Herencia y ambiente

(nombre y apellido); Yonathan Huarcaya Calla; Deymy Shemia

Ccori Zuñiga; (nombre y apellido); (nombre y apellido) a*
a
EP. Psicología, Facultad Ciencia de la Salud, Universidad Peruana Unión.

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Las generaciones pasadas influyen en las generaciones actuales, el uso del tabaco causa un daño incalculable a
los niños y jóvenes, algunas de ellas son: incapacidad mental, la debilidad física, las perturbaciones nerviosas y
estos deseos antinaturales se heredan a las generaciones venideras. Además de eso los padres heredan
hermosos rasgos de carácter y estos deberían ser fortalecidos y desarrollados, mientras que las tendencias
hacia el mal deberían ser cuidadosamente vigiladas y reprimidas. Los padres deben dedicarle tiempo y palabras
bonitas por la buena conducta de sus hijos. Algunos recibimos herencias contaminadas como el temperamento
irritable.

La comunión que tenemos con Dios es como “un tejido firme” que puede evitar las tendencias hacia el mal
heredado y cultivado, ya que los que creen verdaderamente en Jesús, tienen esa fe que purifica el alma de
todas sus imperfecciones hereditarias y cultivadas. Debemos comprender que el cristiano no debe ser esclavo
de ninguna tendencia, es por eso que los ángeles están siempre presentes donde más se los necesita. Están
junto a los que deben librar las batallas más recias, junto a los que tienen que luchar contra las inclinaciones y
tendencias hereditarias, junto a los seres cuyos hogares son de mal ambiente. Sabemos que vendrán
tentaciones; pero si estamos contra el enemigo, si mantenemos el dominio propio y la pureza, los espíritus
seductores no tendrán influencia sobre nosotros.

Muchos padres se preocupan más por brindar lo material a sus hijos sin importarles lo indispensable que es el
afecto, el cariño y sobre todo el tiempo que deben ofrecerles; es así como muchos niños y jóvenes prefieren
educarse en la calle antes que una escuela para juntarse con malas amistades, la tentación de Satanás es
inmensa y obtiene el control de ellos. La gente debería preocuparse por mantener una buena imagen ante los
ojos de los hombres para no se criticados y ante los ojos de Dios para no ser juzgados aquí en la tierra como en
el cielo; la buena imagen proviene de una buena formación desde la infancia, si los niños tienen una buena
formación moral y espiritual podrán contar con una mente equilibrada que también ayudara a la formación de
su carácter e incluso se podría decir del destino de su vida.

El aprendizaje de un niño para su formación, en los primeros siete años es más esencial que los años venideros.
Las mejores enseñanzas que se deja en un niño entre esta edad, sus resultados se verán en los años próximos.
Sin embargo, durante la infancia se debería de ayudar a cultivar su desarrollo físico antes que su intelecto,
cuando la educación sea buena dejemos que estos puedan sentirse libres de aprender de la naturaleza, solo los
padres deben ser los maestros en esta edad. El primer hijo siempre influencia a los demás, entonces se le debe
de prestar mayor atención y cuidado especial al primero, pero seamos cuidadosos pues los niños son diferentes
en algún contexto. Al centrarnos en la educación de los niños también velemos por nuestra vida, pues la
influencia es directa del padre hacia los niños. Y cuando una conducta es modelada por un niño, mientras más
actos repetidos, esta se convierte en un habito. El propósito de educar niños es el camino a responder la
pregunta, ¿Qué tipo de personas le ofrecerás al mundo?