarse de repente y re- lativamente breve, fue suficiente para reducir
fuerzan la apetencia de comida, es muy los “ataques de bulimia”. Mediante una terapia
probable que cumplan una función importan- conductista, Ana consiguió también contener-
te en la conducta alimentaria emocional. Los se unos instantes cuando le asaltaban pensa-
efectos fisiológicos, por el contrario, aparecen mientos o recuerdos negativos, serenarse y,
más tardíamente, aunque son más duraderos, cuando fue posible, expresar por escrito sus
sobre todo si se ingiere comida en abundancia. pensamientos. De esta forma los ataques de
Se hallan implicados en el estrés crónico. bulimia compulsiva fueron haciéndose cada
Cualquiera de los hallazgos descritos aporta vez más raros. Hoy Ana puede volver a contro-
sólo una información parcial sobre el meca- lar su comportamiento alimentario.
nismo por el cual se presenta una ingestión El estrés y la compensación de las emocio-
emocional de comida. Hilde Bruch insistía en nes negativas mediante la comida es sólo un
la importancia del afecto en la administra- aspecto de la conducta alimentaria emocional;
ción de alimento de la madre al hijo. Dicho en el otro guarda relación con los genes. Joachim

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Westenhöfer y Volker Pudel, de las universi-
dades de Hamburgo y Göttingen, hallaron, a
través de una encuesta representativa, que en
los años noventa para los alemanes disfrutar
con la comida era muy importante, más que
ver la televisión, ir al cine, ocuparse en su afi-
ciones o leer. Sólo las vacaciones, el amor y las
amistades les importaban más. El disfrute con
la comida influye fuertemente en la calidad de
vida del alemán medio, no sólo del sibarita.
El condicionamiento genético de la conducta
alimentaria apenas ha sido estudiado. No es
fácil crear un modelo experimental idóneo.
Imagínese el lector que es llevado a un labo-
ratorio donde le colocan electrodos en la piel
y le invitan a rellenar toda una serie de cues-
tionarios. Por muy sabrosas que sean las prue-
bas de comida que le ofrezcan, difícilmente le
satisfarán. El disfrute en la comida sólo puede
ser afrontado por los investigadores mediante
otros procedimientos; por ejemplo, a través de
entrevistas.

Quienes disfrutan necesitan tiempo


Las entrevistas revelan que, cuando se pre-
gunta a la gente qué alimentos son los que les
proporcionan más satisfacción, las respuestas
varían de un sujeto a otro. Sin embargo, la ma-
yoría pueden describir plásticamente las ca-
racterísticas de sus comidas preferidas: sabor
y olor, temperatura y consistencia. Existe una
“sensación al paladar” en consonancia con esas
cualidades. Es frecuente que quienes disfrutan
en la mesa coman despacio para centrar deteni-
damente toda su atención en el manjar.
Las personas a quienes hemos preguntado BIBLIOGRAFIA
insisten además en la importancia de la esce- COMPLEMENTARIA
nografía. Para disfrutar con la comida se re-
quiere cierto aislamiento de otros estímulos. DIE P SYCHOLOGIE DES ESSENS
El ambiente debe ser tranquilo, ni demasiado UND TRINKENS. A. W. Logue.
frío ni demasiado cálido, ni demasiado ilumi- Spektrum Akademischer
nado ni demasiado oscuro. Calculamos perfec- Verlag; Heidelberg, 1998.
tamente todos estos factores para reforzar el
placer de la comida: la preparación de la mesa, D IE G EFÜHLE UND DAS ES-
una música agradable, el canto de los pájaros S V E R H A LT E N . M . M a c ht
en un desayuno al aire libre, una hermosa vista en Moderne Ernährung
desde la terraza. Para disfrutar con la comida heute, vol. 4, págs. 6-9;
se necesita una atmósfera agradable. Sin ol- 2005.
vidar las personas con quienes compartimos
mesa: amigos, compañeros, familiares. Todo THE P LEASURE OF E ATING: A
esto da lugar a intensas emociones positivas Q UALITATIVE A NALYSIS . M.
tales como distensión, afecto, satisfacción. Macht et al. en Journal of
Happiness Studies, vol. 6,
Michael Macht enseña psicología en la Universidad págs. 137-160; 2005.
de Würzburg.

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