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Departamento de Metal-Mecánica
CW8 - Grupo 1
Semestre: 9°
Minatitlán, Veracruz
Noviembre 2019
Unidad 3. Métodos de auditoria
energética
Subtemas:
3.1 Estrategias para la administración de la energía.
3.2 Análisis de los consumos energéticos.
3.3 Planeación y formulación de un programa de uso racional de la energía.
3.4 Control de la gestión energética.
3.5 Metodología general para el diagnóstico energético.
3.6 Manejo de la información
Reducir los efectos nocivos al ambiente, como: lluvia ácida, calentamiento global,
degradamiento de la capa de ozono etc…
Ayudar a una seguridad energética.
Mejorar la competitividad.
Gas natural en el mundo
Tarifas eléctricas
0.80
Factor de carga = 0.6
pesos/kWh
0.70
0.47
0.60 0.74
0.50
0.40
May-00
May-01
May-02
May-03
Ene-00
Sep-00
Ene-01
Sep-01
Ene-02
Sep-02
Ene-03
Sep-03
Ene-04
Los consumos energéticos suponen un 2,3% sobre el total de gastos de explotación para
el conjunto de empresas con 20 o más personas ocupadas. Destacan la agrupación de
productos minerales no metálicos, en la que llega a suponer un 7,5% y la de papel,
edición, artes gráficas y reproducción de soportes grabados con un 3,7%.
La electricidad es mayoritaria en todas las actividades salvo en la industria química y en la
de productos minerales no metálicos, en las que el mayor consumo corresponde al gas.
Los productos petrolíferos destacan por su importancia en extractivas y del petróleo;
madera y corcho; maquinaria y equipo mecánico; e industrias manufactureras diversas.
Por su parte, la industria de productos minerales no metálicos tiene un consumo
significativo del carbón y sus derivados.
3.3. Planeación y formulación de un programa de uso racional de la energía
La eficiencia energética como referente para el funcionamiento del sistema energético es
de vital importancia para el proceso de desarrollo en la medida en que las políticas y
medidas orientadas a su implementación permitan la satisfacción de los requerimientos de
la sociedad a un menor costo económico, energético y ambiental posible.
Se entiende por sistema energético a las diversas fuentes de energía que sean estas
primarias o secundarias; a las empresas que participan en la exploración, explotación,
transformación, transporte y uso de estas; a las tecnologías; a los organismos reguladores
e instituciones encargadas de diseñar y aplicar la reglamentación y las normas legales
vigentes asi como su fiscalización y finalmente, a los consumidores grandes y pequeños
situados al extremo de la cadena de producción de energía.
Energía primaria
Se denomina energía primaria a los recursos naturales disponibles en forma directa o
indirecta para su uso energético. Se consideran seis productos primarios: petróleo crudo,
gas natural, carbón, hidroelectricidad, leña, y otros subproductos de la leña y biogás.
Energía secundaria
Se denomina energía secundaria al conjunto de los productos energéticos disponibles en
forma apta para su consumo final. Se consideran 19 productos secundarios: petróleos
combustibles, petróleo diésel, gasolina 93 s/p, gasolina 93 c/p, kerosene, gas licuado,
gasolina de aviación, kerosene de aviación, nafta, gas de refinería, electricidad, carbón,
coque, alquitrán, gas corriente, gas de altos hornos, gas natural, metanol, leña, y otros
sub productos de la leña.
El sistema energético está estructurado a partir de un conjunto de fuentes energéticas
primarias en concurrencia entre sí, cuya participación depende de la evolución de los
procesos de sustitución entre ellas, de su disponibilidad en la naturaleza, de su carácter
renovable o no, del conocimiento que de ellas se tiene, del desarrollo tecnológico y de la
evolución de los costos y precios de cada una, para satisfacer las crecientes demandas
sociales y productivas.
Fuentes de energía no renovable
Son recursos de composición inorgánica que se formaron en procesos naturales
complejos y largos. Los más conocidos son los combustibles fósiles, como el carbón y los
hidrocarburos, y otros minerales, como el uranio. Se consideran no renovables por que a
medida que se utilizan, disminuye su volumen y no es posible recomponerlo con la acción
humana o en procesos naturales que duren menos que los tiempos geológicos para que
puedan ser utilizados por las personas
Fuentes de energía autorrenovables
Son elementos de la naturaleza que se renuevan permanentemente mediante procesos
naturales. Por ejemplo, la radiación solar (energía solar), los vientos (energía eólica), el
movimiento del agua en la corriente de un rio (energía hidráulica), o en las mareas
(energía mareomotriz), el calor del interior de la tierra (energía geotérmica). Estas fuentes
son consideradas autorrenovables por que el uso continuo por parte de las actividades
humanas no produce su agotamiento.
Fuentes de energía renovables
Son los recursos naturales de composición orgánica, tanto como vegetales como
animales, que pueden ser renovados y acrecentados por la acción humana. Tal es el caso
de biomasa, que es la cantidad de materia orgánica que constituye a los seres vivos; por
ejemplo, la biomasa que forma un bosque puede ser renovada mediante la forestación.
Las fuentes renovables de energía pueden dividirse en 2 categorías energías no
contaminantes o limpias y energías contaminantes. Estas últimas tienen el mismo
problema que la energía producida por combustibles fósiles, en la combustión emiten
dióxido de carbono, gas efecto invernadero, y a menudo son aún más contaminantes
puesto que la combustión no es tan limpia, emitiendo hollines y otras partículas sólidas.
DIAGNÓSTICOS ENERGÉTICOS.
El ahorro de la energía en todas sus manifestaciones, en los últimos años ha jugado un
papel de suma importancia dentro del desarrollo de la humanidad. Sin embargo, en
Centro América los índices energéticos (producción entre unidad de energía), siguen
siendo altos comparados contra los respectivos valores de los países altamente
industrializados, el mejorar estos índices depende de aprovechar al máximo la energía
que se requiere en los procesos de producción. Probablemente la parte de mayor
relevancia para el ahorro de energía sea el diagnóstico energético, puesto que de la
certeza y atención en que sea desarrollado dependerá en gran medida el éxito de las
acciones que posteriormente sean emprendidas. Por el contrario, el pretender ahorrar
energía sin haber pasado antes por un diagnóstico energético suele llevar a estrepitosos
fracasos. En este capítulo serán proporcionados los elementos necesarios para
desarrollar diagnósticos energéticos en instalaciones diversas.
Los objetivos son:
Costo del diagnóstico energético, así como por quién fue realizado, por la Instalación o
por un consultor