otorgándole un valor numérico o estatus, en función de, el nivel de producción de cada
equipo o instalación, impacto ambiental y de seguridad, y la producción.
El análisis se orienta a través de tormenta de ideas en una reunión de trabajo con un grupo multidisciplinario conformado por la línea supervisora y trabajadores de operaciones y mantenimiento, ingeniería de procesos o infraestructura, ingeniería de confiabilidad y analista de mantenimiento, con la finalidad de unificar criterios y validar la información.
Para realizar el análisis de criticidad se puede usar un método de factores
ponderados, que evalué la severidad o impacto que produce el elemento de estudio sobre su entorno. Esta severidad o impacto es conocido como Consecuencias, las cuales representan una medida o magnitud del impacto causado por elemento de estudio y son evaluadas bajo diversos criterios:
Seguridad: posibilidad de ocurrencia de eventos no deseados con daños a
personas. Ambiente: posibilidad de ocurrencia de eventos no deseados con daños al ambiente. Producción: capacidad que se deja de producir cuando ocurre la falla. Continuidad Operacional: el efecto en el proceso cuando ocurre un evento de falla. Costos (operacionales y de mantenimiento), incluyendo los costos de las fallas. Tiempo promedio para reparar: el tiempo para reparar la falla. Frecuencia de falla: son las veces que falla el nivel taxonómico en evaluación.