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JW BROADCASTING ENERO DE 2019

Bienvenidos al programa de enero de 2019 de JW Broadcasting. El 6 de octubre


de 2018 se llevó a cabo la reunión anual de la Watch Tower Bible and Tract
Society of Pennsylvania. En el programa se presentaron discursos edificantes y
unos informes muy animadores. También hubo entrevistas que fortalecen nuestra
fe, como la que se le hizo al hermano Gerrit Lösch, del Cuerpo Gobernante.
Disfrutemos de la primera parte de la reunión anual del 2018. El título de mi
discurso, que es el de apertura, es “Valoremos nuestro paraíso espiritual”. Es un
tema muy adecuado para una ocasión especial como esta. Déjenme hacerles una
pregunta: ¿Cuándo puso Babilonia la Grande bajo cautiverio espiritual al pueblo
de Dios? Recientemente hemos aprendido que esto sucedió en algún momento
del siglo segundo de nuestra era, después de la muerte del último de los
apóstoles, quienes actuaban como restricción. Algunos cristianos falsos
comenzaron a infiltrarse en la congregación, y así nació el horrendo bebé llamado
Cristiandad. ¿Y cuándo acabó ese cautiverio? Pues, sabemos que fue en 1919, el
año en el que los verdaderos cristianos ungidos fueron liberados y la adoración
verdadera fue restaurada. Como estamos en el 2018, eso quiere decir que el
pueblo de Jehová ha disfrutado de libertad por 99 años, casi 100 años ya. ¿Cuál
ha sido la condición espiritual de este pueblo durante estos casi 100 años? Bueno,
lo cierto es que ha sido cada vez más paradisíaca. Y hoy es como un hermoso
paraíso, tal como el jardín de Edén era un hermosísimo paraíso en sentido físico.
Vamos a compararlos. Analicemos algunas similitudes entre el Paraíso original y
el paraíso espiritual, así veremos que la condición en la que estamos es
paradisíaca. Veamos la primera similitud: El jardín de Edén ocupaba un territorio, o
tierra. Bueno, nuestro paraíso espiritual también. ¿Cuál es ese territorio? “La
Atalaya” del 1 de julio de 1995 dijo que en 1919 Jehová libertó al resto ungido del
cautiverio de Babilonia la Grande. Luego explicó que ese grupo de ungidos llegó a
ser una nación recién nacida. Después preguntó: “¿Qué era la tierra?”. Pues es el
ámbito de actividad que se concedió a la nación recién nacida, un lugar donde las
profecías bíblicas tienen un cumplimiento moderno y espiritual. Es decir, donde los
ungidos realizan sus actividades para adorar a Jehová y cumplen profecías. Ahora
analicemos la segunda semejanza. Tal como el jardín de Edén, nuestro paraíso
espiritual tiene hermosas plantas y árboles. Sabemos que así era en el jardín de
Edén, donde vivían Adán y Eva, pero ¿qué hay de nuestro paraíso espiritual?
¿Quiénes son esas plantas y árboles? Bueno, la Biblia compara al pueblo de
Jehová con plantas y árboles. Leamos lo que dice 1 Corintios 3:9: “Ustedes [el
pueblo de Dios] son campo de Dios bajo cultivo”. O lo que dice Isaías 61:3: “Y se
les tiene que llamar [al pueblo de Dios] árboles grandes de justicia, el plantío de
Jehová”. Al igual que aquellas plantas y árboles del jardín de Edén, estas plantas y
árboles en sentido figurado dan mucho fruto, como el fruto de labios, el fruto del
espíritu... Si miramos al auditorio, vemos por aquí muchas plantas y árboles,
grandes y hermosos; nos alegra que nos acompañen. Ahora veamos una tercera
similitud. Como el jardín de Edén, nuestro paraíso espiritual tiene alimento en
abundancia. Jehová ya lo predijo haciendo un contraste en Isaías 65:13: “¡Miren!
Mis propios siervos comerán, pero ustedes mismos padecerán hambre”. Y, hoy
más que nunca, ese contraste es cada vez más evidente, entre lo que se les sirve
a quienes no adoran a Jehová en “la mesa de demonios” y lo que se nos sirve en
la “mesa de Jehová”. A ellos les dan comida chatarra —sin valor nutritivo,
contaminada— pero ¿verdad que nosotros tenemos un banquete de alimento
espiritual? Disfrutamos de alimento nutritivo y delicioso en las publicaciones, las
reuniones, las asambleas, en jw.org y, recientemente, en JW Broadcasting. “Esto
es JW Broadcasting, desde la central mundial de los testigos de Jehová”. Como
ven, sigo ensayando. Vamos a ver un cuarto parecido: La Biblia nos dice que un
río corría desde el jardín de Edén. Debió de ser un río grande, pues se dividía en
otros cuatro ríos. Seguro que había agua refrescante en abundancia en el jardín
de Edén. Del mismo modo, en nuestro paraíso espiritual tenemos abundante agua
espiritual. Y una vez más Jehová lo predijo haciendo un contraste. En Isaías
65:13, él dijo: “¡Miren! Mis propios siervos beberán, pero ustedes mismos
padecerán sed”. Me recuerda a un joven de África que estaba aprendiendo la
verdad. Esto es lo que dijo en su biografía, que se publicó en “La Atalaya”: “Me
parecía que mi iglesia me había estado dando ‘ácido’ de beber, pero ahora recibía
gratis el agua de la vida”. Agradecía haberse liberado de enseñanzas como la
Trinidad, la adoración de antepasados y otras. Jehová nos hace una invitación en
Revelación 22:17: “‘¡Ven!’. Y cualquiera que tenga sed, venga; cualquiera que
desee, tome gratis el agua de la vida”. Sabemos que el agua representa todo lo
que Jehová ha hecho para que podamos tener vida eterna. Una quinta similitud: Al
igual que el jardín de Edén, el paraíso espiritual es un lugar con muchos animales
inofensivos. ¿Qué significa esto? Veamos lo que dijo “La Atalaya”, o mejor dicho el
libro “Las profecías de Isaías”, sobre un texto que, por cierto, vamos a leer, Isaías
65:25. Allí Jehová predijo que los animales se harían inofensivos; Isaías 65:25: “‘El
lobo y el cordero mismos pacerán como uno solo, y el león comerá paja
justamente como el toro; y en cuanto a la serpiente, su alimento será polvo.
No harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña’, ha dicho Jehová”.
Esto se cumplirá literalmente en el nuevo mundo, pero ahora se está cumpliendo
en sentido figurado o espiritual. Veamos lo que “Las profecías de Isaías” dijo sobre
este versículo: “Los que entran en este [paraíso espiritual] efectúan cambios
notables en su vida”. El libro dice que, con la ayuda del espíritu santo, algunas
personas que se comportaban como fieras hicieron cambios drásticos y pudieron
dominar sus características indeseables. Esa es la explicación de lo que hemos
leído. Y es un placer servir a Jehová junto a ustedes, queridos “ex” lobos, leones,
osos y también algunas serpientes, ¿por qué no? Noten que dije “ex”. En su
condición anterior, no me hubiera gustado encontrármelos en un callejón oscuro, y
seguramente ustedes dirían lo mismo sobre mí si no me hubiera criado en la
verdad. ¡Qué alegría que ahora seamos inofensivos! Veamos ahora una sexta
comparación: Como el jardín de Edén, nuestro paraíso espiritual necesita
cuidados. ¿Diríamos que Jehová le está dando mantenimiento a este paraíso?
Jesús lo aclaró. Vayamos a Juan, capítulo 15; Juan 15:2. Allí Jesús dijo: “Todo
sarmiento en mí que no lleva fruto, él [Jehová] lo quita, y todo el que lleva fruto él
lo limpia, para que lleve más fruto”. Quitar las ramas que no dan fruto y limpiar las
que sí producen para que den más fruto... ¿no es eso dar mantenimiento?
¿Y nosotros? ¿Deberíamos cuidar este jardín? El libro “Organizados para hacer la
voluntad de Jehová” dijo: “Su fe lo ha introducido en un paraíso espiritual. Dado
que se beneficia de dicho paraíso, tiene la responsabilidad de ayudar a
conservarlo”. Luego el libro decía que, si seguimos los consejos bíblicos,
ayudamos a mantener nuestro paraíso espiritual. Analicemos una similitud más, la
séptima: Nuestro paraíso espiritual, al igual que el jardín de Edén, tiene límites.
Veamos lo que dijo la obra “Perspicacia” con respecto al jardín de Edén: “Al
parecer fue una región cerrada, probablemente acotada por barreras naturales”.
También dice que tenía una entrada en su lado oriental, donde Dios colocó unos
querubines para bloquearla. ¿Y cuáles son los límites de nuestro paraíso
espiritual? Veamos algunos ejemplos. En 1 Corintios 5:11 dice que no nos
relacionemos con quienes han sido expulsados. Nos separamos; hay un límite.
Revelación 18:4 dice que salgamos de Babilonia la Grande. Nos separamos; hay
un límite. ¿Qué hay de Juan 17:14? No debemos ser parte del mundo, así como
Jesús no fue parte del mundo. Nos separamos; hay un límite. Llama la atención
que Satanás lograra convencer a Adán y Eva de que salieran de su hogar
paradisíaco. Hoy hace un gran esfuerzo para convencernos a cada uno de
nosotros de que nos salgamos de los límites de nuestro maravilloso paraíso
espiritual. Pero estamos resueltos a no permitir que eso suceda. Ya vimos siete
similitudes, y estoy seguro de que se les ocurren otras; pero, de verdad, la
situación en la que estamos —nuestra condición como pueblo de Jehová— es
paradisíaca. Y la existencia de este paraíso espiritual es prueba de que pronto,
muy pronto, el Paraíso literal se convertirá en una realidad. Ahora continuemos
con nuestro programa. Tendremos la oportunidad de ver el video titulado “Firmes y
valientes en tiempo de pruebas”. El narrador será el hermano Rick Ford, quien
sirve como superintendente del Departamento de Museos de la central mundial,
en Warwick. Les va a gustar mucho. El hermano Ford les va a hablar sobre un
lugar que van a querer visitar. Miren las pantallas, por favor. “Firmes y valientes en
tiempo de pruebas”... Así fueron los Estudiantes de la Biblia que vivieron entre
1914 y 1919. Y así se titula una nueva exposición en la central mundial de los
testigos de Jehová. Lo que ocurrió en aquellos años cruciales es parte de nuestra
historia como pueblo de Dios y puede ayudarnos a ser fuertes y valientes hoy y en
el futuro. Muchos hermanos tenían grandes expectativas para el año 1914.
Ya en 1876, el hermano Russell había escrito que los tiempos de los gentiles
terminarían en octubre de 1914. No eran pocos los que pensaban que en ese año
dejarían de predicar y que Jesús los llevaría al cielo para reinar con él. Los
Estudiantes de la Biblia difundieron el mensaje del Reino usando los medios a su
alcance, como tratados y folletos. Y en 1886 publicaron “El Plan Divino de las
Edades”, el primer tomo de la obra “La Aurora del Milenio” (luego llamada
“Estudios de las Escrituras”). En diciembre de 1911, el hermano Russell
emprendió una gira mundial de predicación. Y en 1913 hizo un viaje en tren de
12.900 kilómetros (8.000 millas) a través de Norteamérica. El año 1914 trajo
consigo una nueva forma de proclamar el mensaje. El “Foto-Drama de la
Creación”. El mensaje de la Biblia estaba llegando a millones. ¿Serían las cosas
en 1914 como lo esperaban? El 28 de junio de ese año, el archiduque Francisco
Fernando de Austria fue asesinado, lo que desencadenó la Primera Guerra
Mundial. Junto con el fin de los tiempos de los gentiles, parecían cumplirse
algunas expectativas. Recuerdo que aquel día, aquel 28 de junio, nos
encontrábamos en una asamblea en Columbus (Ohio). Y, sí, aquel fue un disparo
que se escuchó por todo el mundo. Tan pronto como leímos la noticia en el
periódico, dijimos: “¡Ajá! ¡Ahí está! ¡Ya viene el fin de los tiempos de los gentiles!”.
Pero, en 1914, la fe de los Estudiantes de la Biblia fue sometida a prueba como
nunca antes. Para empezar, se acabó el año 1914. Y, contrario a lo que muchos
esperaban, la recompensa celestial no llegó. En medio de la duda sobre cuánto
tiempo más tendrían que predicar, recibieron un duro golpe: la inesperada muerte
del hermano Russell, el 31 de octubre de 1916. No sabíamos qué hacer. Nos
sorprendió lo que había pasado, a pesar de que el hermano Russell había tratado
de prepararnos para ello. ¿Qué íbamos a hacer? La sacudida inicial causada por
su pérdida fue lo peor. En aquellos primeros días, el futuro nos parecía incierto.
Algunos comenzaron a pensar que, tras la muerte de Russell, Jehová ya no haría
ninguna otra revelación. Entonces, cuando el hermano Rutherford fue nombrado
presidente de la Sociedad, algunos de los directores no estuvieron de acuerdo.
El 17 de julio de 1917 se anunció la publicación de “El misterio terminado”, el
séptimo volumen de la obra “Estudios de las Escrituras”, que se basó
principalmente en escritos inéditos de Russell. Aquella mañana surgió un largo y
acalorado debate en el comedor de Betel. Se lanzaron graves acusaciones sobre
Rutherford y su forma de hacer las cosas. Cuatro directores de la Sociedad fueron
despedidos de Betel. Esos hombres no tardaron en comenzar una extensa
campaña de ataques mediante discursos y cartas, lo que amenazó la unidad de la
organización. Querían destituir al hermano Rutherford para desestabilizar a la
congregación. Un pariente me dijo: “Esto no pasaba cuando el hermano Russell
estaba vivo. Creo que voy a alejarme de todo y me limitaré a estudiar sus libros”.
Le respondí: “Pues yo no pienso alejarme de la Sociedad”. Yo estaba segura de
que esta contaba con la bendición de Dios. Pronto surgió una nueva prueba:
cuando se publicó el libro “El misterio terminado”, hubo líderes religiosos y
políticos que se pusieron todavía más en nuestra contra. El libro fue prohibido en
Canadá y luego en Estados Unidos. ¿Qué decidieron hacer los Estudiantes de la
Biblia? Se armaron de valor y emprendieron una campaña para distribuir los
números 1, 2 y 3 de “Noticias del Reino”, donde denunciaban los abusos del clero
y defendían su postura basada en la Biblia. Por otro lado, en muchos países hubo
hermanos que adoptaron una postura neutral con respecto a la guerra como
objetores de conciencia. Y eso trajo nuevos desafíos. Nos echaron en celdas que
más bien parecían calabozos. En una ocasión, debido a que rehusamos participar
en los ejercicios militares, se llevaron a varios de nosotros a una parte solitaria de
la prisión. Había allí una hilera de hombres uniformados con palos en las manos.
Se nos ordenó uno por uno correr la longitud del patio. Si corríamos demasiado
lento, nos arrastraban por el suelo y nos golpeaban en la espalda y en las piernas.
Mientras unos eran perseguidos por mantenerse neutrales, otros eran atacados
físicamente por predicar con valor. Y fue el clero quien estuvo detrás de dichos
ataques. A muchos hermanos los asaltaban las dudas, y la situación pronto
empeoró. El 7 de mayo de 1918, el gobierno de Estados Unidos dictó órdenes de
detención en contra de Joseph Rutherford y siete de sus colaboradores. Fueron
acusados de promover la insubordinación, la deslealtad y la negativa a prestar
servicio en las fuerzas militares y navales de Estados Unidos. Un mes más tarde,
fueron condenados a cumplir con la sentencia máxima por los cargos en su contra.
Cada hermano permanecería entre diez y veinte años en una prisión federal.
El edificio que albergaba las oficinas en Brooklyn fue vendido, y las actividades
empezaron a dirigirse desde Pittsburgh, en Pensilvania. Fueron épocas en las que
reinó la incertidumbre, pero Jehová jamás pensó en abandonar a sus valerosos
siervos. El 26 de marzo de 1919, el hermano Rutherford y sus colaboradores
fueron puestos en libertad. Deseoso de comprender cuál era la voluntad de
Jehová, el hermano Rutherford programó una reunión pública en Los Ángeles
(California) para el 4 de mayo de 1919. ¿Seguiría interesada la gente en el
mensaje del Reino? Aquel día bastaron veinte minutos para que el recinto se
llenara. Unas 3.500 personas pudieron escuchar el discurso, y a otras 600 se les
pidió volver al día siguiente, con la promesa de que se presentaría el mismo
discurso. En total, llegaron 1.500 el segundo día. Sin duda, había mucho trabajo
que hacer. Se reanudaron las actividades de Betel en Brooklyn. Y de inmediato
comenzaron los preparativos para la asamblea que se celebraría en septiembre de
aquel mismo año en Cedar Point (Ohio). Aquella asamblea dio nueva vida a la
predicación. El pueblo de Jehová recibió nuevas herramientas, como la revista
“The Golden Age”. También se estableció el Departamento de Servicio en Betel y,
en cada congregación, se nombró un director de servicio, quien estaría a cargo de
la predicación. Además, como hemos llegado a entender, Jehová nombró al
“esclavo fiel y discreto” para que alimentara al rebaño. Isaías 46:8 dice:
“Acuérdense de esto, para que cobren ánimo”. Sí, recordemos lo que hicieron
nuestros fieles hermanos. Predicaron un mensaje impopular. Siguieron adelante
aunque no se cumplieron todas sus expectativas. Se mantuvieron leales a la
organización de Jehová cuando otros la abandonaron. Y aceptaron sufrir, antes
que ir a la guerra y dejar de ser neutrales. Nunca olvidemos lo valientes que
fueron, y cobremos valor para enfrentar lo que viene. Gracias, hermano Ford, por
relatarnos esta historia teocrática tan interesante sobre nuestros antecesores
espirituales, los Estudiantes de la Biblia. Has hecho que tengamos muchas ganas
de visitar la nueva exhibición del museo. Ahora veremos otro video especial que
nos gustará. El hermano Gerrit Lösch, del Cuerpo Gobernante, nos contará
algunas experiencias fascinantes de Europa del Este. Serví en la sucursal de
Austria desde 1976 hasta 1990. Allí teníamos un pequeño departamento que
atendía algunos países de Europa del Este. Eso implicaba visitar a los hermanos
que estaban siendo perseguidos, llevarles alimento espiritual, reunirnos en secreto
con ellos y fortalecer a la organización en esa zona, que estaba sometida a
persecución y censura. Imprimíamos libros en miniatura en papel biblia. De esta
forma, se podían llevar más publicaciones a esos países. Los hermanos que
servían de mensajeros transportaban las publicaciones en sus autos particulares.
Así se pudieron llevar cientos de libros. En la frontera, cuando los oficiales
descubrían que alguien tenía publicaciones, interrogaban al conductor del
vehículo. Pero estos hermanos estaban bien capacitados y sabían qué decir para
proteger la obra y no revelar nada confidencial. En general, después de uno o dos
días, los oficiales los dejaban regresar a sus países de origen, pero sin sus
automóviles. Tenían que usar el transporte público, pues sus vehículos eran
confiscados. Aun así, los hermanos eran abnegados y no les importaba correr el
riesgo. La mayoría de ellos lograba pasar la frontera, y cada año se transportaban
miles de libros en miniatura de forma secreta a Europa del Este. Estos viajes
tenían éxito no porque fuéramos muy listos para esconder las cosas, sino porque
teníamos la convicción y las pruebas de que el espíritu santo nos ayudaba.
También transportábamos plantillas para que los hermanos pudieran producir las
publicaciones en sus países usando mimeógrafos. En la mayoría de los casos, los
mensajeros transportaban las máquinas de manera secreta. Otro método que se
usaba era fabricarlas en aquellos países. Recuerdo que había un hermano que
era un ingeniero muy hábil y, con su ayuda, los hermanos decidieron fabricar las
prensas ellos mismos. Así llegamos a tener prensas “offset” caseras. Los
hermanos habían construido varias imprentas subterráneas en sus casas. Muchas
veces imprimían por las noches, porque en los países comunistas tenían que
trabajar en una fábrica u otro lugar durante el día. Esto demostraba el gran espíritu
de abnegación que tenían: sacrificaban mucho de su vida familiar para imprimir el
alimento espiritual durante las noches. Algunos de ellos solo dormían unas horas,
pero amaban tanto a Jehová y a los hermanos... que lo hacían. No había Salones
del Reino. Así que los hermanos se reunían secretamente en casas particulares.
Llegaban en diferentes horarios porque, si los vecinos veían a las mismas
personas todo el tiempo yendo a una casa en concreto, podían sospechar.
Entonces, cada semana se reunían en una casa diferente. Esto permitió proteger
la obra para que permaneciera secreta. Para los hermanos era muy importante
cantar, y no necesitaban un cancionero para hacerlo. Se sabían las letras de
memoria y, con solo decir el número de la canción, podían cantarla. Hacerlo les
llegaba al corazón, los emocionaba, y eso fortalecía su determinación a
permanecer leales. La situación fue especialmente difícil para los hermanos de
Rumania. El Partido Comunista intentó sembrar desconfianza entre los
publicadores. Se reunía con ellos en lugares separados y les decía a unos una
cosa, y a otros, otra. A veces, un agente fingía interés en la verdad y se las
ingeniaba para infiltrarse y progresar. Y no solo llegaba a bautizarse, sino incluso
a ser anciano. Pero en realidad era un agente secreto que tenía que descubrir
todo lo que pudiera sobre la organización. Esto llevó a que en una ocasión los
hermanos comenzaran a desconfiar de alguien que sí estaba designado por la
central mundial. Estos hermanos que desconfiaban se separaron de la
organización de Jehová, y algunos de ellos permanecieron así no por algunos
años, sino por décadas. Eran muchos, unos cinco mil publicadores. Continuaban
reuniéndose, predicando y utilizando publicaciones viejas, pero no conseguían las
más recientes porque no estaban en contacto con la parte de la organización que
sí seguía la dirección de la central mundial. Cada cierto tiempo se intentaba
convencer a aquellos hermanos de que regresaran a la organización, pero parecía
que no tenían la confianza suficiente para volver. Sin embargo, cuando le dijimos
al líder del grupo apartado que vendría uno de los miembros del Cuerpo
Gobernante, se alegró y tuvo suficiente confianza para acordar una reunión y
hablar seriamente sobre la posibilidad de reunificarnos. Del grupo que se había
separado, asistieron el hermano Albu, quien era el líder, y cuatro de sus ancianos
principales. De nuestra parte, fueron el hermano Jaracz y un traductor, y yo fui con
ellos también. Además, había varios hermanos del Comité de País de Rumania.
Recuerdo que la primera noche que nos reunimos hubo muchas acusaciones
sobre lo que los demás habían hecho o dejado de hacer, y eso creó un ambiente
tenso. Así que nos limitamos a escuchar. Sin embargo, todos estuvimos de
acuerdo en reunirnos en otra ocasión. La segunda vez, se vio claramente que
Jehová quería que los hermanos se volvieran a unir a la organización, porque la
actitud de ellos fue totalmente diferente. Entonces, los hermanos arreglaron los
asuntos y se aclararon algunos malentendidos. Recuerdo que, hacia el final de la
segunda noche, el líder del grupo separado, el hermano Albu, dijo: “Hagámoslo,
porque si no lo hacemos ahora, quizás nunca más tendremos otra oportunidad”.
Y de esta forma se tomó la decisión. Algo así no pasa todos los días: que 5.000
hermanos regresen a la organización. De ahí en adelante, se hicieron todos los
preparativos para efectuar la reunificación. Se les pidió a los hermanos que se
integraran a nuestras congregaciones, y eso requirió mucha humildad de su parte,
pero estuvieron dispuestos a hacerlo. Tenían un corazón sincero y amaban la
verdad. Al final, la reunificación se llevó a cabo y fue una gran victoria para
Jehová, y una derrota para Satanás. Si reflexionamos sobre la experiencia que
tuvimos con los hermanos de Rumania, vemos que puede haber malentendidos y
que es posible que haya quejas legítimas por la conducta inapropiada de algunos
hermanos con responsabilidades en la congregación. Pero lo importante es
no perder nunca la confianza en que esta es la organización de Jehová y que él la
bendice. Jehová lo ve todo. Él usa su espíritu santo para mantenerla unida y
logrará lo que él se proponga. Si colaboramos con el espíritu santo, Jehová
bendecirá nuestros esfuerzos, nos irá bien, y eso le dará gloria. Muchísimas
gracias, hermano Lösch, por contarnos esas experiencias tan conmovedoras.
Ahora veremos un adelanto de un minuto de un video que estará disponible muy
pronto. Jehová creó a los humanos con libertad para elegir. Algunos han decidido
hacer cosas malas. Pero otros han decidido hacer feliz a Jehová. Todas las cosas
que hagan pueden alegrar el corazón de Dios. Seguro que harán feliz a Jehová.
Esperamos este nuevo video con ansias. Pero la pregunta es ¿cuándo podremos
verlo con nuestros niños? Bueno, nos complace informarles que, en menos de
seis meses, podrán obtenerlo. Creo que no están muy contentos con eso,
¿verdad? Solo estaba bromeando. Aunque es cierto; en menos de seis meses, en
mucho menos de seis meses, de hecho, ahora mismo, podrán ver el extraordinario
video de nueve minutos “¡Haz feliz a Jehová!”. Desde que Jehová creó a los
humanos, él siempre se ha preocupado por nosotros. Es triste que muchos
humanos le han causado muchísimo dolor. Pero otros lo han hecho muy feliz.
Jesús siempre hizo feliz a Jehová. A Satanás no le gustaba. Por eso intentó de
muchas maneras que Jesús hiciera cosas malas. Si eres hijo de Dios, diles a
estas piedras que se conviertan en panes. Está escrito: “No solo de pan debe vivir
el hombre”. ¡Gr! Mmm. Si eres hijo de Dios, arrójate abajo, porque los ángeles te
llevarán en sus manos para que no te golpees el pie con ninguna piedra.
Demuéstralo. También está escrito: “No pongas a prueba a Jehová tu Dios”. Gr.
Mmm. Mira toda esta grandeza..., es mía. Se la puedo dar a quien yo quiera. Todo
esto... será para ti... si te arrodillas y me adoras a mí. Mmm. ¡Vete, Satanás! Está
escrito: “Adora a Jehová tu Dios y sirvele solamente él”. Jesús estaba decidido a
hacer feliz a Jehová. Pero la historia no termina ahí. También se trata de nosotros.
¿Qué quieres decir, papá? Pues que nosotros podemos hacer feliz a Jehová.
El texto de hoy, Proverbios 27:11... ¿Se acuerdan qué dice? Ah, sí. Dice: “Sé
sabio, hijo mío, y regocija mi corazón”. ¡Buena memoria, Sofía! Ese texto habla de
ti y de Caleb. Todas las cosas que hacen, no solo las grandes, también las
pequeñas, pueden hacer feliz a Jehová. Recuerden el texto de hoy, niños. Seguro
que harán feliz a Jehová. Oremos. Niños, examen sorpresa. —¡Oh, no!— ¡Sí!
Sofía, esta es tu oportunidad para que seas la número uno de todo el grupo. ¡Sí!
¡Has pasado de nivel! ¡Sigue! ¡Sigue! ... la número uno... ¡Hey! ¿Te sabes esta?
—Sí, mira.— ¡Hey, Sofía! ¿Te la paso? ¡Oh, no! ¡Qué mal! Perdiste. ¡Hey, Caleb!
¿Quieres jugar? ¡Es divertido! Prueba. Mmm. No sabe, es un tonto. Pásamelo a
mí. ¿Quieres jugar o no? ¡Sí! ¡Sí! ¡Nooooo! ¡Caleb! ¡Caleb! ¡Caleb! ¡Caleb! ¡Caleb!
¿Caleb? ¿Caleb? ¿Vas a jugar? ¡Hey, Sofía! ¿Te la paso? Y tú también puedes
triunfar. Mejor no. No, gracias. Sin duda hay muchas lecciones importantes en el
video, tanto para los niños como para nosotros. Nos complace informarles que, en
menos de seis meses, podrán descargar... ya sabía que no iban a caer esta vez.
Este es el verdadero anuncio: Algunos de ustedes que tienen sobrinos, hijos o
nietos quizás se pregunten “¿cuándo podrán verlo los pequeños?”. Les alegrará
saber que el video “¡Haz feliz a Jehová!” estará disponible en más de cien idiomas
este lunes 8 de octubre, tanto en JW Broadcasting como en el sitio jw.org.
Lo tendrán en dos días. Ahora vamos a ver una entrevista que realizará el
hermano Samuel Herd, del Cuerpo Gobernante. Él va a entrevistar a cuatro
hermanos que tienen mucho que contarnos, pero no dejará que hablen más de los
diecinueve minutos asignados. Por favor, miren las pantallas. Tenemos con
nosotros a cuatro hermanos: Stephen Hardy, que sirve en la sucursal de Gran
Bretaña; Lorence Shepp, que sirve en Perú; Reiner Thompson, que actualmente
está asignado a la República Dominicana, y el último, por apellido, es Leon
Weaver, quien está sirviendo en el Comité de Sucursal de Estados Unidos. Estos
cuatro hermanos tienen, al menos, dos cosas en común. La primera es que todos
ellos han servido muchos años como coordinadores del comité de sus respectivas
sucursales. Y la segunda, que los cuatro han llegado al momento de sus vidas que
menciona Salmo 90:10. Según ese texto, estos hermanos tienen un “poderío
especial”. ¿Por qué? Porque ya han alcanzado los 80 años o más. Y, a esa edad,
hace falta mucha vitalidad y energía para seguir andando y diciendo cosas que
aún tengan sentido. Y, créanme, sé de lo que hablo. Yo quise jubilarme a los 80,
pero el Cuerpo Gobernante me dijo: “No, mientras no hayas perdido la cabeza”.
Así que dije: “Está bien...”. Hermano Weaver, ¿puedes contarnos qué pasó el 26
de mayo de 2014? Todos los Comités de Sucursal recibimos una carta del Cuerpo
Gobernante, y en esa carta se nos daba una nueva instrucción. El cambio era que
cuando el coordinador de un Comité de Sucursal cumpliera 80 años ya no podría
seguir sirviendo como coordinador. Entonces el Comité de Sucursal tendría que
pensar en un hermano más joven que reuniera los requisitos y recomendarlo para
que se le nombrara coordinador del comité. ¿Les gustaría explicarnos lo que
pensaron al leer aquella carta? Bueno, hermano Herd, recuerdo lo que me decía
mi padre cuando servía como superintendente de circuito siendo ya mayor.
Me decía: “Hijo, si ves que empiezo a perder la cabeza, por favor, dímelo, para
que me dé cuenta de que es el momento de dejarlo”. Muchas veces, no nos
percatamos de que al envejecer ya no somos tan eficaces. Recuerdo que, cuando
era más joven, pensaba en cuánto tiempo más podría seguir siendo coordinador.
Y pensé: “Quizás estaría bien dejarlo cuando tenga 65”. Mucha gente se jubila a
esa edad. Pero, cuando cumplí 65, me sentía bien. Así que pensé: “Mejor a los
70”. Cumplí 70, pero me seguía sintiendo bien. Así que lo dejé para los 75. Y, si
no es por esa carta, probablemente lo habría pospuesto hasta los 85 o quién
sabe... Pero es verdad que necesitamos hombres más jóvenes para que el trabajo
se haga bien. Hombres con experiencia, pero que sean más jóvenes y fuertes.
Eso es positivo tanto para el trabajo como para los compañeros del comité. Gran
parte del trabajo que se hace en la sucursal, en particular el que hace el
coordinador, requiere el uso de las nuevas tecnologías. Por eso, cuando era
coordinador, me hacía falta que un hermano más joven y maduro en sentido
espiritual me ayudara a seguir el ritmo y hacer mi trabajo. Así que, cuando vino
este cambio, la verdad es que no dudé, ni por un momento, de que era la decisión
de Jehová, y no solo por las dificultades de la edad. Acepté de buena gana la
nueva instrucción, sin dudarlo ni hacer preguntas. En la carta había otro párrafo
que decía que, aunque el coordinador no tuviera aún 80 años, si pensaba que era
el momento de que un hermano más joven lo reemplazara, se debía analizar su
petición. Bueno, aunque yo entonces solo tenía 75 años, comencé a darme cuenta
de que, en un par de años, con la construcción de la nueva sucursal de Gran
Bretaña y la mudanza, tendría muchas más responsabilidades. Y, debido a todos
los cambios organizativos que tendríamos, vi claro que era mejor que un hermano
más joven asumiera esa responsabilidad. Así que dejé de ser el coordinador
cuando tenía 79 años. Eso fue muy modesto por tu parte. Gracias, hermanos, por
sus comentarios. Lo siento, pero no me puedo resistir a preguntarles: ¿cómo se lo
tomaron sus esposas? ¿Saltaron de alegría? Mejor no contesten a esto último.
Bueno, Ruby pensó que era una decisión muy amorosa. En realidad, pensó que
era lo mejor tanto para ella como para mí. Y yo pensé lo mismo. En nuestro caso,
hermano Herd, hemos recibido muchas asignaciones inesperadas a lo largo de los
años. Y, sin importar la asignación que recibiéramos, Jeanne siempre me ha
apoyado en todo. En cada situación, ella hacía cualquier cosa que fuera
necesario, como hacer o deshacer el equipaje. Jeanne aceptó de muy buena gana
esta nueva instrucción, y esta vez estaba muy contenta de no tener que hacer las
maletas. Lo primero que Ann pensó fue: “¿Y qué vas a hacer ahora?”, pues ella
sabe que siempre estoy muy dedicado a mi trabajo. Me gusta estar muy ocupado.
Pero apoyó totalmente la decisión. ¿Sabes? Con Olimpia pasó lo mismo. Claro, se
sorprendió. A todos nos tomó por sorpresa. Pero tan pronto como le conté el
cambio, desde ese mismo momento, lo aceptó. Y estuvo dispuesta a colaborar,
pues como ella misma dijo: “Sé que esta instrucción viene del esclavo fiel”.
Salomón dijo: “Una esposa capaz, ¿quién la puede hallar?”. Está claro que los
cuatro han hallado una esposa así. Seguro que recuerdan el relato de Barzilai, en
2 Samuel, capítulo 19. Este hombre ayudó mucho al rey David. Cuando Barzilai
tenía 80 años, David le ofreció ser parte de la corte real. Sin embargo, Barzilai
rechazó la oferta porque sabía que ya no le sería tan útil como hasta entonces. Así
que se le dio ese privilegio a Kimham, un hombre más joven. ¿Les vino a la mente
este relato cuando recibieron la nueva instrucción? Sí, pensé que el Cuerpo
Gobernante probablemente había usado este relato para tomar aquella decisión.
Yo tenía 80 años, y aún me sentía con fuerzas, con suficiente energía para seguir.
Pero tengo que admitir que muchas veces pensaba: “Lorence, llegará el tiempo en
que tendrás que dejarlo, en que tendrás que pasar tus responsabilidades a otro
hermano más joven”. Por eso, cuando vino aquel cambio, lo acepté porque
procedía de Jehová y no tenía ninguna duda de que era la dirección del esclavo
fiel. Yo también pensé en Barzilai. Pero después pensé en quien lo reemplazó,
Kimham. Y me di cuenta de que en nuestro Comité de Sucursal teníamos varios
hermanos más jóvenes que eran como Kimham. Aquello me tranquilizó. Tengo
que admitir, hermano Herd, que leí de nuevo este relato de Barzilai. Pero había
una cosa que él dijo e hizo con la que yo no estaba de acuerdo. Dijo que le
gustaría volver a su ciudad y morir allí. En cambio, yo pensé: “Voy a usar todas
mis energías en otras actividades relacionadas con nuestra asignación”. Estoy
seguro de que todos ustedes tienen esa misma actitud. ¿Podrían decirnos a qué
edad se bautizaron y qué tareas han desempeñado desde entonces? Me bauticé
cuando tenía 13 años. A los 17, comencé a servir de precursor regular. A los 21,
mi esposa, Jeanne, y yo nos graduamos de la Escuela de Galaad y nos asignaron
a Puerto Rico. Allí fuimos misioneros aproximadamente un año y medio, y así
aprendimos el idioma. Luego nos asignaron a la obra de circuito. Después, el
Cuerpo Gobernante nos invitó a ir a Belice, y allí serví en el Comité de Sucursal,
cuando Belice se llamaba Honduras Británica. Más tarde nos asignaron a
Nicaragua, donde también formé parte del Comité de Sucursal. Cuando estalló
una revolución en Nicaragua, nos expulsaron del país y fuimos a Costa Rica. Allí
tuve el honor de servir seis años junto al hermano Shepp en el Comité de
Sucursal. Durante ese tiempo tuvimos también la construcción de la nueva
sucursal. Y los últimos 30 años, he tenido el privilegio de formar parte del Comité
de Sucursal de la República Dominicana. Además, desde hace ocho años, he
disfrutado de hacer visitas a sucursales como representante de la central mundial
junto con mi esposa. Hemos conocido a muchos betelitas de todo el mundo,
hermanos leales y muy trabajadores. Realmente es un placer trabajar en esta
maravillosa organización. Yo, hermano Herd, me bauticé a los 17 años. En 1957,
me hice precursor regular. En 1965, el Cuerpo Gobernante me nombró
superintendente viajante, y Ruby y yo participamos en esa labor durante 12 años,
hasta 1977, cuando nos invitaron a Betel. Así que hemos servido en Betel los
últimos 41 años, y hace unos 23, me invitaron a visitar otras sucursales por todo el
mundo. Hemos tenido muchas experiencias interesantes y animadoras en esta
labor. Y tenemos el honor de que seas ayudante del Comité de Servicio del
Cuerpo Gobernante desde 1992. Han aprovechado muy bien su vida para servir a
Jehová. Me bauticé con 19 años y empecé el servicio de tiempo completo
en 1958. En 1960, fui nombrado superintendente de circuito. Serví en varias
partes de Ontario y Quebec. Mientras estaba allí, me asignaron a la zona noroeste
de Canadá, que incluía parte de Alaska. Nada más llegar, a los cuatro meses o
así, me invitaron a ir a Brooklyn para asistir a la Escuela del Ministerio del Reino,
que hacía poco que se había creado. Estando en Brooklyn, el hermano Knorr
habló con algunos de los que éramos canadienses y nos preguntó: “¿Estarían
dispuestos a recibir una asignación como misioneros sin haber asistido a
Galaad?”. Bueno, aquello era una oportunidad única, así que acepté y entonces
me enviaron a Nicaragua. Un par de años después, me quise casar, así que
escribí al hermano Knorr para contárselo. Para ese entonces, su opinión sobre
casarse ya no era tan tajante. Así que hace 55 años que me casé con Olimpia, y
desde entonces hemos servido juntos en varios países. Nos mandaron a Costa
Rica, donde servimos 27 años. Y este 2 de octubre hemos cumplido otros 25 años
de servicio en la sucursal de Perú. Yo también valoro muchísimo que me
asignaran la responsabilidad de hacer visitas a otras sucursales y así poder
animar a los hermanos que sirven en ellas, una labor que realizamos durante poco
más de 20 años. Estoy cansado tan solo de escuchar todo el duro trabajo que han
hecho estos años. Hermano Hardy, tu historia, por favor. Bueno, me dediqué a
Jehová cuando tenía 11 años. Me hice precursor regular a los 18, y luego fui
precursor especial. Cuando tenía solo 22 años, a mi esposa y a mí nos invitaron a
la obra de circuito. Luego, en 1963, recibimos una grata sorpresa. Nos invitaron a
Galaad y de allí fuimos asignados a Burundi, en África. Era la primera vez que
oíamos ese nombre, así que fuimos por el “Anuario” para saber cuántos
publicadores había. Buscamos en la lista, pero no encontramos Burundi. Ahí nos
dimos cuenta de que íbamos a un territorio virgen. Por desgracia, aquello no les
gustó mucho a las autoridades de Burundi, y después de tan solo cuatro meses
tuvimos que abandonar el país, por lo que nos reasignaron a Uganda. Allí
estuvimos 10 años y, de nuevo, surgieron dificultades en este país. Así que esta
vez nos mandaron a Costa de Marfil, donde estuvimos otros 10 años. Entonces,
mi esposa enfermó y regresamos a Gran Bretaña en 1983. Al cabo de algunos
años, falleció. Pero, un tiempo después, una voluntaria externa del Betel de
Londres quería ser betelita, y, según ella, la única forma de conseguirlo era
casándose con un hermano de Betel. Me atraía mucho su personalidad y, lo más
importante, que era alguien muy espiritual. Y me rendí a su encanto. Así que Ann
y yo estamos muy felices sirviendo en Betel de Londres desde 1989. Al igual que
ellos, he tenido el placer de viajar como representante de la central mundial.
Hemos visitado unas 60 sucursales y hemos disfrutado mucho. Muchas gracias,
hermanos, por contarnos su historia. Según mis notas, el hermano Hardy ha sido
miembro de Comité de Sucursal durante 38 años. Y ha sido el coordinador en la
sucursal de Gran Bretaña los últimos 19. El hermano Shepp, según mis cálculos,
ha servido como miembro de Comité de Sucursal durante 52 años, y 48 de estos
años ha servido de coordinador. El hermano Thompson ha formado parte de un
Comité de Sucursal durante aproximadamente 50 años, y 44 de ellos ha sido
coordinador. Quizás algunos de ustedes que son más nuevos en la organización
no lo sepan, pero no hubo un Comité de Sucursal oficial en Estados Unidos hasta
el 1 de abril de 2001. Y el hermano Weaver ha formado parte de él desde su
mismo principio. Así que, a día de hoy, ha estado 17 años en ese Comité de
Sucursal, del que ha sido el coordinador durante los pasados 11 años. Ser
coordinador del Comité de Sucursal es un trabajo a tiempo completo, o incluso
más. Y seguro que todos se están preguntando a qué se dedican ahora. Hermano
Hardy... Bueno, ahora trabajo en la Oficina del Comité de Sucursal y reviso las
cartas que enviamos a otras sucursales y a los comités del Cuerpo Gobernante.
Yo soy uno de los tres hermanos del Comité de Sucursal que estamos asignados
al Departamento de Servicio, y uno de mis trabajos es realizar labores de
pastoreo. He tenido el privilegio de hablar por teléfono con los 97 superintendentes
viajantes que tenemos y, en muchos casos, también con sus esposas. También he
llamado a los 52 misioneros que sirven en el campo y he podido visitar
personalmente a todos los miembros de la familia Betel. Y me he puesto una
meta. Tenemos 47 precursores especiales muy fieles que ya no pueden hacer
tanto como antes. Así que he empezado a llamar a algunos, y me gustaría hablar
con todos antes de que acabe este año. A mí, el Comité de Sucursal me ha
asignado a trabajar en la Sección de Bienes Raíces de la Sucursal. Y, como en el
pasado participé en la construcción de dos sucursales, también me han encargado
ayudar a hermanos más jóvenes a aprovechar bien los programas de capacitación
que tenemos. Bueno, hermano Herd, todos nosotros seguimos siendo parte del
Comité de Sucursal, así que aún tenemos mucho trabajo que hacer. Tenemos que
hacer visitas de pastoreo a los viajantes y a los miembros de la familia Betel.
También tenemos discursos en las asambleas regionales y en las asambleas de
circuito. Y a mí, personalmente, me gustaría predicar más tiempo tanto con mi
congregación como con mi esposa, Ruby. Gracias, hermanos, por las muchas
décadas de fiel servicio que han dedicado a Jehová y a favor del Reino. Es muy
animador ver que, como muchos otros siervos fieles de experiencia, han apoyado
de buena gana esta decisión del esclavo fiel y discreto a pesar de que tuvieran
que renunciar a algunas de sus responsabilidades. Y, aun así, siguen dedicados
con energía y entusiasmo a la obra del Señor. El Cuerpo Gobernante cree que las
palabras de Pablo en 1 Corintios 15:58 son aplicables tanto a ustedes como a
todos los que están en una situación parecida. Allí dice: Gracias por dedicarnos
este tiempo, y agradecemos a sus esposas el apoyo incondicional que siempre les
han dado. Muchas gracias, hermano Herd y compañía, por esta hermosa
entrevista. Les tenemos mucho cariño a los cinco. ¡Qué programa tan animador!
Las partes 2 y 3 estarán disponibles en un par de semanas. En ellas podrán ver
discursos presentados por cinco miembros del Cuerpo Gobernante. Para cuando
hayan visto las tres partes, habrán escuchado a todos los miembros del Cuerpo
Gobernante. Para finalizar el programa de este mes, viajaremos a Croacia. Este
país está ubicado entre otros cinco países en el sudeste de Europa. Tiene muchos
lugares pintorescos, que van desde hermosas costas hasta elevados picos
montañosos. Hay alrededor de cinco mil publicadores en el país. El primer grupo
en un idioma extranjero se formó en mayo de 2018; es de habla inglesa. Ese
grupo, que se encuentra en la capital, Zagreb, predica a muchos trabajadores
extranjeros, turistas y refugiados. En Croacia también han crecido los campos de
lenguaje de señas y romaní. Esta es la Congregación Zadar, en el oeste de
Croacia. Sus 120 publicadores tienen asignado un gran territorio que incluye
varias islas. En el 2015, asistieron a la asamblea especial que se llevó a cabo en
Croacia. Y, en el otoño de 2018, participaron en una campaña especial de
predicación en el país y hospedaron a otros voluntarios. Además, los hermanos
usan eficazmente los carritos en su territorio para predicar a los turistas y otros
transeúntes. La congregación tiene 10 precursores regulares, 7 ancianos y 4
siervos ministeriales. Los hermanos de la Congregación Zadar les envían sus
cariñosos saludos. Desde la central mundial de los testigos de Jehová, esto es JW
Broadcasting.

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