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Rayos X

Los rayos X son una forma de radiación electromagnética, similares a la luz visible, o las
radiaciones ultravioletas e infrarroja. Sin embargo, a diferencia de la luz, los rayos X tienen una
mayor energía y pueden pasar a través de la mayoría de los objetos, incluyendo el cuerpo,
diferenciándolas de las demás radiaciones electromagnéticas por su llamada longitud de onda que
es de alrededor 10 -10 m, equivalente a un Angstrom.

En la mayoría de laboratorios la fuente común de rayos x es lo que se conoce con el nombre de


tubos de rayos x. este es un recipiente cerrado hecho de vidrio y metal que produce electrones al
hacer pasar una corriente eléctrica a través de un filamento de alambre, los acelera a alta
velocidad por medio de un potencial de alrededor de 50000 volts, deteniéndolos por completo
en un bloque metálico enfriado por agua, la mayor parte de la energía cinética de los electrones
acelerados se convierte entonces en calor y una pequeña proporción genera rayos X al golpear
los electrones los átomos del metal, cuanto menor es la longitud de onda de los Rayos X,
mayores son su energía y poder de penetración, los rayos de mayor longitud de onda, se
conocen como Rayos X blandos, los de menor longitud de onda, se denominan Rayos X duros,
los Rayos X formados por una mezcla de muchas longitudes de onda diferentes se conocen como
Rayos X ‘blancos’.
Los rayos X que más interesan en el campo de la Cristalografía son aquellos que disponen de
una longitud de onda alrededor de 1 Angstrom (fundamentalmente los denominados rayos
X "duros" en el esquema superior), pues esa longitud de onda es muy próxima a las distancias
entre los átomos y por lo tanto resulta razonable pensar que es capaz de interaccionar con éstos y
dar así información sobre los mismos. Estos rayos X corresponden a una frecuencia de
aproximadamente 3 millones de THz (tera-herzios) y a una energía de 12.4 keV (kilo-electrón-
voltios), que a su vez equivaldría a una temperatura de unos 144 millones de grados. Este tipo de
radiación X se produce en los laboratorios de Cristalografía o en las llamadas grandes
instalaciones de sincrotrón como ESRF, ALBA, Diamond, DESY.

Los equipos que se utilizan en los laboratorios de Cristalografía para producir estos rayos X son
relativamente sencillos. Disponen de un generador de alta tensión (unos 50.000 voltios), que se
suministra al llamado tubo de rayos X, que es realmente donde se produce la radiación. Resulta
muy interesante echar un vistazo a la página web "The Cathode Ray Tube site".

Uno de los tubos de rayos X más antiguos (imagen tomada de la página "The Cathode Ray Tube")

Esos 50 kV se suministran como diferencia de potencial (alto voltaje) entre un filamento


incandescente (por el que se hace pasar una corriente i de bajo voltaje, unos 5 A a unos 12 V) y
un metal puro (normalmente cobre o molibdeno), estableciéndose entre ambos una corriente de
unos 30 mA de electrones libres. Desde el filamento incandescente (cargado negativamente)
saltan electrones hacia el ánodo (cargado positivamente) provocando, en los átomos de este
último, una reorganización electrónica en sus niveles de energía.
Este es un proceso en el que se genera mucho calor, por lo que los tubos de rayos X deben estar
muy refrigerados. Una alternativa a los tubos convencionales son los llamados generadores de
ánodo rotatorio, en los cuales el ánodo, en forma de cilindro, se mantiene con un giro continuo,
consiguiendo con ello que la incidencia de los electrones se reparta por la superficie del cilindro y
así se puedan obtener potencias mayores de rayos X.

squema estático sobre la producción de rayos X en un tubo convencional de rayos X

Los denominados "rayos X característicos" se generan de acuerdo con el siguiente esquema:

PROCESOS DE PRODUCCION DE RAYOS X

Radiacion tipo K-shell:

ESPECTRO ELECTROMAGNETICO

El espectro electromagnético es el conjunto de la radiación electromagnética de todas las


longitudes de onda. La luz, por ejemplo, no es más que radiación electromagnética en un rango de
frecuencias a las que el ojo humano (y el de la mayoría de las especies dotadas de visión) es
sensible. El hecho de que estemos dotados para la visión en el rango visible, nos permite
aprovechar el máximo de emisión del Sol que se produce en este rango. Probablemente, si nuestro
Sol tuviese su máximo en el infrarrojo, nuestros ojos estarían dotados para ese tipo de visión. Pero
el espectro electromagnético no tiene una frecuencia máxima o mínima, sino que se extiende
indefinidamente, más allá de los estrechos límites de sensibilidad del ojo humano. En orden
creciente de frecuencias (y por tanto, de energía) el espectro está compuesto por las ondas de
radio, el infrarrojo, la luz visible, el ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma. Estos nombres
distinguen distintas frecuencias de un mismo fenómeno: la radiación electromagnética. Los
diagramas que se incluyen en esta sección muestran el rango del espectro electromagnético en el
que se produce la mayor parte de la emisión de fuentes astronómicas. Los límites entre distintas
regiones del espectro son difusos y, en muchas ocasiones, dependen de las técnicas empleadas
para detectar o producir la radiación. A lo largo de este curso nos centraremos más en la
información que se puede de obtener de la luz con frecuencias de entre 5 khz y 300 GHz (las
"radiofrecuencias"). Dentro de las radiofrecuencias se han definido unas bandas determinadas
estándar que comprenden un pequeño rango de longitudes de onda, de manera que se pueden
ajustar los radiotelescopios para detectar selectivamente radiación en estas bandas.

Interacción de los rayoz x con la materia

Los rayos X interaccionan con la materia a través de los electrones que la forman y que se están
moviendo a velocidades mucho menores que la de la luz. Cuando la radiación electromagnética X
alcanza un electrón cargado éste se convierte en fuente de radiación electromagnética secundaria
dispersada.

Según la longitud de onda y de las relaciones de fase de esta radiación dispersada, nos podemos
referir a procesos elásticos, o inelásticos (dispersión Compton), dependiendo de que no
cambie, o cambie, la longitud de onda, y de coherencia o incoherencia según que las relaciones
de fase se mantengan en el tiempo y en el espacio, o no.

Los intercambios de energía y momento que se producen pueden incluso dar lugar a la expulsión
de un electrón fuera del átomo, seguido de la ocupación del nivel de este electrón por electrones
de niveles superiores.

Todos estos tipos de interacciones dan lugar a diferentes procesos en el material como pueden
ser: refracción, absorción, fluorescencia, dispersión Rayleigh, dispersión
Compton, polarización, difracción, reflexión, ...

El índice de refracción de todos los materiales, con relación a los rayos X, es próximo a la unidad,
por lo que el fenómeno de la refracción de rayos X es despreciable, y provoca que no se puedan
fabricar lentes para ellos. Por lo tanto, el proceso de formación de imágenes, como en el caso de la
luz visible, no se puede llevar a cabo con los rayos X.

La absorción se produce por la atenuación del haz transmitido al perder energía por todo tipo de
interacciones, fundamentalmente las térmicas, la fluorescencia, las dispersiones inelásticas, la
formación de radicales libres y otras modificaciones químicas (que pueden llegar a dar lugar a la
degradación del material). La disminución de intensidad sigue un modelo exponencial con la
distancia atravesada del material y un coeficiente (coeficiente de absorción lineal) que depende de
la densidad y composición del material.

Los procesos de fluorescencia, en los que un electrón es arrancado de un nivel energético del
átomo, suministran información sobre la composición química del material. Debido a la expulsión
de electrones de los diferentes niveles, se producen discontinuidades bruscas en la absorción
contínua de la radiación por el material, lo que permite análisis local alrededor de un átomo
(EXAFS).

En el efecto Compton, la interacción es inelástica y la radiación sale con menor energía. Este
fenómeno siempre está presente en la interacción de los rayos X con la materia, pero por su baja
intensidad, su incoherencia y por afectar a todas las direcciones, contribuye sólo a la radiación de
fondo producida en la interacción.

Por dispersión nos vamos a referir aquí a los cambios de dirección que sufre la radiación
incidente, y NO al caso de la separación de radiación en componentes según la longitud de onda.

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