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Universidad de Costa Rica

Cátedra de Derecho Romano

Derecho Romano II

Grupo 06

Profesora: María José Campos

Estudiante: Hazel Vargas A.

Luchar por lo que queremos

II semestre 2019

1. El País. Nicaragua: Tres meses de protestas y más de 300 muertos. Versión digital. 22 de
abril del 2018.
https://elpais.com/internacional/2018/07/18/america/1531921411_489786.html
Presentación: Ante los eventos recientes que se producen en Costa Rica y Latinoamérica
en general a causa de las protestas en contra de gobiernos neoliberales es importante
analizar las demandas de los diferentes sectores que, históricamente han sido
productores de derecho.
Introducción: Personas que demandan su derecho a amar libremente, mujeres que
ruegan por una vida libre de acoso y violencia, por el derecho a decidir sobre sus cuerpos,
estudiantes que toman edificios y bloquean carreteras por el derecho a estudiar y tener
las mismas oportunidades que la clase alta, trabajadores y sindicatos que luchan para que
se respeten sus espacios de trabajo y sus derechos a un salario digno, a protestar a
sindicalizarse, familias que luchan para que el costo de la vida no crezca en desproporción
al ingreso y el salario mínimo. Estos son los panoramas en Latinoamérica en los últimos
años, por lo cual en el siguiente ensayo trataremos de plasmar las luchas sociales del
subcontinente y los logros históricos que se han producido a través de estas luchas.

Desarrollo
Cuando las necesidades de un sector crecen y el sistema, la normatividad y los gobiernos
neoliberales las suprimen, entonces nacen los sueños colectivos, aquellos que conocemos
por luchas sociales.
En una sociedad se presentan diferentes actores sociales, aquellos que tienen el poder y lo
que llamaremos el sector popular, cada uno de estos actores subsiste en desigualdad con
el otra y es el derecho quien se encarga de regular la convivencia de estas, sin embargo,
cuando el derecho se inclina en función de la clase de poder entonces el malestar del
sector popular ha de manifestarse en defensa de sus derechos.
En Nicaragua en 2018 se dieron protestas con saldos mortales y fuerte represión por parte
del gobierno nicaragüense tras la reforma de la Seguridad Social impulsada por Ortega, los
mismos incluyeron diferentes colectivos desde trabajadores, movimiento estudiantil,
entre otros. (1)
Como resultado de las protestas, el día 22 de abril del 2018 el gobierno desiste de la
reforma.
El presidente anuncia la retirada de la reforma de la Seguridad Social, que en menos de
una semana ha provocado una treintena de muertos en los enfrentamientos con las
autoridades. Se recrudecen los choques y Ortega ordena el despliegue del Ejército en
ciudades clave del país, incluida la capital. El periodista Miguel Ángel Gahona murió
mientras filmaba las protestas. (EP 2018).
Otras luchas sociales han sido productoras de derecho, ejemplo de esto es la aprobación
de reformas de ley para incluir en ya bastantes países leyes que regulan el derecho al
aborto como respuesta a las luchas feministas y el matrimonio igualitario en favor de
sectores minoritarios que han apelado a los derechos humanos.
1. El País. Nicaragua: Tres meses de protestas y más de 300 muertos. Versión digital. 22 de
abril del 2018.
https://elpais.com/internacional/2018/07/18/america/1531921411_489786.html
Es por lo cual históricamente el derecho responde a la sociedad quien lo regula
constantemente, de acuerdo con el contexto en el que viven.
el Derecho es un fenómeno social y un elemento de la realidad de ésta y no es sólo normatividad
posterior, sino que constituye también una parte contextual donde se aplica, que a la vez que nace
de la sociedad la condiciona, la moldea. (Diéguez, Y, sf).

Más allá de las escenas violentas y sangrientas que se muestran en televisión cuando se
transmiten las protestas, existe una sensibilidad, una emotividad. Estas personas que
exponen el cuerpo hasta la muerte reaccionan en función de lo que sienten por ser
agraviados en sus derechos.
Dejo la reflexión de Jeremy Saenz con respecto a la toma de la Facultad de Educación en
nuestro país por el Movimiento Estudiantil.
Sus rostros cansados y sonrisas amables dicen mucho, pero no lo dicen todo. Han
dedicado sus cuerpos, su tiempo, su trabajo y atención a una labor envidiable y
abrumadora: la de generar verdades nuevas para el mundo que habitan.
Tomaron un espacio físico como forma de expresar el sinnúmero de emociones que
les producen la violencia y el desamparo de la sociedad que los parió, y en el camino
tomaron también otras cosas: decisiones, valor, posiciones, acciones. Tuvieron miedo,
siempre lo tuvieron; no seguir el orden establecido ha sido siempre la manera más
segura de ponerse en peligro; pero ese miedo contribuyó a enriquecer la sensibilidad
bendita con la que actúan, permitiéndoles explotar potenciales que su propia razón
conciente no les hubiera reconocido como propios antes del momento en que
decidieron ocupar aquel edificio con sus cuerpos, cosa que ya hacían en alguna
medida intermitente y parcial, pero también con sus discursos y sus voluntades; y
entonces fue cuando aquel lugar se sintió realmente lleno; ahora, por fin, el edificio
alcanzaba también su verdadero potencial como lugar generador de cambios, de
saberes y de acciones transformadoras.

Estas personas son como todas las demás: absolutamente únicas y excepcionales.
No siempre piensan todas igual, a veces no están todas de acuerdo, tienen posiciones
diferentes en cuanto a algunas cosas y muy afines en otras; y eso les resulta
absolutamente natural y se muestran cómodas de trabajar por el bien común con

1. El País. Nicaragua: Tres meses de protestas y más de 300 muertos. Versión digital. 22 de
abril del 2018.
https://elpais.com/internacional/2018/07/18/america/1531921411_489786.html
gente que no siempre comparte sus maneras de ver el mundo, y celebran que sea
así. Sus conversaciones académicas son de marcada claridad, sus discusiones
intelectuales de un rigor admirable, el cariño que comparten es conmovedor y su
valentía es impresionante. Se descubren cada día que pasa en un proceso de
exploración y asombro que les sorprende y les alegra, y ese camino les va llevando
hacia sus nuevas identidades, porque aún no saben hasta qué punto nunca más
volveran a ser las personas que fueron antes de tomar su Facultad en protesta ante el
ataque empecinado y violento de un sistema que busca eliminar a todo aquel ser que
no encaje con el modelo de sujeto neoliberal que ha sido proclamado rey de todo,
raza aria de la sociedad humana. Hay quien pasa la noche sin dormir para vigilar los
accesos y procurar así la seguridad de quienes le acompañan, hay quien alarga la
cantidad de horas de trabajo que ejecuta en el espacio para preparar y servir la
comida a los demás, alguien más gestiona sus redes para conseguir provisiones y
aún hay quien diseña y dirige actividades enfocadas en salvaguardar la salud mental
de quienes integran el grupo.
Por suerte, en La Toma (nombre que le dan al espacio que han ocupado) poco
importa de dónde provengan las personas que la integran, a qué se dedican o cuánto
dinero tienen, porque en ese espacio formador no hay una escala verticalizada que
defina valores de personas por sobre personas, y es eso lo que permite apreciar cómo
el carácter comunitario del grupo genera relaciones independientes ya de taxonomías
trasnochadas y artificiales.

Las miradas, las palabras, los gestos, los contactos, las actitudes y las acciones de
estas personas están impregnadas de vida, de aquella vida que subyace los
entretejidos sociales, que se desliza por entre las grietas de las relaciones humanas
para escurrirse entre los flujos del capital y terminar empozada en algún lugar del
statu quo. Ahora quienes integran La Toma descubren el otro flujo, el que se abre con
la esperanza, la empatía y la perseverancia y empuja la vida a fluir de nuevo, primero
en pequeños pero cristalinos hilos sobre la superficie, y eventualmente en riachuelos
que alimenten otros flujos mayores, otras esperanzas más grandes y otros sueños
más profundos.
Dentro de La Toma se abren invitaciones a formar parte de las distintas comsiones y
las personas van vinculándose voluntariamente a aquellas que prefieran. Con el paso
de los dias algunas personas se compenetran mas en los roles que han elegido
mientras otras van encausando sus energias en funciones diferentes a las que
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abril del 2018.
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inicialmente eligieron. Es un proceso construido desde la esperanza y la empatia,
donde se confia a plenitud en el deseo de las personas, quienes tienen la libertad de
elegir las funciones que su voluntad les impulse a asumir; se generan las acciones
desde una interacción horizontal y abierta, donde las relaciones entre las personas y
el espacio evolucionan con el tiempo y se adaptan permitiendo la intercambiabilidad
de roles y funciones segun lo vayan requiriendo ya sea el espacio o la persona, con lo
cual nadie se estanca en funciones elegidas en un primer momento, sino que le es
permitido y promovido el evolucionar en sus labores y la manera en que comparte y
explora sus capacidades. Cualquiera puede dejar sus funciones cuando le plazca,
nada se lo impide, nadie lo hace. La restricción se demuestra innecesaria cuando las
acciones nacen de la propia voluntad, generando un compromiso sólido y sincero; es
una especie de: "Yo hago lo que me da la gana, y lo que me da la gana es cumplir
con mi deber" que cualquier patrono se desearía en sus trabajadores y trabajadoras,
es una pena que el capitalismo que gobierna su relación se lo haga inalcanzable.

Las verdades no siempre nacen del mismo lugar; algunas surgen de la experiencia
empírica, otras de la deducción lógica rigurosa, y otras más nacen del deseo despierto
dentro de alguien. Hay aún otro tipo de verdades que son dictadas por los entes
hegemónicos como incuestionables, dogmas se llaman. Cualquiera sea la génesis de
las verdades, tienen todas unas connotaciones en nuestra vida: dibujan la línea entre
lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer, nos definen lo posible y, por
contraposición, lo imposible. Tienen un punto débil, las verdades estas, y es que su
efecto en la vida de cada persona depende de si ella las cree o no. "Ese edificio no se
puede rayar", "esa facultad no se puede tomar", "las mujeres no pueden liderar", "el
patriarcado no se puede caer", "no se puede cambiar el mundo"... a estas personas se
lo han repetido insistentemente, incansablemente; por años les han explicado las
verdades que deben creer, y se han vuelto tan incrédulas que hacen lo que no se
puede hacer. (Saenz, Jeremy, noviembre 2019)

1. El País. Nicaragua: Tres meses de protestas y más de 300 muertos. Versión digital. 22 de
abril del 2018.
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