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Duván Poveda C

2016143142
REPLICA Y CONSTESTACIÓN
AL
NO DE LA REFORMA PENSIONAL

1) Actualmente en Colombia estamos afrontando un cambio a nivel nacional en


cuanto al régimen pensional, debido a que bajo el nuevo gobierno se quiere
presentar una reforma que eliminara el sistema de prima media, régimen
utilizado para otorgar el derecho a la pensión de los trabajadores.

Replica Y Contestación:

¿Qué cambio se está afrontando, pues la reforma pensional aún no se ha inmiscuido


en la agenda legislativa del congreso? Ahora bien, ¿cuáles son los cambios de los
que se hablan con respecto al régimen pensional? si apenas se han ventilado de
forma extra oficial algunos puntos de la reforma, y estos no son estáticos.

Un informe del diario Portafolio de hace un mes (edición del 21 de octubre de 2019)
según el cual el Gobierno analizaba la posibilidad de acabar Colpensiones y
aumentar los aportes que hacen los trabajadores y empresas para el ahorro
pensional. El Gobierno desmintió la información y fue el propio jefe de Estado el
encargado de calificar esta versión de ‘especulación y chisme’, máxime cuando se
trae a colación la última semana de la contienda electoral regional.

Para ser exactos cito textualmente: “Quiero ser claro, nosotros en Colombia lo
primero que queremos es aumentar la formalización laboral. Esa es la principal
herramienta de las reformas sociales. Y lo segundo, queremos avanzar hacia una
protección de la vejez con equidad, y eso implica que los subsidios sean asignados
de manera más transparente y, sobre todo, pensando en las personas más
necesitadas”, dijo el presidente Iván Duque el pasado jueves 17 de octubre en la
instalación del Congreso de la Aladi.
En ese tenor, si no aún no hay una propuesta oficial del gobierno sobre este tema
en la agenda legislativa nacional, todas esas críticas a la reforma carecerían de
fundamento, y sus conclusiones no son más que suposiciones temerarias. Sin
embargo, en tal caso que la nueva iniciativa fuera tan “drástica” es el congreso o el
poder legislativo quien tiene la última palabra formalmente hablando para aprobar o
reprobar tal reforma. Así las cosas, no es válido aseverar que el gobierno busca
suprimir el sistema de prima media, mucho menos cuando es de conocimiento
público que se cayó la ley de financiamiento (Corte Constitucional) y que es un
imperativo gubernamental poder enarbolar dicha aprobación. Lo anterior, evidencia
de forma clara la poca factibilidad que tiene el gobierno para tramitar dos grandes
iniciativas en la agenda del congreso en una misma legislatura.

Aunado a ello, es plausible reseñar, que no existe un antecedente cercano que


acredite tal posibilidad (tramitar dos grandes iniciativas en una misma legislatura),
entendiendo la envergadura de cada una de las propuestas gubernamentales.

Ahora bien, al leer con detenimiento el argumento esgrimido por los autores de esta
crítica (azul) sobre el régimen de prima media, es urgente desvirtuar que el régimen
de prima media no es el que otorga el derecho a la pensión, pues, a todas luces es
manifiesto que este otorgamiento es legal y se perfecciona cuando se cumplen las
demandas de las disposiciones legales (Edad & Semanas cotizadas), entonces, lo
que otorga el sistema de prima media no es el derecho, sino el ejercicio o goce
efectivo de este, o cual le imprime un sentido totalmente distinto al argumento
expuesto.

2) En la reforma que se pretende implementar podemos vislumbrar dos puntos


críticos, el primero la completa eliminación de la prima media y el
aumento en el porcentaje a cotizar mensualmente. Con esto, se busca
“aumentar la cobertura de las personas pensionar”, partiendo de esto es
evidente que todos los trabajadores están inconformes con la futura reforma
pensional, y teniendo en cuenta que los más afectados con esta reforma
serían los jóvenes trabajadores, es evidente que estos son los más
inconformes.

Replica y contestación:

Con respecto al alegato “dos” cabe resaltar que ya se abordó el tema de prima
media en la anterior replica, no obstante, es menester resaltar la contradicción
implícita que emerge del enunciado cuestionado cuando expone:

“En la reforma pretende implementar la completa eliminación de la prima media y


el aumento en el porcentaje a cotizar mensualmente”.

Como se mencionó anteriormente, existe en esta tesis un flagrante desdén a la


lógica y una contradicción de postulados, ya que, si la reforma pensional buscará
ELIMINAR la prima media y a la vez quisiera suprimir el aumento del porcentaje a
cotizar se constituiría en una clamorosa vaguedad. Pues, al plantear tal disyuntiva
se incurre en una yuxtaposición de conceptos contrarios.

En otras palabras, eliminar el aumento de las cotizaciones mensuales no es una


crítica sino un argumento a favor de la reforma pensional, y se opone totalmente al
sentido buscado por el emisor al precitar en el mismo enunciado la supresión del
régimen de prima media.

A pesar de lo anotado, esta tesis incurre en otro error, ya que, acepta y/o admite
que la ampliación de la cobertura pensional está supeditada a los pocos ingresos
que emergen de los bajos índices de cotizaciones que se dan en colpensiones lo
cual está ampliamente demostrado por los indicadores. Los fondos de pensiones
privados tienen mayores ingresos que colpensiones por la causa ya explicada. Así
las cosas, se evidencia otra contradicción, puesto que el fundamento de la tesis en
cuestión es la inconformidad marcada de los trabajadores antiguos, y, luego sin
ninguna cohesión arguye que son los jóvenes lo más inconformes con la misma
reforma. Es decir, le otorga la misma calidad (molestia e inconformidad) a dos
grupos de personas distintos en un mismo punto de debate. Lo cual a todas luces
vulnera el principio de identidad.
3) El primer punto debatible en esta ocasión será el aumento de la taza de
cotización mensual la cual pasara del 16% al 20%, así pues, el 4% de
interés que se subirá perjudicara la economía de los trabajadores. En
conclusión, debido a las condiciones económicas y el gran costo de vida del
país con dicha reforma la economía de algún trabajador se afectará su
mínimo vital.

Replica y contestación.

Lo primero que debe evidenciarse en este punto es la amplísima extensión del


argumento, porque se alega un concepto netamente subjetivo como hilo orientador
del postulado, y es las condiciones económicas y el gran costo de vida del país.
Según el DANE La inflación en Colombia entre enero y septiembre de 2019, medida
por el Índice de Precios al Consumo (IPC), fue de 3,26%, 0,63 puntos porcentuales
más que la registrada en el mismo periodo del 2018, cuando fue del 2,63%. Lo
anterior no son cifras alarmantes de inflación, sino que obedecen a la naturaleza
misma de la economía nacional (fluctuación).

Del mismo modo, se supedita exclusivamente a la reforma pensional la afectación


económica a “algún” trabajador, lo cual es netamente irrisorio pues se particulariza
en demasía un argumento que debe ser genera y variado. Empero, se apela al
mínimo vital como elemento arjé del argumento lo cual es cobarde, ya que, se
plantea la posibilidad de no reformar el sistema pensional solo porque a algunos
trabajadores (aquellos que tienen la pensión como única fuente de ingresos) se les
afectara el mínimo vital, de este modo se plantea la siguiente cuestión:

¿Puede el Estado al ejercer la potestad tributaria, pasar por alto si está creando
tributos que ineludible y manifiestamente impliquen traspasar el límite inferior
constitucionalmente establecido para garantizar la supervivencia digna de la
persona, dadas las políticas sociales existentes y los efectos de las mismas? La
respuesta en este paragón es la misma. El estado no puede hacerlo, aunque sea
consenciente de tal perjuicio.

“El derecho fundamental al mínimo vital, concretamente en lo que se refiere a las


condiciones materiales básicas e indispensables para asegurar una supervivencia
digna y autónoma, constituye un límite al poder impositivo del Estado y un mandato
que orienta la intervención del Estado en la economía (artículo 334 C.P.). La
intersección entre la potestad impositiva del Estado y el principio de Estado Social
de derecho consiste en la determinación de un mínimo de subsistencia digna y
autónoma protegido constitucionalmente. Este mínimo constituye el contenido del
derecho fundamental al mínimo vital, el cual, a su vez, coincide con las
competencias, condiciones básicas y prestaciones sociales para que la persona
humana pueda llevar una vida libre del temor y de las cargas de la miseria. Si bien
el deber de tributar es general pues recae sobre “la persona y el ciudadano” (art. 95-
9 de la C.P.), el derecho al mínimo vital exige analizar si quien no dispone de los
recursos materiales necesarios para subsistir digna y autónomamente puede ser
sujeto de ciertas cargas fiscales que ineludible y manifiestamente agraven su
situación de penuria. Entonces, las personas que apenas disponen de lo necesario
para subsistir son las que tienen menor capacidad contributiva, o, inclusive, las que
pueden carecer de capacidad económica de tributar. Llamar a quienes carecen de
capacidad contributiva a soportar estas cargas públicas de orden impositivo que las
afectas de manera ineludible y manifiesta en su subsistencia, resulta contrario a la
justicia tributaria”.

4) La idea de que una persona se pensione es que esta tenga la posibilidad de


pasar una vejez digna y disfrutar de ella hasta el día de su muerte, lo que
entra en controversia con lo que depara esta reforma pensional ya que
esta dispone la anulación de la pensión vitalicia en esta forma causaría
incertidumbre entre la persona que aspiran a una pensión. Es decir que
aquellos aspirantes a esta solo recibirán hasta su aporte por ende toda
persona que quiera llevar unas condiciones de vida buenas en su edad
adulta deberá aparte de la pensión tener un ingreso extra debido a que con
lo estipulado en la presenta reforma pensiones de un gran cumulo puesto
que junto a esta se presentara una reforma laboral la cual no permitirá
llegar a muchas personas a obtener el derecho.

Replica y Contestación:

En aras del sano ejercicio académico aquí desarrollado, no se puede inobservar el


sofisma aquí expuesto de forma astuta. Puesto que se asevera de forma categórica
que la reforma pensional DISPONE la anulación de la pensión vitalicia. Lo cual es
un imposible, ya que, aún no existe el texto normativo o que pretende serlo para
poder confirmarlo, ello es óbice para poder llegar a semejante colofón. ¿sí no existe
el texto, o al menos no lo hemos visto pues no se ha radicado tal reforma en la
agenda legislativa del congreso como pueden asegurar semejante disposición?

5) Para finalizar, la implementación de la reforma pensional afectará el


desarrollo económico de los trabajadores o de los empleadores, así
pues afecta a los trabajadores debido a que tendrán que asumir un
porcentaje excedente igualmente afectará a los empleadores puesto
que a ellos también les corresponderá pagar un porcentaje extra
respecto a la cotización pensional del trabajador por lo cual podemos
llegar a la conclusión que sin importar a quien afecte no se debe realizar
la reforma debido a que perturbara la economía colombiana ya sea
directa o indirectamente.

directamente se le impondrá al trabajador dándole un golpe a su economía, e


indirectamente se afectará a los colombianos con un alza a los precios para lograr
la estabilidad económica de los empleadores, la reforma solo emporará las
condiciones de vidas de muchos colombianos por esto no debemos permitirlo por
un futuro con una vida digna.

Replica y Contestación:
ES FACILMENTE PERCEPTIBLE LA CONCURRENCIA DE UN FALSO DILEMA
EN ESTE ULTIMO ARGUMENTO CONTRA LA REFORMA PENSIONAL.
El objetivo es lograr un amplio consenso antes de presentar la reforma, afirma
Alberto Carrasquilla, Ministro de Hacienda, quien aspira a empezar la discusión en
el Congreso de la República hacia el mes de noviembre “con el aval de la Ministra
de Trabajo”. El camino no será fácil. Sin embargo, el primer gran consenso es tal
vez la necesidad de la reforma en sí misma. Todos advierten los enormes y graves
problemas que tiene el sistema pensional en materia de cobertura, inequidad y alto
costo para el Estado.
Verbi gracia, el próximo año el país tendrá que destinar alrededor de $43,29 billones
para el pago de pensiones estatales, un 12% más que los $38 billones que se
gastaron este año. Esto representa el 20% del presupuesto total del 2020 – el mayor
gasto que hace el estado por encima de cualquier sector –, pero beneficia a muy
pocos privilegiados. En la actualidad, de cada 10 colombianos en edad de retiro,
solo 2 reciben una pensión, 2 tienen un pequeño auxilio y 6 están totalmente
desprotegidos por el sistema.
Ergo, hay un consenso en que se requiere fortalecer los programas solidarios como
Colombia Mayor y los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) y que el sistema
público no puede seguir otorgando subsidios a las personas de más altos ingresos.
No obstante, no hay aún claridad sobre cómo hacerlo y donde trazar la raya
entre el sector público y privado. Esto es, en cuál debe ser la nueva arquitectura
del sistema y el rol especifico de Colpensiones en este nuevo modelo.
Teniendo esta información veraz en perspectiva se debilita hasta caerse como un
castillo de naipes el dilema planteado por los críticos de tan loable reforma. Puesto
que, es imposible hacer semejante estratagema argumentativo sin los fundamentos
legales y verídicos del tema.
Es de conocimiento elemental para cualquier incipiente abogado que en estos
procesos reformatorios siempre existen algunos pilares inamovibles que no se
pueden desconocer, máxime cuando se es ciudadano de un estado social de
derecho y para el gobierno uno de estos pilares. es respetar los derechos
adquiridos de los hoy pensionados o quienes están muy próximos a hacerlo
(régimen de transición).
En consecuencia, y mérito de lo expuesto no es factible subsumir la PROXIMA
REFORMA PENSIONAL a una afectación económica tanto a trabajadores como a
empleadores. Y mucho menos llegar a la infundada conclusión que en su tenor reza
“sin importar a quien afecte no se debe realizar la reforma pensional debido a
que perturbara la economía colombiana ya sea directa o indirectamente”.
Inevitablemente las reformas y toda decisión gubernamental tienen antípodas
positivas y negativas, lo cual es apenas natural y coherente con su mismo sentido,
así que, es irresponsable esgrimir un argumento en contra del cambio al sistema
pensional sin fundamentos sólidos y mucho menos alegado la insensatez de que
como afectará a algunos entonces no debe hacerse. Si usáramos esa lógica en
todos los procesos de la humanidad aun estaríamos en la edad de piedra.
Es innegable que el sistema pensional necesita cambios estructurales que
fortalezcan tres grandes aristas, equidad, cobertura y sostenibilidad. Y si esos tres
puntos de inflexión se pueden logran con la reforma plateada bienvenida sea.

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