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Texto Maceira Clases y diferenciación social argentina

Enfoque teórica relacional de clases (Marx); conjunto de relaciones que definen posiciones
antagónicas, relaciones de explotación de fuerza de trabajo (en virtud de propiedad y exclusión de los
medios de producción) y relaciones de control (funciona delegada por el capital). Aportan nivel de
heterogeneidad de personificaciones en el trabajo; la relaciones de supervisión directa de procesos y la
fuerza de trabajo, las de conocimiento que se despliegan en dichos procesos y la llamada división
técnicas del trabajo dentro de la unidad productiva. Sobre Marginalidad (ejército de reserva de fuerza
de trabajo); vinculación entre informalidad y núcleos dinámicos del desarrollo capitalista. Parte de esta
fuerza está subordinada por procesos de tercerización que se extendieron hasta mediados de los 60.
Discriminación de 2 capas de clase trabajadora; formal e informal. Estructura social; está imbricada
con un modelo determinado, condiciones de formación de clases y procesos de diferenciación social
interna expresan el resultado de estructura y estrategias de acumulación en articulación-conflicto con
formas que asume la intervención social del Estado.
Debacle 2001; marcada por quiebre en predominio patrón de valorización financiera vigente desde
última dictadura cívico-militar. Efectos de crisis presionaron una expansión productiva que incluyó a
construcción, sectores productores de bienes, industria y el agro, dirigidos a exportación, pero también
al mercado interno. Expansión; supuso crecimiento global del empleo, proceso formalización de
asalariado y recomposición de salario real. Proceso promovido por intervención económica y social del
Estado. Orientación; ha sido caracterizada como “contrarreforma”, como opuesta a reformas de los 90.
Argentina; 2,2% de hogares tienen en propiedad el capital de gran o mediana escala. Directores de
empresas privadas (ejercen control delegado del capital) y de ámbitos públicos, forman el 1,1% de
hogares del total nacional. Esta capa no es tan homogénea, comprende a asalariados con diferencias de
nivel de mando y carreras gerenciales con grados variables de estabilidad.
Clase trabajadora; es la más numerosa, hogares representan el 55,9%. Hogares de clase trabajadora
forma de bajas calificaciones; encabezados por trabajadores producción manual como no manual.
Rasgo distintivo de formaciones periféricas compartido por clase trabajadora local; presencia en
interior de capa trabajadores informales (asalariados no registrados, trabajadores autónomos sin medios
propios de calificación, trabajadoras de casas particulares, trabajadores familiares rurales).
Corresponden a 22,2% hogares país. Composición; da cuenta de proceso recomposición de clase
trabajadora formal→ incremento relativo de hogares de trabajadores de cuello blanco, y en menor
medida, de trabajadores manuales, además de disminución relativa de proletariado informal y de
población supernumeraria. Asalariados de saberes técnicos-profesionales, pero que no tienen control
sobre la fuerza de trabajo de otros. Se pueden considerar como clase trabajadora (exclusión de medios
productivos), clase trabajadora llegaría así a 72,8% hogares. Análisis social; diferencia labor intelectual
especializada, en la medida que involucra márgenes de control sobre procedimientos o producto del
trabajo, autonomía compartida con pequeño-burguesía. Esta capa representa el 16,9%.
Pequeña burguesía; representa 23,9% hogares. Se diferencian autónomos con altas calificaciones
(3,6%), autoempleados de calificación operativa con algún capital, cuantitativamente importante
(15,7%) y pequeños productores (5,3%), que emplean fuerza de trabajo de terceros, pero su escasa
acumulación no los desliga de participación en proceso productivo.
Carácter procesual de las relaciones sociales de clase. Proceso histórico; no solo supone cambios de
localización de hogares en estructura, sino también de transformaciones de propias posiciones.
Posiciones contradictorias; constituyen contorno que, junto con resto de pequeña burguesía, comprende
un 42% de hogares país. Se estima que en periodo 2003-2012, en principal aglomerado del país, se
elevó de 36,5 al 41,6% de hogares.

Disparidades regionales: Formaciones regionales locales; condicionadas por despliegue de estructuras


y estrategias de orden a nivel nacional como por factores intrínsecos. Región GBA y Centro del país;
dos espacios socioterritoriales importantes, en población y liderazgo económico, sus estructuras tienen
semejanzas en significación de grandes grupos sociales. Semejanzas; estructuras ocupacionales con
peso similar de industria manufacturera y servicios tradicionales y sociales, y en papel de Estado como
empleador más limitado que media nacional. Diferencia; envergadura de sector financiero GBA, y
presencia acotada pero diferencial de empleo en agricultura en Centro. Hogares de gran burguesía se
concentran en estos sectores del país. Ambas estructuras; se caracterizan además por contener mayoría
de hogares con posiciones intermedias/contradictorias. Hogares proletariado informal (20%); menor
que en otros espacios socioterritoriales en Argentina. Ambas presentan tasas de asalarización dispares
de su fuerza de trabajo. GBA; significación saliente de hogares de asalariados profesionales y técnicos.
Región Centro; por el peso de su pequeña burguesía.
Heterogeneidad interna de GBA; entre CABA y Conurbano bonaerense. GBA; mostró históricamente
ocupación socialmente diferenciada de territorio, con asentamiento suburbano de trabajadores y
densificación de hogares de posiciones intermedias en áreas centrales del aglomerado, proceso
sostenido por políticas públicas articuladas a ISI. Décadas recientes; movimientos residenciales de
suburbanización de hogares de posiciones intermedias y de burguesía y formación de nuevas
centralidades urbanas, que no lograron modificar configuración socioterritorial diferenciada centro-
periferia. Estructura CABA; presencia relativa mayor de hogares de burguesía, con jefes de hogar
propietarios de capital y gerentes de grandes empresas, así como de pequeña burguesía (pequeños
empresarios y autónomos profesionales, 14,6 en CABA, 7,6% en Partidos) y asalariados calificados
que ejercen tareas de mando (24,6% contra 15,9%). Conurbano; estructura con más presencia de clase
trabajadora (34,8% contra 29,4% en CABA), pero sobre todo su estrato informal (21,7 contra 12,9) así
como los más desventajados de pequeña burguesía (17% en GBA, 8,6% en CABA).
Región Pampeana; rasgos generales similares a GBA, pero con niveles muy altos de asalarización y
una significación moderadamente mayor de empleo estatal.
Región Cuyo; mayor peso del sector agrícola como espacio de inserción ocupacional. Estructura social
de imagen más polarizada; hogares de burguesía similares a áreas centrales, pero proletariado informal
más extenso, y menor densidad de hogares de asalariado formal como de posiciones contradictoras.
Región NOA: Presencia más extensa de empleo estatal y menor desarrollo industrial.
Región NEA y Patagonia: industria manufacturera de menor peso como sector de ocupación,
despliegue relativo de sector agrícola u mayor peso de empleo estatal, estructuras sociales con
presencia menor de hogares en posiciones intermedias contradictorias.
Diferentes trayectorias históricas regionales; se traducen en disparidades relevantes.
NEA: bajo nivel asalarización relativa y estructura social definida por significación más alta del país de
hogares del proletariado informal. Menor peso de hogares de clase trabajadora formal y de asalariados
en posiciones intermedias contradictorias.
Región Patagonia: Estructura muestra papel central de Estado en articulación de relaciones sociales de
la zona. Alto nivel de asalarización con más empleo público que en resto del país, e inserción difer
encial de trabajadores en ramas de administración pública y servicios sociales básicos y comunitarios.
Elementos conforman estructura social con presencia de hogares de asalariado formal (sobrepasa media
nacional) y una baja significación de pequeña burguesía.
Heterogeneidad social interna de hogares: 60,6% hogares país tiene núcleo conyugal completo,
33,2% conviven parejas en la que ambos miembros participan del mercado de trabajo. Niveles de
heterogeneidad social interna de hogares: 1) tensionar supuesto de homogeneidad social del hogar,
problematizando tesis convencional sobre el análisis de clase, que desetima contribuación de la
posición de mujeres para la caracterización social de hogar. 2) sugerencia weberiana sobre
conformación de clases en el plano sociodemográfico, contribuye a caracterización de posiciones de
clases y capas, su delimitación y niveles de diferenciación social, ya que da cuenta de intercambios
entre estas mediante formación de uniones. Pertenencia a clase social es factor que regula constitución
de parejas. 40,1% de uniones de pareja se constutyen entre personas en posiciones socialmente
homogéneas. Uniones heterogéneas aparecen como sumamente reguladas, se pueden reconocer
patrones de enlaces: a) uniones entre PSH en posiciones burguesas y cónyuges con inserciones propias
del asalariado altamente calificado (a través de parejas que se constituyen entre directores y estos
últimos). b) uniones entre PSH aslariado de altas calificaciones y cónyuges con inserciones de clase
trabajadora formal, a través de parejas que se constituyen entre aquellos y asalariados de cuello blanco,
c) Uniones entre PSH pequeña burguesía y cónyuges con inserciones propias de proletariado informal,
parejas entre estos últimos y autónomos con medios propios. d) Uniones entre PSH de clase trabajadora
formal y cónyuges informales.
Uniones que tensionan el supuesto de homogeneidad social interna del hogar expresan un anudamiento
de desigualdades de posición y de género. 85,6% de hogares con núcleo completo hetero, el principal
preceptor es un varón, 31,5% de ese total es único proveedor. Uniones hetero en que ambos miembros
participan del mercado laboral; parejas que se conforman con varones socialmente mejor posicionados
que mujeres (“heterogamia de tipo tradicional”), representan 33,8% del total de parejas con 2 miembros
activos del país. Situación inversa (uniones que se apartan del patrón tradicional), representa el 23,4%.
Disparidades regionales; Región Pampeana y Patagonia: más frecuente es presencia de uniones hetero
no tradicionales que enlazan a mujeres con participación económica extradoméstica y posción social
más aventajada que su cónyuge (26,3 y 30%). Se observa densificación de patrón de mujeres de altos
niveles de calificación que foman parejas con asalariados formales de bajas calificaciones. 3
conclusiones: 1) consideración de posición de clase de cónyuges (mujeres) en hogares con núcleo
conyugal completo de ambos miembros activos tensiona idea de homogeneidad social interna del
hogar, aun cuando, restituyendo el número total de hogares del país, tensión alcanza a un subuniverso
acotado. 2) constatación tanto de condicionamientos sociales en formación de hogares cuanto del
predominio de patrones tradicionales en uniones hetero socialmente heterogéneas.
Diferenciación social de posiciones de clase: caracterizaciones, procesos y fronteras:
Caracterización de niveles de heterogeneidad de posiciones no dominantes de estructura social.
Articulación de 3 cuestiones: 1) densificación de descripción de posiciones en la estructura de
relaciones productivas. 2) recuperación de factores de estructuración mediana de clases (el
reclutamiento social intergeneracional y las anticipadas relaciones que se establecen mediante la
formación de uniones). 3) conjugación de este análisis con indiciadores del enclasamiento subjetivo
propios de la PSH.
Posiciones contradictorias/intermedias de estructura social: Sectores medios tradicionales y nuevos
sectores medios; tiene en total país un peso diferencial: mayor la pequeña burguesía (23,9%) y menor
las posiciones asalariadas (18,1%), cuestión que se revierte/nivela en regiones de más alto nivel de
asalarización (Patagonia, NOA, Pampeana) y en CABA, con alta significación de posiciones
gerenciales y asalariados altamente calificados. Baja presencia en NEA de posiciones contradictorias.
Pequeña burguesía; persistencia y reproducción, sujeta a procesos de capitalización y proletarización.
Procesos operan en sentido de permanente diferenciación social interna y definen distintos perfiles que
presenta el sector en el ámbito local: 1) empresarios de pequeño aporte, 2) cuenta propia con medio
propios y 3) autónomos profesionales o técnicas. 1) están inserto en amplia gama de sectores de
actividad con baja concentración de capital: ⅓ en cormercio, ¼ en construcción y resto en servicios
modernos 14,8%, menor presencia en industria y agricultura. 2) son en su mayoría comerciantes (32%)
o desarrollan un oficio de construcción (27,5%) tienen presencia menor en industria manufacturera
(11,8%) y trasnporte (7,6%). 3) se autoemplean en prestación de servicios sociales (salud, educación y
otros) en cerca de mitad de casos, o en prestación de servicios modernos (financieros e inmobiliarios,
34,3%). Presencia menor de esta pequeña burguesía en formaciones centrales; derivó en acotada
atención por análisis de clase contemporáneos. Esto contrasta con alta significación en países
periféricos, y en particular, en caso nacional. Si la falta de registro de actividad es indicador de
productividad diferencial de unidades económicas y de su capacidad para sostener tributación, más de
la mitad de esta pequeña burguesía del país se relaciona con fenómeno de la informalidad. Papel
específico que, a diferencia de formaciones centrales, cabe a pequeña burguesía de estructuras
periféricas, parte de la cual vincula al proletariado informal con los núcleos dinámicos de la formación
social, a través de tercerización y subcontratación. Distintos niveles de capitalización y productividad
de unidades económicas se insertan estos PSH se solapan con otros factores (trayectorias educativas y
orígenes sociales desemejantes). Los independientes de calificación profesional y técnica muestran
niveles educativos medios y altos, y son recultados en hogares de la propia pequeña burguesía, del resto
de capas contradictorias o de hogares burgueses. Este perfil se diferencia de pequeños empresarios
como de autónomos capitalizados, quienes lograron niveles educativos medios y medios bajos y
provienen socialmente de hogares clase trabajadora o de pequeña burguesía no profesional.
Estratificación entre pequeños empresarios y autónomos capitalizados; también se presenta en sus
trayectorias intergeneracionales, caso de pequeños empresarios, con procedencia mayor desde hogares
de su misma capa social e incluso burgueses. Porosidad de bordes inferiores de pequeña burguesía, con
líneas de continuidad en términos de trayectorias educativas y sociales intergeneracionales entre su
capa más desventajada y clase trabajadora informal, de la cual se distingue por niveles muy moderados
de calificación y un incipiente proceso de capitalización. Fuerte reclutamiento desde clase trabajadora
en ambas capas mencionadas (66 y 77%), aunque con decisiva procedencia de hogares del mismo
proletariado informal. Se observa fluidez en intercambio intergeneracional entre ambas posiciones, se
destaca vinculación entre ambos segmentos vía formación de parejas (29% uniones de PSH autónomos
con medios se efectúa con cuenta propias de subsistencia). Periodo posconvertibilidad; magnitud
absoluta de trabajadores autoempleados en general, y PSH cuanta propias en particular, se mantuvo
estable, si bien se observaron procesos de capitalización de pequeña escala y calificación incipiente.
Esto densificó fronteras inferiores de pequeña burguesía en detrimento del cuentapropismo de
subsistencia. Estratificación interna de pequeña burguesía se traslapa de modo tendencial con
percepción sobre la pertenencia de clase de sus PSH. Propietarios de pequeñas empresas e
independientes altamente calificados se autoperciben como clase media (56 y 55,5%), autónomos con
medios propios tienen autopercepción más apegada con posiciones más desaventajadas de clase
trabajadora, asumiendo un carácter popular (clase baja, clase media baja o clase obrera), mayor que el
resto de pequeña burguesía (68,5%). Asalarización de trabajadores de altas calificaciones; 82%, tanto
entre los PSH como en fuerza de trabajo en general. Asalariados de altas calificaciones se ocupan en
prestación de servicios. Sus inserciones dominantes son la administración pública y los servicios
sociales básicos. Alto peso de relaciones asalariadas con el Estado, se extienden al 61,6% y 59,4%.
Estos asalariados se encuentran sometidos a menores niveles de no registro que observados entre los
menos calificados. Fortalecimientos Estado y formalización de relaciones contractuales en última
década contribuyeron a crecimiento relativo de esta capa de trabajadores. Matices regionales de esta
caracterización; el más significativo refiere a peso del Estado como empleador de esta capa, con
situaciones polares en GBA y NEA. Sobre esta capa social; en que medida pueden considerarse parte
de clase trabajadora y cuál es el carácter de clase de sus posiciones. Factor internacional;
complejización de estructuras de clase de formaciones centrales de posguerra con despliegue de etapa
monopolista del capital. Factor local; densificacióni de capa de asalariados, expansión de sistemas
educativos que generó población de reserva también para ocupaciones más calificadas, el papel
destacado de Estado como empleador y su agremiación y acción colectiva inclinaron investigación a
considerar prioritaria la intensidad y condiciones en que se está operando su incorporación al grueso de
la clase trabajadora. Se registra alto nivel de sindicalización entre asalariados formales de esta capa
(39,1%) similar a promedio de asalariados registrados. Característica de esta capa, que establece
diferenciación con resto de clase trabajadora y su asimilación con pequeña burguesía, es el control que,
aún en condiciones de subsunción formal, mantendría respecto de procedimientos y fines de su propio
trabajo. Niveles de autonomía (en aspectos organizativos y técnicos de procesos del trabajo), estos
varían según el grado de calificación, son mayores en ámbito público que en privado. Rango de
variación en condiciones y aspectos organizativos; niveles de autonomía de profesionales del sector
público duplicaba a los técnicos del privado. Asalariados técnicos y asalariados técnicas del ámbito
privado no se diferencian de asalariados de rutina. Aspectos específicos de procedimientos de trabajo
(posibilidad de introducción de nuevas tareas) donde expertise de asalariados involucra mayores
niveles de control. Perfiles educativos y trayectorias intergeneracionales de esta capa; involucran
distinciones de origen respecto del resto del proletariado y los asemejarían a otras capas
contradictorias, como directores de empresas. Se advierte vinculación conyugal frecuente tanto con
pequeña burguesía altamente calificada como con la clase trabajadora formal. Estos asalariados
expresan un enclasamiento subjetivo semejante al de pequeña burguesía altamente calificada (muchas
veces son asimilados en análisis social)-> Aproximación global encubre identificaciones diferentes
entre quienes despliegan distintos niveles de calificación y retienen diversos niveles de autonomía. Solo
un 27,4% de profesionales se identifican con alguna de las referencias propuestas que suponen una
inscripción popular (clase baja, obrera o media baja), en caso de asalariados técnicos esta
autopercepción alcanza al 46,7%, lo cual acerca a aquella que expresan los asalariados de cuello blanco
de rutina. Formas de autopercepción de capas; se manifiestan en complejidad de relaciones que sus
propias posiciones anudan como un proceso de cambio abierto que atañe a las condiciones msimas de
su estructuración.
Sobre heterogeneidad interna de clase trabajadora: Diferenciación actual entre trabajadores
formales manuales y no manuales, y entre proletariado formal e informal, puesto que se trata de
clivajes relevantes. Grupos que integran clase; no deben expresar intereses contradictorios entre sí y su
caracterización no debe derivarse de formas concretas de su trabajo sino de su forma social. A
diferencia de asalariados altamente calificados, los de cuello blanco de rutina que desarrollan tareas
operativas o no calificadas, retienen niveles de autonomía respecto de condiciones y procesos de
trabajo acotados y similares tanto en producción de bienes como en prestación de servicios. Definición
sobre caracterización de clase de dichas posiciones; no resta interés a estudio de sus diferenciaciones→
PSH asalariados no manuales; se insertan en amplio abanico de actividades, destaca comercio,
administración pública, transporte y comunicación, salud, educación y servicios inmobiliarios y
financieros. Asalariados manuales; inserciones sectoriales dominantes son manufactura, y con peso
menor, la construcción y la agricultura. En ambas capas, relaciones asalariados con el Estado son
menos significativas que entre asalariados de altas calificaciones, Observación sobre respectivas
trayectorias educativas aporta elementos que ratifican presencia de diferenciación interna de
trabajadores formales; PSH formales de cuello blanco, menos de la mitad ha terminado la escuela
media, PSH formales de producción de bienes, un tercio ha terminado escuela media. En los primeros
se encuentra una presencia diferencial de jefes con altos niveles educativos. Diferencias se matizan
entre los PSH de hasta 35 años, producto de la expansión más reciente del sistema educativo y el
consecuente requisito en contratación de trabajadores manuales formales, sobre todo en empresas de
mayor porte del sector manufacturero. Análisis de trayectorias intergeneracionales; muestra presencia
de orígenes populares en ambas capas y una procedencia menor desde la pequeña burguesía. Se destaca
también reclutamiento de asalariados no manuales desde hogares del proletariado manual. Fluida
movilidad reforzaría idea de inscripción de ambas capas en las filas de clase trabajadora. Clase
trabajadora informal; compuesta de hogares encabezados por asalariados no registrados que se insertan
en empresas de tamaño pequeño, autónomos sin medios propios ni calificación, trabajadoras en casas
particulares, trabajadores familiares y rurales y trabajadores excedentes o supernumerarios para los
requerimientos del capital de larga data. Inserción sectorial de PSH asalariados no registrados y de
cuenta propia de subsistencia; construcción y comercio, con presencia algo mayor en manufactura y
transporte, en caso de primeros. Distribución sectorial de la fuerza de trabajo asalariada no registrada
total; construcción (22,4%), comercio (20,2%), manufactura (12,9%) y transporte y almacenamiento
(8%). Fuerza de trabajo autónoma de subsistencia; se inserta en comercio (38,75) y en construcción
(23,3%).
Marginalidad e informalidad; para ello, es relevante la segmentación entre la fuerza de trabajo formal,
informal y abiertamente excedente. Se debe determinar profundidad de cesura, para saber si expresa
fractura interna de clase trabajadora, atendiendo para ello a reproducción intergeneracional de
condiciones de diferenciación y a relaciones mediatas en formación de hogares. 1) segmentación entre
PSH de estas capas se corresponde con diferencias entre sus perfiles educativos, con mayor finalización
de escuela media entre los asalariados formales. Localización de diferencias no va en contra
explicaciones sobre segmentación del mercado de trabajo que responde a cuestiones de estructura
productiva o de su regulación y no a características de oferta, pero permite reconocer medida en que
segmentación se apoya en proceso de diferenciación entre los distintos grupos y lo alimenta.
2) Reclutamiento PSH formales e informales involucra tendencia a reproducción intergeneracional de
ambas capas de la clase trabajadora. Observación indica que poco menos de la mitad de los PSH de
clase trabajadora informal, y algo más de la cuarta parte de aquellos PSH supernumerarios de larga data
provienen de hogares informales. También es posible discriminar trayectorias intergeneracionales que
dan cuenta de intercambio fluido entre posiciones formales e informales. Reclutamiento de asalariados
formales de servicios desde hogares de proletariado informal es menos frecuente (19,4% de trayectorias
intergeneracionales). Mercado de trabajo secundario; poblado de trabajadores para los cuales es
secundaria su actividad económica en relación con otras como el trabajo reproductivo (caso mujeres) o
formación y capacitación (en el de los jóvenes). Dinámica de la segmentación; hace prever que estudio
de relaciones mediatas arroje alta vinculación al interior del hogar entre trabajadores formales e
informales. Esto no quita relevancia a observación de patrón de uniones conyugales entre principal
perceptor asalariado formal y cónyuge trabajador informal, involucra a 35% de uniones de asalariados
formales. Contrasta con esta imagen la homogamia de los PSH del proletariado informal, 64% de estos
forma uniones con trabajadores también informales. Vinculación entre trabajadores formales e
informales mediante constitución de parejas es frecuente: involucra 21% uniones de núcleos
conyugales de PSH de clase trabajadora.
Observaciones: 1) tendencia a recurrencia intergeneracional del proletariado informal (aun en periodo
expansión de clase obrera formal), sugiere que segmentación del mercado laboral se articula con
diferenciación social entre capas del proletariado. 2) Presencia nutrida de trayectorias
intergeneracionales indicativas de flujos entre estas posiciones, así como vinculaciones establecidas en
formación de uniones, señalan que tal diferenciación no debe leerse como una fractura sustantiva al
interior de la clase trabajadora. 3) Hogares encabezados por población supernumeraria de larga data
son conjunto pequeño y heterogénero. PSH desocupados de larga data, poco menos de la mitad eran
asalariados formales de bajas calificaciones; cuarta parte eran trabajadores informales (cuenta propia de
subsistencia y trabajadoras de casas particulares), 9% no tuvo empleo anterior, el resto provenía de
posiciones diversas. Se trata de fuerza de trabajo de edad más avanzada que conjunto de PSH país:
57,7% PSH desocupados de larga data son mayores de 45, grupo etario que en conjunto de PSH activos
se reduce al 45,6%. Mayoría de quienes componen clae trabajadora, se identifican como parte de clases
populares (clase baja, obrera, media baja). Intensidad enclasamiento subjetivo decrece a lo largo de esta
estratificación de trabajadores, a medida que nos desplazamos desde posiciones más desaventajadas de
estructura (con 77,5% desocupados de larga data) hacia asalariado formales de cuello blanco (50,4%
desocupados larga data). Identificación clase media; adquiere mayor peso entre los últimos. Aún
cuando mención a pertenencia a clase media es respuesta más frecuente en todo este universo, (45% del
total de PSH), la autopercepción de trabajadores muestra configuraciones que se corresponden con
diferenciación social interna, y se distancian de aquellas a través de las cuales se perciben los PSH de la
burguesía.

Perfiles de hogares: estrategias diferenciadas y desigualdad de ingresos:


Indagación sobre 2 ejes principales; heterogeneidad de estructura social argentina y condiciones de vida
de hogares. Isomorfismo entre perfil de hogares de asalariados profesionales y técnicso y su
desemejanza del resto de clase trabajadora. Capa autónomos con medios propios; porosidad de bordes
inferiores. Estrategias económicas familiares; incorporación alta de trabajadores secundarios al hogar
en mercado laboral y peso de ingresos originados en el Estado para sostener presupuesto del hogar.
Clase trabajadora formal; perfil disímil en relacióin con fuerza de trabajo altamente calificada. Estos
hogares cuentan con núcleo conyugal completo y jefatura masculina, son más grandes (más niños).
División sexual del trabajo de tipo tradicional, tasa de actividad extradoméstica (mujeres) más baja de
toda la estructura y carga más alta de responsabilidad sobre mujeres en tareas domésticas. Baja
actividad de cónyuges contrasta con incorporación temprana de miembros jóvenes a mercado laboral.
Relación que mantienen con Estado no es decisiva para sus presupuestos. Hogares proletariado
informal; con más presencia de niños que en aquellos encabezados por obreros manuales formales.
Presencia de hogares con parejas completas es dominante, si bien encontramos hogares unipersonales y
PSH mujeres con mayor frecuencia que en clase trabajadora formal. Ingresos más bajos percibidos por
sus PSH los orientan a participación extradoméstica de cónyuges mayor que la media de la estructura, y
una más alta demanda de ingresos sociales no monetarios y monetarios, los que representan un 34% de
ingresos recurrente de estos hogares.
Clases; son relaciones de desigualdad permanente y sustantiva que se expresan en condiciones de vida
de hogares que ocupan tales posiciones. Desigualdades; dimensión ingresos monetarios corrientes
(medida privilegiada de acceso a bienes y servicios).
Hogares; muestran estructura de ingresos per cápita polarizada entre clase trabajadora y burguesía:
brechas de ingreso per cápita familiar son de 2,46 entre hogares de dueños del capital y asalariados
formales manuales y de 2,21 entre los directores o gerentes y estos últimos. Heterogeneidad interna de
pequeña burguesía; tiene su correlato en ingresos de hogares. Mientras hogares autónomos altamente
calificados duplican los de clase obrera manual formal, los cuentrapropistas con medios propios son
cimilares a estos últimos. Interior de fuerza de trabajo asalariada (particular clase trabajadora), niveles
de desigualdad ingresos per cápita familiar se corresponden con ejes de diferenciación ya planteados
entre los asalariados altamente calificados y el resto así como entre capas formales e informales de
clase trabajadora. Observación de estas líneas de demarcación muestra la productividad analítica que
resulta de discriminación conceptual entre capas formales e informales de clase.
Estrategias familiares; se configuran en marco del sistema de acumulación de capital y de formas que
asume intervención social del Estado. Tendencia a estabilidad relativa de tasas de actividad económica
de trabajadores adicionales del hogar y de expansión de niveles de protección social del Estado a través
de diversos instrumentos. Papel del Estado como origen recurrente de ingresos monetarios para todas
las clases y capas, incluso en presupuestos de conjuntos (pequeña burguesía y asalariados formales).
Tendencia a morigeración de desigualdad ingresos entre hogares de grupos fundamentales, así como
entre posiciones contradictorias y obreros formales.
Consideraciones finales: construcción imagen de estructura de clases a nivel nacional, indagación
sobre disparidades interregionales, heterogeneidad social interna de hogares y niveles de diferenciación
interna de sectores subalternos, considerando cuestiones abiertas en análisis de clases a nivel nacional e
internacional. Amplias desigualdades interregionales que presenta estructura social; se corresponde con
diferente enraizamiento histórico de modelos de desarrollo nacional, con mayor arraigo en regiones
GBA, Pampeana y parte de Centro. Regiones; se distinguen por ser lugares de residencia de hogares
burgueses, muestran estructuras sociales más complejas que resto país, en sentido de mayor densidad
de capas contradictorias, y presencia más acotada del proletariado informal. Constatamos regulación
social en formación de uniones conyugales, a través de homogamia como de predominio de patrones
tradicionales al momento de constitución de parejas (varones mejor posicionados que sus cónyuges).
Uniones entre miembros de distinta posición social tensiona el supuesto de homogeneidad social del
hogar, sobre todo en caso de uniones no tradicionales, tensión que cuestiona tesis convencional sobre
contribución de mujeres para la caracterización social del hogar, pero que alcanza a número acotado de
hogares del país.
Niveles de diferenciación social; consideración de conjunto relaciones: las que definen inscripción de
hogares en estructura de clases y capas, como trayectorias intergeneracionales y relaciones mediatas (al
interior de familias) que contribuyen a formación de estas como entidades distinguibles, modos en uqe
conjuntos de relaciones se expresan en autopercepción de clase, en estrategias familiares de
reproducción y en bienestar de hogares. Análisis de dimensiones; permitió delinear perfiles de hogares
que ocupan distintas posiciones y arribar a conclusiones:
1) observamos características polares entre perfiles de hogares de burguesía residente en ámbito
nacional y clase trabajadora en su conjunto, en todas las dimensiones consideradas, así como
desigualdad de acceso a bienestar a través de brechas entre ingresos per cápitas familiares.
2) Amplia heterogeneidad interna de pequeña burguesía y porosidad de bordes inferiores, lo que
permitió discriminar el perfil popular de hogares de capa más desaventajada: las autónomos de bajas
calificaciones y con medios propios. Caracterización separa esta capa del resto de posiciones
contradictorias y revela semejanzas o articulaciones con clase trabajadora en términos de trayectorias
educativas, reclutamiento intergeneracional, relaciones mediatas, autopercecpión social, estrategias y
acceso a bienestar de hogares.
3) Asalariados altamente calificados; se observa por un lado, niveles de proletarización de esta posición
(considerando grados de asalarización, incidencia empleo estatal, márgenes de control sobre
organización y procesos de trabajo, niveles de sindicalización), y por otro, constatamos su demarcación
respecto del conjunto de clase trabajadora (en términos educativos, de relaciones mediatas, estrategias
familiares, percepción de clase y acceso a bienestar). Se confirma tensión involucrada en
caracterización de esta capa, a la cual nos acercamos considerándola como localización contradictoria
en relaciones de clase.
4) Ejes de heterogeneidad interna de clase trabajadora. Se corrobora que distintas dimensiones
consideradas niveles de diferenciación entre trabajadores de cuello blanco y azul, se aportan elementos
que dan cuenta de su inscripción común en clase obrera formal. Abordaje teórico metodológico que
incorpora sugerencias desarrolladas a la luz de características propias de formaciones periféricas, es
productivo en localización de presencia de segmento de proletariado informal extenso, que se
reproduce de modo intergeneracional aun en marco de periodo de expansión económica y crecimiento
relativo del empleo. Problematizamos múltiples dimensiones consideradas la profundidad de la cesura
entre hogares de trabajadores formales e informales, y señalamos que no puede concluirse la presencia
de una fractura social entre ambas capas del proletariado.
Tanto profundidad de desigualdades entre clases como niveles y formas que asume heterogeneidad de
fuerza de trabajo están fuerte% imbricadas con determinado modelo de desarrollo, por eso insistimos
en carácter histórico de configuraciones.

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