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BACTERIAS GRAMPOSITIVAS

Aquellas bacterias que se tiñen de azul oscuro o violeta por la tinción de Gram. Una bacteria
grampositiva posee una pared celular gruesa que consta de varias capas y está formada
principalmente por peptidoglucano (150 a 500 A) que rodea la membrana citoplasmica, ácido
teitoico y ácido lipoteicoico.

 El peptidoglucano
Es un exoesqueleto en forma de malla con una función semejante a la del exoesqueleto
de los insectos. Sin embargo, y a diferencia de esta última estructura, el peptidoglucano
de la célula es lo suficientemente poroso como para permitir la difusión de los
metabolitos a la membrana plasmática. El peptidoglucano es un elemento clave para la
estructura, la replicación y la supervivencia de la célula en las condiciones normalmente
hostiles en las que proliferan las bacterias. El peptidoglucano puede degradarse
mediante el tratamiento con lisozima.
La lisozima es una enzima presente en la mucosidad y las lágrimas del ser humano que
también producen las bacterias y otros microorganismos. Esta enzima es capaz de
desdoblar el esqueleto de glucano del peptidoglucano. Sin el peptidoglucano, la bacteria
sucumbe a las grandes diferencias de presión osmótica existentes a uno y a otro lado de
la membrana citoplasmica y experimenta un fenómeno de lisis. La eliminación de la
pared celular produce un protoplasto, el cual experimenta un proceso de lisis a no ser
que se estabilice osmóticamente.
La célula grampositiva puede poseer también otros componentes, como las proteínas,
los ácidos teicoicos y lipoteicoicos, y polisacáridos complejos (generalmente
denominados polisacáridos C). La proteína M de los estreptococos y la proteína R de los
estafilococos se asocian al peptidoglucano.
 Los ácidos teicoicos
Son unos polímeros hidrosolubles de fosfatos de poliol que están unidos al
peptidoglucano mediante enlaces covalentes y son fundamentales para la viabilidad
celular. Los ácidos teicoicos constituyen unos señalados factores de virulencia.
 Los ácidos lipoteicoicos
Poseen un ácido graso y se encuentran unidos a la membrana citoplasmica. Estas
moléculas son antígenos de superficie frecuentes que diferencian los serotipos
bacterianos y favorecen la fijación a otras bacterias y a receptores específicos
localizados en la superficie de las células de los mamíferos (adherencia). Los ácidos
lipoteicoicos son expulsados hacia el medio circundante y al medio intercelular del
organismo hospedador y, aunque débiles, son capaces de desencadenar respuestas
inmunitarias del hospedador semejantes a las de las endotoxinas.

BACTERIAS GRAMNEGATIVAS

Las paredes celulares gramnegativas son más complejas (tanto desde el punto de vista
estructural como químico) que las de las células grampositivas. Desde el punto de vista
estructural, una pared celular gramnegativo contiene dos capas situadas en el exterior de la
membrana citoplasmica. Inmediatamente por fuera de la membrana citoplasmica:

 El espacio periplásmico
Es la zona comprendida entre la superficie externa de la membrana citoplasmica y la
superficie interna de la membrana externa se conoce como. Este espacio es un
compartimento que contiene diversas enzimas hidrolíticas importantes para la
degradación y metabolización por la célula de las macromoléculas de gran tamaño.
Habitualmente, estas enzimas son proteasas, fosfatasas, lipasas, nucleasas y enzimas
metabolizadoras de carbohidratos. En el caso de las especies bacterianas gramnegativas
patógenas, muchos de los factores de virulencia líticos (p. ej., colagenasas,
hialuronidasas, proteasas y b-lactamasa) se encuentran en el espacio periplasmico.
Una delgada capa de peptidoglucano que representa tan solo entre un 5% y un 10% del
peso de la pared celular. Además, la pared celular gramnegativo no contiene ácidos
teicoicos ni lipoteicoicos.

 La membrana externa
Se halla en la parte externa de la capa de peptidoglucano, la cual es exclusiva de las
bacterias gramnegativas.

La membrana externa forma una especie de saco de lona rígido alrededor de la bacteria.
La membrana externa mantiene la estructura bacteriana y constituye una barrera
impermeable a moléculas de gran tamaño (p. ej., proteínas como la lisozima) y
moléculas hidrófobas (p. ej., algunos antimicrobianos). También ofrece protección
frente a condiciones ambientales adversas (p. ej., el sistema digestivo del organismo
hospedador, un factor importante en los microorganismos de Enterobacteriaceae). La
membrana externa posee una configuración asimétrica y es una bicapa lipídica que
difiere de cualquier otra membrana biológica.

 La zona interna de esta membrana externa contiene los fosfolípidos que


normalmente aparecen en las membranas bacterianas.
 la zona externa está formada fundamentalmente por lipopolisacárido (LPS).
Con excepción de las moléculas de LPS presentes en el proceso de síntesis, la
zona externa de la membrana externa es la única localización donde aparecen
moléculas de LPS.

El LPS también es conocido como endotoxina y constituye un potente


estimulador de las respuestas inmunitarias. Los LPS se desprenden de la bacteria
hacia el medio de cultivo y el hospedador. Los LPS activan los linfocitos B e
inducen la liberación de interleucina 1, interleucina 6, factor de necrosis tumoral
y otros factores por parte de los macrófagos, las células dendríticas y otras
células. Los LPS ocasionan fiebre y pueden provocar shock. La reacción de
Schwartzman (coagulación intravascular diseminada) tiene lugar tras la
liberación de grandes cantidades de endotoxinas a la circulacion. Las bacterias
de tipo Neisseria liberan grandes cantidades de una molécula relacionada, el
lipooligosacárido (LOS), lo que determina fiebre y síntomas graves.

Aunque la gama de proteínas presentes en las membranas externas de los


gramnegativos es limitada, algunas de ellas se encuentran a una concentración elevada,
con lo que el contenido proteico total es superior al que existe en la membrana
citoplasmica. Muchas de estas proteínas atraviesan toda la bicapa lipídica, por lo que se
habla de proteínas transmembranarias. Un grupo de ellas recibe el nombre de porinas
puesto que forman poros que permiten la difusión a través de la membrana de
moléculas hidrófilas de menos de 700 Da de peso. El canal de la porrina permite el paso
de metabolitos y antimicrobianos hidrófilos de pequeño tamaño. Igualmente, la
membrana externa contiene proteínas estructurales y moléculas receptoras para los
bacteriófagos y otros ligandos y componentes del sistema de transporte y secreción.
La membrana externa se conecta a la membrana citoplasmica a través de unas zonas de
adhesión y, por otra parte, se une al peptidoglucano por medio de una lipoproteína. Esta
lipoproteína se une al peptidoglucano por un enlace covalente y también se ancla a la
membrana externa. Las zonas de adhesión proporcionan una vía membranosa para el
paso de los componentes recién sintetizados de la membrana externa hacia esta.

La membrana externa se mantiene mediante enlaces catiónicos divalentes (Mg+2 y


Ca+2) formados entre los fosfatos de las moléculas de LPS y por interacciones hidrófobas
entre el LPS y las proteínas existentes. Estas interacciones producen una membrana
rígida y fuerte que puede verse afectada por la acción de antibióticos (p. ej., polimixina)
o mediante la eliminación de los iones de magnesio y calcio (quelacion con ácido
etilendiamino-tetraacetico [EDTA] o tetraciclina). La alteración de la membrana externa
debilita a la bacteria y favorece el paso de moléculas hidrófobas de gran tamaño. La
adición de lisozima a células con una membrana externa alterada produce unos
esferoplastos que, al igual que los protoplastos, son sensibles a los cambios osmóticos.

La pared celular de los gramnegativos está atravesada también por distintos sistemas de
transporte, que incluyen los dispositivos de secreción de tipos I, II, III, IV y V. Estos sistemas de
transporte aportan mecanismos para la captación y liberación de distintos metabolitos y otros
compuestos. La producción de dispositivos de secreción puede ser inducida durante la infección
y contribuir a la virulencia del microbio al transportar moléculas que facilitan la adherencia
bacteriana o la proliferación intracelular. El dispositivo de secreción III es un factor de virulencia
fundamental en algunas bacterias con una estructura compleja que cruza las membranas interna
y externa y puede actuar a modo de jeringa para inyectar proteínas dentro de otras células.
Estructuras externas

 CAPSULAS:
 Algunas bacterias (grampositivas o gramnegativas) se encuentran rodeadas por unas
capas laxas de proteínas o polisacáridos denominadas cápsulas. En los casos en que
la adhesión es muy débil y el grosor o la densidad no son uniformes, se habla de capa
de limo (slime layer).
 Las capsulas y la capa de limo se conoce también como glucocálix. Una excepción a
esta regla es Bacillus anthracis, que produce una capsula polipeptidica. Aunque las
capsulas y las capas de limo son innecesarias para el crecimiento de las bacterias,
revisten una gran importancia para su supervivencia en el organismo hospedador.
 La cápsula es poco antigénica y es antifagocítica; además, constituye un factor de
virulencia significativo (p. ej., Streptococcus pneumoniae). La capsula puede actuar
también como barrera frente a moleculas hidrofobas toxicas (p. ej., detergentes), así
como facilitar la adherencia a otras bacterias o a las superficies de los tejidos del
hospedador.
 En el caso de Streptococcus mutans, las capsulas de dextrano y levano posibilitan su
fijación y adhesión al esmalte dental. Durante el cultivo in vitro pueden aparecer
cepas bacterianas que carecen de una capsula en ausencia de la presión del
organismo hospedador y son, por tanto, menos virulentas. Algunas bacterias (p. ej.,
Pseudomonas aeruginosa, S. aureus) producen una biopelícula polisacarida cuando
hay un número suficiente de bacterias (quorum) y en determinadas condiciones que
favorece el crecimiento, con lo que se establece una comunidad bacteriana y protege
a sus miembros de la acción de los antibióticos y las defensas del organismo
hospedador. Otra biopelicula es la placa dental causada por S. mutans.

 LOS FLAGELOS:
Son unos propulsores en forma de cuerda que están formados por unas subunidades
proteicas enrolladas helicoidalmente (flagelina); asimismo, se unen a las membranas de
las bacterias mediante unas estructuras (gancho y cuerpo basal) y se impulsan por el
potencial de membrana. Las especies bacterianas pueden tener uno o varios flagelos en
su superficie, los cuales pueden anclarse en diferentes partes de la célula. Los flagelos
están compuestos de un motor de proteínas activado por adenosina trifosfato (ATP)
conectado con un propulsor en forma de látigo compuesto de múltiples subunidades de
flagelina. Los flagelos proporcionan motilidad a las bacterias y permiten que la célula se
dirija hacia los nutrientes y evite las sustancias toxicas (quimiotaxis).

Este periodo de desplazamiento aumenta a medida que se incrementa la concentración


de la sustancia quimioatrayente. La dirección del giro flagelar determina si las bacterias
continúan nadando o bien giran. Los flagelos portan también factores antigénicos y
determinantes de la cepa bacteriana y constituyen un ligando para el receptor de tipo
toll 5 para activar las protecciones innatas del hospedador.

 LAS FIMBRIAS (PILI)

Son unas estructuras piliformes que se localizan en la parte externa de las bacterias y
están formadas por unas subunidades proteicas (pilina). Las fimbrias se diferencian
morfológicamente de los flagelos por su menor diámetro (3-8 nm frente a 15-20 nm) y
carecer de una estructura helicoidal. Por regla general, a lo largo de toda la superficie
de la célula bacteriana existen varios centenares de fimbrias dispuestas de forma
uniforme. Su tamaño puede ser de hasta 15-20 mm o muchas veces el tamaño de la
célula.

Las fimbrias favorecen la adhesión a otras bacterias o al organismo hospedador (sus


nombres alternativos son adhesinas, lectinas, evasinas y agresinas). Como factor de
adherencia (adhesina), las fimbrias constituyen un importante determinante de
virulencia en la colonización e infección del aparato urinario por E. coli, al igual que en
la infección por Neisseria gonorrhoeae y otras bacterias.

 Los extremos de las fimbrias pueden contener también unas proteínas (lectinas)
que se fijan a azucares específicos (p. ej., manosa). Los pili F (pili sexuales) se
unen a otras bacterias y configuran una estructura tubuliforme para la
transferencia horizontal de grandes segmentos de los cromosomas bacterianos.
Estos pili están codificados por un plásmido (F).

EXCEPCIONES BACTERIANAS

 Las micobacterias poseen una capa de peptidoglucano (con una estructura ligeramente
distinta), que esta entrelazado y unido mediante un enlace covalente a un polímero de
arabinogalactano, y rodeado de una capa lipídica ceriforme de ácido micolico (ácidos
grasos tipo b-hidroxi con ramificaciones a y de alto peso molecular), factor de agregación
de micobacterias (cord) (glucolipido de trehalosa y dos ácidos micolicos), waxD (glucolipido
de 15 a 20 ácidos micolicos y azúcar) y sulfolipidos. Estas bacterias se definen como ácido-
alcohol resistentes. La capa lipídica es antifagocitica y responsable de la virulencia de estas
bacterias.
 Igualmente, los microorganismos pertenecientes a los géneros Corynebacterium y
Nocardia producen ácidos micolicos. También las clamidias y los micoplasmas carecen de
una pared celular de peptidoglucano y los micoplasmas incorporan en sus membranas
moleculas de esteroides procedentes del organismo hospedador.

ESTRUCTURA Y BIOSÍNTESIS DE LOS PRINCIPALES COMPONENTES DE


LA PARED CELULAR BACTERIANA

Los componentes de la pared celular son estructuras grandes que están formadas por polímeros
de subunidades. Este tipo de estructura facilita su síntesis. Del mismo modo que los astronautas
fabrican en el espacio una estación espacial, las bacterias han de enfrentarse a diversos
problemas durante el proceso de conexión de los componentes de su pared celular. La síntesis
de peptidoglucano, LPS, ácidos teicoicos y la capsula tiene lugar en el exterior de la bacteria en
un espacio alejado de la maquinaria de síntesis y las fuentes de energía del citoplasma situado
en el seno de un ambiente inhóspito. Tanto en el caso de la estación espacial como en las
bacterias, las subunidades y los precursores prefabricados que formaran la estructura final se
ensamblan en el interior en un proceso ≪industrial≫, se unen a una estructura y a continuación
son transportados a la superficie y conectados a la estructura preexistente. En las bacterias, el
transportador molecular semejante a una cinta es un gran fosfolípido hidrófobo denominado
bactoprenol (undecaprenol, [isoprenoide C55]). Para disponer de la potencia necesaria y poder
efectuar las reacciones de conexión que ocurren fuera de la célula, los precursores prefabricados
deben estar también activados por enlaces de alta energía (p. ej., fosfatos) u otros medios. En
las bacterias gramnegativas, los componentes de la membrana externa pueden llegar a esta a
través de las zonas de adhesión.
1. Peptidoglucano (mucopéptido, mureína)

El peptidoglucano es una malla rígida formada por cadenas lineales de polisacáridos (semejantes
a una cerda) que están unidas a través de péptidos. A su vez, el polisacárido se compone de
disacáridos repetidos de N-acetilglucosamina (GlcNAc, NAG) y ácido N-acetilmurámico
(MurNAc, NAM)

Al MurNAc se encuentra unido un tetrapeptido. Este péptido es poco habitual, puesto que
contiene aminoácidos tanto en forma d como en forma l (en la naturaleza normalmente no
existen aminoácidos en forma d) y, además, se produce mediante la acción de enzimas en lugar
de por intervención del ribosoma. Los dos primeros aminoácidos unidos al ácido MurNAc
pueden variar en distintos microorganismos.

Los aminoácidos tipo diamino que figuran en tercera posición son esenciales para el
entrecruzamiento de las cadenas de peptidoglucano. Como ejemplos de aminoácidos tipo
diamino pueden citarse la lisina y los ácidos diaminopimelico y diamino-butírico. El
entrecruzamiento con el péptido se forma entre la amina libre del aminoácido tipo diamino y la
d-alanina situada en la cuarta posición de otra cadena. Las bacterias de la especie S. aureus y
otras bacterias grampositivas introducen un puente (p. ej., glicina pentapeptido) entre estos
aminoácidos con el fin de aumentar la longitud del entrecruzamiento. La forma precursora del
péptido posee una d-alanina adicional que se libera durante la formación del entrecruzamiento.

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