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GRADO Y TTE.TRANS.

CARLOS JAVIER ORTEGA DE


NOMBRE: LEON

PROFESOR: M.C. VICTOR BARRERA FIGUEROA

MATERIA: COMUNICACIONES VIA SATELITE

CARACTERISTICAS DE LOS SATELITES


TEMA:
MEXICANOS

29 OCT.
2010
CARACTERISTICAS DE LOS SATELITES MEXICANOS

En 1968, México entró a la era satelital, y millones de


televidentes presenciaron las Olimpiadas que se celebraban
en nuestro país. Lo anterior, fue posible a través del satélite
ATS-3 -propiedad de la NASA y rentado por INTELSAT
(organismo público internacional del que México es miembro)
y los entonces responsables de las telecomunicaciones en el
territorio nacional: la Red Federal de Microondas, la Estación
Terrestre para Comunicaciones Espaciales de Tulancingo (que
sigue funcionando para enlaces con Europa) y la Torre Central
de Telecomunicaciones de la Ciudad de México.

Sistema Morelos

En octubre de 1982, con el fin de unificar las zonas rurales y


urbanas de la nación -y como respaldo a la Red Federal de
Microondas, la cual ya operaba a su máxima capacidad-, el
gobierno mexicano, a través de la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes, tomó la decisión de adquirir su
primer sistema de satélites: el Sistema Morelos, constituido
por los satélites Morelos 1 y 2 y el centro de control satelital
ubicado en Iztapalapa, D.F. El costo del sistema Morelos fue
de 92 millones de dólares.

El primero de estos satélites fue colocado en órbita en junio


de 1985, por el transbordador Discovery de la NASA. En
noviembre del mismo año fue lanzado el Morelos 2. Este es
recordado porque en el transbordador Atlantis, que lo puso en
órbita, viajó como miembro de la tripulación el doctor Rodolfo
Neri Vela, primer mexicano en el espacio.

En ambos casos, se trataba de un satélite modelo HS 376, que


era el más comercial de la época, con una forma cilíndrica,
una longitud de 6.62 m (desplegado) y un peso de 645.5
kilogramos en órbita geoestacionaria.
Pero, ¿por qué se ordenaron dos? Simplemente, por seguridad
y respaldo, para garantizar el servicio. Aun cuando los
satélites se diseñan, integran y prueban para soportar el
riguroso ambiente espacial y el del lanzamiento, siempre
existe un riesgo, aunque muy pequeño. Dada la necesidad de
comunicación y los altos costos de inversión, es necesario
asegurar el éxito de los programas satelitales.

Basta saber que para poder escapar de la gravedad terrestre


y desplazar un peso de más de 500 toneladas de un vehículo
lanzador actual, de las cuales el 90% corresponde a
combustible, 9% a la estructura y componentes y el 1% a la
carga útil, los cohetes deben alcanzar una velocidad mínima
cercana a los 10.5 km/s, lo cual significa un riesgo para la
operatividad (buen funcionamiento) de los satélites.

Adicionalmente, los satélites en órbita, soportan temperaturas


extremas (que oscilan entre -200º C y 180º C) y su órbita es
perturbada entre otras cosas por la presión de radiación solar.
Así mismo, siempre están expuestos a impactos de micro
partículas que están viajando a alta velocidad
(micrometeoritos).

El satélite Morelos 2 tenía una vida de diseño de nueve años,


o sea, hasta 1994; sin embargo, gracias a una estrategia de
minimizar las correcciones de su órbita, se logró alargar su
vida útil hasta el año 2004.

En Junio de 2004 con lo último que le quedaba de


combustible, el Morelos 2 fue sacado de la órbita
geoestacionaria y enviado a una órbita de desecho donde
recibió comandos para apagar todos sus sistemas y quedar de
esta manera completamente desactivado.

Al quedar en desuso, los satélites de Satmex que son


geoestacionarios y operan en una órbita alta (36 000 km de
altura) son alejados un poco de ésta, a fin de que su posición
orbital quede liberada y pueda ser ocupada por el nuevo
satélite.

Cabe señalar que también existen satélites que están en


órbitas bajas (1 000 km o menos). Éstos se eliminan al ser
empujados hacia la Tierra, donde se desintegran por la
fricción con la atmósfera, en un procedimiento controlado, de
tal manera que si hubiera trozos de material, éstos caerían en
zonas donde no representen riesgo a personas o propiedades.
Y hablando de posiciones en la órbita
geoestacionaria, es importante mencionar que la
Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)
es quien las administra a nivel mundial. Los
derechos para obtener dichas posiciones orbitales
no tienen un costo. Sólo se pide al solicitante que
compruebe que el satélite para el cual gestiona la órbita ya
esté en construcción. México cuenta con las posiciones
orbitales 113, 114.9 y 116.8, para servicios fijos por satélite.
México también ha solicitado a la UIT otras posiciones
orbitales para servicios fijos y otras de radiodifusión Directa
(DBS).

Los satélites del Sistema Morelos brindaron servicios de


comunicaciones de televisión, telefonía y datos hacia y desde
cualquier punto de la República Mexicana. Cada uno tenía una
capacidad de manejar el equivalente a 36 canales de
televisión, con cerca de 1 300 Mhz de ancho de banda
utilizable.

Sistema Solidaridad

La demanda de usuarios privados mexicanos siguió creciendo,


básicamente para aplicaciones de redes corporativas de voz y
datos, motivo por el cual el gobierno mexicano adquirió la
segunda generación de satélites: los Solidaridad 1 y 2. El
nombre de estos satélites era indicativo de la forma en que
las telecomunicaciones por satélite podrían lograr la
unificación de zonas urbanas y lugares remotos entre sí y con
el resto del mundo.

Por medio de un cohete Ariane se lanzó el Solidaridad 1, en


noviembre de 1993, pero para agosto del 2000, antes de
cumplir con su vida de diseño, dejó de operar por fallas
eléctricas; siendo un satélite de comunicación, sus problemas
tuvieron un gran impacto en las comunicaciones de nuestro
país. Sus usuarios fueron transferidos al Solidaridad 2 (que
había sido lanzado en octubre de 1994) y Satmex 5.

Los satélites del Sistema Solidaridad también fueron


construidos por la empresa Hughes Aircraft Company
(actualmente Boeing), y costaron mas de 300 millones de
dólares (incluyendo servicios de lanzamiento, adecuación al
centro de control de Iztapalapa, un nuevo centro de control en
Hermosillo, y seguros), un precio elevado, pero que se
justifica, pues debido a que un satélite no puede ser reparado
desde la Tierra, se le instalan piezas electrónicas de reserva
para suplantarlas en caso de avería. Por otro lado, se le
garantiza energía suficiente con una batería hasta estar en la
posición adecuada en órbita y, de esta manera, poder recibir
los comandos terrestres que lo controlen.

Pese a todas estas precauciones y al costo, México protegió


esta inversión asegurándolos en una cifra considerable, que
cubriera cualquier percance.

El sector académico en nuestro país también intervino en esta


carrera espacial, y en 1995 y 1996 la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) lanzó dos satélites UNAMSAT de
órbita polar LEO, ambos con fines experimentales.

Sistema Satmex

Años más tarde, en 1997, el sistema satelital mexicano que


incluía los satélites Morelos 2, Solidaridad 1 y 2 y Satmex 5 en
construcción, así como los centros de control de Iztapalapa y
Hermosillo, se privatizó, constituyéndose la empresa Satélites
Mexicanos (SATMEX), con la participación mayoritaria de
telefónica Autrey y Loral Space and Communications, y una
parte minoritaria del gobierno mexicano. Desde entonces,
SATMEX se encarga de su operación y administración.

En Diciembre de 1998, se puso en órbita el SATMEX 5, con


una potencia eléctrica generada por los paneles solares 10
veces superior a la de los Morelos y tres veces mayor a la de
los Solidaridad.

Sus huellas -es decir, las zonas geográficas cubiertas- difieren,


dependiendo de cualquiera de las opciones de banda que
ofrece.

El SATMEX 6 (con 50.0% más potencia que el SATMEX 5 y


mayor ancho de banda) fue puesto en órbita el 27 de Mayo
del 2006 mediante un cohete ARIANE 5, y llevado hasta su
posición geoestacionaria de 113° longitud Oeste que dejó libre
el Solidaridad 2, mismo que fue reubicado a la posición 114.9°
longitud Oeste . El costo de este satélite fue de 235 millones
de dólares. El satélite está diseñado para tener una vida útil
de 15 años.

Es el satélite de comunicaciones más grande que ha


construido Space Systems Loral (SSL).

Tiene un total de 60 transpondedores de 36 MHz (36 en


banda C y 24 en banda Ku) y es el satélite con mejor
cobertura en el Continente Americano.

La energía eléctrica generada por los paneles solares es de


aproximadamente 12,000 watts (valor referenciado al final de
la vida útil del satélite).

Este satélite ocupa la posición orbital 113.0° W.

Por lo que hace a la diversificación de este tipo de servicio, a


partir del 2001, el gobierno mexicano abrió sus puertas a
operadores extranjeros: PANAMSAT y GE Americom
exigiéndoles que cuenten con centros de control de
comunicaciones en el territorio Mexicano, a fin de que estén
en capacidad de proporcionar una atención oportuna a sus
clientes en México.

Con los satélites podemos obtener servicio permanente u


ocasional de acceso con una fiabilidad mayor de 99.8%, cifra
superior a la estimada para la fibra óptica, para apoyar una
serie de aplicaciones, que en el caso de México consisten
entre otras en:

1.- Conexión a internet.

2.- Telefonía rural y de larga


distancia. El mejor aliado
para enlazar localidades
aisladas.

3.- Televisión y radio.

4.- Educacion a distancia. La


Universidad Virtual del
ITESM o la telesecundaria de
la Red Edusat, por
mencionar algunos.

5.- Redes empresariales y


videoconferencia. Por
ejemplo, en cajeros
automáticos o redes
corporativas.
6.- Telemedicina, primer
programa de salud pública
del mundo, producido por el
ISSSTE.

7.- En el caso de los


Satélites controlados por
SATMEX, las operaciones de
rastreo, telemetría y mando
se llevan a cabo desde el
Centro de Control
Iztapalapa, México, y desde
el de Control Alterno de
Hermosillo, Sonora.

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