Ampliación de la frontera agrícola en zonas de bosque primario

Eslogan: Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones

Las comunidades indígenas poseen una gran variedad de recursos naturales, dentro de los
cuales se encuentran los bosques, representando un patrimonio natural y cultural
invaluable.
Para el municipio de Inzá, las áreas de comunidades indígenas como por ejemplo el
resguardo de Tumbichucue mantienen una amplia distribución de bosque nativo ocupando
un área de 32.006,89 hectáreas correspondientes al 36.55% del territorio municipal.
En el resguardo las familias cuentan con espacios para la agricultura, la ganadería y para el
aprovechamiento forestal en la frontera con el bosque primario y secundario nativo de la
región.
A lo largo de los años las comunidades crecen generando necesidades que tienen que ser
cubiertas, al ser tradiciones culturales dependientes de la siembra y la crianza de animales,
y al no tener para donde emigrar, ven en la tala y avance sobre el bosque una posibilidad
para garantizar su supervivencia.
Existen básicamente dos tipos de facciones dentro de la comunidad, los conservacionistas
que manejan el discurso de protección de la madre tierra haciendo un uso tradicional con
enfoque sostenible de los recursos que ofrece el bosque y los evolucionistas que ven el
bosque como un recurso inagotable y desarrollan poco interés por enfoques holísticos de
relacionamiento con la naturaleza.
Al ser inevitables las presiones antrópicas sobre los bosques es necesario establecer una
propuesta de educación ambiental comunitaria a partir de los saberes propios del pueblo
como la rocería rotativa con largos periodos de descanso entre 10 y 15 años; la protección
de ojos de agua bajo el cuidado de los “espíritus de la naturaleza” y las cosechas y
extracción de productos forestales no maderables según calendarios propios.
Sumado a estos saberes se presentan los enfoques innovadores de la restauración
ecológica, la formación de dinamizadores ambientales, la disminución de la demanda de
leña usando estufas ahorradoras, entre otros. Uniendo estos conocimientos se pueden
alcanzar experiencias exitosas sustentables de manejo de los recursos forestales.
Los posibles resultados de estas propuestas desencadenan hechos de interés para el
mantenimiento de los bosques y de las condiciones de vida dignas para las comunidades. Se
protege el suelo, se recargan los mantos acuíferos y se conserva la biodiversidad. En otras
palabras se conservan muchos mundos dentro de este mundo, premisa espiritual de las
tradiciones indígenas de américa latina.