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HISTORIA TRUJILLANA DE BENIGNO CONTRERAS

Trujillo y el 5 de julio de 1811


El 9 de octubre de 1810, Trujillo, formando la Junta Patriótica, había dado el paso crucial para declararse como
Provincia autónoma y definir su propio gobierno, independizándose -además de su atadura a la Provincia de
Maracaibo desde 1786- del gobierno del Consejo de Regencia que fungía como representante legítimo de los
intereses de Fernando VII. En el mes de noviembre, se instala la Asamblea para elegir el Diputado que
representaría a Trujillo en el próximo Congreso Constituyente recayendo esta nominación en el Dr. José Ignacio
Briceño, siendo su suplente el Pbro. Br. José Ignacio Briceño Pacheco. Sin embargo, quien termina representando
a Trujillo en el Primer Congreso de Venezuela es Juan Pablo Briceño Pacheco. Según José Jesús Cooz, no había
razón jurídica que justificara esta representación para suplir al Principal, pero, ello se explica porque en marzo de
1811, cuando se instala la Junta Suprema de Caracas y se elige el Poder Ejecutivo Nacional, el triunvirato,
formado por el trujillano Cristóbal Mendoza, por Juan Escalona y Baltazar Padrón, nombra como Consultor del
Poder Ejecutivo, entre otros, al Diputado Principal trujillano Dr. José Ignacio Briceño; al mismo tiempo que el
suplente legítimo, el Pbro. Br. José Ignacio Briceño, asume la Vicepresidencia del Gobierno de Trujillo por
muerte del Lic. José Ignacio Uzcátegui.. Más tarde el Principal se encarga de la respectiva diputación en octubre
de 1811.

Pues bien, la Junta Suprema de Caracas, después del 19 de abril de 1810, pretende establecer algunos
principios de reforma, reivindicativos con relación a la política impuesta por España, y a tal efecto promueve la
formación de la "Sociedad Patriótica amigos de la Agricultura". Esta Sociedad, según informe de un anónimo de
aquel tiempo, se formó por personas que "al principio sólo eran aquellos que se titulaban establecedores del
Gobierno y protectores de la libertad venezolana", pero, luego se admitió de "todas clases y estados" y hasta del
sector femenino. Se radicaliza pues comienzan a figurar jóvenes impetuosos de la oligarquía criolla convencidos
de apurar los acontecimientos hacía la Independencia definitiva : Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Coto
Paúl, Miguel Peña, Antonio Muñoz Tebar, Francisco Espejo, García de Sena, los Salias, los Carabaños, los Jugo,
etc,. A la Sociedad, deciden, entonces, simplemente llamarla "Sociedad Patriótica". Al mismo tiempo se forma un
grupo extremista -"El Club de los Sincamisa"- dirigido por Andrés Moreno, Rafael Jugo y Vicente Tejera,
quienes, notando la parsimonia del Gobierno y del Congreso, arremeten con discursos incendiarios. Después de
profusa deliberación, llega el 3 de Julio de 1811, el Congreso vuelve a sesionar y su Presidente, Juan Antonio
Rodríguez Domínguez, comienza el debate anunciando, definitivamente, que es "el momento de tratar sobre la
Independencia absoluta de Venezuela".

Esos ánimos habían calado en el espíritu trujillano y por iniciativa de Manuel Delgado se forma la Sociedad
Patriótica de Trujillo aceptando el mismo principio que sustanciaba a la de Caracas, la cual establecía la
participación de todos aquellos que manifestasen su adhesión al gobierno y tuviesen vocación revolucionaria.
También la Sociedad Patriótica trujillana estaba contagiada de ese ímpetu independentista y, quizás, en aquel
ambiente conventual de aquella ciudad de los tres conventos, aquella fogosidad revolucionaria alteraría la
apacible animosidad del trujillano pues se refleja en la acusación de Sebastián Antúnez, participante al comienzo
de la junta trujillana, quien, en el juicio en su contra incoado por los españoles a raíz de la caída de la Primera
República, para expiarse, acusaba: "que no habría quien diga una vez siquiera me viere asistir a la Junta de
Sociedad Patriótica que se estableció por las noches; en no haber asistido jamás a su rochela o Sociedad
Patriótica, igualmente es cierto que el mismo Delgado estableció una rochela con el título de Sociedad Patriótica
en que debía concurrir toda clase de personas". Esta Sociedad Patriótica, al igual que la de Caracas, habría
espantado a algunos empingorotados mantuanos aún timoratos en las definiciones latentes, pero sirvió de acicate
para apurar el motivo de su impetuosidad, reflejada en las reuniones donde se discutía: "La materia que....no era
otra que sobre el sistema revolucionario de Caracas y de formar Colegio de Electores para hacer Nuevo
Gobierno, por ser nulo el que estaba", según palabras del mismo Antúnez.

Llega, entonces, el 5 de julio de 1811. El Congreso Nacional se encuentra reunido para continuar el debate
planteado en la sesión anterior del 3 de julio, continuada al día siguiente. La voz unánime de los representantes
diputados discute la conveniencia de la Independencia absoluta de Venezuela, a excepción del representante de la
Grita el Pbro. Manuel Vicente Maya quien mantiene su posición de considerar que el Congreso no tenía facultad
para hacerlo. El sentimiento es unánime y el representante por Trujillo, Juan Pablo Briceño Pacheco, primo de
Antonio Nicolás Briceño, interviene para anunciar que "no podía privar a Trujillo de una declaración que tanto
honor hacía a Venezuela, y que de consiguiente era de sentir que en el momento quedase sancionado tal acto". De
esta manera Trujillo aportaba, también, su apoyo a la independencia de Venezuela. Este trujillano concluye su
participación como "Diputado Comisionado" ante el Congreso y ante La Constituyente, el 25 de octubre de 1811,
porque ahora asume la diputación el Principal Dr. José Ignacio Briceño, hermano de Antonio Nicolás Briceño.
Por su destacada labor varios diputados, entre ellos, Juan José Maya, por San Felipe, y el mismo Padre Maya de
La Grita proponen la entrega de un certificado donde "...conste sus buenos servicios y el interés que había
tomado por la Provincia de Trujillo". Debatidas, entonces, las posiciones se levanta el Acta de la Sesión donde "el
Señor Presidente anunció declarada solemnemente la Independencia absoluta de Venezuela"; y luego, el 7 de
julio, el Congreso aprueba el Acta de la Declaración de la Independencia redactada por Francisco Isnardy y Juan
Germán Roscio.

El Congreso Nacional había dado libertad para que los pueblos discutieran y aprobaran sus propias
Constituciones por lo que, en Trujillo, se nombran los representantes del Partido Capitular (la ciudad capital), de
los pueblos y aldeas; se constituye, entonces, el Congreso Provincial de Electores el cual se reúne el 2 de
septiembre de 1811. El mismo quedó formado de la siguiente manera: como Presidente, el fundador de la
Sociedad Patriótica Manuel Delgado; Angel Mendoza representando a Betijoque, Pbro. Francisco Antonio
Rosario por Mendoza, José Lorenzo Briceño por Niquitao, José Miguel de la Bastida Briceño por Carache ; por
Boconó Juan José Betancourt ; Francisco Antonio de la Bastida por La Puerta, José de La Cruz Mateos por
Motatán, Pedro Vicente Briceño del pueblo de La Mesa, Domingo Uzcátegui por Tostós, Fernando Barreto de
Siquisay, Domingo J. Peña por Escuque, Pedro Pablo Valera por Burbusay, José Ignacio González del Burrero
(Santiago), Matías Perdomo por Santa Ana, Domingo Gómez por San Jacinto, Juan José Briceño por San Miguel
y por Jajó José Bonifacio González. Este Congreso Provincial discutiría una propuesta Constitucional, presentada
por el padre escuqueño Fray Ignacio Alvarez, en la cual asienta ciertos aspectos que, según el mismo Gil Fortoul,
carece de consistencia jurídica y refleja cierta incongruencia, pero que, en definitiva, discutida fue aprobada por
el Congreso Provincial.

Dicha Constitución establecía, entre otras cosas, la religión católica como "eternamente" de la Provincia sin
permitirse otro culto; el Poder Provincial o Colegio Electoral se encargaría de dictar la Constitución y elegir al
Ejecutivo y al jefe de Armas de Trujillo; un Cuerpo Municipal o Cabildo con cinco miembros, el cual nombraría
a "un maestro de primeras letras con sueldo anual de 200 pesos", además propone la educación primaria gratuita
para los pobres y a los pudientes se les exigiría un pago de "4 reales por mes". Así mismo dispone que el
Convento de San Francisco "mantenga un religioso que abra escuela pública de latinidad", es decir de primaria y
secundaria. Sin embargo, esta Constitución se refrenda con una Proclama redactada por los ciudadanos: poeta
Juan Llavaneras, Pbro. Bartolomé Monsant, Miguel Ignacio Briceño y el Pbro. Francisco Antonio Rosario;
dirigida al pueblo trujillano donde definen y declaran con mayor claridad y vehemencia la actitud asumida:
"Trujillanos de la Confederación de Venezuela : habéis entrado ya en el verdadero goce de vuestra libertad.(...)
Trujillo antiguamente degradado, ocupa ya el lugar que le corresponde según el orden de dignidad política, y los
que ejercen el poder provincial acaban de decretar pena de muerte contra la tiranía y opresión...(...)..Una Ley
suave, un Gobierno justo, unos Magistrados benéficos y equitativos que aseguren vuestra quietud y vuestros
derechos, son las ventajas que os ofrecen en la presente crisis el sistema de Independencia de Venezuela".

De esta manera Trujillo asume la condición de Provincia Independiente; participante de la naciente


República Independiente la cual se consagra como tal cuando, el 21 de diciembre de 1811, se sanciona la Primera
Constitución Nacional. La nominación del Primer Presidente (gobernador) republicano recae en el ciudadano
Jacobo Antonio Roth.

Sin embargo, la reacción española no se hace esperar y, como dice Gil Fortoul, comienza ya una guerra
internacional entre la República de Venezuela y el gobierno monárquico de España. El Poder Ejecutivo le otorga
poderes extraordinarios al General Francisco de Miranda, pero, muchas circunstancias contribuyen a la pérdida
de la Primera República, entre ellas la desgracia del terremoto del 26 de marzo de 1812. Aun cuando en Trujillo
este fenómeno no es tan desastroso le llega algo peor: después de varios enfrentamientos, cae bajo el mando
realista y el encargado, ahora de la presidencia trujillana, será el Coronel realista Pedro Fernández, quien por su
crueldad recibió el mote de "Terremoto de Trujillo". Varios jefes y luchadores trujillanos cayeron en su poder:
Fray Ignacio Alvarez, el Pbro. José Antonio Rendón, el Pbro. José Ignacio Briceño, el Pbro. Enrique Salas,
Jacobo Antonio Roth, Manuel Felipe Pimentel; Antonio María, Pedro, Braulio y Miguel Ignacio Briceño son
conducidos como criminales y aquel anciano poeta Juan Llavaneras, corredactor de la proclama del 2 de
septiembre de 1811, prefiere, antes de ser vejado, el suicidio. Un año después, la Campaña Admirable, donde
Trujillo se cubre de gloria, rescata la República.
NOTAS: tomado de mi trabajo: Historia trujillana. Editorial Tropykos, Caracas, 1995. Las gráficas
corresponden al franciscano Fray Ignacio Alvarez, al padre Francisco Antonio Rosario y al Dr. Antonio Briceño
Pacheco. Retratos pintados por Ivan Belsky expuestos en el Centro de Historia de Trujillo.

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