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 CONTEXTO

 ESTRATEGIA
 RESULTADOS

 Chile ha sido una de las economías latinoamericanas que más


rápido creció en las últimas décadas debido a un marco
macroeconómico sólido que le ha permitido amortiguar los efectos
de un contexto internacional volátil y reducir la pobreza (USD5.5
por día) de 30% en 2000 a 6.4% en 2017.

Después de haber crecido un 4.0% en 2018, el crecimiento del


PIB cayó a 1.8% en la primera mitad del 2019 a causa de un
contexto externo desafiante, condiciones climáticas adversas y el
retraso en algunas reformas del Gobierno.

El déficit de la cuenta corriente aumentó de 0.9% del PIB en el


primer semestre de 2018, a 1.3% en el mismo período de 2019.
Las reservas internacionales, sin embargo, se mantuvieron
estables debido a que el déficit en cuenta corriente fue financiado
por deuda externa (pública y privada) y, en menor medida, por
inversión extranjera directa.

El déficit del gobierno central a doce meses se mantuvo en torno


al 1.7% del PIB en la primera mitad del 2019 ya que los menores
ingresos del cobre fueron compensados por la desaceleración de
los gastos corrientes y la contracción de las transferencias de
capital.

Empero, dada la reciente desaceleración, las autoridades han


cambiado la orientación de su política macroeconómica para
promover un mayor crecimiento mediante una mayor inversión
pública y la reducción de la tasa de interés de política monetaria.

Las autoridades también están buscando los consensos sobre la


agenda de reformas para enfrentar algunos desafíos de mediano
plazo. La consolidación fiscal prevista a mediano plazo será
fundamental para estabilizar la deuda y consolidar la confianza.
Los esfuerzos de las autoridades para racionalizar el sistema
tributario, facilitar la movilidad laboral, reducir la burocracia,
mejorar el sistema de pensiones y fortalecer el sistema financiero
también serán cruciales para promover un mayor crecimiento.

Además, impulsar la innovación, mejorar el vínculo entre la


educación y el mercado laboral, y promover la participación laboral
femenina son imperativos para mejorar las perspectivas a largo
plazo. En el frente social, mejorar la calidad de los servicios de
salud y educación y reducir barreras para el acceso a las políticas
sociales bien orientadas será clave para reducir la pobreza
remanente y consolidar la clase media.
 ONTEXTO
 ESTRATEGIA
 RESULTADOS

 El apoyo del Grupo Banco Mundial en Chile incluye actividades


del Banco Mundial, la Corporación Financiera Internacional (IFC,
por sus siglas en inglés) y la Agencia Multilateral de Inversiones
(MIGA). El Diagnóstico Sistemático de País de 2017 ha permitido
identificar prioridades para abordar las limitaciones que impiden
lograr un crecimiento sólido, equitativo y sostenible en Chile,
mejorando tanto la equidad como la productividad.

Impulsar la innovación, mejorar el vínculo entre la educación y el


mercado laboral, y promover la participación laboral femenina son
imperativos para mejorar las perspectivas a largo plazo. En el
frente social, mejorar la calidad de los servicios de salud y
educación y reducir barreras para el acceso a las políticas
sociales bien orientadas es clave para reducir la pobreza
remanente y consolidar la clase media. En el ámbito de la
sostenibilidad, es imperativo mitigar el impacto de desastres
naturales y eventos meteorológicos, enfrentar la crisis climática -
ante la cual Chile presenta altos riesgos de vulnerabilidad- y
proteger fauna y biodiversidad.

El Banco Mundial implementa un programa de asistencia


financiera y técnica reembolsable con un fuerte impacto en el
desarrollo. En los últimos cuatro años, completó por esta última
vía más de 30 estudios en las áreas de Educación Superior,
Salud, Sistema de Protección Social, Desarrollo Institucional,
Agua, Concesiones, Innovación, Desarrollo Territorial y
Subnacional. La asistencia financiera se enfoca a un proyecto de
US$50 millones para el fortalecimiento de las universidades
estatales de Chile. Adicionalmente, el Banco Mundial se encuentra
apoyando a la Alianza del Pacifico en el desarrollo de
instrumentos de protección financiera ante catástrofes naturales
que, en su primera versión, constituyó un Bono Catastrófico que
cubre el riesgo de terremotos, aportando una cobertura a Chile de
US$500 millones. En la actualidad, se perfila un segundo Bono
para cubrir el riesgo ante fenómenos hidrometeorológicos.
Finalmente, el Banco Mundial apoya la agenda de Cambio
Climático en áreas como Bosques, Manejo Sustentable de la
Tierra y Energía Geotérmica, a través de la canalización de
recursos de fondos de donantes por US$19.6 millones.

IFC administra una cartera de proyectos de US$660 millones con


recursos propios en Chile y un adicional de US$160 millones en
movilización. La mayor parte del portafolio comprometido está en
el sector financiero (62%) y energía renovable (32%), con
proyectos adicionales en agronegocios y servicios (5%). En
financiamiento de corto plazo, IFC tiene comprometidos US$ 2
millones.

En diciembre de 2017, Grupo Banco Mundial (GBM) afianzó su


compromiso de asistencia con Chile inaugurando su primera
oficina en Santiago, desde la cual se ha logrado fortalecer el
diálogo con el Estado también a través de alianzas para apoyar
eventos internacionales para mostrar experiencias exitosas de
políticas públicas.

El Banco Mundial está respaldando APEC19 y el Seminario de


Alto Nivel sobre el Financiamiento de Riesgo de Desastres, que se
realizará en el marco de las reuniones de ministros de Finanzas;
el Foro de Inversionistas, que pondrá al país en el centro de las
conversaciones sobre inversiones sostenibles entre los líderes de
empresas y bancos más grandes del mundo; la Alianza del
Pacifico, en la que apoyamos iniciativas en Pymes, Finanzas
Climáticas e Infraestructura (grupos técnicos); y COP25, en la
que se dará el puntapié inicial de la Presidencia de Chile para
2020 liderando la agenda climática que ha sido permanentemente
apoyada por el Banco Mundial en varios aspectos.

Última actualización: Oct 16, 2019

Violentas manifestaciones
Qué pasa en Chile: las claves
para entender el conflicto
Las protestas estallaron por el incremento del boleto de Subte.
Pero en realidad, y a pesar del buen nivel económico chileno,
hay un malestar más profundo por la desigualdad y el costo de
los servicios y la salud para los sectores más pobres.
Por qué el malestar social

La crisis en Santiago de Chile estalló con la suba del precio


del subte. Si bien no fue significativa, de sólo el 3,75%, la
situación se da en un contexto de malestar social.

Incluso, la masiva protesta tomó por sorpresa al gobierno de


Piñera, que sólo días antes había afirmado que Chile era una
especie de "oasis" en la región, por su estabilidad política y
económica.
En un sentido tiene razón ya que el ingreso per cápita es el más
alto de América Latina -más de 20.000 dólares-, el crecimiento
económico estimado para este año es de 2,5% del PBI (por
encima del promedio regional) y la inflación bajo el rango meta
(2%).

El malestar en la sociedad chilena, especialmente de los sectores


de bajos ingresos, tiene origen en las sucesivas alzas en
los costos de la salud y la electricidad, las bajas
jubilaciones y una crónica y altísima desigualdad social.

En este escenario, el aumento en el valor del pasaje de


subte en horario pico encendió la llama en una sociedad. Está
encabezada por los estudiantes secundarios y universitarios,
que históricamente se manifiestan en contra de los gobiernos de
centroderecha, como el de Piñera.

La medida que impactó negativamente


El pasado 6 de octubre, el Metro de Santiago, una empresa
privada en cuya propiedad participa el Estado
chileno, aumentó en 30 pesos el precio del ticket en hora
pico, hasta ubicarlo en 830 pesos (unos 1,2 dólares).

El precio lo fija el llamado Panel de Expertos con base en varios


indicadores, como la inflación, el costo de los suministros para
su operación y el tipo cambio, entre otros, y es aprobado por el
Ministerio de Transportes.

Cómo fue el inicio de la protesta

En protesta por la subida del boleto del metro, el lunes pasado


cientos de estudiantes secundarios y universitarios se
organizaron para entrar masivamente al subte sin pagar.
Además, levantaron las mamparas de cobro para que los
pasajeros ingresasen a los andenes gratuitamente.
Destrozos en una de las estaciones de subte. (AFP)
La policía intentó sacarlos, lo derivó en enfrentamientos.
Los tumultos se repitieron los días sucesivos, con incidentes,
destrozos de mobiliario y enfrentamientos con los agentes de
Carabineros.

Colapso en Santiago

Este viernes, en el quinto día de protestas en varias estaciones


del metro, los disturbios fueron en aumento, motivando que el
Metro de Santiago, que transportan diariamente casi 3
millones de personas, decretara el cierre de todas las
estaciones, lo que produjo el colapso del tránsito, con atasco de
vehículos, autobuses sobrepasados por la demanda de viajeros y
peatones sin locomoción caminando en masa por las calles.

Estudiantes cortan una de las avenidas en Santiago. (EFE)

La respuesta del Gobierno

El Poder Ejecutivo chileno invocó ley de seguridad del Estado,


una legislación que regula los delitos contra la seguridad
interior del país y que endurece las penas para aquellos que
resulten culpables de los desórdenes y disturbios.
Policías detienen a manifestantes durante una de las manifestaciones, (EFe)

Esto encendió aún más las protestas

Las manifestaciones callejeras se radicalizaron en algunos


puntos de la ciudad y grupos violentos tomaron el protagonismo
con enfrentamientos directos con los Carabineros,
barricadas, saqueos en comercios, la quema y destrozo de varias
estaciones de metro, de autobuses y de mobiliario urbano, e
incluso incendiando la sede de la eléctrica Enel.

Estado de emergencia
El recrudecimiento de los disturbios determinó que el
presidente de país, Sebastián Piñera, ya en la madrugada de este
sábado, decretase el estado de emergencia para gran parte de
Santiago de Chile, lo que supone confiar a un mando militar la
seguridad de la zona e implica una restricción la libertad de
locomoción y reunión por un plazo 15 días.

Así, el presidente nombró al general de división Javier Iturriaga


del Campo como jefe de la Defensa Nacional para controlar la
situación.

Militares toman el control de Santiago

El militar designado al mando de la seguridad de la capital


chilena desplegó a 500 militares para controlar los 16 ejes más
importantes de la ciudad y patrullar las zonas conflictivas.

A partir de las 3 de la madrugada no se registraron situaciones


violentas de importancia, pero a partir de media mañana
comenzaron a producirse cacerolazos y
manifestaciones ciudadanas que dan cuenta de malestar
ciudadano.
Militares fueron desplegados en Santiago. (EFE)

Primer balance

El reporte inicial de los disturbios del viernes fue de 308


detenidos y 167 personas heridas, de las que 11 son civiles
y el resto agentes de Carabineros, cinco de ellos en estado de
gravedad. Asimismo, 41 de las casi 140 estaciones del Metro de
Santiago y 16 autobuses urbanos fueron quemados o
siniestrados.

Discusión política
La situación ha encontrado su reflejo también en el debate
político. Desde la oposición, el Frente Amplio criticó que las
autoridades no vean que el problema de fondo no es el precio
del metro, sino la inequidad del país y una sociedad injusta, por
lo que defendió el derecho de protesta de las personas y exigió al
Gobierno "detener la represión".

Desde el Gobierno se criticó esta actitud de "irresponsable".

Perspectivas para la semana próxima

Con la continuación de las protestas este sábado, la declaración


del estado de emergencia y la red de metro cerrada, en
principio hasta este próximo lunes, las autoridades estudian
suspender las clases el lunes y el martes próximos en
precaución para evitar posibles altercados de grandes
dimensiones y tratar de reducir en lo posible un potencial nuevo
colapso de la ciudad por falta de locomoción.

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