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28 julio, 2014 Alex Ortiz

¿Sabe usted que es una Cesión de Posición Contractual?


En relación al concepto de un contrato que originalmente involucra a dos o más
personas, puede variar durante la ejecución del contrato, de forma tal que una
de las personas deje de formar parte de la relación contractual y se permita el
ingreso de otra.

En el presente informe analizaremos cuál es el mecanismo o figura jurídica que


permite que una persona salga de una relación contractual para permitir el
ingreso de otra en su lugar. Ésta es la llamada cesión de posición contractual.

Ahora en el mundo inmobiliario se puede aplicar en caso que una persona no


pueda firmar algún documento o tal vez pasar un crédito hipotecario a otra
persona que estuvo implicado en pagar las cuotas, etc.

Un contrato genera una relación patrimonial entre dos o más personas. En


esta relación patrimonial pueden existir dos o más partes contractuales. Estas
partes o posiciones contractuales no necesariamente coinciden con la cantidad
de personas que celebran el contrato.

Así por ejemplo, puede darse el caso de una pareja de cónyuges que celebran
un contrato de compraventa con otra pareja de cónyuges. En este contrato de
compraventa una pareja tendrá la posición de vendedores y la otra tendrá la
posición de compradores.

Pero como se puede apreciar, a pesar de intervenir cuatro personas en el


contrato, sólo existen dos partes o posiciones, la posición compradora y la
posición vendedora.

Podemos decir entonces que una posición contractual consiste en la situación


que ocupa una o más personas en un contrato y que se encuentra en
contraposición a los intereses de otra u otras personas intervinientes en el
contrato.
28 julio, 2014 Alex Ortiz

Al ejecutarse
Durante la ejecución del contrato, pueden producirse distintas situaciones
que determinen que alguna de las personas que celebraron el contrato deba
dejar de formar parte de la relación y ceder su lugar a otra persona. Para
identificar las posiciones en el contrato y en la cesión de posición
contractual, utilizaremos los siguientes términos:

– Cedente. Es la persona que cede su posición en el contrato, de tal manera que


deja de formar parte de la relación contractual.

– Cesionario. Es la persona que adquiere la posición dentro del


contrato recibiendo la del cedente. Asume todos los derechos y obligaciones
del cedente.

– Cedido. Es la contraparte del cedente en el contrato. Debe prestar su


consentimiento para que se realice la cesión.

Para llevar a cabo la cesión de la posición en la relación contractual es necesario


que se presenten los siguientes elementos o condiciones:

– El contrato debe contener prestaciones no ejecutadas total o parcialmente.

– El cedido debe manifestar su consentimiento, ya sea antes, simultáneamente o


después del acuerdo de cesión.

– Cuando la conformidad del cedido se hubiera dado previamente al acuerdo de


cesión, el contrato sólo tendrá efectos desde que el acuerdo le es comunicado a
la contraparte por escrito de fecha cierta.

Sus efectos
Una vez celebrada la cesión de posición contractual, el cedente sale de la
relación contractual y el cesionario ingresa en ella, asumiendo los derechos y
obligaciones que el cedente tenía. Veamos con mayor detalle los efectos que
genera la cesión de posición contractual:

– El efecto principal de la cesión de posición contractual, como ya


hemos referido, es la salida del cedente de la relación contractual y el ingreso del
cesionario, quien asume todos los derechos y obligaciones que le
correspondían al cedente en el contrato.

– El cedente se libera de responsabilidad de las obligaciones derivadas


del contrato.
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– Sin embargo, por acuerdo entre las partes, el cedente puede seguir obligado
frente al cedido, es decir a la contraparte, a cumplir con el contrato si el
cesionario incumple.

– Asimismo, el cedente es responsable frente al cesionario por la existencia y


validez del contrato, salvo que hubieran acordado lo contrario.

– El cedente puede también asumir responsabilidad por el cumplimiento de las


obligaciones del deudor, en cuyo caso asume la calidad de fiador.

– El cesionario puede utilizar contra el cedido los medios de defensa que


se derivan del contrato, pero no aquellos que se derivan de otras
relaciones existentes entre el cedido y el cedente.

– Si existen garantías que respaldan el cumplimiento del contrato, éstas


no pasan a favor del cesionario sin la aceptación expresa de los garantes. Como
vemos, la cesión de posición contractual es una figura compleja, que puede
generar la vinculación de muchas
personas en una sola relación contractual.

Otras implicancias
A continuación, veremos otra figura jurídica que se suele confundir con la
cesión de posición contractual que acabamos de ver. Estamos hablando de la
cesión de derechos o cesión de créditos.

La cesión de derechos está definida como la operación por la cual una persona
cede a otra su derecho a exigir una determinada prestación. A diferencia de lo
que ocurre en la cesión de posición contractual, en este caso el cedente sólo
está transfiriendo un derecho de crédito, pero no una posición en una relación
contractual, es decir, el cesionario no asume los derechos y obligaciones
derivados de un contrato, sino únicamente un derecho de crédito.

A diferencia también de lo que ocurre en la cesión de posición contractual, en la


cesión de derechos nos encontramos ante una figura que no
necesariamente tiene como antecedente un contrato. Por ejemplo, una persona
puede tener un derecho de crédito para exigir el pago de una indemnización por
responsabilidad extracontractual, de tal manera que tiene un derecho a cobrar
una determinada cantidad de dinero. Este derecho puede ser cedido a otra
persona.

La cesión de derechos difiere también de la cesión de posición contractual por


el hecho que no requiere del consentimiento del deudor. Esto es así porque al
deudor no le genera ningún perjuicio cumplir su obligación frente a una u otra
persona.
28 julio, 2014 Alex Ortiz

En la cesión de posición contractual sí resulta importante el consentimiento del


cedido porque el cesionario no sólo está adquiriendo un derecho sino que
también está asumiendo obligaciones en el contrato y el cedido tiene derecho a
aceptar que tales obligaciones sean asumidas por una persona distinta a su
contraparte original.

Pero, sí es necesario comunicarle la cesión al deudor para que ésta surta


efectos. La comunicación debe ser fehaciente, es decir, debe permitir acreditar
que el deudor efectivamente la ha recibido, por lo que se sugiere que se haga
por vía notarial.

Para efectuar la cesión de derechos, es necesario que exista un documento


escrito, firmado por el cedente y el cesionario. Es común que se haga participar
al deudor cedido en el acuerdo de cesión, pero como hemos manifestado, no es
obligatorio.

En cuanto a la naturaleza de los derechos que pueden ser cedidos,


debemos señalar que pueden ser objeto de cesión
todos los derechos disponibles de una persona, incluso aquellos que
sean materia de un proceso judicial, arbitral o
administrativo.

Puede cederse también el derecho a participar en una masa hereditaria, una vez
que ha fallecido el causante.

Otros usos
La cesión de derechos no es factible si existe un pacto expreso entre el cedente y
el deudor cedido que excluya dicha
posibilidad. Asimismo, por ley o por la naturaleza de la obligación la
cesión puede ser restringida.

Al igual que en la cesión de posición contractual, el cedente está obligado frente


al cesionario a responder por la existencia y exigibilidad del derecho cedido,
salvo acuerdo distinto.

Pero, no está obligado a responder por el incumplimiento del deudor cedido, a


menos que haya asumido tal responsabilidad expresamente.

Ahora bien, si el deudor cedido cumple con la prestación frente al cedente,


antes de ser comunicado sobre la cesión, queda liberado de responsabilidad.
Pero, si se puede acreditar que el deudor tenía conocimiento de la cesión,
entonces no se libera de responsabilidad.

Sin embargo, consideramos pertinente aclarar una situación que resulta muy
común en las operaciones comerciales y es la referida a la denominada “cesión
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de deudas”. Se trata de una operación en la cual una persona A que mantiene


una deuda frente a otra persona B, le “cede” a una tercera persona C dicha
deuda, de forma tal que será C quien se haga cargo del pago.

Y ponemos entre comillas al término “ceder” porque estrictamente, las deudas


o pasivos no se ceden, es decir, a diferencia de un derecho de crédito que es un
bien del cual se puede disponer, una deuda o un pasivo no es un bien del cual
el deudor pueda disponer, pues justamente es él el obligado a cumplir con dicha
deuda y no puede decidir que otra persona la asuma y oponer dicha cesión al
acreedor.

Demos un ejemplo
Así, en el ejemplo mencionado, el acreedor B no estaría obligado a aceptar
el acuerdo adoptado entre A y C para que sea C quien asuma la obligación de
pagarla deuda y que, según la intención de A, el acreedor B solamente le pueda
exigir el pago a C y ya no a A.

Se puede pensar que esta situación es incorrecta porque cuando se trata de


la cesión de un crédito el acuerdo entre el acreedor original y el acreedor
cesionario sí surte efectos frente al deudor, pero en realidad, se trata de
situaciones muy distintas.

En la cesión de créditos, como ya lo hemos visto, no es necesaria la


participación del deudor en el acuerdo de cesión para que el acreedor cesionario
o adquirente del crédito le pueda exigir el pago de la obligación, oponiéndole el
acuerdo de cesión celebrado con el acreedor original a pesar que el deudor no
participó en él.

En este caso, la cesión es oponible porque jurídicamente no tiene relevancia


para el deudor la identidad de la persona a la que le debe pagar, únicamente
tiene relevancia verificar que dicha persona es la legítima titular del
crédito. Cuando hablamos de la cesión de una deuda o pasivo la situación es
completamente distinta, pues para el acreedor sí tiene relevancia determinar la
identidad de la persona que está obligada a pagarle, por una razón muy sencilla,
la solvencia.

Finalmente
En efecto, para un acreedor A no es lo mismo que su deudor sea B o C, pues
cada uno de ellos tiene un patrimonio distinto y puede responder de
distinta manera sus obligaciones. Probablemente, cuando A celebró su
operación con B, evaluó su patrimonio, solvencia y capacidad de pago, además
del elemento de la confianza que resulta importante también. En tal medida, para
A sí tiene importancia que en lugar de B, sea C quien le deba pagar la deuda,
porque probablemente C no tenga la misma capacidad de pago que B y podría
verse perjudicada su posibilidad de recuperar su crédito.
28 julio, 2014 Alex Ortiz

Por estas consideraciones, para que el acuerdo por el cual un deudor A le cede
su deuda a un deudor C y que este acuerdo sea oponible al acreedor B, es
necesario que B participe en dicho acuerdo, de forma tal que renuncia a sus
derechos frente a A y solamente se entenderá con C para efectos del pago de la
deuda.

Debe tenerse en cuenta que esto no impide que en cualquier caso una
persona pague la deuda de otra, lo cual no requiere de ningún acuerdo ni
siquiera con el deudor original, pero este caso no constituye lo que se conoce
como una cesión de deuda sino simplemente de un pago por tercera persona.

No se olvide que todas estas aplicaciones se pueden dar pero siempre y cuando
se le consulte a un abogado especializado para tomar una mejor decisión en su
caso en particular.

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